"Sull Debe Morir"
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Skull no sabía que decir. Temblaba de miedo al ver a aquel chico frente a él.
Reborn, Fong y Mammon solo observaban con algo de intriga, y es que Skull parecía haber visto a un fantasma. Reborn como todo malvado que era, se le acercó al del casco, y le dio una patada en la espalda.
—¡¡MALDITO REBORN!! —Grito furioso, al sentir el golpe. — ¿Por qué lo hiciste? —Preguntó furioso.
—Porque tú y ese tipo solo se están mandando miradas tontas y no hacen nada, es obvio que es tu rival, son igual de estúpidos. —Dijo sin más el Hitman.
—¡¡MALDITO!! —Gritaron tanto Skull como el chico.
—Reborn solo negó, no tenía tiempo para perderlo con esos dos, así que miro a los otros dos, y estos estaban de acuerdo con lo que haría. —Bueno Skull, ese tipo es tu rival, así que arréglatelas tu solo, mientras los otros y yo seguimos. —Dijo como si nada.
Ni siquiera le dieron tiempo de refutar, los tres se fueron por la puerta que los acercaría más a Tsuna, dejándolo completamente solo con aquel chico que tanto lo odiaba.
— ¿Y cómo has estado Richard? —Preguntó como si nada, de una manera nerviosa.
Fijo su mirar en aquel chico que no se veía para nada mal. Con los años había madurado, dejando atrás, al dulce niño que tanto lo amaba en esos tiempos. Sus ropas eran similares a las suyas propias, con excepción de que a ese chico le quedaban más entalladas y mostraban más de lo que a él le gustaba, y unas combinaciones de rosado fosforescente con negro, haciendo que resalte aún más esa esbelta y muy bien formada figura. Se fijó en sus ojos, los cuales lo miraban con odio, y se alivió de ver que no usaba ningún tipo de pupi-lentes, ese verde limón tan natural y hermoso, seguía tal y como le gustaba, pero para su gusto, ese largo y sujetado cabello de aquel color rosado no le gustaba para nada, ¿dónde había quedado ese hermoso negro azabache tan brilloso y sedoso?, tal vez era su culpa.
Vio con gran fascinación que tenía una guitarra eléctrica en manos, al parecer no lucharía contra él, y eso lo aliviaba enormemente, no quería hacerle daño a ese chico que tanto quería, porque aun con el pasar de los años, seguía estimando a ese dulce chico.
—Y te atreves a preguntar, es obvio que he estado mal desde que me dejaste en el altar. —Le recordó furioso. —Y si crees que no peleo, estas equivocado. —Diciendo esto, comenzó a entonar una estridente melodía con aquella guitarra.
Skull salió volando e impacto contra la pared de aquella habitación, luego enfocó su mirada a aquel chico y vio que lo que la guitarra libero eran no solo melodías, eran llamas de última voluntad del elemento tormenta.
—Por cierto, mi nombre artístico es Death, y como lo dice, te voy a matar. —Le dijo con una maliciosa sonrisa.
Skull se puso de pie, y con gran frustración se quitó aquel casco. Miro al chico frente a él con arrepentimiento, eso no estaría pasando, si no lo hubiera decepcionado como lo hizo antes, tal vez esa batalla no tendría que darse, porque solamente cuando pensaba en su prometido actuaba con gran madurez.
---FLASHBACK---
El que ahora se hacía llamar Skull, no era más que un chico adinerado con el sueño de ser un gran acróbata suicida, ya sabía de su gran don, "ser odiado por la muerte". Dejo atrás todo, su vida de niño rico, su familia que siempre estaba preocupada por el que dirán, y a su muy amado prometido.
Richard Rogers era un chico de buena familia y estatus social alto, un buen prospecto para ser su futuro esposo, y con un don muy raro, el chico era un doncel, uno de los pocos que existían en el mundo. A él nunca le importo nada de eso, Skull siempre amaría al doncel, por sobre todo, más cuando el chico siempre le mostraba una enorme sonrisa junto con ese par de ojos verdes brillando de alegría.
Pero él lo arruinó todo, puso en primer lugar su sueño, y cayó en manos de una gran y poderosa familia mafiosa, solo para poder hacer su sueño realidad. Ignoro por completo los deseos de su familia, y no solo eso, traicionó de la peor manera al doncel.
Se aprovechó de aquella dulce inocencia tan característica de Richard. Lo hizo suyo una noche antes de la boda, y lo hizo de una manera tan magnífica y pura, que hasta a él le hizo tocar el cielo. Se juraron tantas cosas y se dijeron cuanto se amaban. Pero el día de la boda, Skull tuvo miedo, los nervios lo atacaron y dejo plantado al doncel, decidió que mejor se concentraba en su sueño y se olvidaba de aquel mal rato.
Pero Richard no olvido, al contrario, se llenó de tanto odio y rencor. Lo peor fue que sus padres lo catalogaron por fácil, ellos se enteraron de lo que había hecho, incluso el mismo se odio al dar su primera vez a alguien que no lo amaba, por eso se entrenó, utilizo su gran talento con el arpa y lo volvió hacia una guitarra de gran potencia, aprendió a utilizar sus llamas en aquel instrumento, y se juró superar a ese imbécil que tanto daño le hizo.
Cuando Akira lo llamo para aquel plan, no lo dudó ni un segundo, si con eso lograba aniquilar a Skull, estaría más que dispuesto a ello, pero al oír lo que dijo del Vongola, supo que no dejaría que nadie se quedara con algo que solo le pertenecía a la persona amada, pero tampoco dijo su secreto, porque para él, su condición de doncel debía ser secreta, más cuando supo las verdaderas intenciones de Akira.
— ¿Doncel?, ¿qué no estaban extintos? —Preguntó nervioso, esperaba que nadie lo descubriera.
Pero cuando Akira le explico todo, suspiro tranquilo, al menos nadie lo había descubierto, o eso creyó, porque fue Rose la que le pregunto por sus razones de ocultarlo, y el no pudo evitar contarle todo, esa mujer era un amor y sabía cómo convencer a otros. Pero cuando le dijo lo que Akira intento hacer, supo que el mismo ayudaría a la bondadosa mujer a evitar otro de esos ataques.
Pero ahora su prioridad, era acabar con Skull, se encargaría de dejarle en claro que con Death nadie se metía, aun si tenía que sacrificarse, lo haría.
---FIN DEL FLASHBAK---
—Hora de que pagues Skull. —Diciendo esto, comenzó a tocar con más fuerza.
Skull hacia lo que podía por moverse, pero esa técnica era muy buena, aun así, no se dejaría vencer, no ahora que haría las cosas bien. Con gran voluntad, camino a paso lento, atreves de aquel viento melódico de su amado, ya estaba por tocarlo, y Death se había dado cuenta.
—¡¡NO TE ATREVAS SKULL!! —Le grito nervioso.
Pero Skull no le hizo caso, y logró sujetarlo del brazo. Se deshizo como pudo de aquella guitarra y abrazo con fuerza al doncel, el cual tenía un buen derechazo que lo dejo aturdido, pero sin hacer que lo soltará.
—No voy a soltarte, una vez lo hice, y no pienso repetirlo. —Le hizo saber. —Esa vez hice las cosas mal, te deje solo en aquel altar por temor a que esto fracasará, pero cada que tenía función me preguntaba si me estabas viendo, si ya estabas con alguien más, y me odie por eso, con decirte que vi al chico que me ayudo para salir de la maldición como un hijo que jamás tuvimos. —Se explicó con rapidez, sintiendo que la lucha del menor había cesado.
— ¿Y esperas que con eso te perdone? —Preguntó en susurro, con un gran rencor en su interior.
—Espero a que me entiendas un poco, tus padres, mis padres, ellos siempre supieron manipularnos, creí que si nos casábamos terminaríamos mal, pensé cosas que no eran y en parte me arrepiento, debí pedirte ir conmigo, pero me preocupe al no tener nada para ofrecerte. —Relato ya resignado, ese era su mayor temor, que al no tener nada para su doncel, este terminará odiándolo aún más.
—No me hubiera importado, lo que quería para mí, era a mi prometido. —Le dijo sincero.
Ambos se miraron por breves minutos, y como si sus labios fueran imán, se juntaron uno al otro. Era como antes, ya no había rencor, ya no habían ganas de matar, allí solo había pasión desbordante. Comenzaron a besarse con más fiereza, mientras las caricias por todo lugar llegaron, se podría decir que ya estaban a punto de perder sus ropas.
Y de no ser por un carraspeo de un tercer invitado, ellos estarían copulando en aquella habitación donde seguro habían cámaras ocultas.
—Skull, se supone que ayudarías a Reborn, no que ahora estabas a punto de hacer cochinadas con tu enemigo. —Le dijo de mala gana, ¿Colonello?
—No es mi enemigo, es mi prometido, y después de resolver esto, nos vamos a casar. —Le dijo de mala gana, vio a los otros dos que acompañaban a Colonello, y se sorprendió al ver a Verde junto con aquel chico Bovino. — ¿Cómo es que estas bien?, ya te daba por muerto. —Preguntó intrigado.
—Sobre eso, pues veras, Verde llego a tiempo junto con Shamal y el guardián del sol. —Explicó resignado.
—Y si, logre despertarlos, pero deje a los otros afuera de este lugar de locos, los envíe a despertar a más aliados. —Respondió Verde.
~ஐ~
Reborn, Fong y Mammon llegaron a otra extraña habitación, que a diferencia de las otras dos, esta estaba completamente oscura, pero aun así lograron ver al encapuchado frente a ellos.
— ¿Cuánto tiempo?, Viper. —Murmuró con odio.
CONTINUARA