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Energy por Paeony

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Notas del capitulo:

Bueno, nuestra aventura a sido corta ¿no? Espero que la hayan disfrutado y me regalen algo de su amor para asi motivarme a compartir más con ustedes. 

Con lágrimas en los ojos Jongin ve como el alma de Baekhyun constantemente alterna entre plateado y color pantanoso que no reconoce, ¿qué mierda es eso? Ahora entiende el miedo y la confusión del otro. Al pasar los dedos por las delicadas facciones tranquilas de Baekhyun se encoge huyendole con dejando escapar un gemido de dolor. Deja su mirada recorrer el camino perlado creado por la piel desnuda de Baekhyun a su lado y no puede evitar detenerse a contar angustiado los oscuros moretones que pintan el mapa de donde antes han estado sus manos.

¿Qué hice? Se arrepiente, ¿por qué no me detuvo?, ya que ahora el daño puede ser irreparable.

—Jongin-ah —escucha una súplica quebrada saliente de los finos labios de Baekhyun a la distancia. Su pequeña mano viaja por el aire hasta encontrar el rostro rígido del menor—...estas aquí —una borrosa sonrisa aparece en el rostro somnoliento de Baekhyun aliviando un poco el dolor de Jongin

—¿Por qué me iria? —se recuerda agradecer a su voz más tarde por no fallarle—... si prometí quedarme—acerca para besar tiernamente los labios de Baekhyun, pero lo que ve al alejarse no se lo espera.

Los pequeños ojos de Baekhyun se abren teñidos de helante negro que paraliza a Jongin. Toda la esperanza se viene abajo mientras espantado abandona la cama y se aleja de la única persona que a podido querer desde que conoce su realidad. Esto le recuerda el porqué de su soledad, le pertenece a los demonios y a nadie más.

—Kim Jongin... —la descolorida cara de Baekhyun se desfigura de forma antihumana deteniendole el corazón—. Esto no te gusta, ¿verdad?

El cuerpo de Baekhyun se levanta despacio de entre sábanas blancas que hacen espantoso contraste con la basura que irradia. Los pies apenas tocan el suelo, parece levitar. Su silencio caminar llena de pavor a Jongin quien helado no es capaz de alejarse. La puerta esta ahí a su lado, puede escapar si quisiera, pero no, allí frente a él también está lo único que tiene y no piensa abandonarle, no va dejarle solo con el dolor y la desesperanza. Mucho menos es capaz defraudarlo, no va a romper la única promesa que le ha hecho.

Las manos congeladas de Baekhyun llegan a tocar su torso desnudo antes de dejar un insaboro beso en labios serios que no planean corresponder. Jongin clava los ojos en la energía estática que carcome la suave luz que se cuela por cortinas entre abiertas. Desea ver el alma de Baekhyun luchar, pero sabe que es imposible. Su cuerpo ni la energía están preparados para combatir contra toda una legión, es muy débil. 

Una lágrima recorre su mejilla cuando cierra los ojos para no ver más. Ya no quiere ver esa sonrisa fría, ni esa mirada llena de tinieblas nauseabundas. Intenta imaginar la luz blanca y pura tan peculiar de él, mas la vaga imagen que logra crear en su mente no es suficiente, todo se desvanece con el sonido de mecánica risa en su oído.

Abre los ojos y alli esta Baekhyun mirando con sus aterrados ojos humanos. La habitación se ilumina lentamente por el almaperezosa que flota sobre él. Su sonrisa tiembla mientras lucha por mantenerse en pie.

—Un soplo de esperanza duele más en la agonía —su voz tiembla—. Perdón, Jongin-ah —la última palabra que logra formular antes de que sus ojos queden en blanco y caiga al suelo con un sonido hueco. Todo se apaga, ya no hay más energía que ver. Solo queda el brillante líquido rojo que pinta despacio, gota a gota, la piel de Baekhyun, como si se tratase de un lienzo en blanco. Nariz y oídos le sangran.

Gritos ensordecedores desgarran la garganta de Jongin inundando el pequeño espacio en la habitación. Con manos temblorosas limpia sin éxito la sangre que se expande por el pálido rostro sin vida de Baekhyun. Lágrimas suicidas surcan las facciones de Jongin. Caen sin control desde sus ojos hasta que se funden con las gotas de brillante sangre en el suelo.
Fuertes golpes sólidos sacuden la puerta, los gritos de Jongin han puesto a alerta a todos los residentes del edificio. La cerradura, se agita bruscamente por quien intenta abrir sin éxito la oscura puerta.

—¡¡Baekhyun!! ¡¡Abre la puerta!! —se escucha la firme voz del desconocido que arremete contra la puerta—. ¡¡¡Baekhyun!!! —El hecho de que solo llame con esmero a Baekhyun no le sorprende, siempre pasa desapercibido. En cambio Baekhyun... el que siempre llama la atención, las personas siempre recuerdan su nombre, sonríen ante su mera presencia; él es luz y ya no brilla más

Se escucha el tintineo de llaves antes de que la iluminación del exterior profane su fantasia vesánica. ¿Acaso ambos estan locos? ¿Qué de real tiene todo esto? Jongin abraza el cuerpo indolente de Baekhyun; el último soplo de realidad que cree tener.

La imagen, demasiado perturbadora para encajar en los estándares de cordura impuestos, provoca que un grito ahogado salga sin valor de los labios del intruso. No se esperaba ver todo aquello cuando segundos antes insistia fervientemente en abrir la puerta. 

—¿Baek...? —la voz apenas sonora sobresalta a Jongin.

Alza la vista para ver el intruso, alto, rubio y de alma azul electrizante que se acerca. Una de sus grandes manos se posa en el hombro desnudo de Jongin y le mira a los ojos por un segundo antes de verse forzado a desviar la vista para ver, con temor, el rostro ensangrentado de Baekhyun. 

—Hay que sacarlo de aquí —dice jalando rápidamente una de las sábanas junto a la cama para tapar la desnudez de Baekhyun.

—¡No! —Jongin, asustado, aparta las manos del desconocido, no quiere que nadie más toque a Baekhyun— ¡No!

—Jongin, escuchame —el escuchar su nombre lo sorprende. ¿Cómo sabe su nombre?— . Si no lo sacamos de aquí el daño va a ser irreparable y no quieres eso ¿verdad?

Jongin pasa sus dedos por el cabello enmarañado de Baekhyun, no puede perderlo, no quiere hacerlo. Un destello de opaca luz se hace visible siguiendo el frágil danzar de los dedos de Jongin sobre la piel incolora de Baekhyun; aún puede brillar.

Cubierto apenas con una fina sábana el desconocido carga a Baekhyun en brazos. Los ve salir de lahabitaciónn pero no es capaz de seguirlos, sabe que esto es su culpa. ¿Por que no se fue cuando pudo? ahora la vida de Baekhyun pende de un fino hilo que tienta con romperse.


Blanco, el unico color que Baekhyun puede distinguir cuando, despues de multiples intentos por despertar, logra hacerlo. Kim Jongin, lee el nombre escrito por costuras deshiladas en algun recuerdo desteñido de su memoria. Mi nombre es Kim Jongin, soy tu nuevo compañero, logra escuchar el suave quejido de su conciencia. Sonrisa blanca se dibuja con tinta translúcida en su mente. Jongin. 

Pasillos interminables se levantan a su alrededor mediante camina rápidamente entre la multitud letárgica. Mujeres vestidas de blanco se pasean por todo el lugar empujando carritos de comida mal oliente en bandejas desgastadas color verde menta.

Nervioso se sube la capucha del fino abrigo, no quiere ser visto. Lleva semanas viniendo de este modo al hospital, es la única manera que tiene para verlo. Detrás de una pequeña y manchana ventana de cristal mientras él duerme. Se muere por tenerlo cerca, tocarlo, sentir su olor. Pero ver cada dia que sigue con vida le es suficiente.

Lo buscan desde el momento en que entró por primera vez al hospital desesperado por ver a Baekhyun, le creen culpable por las heridas en el cuerpo de Baekhyun. Entre los cuchicheos de las enfermeras ha sido capaz de rescatar pequeños fragmentos de conversaciones donde hablan de él como un loco agresor y que Baekhyun se niega a formular palabras solo se limita mirar el techo y las paredes, evitando ver las personas a los ojos.

Hoy ha decidido escapar, deshacerse de la legión que tanto les tortura, pero antes tiene que verlo y por eso se arriesga ser atrapado, nuevamente.

Al asomarse para ver a través del cristal se sorprende al ver al frágil Baekhyun sentado al borde de la cama. Grandes ojeras decoran su rostro, esta exageradamente pálido, pintado por múltiples moretones que se empiezan a aclarar de manera demasiado lenta, sus labios cuarteados tiemblan al encontrarse con la mirada de Jongin que no duda ni un segundo antes de correr. Sabe que Baekhyun intentara detenerlo y no va a soportarlo. 

Baekhyun aún es capaz de ver la silueta de Jongin, cuando se levanta dispuesto a seguirle pero, nuevamente, solo es capaz de dar unos bamboleantes pasos antes de caer al frío suelo. Por más que intenta levantarse, no puede. Apenas logra arrastrarse unos pocos pies antes de rendirse agotado. ¿Y ahora qué? Sus ojos se llenan de cálidas lágrimas que no tardan en salir. Tan solo esta seguro de una cosa, Jongin no va a regresar. 

Las horas parecen ser eternas a pesar de que el reloj insista en marcarlas demasiado rápidas incomodando a Baekhyun, que se estremece con cada tímido movimiento de las manecillas. Paredes blancas le encierran en su mente por días que no parecen tener fin. 

Le obligan a cuestionarse la realidad y la ficción. ¿Acaso nada fue real? 

Los constantes interrogatorios sobre lo que sucedió lo agobian. Todos insisten en pintar a Jongin como el monstruo que no es. La necedad de silencio solo a provocado la extensión de su estadía, le creen loco pero, ¿como hablar? si nadie entiende.

Baekhyun después de varias semanas de tratamiento donde le repetían constantemente que Jongin es un monstruo, se ve obligado a reconocerlo. Sabe que es la mentira más grande y horrible que a dicho, pero ya no soporta más tiempo en ese encierro.


Al regresar al dormitorio todo se ve tan limpio y organizado que le perturba. Su inmortal pila de libros que siempre yacía a los pies de su cama ahora están organizados cuidadosamente sobre su pequeño escritorio de madera. La montaña de ropa sucia al lado de la puerta del baño ya no existe. Ambas camas hechas pulcramente con sabanas nuevas que no reconoce. No queda ni rastro de él.


La chaqueta azul marino que traía puesta Jongin el día en que reapareció en su habitacion se hace presente el día de su graduación. Buscando entre su ropa, esta cae accidentalmente al suelo interrumpiendo toda la fuerza y tranquilidad falsa de Baekhyun. Sus manos tiemblan cuando se agacha para recogerla; cada costura dibuja un camino de piel bronceada en su mente. Recuerda perfectamente cada facción de la cara de Jongin al sonreír, su ronca voz aún puede resonar en su cabeza si se esfuerza ¿Como olvidar? 

Desabotona cada boton negro esperando sentir las cálidas manos de Jongin sobre las suyas, siguiendo cada movimiento que realiza, pero no, alli no esta. Allí ya no queda nada de él, solo ese costoso abrigo que ahora se desliza sobre su delgado cuerpo cerniéndose en una imitación barata de lo que parece ser un abrazo.



Luces tenues iluminan ese pequeño café teatro en el centro de la ciudad donde esa noche se presenta por primera vez un joven cantante. Los carteles que decoran la ciudad anuncian su debut como el evento más esperado. Jongin no puede evitar sonreír cuando a la entrada del teatro reconoce el rostro en el cartel desgastado de la entrada. Ya han pasado unos años pero sus recuerdos aún yacen nítidos en su memoria. Hace unos meses cuando tuvo que escapar a América perdió toda pista de él y se resignó a no encontrarlo nunca más; pero allí estaba él y al fin lo había encontrado.

En la primera mesa frente al escenario una copa de vino intacta le hace compañía en la espera. Su respiración se detiene cuando las luces se apagan, creando la antesala al espectáculo. 

Una luz plateada se hace presente en el escenario enmarcando una delgada y baja figura. Esa luz que sólo puede ver Jongin danza libre por todo el lugar llenando el espacio, ya extrañaba esto. Baekhyun, la única persona que logra producir tanta luz como para inundar un espacio tan grande como aquel. 

El [i]alma[/i]de Baekhyun se estremece de pronto dejando todo casi a oscuras. Un espiral de luz blanca flota en dirección a Jongin, lo reconoce. Las luces reales se encienden dejando a la vista el radiante rostro de Baekhyun que le mira fijamente a los ojos con una gran sonrisa en sus labios. 

Hace unas semanas, cuando regresó a Seúl, no se esperaba encontrar tan fácil la solución a su condena. Caminando por la calle, tropezó con un hombre desagradable que disfrutaba de humillar su mujer en público. No le dio importancia en ese momento pero, cuando al día despertó sin recuerdo de ninguna pesadilla se dio cuenta. Era libre.

—Volviste —dice Baekhyun atraves del microfono confundiendo todo su público.

—Nunca debí irme —contesta Jongin y aunque Baekhyun no logra escucharle su almadestella uniéndose a la de Jongin y todo se convierte en oro sólido. 

La risita de Baekhyun resuena junto con la melodía de piano que comienza a sonar despacio. Todo es tan tranquilo, ambos ya son libres.

 
Notas finales:

¡Gracias por leer!
Mucho amor 
Nos veremos pronto en una nueva aventura
Como la adaptacion kaisoo del TITANIC que estoy realisando con mucho mucho amor.
Un Taoris bastante intenso -carita perv-

Entre otros muchos Kaisoo 
Bye bye!


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