"Los Acosadores Atacan"
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Sakura se encontraba en el hospital haciéndose unos estudios para ver si estaba lo suficientemente fuerte como para poder darle hijos sanos y fuertes al Uchiha, pero grande fue su sorpresa cuando su maestra le dijo aquello. Su más ansiado deseo, se había arruinado con aquella dura y cruda realidad.
—Lo siento mucho Sakura, pero eres infértil —externó Tsunade lo más seria posible, para que su estudiante le creyera.
— ¿Qué?, ¿Por qué? —preguntó la peli rosa sin poder creer lo que le pasaba—. “No es justo que yo una mujer sea infértil e incapaz de tener hijos y el estorboso de Naruto que es un hombre si pueda tener hijos” —pensó con odio al recordar la conversación de Tsunade con Shizune.
---FLASH BACK---
Haruno iba caminando, mientras cargaba una caja con documentos importantes hacia la oficina la Hokage, cuando vio a Sasuke salir a toda prisa. Más que encantada de ver a su amado, lo llamo, pero este no logro escucharla, así que mejor lo dejo pasar, total ya tendría otra oportunidad y más si el Uchiha estaba enojado con el estorboso de Naruto.
Decidió seguir con su trabajo, pero cuando llego a la oficina no pudo evitar escuchar la parte donde Tsunade le revelo a Shizune que Naruto era doncel y como ella estudio medicina con la ahora Hokage, ya sabía lo que era un doncel. Sin embargo, cuando supo que Naruto era uno, se llenó de más odio hacia aquel que tanto había dado por ella, y supo que no debía permitir que se acercara a Sasuke, al menos no antes de que la dejara embarazada y pudiera al fin tener en sus brazos al último de los Uchiha.
—Ya lo verás Naruto. Ese hombre es mío. Siempre lo ha sido —se dijo así misma con su vista fija en la meta de lograr hacer suyo al azabache.
Por ahora, se concentraría en cumplir sus deberes. Ya después se encargaría de hacerse los estudios necesarios para evitar desperdiciar valiosas oportunidades con el Uchiha.
No era tonta y mucho menos ciega, ella sabía que si perdía las oportunidades que el destino le estaba dando, el Uzumaki ganaría la batalla y por mucho.
---FIN DEL FLASH BACK---
— ¡Eso no puede ser verdad! —gritó alterada.
—Lo siento Sakura, pero es verdad—mencionó en susurro—. Según lo que investigue, esto es debido a tu familia.
— ¿Por mi familia? —preguntó sin entender.
—Así es —respondió con seriedad—. En mi investigación, descubrí que tu madre tenía tía que era infértil, incluso también tenía una prima con el mismo problema. Así que en conclusión todo esto es debido a la herencia, y por desgracia, tú heredaste la infertilidad también —explicó con pena—. Lo siento, pero no hay nada que yo pueda hacer —susurró la Hokage, mientras se retiraba del lugar.
Haruno comenzó a llorar en silencio. Por culpa de los malditos y degradados genes de su familia, ella no podría tener a su amada obsesión.
Sabía que su Sasuke, quería formar una familia y así reestablecer el clan Uchiha, pero lo que había creído una grandiosa oportunidad y bendición, cuando Sasuke comenzó a hacerle caso, solamente había sido una vil burla y jugarreta del destino.
Y lo odio. Odio aún más a Naruto Uzumaki. Porque hasta ella lo sabía, sabía que Sasuke y Naruto tenían una conexión sumamente fuerte y aparentemente inquebrantable. Sakura sabía a la perfección que ella solamente era un cero a la izquierda en el equipo siete. Y en verdad le dolía esa tremenda bofetada llamada realidad.
—No es justo —murmuró entre quejidos—. ¿Por qué yo sufro y el maldito de Naruto tiene felicidad? —se pregunto con rencor—. ¡Eso no es justo! —dijo—. ¡En verdad, espero que te mueras y dejes de arruinar mi vida, Naruto Uzumaki! —deseó con todas sus fuerzas. Tal vez si el rubio desaparecía, su amado Sasuke-kun la notaría al fin.
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Sasuke ya se había levantado y bañado. Así que no fue nada raro, que hubiera ya preparado el desayuno con demasiado esmero y dedicación, menos cuando la noche anterior, se había sincerado con su mini Dobe.
Justo después, no dudo ni un solo segundo en despertar a Naruto, al cual no tuvieron que repetirle que saliera a desayunar.
—Buenos días Dobe —saludó el azabache con una sonrisa sincera.
—El blondo lo miro con algo de pereza—. Buenos días Teme —respondió con una adormilada sonrisa.
— ¿Cómo amaneciste? —preguntó.
—Bien aunque se siente muy extraño ver todo muy grande —comentó Naruto en tono apagado, mientras agarraba su platito de comida.
—Tranquilo yo te prometí que te regresaría a tu tamaño y eso voy a hacer —le recordó el azabache totalmente decidido.
—Gracias, yo sé que lo harás —respondió el Uzumaki más animado. Aunque sin darse cuenta de lo que causaba en su azabache compañero y ahora ¿novio?...
—“Maldito Dobe, ¿cómo puede excitarme con solo una sonrisa?” —pensó el azabache, mientras trataba de tranquilizarse.
El Uchiha no pudo tranquilizarse y se disculpó para ir al baño a arreglar su problemita.
No paso mucho tiempo para que regresara a terminar sus alimentos, incluso después, aprovecho y los dos platicaron por varias horas.
Sin embargo, el azabache debía salir a hacer varias compras, más si tenía que cuidar bien de ese Dobe suyo. Así que al ver que el rubio aún tenía sueño, aprovecho a dejarlo descansar, en lo que él salía a hacer las compras.
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Sasuke ya se encontraba en el mercado comprando despensa y alguna que otra cosa que le gustara a Naruto, sonriendo de manera imperceptible para cualquiera que no lo conociera, al pensar en su Dobe Sin notar que había alguien siguiéndole los pasos con una mirada sumamente obsesiva.
En cuanto termino y pago, no dudo en salir de la tienda para seguir su camino, cuando de repente sintió como lo abrazaban por la espalda y con fastidio al saber quién era, encaro a la persona.
— ¿Qué quieres Sakura? —preguntó en tono indiferente el azabache.
—Quería saber si tú y yo podríamos ir a tomar algo —mencionó la peli rosa en tono meloso. Sin duda alguna, ella no estaba dispuesta a rendirse.
—Sasuke la miro con desdén—. Lo siento, pero no tengo tiempo para ti y nunca lo tendré —respondió en tono frio—. De hecho, ya ni me busques, porque estoy de novio con Naruto —mencionó Sasuke con una sonrisa al recordar que su mini Dobe lo estaba esperando en casa.
—Al escuchar eso Sakura se molestó mucho y comenzó a levantar falsos en contra del rubio —. Así pues, lo que Naruto me dijo en la mañana no dice lo mismo —mencionó con malicia. Ella no estaba dispuesta a perder y menos contra el Uzumaki.
—Sasuke solamente sonrió ladinamente—. Pues si piensas que te voy a creer estas muy equivocada. Naruto estuvo toda la noche de ayer conmigo, es más él me está esperando en mi casa, así que más te vale no meterte entre nosotros estorbo —respondió con desprecio el azabache, mientras dejaba a la chica con las palabras en la boca.
La mirada de la chica se tornó ida al oír aquello. Pero sobre todo, lo más profundo de su ser, se llenó de un increíble odio hacía el Uzumaki.
— ¡Maldito seas Naruto!, ¡esto me lo pagas! —gritó furiosa.
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Naruto seguía durmiendo con completa tranquilidad. Y claro está, tuvo que despertar cuando escucho un fuerte ruido, como si algo se hubiera caído.
Así que de manera nerviosa –más que nada por su diminuto cuerpo- salió de la casita, encontrándose con un tipo extraño que lo veía de una manera que lo incomodaba y a la vez le daba mucho miedo. ¿Quién rayos era ese tipo?, que por cierto, era un completo idiota al invadir propiedad privada, más específicamente, propiedad de Sasuke Uchiha.
—Vaya, así que no fue mi imaginación y si te encogiste —mencionó el extraño mientras veía al Uzumaki de una manera demasiado ansiosa.
—Naruto se tornó más que nervioso, pero no debía dejarse amedrentar tan fácil—. ¿Quién es usted?, ¿Qué hace en la casa de Sasuke? —preguntó con cierto temor. La mirada de ese hombre no le dejaba nada bueno.
—El hombre sonrio aún más—.Para empezar, mi nombre es Akira y soy tú más grande admirador —respondió apenado—. Siempre te he observado, inclusive sé que eres un doncel y con ese don, yo sé que tú y yo podremos tener una familia algún día —explicó, mientras ponía una mirada muy extraña al imaginar esas cosas hechas realidad —. También sé que estas, en ese estado por proteger al traidor Uchiha y no te culpo, después de todo, tú tienes un corazón bondadoso, demasiado bondadoso diría yo —murmuró, mientras se acercaba a la mesita de noche donde se encontraba el encogido doncel—. ¿Sabes?, me enoje mucho cuando la Hokage te dejo al cuidado del Uchiha, pero no te preocupes que he venido a llevarte. Yo estoy más que dispuesto a cuidar de ti como se debe, mi amor —mencionó Akira mientras tomaba a Naruto entre sus manos.
El Uzumaki, por supuesto, trato de huir a esconderse, pero aquel hombre fue demasiado rápido y termino por apresarlo entre sus manos.
— ¡Yo no quiero ir con usted! —dijo mientras trataba de liberarse de las garras de aquel acosador —. ¡Usted está loco!, ¿cómo cree que me iría a la primera con un perfecto desconocido, más si es un acosador?, ¡lunático! —gritó el doncel completamente enojado logrando soltarse por un breve momento. Sin embargo no conto que aquel hombre lo atrapara antes de huir y mucho menos previo que lo apretara hasta el punto de lastimarlo —. ¡Duele! —gritó con dolor—. Me está lastimando —susurró, mientras trataba de liberarse del agarre, pero aquello, le fue imposible.
—¡Yo no soy un loco!. Yo te seguía a todos lados por amor, te observaba por amor y siempre sabía lo que hacías, con quien andabas y que es lo que comías. Todo eso lo hacía porque te amo y siempre lo he hecho mi niño —mencionó Akira de manera desquiciada, todo mientras veía al Uzumaki de manera muy extrañay ansiosa—. Y lo siento, pero no puedo soltarte, porque primero tengo que enseñarte modales mi niño —advirtió mientras apretaba más el agarre, haciendo que Naruto quedará inconsciente. Solamente así, su severa mirada se tornó calmada y su agarre se suavizo por completo—.Lo siento amor, pero tenía que enseñarte modales —murmuró mientras acariciaba el rostro del doncel con su dedo—. No sabes cuánto te amo mi niño y cuando lleguemos a casa te compensare y tú a mí —habló en tono lujurioso mientras seguía acariciando a Naruto.
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Sasuke llegó con calma, más que dispuesto a consentir al rubio con uno que otro dulce, sin embargo, cuando sintió un chakra extraño en su habitación, término por preocuparse por su Dobe.
Así que con sigilo, se dirigió a su habitación, y cuando llego, vio algo que lo dejo completamente furioso e hizo que activara su sharingan. Allí estaba un tipo más que extraño, el cual, tenía a SU Dobe en sus manos y este estaba inconsciente. No dudo ni un segundo más controlando sus instintos asesinos, así que rápidamente fue hacia el tipo y le dio un fuerte golpe, mandándolo lejos. Haciendo que liberara a Naruto, quien iba a caer al suelo si Sasuke no hubiera sido lo suficientemente rápido para atraparlo entre sus manos
—Dobe—llamó, pero este no respondía, así que con odio, encaro al tipo que se atrevió a lastimar a SU Dobe—. Maldito, ¿qué le hiciste? —preguntó el azabache en tono amenazador.
—Solo lo castigue por llamarme loco—respondió Akira de lo más normal, cosa que enfureció más al Uchiha.
—Sasuke puso al doncel con mucho cuidado sobre su almohada—. Tranquilo Dobe, ahora regreso —susurró el azabache en tono tranquilizador y luego fue hacía el tipo y lo golpeo hasta dejarlo casi sin vida—. Esto te enseñara a no lastimar a la persona que más amo, así que si lo vuelves a tocar unos golpes serán lo menos que recibirás, aunque creo que cuando la Hokage se entere, ella te va a dejar peor maldito bastardo —amenazó, mientras creaba un clon al cual le ordeno a que se llevara al tipo ante Tsunade. Hecho esto, se acercó al rubio para esperar a que despertara, cosa que hizo de inmediato—. Dobe que bueno que despertaste — murmuró el azabache totalmente aliviado al ver a Naruto despertar.
—Sasuke, ¿qué paso con el tipo? —preguntó el blondo con demasiados nervios, al recordar el incidente con su acosador.
—Le di la paliza de su vida y mande a un clon para que lo lleve con la vieja borracha. Eso es lo menos que se merecía por hacerte daño —respondió el azabache de tono muy serio—. ¿Te duele algo Dobe? —cuestionó completamente preocupado, mientras acariciaba con su dedo el rostro de Naruto.
—Naruto sonrió apenas—. Me duelen un poco los brazos, pero fue por el apretón que me dio ese tipo —explicó, mientras se sobaba los brazos.
—Lamento no haberte protegido otra vez —susurró con tristeza y culpabilidad.
—El Uzumaki negó con premura—. Claro que me protegiste —respondió—. De no ser por ti, ese tipo me hubiera llevado a quien sabe dónde y me hubiera hecho muchas cosas que ni quiero imaginar, así que por favor no te culpes —pidió Naruto con una sonrisa tranquilizadora.
—“Dobe, ¿cómo le haces para traerme así de loco?” —pensó el azabache feliz por ver a su Dobe sano y salvo.
—El estómago del doncel se hizo notar, rompiendo la bella atmosfera en el par—. Sasuke, ¿podrías darme algo de comer?, es que tengo mucha hambre —pidió el blondo muy avergonzado.
—Sasuke sonrió, mientras negaba—. Con gusto mi Dobe —respondió mientras partía un pedazo de pastel para ajustarlo al tamaño de su Dobe.
—Gracias Teme, es de mi sabor favorito —dijo el blondo mientras agarraba el pedacito de pastel.
—“Te lo prometo Naruto yo te regresare a tu tamaño normal aunque sea lo último que haga” —pensó el azabache muy decidido.
Los dos muchachos continuaron juntos todo ese tiempo. Si bien, ese día las cosas se habían tornado completamente complicadas con la invasión de personas indeseadas, ambos agradecían que ahora tenían la oportunidad de pasarla juntos, sin saber que más problemas se avecinaban.
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Sakura planeaba como vengarse de Sasuke y Naruto, porque si ella no obtenía lo que creía merecer por derecho, entonces los causantes de su sufrimiento tampoco. Y estaba más que dispuesta a hacerse notar, aún si era de una mala y vil manera.
—Ya lo veras Naruto, juro que no vas a ser feliz nunca —murmuró con total desprecio y odio.
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En las afueras de la aldea se encontraban los ninjas misteriosos preparándose para entrar y cumplir su meta, capturar al último Uchiha.
—Esta vez, no están permitidos los errores —mencionó el líder del grupo.
Sin duda alguna, más problemas asechaban a la pareja…
Continuará