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Una pequeña entre nosotros por DanaZT

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Flashback

- Jongin! Jongin!- gritaba llamando la atención del que era mi mejor amigo. Nos conocíamos desde que estábamos en pañales, ya que nuestras madres eran muy buenas amigas y vecinas.

- Do!- giro y me sonrió. Hoy habíamos acordado que  nos encontraríamos en el parque de siempre para jugar. Y así fue. Yo quería mucho a Jongin, él siempre me defendía de los bravucones que me molestaban. Desde que entramos a jardín era la misma historia.  Y hora que estábamos en secundaria también era igual.

- Has esperado mucho?- le pregunte con la respiración agitada.

- Nouu. No fue mucho-  ahora vamos.- dijo y me agarro de la mano jalándome hacia un gran árbol y sentándonos bajo su sombra. - Do me gusta kristal. Pero no sé cómo hablarle, ayer me la encontré camino a la escuela y nos fuimos juntos- me confesó muy emocionado. Yo no sabía cómo reaccionar. Mi mente se quedo en blanco. El era mi mejor amigo pero también era mi primer amor. Desde ya hace un tiempo mis sentimientos cambiaron hacia él. Siempre estaba pensando en él desde que me levantaba hasta la hora de dormir. No podía estar separado de él. Me sentía vacío. De mi boca no salió palabra alguna. Y al parecer Jongin no se dio cuenta de mi reacción y siguió hablando de la chica que le gustaba. Después de una hora de estar escuchando los relatos y aguantando mi llanto. Nos fuimos del parque, ya se  hacía tarde y nuestras madres podrían preocuparse. Esa noche Jongin me pidió que durmiera en su casa pero me negué inventando una excusa. Cuando llegue a mi casa mi llanto ya no pudo ser contenido. Mi madre al verme en ese estado solo me abrazo y trataba de calmarme. Aunque no supiera la situación en la que me encontraba. Los días siguientes pasaron normales. Me convencí a mi mismo que tenía que poner como prioridad mi amistad antes que mi amor unilateral. Si él era feliz con kristal yo era feliz también, aunque en el fondo mi corazón llore a mares.

Era verano y como siempre llegaron las vacaciones, habíamos acordado con Jongin que nos encontraríamos para ir a pescar a un pequeño lago que estaba cerca donde nosotros vivíamos. Cuando estábamos caminando mi amigo me contaba cómo era que se le declararía a kristal esa misma noche. Yo le di apoyo. A la par que íbamos caminado una pareja venia en dirección a nosotros. Mis ojos no podían creer lo que estaba viendo. Era la famosa kristal agarrada de la mano con otro chico. Vi la cara de mi amigo que estaba completamente en shock. Él  se acercó hacia la pareja. Pensando lo peor, camine atrás de él. Yo esperaba gritos o reclamos de parte de mi amigo pero solo los miro y siguió caminando. Sabía que mi amigo estaba devastado. Sabia como se sentía cuando la persona que quieres no te corresponde y no se siente para nada bien. Camine tras él y lo seguí por un largo camino, no decía nada ya que sabía que mis palabras en este momento no eran útiles para él.

Después de un largo tiempo se me ocurrió una idea. De alguna forma u otra tenía que desfogar todo lo que sentía.

- Hey Jongin- le dije agarrando su brazo. Cuando lo gire vi pequeñas gotas caer por sus mejillas. Eso me rompió el corazón. Nadie absolutamente nadie tenía derecho a hacer llorar a mi mejor amigo. - Anda golpéame. Así vas a poder desfogar tu ira y te sentirás mejor- le dije poniéndome a escasos pasos de él. Solo me miro y se acercó a mí. Yo cerré los ojos esperando algún golpe pero en vez de eso sentí unos grandes brazos rodear mi cuerpo. Sentí como mi hombro era mojado por las lágrimas que Jongin botaba. Lo abrace lo más fuerte que pude para darle apoyo de alguna manera. Pasaba mi mano por toda su espalda tratando de calmarlo y parece que funciono. Cuando se separó de mí. Alce mi mano y con el pulgar limpie algunas de las lágrimas que todavía se le escapaban. - Hay mejores- me dijo. Y una sonrisa penosa adorno su bello rostro. - Ella es un tonta- le dije con un tono despectivo. - ahora vamos por algo de comer es la hora del almuerzo- le dije sonriendo y jaloneándolo. - Si vamos, muero de hambre- y fuimos al restaurant que era nuestro favorito. Pedimos una gran cantidad de comida ya que a Jongin le encanta comer, es la cosa que las le gusta en la vida, después de bailar claro. Ese día me toco pagar a mí. Tenía que hacer algo por mi amigo después de lo que paso. Terminamos el almuerzo y nos dirigimos a mi casa, tenía un nuevo videojuego que mi padre me compro y quería enseñárselo, tal vez eso le levante el ánimo un poco. Llegamos y mis padres no estaban, mi madre me dejo una nota en el que decía que estaba visitando a mi abuela y que regresaría en la noche y mi padre estaba en el trabajo. Poco  después de llegar mi celular comenzó a sonar. Era mi madre que me llamaba para saber si ya estaba en casa. - Si umma, ya llegue, si con Jongin..Vamos a jugar  videojuegos.. Ya almorcé. Si. También te quiero. Saludos a la abuela... Ten cuidado.-  colgué el teléfono y fui donde Jongin ya estaba conectando todo para comenzar a jugar. Paso alrededor de una hora que  estuvimos jugando y luego nos pusimos la Tv para ver una película. A la mitad de la comedia vi que Jongin se había quedado dormido. Su rostro tenía un semblante de tranquilidad que muy pocas veces veía en él cuando está despierto. Me acerque lentamente acariciando sus mejillas, hasta quedar a la altura de su rostro y poder observar esos hermosos labios más de cerca. No pude resistirlo y pegue mis labios con los suyos. Solo fue un roce pero al parecer su sueño no era tan profundo. Se levantó exaltado de lo que acababa de pasar. Yo no podía dar una explicación coherente de lo que había hecho porque en realidad no la tenía. Sentí que me jaloneo del cuello de la camisa que traía puesta y luego me aventaba contra el sillón. Esperaba algún golpe pero nunca llegó. Solo vi su cara de furia. Trate de explicarle lo que pasaba pero era muy tarde ya estaba camino a la salida de mi casa. Escuche la puerta siendo azotada. Esto no podía quedar así, tenía que explicarle. No podía perder a mi mejor amigo.  Cuando estaba en camino a seguirlo para poder explicarle mi celular comenzó a sonar. Me fije quien llamaba y vi que el número era el de mi padre. - Alo? Padre?... Si qué pasa?... Mama?... En qué hospital?.... Voy ahora mismo- dije preocupado. La llamada de mi padre se debía a que mi madre había tenido un accidente de tránsito y la habían llevado al hospital más cercano. Me olvide de Jongin por un momento y corrí en dirección al hospital. Cuando llegue, vi a mi padre sentado en la sala de espera. Me acerque a él y nos abrazamos. - como esta?- le pregunte. - No lo sé desde que llegue nadie me dice nada- y unas lagrimas iban brotando de sus ojos. Lo abrace otra vez. Yo también quería llorar pero tenía que ser fuerte. Nuestro abrazo fue interrumpido por el doctor. - Familiares de la paciente Do- pregunto. Nosotros- dijimos mi padre y yo acercándonos al galeno. - como esta?- dijo mi padre desesperado. - Lo sentimos. No pudo resistir- dijo. Solo escuche un grito desgarrador por parte de mi padre. Después de eso todo se nubló y mi cuerpo cayó al piso. Desmayándome.

Cuando desperté, estaba acostado en una camilla, mi padre estaba al lado mío sentado y cogiendo mis manos entre las suyas. - que vamos a hacer?- me dijo con un hilo de voz. Y lágrimas comenzaron a caer de nuestros ojos. Nos abrazamos dándonos un poco de  resignación mutuamente. No había nada que ni mi padre ni yo pudiéramos hacer para sobrellevar ese dolor que teníamos. Estuvimos así por largos minutos. El doctor toco la puerta, preguntando si podía pasar, mi padre le dijo que si y luego se pusieron a hablar. Mientras que mí padre y el doctor salían de la habitación para poder arreglar unos papeles. Yo me quede acostado en la cama. De mis ojos no paraban de salir lágrimas, ahora que estaba solo y nadie podía verme podía llorar todo lo que se me antojara. - Te fuiste antes que nosotros. Fue muy egoísta de tu parte. Ahora que voy a hacer sin ti. Que vamos a hacer sin ti. Ni siquiera tuve la oportunidad de decirte lo mucho que te quiero.- mi voz se iba entrecortando a la medida que las palabras salían de mi boca. - ahora. Estamos solos. Me quede sin mi mejor amigo y sin mi madre en un par de horas. Solo quisiera poder cerrar los ojos y cuando los abra que todo sea como antes. Poder llegar a casa  y que me estés esperando para poder cenar. Y ver otra vez la hermosa sonrisa que siempre me regalabas.- Te amo mamá!- porque? Porque nos hiciste esto?- grite  con desesperación. - Todavía soy tu bebe recuerdas que me decías eso? Y ahora? Me quede solo- y las lágrimas ya no dejaban que mas palabras sigan saliendo de mi boca. Llore y llore por horas.

Mi padre dijo que tenía que ir a cambiarme para el funeral y así lo hice. Todo paso muy rápido. Solo me sentaba ahí recibiendo el pésame de todos los que nos acompañaban ese día. La familia Kim también fue a dar sus condolencias. Los padres de Jongin estaban devastados. Pues nuestras familias eran muy cercanas. Jongin también fue a presentar sus condolencias pero esa fue la última vez que lo vi.

Paso un mes desde ese día. Yo ya no iba al colegio. Mi padre tampoco me obligaba por que comprendía que para mí era difícil superar ese golpe tan fuerte. En todo ese tiempo tampoco sabía nada de Jongin y en realidad ni me importaba. Todo el día estaba encerrado en mi cuarto. No salía, no comía. Los pocos amigos que podía tener fueron una que otra vez a mi casa pero siempre  me negaba a verlos. Hasta  que un día mi padre me dijo que Jongin estaba esperándome. También me negué no quería ver a nadie y eso incluía a Jongin. Mi padre me entendió y le dijo que no estaba  en condiciones de ver a nadie. Un rato después otra vez tocaron la puerta de mi habitación. Era mi padre otra vez pero esta vez traía una carta en sus manos. - te la manda Jongin- dijo y la dejo encima de mi escritorio. Y luego se retiro. Agarre la carta pero no la leí. La deje dentro de uno de los cajones de mi escritorio. Para leerla después. Pasaron dos semanas y mi situación seguía siendo la misma.

Una noche cuando mi padre llego de trabajar. Me llamo a la sala. Dijo que tenía que hablar conmigo de algo importante.

- Nosotros tenemos que mudarnos a Seúl- me dijo - mi empleo esta transfiriéndome y no puedo dejar pasar esta oportunidad. Es un buen puesto el que me ofrecen-

- A Seúl?- indague

- Si. La empresa se hace cargo de conseguir un departamento haya para que podamos ir lo más pronto posible- me dijo convenciéndome

- Esta bien papá. Si es una buena oportunidad para ti. Sería lo mejor que nos mudáramos- y una sonrisa de resignación se formo en mi rostro.

- Pero si no quieres podemos quedarnos- dijo- No está bien, algunos cambios nos harán bien- dije interrumpiendo lo que iba a decir.

- Este bien. Ahora que ya hable contigo sobre esto. Podre hablar con mi jefe- me dijo estirándose y pasando sus brazos por mi cuerpo abrasándome - vamos a estar bien- me susurro. - Lose papa.- respondí.

Estaba guardando mis cosas en la maleta. El viaje ya era el día de mañana y  tenía que tener todo listo. Cuando comencé a sacar las cosas de mi escritorio, cayó un papel un poco arrugado. Lo cogí y me di cuenta que era la carta que Jongin me había mandado. La abrí y comencé a leer.

Querido Kyungsoo, te extraño, y realmente siento todo lo que paso. Por favor perdóname. No quiero perderte. Eres mi mejor amigo en el mundo y solo en ti puedo confiar. Reaccione mal esa vez porque no sabía cómo sobrellevar esa situación. Es la primera vez que me pasa eso. Pero tengo que decirte que te quiero. Pero no como un cariño de amigos sino de algo más. Dame una oportunidad.  Déjame ser tu apoyo por favor. Fui a buscarte un millón de veces pero siempre te negabas a recibirme. Y lo comprendo pero por favor ya no me ignores.

                Escribiendo con el corazón.                  Kim Jongin.

Arrugue la carta. Sabía que el realmente estaba arrepentido pero yo no podía hacer nada. Mañana a estas horas ya estaría rumbo a Seúl y lo nuestro no sería lo correcto. Es mejor para mí y para él que yo desaparezca de su vida. Así ya ni tendría más problemas por mi culpa. Contradiciéndome a mí mismo escribí una carta:

- Jongin:

Discúlpame tú a mí. Nunca debí de comportarme así contigo. Pero quería demostrarte mis sentimientos y tú no me diste la oportunidad. Ahora ya no tengo nada que decir. Mañana estoy partiendo hacia un lugar lejos de aquí. Y ya no podre ser un estorbo en tu camino. Por favor cuídate. Crece bien y se fuerte. Enamórate y vive una vida tranquila. Que yo haré lo mismo.

                     Te amo.  Do Kyungsoo.

Termine de escribir la carta y la puse en un sobre. Después de mucho tiempo iba a salir de mi casa. Me encamine a la casa de los Kim. Sabía que a estas horas Jongin tenía clases de danza y no estaría en casa. Con la mano temblorosa toque a la puerta. Segundos después una hermosa mujer abrió, era la madre de Jongin  saludé haciendo una reverencia y ella me abrazo. Me pregunto cómo estaba y me invito a pasar. Yo negué la proposición pues el tiempo no era mi amigo en este momento. Le entregue la carta y le pedí que por favor  se la entregara a Jongin. Después de despedirme. Fui a casa otra vez pero en el camino pase por aquel parque que me   traía muy gratos recuerdos.

 


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