Minseok volvió a enjuagarse la boca, se sentía limpio y mejor después del vómito, pero la sensación de sentirse así le duro muy poco.
*toc- toc*
-un momento, está ocupado -respondió.
- nada de eso Minseok, te acabó de escuchar vomitar y si estás enfermo me lo dices pero ya!-
*mierda, Seung Jo lo había oído*
Resignado, el travieso baozi abrió la puerta del baño, tembló ante la mirada de su hermano, esta mostraba una preocupación obvia.
-ya estoy bien, ves, seguro algo me cayó mal y por eso estoy así, si no mejora tomare una pastilla- Seung Jo lo miro aun más serio.
-Minseok, se lo que escuche, ese vómito parecía provocado, no inconsciente, así que te ahorras tus mentiras y comienzas a cantar tu verdad ya!
Los latidos del castaño se aceleraron, su hermano podía llegar a ser tan persistente, y difícil seria librarse de el sin una buena explicación de la verdad *ahora que le digo* pensaba.
-no me vas a explicar xiu? Es que tan poca confianza me tienes? Sabes lo que es la bulimia o te lo tengo que explicar, es que quieres hacerte más daño? no me obligues a buscar la razón por la que haces esto, porque ya sabes que quien sea se las verá conmigo-
Minseok agachó la mirada, no podía engañar a su hermano, jamás lo había hecho, uno por que siempre le pillaba la mentira y segundo porque nunca hubo necesidad. Ahora se sentía tan mal de haber intentado dañar su cuerpo y si Seung Jo se enteraba sobre que saldría con chen... Y que él era la causa de su depresión... Ya podía chen irse despidiendo de sus futuros hijos que jamás tendría...
- lo siento de verdad, hyung, no volverá a pasar jamás-
- eso es obvio, xiu, a partir de ahora haré un esfuerzo para vigilarte en las comidas, de verdad no pensaba que tu hicieras esto, me has decepcionado xiu-
- lo lamento nuevamente hyung, ahora me voy a la cama
A Seung Jo ya se le habían quitado las ganas de ir al baño, le preocupaba mucho su hermano menor, el siempre lo protegió y velo por él en el colegio, pero ahora debía dejarlo crecer, pero no le era posible dejar que la gente lastime a Minseok, el era tan sensible y bajo de amor propio que cualquiera se aprovechaba de su dulce corazón, Seung Jo se hacia una idea de que tal vez el motivo por el cual dejo el instituto y ahora vomitaba estaban relacionados, y si tenían nombre y apellido... Uf, tiembla tierra porque ningún mortal soportaría la ira de Seung Jo.
Minseok se aseguro de ponerle el pestillo a la puerta de su habitación, se recostó contra la pared helada y respiro profundo, no tenía ya intención de repetir lo sucedido en el baño otra vez, aunque sus preocupaciones solo conseguían aumentar, si Seung Jo conocía sobre chen se armaría una grande para ambos, si chen decidía dejarlo por la agresividad de su hermano, en ese caso, volvería su maldita depresión.
Minseok necesitaba un poco de aire fresco para refrescar su mente, se coloco su pijama, un sencillo polo con mangas y un pantalón holgado, y se recostó sobre el alfeizar de su ventana, afortunadamente el tuvo la prioridad en escoger el cuarto del segundo piso y su ventana daba a la calle, la vista de la gente no lo entretenía en nada, además que ya era muy tarde, probablemente más de medianoche, lo que calmaba el corazón de Minseok era observar incansablemente el árbol junto a su ventana, lo miraba imaginando que trepaba por sus gruesas ramas y llegaba a la copa del árbol, esta vez no fue la excepción y su cabeza empezó a relajarse, de repente un brillo extraño lo saco de su ensoñación, ajusto la mirada y lo que vio casi le para el corazón: era la sonrisa de chen.
Este lo miraba embelesado y con la sonrisa tatuada en los labios *pero que hacia el aquí tan tarde y con este frío?* pensó Minseok *y si Seung Jo lo descubría?* quizá venia por su abrigo que muy caballero le había cedido y que ahora colgaba como tesoro en su ropero.
Chen empezó a hacer unas señas, indicando al mayor para que despejara la ventana, Minseok lo hizo obedientemente, y se escucho un golpe donde había estado parado hace un segundo, en el suelo de su cuarto se encontraba una nota amarrada a una piedra, por un lazo rojo, el mayor se agacho y cogió la nota, la desenrollo y leyó:
"No te olvides de nuestra cita de mañana, esperare impaciente y contare cada segundo hasta verte, te ves tan hermoso en pijama, te dejo mi número para que nos comuniquemos <3 "
Minseok no pudo evitar la sonrisa que se formo en su rostro, volvió a apoyarse en el alféizar de la ventana y allí estaba chen, mostró una vez más su sonrisa, luego agito su mano en señal de despedida y su otra mano la acerco a sus labios, mando un beso dirigido al mayor y luego se perdió en la calle. El mayor sentía sus mejillas arder de amor, su mirada siguió perdida en aquel árbol, pero sus pensamientos eran todos para chen, en serio quería algo con él, y lo consideraba hermoso con su piyama, definitivamente el sueño se había esfumado a otra parte, Minseok estaba más que entusiasmado, aunque la sensación le duro poco.
Los pasos de Seung Jo se escuchaban cerca, y lentamente abrió la puerta del cuarto de su hermano con su llave.
- todavía no duermes? Mañana me vas a acompañar a un sitio después de que salgas de tu trabajo, yo te recogeré y si tienes planes los vas cancelando-
- Pe .. - intento discutir
- nada de peros, hasta mañana Minseok- y salió apagando la luz del cuarto y claro, también apago las ilusiones del baozi para su primera cita con chen...
*pero no* en la cabeza del travieso baozi empezaba a formarse un plan, no podía cancelar a chen, pero tampoco podía no salir con su hermano si este se lo pedía, pero tenía un plan y esperaba que funcione, porque si algo salía mal...
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Siguiente día
La alarma de las diez de la mañana sonaba cada vez más fuerte, sin embargo, Minseok seguía en un profundo sueño, no había podido conciliar el sueño hasta pasadas las cuatro de la madrugada, tan solo pensando y pensando en que tal vez algo podría salir mal o en cómo debería actuar frente a chen, con un bostezo descomunal, finalmente se digno a abrir los ojos, esos grandes ojos que ahora los enmarcaban ligeras ojeras, salto de la cama y sin pensarlo dos veces alzo su almohada, por alguna razón tenía que asegurarse de que lo que había ocurrido ayer no había sido producto de su imaginación, y allí seguía, la carta que chen le había lanzado en la noche, la leyó nuevamente y la guardo bajo su almohada, apago la alarma que aun sonaba y fue al baño, ya no tenía en su cuerpo deseo alguno de repetir lo de ayer, debido a su hermano, obvio, si lo descubría volviendo a hacerlo, no quería ni imaginar lo que pasaría.
Su mama al sentirlo despertar, le sirvió su desayuno, Minseok intento comer despacio y poco, mientras su mama lo acompañaba en la mesa.
-hijo, tu hermano me ha dicho que te llamara más tarde así que deberías estar atento -
- ya mamá - dijo mientras daba un último sorbo a su yogurt - ya me voy, que se me hace tarde -
Las horas en la cafetería se pasaban lentamente, como si fuera a propósito para fastidiarlo intencionalmente, Minseok revisaba cada tanto su celular esperando algún texto de chen, había guardado su número con el nombre de contacto "chen" a secas, por si acaso no se le ocurría a Seung Jo revisar su móvil, y no es que no tuviese ganas de decorar su perfecto nombre con corazones o nombrarlo " mi amor" en lugar de chen, para nada, pero luego recordó que el no tenia su número, así que junto todo su valor y se animo a escribirle un mensaje:
" ya estoy libre, vas a venir?" - ojala no sonara muy desesperado pero tiempo era lo que menos tenia.
Su plan era muy simple, saldría con chen unas cuantas horas antes de que llegara la hora de su salida, y estaría puntual esperando a su hermano obedientemente. *Genial no?*
***La cita***
Chen no demoro en responder el mensaje:
" estoy afuera, ya sales? XP "
Y no era mentira, desde que ayer estuvo parado esperando a que Minseok asomara su cabeza por la ventana y vio la sonrisa en el, empezó a sentirse tan en paz, ese chico era como su mejor medicina para el alma, su expresión tan inocente y tierna lo dejaba sin aliento y estaba más que dispuesto a soportar cualquier barrera por su amor, pero el frío de la noche había jugado una mala pasada con él, su temperatura corporal, normalmente alta, hoy se incremento alarmantemente, aunque chen no dejaría plantado a su baozi ni por la más fuerte de las fiebres.
El día estaba despejado, no eran más de las cuatro, así que Minseok, luego de leer el mensaje de chen, arreglo la cafetería para que pueda sobrevivir un día sin él, prometiéndole a Baekhyun que lo vería en la noche, se cambio su uniforme por unos pantalones jeans rectos, una bonita camisa de cuadros y arreglo su cabello, termino de ajustar sus converse favoritas y se miro por última vez en el espejo, de verdad no se veía mal, pero la única persona que podía convencerlo lo esperaba impaciente afuera del local.
En la casa de Minseok
Seung Jo había salido temprano a trabajar, pero justo ese día olvido unos documentos que necesitaba y tuvo que usar su hora de refrigerio para volver por ellos, entro a su casa pero su mama no estaba *tal vez estará en el mercado* pensó, así que fue a su habitación por los papeles, cuando los encontró, los guardo en su maletín, luego se sentó sobre su cama, la carrera lo había dejado exhausto, pensamientos se agruparon en su mente y no pudo evitar la sensación de que tal vez en algo estaba fallando con su hermano, desde que su comportamiento empezó a decaer antes de salir del instituto y no le había prestado la debida atención por su trabajo, hasta la parte en que prefirió dejar de estudiar para ocupar su mente trabajando, nunca imagino que su hermano había llegado al extremo de dañarse a sí mismo, Seung Jo pensaba que tal vez trabajando en el café podría salir de su depresión y sospechaba que así se alejaría de alguien, iba muy bien hasta que lo vio ayer, es que tal vez sería el mismo motivo con nombre y apellido? La duda pudo mas así que no tuvo reparos en revisar la habitación de Minseok, todo se encontraba en orden, su hermano no solo era un maniático de la limpieza, sino que guardaba sus cosas con orden, probablemente se diera cuenta de su intromisión, pero después de decepcionarlo de esa forma, Seung Jo se sentía con todo el derecho, la cama estaba perfectamente tendida pero Seung Jo noto una hoja sobresalir bajo la almohada, se acerco a la cama y saco el papel, cuidadosamente desdobló la nota y leyó su contenido, ahora ya sabía el motivo y también sabia el nombre, y una negra furia se formo en su interior.