//////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////
/ Pensamientos /
+++++++++ Separación de Escenas ++++++++++
----------- Flash Back---------
** Capitulo anterior **
-Dele tiempo al tiempo señor, ya lo vera, saldremos adelante, yo lo acompañare y ayudare en todo, ahora que salió el préstamo vera que todo ira mejor – El viejo se sentía muy angustiado al ver a su joven amo tan abatido, por lo que quería darle pensamientos más positivos.
-No es así Omar – Y sollozo más fuerte, la realidad caía a sus pies como grandes bloques de piedra – No existe tal préstamo.
-¡¿Qué?!
-Me lo negaron… Dijeron que no… Ya no tenemos nada – Omar lo miro pálido, el préstamo era la última esperanza de salvar la hacienda ¿Ahora qué sería de ellos? Porque el viejo no pensaba dejar solo al rubio. Draco sollozo tan fuerte, ya no podía aguantar más, estaba todo perdido, la excusa del banco era que no reunía los requerimientos, pero el rubio sabía que había algo más ahí, una mano negra detrás de todo. Tampoco podía decirle la verdad al moreno, no podía atarlo a esa casa y a él, no podía ser tan egoísta, sabiendo que no lo quería. No podía ser una obligación, eso los mataría a los dos. Todo se desmoronaba a pedazos ¿Qué iba a ser ahora? Y sobre todo ¿Qué futuro le daría a su hijo? Estaba simplemente solo y perdido.
***** Fin de la I Parte *****
8. LO QUE PERDI…
II PARTE
5 AÑOS DESPUES…
5 años habían pasado desde la última vez que piso ese pueblo, 5 años que se fue detrás de una ilusión y mal amor. Había cometido el error más grande de su vida y lo pago con sangre, sudor y lágrimas. Se había dejado engatusar una vez más por su traicionero amor y recibió lo que se merecía por volver a creer en él. Era un justo castigo a su estupidez y confianza. Dolor, pena y arrepentimiento habían quedado de eso ¡Había sido tan estúpido e inmaduro! Los ojos de Draco se lo gritaban en silencio cuando se despidió de él, “No me dejes” habían dicho, pero él se fue y desde ahí todo acabo.
----------- Flash Back -----------
Al llegar a Londres Cris se había mostrado extraño, más bien paranoico, no dejaba que Harry lo tocara, diciéndole una y mil veces que podía dañar al bebe. Harry contacto al doctor de su familia para que lo viera pero el pelirrojo se había negado rotundamente, diciéndole que el buscaría un buen doctor. El moreno no entendía nada, si bien estaba muy feliz por la llegada de ese nuevo ser, el comportamiento del pelirrojo lo dejaba en ascuas. También estaba el hecho que presentía algo raro, que algo le ocultaban. Tampoco podía dejar de pensar en Draco, se sentía culpable al haberlo dejado solo, lo extrañaba enormemente, de hecho, se sentía en un estado de melancolía constante. Pero sabía que no podía llegar y volver como si nada, no ahora que Cris estaba esperando un hijo de él, los meses pasaron y la paranoia del pelirrojo creció, ahora ni siquiera dormían juntos. Cuando Harry trataba de tocar el estómago abultado del chico, este lo rehuía y se alejaba, tampoco dejaba que lo acompañara al médico, en fin, todo era un completo caos en esa relación. Lo que debía tenerlos felices y más juntos, ahora los separaba más y más.
-¡¿Que voy a hacer cuando llegue el día en que supuestamente tenga al bebe?! – Cris estaba como histérico hablando con un amigo, más bien cómplice, el que supuestamente era su médico, como no pudo con esto solo tuvo que pedir ayuda, y Joseph ambicioso igual que él no se la había negado, se conocían hace algunos años, ambos eran del mismo mundo – ¡Ya solo falta un mes para que lo tenga! ¡¿De donde sacare un crio recién nacido?! ¡Harry lo notara!
-Debes calmarte, perfectamente puedes resbalarte por alguna escalera y perder a tu “Supuesto hijo” – El hombre hablaba con confianza, como si fuera lo más normal del mundo.
-Todo este tiempo he mantenido a Harry distante de mi ¿Tú crees que resulte?
-Si es tan imbécil para creerse todo lo que le has inventado del embarazo, no tendrás ningún problema – Dijo burlón Joseph, en cierta parte el pelirrojo se sintió culpable por lo que le estaba haciendo al moreno, pero sabía que en esos momentos no había tiempo para titubear y volverse blando. Estaba arriesgando mucho en todo. Tampoco quería toparse de nuevo con Voldemort, el tipo le había demostrado ser muy peligroso y prefería cumplir rápidamente su trato he irse lo más lejos de ahí.
-¡Odio esto! – Dijo Cris mientras se amarraba un almohadón a su vientre plano, que lo hacía aparentar 8 meses de embarazo –¡Me veo gordo y estúpido!
-¡Pero para mí siempre serás una preciosidad! – Hablo meloso Joseph mientras se acercaba a él para besarlo.
-¡Déjate de tonterías! Esperaremos unas semanas, vendré a verte y tendré un terrible accidente donde perderé a mi bebe ¿Estamos claros en eso?
-Claro primor, siempre y cuando me pagues bien por mi silencio y complicidad, lo que gustes.
Pasaron dos semanas, la situación en la casa de Potter era insoportable, a Cris se le hacía cada día más difícil convencer al moreno de no acercarse y tocarlo. Lo único bueno de todo es que Harry estaba trabajando en una fábrica durante todo el día.
El pelirrojo se estaba bañando, dándose su tiempo, había decidido que esa tarde tendría su supuesto accidente y perdería el niño. Haría como que lloraría mucho la perdida, se deprimiría unos días, se encerraría, excusándose que no quería ver a nadie y después terminaría la relación con el moreno mencionando que estaba muy afectado por la perdida. Sonaba demasiado fácil su plan, tanto, que asustaba.
Harry esa tarde había recibido un mensaje de su Papi, mencionándole en el que su padre estaba muy enfermo y que requería su presencia. El moreno con desgano había asistido al lugar tapándose con su primo Neville Longbotton y su prometido. Ya que ellos junto a sus padres eran la única familia que le quedaba. Efectivamente su padre James Potter estaba enfermo y muy delicado. Le suplico a Harry que volviera y que necesitaba su ayuda en la empresa. Harry era hijo único y amado por sus padres, ellos quisieron darle una educación estricta, pero su carácter rebelde lo había llevado a irse de su nido. Harry prometió que lo pensaría, ya era mayor de edad y podía hacer lo que quería. No les emociono a ellos lo de Cris y su hijo, encontrando que no era el momento. Se fue directo a su casa, quería conversarlo con Cris, más bien contarle que él no era el don nadie que el pelirrojo pensaba, porque Harry jamás le dijo que tenía dinero y una buena posición social. Quería zanjar ese tema con el primero para después tomar una decisión definitiva, sabía que no podía tener a su hijo en la pobreza, al fin de cuentas iba a ser su heredero y quería que tuviera todos los lujos que el una vez poseyó.
Entro a la casa silenciosamente, sintió el agua del baño y se dio cuenta que su pareja se estaba bañando, se quitó la ropa y entro, quería darle una sorpresa, necesitaba su calor y compañía desde hace bastante tiempo. Pero al final de cuentas la sorpresa se la llevo el, ya que al entrar y mirar al pelirrojo pudo notar su desnudez, y ver para sorpresa y espanto de el mismo, que el chico tenía el abdomen plano, no había un bebe en él, no estaba su hijo, Cris se mostraba para el tan delgado como era siempre.
-¡¿Qué rayos está pasando aquí?! – Dijo Harry furioso, el otro chico al descubrirlo quedo sin habla, choqueado. El moreno miro para todos lados y vio en un mueble del baño un almohadón el cual tenía cosido a los lados unas cintas. Su respiración se cortó y su corazón se aceleró. Ahora entendía todo ¡Su bebe era una mentira! ¡¿Por eso él no podía acercarse y tocarlo?! ¡Cris le había mentido! ¡Había jugado con él una vez más!
-Harry… yo puedo explicarlo… - Dijo el joven una vez que hubo salido del shok – Harry… por favor… - Trato de tocarlo y hablarle dulcemente, pero nada resulto, el moreno estaba ido.
-Me mentiste – Dijo Potter con los dientes apretados - ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué Cris…?! ¡¿Por qué?! – Sus ojos llenos de lágrimas, había sido tan imbécil ¡Un estúpido! Había vuelto a caer en el juego del pelirrojo, había creído en todas sus mentiras una vez más - ¡¿Cómo pudiste hacerme esto?! – Ahora lo tomo del brazo y lo saco de la habitación arrojándolo al suelo, ambos desnudos todavía - ¡Yo te amaba! ¡Deje todo por ti! ¡Y ahora me haces esto!
-Harry… Yo lo siento… - Cris comenzó a llorar, sabiendo lo efectivas que era sus lágrimas con el moreno, pero Harry estaba tan furioso y decepcionado que no le afectaron, de hecho lo enojaron más. Ya tenía suficiente de todo esto. Había dejado todo por él, había abandonado a Draco por él. Draco… ¿Por qué pasaba todo esto? Sin pensarlo lo volvió a tomar de un brazo y luego lo abofeteo cayendo el menor al suelo sorprendido, el moreno a jamás lo había tratado mal y mucho menos lo golpeado, esto era el fin para él.
-¡Eres un maldito bastardo! ¡¿Te reíste mucho de mí?! ¡De mi estupidez! – Harry mientras gritaba lloraba, las lágrimas eran tantas como su furia y vergüenza - ¡¿Por eso no querías que te tocara?! Dime de una buena vez… ¿Alguna vez estuviste embarazado o todo fue una mentira?
-Yo…
-¡DIMELO! – Ahora Harry comenzó a botar todo a su paso, furioso - ¡Dímelo de una puta vez!
-No, nunca lo estuve – Los ojos fríos de Cris impactaron a Harry, en ellos pudo ver claramente desprecio y desamor. Ahora entendía como una cruel realidad que el pelirrojo nunca lo quiso, jugo con él, con su cariño, su confianza y su corazón. Solo fue un monigote en sus brazos, un completo títere que se movía al compás de Cris, su titiritero.
-¡¿Cómo pudiste hacerme esto?! ¡¿Que te hice de malo?! ¡Yo solo te amé sin condiciones! ¡¿Por qué Cris?!
-Nada, tu nunca me hiciste nada – Las palabras de Cris era tan frías y sinceras, su lengua era tan filosa como una daga, que acuchillaba y acuchillaba el corazón de Harry – Solo me acostumbre a estar contigo, tú me dabas en parte lo que en ese momento necesitaba. Ahora sabes todo. No de la forma que esperaba. Nunca te quise ¿Cómo amar a un ser que solo sabe hacer chocolates?
-¡Eres un maldito puto desgraciado!
-Lo sé – Dijo sin más el pelirrojo, aunque Harry no lo creyera, al chico le dolían las palabras del moreno. Cris lo amaba, pero como su corazón nunca mando en su vida, no era su prioridad, ahora su mentira estaba desvelada y en parte era mejor – Ódiame si quieres, pero esta es la realidad que nunca viste de mí. Como vez, soy un chico ambicioso que no necesita del amor para sobrevivir. Tú eres un pobre diablo, si pensaba tener un hijo con alguien ¡Jamás seria contigo! Tú no tienes nada que ofrecerme o por lo menos que yo necesite.
-Que equivocados estas de mi Cris – El moreno se acercó y lo miro de frente, todavía sus lágrimas caían, pero necesitaba decirle eso, necesitaba verlo derrotado, aunque sea solo para pulir un poco su orgullo. Pensando que dolería menos, pero no era así, estaba destruido por dentro. Y mientras hablaba se vestia.
-¿Que tratas de decir?
-Cuando me conociste, efectivamente era un don nadie como dices. Pero no porque no tuviera dinero, sino más bien porque así lo quise. Soy Harry Potter único heredero de las empresas que tienen el monopolio marítimo de la región, Griffindors S.A.- Lo dijo con desprecio y orgullo, pero sinceramente no disminuían en nada el dolor que sentía.
-Eso es ridículo ¡Jamás me ocultarías algo así! ¡Es mentira! – Cris tembló ante esa confesión.
-No, es verdad, de hecho vengo de casa de mis padres. Pensaba contártelo todo hoy, ya que mi padre está enfermo y desea que ocupe su lugar. Venía a eso precisamente, a decirte que nuestro futuro y el de nuestro hijo estaban asegurados, pero me pille con esto…
-No puedes ser… ¡Es mentira! Tu no… - A Cris la verdad había caído como un balde de agua fría, había tenido al lado suyo todo este tiempo un diamante en bruto llamado Harry Potter ¿Cómo era posible? ¿Cómo no se había dado cuenta antes?
-Mi amor por ti valía tan poco para ti, pero si te hubieras dado cuenta del valor de mi billetera estarías muy feliz – Sus ojos verdes brillaron con intensidad y enojo.
-¡Harry no! ¡Yo te amo de verdad! – El chico se arrojó a los brazos del moreno, llorando y suplicando perdón, denigrándose y arrastrándose como la vil serpiente que era, no más que eso, era un animal carroñero que sobrevivía a base de carne fresca en la selva de la vida.
-Ya es muy tarde mi maldito amor – Dijo Harry abrazándolo por última vez, y completamente vestido, tenía sentimientos mesclados de rabia, dolor y pena, pero algo sabia claramente, ya no volvería a hacer jamás en sus lágrimas falsas – No voy a perdonarte nada nunca más, ahora tu castigo será quedarte solo, y ojala nunca te falte alguien, porque o sino tu vida será tan miserable como la mía – Harry se alejó de él y abrió la puerta, cris seguía llorando pero ahora en el suelo – No voy a golpearte y maldecirte ¿Sabes por qué? Porque no vales la pena, la gente como tú no merece ningún mínimo de atención. Tienes un día para salir de aquí. Yo volveré con mis padres y usare todas mis influencias para asegurarme que tu vida en esta ciudad sea miserable. Así que será mejor que te vayas lejos, porque en esta ciudad no te dejare vivir en paz. Adiós Cris y espero, de corazón, que te pudras en el infierno.
Harry se marchó con lágrimas en los ojos, pero no se detuvo y muchos menos miro hacia atrás. Ahora debía hacer algo más importante. Primero aclarar el tema con su familia y luego volver donde un hermoso rubio.
Cris quedo ahí, tirado en el suelo, lamentándose. Había perdido, obviamente se iría de ahí, todavía tenía el dinero de Voldemort en sus manos. Pero… ¡DOLIA MUCHO! Ver la cara de desprecio y desamor que le dio el moreno lo mato en vida. Al fin de cuentas había recibido de su propia medicina. Se lo merecía, lo sabía.
Esa noche tomo el primer tren a otro país y se fue, por más que trato de cubrir su corazón del amor de Harry, no le resulto. Eso dolor lo tendría siempre. Pero no solo arrancaba por la amenaza que le había hecho el moreno, si también porque tenía claro que Harry buscaría a Draco y Voldemort lo perseguiría a él por no cumplir el trato. No había querido decirle al moreno su acuerdo con el Marques, más que nada como un salvavidas. Sabía que si lo decía. Harry si lo habría matado ahí. Porque aunque Harry no se hubiera dado cuenta antes, Cris sabía que al moreno le gustaba el rubio. Y este era correspondido. Al final, con su estilo de vida, siempre llevaba las de perder. Pero era así como había sobrevivido tanto tiempo, solo y con nadie más.
El tren partió y nunca más se supo de él. Harry no lo busco y lo encerró en lo más profundo de su corazón. Donde no volvió a salir nunca más.
Harry esa misma noche volvió a su casa, su primo al verlo tan mal lo consoló, el moreno le conto todo y lloro como un niño chico en su hombro. Desde ese día Neville Longbotton pase a ser su confidente y casi hermano del alma. A los poco meses su padre se agravó y al año falleció, pasando todas las empresas a manos de Potter. Este se hizo cargo como un digno heredero, llevándola a colocarse en las mejores posiciones a lo largo de todo el país. Pero algo le faltaba a todo su éxito, su corazón estaba marchito y sabía dónde podría encontrar ese consuelo que tanto deseaba. 5 años se demoró en dejar todo listo para su ausencia, en parte estaba más tranquilo, ya que sabiendo que al rubio le habían dado el préstamo de seguro estaba igual de ocupado que él.
Pero su meta estaba fijada, iría a buscar a Draco y le pediría matrimonio, solo esperaba que el otro todavía lo quisiera y lo aceptara.
----------- Fin Flash Back ------------
Ahora estaba de vuelta tratando de remediar en algo las cosas, buscando el perdón y una oportunidad. Queriendo refugiarse nuevamente en esa mirada resplandeciente y gris, escuchar la melodiosa voz y sonrisa, quería ese calor que había perdido, lo quería a él, si, a Draco, pero se había demorado tanto en volver, esperaba, y de todo corazón deseaba que ya no fuera demasiado tarde.
La estación del tren del pueblo de Hogwarts era pequeña y en ella solo estaban tres figuras.
-¿Este es el lugar? – Dijo un chico castaño a Harry curioso – Parece muy bonito –Neville Longbottom, era un tipo amable e ingenuo, primo de Harry, el moreno lo había convencido a el junto a su prometido Theodore Nott, más bien este último se había colado, a que lo acompañaran en su viaje. Ellos dos sabían todo la historia de Harry habían sido los únicos en su familia en apoyarlo.
-Pues a mí me parece un lugar aburrido, no escomo la ciudad – Dijo Nott fastidiado.
-No seas así amor – Neville se acercó y lo abrazo cariñosamente – Sabes que estamos aquí por Harry, él nos necesita, debemos apoyarlo.
-Sí, lo sé – Le devolvió el abrazo y lo apretó a el – Pero no puedo dejar de pensarlo. Tú sabes que a mí me gusta más la ciudad y la bulla, este lugar es tan silencioso, muy rural para mi gusto.
-Deja de quejarte Theo – Dijo serio Harry – A ti no te invite a venir.
-Y tú estás loco si pensabas que ibas a venir tu solo con mi amado ¡Ni en broma lo dejaría contigo!
-Neville es mi primo Nott ¡No seas ridículo! – Harry y Theo cuando estaban juntos siempre tenían ese tipo de peleas infantiles y el pobre Neville quedaba en medio de ambos.
-¡Ya vasta los dos! ¡Este no es el momento de estar peleando por algo tan tonto!
-Solo porque tú lo dices mi amor – Theo se acercó meloso a Neville y lo beso en la cara haciendo que el otro se pusiera colorado. El carácter pedante de Nott solo era reducido por Neville, ambos chicos llevaban 3 años de noviazgo y ya pronto se casarían.
Salieron de la estación y esperaron un transporte que los llevara a su destino.
-Disculpe – Harry se acercó al cochero que esperaba por pasajeros – ¿Puede usted llevarnos a la Hacienda Malfoy Manor? Por favor.
-Malfoy Manor? – El viejo los miro extrañado por la pregunta – Ese lugar ya no existe.
-¿Pero cómo? Si hace algunos años existía ¿Qué paso? – Harry empezó a temer la respuesta del cochero.
-¿Desde hace cuando que no viene por la región?
-5 años ¿Por qué? ¿Algo ha cambiado por aquí?
-Podría decirse que si, Malfoy Manor dejo de existir casi en el mismo tiempo que usted se fue, fue comprada, más bien rematada por el Marques Voldemort.
-¿Pero…? – Harry se puso pálido ¿Qué había pasado con Draco?! – ¿Y qué paso con el dueño del lugar?
-¿El dueño? Ha, si, el chico. Bueno él se casó con el Marques – El viejo bajo la voz dando a entender que lo que iba a decir era un conventilleo que tenía el pueblo – Aunque muchos dicen que el Marques lo compro a el más que a la propia hacienda.
-¿Pero cómo es posible eso? – Dijo Neville asustado ¡¿qué clase de pueblo bárbaro era ese?!
-No lo sé, eso es lo que se comenta – El viejo hablaba como si la situación fuera lo más natural del mundo – En todo caso el chico era un doncel, difícilmente podría sobrevivir solo a un lugar así. Se rumorea que el marques lo tiene como su más preciado trofeo.
Harry estaba pálido y sin habla ¿Cómo había cambiado tanto la situación? ¡¿Qué daño tan grande había hecho?! El moreno recordaba las miradas retorcidas que daba Voldemort al rubio y el asco que este último le tenía ¡Dios! De solo pensarlo se le revolvía el estómago.
////////////////////////////////////////////////
Se hospedaron en un hotel lo más alejado del pueblo, Harry salió todo un día para recolectar información del lugar y lo que había pasado con el rubio. Efectivamente lo que se decía era lo mismo que le había dicho el cochero a ellos anteriormente. El moreno quiso partir inmediatamente hacia donde Draco y salvarlo de ahí. Pero Neville y Nott le convencieron que eso no era lo más indicado, más que más, el rubio estaba legalmente casado con el Marques, no podía llegar y sacarlo del lugar, aparte que no sabía realmente si había sido con el consentimiento o no de Malfoy. Todo era tan complicado. Lloro toda esa noche, lamentándose por lo que había hecho a Draco y por lo mucho que se había demorado en volver, porque sabía que era su culpa. Neville lo consoló y Nott los observaba en silencio. Ya al amanecer y con la mente un poco más clara, medito mejor e ideo un plan.
-¡NO! ¡Olvídalo! ¡No lo permitiré! ¡Esa idea es estúpida! – Nott gritaba enfurecido.
-¿Y qué quieres que haga? ¡¿Que me quede con los brazos cruzados?! ¡Tengo que ayudarlo! ¡Yo lo puse en esa situación!
-Sí, tienes razón ¡Tú fuiste! ¡No nosotros! ¡Neville nos vamos de este lugar!
-No Theo, lo siento – Nott se devolvió hacia Neville rápidamente echando fuego por la mirada – Harry tiene razón, si es cómo piensa ese pobre chico debe estar sufriendo, no podemos hacernos lo locos y dejarlo. No puedo, si me pasara a mí, también esperaría que me ayudaran – Neville y su corazón amable no podia permitir semejante ultraje hacia una persona, más encima un doncel como él. Nott suspiro largamente, nunca su novio lo había contradicho en algo y ahora gracias a Potter lo hacía, pero él tampoco podía obligarlo, nunca lo había tratado mal y gritado, de hecho Neville era la única persona que lo contenía, su amor puro y cariñoso lo embargaban y hacían sacar al ser humano que estaba escondido en lo más profundo del. Theo ante Neville era un perdedor, porque sus lágrimas y sus sonrisas lo desmadejaban y lo convertían en un dócil cachorrito. En los negocios era un ser despiadado, pero con Neville era otra cosa.
-¿No cambiaras de opinión? – Le dijo Nott seriamente.
-No, lo siento mi amor, pero esto es lo correcto - El chico se acercó al otro y le tomo la cara con ambas manos – Ayudémoslo por favor, no podría irme sabiendo que algo tan triste le pasa a otra persona.
-Está bien – Nott suspiro derrotado – Pero averigüemos bien primero antes que nada ¿Te parece Potter?
-Sí, está bien. Theo prometo que si Draco está bien y de acuerdo con todo esto daré un paso atrás y lo dejare con su vida. Pero… Si está pasando lo que temo, hare hasta lo imposible por salvarlo ¡Ayúdenme por favor en esto! – Neville y Theo asintieron, el primero conmocionado por el sufrimiento de su primo y con unas ganas inmensas de ayudarlo. El segundo no muy convencido, pero sabiendo que era la única forma de proteger el bondadoso corazón de su amado novio.
/////////////////////////////////
El matrimonio Evans entro a la “Hacienda Mortifagos” y anuncio su presencia, ambos miraban impresionados el lugar, era rustico, pero no por eso menos elegante.
El maravilloso plan de Harry consistía en hacerse pasar por un matrimonio que venía de visita a la región buscando nuevos inversionistas, Harry al tener a cargo las empresas de su familia, le hacía mucho más fácil representar su papel. Por lo que él era James Evans (Nombre de su padre y apellido de su Papi) y su esposo Neville Lonvogtton, como nadie conocía al último era más fácil. Claro que él tuvo que disfrazarse, habían tenido que comprar unos anteojos redondos y unos bigotes, también se cortó más el pelo, haciéndole parecer más mayor.
La Haciendo Mortifagos comprendía toda la propiedad de Voldemort mas la de Malfoy, un lugar inmenso a la vista de los turistas, demostrando así el poderío de Tom.
-El señor llegara en unos momentos – Dijo Omar que se encontraba haciendo los servicios de mayordomo en el lugar, miro de reojo al tal James Evans, el color de sus ojos le recordaba a alguien y tuvo un extraño presentimiento al verlo, pero no lo hizo notar, Harry trato de evitarlo con la mirada todo el tiempo, sentía el ojo clínico del viejo en él, si lo descubrían su grandioso plan se haría al carajo – Por favor, si gustan pueden dirigirse al jardín a esperarlo – Los dirigió al inmenso jardín lleno de flores de distintas especies, y los en la terraza, muy pronto las empleadas los estaban atendiendo de maravillas.
Harry se acercó a contemplar el lugar, miro cuidadosamente cada detalle, memorizándolo perfectamente, su vista se dirigió a una fuente de agua, en ella un niño rubio miraba atentamente en ella. De pronto vio una silueta conocida por él, al niño se acercó un hombre alto, delgado y rubio, era Draco, lo sabía, pero a la distancia que estaba no podía verlo bien. Su corazón latía a mil por hora, no aguantando más se dirigió al lugar dejando a Neville solo, este lo observo silenciosamente, pero no lo acompaño.
-Scorpius sabes bien que no podemos estar en este lugar – Harry escucho esa entrañable voz que se oía más fuerte mientras más se acercaba a ellos. Sin dudas era Draco.
-Pero Papi… - Había dicho el niño tristemente haciendo un puchero – Quiero ver los peches, un ratito por favo… – Draco le asintió en silencio y miro para todos lados esperando que su esposo no los viera ahí. Sabía que si los llegaba a descubrir en ese lugar tendría serios problemas. Pero grande fue su sorpresa al encontrarse a un extraño hombre que se acercaba a ellos. Lo miro fijamente, no era de los hombres que trabajaban para su esposo ¿Quién sería? Parecía de otra ciudad.
-Hola – Dijo amistosamente el extraño al llegar junto a ellos, Harry tuvo que contenerse para no salir disparado a abrazarlo, el rubio se veía más adulto y más hermoso, su cabello dorado más largo, pero su mirada era triste y vacía, eso le partió el alma al moreno. También miro al niño, que tenía alrededor de 4 años, una parte de él se molestó al verlo, ya que debía ser hijo del malnacido de Voldemort, pero al observarlo mejor pudo ver que su cabello era dorado igual que el de Draco, pero sus ojos tenían un hermoso color esmeralda. Su respiración se cortó ¿Podría ser? ¿Acaso…?
-Papi… ¿Quién es? – El niño parecía curioso y asustado al verlo.
– Disculpen… Soy James Evans, un gusto – El moreno una vez salido de su shock extendió la mano en señal de saludo, el rubio lo quedo mirando fijo, pero al ver sus ojos se sorprendió, ojos esmeralda, a pesar de que no se distinguían bien a través de los lentes, había quedado hipnotizado y helado ¡Eran igual a los de él! Tembló ante la amalgama de recuerdos que se le venían a la mente. Tristes y dolorosos recuerdos, que él había tratado tantas veces de anular, pero estaban de nuevo ahí, quemándole y partiéndole el alma.
*** Continuara ***