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EL DIA QUE ME QUIERAS por kat-winner

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Notas del capitulo:

Kat Winner:

 

 

Hola, este capítulo veremos lo que sucedió con Draco, debo decir que soy una persona bastante mala porque encuentro un gran placer el que Draco sufra, sufra y sufra XPPP  

 

 

Cualquier cosa pueden escribirme al mail katwinner24@gmail.com

 

 

Espero les siga gustando, un abrazo.

 

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/ Pensamientos /

 

 

+++++++++ Separación de Escenas ++++++++++

 

 

----------- Flash Back---------

 

 

 

 

9.- ESPOSO PERFECTO Y VACIO…

 

 

 

 – Disculpen… Soy James Evans, un gusto – El moreno una vez salido de su shock extendió la mano en señal de saludo, el rubio lo quedo mirando fijo, pero al ver sus ojos se sorprendió, ojos esmeralda, a pesar de que no se distinguían bien a través de los lentes, había quedado hipnotizado y helado ¡Eran igual a los de él! Tembló ante la amalgama de recuerdos que se le venían a la mente. Tristes y dolorosos recuerdos, que él había tratado tantas veces de anular, pero estaban de nuevo ahí, quemándole y partiéndole el alma.

 

 

Harry al volver a verlo quiso tirársele encima y besarlo, abrazarlo tan fuerte, quería sentirlo y amarlo. Su corazón latía, su alma y su vida. No había sentido esto con nadie. Solo con Draco, tanto tiempo había perdido, tanto arriesgaba por recuperarlo. Pero no importaba porque ese día sintió que el rubio era una parte de él. ¿Qué había visto en Cris? Si Draco era perfecto, cuan ciego había sido y cuan tarde se había dado cuenta.

 

 

-¿Papi? – El niño miro al extraño fijamente, no por miedo, sino por curiosidad, era muy raro a ver a gente en la casa, inconscientemente se llevó el dedo gordo a la boca, Harry lo miraba también, el pequeño era muy bonito, se parecía mucho a Draco, sobre todo por su pelo rubio, pero sus ojos eran igual a los de él, no quiso hacerse falsas ilusiones, era casi imposible que fuera su hijo ¿O no? Tendría que averiguar bien ¿Podría ser ese un milagro? ¿Una esperanza? Pensó rápidamente, Tom Voldemort no tenía los ojos claros, su tonalidad era bastante oscura, incluso las facciones del niño eran distintas al marqués, también estaba lo que sitio al verlo, el niño tenía algo especial. Su corazón se lo decía. Al parecer se estaba volviendo un completo sentimental ¿O era otra cosa?

 

 

 

-¿Usted no debería estar aquí? – Draco salió de sus pensamientos al ser tocado por el pequeño, no quería problemas y el extraño ahí, con sus ojos verdes intensos le traía tristes recuerdos – Y nosotros tampoco Scorpius vámonos.

 

 

-¡Espera! Yo… - A Harry le pareció extraña la actitud del rubio, Draco siempre había sido amable con todos y en ese momento ni siquiera le devolvió el saludo. Como si el no existiera o no estuviera parado frente del.

 

 

-¿Draco que haces aquí con el niño? – Una voz gruesa y carente de emoción los sorprendió, Draco se tensó, detrás del extraño estaba el mismo Voldemort que lo miraba enfurecido, al lado del estaba Omar. Tendría problemas, lo sabía bien. Estaba más que advertido y prohibido que no debía estar en los jardines de la casa con su hijo. Nadie debía verlo con un niño. Eran prisioneros en el lugar. Su esposo castigaría su desobediencia, lo sabía muy bien.

 

 

-Lo siento – El rubio bajo la mirada y tomo a su hijo en sus brazos, sabiendo lo que se venía para él, quiso arrancar rápido de ahí. Por lo menos evitar que el marques le gritara delante del niño.

 

 

-Buenas tardes señor Evans – Saludo el marqués a Harry pero nunca dejo de mirar al rubio – Porque no acompaña a Omar a la casa, él té está preparado y su esposo de seguro debe estar preocupado por usted – No pasó desapercibido por el moreno que querían deshacerse de él.

 

 

 

Harry asintió y partió detrás del viejo mayordomo, tratando de controlarse e impactado por la forma de sumisión en que el rubio se dirigía a su esposo, pero en medio del camino un impulso lo hizo devolverse, al diablo quedaba lo que le gritaba su cabeza. Debía saberlo, debía conocer el porqué de toda esa situación, al acercarse más escucho gritos y se escondió detrás de unos arbustos del jardín.

 

 

 

-¡Cuantas veces te he dicho que no quiero que vean al crio! – Voldemort le gritaba a Draco, el rubio por instinto bajo a su hijo y trato de cubrirlo con el cuerpo, Scorpius estaba asustado, de sus ojos salían pequeñas lagrimitas, a su corta edad sabía que si lloraba más fuerte solo le traería problemas a su papi - ¡¿Eres tonto o qué?! ¡Saca a tu estúpido crio de aquí!

 

 

-¡No lo trates así! ¡Es un niño! – Draco sabía que debía ser sumiso con Tom, pero jamás dejaría que insultaran o golpearan a su hijo, aunque su cuerpo pagara, total de alma ya le quedaba muy poco - ¡Lo siento, fue sin querer! No sabía que había alguien en la casa. Aparte es un niño, no puedo tenerlo toda la vida encerrado ocultándolo ¡Es mi hijo él no tiene la culpa de nada! – Draco fue golpeado con tanta fuerza en la cara que cayó al suelo atontado, su mejilla se amorato en el acto, pero estaba tan acostumbrado a eso, los golpes eran parte de su vida. El niño en cambio corrió a sus brazos angustiado y asustado, sabiendo que era su culpa, el solo había querido ver lo peces ¿Acaso era tan malo eso?

 

 

-¡Lo shiento… lo shiento… no pegues a papi! ¡Pol favol! – Ahora el pequeño lloraba amargamente en los brazos del rubio, dándole la espalda al marques como tratando de cubrir con su pequeño cuerpo a su adorado papi. Draco abrazo a su hijo fuertemente, su pobre niño tenía que ver y sufrir todo eso, se sentía impotente. Pero estaba de manos atadas, él había elegido esa vida, solo lamentaba que su pequeño hijo sufriera también.

 

 

-No volverá a pasar – Dijo una vez que se levantó con su hijo llorando en brazos, acariciándolo suavemente, tratando de en parte darle algo de consuelo – De verdad lo siento.

 

 

-Espero que sea la última vez Draco, sabes bien que no me gusta repetir las cosas ¿Te quedo claro? – Lo último lo dijo apretándole el hombro, el rubio no se quejó, a pesar de la fuerza con que era ejercida la presión. No quería asustar más a su hijo. Conocía de sobra la violencia de su marido.  ¿Y qué si tenía claro su posición en esa casa? Por supuesto que lo sabía, Voldemort se la había marcado con sangre y fuego. Cada segundo, cada minuto, cada hora, día, mes y año. Lo sabía tan bien. Tanto que hasta casi ni le importaba…

 

 

 

 

----------- Flash Back---------

 

 

 

 

-Me lo negaron… Dijeron que no… Ya no tenemos nada – Omar lo miro pálido, el préstamo era la última esperanza de salvar la hacienda ¿Ahora qué sería de ellos? Porque el viejo no pensaba dejar solo al rubio. Draco sollozo tan fuerte, ya no podía aguantar más, estaba todo perdido, la excusa del banco era que no reunía los requerimientos, pero el rubio sabía que había algo más ahí, una mano negra detrás de todo. Tampoco podía decirle la verdad al moreno, no podía atarlo a esa casa y a él, no podía ser tan egoísta, sabiendo que no lo quería. No podía ser una obligación, eso los mataría a los dos. Todo se desmoronaba a pedazos ¿Qué iba a ser ahora? Y sobre todo ¿Qué futuro le daría a su hijo? Estaba simplemente solo y perdido.

 

 

El viejo Omar recordaba tan bien esas palabras y le dolían enormemente. Se sentía inútil, pero lo único que pudo hacer fue consolar y acompañar hasta el fin de su vida a su joven amo.

 

 

Después de saber que no había tal crédito todo se vino abajo, de hecho, a los días que se fuera Harry de la casa apareció el marques en la hacienda, aprovechando que el rubio se encontraba solo, ya que Omar había salido a ver si había algo para comer en la cosecha que quedaba.

 

 

-¡¿Qué hace usted aquí?! – Draco estaba furioso y estresado, sus nervios lo tenían muy mal de salud, su embarazo estaba en riesgo y su depresión lo consumía cada día – No puede llegar y entrar como si fuera su casa ¡fuera!

 

 

-Será mejor que te calles muchachito irrespetuoso – Voldemort se acercó a el rápidamente y lo atajo del brazo, Draco comenzó a tirar de él, odiaba a ese hombre. Era asqueroso.

 

 

-¡Suélteme!

 

 

-No lo voy a hacer y será mejor que me escuches atentamente – El marques lo acerco más a él, quedando ambos frente a frente, pegados desde el pecho, los ojos grises de Draco reflejaban angustia y eso le encanto a Tom – ¿Tu casa? Esta ya no es más tu casa, de ahora en adelante todo esto es mío, si, oíste bien, MIO ¡Y muy pronto lo serás tú! – El mayor trato de besarlo pero el rubio se resistió, pegándole en la entrepierna con su rodilla como medida desesperada. Eso permitió que Draco se alejara y comenzara a subir las escaleras rápidamente.

 

 

-¡Yo no soy tuyo! ¡Jamás lo seré! ¡Y si piensas que soy casto y puro estas equivocado! Ya otro hombre me toco y estoy embarazado – Era tanta su desesperación que lo soltó sin más, creyendo que con eso el marques lo dejaría en paz. Ya no lo respeto y trato de usted, ese hombre sacaba del lo peor.

 

 

-¡¿Que dijiste?! – La velocidad y la furia de Voldemort fue tan grande que en un dos por tres llego al segundo piso y volvió a atajar al rubio – ¡Es mentira!

 

 

-¡No, es verdad! ¡Ahora déjame en paz! ¡Prefiero perder todo antes de estar contigo! – Voldemort estaba tan furioso que agarro al rubio del cuello ¡Él no había sido el primero en tocarlo! Es cierto, hería su orgullo, pero jamás lo dejaría ir  ¡Draco era suyo! ¡Solo suyo!

 

 

-¿Así que prefieres perder todo he? – Draco forcejeaba pero la presión en su cuello era muy fuerte, lo estaba ahorcando, sintió de pronto que lo acercaban más al borde de la escalera, estaba justo en el límite, un paso más y caería – Y dime chiquillo… ¿Estás dispuesto de perder a tu hijo también? – Las palabras de Voldemort eran frías y llenas de odio, ya n esperaría más, su paciencia se había acabado – Si te arrojo por las escaleras no morirás, de eso me asegurare yo, pero tu hijo si ¿Estás dispuesto a perderlo a el? ¡Dímelo! – Odiaba al crio de otro que crecía dentro de su amado rubio, pero si este podría ser un arma para utilizarlo a favor de él lo aguantaría y seria su medio de chantaje y obediencia. Aunque lo odiara.

 

 

-¡N… No! – Los ojos de Draco se llenaron de pavor, que le hicieran lo que quisiera a él, pero a su hijo no, él era su razón de vida, su fuerza para luchar, no podía perderlo así. No a un alma inocente.

 

 

-Bien – Voldemort lo saco de las escaleras y lo arrojó al suelo cerca de la pared. Draco tosió fuerte y se sobaba el cuello, las manos del marques quedaron marcadas en su blanca piel. Sus ojos estaban llenos de lágrimas – ¿Tienes claro tu posición ahora? – El rubio no respondió, Voldemort se agacho y lo miro de frente ¡Cómo lo deseaba! Se le tiraría encima en ese mismo instante pero debía mostrar que él ganaba y que él tenía el control de todo – Yo compre todo esto, tú ya no tienes nada, eres un simple chico lindo, miserable y pobre, no sobrevivirás afuera, no así por lo menos. Pero puedo ofrecerte 2 obsesiones, la primera, que te cases conmigo y me complazcas en todo lo que deseo. Y la segunda, es que tu hijo muera, decide Draco, es ahora o nunca – El rubio lo miro angustiado ¿Por qué le pasaba todo esto a él? ¿Porque? ¿Que había hecho de mal en su vida? Todos se iban y lo abandonaban a su suerte ¿Acaso era tan mala persona?

 

 

Draco ese día tomo su decisión y decidió sus sentencia, prefirió la vida de su hijo por sobre la de él. Total, ya no tenía más que perder. Al mes se casó con Voldemort, obviamente consumaron el matrimonio. Voldemort no tuvo contemplación ni con su embarazo. Sus deseos carnales eran primero. Llevaba años deseándolo. Draco desde ese día que Tom Voldemort lo tomo y partió violentamente, su corazón termino de romperse, no porque pensara que engañaba a Harry, sino más bien, porque el marques le hacía sentir como nada, que estaba solo para eso, solo su cuerpo importaba nada más.

 

 

Draco paso a ser el hermoso paquete que decoraba la casa, el esposo perfecto del lord, este lo mostraba a todos como un trofeo. Y cuando estaban solos lo maltrataba física y mentalmente y también lo poseía. Draco consiguió que Omar se quedara como mayordomo, Voldemort lo consintió solo porque quiso ¿Qué le podía hacer un estúpido viejo a el? Que era dueño de todo y más. Era el amo y señor de la región, un ser superior a todos, o eso por lo menos creía él. Draco ya no se sentía como una persona. En las noches cuando Tom se acostaba con él, su mente se iba a cualquier parte, desaparecía, solo era un cascaron vacío. No sentía pena y tampoco añoraba nada. También empezó a tomar una hierba especial que le consiguió Omar para no quedar fecundado de nuevo, no quería otro hijo, menos de Tom Voldemort y de eso el marques jamás se enteró. Este último tampoco deseaba tener hijos, suficiente tenía con compartir con un crio horrible a Draco.

 

 

Ya cuando el embarazo estaba al término, y producto del maltrato sexual que le daba Voldemort, ya que no se media en nada cuando estaba con él. Draco era suyo, así que podía hacer lo que quería. El rubio comenzó a sangrar violentamente, estuvo a punto de morir, solo ahí el marques se preocupó, temiendo perderlo, mucho había esperado por el para dejarlo, su obsesión era más que enfermiza, parecía casi demente, sobre todo cuando se trataba del rubio, el médico que lo atendió le dijo a Voldemort que si no hacia reposo absoluto ambos morirían. Draco pudo solo en ese periodo de tiempo librarse de él, hizo caso en todo lo que le indicaron. Su bebe era su luz, una pequeña vela que alumbraba en toda la inmensidad de la noche.

 

 

Scorpius nació y Draco casi se fue en el parto, estaba muy débil, pero escuchar el llanto del niño al nacer lo lleno de fuerzas, viviría por y para su hijo, no importaba lo que Voldemort le hiciera a él, su hijo era desde ese día y hasta lo que le quedara de vida su prioridad. El marques decidió que Draco cuidaría al niño, pero que este no debía salir de la casa y destino un pequeño patio de la mansión para uso de Draco y él bebe. Draco acepto, no importaba como viviera, su hijo podía estar con él y eso era más que suficiente.

 

 

Y así el esposo perfecto resplandecía y reía en las reuniones sociales. Manejaba variados temas y estaba siempre al lado de su marido. Brillaba para todos, pero sus ojos se opacaban cada día más. Solo se podía ver algo de color y luz cuando estaba con su hijo, solo ahí sonreía de verdad.

 

 

El rubio aprendió a la fuerza que debía evitar en todo las peleas con el marqués, aparte de que este siempre lo amenazaba con quitarle a Scorpius, incluso una vez llego a arrancárselo de los brazos y mandarlo con Colagusano a botarlo a algún lugar del pueblo. Esa pelea había sido porque un noble se había acercado al rubio con dobles intenciones, por más que Draco insistió que él no tenía nada que ver, Tom no escucho, lo golpeo y le quito al niño. El llanto desgarrador del rubio, en el cual Draco se arrastró en el suelo y beso casi sus pies, se humillo a tal manera que el marques sintió que había vencido y que lo tenía ya en su completo poder. Solo ahí mando a traer de nuevo al pequeño. Tampoco Voldemort era estúpido, sabía perfectamente que si le quitaba al niño Draco moriría.

 

 

Y así su vida se transformó en dos cosas, la primera era su hijo y la segunda complacer como vil ramera a su marido, no había amor en esa relación, obsesión si, por parte de Tom. Por en el lado de Draco, nada. Su única meta era que su hijo creciera y el buscaría la forma de que por lo menos Scorpius escapara de ahí. Su hijo no era doncel, así que podría sobrevivir solo. Incluso Draco llegó a robarle un poco de oro a Voldemort, lo tenía secretamente guardado para cuando su hijo se fuera, se lo daría para que formara una nueva vida muy lejos de ahí. También sabía que se iría solo, su hijo era fuerte, de seguro como su otro padre, no débil y abatido como él. Draco sería el escudo para que Scorpius escapara, si tenía que morir en eso estaba bien. Lo tenía tan fríamente planeado que daba miedo. Pero que más daba, si ya lo había perdido casi todo. Solo le quedaba esperar a que ese momento llegara y con ello, la liberación y felicidad de su hijo. Su digno y hermoso Scorpius.

 

 

 

 

----------- Fin del Flash Back---------

 

 

 

 

+++++++++++++++++++

 

 

 

A Harry se le partió el corazón de rabia y dolor, viendo como trataban al rubio, entendiendo lo que pasaba ahí claramente. Viendo y escuchando todo. La vida de Draco era un completo infierno. Escondido donde estaba no podían verlo, pero el sí, todo ahora era claro y entendía su prioridad. Odia a Voldemort con todo su corazón ¡Quería matarlo! Pero sabía que no podía ser impulsivo, la situación era complicada y si quería salvar al rubio debía tener la cabeza fría.

 

 

-Será mejor que vuelva a la casa – La voz del mayordomo hizo saltar al moreno del susto – Sino piensa hacer nada, será mejor que se vaya una vez más de aquí.

 

 

-¿Que tratas de decir? – El moreno se hizo el desentendido y miró fijamente al viejo – ¿Que me vaya una vez más? Si esta es la primera vez que vengo a este lugar.

 

 

-No soy tonto señor Potter, su disfraz puede persuadir a varios, incluso al amo  Draco, pero no a mí – Harry sonrió ante la respuesta del mayor, pero no negó nada.

 

 

-¿Y quien te dijo que no voy a ser nada?

 

 

-Como la última vez que lo vi arranco como un vil cobarde, pensé que esta vez podría ser igual – Omar fue directo al grano, su amo estaba bastante mal con su situación actual y el culpable en gran parte era Potter, no tenía ni tiempo ni ganas de ser educado con el moreno. No se lo merecía. Harry lo miro seriamente ¿Qué se creía este viejo al tratarlo de esa manera? Le molesto, sí. Pero en parte entendió su rabia y dolor.

 

 

-¿Me odias verdad?

 

 

-No, simplemente no me agrada – Omar como nunca fue directo y frio – Pero es mejor opción a la que tiene mi niño ahora.

 

 

-Esta vez no arrancare, vengo a ayudarlo. Ya no soy el estúpido que era antes. Créeme – No había que hacer amigables o comprensivos, el viejo estaba dolido y furioso con él, y Harry pensó que el hubiera hecho lo mismo. La situación de Draco era su culpa, por dejarlo solo.

 

 

-Eso espero… – Suspiro derrotado Omar, tantas veces se sintió tan inútil, al final lo único que había podido hacer era acompañar al rubio, nada más - Lo ayudare – Dijo de repente, no confiaba en el moreno, pero a nada era algo.

 

 

-Bien, pero primero cuéntame que sucedió aquí y como Draco termino con este hombre.

 

 

Omar asintió y fue relatándole los hechos los más rápido posible para que el marques no los descubriera. Este todavía seguía gritándole a Draco en el patio. Harry escucho atentamente el resumen de la vida de Draco por Omar. Solo cuando este término de hablar sintió sus propias lágrimas que caían una tras otra ¡Había sido tan imbécil! ¿Cómo no se había dado cuenta antes? La vida y sonrisa de Draco había desaparecido, no solo tenía que luchar contra Tom, sino también contra las sombras que cubrían el corazón del rubio. ¡Había sido un maldito pendejo! Ese momento sintió que realmente no merecía ningún perdón, mucho menos de Draco. Pero algo de esperanza había, y esa se llamaba Scorpius.

 

 

-¿Es mío verdad? ¿Scorpius es mi hijo? – Omar en su relato no había dicho quién era el padre de Scorpius, pero no había que ser muy listos para adivinarlo, pero necesitaba confirmarlo.

 

 

-Sí, el joven Draco no quiso quitarle su felicidad con el pelirrojo, prefirió sacrificarse el, y ahora ya ve los resultados de eso - El corazón de Harry bombeo ¡Tenía un hijo! ¡Era padre y gracias a Draco! Tenía un hermoso niño que sufría producto de su abandono.

 

 

 

-¿No quieres saber que paso conmigo y con Cris? ¿El por qué volví?

 

 

-No me interesa, su vida nunca fue importante para mí, solo el amo Draco y el amito Scorpius lo son.

 

 

-¡Voy a salvarlos, a los dos te lo juro! Esta vez no arrancare, ya he madurado y quiero que ellos seas felices. ¡No voy a descansar hasta lograrlo! – El viejo asintió y de verdad quiso creer - Pero Omar, necesito que no le digas nada a Draco, esto debe ser un secreto, Tom es fuerte y debo aprovechar que él se encuentra confiado para atacarlo. Aparte su matrimonio es legal y se necesita un fundamento realmente sólido para anularlo.

 

 

-Bien, lo entiendo, créame lo ayudare, pero… ¿El otro chico quién es?- Omar ladeo la cabeza señalando a Neville, este todavía se encontraba sentado esperándolos en la terraza.

 

 

-Mi primo, él sabe toda la verdad y me ayudara. Ahora tengo dinero y buena posición, puedo competir de igual a igual con Tom Voldemort.

 

 

-Pero recuerde que aquí manda el marqués y eso es un factor importante, no se confié demasiado.

 

 

-Es verdad y gracias por todo Omar, esta vez no los defraudare, lo juro – A lo lejos todavía se escuchaban los gritos del marques, y Harry tuvo que hacer uso de todo su autocontrol para no voltearse y matar al mal nacido de Tom Voldemort. Debía ser paciente, debía salvar a Draco y su hijo. Miro al cielo, necesitaría fuerzas y mucha paciencia.

 

 

Esa tarde la reunión entre ellos fue fructífera, Tom se vanaglorio de todo su magno imperio y mostrándose gustoso de encontrar un socio tan rentable como James. Draco se presentó para la cena, su rostro sereno e impoluto, solo desteñía un enrojecimiento en su mejilla. Al preguntar Neville el porqué de su golpe, este se excusó que se había golpeado con un mueble. Y luego el rubio paso a hacer su papel principal, ese que tenía tan bien aprendido, el esposo perfecto. Lindo, culto y amoroso. Para fuera era un matrimonio realmente feliz, perfecto. Para los ojos de Harry una farsa y aberración, una esclavitud. Lo salvaría. Si, lo haría. Y no tan solo porque sintiera culpa, sino, por que Draco era un hermoso ser, digno y gentil, que le había dado la vida y sacrificado por el hijo de ambos y por sobre todo porque Harry lo amaba, tarde se había dado cuenta, pero eso no quería decir que ya tenía la pelea perdida. Ya no tenía miedos y dudas, ahora su cabeza estaba clara, su objetivo listo y su finalidad eran Draco y Scorpius.

 

 

 

 

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-¿Y bien como les fue? – Nott se escuchaba expectante, estaba abrazo de su prometido.

 

 

-¡Tengo un sobrino Theo! – Neville se veía feliz, dentro de toda la triste vida que tenía su cuñado.

 

 

-¿Cómo es eso? ¿No lo sabias? – Theo miro a Harry seriamente.

 

 

Y ambos esa tarde tuvieron que poner al día Theo de todo.

 

 

Al final el plan era simple y arriesgado a la vez. Neville (Seria el esposo de James Evans) y su misión, hacerse amigo de Draco, acompañar a Harry en todo y parecer una pareja muy feliz, Harry (Seria James Evans) misión, negociar con Tom Voldemort, distraerlo y hacerlo caer en sus propias redes, Theo (Seria socio de James) misión, investigar por detrás los negocios sucios del marques. Le ayudaría mucho el que era hijo del primer ministro de justicia del país.

 

No podían equivocarse, no ahora que estaba la vida de un niño de por medio y de un chico rubio al que le habían robado todo.

 

 

 

 

*** Continuara ***

 

 

Notas finales:

 

 

Gracias por leer el fic, esta semana ha sido de locos, mucho trabajo y poco tiempo para escribir, ojala allá sido de su agrado.

 

 

En el próximo capítulo entrara en acción Neville y habrá un acercamiento de nuestros protagonistas, la madeja se está desenredando ¿Podrá Harry devolverle el corazón a Draco?

 

 

Actualizare los días viernes.

 

 

Besos.

 


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