/ Pensamientos /
+++++++++ Separación de Escenas ++++++++++
----------- Flash Back---------
10.- IMPULSIVIDAD…
Al final el plan era simple y arriesgado a la vez. Neville (Seria el esposo de James Evans) y su misión, hacerse amigo de Draco, acompañar a Harry en todo y parecer una pareja muy feliz, Harry (Seria James Evans) misión, negociar con Tom Voldemort, distraerlo y hacerlo caer en sus propias redes, Theo (Seria socio de James) misión, investigar por detrás los negocios sucios del marques. Le ayudaría mucho el que era hijo del primer ministro de justicia del país.
No podían equivocarse, no ahora que estaba la vida de un niño de por medio y de un chico rubio al que le habían robado todo.
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1 mes después.
-Este lugar es muy bonito y tranquilo – A Neville le gustaba mucho esa región, estaba lejos de la gran ciudad y muy quitado de bulla, le hubiera gustado conocerlo en otras circunstancias. Ahora estaba en la terraza de la Hacienda Mortifagos acompañado de Draco. El rubio miraba el horizonte silente. Voldemort le había ordenado que acompañara al moreno y lo entretuviera en todo. No estaba dispuesto a perder un negocio tan importante con James Evans.
-Esta región es muy tranquila y tiene un clima agradable – El rubio al hablarle no le miraba, parecía autómata en las respuestas, siempre sereno e inexpresivo. A veces a Neville le parecía que hablaba con una piedra. Le respondía mas por costumbre que por amistad.
Guardaron unos minutos de silencio, este último tiempo sus respectivos maridos estaban afinando todo en los negocios y los dejaban a ellos solos. Supuestamente el castaño debía acercarse a Draco y ganarse su confianza, pero no había resultado muy bien o muy fácil, ya que el rubio parecía una muralla inquebrantable, se notaba a leguas que estaba siendo obligado acompañarlo. ¿Cómo lo haría entonces? ¿Cómo podía derribar ese muro y conseguir un avance que ayudara a Harry a salvarlo? Pero Neville no desistiría, quería ayudarlos ¡A ambos!
-Cuando acepte venir aquí jamás pensé que encontraría un lugar así – Siguió Neville casi con su monologo, este hablaba mucho, era un chico honesto y sincero, Draco solo algunas veces le respondía – Hubieras visto la cara de Theo cuando se lo propuse – El castaño hablaba y hablaba sin medir lo que decía – ¡Muchas veces Theo es algo exagerado y protector, pero sé que me ama mucho!
-¿Theo? – Draco esta vez lo miro curioso y extrañado ¿Acaso había escuchado mal? – ¿Tu marido no se llama James? – El castaño enrojeció ¡¿Que estupidez había dicho?! Había metido la pata hasta el fondo. Se le había salido el nombre de Theo en un descuido ¡Harry lo mataría!
-¿Theo? ¿Dije Theo? – Trato de salir del paso lo más rápido que pudo, pero su nerviosismo lo traiciono, le costaba tanto mentir, Theo se lo había advertido, le había dicho que tenía que tener cuidado con lo que hablaba y ahora estaba en esa situación - No… Yo… Quise decir… - Draco lo miraba fijamente, Neville no supo interpretar esa mirada ¿Qué haría ahora? Cuando Harry se enterara tendría serios problemas, eso era seguro. Pero se le ocurrió una idea, no había podido llegar a la confianza de Draco, podría usar su error como algo a su favor, usar la verdad a medias, se arriesgaría y rezaba por que resultara - ¡Lo siento Draco! ¡Me has descubierto! – El castaño abrazo al rubio, Draco se mantuvo inmóvil no entendiendo nada – ¡Yo no amo a mi marido! ¡Ya no puedo seguir con esta mentira! ¡Si se sabe la verdad estaré acabado! – Neville uso su mejor teatro para decir eso, esos que usaba para conseguir algo de Theo, caras de perrito y todo lo demás – Pero también necesito hablar de esto ¡Ho Draco no tienes idea de cómo se siente! Sobre todo tú que amas a tu marido – Junto sus manos en la cara he hizo que lloraba.
-Tranquilo Neville… – El rubio por primera vez reflejo algo en sus ojos distinto a indiferencia y Neville se sintió culpable por mentirle de esa forma, Draco se había preocupado por él y saber que lo estaba engañando le dolía. El rubio se sintió en parte tocado por la confesión, se había dado cuenta que el chico era amable con él a pesar de lo indiferente se portaba con el castaño – No te pongas así, no diré nada, pero tranquilo.
-¡¿En serio?! ¡Gracias Draco, no sabes lo bien que me hace hablar de esto con alguien! ¡James es muy amable y me quiere mucho pero yo no lo amo! – Draco se sintió extraño, era la primera vez en muchos años que alguien le hablaba con tanta confianza y sobre todo le decía cosas parecidas a lo que él vivía. Ya se había acostumbrado a ser un mueble más en la casa, donde nadie preguntaba su opinión o deseaba saber lo que el pensaba.
-Pero… ¿James es malo contigo? – El rubio quiso saber, casi por curiosidad. En parte quiso ver si el castaño vivía lo mismo que él.
-¡No! ¡Claro que no! James es una excelente persona, yo siento que me quiere mucho, pero no me ama. Nuestro matrimonio fue pactado por nuestros padres, no hay amor, si cariño y respeto – Neville deseaba de verdad que esta media mentira resultara, quería ayudar a su primo y al rubio y Draco con esto le estaba abriendo una puerta para ganarse su confianza. De hecho no había hablado tanto con el del mes que llevaban, sentía que le rubio le estaba poniendo real atención en todo.
-¿Pero Theo no es socio de James? – El castaño asintió con la cabeza y Draco enarco una ceja, al parecer Neville no era “tan inocente” como se veía – ¡¿Ósea tienes a tu amante al lado?! Eso es osado.
-SIP – Dijo algo infantil Neville – A veces puedo ser algo arriesgado ¡Pero no te lleves una mala impresión de mí por favor! ¡No soy un promiscuo! Solo es… que cuando el corazón manda es difícil cambiar de idea ¿Tú me entiendes verdad Draco?
-Sí, te entiendo - ¡Claro que lo entendía! Si él estaba viviendo un verdadero infierno por el amor de su hijo y hace algunos años atrás también entrego su corazón con muy malos resultados, pero eso ya no era muy importante – Puedes confiar en mí, no le diré nada a nadie. Aunque no creo que te sirva de mucho hablar esto conmigo.
-¡Que dices! ¡Si para mi es una gran alivio que alguien me escuche en esto! ¡Gracias Draco!
Y así el castaño le conto de Theo y su puro amor. Draco lo escucho en silencio, en parte agradecido por la confianza y por permitirse ver a una persona que creía que el futuro era iluminado y glorioso. Que había algo llamado amor que manejaba sus vidas. El ya no tenía esos sueños de niño. Pero le gustaba escuchar a Neville, el castaño era simpático y cálido. A pesar de las osadías que le decía, se notaba que tenía buenos sentimientos. En el fondo de su corazón sintió hasta envidia de la fuerza con la que Neville actuaba.
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Harry entro a la Hacienda en silencio, iba a buscar a Neville, pero era una excusa, ya que quería ver al rubio, debía aprovechar que venía sin Voldemort. El marques había sido llamado a resolver unos casos de improviso fuera de la región. Últimamente estaba demasiado ansioso por ver al rubio. A veces temía que Voldemort se diera cuenta.
-Al parecer llegue antes – Dijo Harry en voz alta al asomarse al jardín buscando a su primo, este no estaba pero si un hermoso rubio que no había notado su presencia. Harry sonrió agradeciendo el gustito de tenerlo frente a frente.
Habían pasado 5 años y Draco a pesar de todo lo que ha sufrido era un ser hermoso, parecía que incluso la madurez le sentaba mejor. Harry quedo parado en silencio observándolo desde la puerta, fijo en sus facciones y movimientos. ¡¿Cómo había sido tan imbécil?! Siempre se haría las mismas preguntas y siempre tendría las mismas respuestas, ahora solo le quedaba remediar en algo el daño. Salvarlo era una prioridad. Aunque el riesgo sea que el rubio no lo perdonara. Por qué el moreno se había planteado también eso, era lógico que Draco no lo siguiera queriendo todavía, sería un milagro si no fuera así. Suspiro desanimado. Lucharía igual por él, ya lo había decidido. No lo volvería a abandonar jamás.
-Ho, disculpe no lo hoy llegar – Draco iba a entrar a la casa cuando vio a James Evans parado mirándole, se acordó de todo lo que le había contado Neville de él. Al parecer, era un buen hombre. Pero sus ojos martirizaban al rubio, le recordaban a él, a ese que había sido alguien importante en su antigua vida. A ese que hacia doler su corazón con solo recordarlo.
-Hola – Dijo el moreno suavemente agradeciendo el estar ahí, solos – ¿Neville no está?
-Fue a refrescarse un poco al baño, volverá en seguida ¿Gusta una tasa de te? – Draco iba a entrar a la casa pero Harry lo tomo del brazo suavemente, el moreno no pudo resistir la tentación de tocarlo. No teniéndolo tan cerca. Su mente y conciencia se fe al carajo.
-¿Por qué siempre huyes de mí? – Harry lo miro fijamente ¿Cómo le gustaría besarlo y decirle la verdad? Tomarlo entre sus brazos y no dejarlo irse jamás. Sabía que lo que estaba haciendo no era normal. Pero ya no podía contenerse.
-No lo entiendo – Draco se preocupó, sabía que si Tom los pillaba en esa posición habría graves problemas para él y para su hijo. Pero la mirada de ese hombre lo seguía perturbando. No tenía miedo, no de él, pero había algo que le hacía sentir que no sabía explicar bien – Y suélteme por favor.
-Si te preocupas por tu marido él no está – Draco enarco una ceja ¿Cómo se había enterado el moreno de lo que estaba pensando? – Tuvo que salir fuera, lo más probable que no llegue esta noche, al parecer problemas en un puerto. ¿Y dime? ¿Por qué no respondes mi pregunta? ¿Por qué huyes de mí? – Lo último lo dejo coquetamente.
-Yo no huyo de usted, es solo que no es bien visto que estemos aquí los dos solos, soy un hombre casado – Draco trato de hablar en un tono tranquilo, pero no le resultaba mucho, James lo ponía nervioso. Demasiado para una persona como el que había aprendido a guardarse sus emociones.
-Yo también lo soy y hablar no es nada de malo. Tutéame Draco, me haces sentir viejo y creo que no lo soy tanto.
-Disculpe si lo importune, lo llamare James desde ahora – Trato de soltarse pero Harry lo acerco más a él, estaban frente a frente, verde y plata mirándose directamente.
-¿Por qué aparentas ser alguien que no eres? – Harry estaba tan cerca del, tanto que sentía su aliento en su cara.
-¿Qué? – La pregunta dejo al rubio descolocado.
-Algo me dice que tú no eres feliz ¿Tus ojos puede ser? No lo sé, es algo que siento, tú definitivamente no eres feliz. Y también veo que no amas a tu marido, no por lo menos de la forma que lo aparentas.
-¿No sé de qué hablas? – El rubio se movía tratando de soltarse, pero el moreno no cedía – ¡Suéltame! – Pero Harry lo acerco más a él y lo beso, pero no fue violento, al contrario, fue un beso cargado de deseo, pasión y esperanza. Draco de primera estaba impactado, ¡Un beso! ¿Hace cuánto tiempo atrás o había besado así? Los besos de Voldemort eran asquerosos, el de James era… ¡No sabía describirlo! Era... cálido. Su corazón latió rápidamente y temiendo lo que estaba sintiendo en el momento lo empujo con todas sus fuerzas y cuando logro soltarse del agarre firme del moreno lo miro asustado, sus manos taparon inconscientemente su boca. El beso le había hecho recordar sus sueños, esos que había tenido alguna vez de sentirse amado, no quería que su corazón de nuevo volviera a latir ¡No quería! ¡No quería volver a sufrir! Y ese beso le traía sentimientos encontrados. Le recordaban a alguien, igual que esos ojos. Cuando salió del shock inicial arranco de ahí. Dejando al moreno solo y pensativo, sus impulsos lo habían llevado a eso, la había embarrado, pero lo necesitaba, necesitaba sentir a Draco. Y se dio cuenta que al besarlo lo amaba, que lo quería y necesitaba más. Pero la cara de pánico del rubio lo frustro, entendió lo dañado que estaba por dentro de Draco. Suspiro profundamente, se sentía un poco embobado y asustado. ¡Quería salvarlo! ¡Quería amarlo! ¡Quería que supiera la verdad!
-Creo que lo asustaste – Dijo calmadamente Neville entrando a la terraza – ¿No crees que fuiste demasiado precipitado y rudo con él? – Neville había visto todo, ya que se escondió detrás de unas cortinas de uno de los ventanales de la casa que daban al lugar.
-Lo sé – Dijo Harry amargamente – No pude evitarlo ¿No sé si pueda resistir tanto tiempo verlo así Neville? Sufriendo… Su rostro me lo dice, ya ni siquiera sonríe ¡El maldito Voldemort le ha quitado todo! – La cara de Harry era de completa agonía e impotencia.
-Vamos a casa, es mejor que dejemos a Draco pensar y espero que esto no sea un retroceso. No ahora que he avanzado mucho con él.
Ambos chicos salieron del lugar en silencio. Ninguno se dio cuenta que desde el segundo piso los miraba marcharse un rubio temeroso con lágrimas en sus ojos.
*** Continuara ***