Capítulo 25: Cuestionamientos.
Era la mañana del domingo, Naruto estaba muy feliz ya que ese era el último día del viaje y, por lo tanto, el último día en que tendría que lidiar con Sasuke. Eso hizo que se levantara de muy buen ánimo, tanto así que incluso Hiroshi y sus amigos, con quienes se encontró en al ascensor, lo vieron con una extraña cara, pues no acostumbraban a ver a Naruto tan radiante como ese día. Sin embargo, Hiroshi sólo se limitó a darle los buenos días al igual que Kiba y Lee, pues prefería no preguntar nada ni hacer ningún tipo de comentario.
Los cuatro bajaron al comedor en donde Sasuke ya se encontraba junto a la mayoría de los alumnos para desayunar. Aquel día, al ser el último, acordaron levantarse un poco más temprano para salir a explorar todos en conjunto por los alrededores, pues ya en la tarde debían partir para llegar a Konoha antes de que anochezca.
—¡Buenos días sensei! —saludó enérgicamente Hiroshi a Sasuke.
—Bue-buenos días —saludó Sasuke tratando de sonar lo más simple posible pues Naruto lo observaba con disgusto.
Hiroshi vio extrañado como su sensei no le saludó con su habitual sonrisa de lado como siempre lo solía hacer. Quizá no se siente bien, pensó, y entonces recordó el accidente que había tenido por salvarlo a él el primer día y se sintió culpable por aquello, por lo que no dudó en preguntar:
—Sensei ¿se siente bien? Pregunto por lo del accidente con el árbol.
Sasuke se sorprendió, a decir verdad, todavía le dolía bastante la espalda, pero no le iba a decir eso a Hiroshi, pues no quería preocuparlo más y tampoco quería que Naruto se moleste más con él, por lo que trató de dar una respuesta corta, pero satisfactoria.
—Estoy bien, no te preocupes, gracias a la medicación todo está bien.
—¿De verdad? —preguntó feliz Hiroshi.
—Sí…
—Hiroshi —habló de repente Naruto— ¿por qué mejor no vamos a buscar el desayuno? Así dejamos que el sensei también tome el suyo —dijo sonriendo, pero Sasuke sabía que esa sonrisa de felicidad no tenía en lo absoluto.
—Sí, tienes razón —pronto Hiroshi se vio arrastrado por Naruto, sin poder decir ni una palabra más. Kiba y Lee, quienes sólo se habían mantenido al margen de la conversación, sólo los siguieron en silencio.
Por supuesto, después de haber tomado las bandejas con desayuno, arrastró a Hiroshi y sus amigos a la mesa más lejana de Sasuke.
Más tarde, una vez terminado el desayuno, todos los alumnos acompañados de Sasuke y Naruto, salieron a explorar por el pequeño bosque que se encontraba cerca del hotel, caminaron bastante hasta que decidieron hacer una pausa, pues Naruto ya no sentía las piernas y cabe decir, Hiroshi estaba en las mismas. Por suerte, encontraron una roca grande en donde sentarse.
—¿Qué haces Kiba? —preguntó Hiroshi al verlo agachado sobre la nieve.
—Oh, ¿quieres saber? —Kiba volteó la cabeza al preguntar— pues esto —se levantó tirando la bola nieve hacia Hiroshi, quien alcanzó a agacharse, terminando por impactar en la cabeza de Lee quien estaba sentado al lado.
—¡Oye! —se quejó Lee ante la risa de Kiba, la cual se vio interrumpida por un impacto de nieve proveniente de Lee.
Hiroshi, quien se cubría la boca para no soltar la carcajada pronto se vio lleno de nieve, cortesía de los tiros de Lee y Kiba, por lo que decidió unirse al pequeño combate de bolas de nieves. Pronto, los demás alumnos vieron la pequeña guerra y terminaron también por unirse. Naruto y Sasuke apenas y se dieron cuenta cuando de repente vieron como bolas de nieve iban y venían volando por el aire, sumado a las risas de los jóvenes quienes parecían disfrutar como niños pequeños.
—Parece que se divierten —le dijo Sasuke a Naruto con una expresión divertida en su rostro mientras se acercaba.
—Mmm —fue lo único que respondió Naruto volteando la vista hacia el lado, no tenía ni la más mínima gana de hablar con Sasuke, pero entonces, de repente, un impacto le llegó de lleno en la cara proveniente de quien sabe dónde. Sasuke volteó la vista tratando que Naruto no vea que estaba conteniendo una carcajada, pero Naruto igual lo vio y entonces de repente le habló— Sasuke —Sasuke volteó la vista para recibir un gran impacto de nieve en la cara, cortesía de Naruto, claro.
—Pero que… —decía Sasuke mientras trataba de quitarse la nieve de la cara, para cuando su vista se despejó, Naruto ya se había alejado a un lugar seguro para no ser impactado con las bolas de nieve que lanzaban los alumnos. Sasuke sólo dio una pequeña risita, sorprendentemente aquel había sido el momento más divertido que había tenido con Naruto desde hace más de 15 años, pues de seguro éste disfrutó haberle lanzado aquella bola de nieve y si aquello le hizo feliz, pues para Sasuke estaba bien.
Después de un largo enfrentamiento, los alumnos estaban agotados y congelados, así que Sasuke les indicó que debían volver, pues debían empacar para almorzar y posteriormente tomar el bus que los llevaría de regreso a Konoha. Por supuesto, sonrió internamente al notar a su hijo divertirse de esa forma con sus amigos. Esperaba que Hiroshi siempre pudiera sonreír y ser feliz como en ese momento.
Naruto, al oír la voz de Sasuke y al ver que la pequeña guerra de bolas de nieve ya había acabado, decidió salir de su escondite para posicionarse de inmediato cerca de Hiroshi instando a su hijo a avanzar hacia adelante ya que Sasuke se iría más atrás.
Más tarde después de almorzar, ya la mayoría de alumnos se encontraban en la entrada del hotel con sus cosas a la espera del bus, solo faltaban Naruto y Hiroshi.
Pasaron unos diez minutos más, por lo que Sasuke decidió ir a buscarlos, pues el bus ya estaba por llegar, primero se dirigió hacia el cuarto de Naruto en donde vio que la puerta se encontraba un tanto abierta y se escuchaban algunos grititos extraños, resultaba que Naruto y Hiroshi estaban forcejeando para cerrar una maleta, Hiroshi estaba sentado encima de esta mientras Naruto trataba de cerrarla.
—Disculpen… —habló calmadamente Sasuke llamando la atención de los dos donceles.
—Ah, sensei ¿qué hace aquí? —preguntó Hiroshi.
—Bueno, ya estamos en la hora de que el bus llegue, y ustedes son los únicos que faltan en la entrada, por eso decidí venir a ver si había algún inconveniente y parece que así es —bajó la vista hacia la maleta lo que hizo avergonzar a Hiroshi quien se levantó de inmediato.
—Lo sentimos sensei —habló Naruto con voz dulce fingida que claramente Sasuke no creyó—. No podía cerrar esta maleta así que Hiroshi me estaba ayudando, pero ya acabamos.
—¿Necesitan que les ayude a llevar algo? —preguntó Sasuke.
—No hace falta, puede volver, iremos enseguida —le cortó Naruto, estaba claro que no quería seguir hablando con él.
—Está bien —Sasuke se retiró y volvió con los demás alumnos, un par de minutos después, aparecieron Naruto y Hiroshi cargando varias cosas, al parecer, habían comprado varios recuerdos. No pasó mucho tiempo a que llegará el bus a lo que Sasuke les indicó que se sentarán en los mismos lugares que lo habían hecho antes a lo que todos estuvieron de acuerdo. Por supuesto, no tardó en sentir como alguien lo fulminaba con la mirada, pues debían compartir asiento nuevamente el cual, claramente era el objetivo de Sasuke. Esa era una clara forma de estar cerca de Naruto unas horas nuevamente sin que se vea mal y sin que Naruto tenga derecho a reprochar. Le encantaba saber que tenía el control, al menos, por unos momentos y ocasiones.
Cuando se subieron al bus, Naruto se sentó y de inmediato se volteó hacia la ventana. Estaba muy molesto, pues sabía que Sasuke había dicho aquello, sólo para sentarse a su lado nuevamente, aunque pensándolo detenidamente, era mejor a que se sentara junto a Hiroshi o cerca de él, ya que él y Sasuke se encontraban en el primer par de asientos, mientras que Hiroshi estaba casi hasta atrás, por lo que era poco probable que interactuarán.
Finalmente, el bus partió, Naruto se acomodó para tratar de tomar una siesta, pues la caminata de antes lo había cansado ya que él no era de los que salía mucho si no era para trabajar, a diferencia de cuando era niño que le encantaba salir a jugar fuera de casa.
Sasuke vio que Naruto se había acomodado con los ojos cerrados así que decidió sacar el libro que anteriormente había estado leyendo en su viaje en bus de ida para continuar su lectura. No pasó mucho cuando notó que Naruto se encontraba profundamente dormido. Sasuke no pudo evitar pensar en lo lindo que lucía Naruto dormido, a la final no se dio cuenta de que había transcurrido alrededor de una media hora en la cual en vez de leer el libro que se suponía iba a leer, sólo había estado viendo el rostro durmiente de Naruto, no fue sino hasta que la voz de Hiroshi lo devolvió a la realidad.
—Sensei —habló de forma gentil.
—Sí, dime.
—¿Quiere una galleta? Hinata y los demás las trajeron para compartirlos con todos —le ofreció una bolsita que contenía una galleta grande con chispas de chocolates.
—Gracias —Sasuke recibió una.
—También traje para mi oto-chan, pero por lo visto está durmiendo.
—Ah, sí, se durmió al inicio.
—Entonces será mejor no despertarlo, no quiero que se enoje conmigo —dijo con algo de temor Hiroshi.
—Sí, tienes razón, procuraré no molestarlo. Si quieres puedes dejarle una y se la daré cuando se despierte.
—¿De verdad? ¡Muchas gracias sensei!
Sasuke asintió con la cabeza y Hiroshi agradeció con alegría y le entregó otra galleta volviendo rápidamente a su asiento.
A Sasuke le hacía feliz poder hacer algo por su hijo y también poder hablar naturalmente con él, pues en el viaje apenas y habían intercambiado palabras debido a Naruto y no sólo eso, sino que, gracias a esa galleta, tendría una excusa perfecta para hablar con Naruto. Guardó ambas galletas en su maletín y trató de volver a concentrarse en su libro, pero un frenado un tanto brusco lo hizo soltar su libro y por instinto sujetar del brazo a Naruto quien se despertó exaltado por el movimiento.
—¿Qué pasó? —preguntó Naruto y varios alumnos al fondo.
—No lo sé, el bus frenó bruscamente de repente —respondió Sasuke.
—Sentimos lo de hace un momento ¿todos se encuentran bien? —habló la asistente del chofer y todos indicaron que estaban bien—, al parecer se nos atravesó un pequeño animal en el camino, por suerte siguió su marcha bastante rápido, así que retomaremos la marcha de inmediato —terminó por informar.
Sasuke y todos los demás, agradecían que aquello no pasara a mayores por lo que el bus volvió a andar.
Naruto, ya estando más despierto y enterado de la situación, notó que Sasuke estaba sujetando su brazo izquierdo. Frunció el ceño y le reclamó—Oye, ¿por qué me estás sujetando del brazo?
Sasuke recién notó que lo seguía sujetando así que lo soltó inmediatamente tras el reclamo.
—Lo siento, pero te sujeté para que no te fueras hacía adelante y te golpearas.
—Pues al parecer tu agarre duró más de la cuenta ¿no?
—Sí, lo siento —dijo Sasuke, pero la verdad era que no lo sentía en lo absoluto. Se inclinó para recoger su libro que había dejado caer anteriormente—. Por cierto —abrió su maletín y sacó la galleta para entregársela—, Hiroshi estaba repartiendo estas galletas a todos y te dejó esta.
—¿Qué Hiroshi qué? ¿por qué estabas hablando con él? —preguntó Naruto mientras fruncía cada vez más el ceño.
—Como dije, estaba repartiendo a TODOS —hizo énfasis en “todos”—, no podía negarme cuando vino tan amable a darnos esto.
—Siempre tienes una excusa para todo ¿no? —Naruto le arrebató la galleta y la guardo en un pequeño bolso que llevaba consigo para posteriormente volver a acomodarse para seguir durmiendo.
Sasuke sonrió de lado, de alguna forma esta vez se sintió victorioso, pudo hablar con Hiroshi y sostener y tocar un poco (muy poco) a Naruto. Recordó que en aquel entonces era Naruto quien siempre lo perseguía para tener una muestra de afecto de parte de él, ahora entendía como se sentía Naruto en aquel entonces pues ahora era él quien perseguía a Naruto para tener su atención.
Unas horas después mientras el sol de a poco desaparecía llegaron a Konoha en donde varios padres esperaban a sus hijos para llevarlos a casa. Sasuke, obligadamente tuvo que charlar con algunos perdiendo de vista a Hiroshi y Naruto, probablemente este último se lo llevó en cuanto bajaron.
Finalmente, después de un rato, Sasuke se despidió de los últimos alumnos y caminó hasta el estacionamiento en donde se supone que Itachi lo estaría esperando. Después da andar un rato vislumbró el auto de Itachi y se dirigió hacia él, cuando llegó, dio leves golpecitos al vidrio para que Itachi, quien parecía estar bastante entusiasmado jugando un juego en su celular, lo notara y le abriera.
—Ah, ototo —Itachi bajó del auto para abrir la cajuela para que Sasuke guardara su pequeña maleta y su maletín para luego ambos subir al auto—, y bueno, ¿qué tal tus vacaciones con Naruto y tu hijo? —preguntó mientras ponía el auto en marcha.
—¿Vacaciones?
—¿Qué no fue eso?
—Puede ser —la verdad es que, si lo ponían de esa forma, técnicamente sí había vacacionado con Naruto y Hiroshi—, pero la verdad es que no pude hablar ni ver mucho a Hiroshi debido a Naruto.
—Vaya, por lo visto no te la dejó nada fácil.
—Pues no, pero aún así, me quedo con los pequeños momentos.
—Necesito saber más de eso, así que en cuanto lleguemos a casa, debes contarnos todo lo que pasó mientras tomamos un café, de seguro Deidara también está curioso.
—Está bien —aceptó Sasuke. Si bien, se quedaba con los pequeños momentos que pasó con su hijo (y con Naruto) aún tenía mucho en qué pensar ¿de verdad podía aceptar ser sólo el profesor de su hijo? ¿de verdad podía guardar la distancia adecuada con Hiroshi para que nadie piense que le da preferencia? ¿de verdad podía aceptar que sólo estaría cerca y ver a Hiroshi los años en que sería su profesor? ¿de verdad podía aceptar con los años la idea de pasar al olvido para Hiroshi? ¿de verdad podía contener el decirle que él era su padre y que quería abrazarlo, pedirle disculpas y decirle lo mucho que lo quería? Ese tipo de preguntas sólo atormentaban su mente, de verdad que quería decirle toda la verdad a su hijo, pero tampoco quería que este lo odiara por haberlo abandonado, por no haber estado a su lado todos estos años, aunque también estaba la remota probabilidad de que Hiroshi lo aceptara como su padre. Todavía tenia tiempo para pensar, pero sabía que en algún momento debía decidir definitivamente si le diría la verdad o no.
Continuará…