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Cuando el amor vuelve a tocar el corazón por lady_chibineko

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Título: Cuando el amor vuelve a tocar el corazón



Autor: chibineko



NOTA: Todos los personajes de este fanfic pertenecientes a la serie de Rurouni Kenshin son propiedad exclusiva de su autor Nobuhiro Watsuki.



Advertencia: Este es un fanfic del tipo yaoi, lo que quiere decir relaciones chico-chico; si no es de agrado este tipo de lectura, por favor no sigan.



Capítulo II: Entre aves y presentaciones



El día continuaba apacible, hacía poco había pasado del medio día y Kamatari se encontraba en el bosquecillo cercano al patio del gran campus universitario. Era un lugarcillo tranquilo y poco frecuentado por el resto de los alumnos, aún cuando estos fuesen tantos; además había una pequeña lagunita surcada por un puentecito estilo oriental, con lo que de alguna manera se sentía casi en casa estando allí. Por lo general era el lugar donde Matt y él almorzaban, pero ese día estaba solo pues Matt estaba presentando una exposición acerca de un proyecto personal que le habían dejado a todos en la clase, y que cada quien debía exponer solo ante los profesores, .... pensar que dentro de un par de días él tendría que pasar por lo mismo le causaba escalofríos. Bien, por lo menos tenía otras tres horas hasta su siguiente clase y tenía planeado quedarse allí hasta entonces.



Estaba cómodamente echado boca abajo sobre la hierba; sobre una manta de color celeste, y con un pequeño resumen de un capítulo de la constitución que debía de memorizar para el día siguiente; pero nuevamente su mente se echó a volar en torno a ese chico rubio a quien había evitado desde que llegase hacía ya casi un mes. Más de una vez se había sorprendido a sí mismo viéndolo mientras que por su mente el pensamiento de *¡Kakkoii! (que guapo)* se acercaba sin que pudiese evitarlo; y más de una vez, antes de poder desviar la mirada molesto consigo mismo, un par de ojos color de cielo lo observaban de manera divertida; sin que pudiese evitar sonrojarse de vergüenza por eso. Además ya ni siquiera podía ver a uno solo de esos dioses que fuera rubio sin pensar en el susodicho Steven Wildfire; era desesperante, pero él mismo se prometió que nunca más dejaría que alguien tocase su corazón luego de lo de Shishio-sama, ¡Y pensaba cumplirlo!



*Ahhh!, debo de poner otro tipo de pensamiento en mi mente; de solo pensar en que no debo de pensar en él, vuelvo a pensar en él. Kamatari no baka!. ¡Lo hiciste otra vez!* - Kamatari hundió el rostro en la manta cuando sintió algo sobre su espalda; y al voltear vio a Hime, su paloma, levantar vuelo ligeramente para volver a posarse sobre el vientre de Kamatari cuando este se puso boca arriba. Kamatari sonrió y acarició suavemente las plumas blancas de Hime; era la primera de todas las aves que ahora estaba criando.



"Konnichiwa Hime-chan; viniste a hacerle compañía a tu solitario amo, ne???"- todas las palabras que Kamatari le había dicho a Hime estaban en japonés; y era así como había adiestrado a todas sus aves, en su lengua natal. Kamatari siempre fue bastante aficionado a la crianza de aves, pero nadie entre los Juppon Gatana le tomó mucha importancia, diciéndole incluso que perdía el tiempo(excepto Soujiro, a quien le parecían lindos animalitos; y Cho, quien no le dijo nunca nada), aunque esto no le importó mucho, pues en realidad para él siempre fueron como una familia, no le gustaba sentirse solo; pero antes de volver a las filas al mando de Shishio dejo libres a todas sus aves, creyendo que si podía conquistar a Shishio nunca más volvería a estar solo. ¡Que gran error!. Al llegar a América se dio cuenta que en toda su vida jamás había estado tan solo como en ese momento, por lo que su afición por la crianza de estos fieles animalitos volvió; todas aquellas aves a las que él pudiera criar de manera que de alguna vez le fuesen útiles estaban bajo su mira: palomas, aves de presa, pequeños pajarillos cantores; todos, pero no le gustaba mantenerlos enjaulados, nada era más importante que la libertad, y por ello los criaba para que fuesen a él, nada más hermoso que llamarlos y que estuviesen allí con él.



Kamatari siguió acariciando a Hime mientras recordaba como el primer día que llegó se sintió totalmente desubicado, y que de pronto y sin saber como, se encontró en el bosquecillo en el que se encontraba en ese preciso instante; y como encontró aquel nido caído, con varios huevecillos en su interior, pero solo uno intacto. El poder reconocer un huevo de paloma al instante fue de gran ayuda para el ser que aún no nacía; en cierta manera Kamatari era un experto y pronto se las arregló para crear un ambiente adecuado para el pequeño huevito, del que unos días después emergió Hime (Princesa), que fue el nombre que le puso a la avecilla; sin importarle mucho si era o no una hembra. Luego, la falta de actividad social hizo que Kamatari hiciese aquello que cualquier persona que tiene un montón de tiempo libre (por lo menos en ese entonces, porque ahora no tenía tiempo ni para peinarse) y nada interesante para hacer hubiera hecho, caminar por todos y cada uno de los lugares del campus; y fue así como descubrió que la azotea del edificio de dormitorios no era utilizada en lo absoluto; no había modo de llegar, osea que no había una escalera o algo parecido; pero trepando por una de las ventanas del último piso era bastante fácil llegar para Kamatari, lo cual comenzó a hacer casi todas las noches. Luego de una semana el lugar estaba lo suficientemente limpio; una plancha de madera delgada por aquí, otra por allá; unas cuantas jaulas arregladas como cómodos nidos, y algo de comida para aves era todo lo que necesitaba; y con algo del dinero que el gobierno japonés le daba para vivir era más que suficiente; puesto que aparte de algo de ropa decente y una buena colonia no necesitaba nada más, pues hasta comida le daban en el comedor de la universidad, la cual por lo general se llevaba a comer a su lugar especial. Bien, casi dos meses habían pasado desde entonces; y entre huevecillos, jóvenes aves perdidas, y una que otra ave que compró por allí a algún vendedor ya tenía alrededor de 15 compañeros que le hacían menos tristes los días; incluso Matt-san se llevaba bien con sus bebés; y además podía agregar que hasta Hime lo estaba ayudando en su conspiración para juntar a su amigo Matt con la chica que le robaba el sueño, Kate Wallace.



Aún recordaba como con la sagacidad propia de un japonés de sus tiempos y que había llevado la vida que él tan bien conocía (osea la de un guerrero, espía e incluso revolucionario, todo a la vez), había averiguado los hábitos usuales de Kate, y había descubierto que casi todos los días, entre las 2 y 4 de la tarde, Kate iba sola (porque por lo general estaba siempre acompañada de sus amigas Vivian, la cual le caía muy bien a Kamatari; y Eve, la cual si no le caía para nada bien, era peor que una víbora venenosa a punto de morder, pensaba Kamatari) hasta un rincón cómodo y apartado, cerca de las gradas de la facultad de Literatura. Hacía exactamente tres días Kamatari se sentó en ese lugar esperando a Kate, pero de manera casual; y al acercarse Kate, a una señal suya, Hime fue volando hasta el hombro de su amo, ante lo cual Kamatari hizo como si se sorprendiese y comenzó a hablar con el ave como lo hacía constantemente.



*********Inicio de un Flash Back tres días atrás**************



Kamatari espera cerca de las gradas a Kate, y al verla sonríe satisfactoriamente para sí mismo.



*Yoshi! (Bien!), vino tal y como yo esperaba* - con un ligero movimiento de cabeza, indicó a su paloma Hime que se acerque pero se hace el sorprendido al verla; ante lo cual Kate, que ya se iba se asoma con curiosidad para ver que esta pasando.



"Hola mi pequeña Hime" - como nunca antes, Kamatari comienza a hablarle a Hime en inglés - "Dime, ¿qué es lo que viniste a decirme hoy?, espero que sea algo interesante y nada malo; ah!, pero que veo, tienes un mensaje en tu patita, se seguro Matt-san lo puso allí; veamos que dice"



Kamatari finge leer mentalmente y con interés el mensaje, tras lo cual pone una cara de desilusión.



"Vaya; parece que Matt-san está triste de nuevo por esa chica; le compuso otro poema de amor, ya me imagino ahora cuando llegue al cuarto, va a estar toda la noche: Kate no me hizo caso, Kate no se fijó en el peinado que me dijiste que usara, Kate nunca se fijara en mí, Kate, Kate, Kate... Esta es la historia de nunca acabar, ne?. No entiendo Hime, como puede una chica no darse cuenta de las existencia de alguien tan apuesto como Matt-san. En mi país jamás se burlan de las personas que son aplicadas y responsables; sino todo lo contrario, son bastante respetadas y las chicas se mueren por los hombres que muestran su inteligencia, y aún más si son apuestos. Aquí son todos tan superficiales. No entiendo a las personas de este país."



Tras esa 'charla' con su paloma, Kamatari envió a Hime a volar (literalmente hablando), mientras se iba murmurando cosas por el camino; pero en su interior esperaba haber abierto un poco los ojos a esa chica, pues si había algo de lo que se había dado cuenta Kamatari, era que esa chica podía ser muchas cosas, pero no superficial.



Mientras tanto, el plan de Kamatari parecía haber surtido algún efecto, pues Kate se comenzó a preguntar cuantas posibilidades había de que estuviese hablando de ella; teniendo en cuenta que sabía que tanto ese extraño chico como el mencionado Matt estaban en su misma facultad y en su mismo año; y que más de una vez había sentido que ese chico la miraba, e incluso había notado la mejoría en su aspecto; aunque había escuchado rumores de que era por motivo de estar con ese raro chico con quien tanto andaba ahora, y por lo que ya habían rumores no muy inocentes circulando por allí acerca de los dos. Pero esto que acababa de escuchar no solo lo desmentía todo, sino que le daba en que pensar; comenzando por el hecho de que poco después de su ingreso, puso sus ojos en ese muchacho; el cual no solo le pareció guapo, aún debajo de su aspecto desaliñado, sino también inteligente y responsable; pero cuando se hizo amiga de Eve, esta le dijo que no llegaría a mucho fijándose en alguien de tan poco estilo como él, y las palabras que acababa de escuchar de ese joven habían golpeado bajo a Kate.



*************fin del Flash BacK****************



Kamatari recordó todo esto y sonrió para sus adentros; si todo resultaba tal y como lo había planeado, esos dos estarían juntos para la celebración del aniversario de la universidad, fiesta que se llevaría a cabo en 12 días más. Con satisfacción por tenerlo todo tan bien planeado, Kamatari frotó un poco su cabeza contra la manta, pero se dio cuenta que en lugar de la manta había algo más y recordó el resumen que se suponía debía de leer y memorizar; consultó con el pequeño reloj de cuerda que esta en uno de sus bolsillos y se dio cuenta que había desperdiciado casi una hora, y que por lo tanto solo tenía un par de horas libres antes de sus clases; y si no leía y memorizaba eso ahora, tendría que hacerlo en la noche, y ya se estaba cansando de las amanecidas; así que en un último esfuerzo de voluntad se dio media vuelta con cuidado, dejando a Hime sobre su cabeza al final.



"Si quieres puedes quedarte allí, pero pórtate bien. De acuerdo?



Mientras el ave se acomodaba entre los cabellos de Kamatari, este comenzó a leer poniendo lo mejor de si mismo, cuando un movimiento detrás hizo que Hime levantara vuelo, al tiempo que una voz inundaba el ambiente.



"Vaya, eso que dijiste sonó bonito; lástima que mi japonés no sea tan bueno, pues solo entendí un par de palabras"



*Esa voz*



Kamatari volteo lentamente, solo para encontrarse con un par de ojos celestes mirarlo de manera divertida. Con una mezcla de sentimientos, se volteó para sentarse sobre su manta, enseñarle la espalda al enemigo era lo último que un buen guerrero debía de hacer; y aunque trató de decir alguna cosa ninguna palabra salió de sus labios.



"Steven Wildfire. -se presentó a sí mismo- Te he visto en la mayoría de mis clases; fue una descortesía de mi parte el no haberme presentado hasta ahora. Espero me perdones." - dijo el joven mientras se ponía de cuclillas y estiraba una mano hacia Kamatari.



Si, eso era cierto; para su desgracia y de la peor forma Kamatari se enteró que el señor Wildfire también estudiaba leyes, ¡Lo veía a cada rato!. Bueno no era mucho lo que podía hacer en ese momento; y mientras Wildfire le tendía una mano a la vez que se presentaba de manera tan cortés, Kamatari mecánicamente le estrecho el saludo al tiempo que se presentaba.



"Kamatari Honjo; no!, quiero decir Honjo Kamatari. Es un placer"



Para completo horror de Kamatari, Steven se sentó cómodamente sobre la manta extendida sobre el césped, mientras mostraba señales de sentirse muy a gusto, y estar dispuesto a una larga charla; para la cual Kamatari no tenía tiempo ni ganas; por lo menos no con él, se estaba poniendo nervioso.



"Entonces; escuche que viniste de intercambio desde Japón, ¿Es cierto eso?" - dijo con un tono bastante jovial Steven, mientras se ponía más cómodo al apoyarse contra el tronco de un árbol.



Kamatari simplemente se limitó a asentir con un movimiento de cabeza, ante lo cual Steven sonrió.



"Ahhh!, siempre escuché que Japón era un lugar muy hermoso; y ahora tengo a alguien que me puede contar casas bonitas de allá; creo que tengo mucha suerte después de todo. -dijo con ensoñación y dando la apariencia de hablar solo, pero entonces volteando a Kamatari siguió- "Espero que no le moleste si me tomo la libertad de robarle una pequeña fracción de su tiempo.... ¿Cómo debo de llamarlo, Honjo o Kamatari?"



"Todos los que me conocen me llaman por mi apellido, Kamatari; y es así como me siento más a gusto si no le molesta, Wildfire-san" - dijo con el tono más impersonal que pudo; lo último que quería era darle demasiada confianza a ese casanova, como lo había llamado Matt-san.



Más el rubio pareció no inmutarse demasiado ante ese tono, o tal vez no lo había notado pues de manera bastante familiar, y agitando una mano señalo: "Oh!, no, no; llámame Steven por favor; Wildfire me hace sentir viejo, o en clases, pues solo los profesores me llaman así. Por cierto, linda paloma; parecía muy bien amaestrada; ¿tú mismo la entrenaste?, me encanta entrenar todo tipo de animales, sabes?; mis preferido son los perros grandes y los caballos; pero entrenar aves también me hace sentir bien, por así decirlo; son animales muy inteligentes. Entonces, ¿tienes más palomas entrenadas?; es raro, no sabía que hubiese algún lugar por aquí lo suficientemente confortable como para entrenar aves, por lo menos no sin que te descubriesen"



"En el techo del edificio de dormitorios" - se encontró diciendo Kamatari de pronto sin siquiera poder detenerse a pensar en lo que había hecho; hasta que como es obvio, fue demasiado tarde.



"¿En serio?, entonces todos esos ruidos que escuchaba por las noches no eran del todo mi imaginación; pues veras mi habitación está en el último piso. Pero en serio, una vez se me ocurrió subir hasta allí, pero baje de inmediato, pues el lugar era un basurero; debe de haberte costado mucho el dejarlo limpio, mis respetos. Así que si tienes más después de todo, tal vez una noche de estas vaya a visitarte cuando escuche ruidos; me encantaría ver a todos tus aves."



Mientras Steven hablaba prácticamente en un monólogo, Kamatari no pudo dejar de observarlo ni un solo minuto, estaba completamente rendido ante la hechizante belleza de hombre que estaba frente a él; cada movimiento, cada palabra, su voz, la manera en la cual el viento movía su cabello, el cual era un poquito largo, y a la vista, bastante rebelde; todo, absolutamente todo era parte de un hechizo en el cual Kamatari había caído, y de manera alarmante; cuando de pronto un grito que lo llamaba por su nombre lo sacó de su ensoñación; a lo lejos podía oírse la voz de Matt que lo llamaba desde los límites del bosquecillo, y unos sonoros paso que destrozaban ramitas secas en su camino dejaban ver que ya se estaba acercando.



"Bien" - dijo Steven con una voz algo triste- "creo que ya es hora que me vaya retirando, parece que tu amigo ya viene a buscarte"



La frase tenía un apreciable doble sentido, debido al tono de voz con que fue dicha, y Kamatari estaba a punto de reprochar esto, cuando su sentido común le dijo que si dejaba las cosas así era poco probable que lo molestase de nuevo, así que con un casual "Eso parece" respondió a la pregunta que le fue hecha. Steven no pareció inmutarse mucho por esto, y con un guiño travieso y un "Bueno, nos vemos" se despidió yéndose por otro camino diferente del que venía Matt; y fue mirando hacia ese lugar que encontró Matt a Kamatari.



"Hey, Kamatari; ya vine. Espero que no te hayas acabado el almuerzo sin mí; recuerda que te di a guardar mi parte"



Kamatari miró a Matt como embobado, por lo que este le devolvió una mirada preocupada.



"Oye, ¿te encuentras bien?"



"Hai" - respondió Kamatari en un susurro, pues él mismo no estaba muy seguro de que eso fuese del todo cierto, pero luego recuperando su animosidad de siempre le preguntó a Matt que tal le había ido en su presentación, alegrándose mucho de que le dijera que bien, y aún más de que le confirmara de que los profesores no estaban siendo tan estrictos; tras lo cual llegaron irrevocablemente a hablar de lo de siempre, Kate Wallace, aún cuando Matt ya se estaba preguntando si su amigo ya estaría aburrido de él, pero Kamatari parecía muy feliz de escucharlo; y así siguieron hablando por el tiempo que les quedaba libre, sin saber que un par de ojos cielo los había estado observando atentamente, mientras que su dueño oía la conversación de los dos jóvenes; y cientos de ideas surcaban su mente.



*Vaya, vaya; al parecer y como siempre, los rumores van más allá de la realidad. Bien, el día del aniversario probaré suerte, pero mientras tanto debo de ir alistando el terreno, y este primer paso no estuvo tan mal después de todo. Hmmm, es mucho más lindo cuando habla con una mayor confianza.*


Y poco después, con movimientos cauteloso, una sombra se alejó lentamente, mientras que los dos amigos seguían hablando animadamente acerca de profesores, horribles exámenes sorpresa, trabajos, palomas, la fiesta de aniversario y Kate Wallace.



Notas de Autora:



Hola a todos, espero que se encuentren bien. También espero no haber matado a nadie de aburrimiento con este capítulo, pero que se le va a hacer, es parte de la historia, saben?.



Por otro lado, ya las cosas se están poniendo un poco más interesantes creo yo, y si tienen alguna sugerencia o un comentario, estaré esperando ansiosa a que me digan que les está pareciendo hasta ahora la historia.



Bueno, un bechito felino para todos, y cuídense mucho



chibineko =^.~=


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