Tras resolver su dilema tomó todo el valor que pudo y sin más tiempo que perder tomó la llamada.
-¡Hola, Gabriel! ¿Cómo va todo?-preguntó intentando disimular su nerviosismo.
-¿Avanzaste los tres capítulos como te lo propusiste o la emoción te llevó a seguir?-fue la respuesta que dio con el mismo tono frío que siempre utilizaba.
-Sí, bueno, respecto a eso…-David sacudió su cabello hacia arriba reclamándose mentalmente por dejar de lado su lectura sólo por un mal momento.
-¿De verdad no leíste nada?
-Pasaron algunas cosas y no pude leer…-se limitó a decir con un claro tono de frustración en su voz-Las cosas no siempre salen como uno quisiera y bueno, hoy fue una de esas veces.
Gabriel pudo darse cuenta de inmediato de la razón por la cual el chico no había leído, principalmente por el tono de su voz, y para no hacerlo sentir peor prefirió no mencionar el tema.
-Eres un desastre, no hay tarea y no aprovechas el tiempo para leer ¿Qué clase de persona eres?
-Eso fue cruel ¿Sabes?-le dijo a manera de reclamo-Yo tenía muchas ganas de leer y tenía todas las intenciones de hacerlo pero el mundo conspira en mi contra…
-Sí claro, sólo estás buscando pretextos para justificar tu flojera.
-Nunca entras a tus clases y si entras sólo te dedicas a jugar con Valentina ¿Y dices que el flojo soy yo?-rio ligeramente al no poder creer lo que escuchaba.
Y así continuaron por casi media hora, hablando de cosas triviales y sin sentido pero que consiguieron distraer a David y permitirle pensar en algo que no fuera lo que acababa de pasarle.
-Ya te voy a dejar leer, te estoy reclamando por perder el tiempo y sólo estoy consiguiendo retrasarte más-le dijo el más alto al sentir que las cosas estaban mejor que al principio-Y espero que no pongas más pretextos y cuando menos llegues al tercer capítulo y completo.
-¿Cómo si fuera a haber examen de lectura? ¿De qué sirve que no tenga tarea si vas a ponerme a hacer algo?-le preguntó de manera burlona.
-Es mejor que te vayas acostumbrando, ni creas que cuando te preste un libro voy a dejar que tardes eternidades en acabarlo…-fue su respuesta y escuchó una fuerte risa del otro lado del teléfono-Voy en serio así que tómalo de esa manera… No pierdas el tiempo en tonterías y concéntrate en lo que es importante ¿De acuerdo? Nos vemos mañana-fue lo último que dijo antes de colgar el teléfono.
Con mucho mejor ánimo y con un poco de intriga, pues por la forma en que se despidió le dio la impresión de que intentaba hacerlo sentir mejor, tomó el libro en sus manos y se recostó en la cama dispuesto a avanzar hasta donde habían acordado.
-Tal vez el día no estuvo tan mal-se dijo con una sonrisa dibujada en sus labios-Cuando menos esta media hora pude divertirme un rato-miró de reojo su celular y sin más comenzó a leer.
Y mientras tanto el otro chico estaba sumido en sus pensamientos, recordando un poco de lo que había pasado antes de terminar con su llamada.
-De verdad que es débil-dio un largo suspiro con el celular aún en sus manos y sentado en la orilla de la cama-No creí que le pudiera afectar tanto, después de todo, no fue tan mala idea llamarle… Es un tonto, de verdad-curvó ligeramente sus labios como si intentara sonreír.
Al día siguiente llegó a su clase temprano, y no porque tuviera ánimos de ir, sino porque tenía curiosidad sobre el estado del más bajo y ya que la clase empezaba pasadas las ocho creyó que sería bueno verlo por sí mismo.
Se sentó cerca del salón en que tendría la clase y se dedicó a esperar que el otro llegara mientras continuaba con su lectura. No pasó mucho tiempo antes de que él llegara y se sentara a su lado.
-¡Sufre porque cumplí con mi promesa!-le dijo señalándolo y con tono desafiante-Leí los tres capítulos que dije antes de irme a dormir y cuando venía para acá casi termino otros dos, me faltaron como cuatro o cinco páginas…-sonrió con satisfacción y como si intentara retarlo.
-Tampoco te emociones, no es como si realmente hubieras hecho mucho, no llegar mínimo al quinto capítulo antes de detenerte para hacer otras cosas sería casi un crimen-le respondió serio pero a la vez intentando molestarlo.
-Nada te parece, sólo buscas un pretexto para molestarme y usas cualquiera aunque no sea válido…-el menor dejó de verlo fingiendo estar indignado a lo que el otro le respondió rodando los ojos-Gracias-dijo después casi en un susurro mientras arqueaba sus cejas hacia abajo y lo miraba con ojos grandes, como si intentara imitar la mirada de un cachorro-Es tonto y créeme que lo sé pero ayer me los encontré cuando iba para mi casa y no me sentí muy bien que digamos, por eso no tenía ganas ni de leer y si no hubiera sido por tu llamada quizá estaría igual que ayer en la mañana…
-Sí que eres un tonto y aceptarlo es el primer paso-le dio unas pequeñas palmadas en el hombro-Una vez que dejes de serlo habrás superado la prueba-le dedicó una pequeña sonrisa y desvió su mirada para ver lo que había justo frente a ellos-Supuse que algo así pasaría y creí que seguramente estarías hecho un lío como ayer y que correrías a contármelo; que no lo hicieras y que no suenes tan afectado me sorprende pero me alegra, ahora sí estás afrontando las cosas en vez de victimizarte.
David no supo que responder, a pesar de la forma tan peculiar en que lo dijo sentía que era su forma de darle apoyo y hacerlo sentir mejor consigo; de cierto modo se sentía feliz por no haber sido regañado como la vez anterior e incluso él sentía que había progresado bastante. Sonrió antes sus pensamientos y ambos permanecieron sentados en silencio pero no uno incómodo como tantos otros habían tenido, sino más bien uno que demostraba que ambos habían dicho lo suficiente y lo demás no necesitaba expresarse mediante palabras.
Unos minutos después llegó al mismo lugar Brenda quien, con su típica expresión indiferente, los saludó moviendo su mano y después siguió su camino hasta llegar a otra banca no muy lejana a donde ellos estaban.
No pasó mucho antes de que más compañeros de clase comenzaran a llegar, entre ellos Valentina y sus amigas, y comenzaran a ocupar los pocos lugares disponibles para sentarse provocando que el par acortara la distancia que los separaba. Ninguno le dio importancia a la cercanía y entre comentarios sin sentido y risas por parte del más bajo pasaron el resto del tiempo antes de entrar a clase.
En cuanto el aula se desocupó totalmente ambos se levantaron y justo antes de que pudieran entrar Brenda se colocó frente a ellos con la expresión que sólo hacía cuando comenzaba a imaginar historias, antes de que pudiera decir lo que quería Valentina y sus amigas y Araceli y Angélica llegaron al mismo lugar intentando entrar a su clase.
-Ustedes serían la pareja perfecta, se los digo en serio-fue lo primero que salió de sus labios sin medir las consecuencias de sus palabras e ignorando que había más personas a su alrededor-Se ven tan lindos juntos que no decírselos sería casi un crimen, parecen una pareja de enamorados…
-No sólo lo parecemos, lo somos ¿Verdad?-respondió el más bajo atrayendo a su acompañante con un abrazo, provocando su sorpresa y que de inmediato intentara alejarse-Gabriel…-continuó casi suplicante-No niegues nuestro amor…
La más baja cubrió su rostro completamente rojo ante tal escena, no esperaba ese tipo de respuesta y simplemente no supo que hacer; los chicos simplemente siguieron su camino aunque el más alto se notaba claramente confundido.
-No puedo creer que se los dijeras Brenda…-le dijo Valentina al pasar junto a ella con una pequeña risa.
-Te admiro-comentó Angélica con sinceridad-Ni de broma me hubiera atrevido a decirles lo tiernos que se ven juntos y agradezco lo que conseguiste con eso, soy tu fan-le dedicó una sonrisa sincera para mostrarle que hablaba en serio y mostrarle el ligero sonrojo que causo el momento.
La clase llevaba su curso normal pero David estaba más preocupado en otro asunto más que en los prefijos y sufijos griegos y su significado; simplemente no podía evitar pensar que su amigo lo estaba evitando y todo después de lo que acababa de hacer pues cada que intentaba entablar conversación con él le respondía de manera cortante y ni siquiera lo miraba. La clase terminó y entonces decidió averiguar la razón de su actitud mientras caminaban a su siguiente clase.
-¿Estás enojado?-le preguntó seriamente y únicamente recibió un movimiento de cabeza que negaba-¿Te molestó lo que hice hace rato? Si es por eso no te lo tomes en serio, todas ellas son fanáticas de las relaciones amorosas entre chicos y simplemente tenía curiosidad de saber como reaccionarían y pensé que podía aprovechar que Brenda lo mencionó.
-De verdad no estoy molesto, me tomó por sorpresa que lo hicieras, sólo eso…-le respondió Gabriel sin darle mucha importancia ni detener sus pasos-Además, si sólo es por eso que lo hiciste no hay razón para que esté molesto ¿No crees?-se detuvo en seco y volteó hacia él y le dedicó una pequeña sonrisa, logrando tranquilizarlo.
Fue entonces cuando el más bajo colocó durante unos segundos su cabeza en el hombro del más alto, aprovechando que se detuvo, correspondiendo la sonrisa y sintiéndose mejor que antes. Ante la acción el otro simplemente rodó los ojos y le dio un pequeño empujón para hacerlo caminar.
Las clases siguieron su curso y, para mala fortuna de todos, la señal de que el periodo estaba a punto de concluir llegó: los trabajos para entregar y exámenes a montones. En la clase anterior no habían tenido ese problema pues el examen lo realizaron varios días antes y era lo único con que evaluaban la materia, en cambio, para esta materia tenían que entregar: un trabajo escrito sobre una lectura que habían realizado, guía para presentar el examen y las actividades que ya habían revisado y las que les faltaran.
Debido a esto la mayoría comenzó a desesperarse, pues era evidente que no sólo tendrían esas tareas, sino también las que se fueran acumulando de las materias que aún faltaban. Sin embargo, había algunos que simplemente tenían expresión de: “Con no dormir durante lo que resta de la semana termino bien” y “De cualquier manera iba a necesitar recursar la materia así que no importa si no entrego todo” y sólo Gabriel se mostraba totalmente tranquilo y confiado.
-¿Cómo haces para que no te estrese el fin de periodo? Digo, sabía que esto pasaría pero no puedo evitar estar preocupado y en cambio tú te ves tan relajado…
-Varias materias ya las tengo reprobadas por faltas así que no tiene caso que me preocupe por los exámenes y trabajos, otras no hay forma de que las pase por más que estudie y el resto son sencillas y no tengo de que preocuparme, por eso es que no me estreso…
-Me ayudarás a estudiar entonces ¿Verdad?-el más bajo lo miró con ojos grandes en un intento casi desesperado por convencerlo-Si no vas a hacer todas las tareas ni vas a estudiar para todos los exámenes tienes tiempo libre y que mejor que aprovecharlo ayudándome ¿No crees?
-Ni de broma, ese tiempo lo aprovecharé para leer y nada de lo que digas me hará cambiar de opinión-le respondió ignorando completamente su mirada-Ya eres lo suficientemente grande como para resolver ese tipo de problemas por ti mismo, estarás de acuerdo.
-¡Eso es cruel! Sólo te estoy pidiendo ayuda para repasar los temas, no te estoy pidiendo que presentes el examen por mí y hagas mis trabajos-le reprochó haciendo berrinche.
-Ya, ya… No hagas tanto drama-el más alto rodó los ojos y enfocó su mirada en él-Si ayudándote a estudiar vas a dejarme tranquilo lo haré, pero conoces mis condiciones: sólo de materias que se me facilitan, no puedes andar trayendo a medio salón para que también les explique, si estoy leyendo o haciendo algo más ni se te ocurra y… Creo que es todo.
-Sí, te lo prometo; no te distraeré si haces algo más, sólo me ayudarás con unas cuantas materias y no traeré a nadie más-le respondió con emoción pues no se creía haberlo convencido tan fácilmente mientras el otro reía por lo bajo al ver su reacción.
Los días previos a los exámenes pasaban bastante rápido o al menos eso parecía pues incluso el que tenía la fecha más alejada estaba muy cerca y ni hablar del más próximo pues faltaban sólo un par de horas para presentarlo.
-¿Por qué tan nervioso?-preguntó Emilio a su amigo al verlo distraído-No acostumbras ponerte tan tenso antes de un examen y me dijiste que estuviste estudiando todo el camino a la escuela ida y vuelta; deberías estar preparado para esto.
-Ojalá fuera eso lo que me tiene nervioso-le respondió sin darle importancia-Ya te había dicho que me le voy a declarar a Fernanda en cuanto pase la temporada de exámenes, ya sabes, una vez que la situación se haya normalizado y que a todos se nos haya pasado el estrés, y para eso sólo faltan dos semanas… ¿Te das cuenta de lo que eso significa? En dos semanas podríamos ser novios y no tengo ni idea de que hacer para celebrar el acontecimiento y entre tanta tarea y exámenes no puedo planear algo…
-Tienes razón, todos estamos preocupados por salir bien este periodo que es el más fácil sin darnos cuenta de que hay problemas mucho más graves como no saber como celebrar que empezamos a salir con la persona que nos gusta-fue la respuesta que dio en el tono más irónico que pudo-Somos unos inconscientes, ignorando la problemática ajena… Cuando menos tienes claras tus prioridades.
-¡David!-se escuchó un fuerte grito y de la nada apareció Andrea quien corría para lanzarse a sus brazos-encuentra las esferas del dragón y pide que pase mis materias…-dijo casi suplicando mientras simulaba estar al borde de la muerte-¡No me veas con esa cara! Estoy segura de que ni siquiera estás en riesgo de reprobar alguna-continuó al notar que el chico no tenía intenciones de hacerlo-¿Cómo te ha ido? ¿Todo bien o mejor vamos comprando todas las guías para los extraordinarios y vemos en que orden los metemos?
-Todavía no sé, no me han dado calificaciones…
-¿Cuántos exámenes te faltan todavía?
-Cuatro contando el de ahorita y acabo de entregar un trabajo…
-¡Que suerte tienen algunos!-agregó para dramatizar la situación-A mis profes les gusta sentir la adrenalina y dejaron todo para el final. En una hora tengo examen de matemáticas y antes de irme tengo que pasar a buscar al profe de educación física para ver que día puedo reponer mi exposición porque estuvo horrible y no tengo ni medio punto. Y cambiando de tema…-continuó, acercándose tanto como le era posible hacia él para que nadie más pudiera escuchar-¿Cómo va el otro asunto?
-¡Ya hasta se me había olvidado eso!-le respondió con gran tranquilidad-Curiosamente va bastante bien, si estuviera aquí aprovechaba para presentarlos.
-¿No acabas de decir que tiene examen?
-Sí, bueno… De todos modos él ya reprobó por faltas así que no tiene caso que presente el examen. Pero seguro al de literatura si entra así que ven y búscame ese día antes del examen y lo encontrarás ¿Te parece?
-Ah… ¡Bueno! Entonces paso a buscarte ese día y ahorita me voy porque tengo mucho que estudiar todavía… ¡Nos vemos!-la chica se alejó corriendo mientras agitaba su mano.
El tiempo siguió su curso hasta llegar al momento en que el examen dio por concluido y poco a poco el aula fue vaciándose hasta quedar vacía. David y Emilio fueron los últimos en salir y no precisamente por acabar al final, sino porque simplemente quería evitarse ser aplastados por el montón de personas que ansiaban escapar del lugar. En cuanto estuvieron fuera lo primero que notaron fue a cierto chico con un libro entre sus manos quien al verlos sacudió la mano para atraer su atención.
-¿Qué tal el examen?-preguntó levantándose de su asiento y acercándose a ellos.
-Mejor de lo que esperaba, pensé que a pesar de estudiar toda la semana no podría contestar ni una pregunta pero fue bastante sencillo ¿Verdad?-volteó en busca de su amigo y se sorprendió al notar que ya no estaba-Bueno, lo importante es que fue sencillo. Y ahora que lo pienso ¿Por qué sigues aquí? Sólo queda entregar la guía para el examen de mate y hasta donde se la de tu equipo la va a entregar Valentina ¿No?
-Estoy aburrido y no quería regresar tan temprano a casa, además tenía curiosidad sobre el examen así que opté por quedarme. Le iba a preguntar también a Valentina y a su grupito pero no las vi salir así que no tuve oportunidad y a todo esto ¿Por qué si el examen estaba fácil te ves tan tenso y nervioso?
-¿Tampoco te lo dije? Puebueno, una vez que acaben los exámenes de este periodo me le voy a declarar a Fernanda y estoy un poco nervioso por eso, ni siquiera he podido hablar con ella últimamente entre tanto que hay por hacer y no me siento muy preparado para hacerlo pero estoy convencido.
-¿Por qué no regresan juntos hoy para que te vayas haciendo a la idea?
-Hablé con ella temprano y tiene planes, terminando el examen iba a irse y le encargó a alguien de su equipo entregar la guía. En verdad quería irme con ella porque estoy tan nervioso que ni siquiera puedo entablar una conversación normal entre los dos pero no podía hacer nada para evitar que salga con sus amigos o haga lo que sea que pretende hacer.
-¿Y si nos quedamos a repasar lo que falta de mate?-le preguntó sin más haciendo parecer que no había escuchado nada de lo que decía, provocando una mirada de reproche por parte del más bajo-¡No me veas así! El examen es este viernes y fuiste tú quien dijo que aún no terminaba de entender algunos temas; pero es decisión tuya, si prefieres irte no te voy a detener…
-No, ya-se apresuró a decir antes de que cambiara de opinión-Sólo tú puedes ayudarme a repasar ¿Vamos a la biblioteca?
-Mejor busquemos una banca por aquí, estos días está llena y es todo menos un lugar tranquilo-comenzó a caminar seguido por David.
No caminaron mucho antes de llegar a una pequeña banca ubicada cerca de la biblioteca y que increíblemente estaba vacía. Tomaron asiento sin más y tras sacar de su mochila los apuntes comenzaron a repasar.
Por pura casualidad Brenda pasó justo frente a ellos y justo cuando pensaba en acercarse para saludar, el más bajo apoyó su cabeza sobre el hombro de su amigo quien simplemente intentaba liberarse de ese gesto consiguiendo una gran sonrisa por parte del otro.
A la chica la escena le pareció simplemente adorable y digna de plasmar en una historia por lo cual rechazó completamente su primer idea y optó por buscar un lugar desde el cual pudiera observarlos sin que ellos lo notaran y así poder registrar todo lo que pasara.
David no perdía cada oportunidad que se le presentaba para jugar con su compañero y por eso durante sus sesiones de estudio se dedicaba principalmente a hacer cualquier cosa con la esperanza de sacarle al menos una sonrisa, fallando en todos sus intentos pues conseguirlo no era tarea fácil.
-¡Ya!-dijo de un momento a otro causando la sorpresa de su amigo-Nada de lo que hago o digo te hace reír así que tengo que tomar medidas drásticas-lo rodeó con sus brazos mientras comenzaba a picar sus costillas intentando causarle cosquillas.
-Dejalo ya, nada de lo que hagas me hará reír-le insistía mientras intentaba separarlo de su cuerpo sin conseguirlo del todo. Sin embargo, el más bajo no estaba dispuesto a ceder tan fácilmente así que con mirada decidida y dispuesto a jugar su última carta tomó por las mejillas a Gabriel y comenzó a jugar con ellas intentando formar una sonrisa.
La acción provocó que el límite de Brenda se rebasara y casi por instinto sacó su celular y comenzó a fotografiarlos sin cesar.
-¿Qué haces Brenda?-una voz que no reconoció la obligó a dejar su labor e intentar ocultar las evidencias lo más pronto posible-Tranquila, solamente era una pregunta, no tienes porqué reaccionar así-continuó Araceli quien iba pasando en ese momento junto con Angélica y un par de amigos.
-De verdad que no era mi intención-confesó avergonzada-Simplemente pasé por aquí y se veían demasiado lindos como para no detenerme…
Todos voltearon hacia donde su mirada indicaba y lo único que pudieron observar fue la risa de David y la expresión molesta del más alto.
-¿Les tomaste fotos?-preguntó con tanta discreción como le era posible Angélica, obteniendo una respuesta favorable-¡Por lo que más quieras muéstramelas! Son la pareja más adorable que he visto…
Y mientras el par de chicas compartía opiniones que no tenían sentido para el resto, un suceso aún más importante se presentaba entre los chicos: David seguía abrazado a Gabriel riendo con todas sus fuerzas, mientras él simplemente dejaba de oponer resistencia con una apenas visible sonrisa. Simplemente pudo escucharse un grito de emoción proveniente de las chicas acompañado de un “Son la pareja perfecta” mientras, al parecer, el tiempo no seguía su curso entre el par que parecía más feliz que nunca.