-Preguntaría si todo está bien pero por lo que pude sentir es mucho mejor que eso-dijo ocultando su risa al ver tan avergonzado a su pareja-No pensé que pudiera pasar…
-¡No te burles! Deja de hacerme sentir peor-le reclamó dándole la espalda y sin saber que decir.
-Tranquilo, no hablo en serio-se levantó con una pequeña sonrisa a causa de lo inocente que esa reacción le pareció-No tienes de que avergonzarte, cosas como estas pueden pasar incluso por algo tan simple como un beso.
-¡Lo llamas simple! Ese no fue un simple beso-olvidó su vergüenza y lo miró de frente. Apenas había tocado tus labios y antes de que pudiera darme cuenta tu lengua ya estaba dentro y estabas muy cera de mí y…-de tan sólo recordar lo que había sentido en ese momento volvió a desviar la mirada, no estaba preparado para verlo después de lo que pasó.
-Escúchame-tomó suavemente la mano de David para darle confianza-Si yo fuera chica entendería que te avergonzaras por lo que pasó pero ambos somos chicos y entiendo a la perfección como funciona tu cuerpo… De hecho me estoy preguntando como pude evitar estar en la misma situación que tú-se quedó pensativo provocando la risa de su pareja.
-Eres un tonto-lo abrazó suavemente sin dejar de reír-Es obvio que no estás igual que yo porque hiciste todo, yo sólo te acerqué a mí y te dejé hacer pero no intenté nada.
-¿Y crees que no fue suficiente para mí?-correspondió a su abrazo-Me he acostumbrado al sabor de tus besos y a tenerte cerca pero esto fue más allá de lo que hacemos siempre, no quiero ni pensar que habría pasado si hubieras intentado algo más…-se miraron unos segundos a los ojos y después desviaron la mirada, a pesar de todo sus sentidos aún estaban sobre estimulados-¿Quieres que te deje a solas para solucionar eso?-Gabriel no supo que más decir para no mostrar cómo se sentía tras decir eso.
-Nunca vas a desaprovechar una oportunidad para molestarme ¿Cierto?-cubrió lo que aún sobresalía de su ropa.
-No creo que quieras que esté presente…-continuó sólo para molestarlo provocando que el chico se tirara sobre la cama con los ojos cerrados para no verlo-Estoy jugando, no tienes porqué enojarte…-se puso a su altura y esperó a que lo mirara-¿Ya estás mejor?-lo besó suavemente en los labios y él se giró para no verlo-¿Ya estás mejor?-volvió a preguntarle con un beso en la mejilla y el chico volvió a evitarlo pero esta vez lo abrazó para quedar de frente y lo besó en la frente-¿Ya estás mejor?
-¡No y nunca voy a estarlo!-le dijo con una sonrisa y también lo abrazó-No podré estar tranquilo hasta que dejes de molestarme-le dio un rápido beso.
-Yo nunca te molesto-lo abrazó con más fuerza y lo acercó a su cuerpo-Acabas de decir que soy tierno.
-Aun así siempre me molestas y te burlas de mí.
-¡Eso no es cierto!
-¡Claro que lo es! Está en tu naturaleza no dejarme tranquilo…
Y así permanecieron durante varios minutos discutiendo el mismo tema entre uno que otro beso hasta que el calor que se proporcionaban los hizo caer dormidos.
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Estaban sumidos en su tranquilidad hasta que la vibración de un celular los hizo despertarse.
-Apaga eso…-pidió entre susurros y aún adormilado el más alto-Intento dormir y no me dejas con ese sonido-lo abrazó con más fuerza y se acurrucó a su lado.
-Ya sé, también quiero dormir…-sacó el celular intentando no molestar a su pareja y revisó la pantalla-¡Es mi mamá!-gritó despertando por completo y separándose del chico-Sí mamá… Tengo un trabajo por hacer y me quedé más tarde… Sí, estoy bien… Ya casi termino, no tardaré mucho en llegar… Está bien, en un rato te veo, adiós.
-¿De verdad es tu mamá?-preguntó frotando sus ojos y levantándose para verlo-¿Es tan tarde?-buscó su celular para ver la hora.
-Sólo un poco, por lo general a esta hora llevo rato en casa así que es normal que se preocupe.
-¿Y en verdad piensas irte ya?-lo miró esperando una respuesta aunque realmente no quería una afirmativa.
-Debo, aunque preferiría estar más tiempo contigo-le sonrió y se recargó sobre su hombro-¿Por qué no le dije que me quedaría en casa de un amigo sólo por hoy?
-Estoy seguro de que no lo habrías hecho aunque lo sugiriera. Aunque no sería mala idea tenerte aquí un fin de semana.
-¿Y cómo explicarías que esté aquí? No me opondría si tuvieras un plan elaborado.
-Podría decir que tenemos un trabajo por hacer y que debemos ir a un lugar cerca de aquí pero debe ser temprano y para evitar llegar retrasados sugerí que te quedaras aquí. Bastaría con que llames a tu casa y digas lo mismo-dijo acercándose a chico mirándolo con seguridad sabiendo que no aceptaría.
-Me paree una excelente idea-respondió besándolo suavemente en los labios-Pero lo mejor será dejarlo para otro día-tomó su mano y lo miró con cierta tristeza-Ya dije que no tardaba y será mejor que cumpla, Un fin de semana para los dos no suena mal, podemos programarlo para uno de estos días ¿No crees?
-Como quieras-se levantó siguiendo a su pareja-Dime cuando y tendré todo listo para ese día-caminaron hacia la puerta principal para salir.
Caminaron durante unos minutos hasta el lugar donde el más bajo tomaría el transporte de regreso entre algunas bromas y repasando sus pendientes para la siguiente semana.
-Te veo el lunes entonces, me la pasé muy bien hoy-le sonrió ampliamente.
-No siento haber hecho mucho pero si con eso eres feliz por mí está bien…-correspondió su sonrisa y no supo como continuar cuando estuvo a punto de partir pues no quería escucharse como un típico novio.
-Claro, te aviso cuando llegue. Ya veré que dice mi mamá-rio ligeramente y abordó el transporte despidiéndose con la mano.
Iba sumido en sus pensamientos, tantas cosas habían pasado en ese par de horas que estuvieron juntos que no podía dar crédito a lo rápido que todo estaba ocurriendo.
Entendía perfectamente sus sentimientos y no dudaba ni un momento de ellos pero no lograba descifrar el pensamiento de su pareja. No esperaba un “te amo” cada día o un mensaje de buenos días cada mañana ni siquiera un largo abrazo pues no es su forma de ser y tampoco iban a excederse con las muestras de cariño pero había ocasiones en las que simplemente no sabía que pensar.
El otro chico se mostraba tan dulce, tierno y afectuoso que sentía que aquello que dijo no saber nombrar era ahora el mismo sentir que el suyo pero no quería presionarlo y arruinar lo que tenían, por eso evitaba demostrar su inseguridad al menos cuando estaba a su lado.
Sin saber en que momento llegó a mitad de su camino y de no haber sido por una figura muy familiar para él hubiera seguido con sus pensamientos.
-¡Fer! No creí que siguieras por aquí…-dijo acercándose lentamente a la chica quien rápidamente froto sus ojos antes de verlo.
-David…-respondió con la voz ligeramente quebrada-Lo mismo digo-rascó su nariz y lo miró-Ni siquiera te vi al terminar las clases, pensé que estarías en tu casa.
-Tenía algo que hacer por eso salí rápido y apenas voy de regreso-continuó con una pequeña sonrisa al recordar lo que había pasado-¿Te sientes bien?-pregunto saliendo de sus recuerdos al ver a la chica tan diferente a como acostumbra.
-Algo así…-respondió sin mucho ánimo-Sólo quiero regresar a casa lo más pronto posible, estoy cansada-y así dio por terminada la conversación.
El resto del camino continuó así, la chica no tenía intenciones de hablar de lo que ocurría y su amigo no la obligaría a nada, sabe muy bien que mientras no se sienta lista no mencionara nada.
-¿Podrías quedarte conmigo un momento?-pidió la chica cuando caminaban hacia su respectiva casa-Sólo un minuto y ya.
-Ni lo digas… ¿Necesitas sentarte o algo así? Si necesitas algo sólo dilo…-no pudo decir más pues la chica se abrazó a él y comenzó a llorar.
-Juro que lo odio…-le dijo entre lágrimas-Es un idiota, no entiendo por qué creí en lo que me decía… Sabía que algo no andaba bien pero preferí creer que todo mejoraría…
Fue entonces cuando el chico comenzó a entender todo, realmente no esperaba tener que escuchar eso y menos a tan poco tiempo del inicio de la relación entre su amiga y el otro chico.
-Por eso es que ya nunca tenía tiempo para estar conmigo después de clases y que no podía regresar conmigo… Y lo peor de todo es que los vi besándose, ni siquiera pudo ser un malentendido-concluyó después de largo rato hablando de lo sucedido.
-No vale la pena que llores por él, entiendo que sea difícil creer que estuviera saliendo con alguien más pero no deberías estar triste. Al menos te diste cuenta a tiempo y ahora ya no tendrás que soportar sus tonterías-le respondió el chico intentando hacerla sentir mejor.
-Ni siquiera estoy triste, estoy enojada por no haberme dado cuenta antes. Había tantas señales de que las cosas no iban bien y preferí ignorarlas, por eso estaba llorando… Y lo que más me molesta es que cuando lo vi y lo encaré no dijo nada, ni siquiera intentó justificarse…
-Ya no te preocupes por eso, no vale tus lágrimas aunque sean de coraje-le sonrió sinceramente-Lo mejor será que no le des más importancia y en cuanto estés más tranquila le aclares como es la situación. Y por lo demás no te preocupes, puedes contar conmigo si lo necesitas…
Y con esas palabras logró tranquilizarla, sólo permanecieron unos minutos más conversando ahí. Llevaban mucho tiempo sin poder hacerlo con tanta tranquilidad pero en ese momento ambos sentían que necesitaban pasar un tiempo juntos, como en otras ocasiones lo habían hecho.
En cuanto terminaron cada uno siguió con su camino y apenas David entró a su recámara se apresuró a escribirle un mensaje a su pareja para avisarle que estaba en casa y hablarle sobre lo que había ocurrido,
Cuando Gabriel leyó el mensaje no supo cómo reaccionar, entendía a la perfección que su pareja y Fernanda fueran amigos y que por ello pasaran tiempo juntos y sobre todo entendía que el chico se preocupara por ella pero no le terminaba de agradar la idea.
También estaba consciente de los sentimientos del chico y precisamente por eso es que estaba tan confundido, no sabía si debía o no sentir celos.
-Que triste por ella y él que poco hombre, si no quería seguir con su relación era mejor decírselo de frente-se limitó a responder para evitar decir más.
-Ya lo sé, estaba molesta precisamente por eso y no la culpo. Si tan sólo la hubiera terminado en vez de engañarla. Me preocupa verla así aunque después de que hablo conmigo se veía mucho mejor.
Y contra eso no supo que decir, sabe que la personalidad del más bajo hace que los demás se sientan bien pero de cierta manera le molestaba que fuera la chica quien recibía ese bienestar.
Estaba celoso y no había manera de negarlo, simplemente no quería que su pareja lo supiera porque nunca se muestra inseguro y no quiere que vuelva a pensar que duda de sus sentimientos.
-Eres un buen amigo, por eso es que tras hablar contigo se sintió mejor-fue lo mejor que pudo responder.
Y así siguieron hablando un par de horas saltando de un tema al otro, aún estaba un poco celoso pero no le quedaba más que confiar en su pareja y dejar que las cosas pasaran.
Ese mismo día pero por la noche Fernanda se sentía ansiosa y no hallaba manera de controlar esa ansiedad más que llamando al único que sabía la situación por la que estaba pasando.
-¡Fer! ¿Cómo estás? ¿Ya mejor?-le preguntó apenas contestó.
-Pues algo así, estuve un rato más llorando, rayando y arrancando hojas… Me sirvió para desahogarme, comparado con cómo me sentía en la tarde casi podría decir que estoy a la perfección-rio ligeramente en respuesta.
-Me alegra escuchar eso-sonrió levemente pues sabía que su amiga no estaba mintiendo-Te escuchas mucho más tranquila y si hiciste algo que te mantuviera pensando en otra osa o te desahogara estuvo bien.
-Sí, sí… Lo estuve pensando y no valió la pena tanto, simplemente lo dejaré en el pasado y seguiré con mi vida. No le llamaré ni nada parecido, hasta el lunes que nos crucemos en la escuela lo confrontaré.
-Es la mejor solución, Si intentaras confrontarlo ahora que estás molesta seguramente no llegarían a nada y las cosas terminarían peor. Lo mejor es alejarse por un tiempo de las cosas que nos hacen daño.
-Justo a eso quería llegar-lo interrumpió totalmente segura de lo que estaba por decir-¿Crees que podamos salir mañana?
-¿Salir…?-le preguntó sin terminar de entender-¿A dónde?
-A donde sea, sólo quiero distraerme un rato y sé que si estoy sola o sin hacer algo volveré a enojarme y ya no quiero.
-Por supuesto, si quieres paso a buscarte a tu casa en la tarde como a la una o dos y damos una vuelta por aquí…
Y así lo hicieron, al siguiente día por la tarde pasaron un rato juntos caminando de aquí para allá sin algo en concreto por hacer, sólo conversar y divertirse mientras lo hacían.
No tardaron en recibir una que otra mirada sospechosa, David suponía a que podía deberse y eso le hacía mucha gracia pues si quienes los vieron supieran que realmente él está saliendo con un chico y no tiene ni intenciones de estar con alguien que no sea él seguramente ni los hubieran notado.
Cerca de las seis cada uno regresó a su casa y lo primero que hizo fue correr a su habitación y llamar a su pareja.
-Que extraño recibir una llamada tuya a esta hora-le dijo a manera de broma-Por lo general me llamas más temprano…
-También te llamé más temprano para avisarte que no estaría por la tarde y que cuando regresara te llamaría-respondió para defenderse-Además quería hablar contigo,
-¿De qué? ¿Pasó algo?
-Am… No realmente, sólo quería escuchar tu voz, se siente extraño no hablar contigo durante varias horas.
-Eres un niño ¿Lo sabías…?-rio ligeramente ante la ternura que le causó la reacción de su pareja-Quizá si te hubieras quedado como lo sugerí no querrías con tanta insistencia escucharme, lo habrías hecho durante muchas horas.
-Ya te dije que de no haber sido porque prometí que no tardaba en llegar si me hubiera quedado. Y tú dijiste que planearías todo para que nos quedáramos juntos el fin de semana, ahora no puedes quedarme mal.
-Claro, claro… Lo prometí así que sólo dime cuando y todo estará listo, pero te advierto que después no podrás arrepentirte-contra su pareja simplemente no tenía argumentos, por más que lo intentara el corazón ganaba a la razón.
-Nunca me arrepentiría de pasar un fin de semana a tu lado ni de cualquier otra cosa que hagamos juntos, valoro mucho ese tiempo-le respondió con un casi imperceptible dejo de tristeza, por más que intentara convencerse de que todo estaría bien no dejaba de creer que algo no saldría como él lo esperaba.
-Están llamándome, debo irme…-se sentí culpable por causarle esos sentimientos y quería terminar con ello lo más pronto posible-Pero no te preocupes, te veré mañana y podremos hablar todo lo que quieras ¿Estás de acuerdo?
-Por supuesto, mañana podemos estar juntos. Que descanses, te veo mañana.
-Descansa…-susurró antes de terminar con la llamada.
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La semana comenzó y ya todos estaban enterados de la situación entre Fernanda y su exnovio y, tal como había pasado a mediados de curso con la declaración de David, era el tema más comentado dentro y fuera del grupo.
No era de sorprenderse que la chica no quisiera ni hablar ni estar con nadie, no se acercaba más que a su amigo y cada que le preguntaban sobre su estado aseguraba estar en perfectas condiciones y que no existían motivos para que fuera de otra manera.
-Fer no la está pasando bien…-dijo acurrucándose entre los brazos de Gabriel-Todos se la han pasado preguntándole cómo se siente y que si necesita hablar cuenta con ellos y ya no lo soporta. Lo que menos quería era armar un escándalo pero todo se esparció tan rápido que no tuvo oportunidad de evitarlo.
-Mejor que nadie sabes que siempre hacen lo mismo, apenas pasa algo “grande” y se enteran arman un alboroto por eso-respondió aferrándose más a él y queriendo cambiar de tema-Apenas encuentren otra cosa de que hablar esto quedará en el pasado.
-Pero es diferente, a lo mío no le dieron importancia porque sólo me rechazaron, a ella su novio la engañó y ni siquiera sabe desde hace cuánto… Al menos te tuve a mi lado pero nadie es tan cercano a ella como para que le hable de sus sentimientos…
-Te tiene a ti y eso parece más que suficiente-le dio un suave beso en la mejilla ocultando todo lo que quería decirle-No por nada sólo ha hablado contigo del tema.
-Eso es lo que más me preocupa, yo no entiendo por lo que está pasando y soy el menos indicado para hablar del tema. Aunque sea parte del pasado me gustaba y por eso no puedo hacer un juicio objetivo.
-Todo va a estar bien, en menos de lo que crees todo volverá a ser como antes, ya lo verás-volvió a besarlo pero esta vez cerca de la oreja, recibiendo como respuesta un cálido beso en los labios.
No soportaba ver al chico de esa manera, no era común que estuviera tan preocupado y ni siquiera sabía si lo que dolía era que estuviera en ese estado o si era por la razón que lo causaba.
Ese día al terminar las clases y cuando estaban a punto de ir al invernadero para leer llegó Fernanda y los detuvo.
-¿Crees que podamos regresar juntos a casa?-le preguntó al más bajo-No me siento muy bien y me sentiría más segura si vas conmigo.
-Aún tengo algunas cosas pendientes-se apresuró a responder el otro chico ante la indecisión de su pareja mientras se recargaba en su hombro para decirle que todo estaba bien-Debo irme, los veré mañana-sacudió la mano y salió del salón.
-No hay problema, vámonos para que llegues más rápido y puedas descansar, seguro eso te ayudará a sentirte mejor.
El más alto prefirió vagar por la escuela un rato, se sentía extraño al no poder pasar unas horas con el chico pero sabía que después de lo ocurrido no estaría tranquilo a menos de que acompañara a su amiga y con tal de que todo estuviera bien para él haría lo que fuera.
Pasó casi media hora caminando por los pasillos hasta que las chicas que siempre lo buscan aparecieron.
-No creímos que siguieras aquí-le dijo una de ellas acercándose a saludarlo-Hace rato que vimos a tu amigo salir y supusimos que también te habías ido.
-Aunque iba con Fernanda…-agregó la otra sacudiendo el brazo de su amiga ligeramente-¿Crees que tras lo que pasó con su novio…? Bueno, ex… ¿Intentará volver a declararse?
-¡Debe hacerlo! Parece que le gusta mucho y quedarse sólo viendo con una oportunidad así enfrente sería lo más tonto que podría hacer…
-En serio… Si sólo van a contarme chismes no me busquen, no tengo ni el tiempo ni las ganas de escuchar tanta tontería-y sin decir más se levantó y se alejó de ahí.
No quería pensar en el tema, la simple posibilidad de que esas chicas tuvieran razón le irritaba y no sabía como controlarlo. Conocía los sentimientos del chico y estaba seguro de que no cambiarían de la noche a la mañana pero no quería ni pensar en la existencia de una mínima posibilidad de que lo que hasta ahora habían construido se esfumara por algo como eso.
Todo habría resultado más fácil si la chica no hubiese pasado tanto tiempo con ellos o sólo con David, impidiendo que sus acostumbradas tardes de lectura se llevaran a cabo o que en los ratos libres pudieran estar a solas. Entendía lo que estaba pasando pero estar casi una semana sin la privacidad a la que tanto se acostumbró no estaba siendo fácil.
-Menos mal que te dio un respiro-dijo aliviado un jueves por la tarde en que Fernanda les pidió adelantarse mientras ella revisaba unos asuntos pendientes-Se vuelve desesperante tenerla todo el día a tu lado…
-Sólo te pido un poco más de paciencia, parece que ya está casi lista para regresar a su vida normal. Prometo que en cuanto eso suceda te compensaré todo el tiempo que no pudimos estar juntos-respondió abrazándose a su cuello.
-Por supuesto que lo vas a compensar, ya habíamos quedado pasar un fin de semana juntos y estoy terminando los últimos detalles para que mañana mismo empiece… Aunque a causa de eso no podré aprovechar este respiro que nos dio.
-Pero estaré sólo para ti durante dos días…-rio ligeramente-Tampoco seas tan dramático-lo besó suavemente en los labios.
-Ya sé… Por eso debo solucionar esto hoy o nuestros planes no tendrán éxito-suspiró cansado y tomó sus cosas-Debemos irnos, dijo que no tardaba y seguro está esperándote-acarició su mano y le dio un corto beso antes de salir.
Según lo acordado David fue a la explanada a buscar a su amiga para irse y cuando llegó ella lo esperaba.
-Lo siento, me distraje un poco y por eso apenas llego ¿Nos vamos o necesitas hacer algo más?
-Antes que nada quisiera que habláramos de algo muy importante…