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Dark Horse por LaMueRtHeSitHa

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Notas del capitulo:

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Soy Santa Puru!!

Y he venido con una entrega especial para ustedes!!!

 

A leer!!! /0.0/

Dark Horse

“Abstinecia Voraz”

 

Por LaMueRtHeSitHa

 

 

 

Naruto iba con dinamismo acompañando a Sasuke en sus labores. Caminaban por los pasillos recibiendo que recibían la luz del sol por los ventanales. Ese día el rubio no debía ser sirviente de Shion ya que estaba con su madre en un viaje, pero debía presentarse a trabajar por sí le necesitaban.

El ojiazul iba con las manos detrás de su nuca manteniendo una distancia pertinente al azabache, el cual iba con unas cuantas cartas y un paquete. El rubio de vez en cuando lo volteaba a ver, pero por cortos periodos para que no sintiera su mirada, y no parecer acosador, ni hostigarlo, como le había sugerido Katy. Dado que en días anteriores se había prometido a sí mismo que lograría enamorar a su persona amada y ella le apoyó sin pensarlo. La cara de sorpresa que hubiera hecho la chica si hubiera sabido que todo el tiempo el ojiazul le pedía consejo para enamorar a Sasuke.

 

—No tienes nada que hacer ¿Verdad?— le dijo Sasuke en forma de sarcasmo.

—Es sólo que estoy aburrido, dobe. No te sientas la gran cosa. —respondió el menor sin darle importancia. —¿No te aburre sólo estar de mensajero?

—No tengo de otra. —entonces Naruto bajo sus manos y le vio a los ojos.

—¿Y por qué no usas una de las alfombras? Además así ni te cansarías. —todo esto con una sonrisa.

—No puedo. —sentenció el azabache con desgane.

—Pero ¿Por qué? —Naruto no le veía ningún impedimento físico como para no subirse

—No soy rango 3. —le respondió refiriéndose a que no era sirviente de algún oficial, sólo era un sirviente promedio rango 2.

—¡Ah! ¡Con qué es eso! Si vas conmigo no hay ningún problema. —esto picó en el orgullo del mayor. ¿Cómo iba a ser que debía estar bajo supervisión de su hermano menor para andar en una alfombra? —¿No te gustaría subirte a una?—y con esta sola propuesta se dejó llevar.

—Claro. —respondió no queriendo mostrar mucho interés. Aunque desde que las había visto levitar se moría de ganas por volar en una de ellas.

 

Fueron al cuarto de escobas más cercano que tuvieron y desenrollaron un par de alfombras. Pensó que serían elegantes como las que veían en la ciudad con motivos de raíces, plumas y flores. Pero las del palacio eran azul marino con un círculo blanco en el centro y con unos flequillos en un solo lado para indicar cuál era la parte de atrás. Y tan sólo alcanzaba a medir un poco más de metro y medio de largo por uno de ancho.

Sasuke, algo nervioso y ansioso, se puso en el centro de la alfombra. Separó unos cuantos centímetros sus pies y permaneció a la expectativa de que la alfombra levitara.

 

—¿Qué esperas? —preguntó el menor conteniendo su burla.

—¿Qué… no levita sola?

—¡Ja! ¿Ni siquiera habías visto cómo funcionaban? —y fue cuando soltó su carcajada con libertad. El otro sólo le hecho ojos de enfado, a Naruto esto no le importó. Sin parar de reír se agacho frente a la alfombra y con su palma acarició de la orilla izquierda a la derecha para Sasuke. Al instante la alfombra se levantó unos 15 centímetros del suelo. El mayor al no estar preparado terminó en el suelo de sentón. Esto sólo hizo que Naruto diera una carcajada más sonora. Pero le extendió su mano para levantarlo. —No fue mi intención. —A Sasuke aun así no se le fue el disgusto reflejado en sus ojos negros. —Mira, mejor repite lo que yo haga.

 

Naruto se colocó dentro del círculo, deslizó su pie derecho sobre la orilla de izquierda a derecha y la alfombra levitó. Sin despegar el pie se inclinó hacia adelante y la alfombra avanzó con suavidad. Luego despegó el pie y lo puso en el centro, así la alfombra se mantenía avanzando automáticamente. Así ambos anduvieron un poco en lo que Sasuke levitaba con naturalidad. Naruto apenas podía contener la risa de las caras extrañas que hacía el mayor cuando trataba de mantener el equilibrio. Y el rubio se puso contento cuando vio la felicidad de Sasuke en sus ojos aunque no lo mostrara con una sonrisa.

 

—Y dime ¿Qué opinas? —inquirió el de ojos azules. Sasuke no podía mentir. Era algo que le había encantado, pero todavía estaba sensible por su orgullo.

—Es… interesante. —dijo con voz indiferente.

—¿Sólo eso?—esto lo desconcertó. —¡Entonces vamos más rápido!— y el rubio volvió a poner su pie derecho enfrente y se volvió a inclinar haciéndole rebasar a Sasuke. —¡Vamos! ¡Acelera!—y con esto Sasuke se inclinó hacia adelante lo más que pudo, percatándose que las alfombras eran silenciosas. Pero ni con esta velocidad lograba alcanzar a Naruto. Lo cual aprovechó el menor para burlarse. —¿No puedes ir más rápido? ¿O te da miedo?—decía a la vez que se colocaba cara a cara al azabache, dándole la espada al camino.

—Sí yo soy el que sabe cómo llegar más rápido, y SIN trampas. —dijo el azabache recordando que las veces que Naruto ganaba en las carreras de pequeños era por ir por los atajos. Y eso es algo el rubio de pequeño detestaba, pues admitía por dentro que si no fuera por eso, él siempre hubiera quedado detrás de Sasuke, pues él era muy bueno en las piruetas y lograba aventajar, además de que era más fuerte.

—Teme, eso fue hace MUCHO tiempo. —respondió el rubio

—Y aun hoy te puedo ganar. —entonces Sasuke movió su pie izquierdo al lado e inclinó su peso hacia ese lado, esquivando a Naruto y adelantándosele. En la mente del rubio resonaron las palabras de Katy: “Debes demostrarle que no eres ya un niño, debes mostrarte superior”. Y que mejor prueba que superándolo en una carrera.

—Veamos eso. —y la mirada de Naruto se volvió desafiante y con ligera pretensión. — ¿Conoces esta zona? —decía en lo que se ponía a su lado.

—Claro—respondió de forma altiva.

—Hacemos una carrera. El que llegue de último al lago norte hará los quehaceres por una semana. ¿Qué dices?—Sasuke se hubiera negado, no estaban para eso en el trabajo. Pero en esos últimos días él se sentía diferente, como si todo le irritara y con una mezcla de ansiedad muy leve. Él ya había sentido esa misma mezcla extraña, mas no recordaba en qué situación. Por lo que se dejó llevar.

—Hecho

 

Pero antes de que Naruto pudiera indicar la salida, el azabache ya se había adelantado. Ni tuvo tiempo de gritarle porque en menos de 10 segundos ya lo había perdido de vista. Sasuke aprendió rápido a usar la alfombra. El mayor sintió la emoción por su cuerpo, y no como cuando eran niños. Esta era más fuerte e incluso le sacó una sonrisa.

El ojiazul se puso en marcha por otro lado. Sabía que podía acortarse el camino por la sala de oración, la cual tenía prohibido causar disturbio. Pero a esa hora de la tarde no habría nadie por ahí, todos estarían en la merienda.

Y tal como lo había previsto, el lugar se encontraba vacío. Sólo tuvo que esquivar unas sirvientas que estaban limpiando. Giró por un pasillo, casi chocando con uno del los jarrones gigantes. Giró su cabeza para ver como se tambaleaba, suplicando en su mente que no cayera y se rompiera, pero el jarrón permaneció estable. Sonrió para sí y volvió la vista al frente. Pudiendo ver la luz de la puerta de cristal que deba al lago, se auto-nombro ganador.

Pero justo antes de llegar a la puerta, un pasillo conectaba a su camino. Y debido a lo sigilosas que eran las alfombras, no pudo notar que Sasuke se aproximaba. Por menos de un segundo se vieron, y, antes de poder reaccionar, chocaron y cayeron de sus alfombras, colisionando con el suelo y la pared.

Sasuke llevó su mano derecha para tallarse su cabeza que se había golpeado con el muro, o eso había sentido él. Pero Naruto en seguida le empujó su brazo izquierdo haciéndolo caer de nuevo, solo que esa vez por completo, en el suelo. Y es que tenía su codo sobre el pecho del rubio. El mayor se quejó en lo que el otro veía donde habían quedado las alfombras, que por fortuna se habían detenido a centímetros de la puerta, pues de haber seguido, seguro rompían la puerta y se las habrían cobrado. Revisó si no habían roto algún jarrón, pero fue algo peor.

 

—Nos hemos metido en grandes problemas, en serio.

 

Los ojos de Naruto estaban muy abiertos viendo lo que habían roto. Sasuke se giró para ver. Y entonces su mirada se volvió igual de pasmada.

Al momento de chocar, el azabache, en un acto reflejo, se había sostenido de lo primero que pudo a la hora de caer, lo que había provocado que sus dedos rasgaran un cuadro.

El cuadro era oscuro. Tenía a un monstruo que perdía forma entre las tinieblas y con mirada perdida, que te causaba inquietud si le veías fijamente mucho tiempo. Entre sus dedos destruía un ser con demencia.

Un cuadro algo extraño que desentonaba con la decoración habitual del lugar. Pero la razón por la que estaba justo ahí era porque la suma miko pasaba por el lugar cada día. Era su cuadro favorito y Naruto lo sabía.

 

 xXx Naruto x Sasuke Dark Horse Sasuke x Naruto xXx

 

Ambos estaban de rodillas con la cabeza gacha. La habitación estaba siendo apenas iluminada por una lámpara incandescente justo sobre ellos.

Ellos no podían hablar, estaban siendo regañados por un sirviente superior incluso a Naruto, era el asistente de la suma miko. Les exclamaba que eran unos estúpido por ocurrírseles la idea de ponerse a jugar carreritas. Que si por él fuera los mandaba a azotar y luego les ponía de puntitas en la calle.

Naruto se sentía muy avergonzado de que lo estuvieran reprimiendo de esa manera a su edad. Además de que lo hacían frente a Sasuke, que si bien los estaban regañando a ambos, pero todo lo había provocado él. Mientras que el azabache no sentía nada similar al ojiazul, Sasuke se sentía enfurecido por la forma igualada por la que les increpaba el mayor. Que sí, tenía razón, pero no era quien para hablarles de esa manera, si tal vez la suma miko, pero su orgullo no se lo permitiría. La única razón por la que tuvo paciencia fue porque si no la tenía, se cargaría el trabajo de ambos y no tenían tanto ahorrado como para irse a otro lado.

Y como si la hubiera invocado, en ese momento la suma miko hizo acto de presencia. El ambiente se hizo más pesado y el asistente se quedó callado viendo a la mujer. Ella con la sola mirada le ordenó que se marchara. Nada más cerró la puerta Naruto se reverenció en forma de perdón, con su frente casi tocando el piso.

 

—Perdónenos, su majestad, todo fue un accidente. — Miroku vio a Sasuke, era la primera vez que lo conocía. Le llamó la atención lo guapo que era, aun siendo tan joven, pues para ella tendría a lo mucho quince años. Aunque notó su rebeldía al no intimidarle su presencia y con su mirada fija como retándole. Y es que al azabache ya estaba al límite, pero la vio un momento en su kimono azul grisáceo con flores doradas, percatándose que caminaba con una elegancia muy parecida a la de su madre. Entonces Naruto notó que el otro seguía erguido y lo jaló para que estuvieran igual. Esa mirada le había atraído Miroku.

—La disculpa está de más. De lo que tenemos que hablar es sobre como arreglaremos el asunto del cuadro.

—¿Nos despedirá? —preguntó Naruto levantando el rostro temiendo lo peor. La mujer trató de ser amable con él y le sonrió.

—No, pero deberán pagar…

—Pero sí es sólo un cuadro. —interrumpió el azabache con un muy leve tono de irritación.

—Tengan en cuenta que esa pintura tiene más de 800 años y vale más de un billón de yenes y ustedes sólo pagaran la restauración. Pero se les descontará de su paga un porcentaje y hasta que no terminen de pagarlo no podrán marcharse, ni tener vacaciones, ni días de descanso.

—Eso no es justo, eso es…—volvió a increpar Sasuke.

—Es para que más rápido se deshagan de la deuda. —la única que podía interrumpir era ella.

 

Miroku estaba siendo muy comprensiva, pero lo hacía por Naruto, y se replanteó si tratarlos de la misma forma. Pensó que el que había sido el culpable era el de ojos oscuros y que le estaba echando la culpa a Naruto sin miramientos.

 

—Ambos habrán estado involucrados en el incidente, pero solo a uno se le ocurrió la mala idea. ¿Quién fue?—cuestionó Miroku con firmeza. Ella buscaba la forma en que no tener que castigar a Naruto.

—Fui yo—respondieron al unisonó. Naruto se sorprendió que Sasuke se echara la culpa, pero él lo había aceptado sabiendo que si no lo hacía el menor tendría un castigo peor. Y él se había prometido protegerlo, y eso incluía de lo mismo que hubiera provocado el rubio.

 

Entonces Miroku activó uno de los tantos poderes provenientes de sus ojos que le hacía ver la relación de afecto entre las personas, incluso entre las personas y sus cosas. Esta habilidad era muy sencilla y los humanos no la podían notar, por lo que podía espiar con tranquilidad. Pero Sasuke sí lo notó y le enfado más. A ella le asombro el ver que la relación de ambos era muy fuerte, de ambos lados. No se traicionarían entre ellos y menos mentirían para salvar su propio pellejo. Entonces ¿Por qué se ambos se culpaban?

La suma miko los interrogó para que saliera la verdad, mas cada vez que Sasuke se declaraba culpable, él otro lo excusaba con algo para nombrarse único culpable y viceversa. La suma miko viendo que no llegaría a ningún lado comenzó a preguntarle a Naruto de manera confusa, para que el rubio en algún momento se equivocara y sin pensarlo terminara diciendo que Sasuke era el culpable. Naruto se puso confundido ante una de las preguntas. Pero antes de que pudiera responder por error, el otro le interrumpió.

 

—Si usted quiere que el culpable sea yo, pues aquí me tiene. —le retó de forma tajante a la suma miko.

 

Esto la enervó. Naruto intentó suplicar perdón por él, pero Miroku le negó con la palma. Se estaba a punto de crear un gran conflicto, pero la mujer no quiso involucrar al menor.

 

—Retírate Naruto —ordenó la mujer. —y que entre Apolo. —su asistente.

 

Naruto obedeció, pero temía que le impusieran un castigo más severo a Sasuke por lo que había hecho, por lo que miró con ruego a Miroku antes de salir, mas ella tenía la mirada recia. 

Ambos permanecieron en silencio. Retándose con las miradas. Sasuke sentía en su piel una enorme cantidad de ansiedad que ni él sabía de dónde provenía. Mientras que Miroku le empezaba a agradar ese calor en la mirada del azabache. Estaba acostumbrada que le miraran con sumisión, y le comenzaba a aburrir la complacencia de Apolo.

 

xXx Naruto x Sasuke Dark Horse Sasuke x Naruto xXx

 

Sasuke estaba encadenado a un tronco. Estaba más que agotado, jadeante de los gritos que había dado. Había perdido la cuenta de la cantidad de veces que le habían golpeado con el garrote plano. Porque un moratón desaparece más rápido que una cicatriz.

El azabache tenía la certeza de que aunque les dijeran que sólo les castigarían con el sueldo, saliendo les propinarían unos buenos golpes. Y es que ya había visto muchos casos similares. Por eso quería que le incluyeran la golpiza de Naruto.

En ese momento sólo recordaba la vez en que lo había rescatado y de la tortura que le habían dado. Él debía resistir, mejor él que Naruto. El disfrazaba sus pensamientos con la promesa del hermano mayor.

Esperó el siguiente golpe que nunca llegó. Del calabozo abrieron la puerta por la que pasó la suma miko. Liberaron a Sasuke dejándolo con brusquedad al piso, donde vio los tobillos de la mujer, pues la suciedad del suelo la obligaba a levantar su kimono. Detrás de ella iba una sirvienta que portaba una máscara blanca, protegiendo su identidad, y que sostenía una bandeja de madera negra.

 

—Si no te gusta mi manera de solucionar tu deuda, dime como te gustaría a ti. —él con dificultad levantó el rostro y vio a los ojos de la mujer.

—Haga lo que quiera. —declaró con pesar y frustración. La sirvienta le acercó un contrato y una pluma ya entintada. Sasuke con dolor se sentó y ojeó el contrato. En el se le obliga a trabajar para el palacio hasta que salde su deuda. Sasuke escribió su nombre en japonés como firma y le entregó las cosas a la sirvienta. El verdugo y la sirvienta se retiraron, dejándolos solos. Ella se acercó a Sasuke, pero él ya no la quería ver.

—¿Sabes que me has hecho una gran ofensa? —pero él no respondió. Miroku se agachó a su altura y le levantó el rostro, el cual sólo estaba sucio con un poco de tierra. Ni un golpe o rasguño se notaba en su piel, tal y como ella lo había ordenado. —Y esto apenas calma mi enojo. Aunque podría perdonarte. —dijo esto último con tono sugestivo. Pero él sólo le veía con frialdad. Y al no recibir respuesta se acercó a besarle. Fue entonces que después de muchos meses Sasuke utilizó Sooye. Hizo que sus labios ardieran haciendo que Miroku se alejara a tiempo para que no se quemara.

—No soy como tus otros sirvientes que utilizas como juguetes. —dijo sacando un delgado hilo de humo. Al ver esto, la mujer volvió a transformar sus ojos para averiguar el tipo de magia que utilizaba, pero él ya estaba utilizando un poder de bloqueo. —¿No crees que ya te has inmiscuido demasiado en mis asuntos? —Ella llevó la yema de sus dedos a sus labios pintados, sintiendo el calor en ellos y fue un paso hacia atrás.

—¿Qué… —Miroku no sabía que preguntar primero— …qué tanto sabes?—preguntó con frustración la mujer.

—Lo suficiente como para saber que Apolo es tu favorito de este mes. —Miroku le dio la espalda un segundo y se mordió una uña. Pero justo después de declararse en su mente descubierta, se dio cuenta que se había olvidado que los sirvientes tenían un hechizo de no hablar. ¿Cómo podía él hablar con tanta facilidad del asunto?

—¿Cómo te has quitado el hechizo?—dijo tras girarse.

—No me comí su bombón. —dijo Sasuke con seguridad. Por eso es que si alguno llegase a descubrir el secreto de la prueba de la dulcera no podría divulgarlo pues en los chocolates estaban escondidos los conjuros que les podían dormir las lenguas, congelar sus dedos, dejarlos sordomudos y hasta matarlos con tal de que no revelaran nada privado del palacio a las afueras de sus terrenos. Un hechizo tan poderoso, escondido en un inocente bombón. Y él lo había sentido desde que había visto la dulcera. —Si me obligas a ser tu “asistente” revelaré todo. Ya también he descubierto la forma de borrar tu hechizo. —decía mientras lentamente se ponía de pie. La suma miko se vio acorralada ante estos argumentos. Pero no debía tenerlo de enemigo, pero lo quería en un lugar que pudiera vigilarlo, no podía dejar que anduviera por ahí en el palacio con magia.

—Vamos Sasuke, tranquilo. —dijo acercándose a él con delicadeza. —Sí quieres sólo se un auxiliar de Apolo. Y así tú tendrás tus días libres y vacaciones

—¿Y Naruto?

—Considéralo ya un hecho. —decía complaciente Miroku en lo que se colocaba frente a frente con él. —Ves lo fácil con lo que se solucionan las cosas. —decía a la vez que acariciaba su mejilla. Pero él giró su rostro soltando así el toque de esta.

—Está bien, solo quería eso. Pero me niego a trabajar en tu presencia. —se le iba a ser fastidioso, pero ya por lo menos tenía asegurado que les iba a dejar sus días de descanso.

—Vamos Sasuke, no seas así. —pedía con una voz juguetona con disimulada súplica. Y ella puso su mano detrás del cuello de él para acariciarlo y atraerlo a su rostro.

—Me niego. —volvió a declarar con firmeza reflejada en su seño. Entonces la mujer tomó su cara con una palma y con sus dedos apretó sus mejillas.

—Visto tu injuria a mí, debería despedirte sin importar que, pero seré buena contigo y te dejaré trabajar, pero será el trabajo más duró y pesado de todos.

 

xXx Naruto x Sasuke Dark Horse Sasuke x Naruto xXx

 

Eran casi la una de la mañana y Sasuke todavía no llegaba a casa. Naruto no podía dormir sabiendo que Sasuke podía haberse metido en más problemas. Todo había salido a mal con su estúpida idea. Pero él no entendía porque la insistencia del mayor de querer cargar con toda la culpa.

Y es que, un amigo no lo traicionaría, eso sí era cierto, pero en ese caso debían hacerse cargo ambos ¿Por qué esa persistencia?

¿Qué tenía en mente Sasuke? ¿O en su corazón?

De repente escuchó que giraban la cerradura de la puerta. En menos de un pestañeo ya estaba abriendo la puerta. Sabía que era él.

Le veía sucio y sudado, además del cansancio en sus ojos.

 

—Ya estoy en casa. —dijo Sasuke con simpleza y pasando a lado del menor. Naruto se sintió ignorado. Pero sólo por un momento se sintió mal, pues algo en la muñeca derecha de Sasuke le hizo preocuparse.

—¡Estas sangrando!—exclamó preocupado en lo que buscaba algo con que limpiar al mayor. —¿Por qué estas herido?

 

Sasuke no le escuchó por buscar el origen de la sangre, que provenía de sus muñecas que tenían cortes provocados por los grilletes. Sin cuidado se remangó sus mangas que ya estaban sucias de sangre seca. Mientras que el menor mojaba un trapo blanco, el otro inspeccionaba sus heridas, llegando incluso abrir una cortada pues notó que por una anormal razón no le dolía. Pero se impresionó al ver que en vez de sangre salía Sooye. Entonces Naruto puso el trapo sobre esta y con cuidado limpió. Sasuke le vio confundido ¿Naruto no veía extrañado su sangre negra?

Entonces un olor empalagoso llegó a su nariz. Volvió a ver al rubio, pero su visión se volvió ligeramente borrosa. Sabía que el aroma provenía de Naruto y tuvo un mal presentimiento.

Le arrebató el pañuelo al otro y se comenzó a limpiar solo. Aunque por un momento se quedo viendo perplejo que su sangre siempre fue roja. Naruto ante el rechazo se quedo paralizado por unos momentos. Era muy extraño que Sasuke se enojara con él y por eso se sentía muy culpable cuando eso pasaba.

 

—Esta es la primera y última vez que te salvo el pellejo de ellos. —dijo Sasuke con enojó, y le vio a los ojos. Vio en ellos la suplica de perdón por sobre cualquier cosa que hubiera pasado. Y es que por lo visto Naruto no tenía idea de que les podían castigar de forma física. Entonces soltó un suspiro y calmó su semblante. —Debes aprender a cuidarte solo de ahora en adelante. No vuelvas a ser idiota, Naruto. —dijo esto último con resentimiento. Dicho esto el azabache se marchó del departamento.

 

Naruto estando como piedra, pensó en lo que había pasado en tan sólo unos segundos. Lo que le había caído como piedra al rubio era que ese “Idiota” lo había dicho en hindi. El sentía menos pesar cuando se lo decía en cualquier otro idioma, y en japonés lo tomaba como broma, mas cuando se enojaba en su lengua madre es que lo decían en serio.

 

—¡Tú fuiste el que la provocó! ¡Tú eres el idiota! —dijo en respuesta en un arranque de coraje. Aunque luego se sintió humillado pues Sasuke nunca escucharía su enojo y también que a lo que le había gritado había sido a la puerta.

 

Pero recargado en la pared, justo debajo del número, estaba Sasuke que sí lo había escuchado. “Perdóname, Naruto. Pero debía protegerte. Me lo prometí. Aprende a cuidarte solo.” suplicaba en silencio para después marcharse a los baños. Pero no dejaría de pensar en ello.

Estando seguro de que no había nadie, y dentro de la quietud del agua caliente volvió a revisar sus heridas, abrió una de ellas sintiendo por fin el dolor y viendo con tranquilidad de que su sangre era roja.

Recordó que había utilizado mucho Sooye en su conjuro de bloqueo, por lo que revisó sus niveles de magia negra, que se encontraban bajos. Eso explicaba su reciente ansiedad, su revoltura de pensamientos y sentimientos. Y por un segundo su corazón se aceleró de miedo. No faltaba mucho para volver a caer en la locura.

Al volver al departamento vio que todo estaba apagado. Con sigilo pasó y preparo su cama. Naruto ya estaba muy dormido, pero aun despedía ese olor inusual. Sasuke se sentó en su cama con la espalda recargada en el fresco muro. Sentía que no podría dormir en toda la noche. Y volvió a repetir ese día una y otra vez en su mente en lo que por lapsus volteaba a ver al rubio. Pensaba que lo que había hecho lo había hecho por su promesa. Mas esos sentimientos eran un disfraz. Eso era amor. Amor verdadero y puro. Y poco a poco los parpados se le fueron cerrando y sus sueños traicionándolo.

Sasuke todavía se sentía en su habitación, pero su cuerpo estaba dormido. Cuando sus parpados estaban completamente cerrados sintió que alguien tocaba sus labios, pero estaba tan agotado que no quería reaccionar. Pronto ese toque se volvió insistente y reconoció que eran unos labios. Esos labios al besarle lograron despertarle a él y a su libido, pero no abrió sus ojos. Cada beso le hacía crecer su deseo más y más. De un momento a otro quiso abrir sus ojos, pero le costó mucho que sus parpados cedieran. Y así, entre sombras y manchones, logró reconocer el rostro de Naruto. Puso solo una vez su mano en su pecho para alejarlo con debilidad, pero al estar tan cansado, volvió a cerrar sus ojos para continuar besándole.

No quería detener ese contacto. Esos besos eran demasiado fuertes y sentía que no podría resistir más. Y así como empezó, todo fue acabando. Los besos fueron bajando de intensidad y de a poco los momentos entre beso y beso se fueron alargando. Así hasta que todo finalizó con un beso sencillo en que los labios sólo se tocaron con simpleza.

Sasuke no se quejó, eso había sido maravilloso, pero entonces su conciencia volvió y recordó sus promesas previas y que la persona con la que se estaba besando era Naruto.

Abrió sus ojos del asombro. Y frente a él estaba el rubio sonriéndole. Pero en menos de un segundo esa silueta se congeló y comenzó poco a poco a desvanecerse. Incluso el azabache se acercó su mano, pero lo atravesó.

Y justo detrás de esta falsa imagen estaba el verdadero acostado dándole la espalda.

¿Qué era todo eso? Pero Sasuke aun no sabiendo en que dimensión estaba, si en la del sueño o la realidad, tomó del hombro al menor para verle a los ojos. Naruto se despertó apenas entreabriendo los ojos. Era de madrugada y estaba en su tercer sueño “¿Ahora qué pasa? ¿Por qué me despiertas?” pensó el de ojos azules.

Sasuke lo vio atónito, Naruto no entiende nada.

¿Naruto se estaba haciendo tonto? ¿O era que todo había sido sólo un sueño?

Otro de los síntomas de la abstinencia había aparecido: la alucinación.

Notas finales:

Cada quien es malo a su manera, y eso lo demostró Miroku con su secreto.

¿A donde enviará a Sasuke?

Siendo tantas veces rechazado

¿Naruto se rendirá?

Y ahora con la locura tocando a la puerta de Sasuke

¿Qué le pasará?

 


Feliz Navidad!!!!

Les gusto mi sorpresa??

(¬¬ pero si tú ya no tienes fecha de entrega, se podría decir que siempre será sorpresa)

Bueeeeeeeeno... la intención es lo que cuenta, no??

^^U

Espero que les haya gustado este capi!!!

 

Por cierto, quisiera saber si alguna sabe como editar capitulos, es que viendo mi horrores ortográficos quise quitarlos, eso y un titulo mal puesto, y no pude D: alguna sabría??

 

Si tienen pinterest, ahí nos pineamos!!!! ;D

 

Les mando un calido abrazo <( U W U )>

Que tengan una buena noche ;)

 

Atte. 

La MueRtHeSitHa

^^*

 

PD: He decidido poner una pequeña trivia: la primera persona que adivine que cuadro rompieron, pondre lo que esa persona decida en el fic... bueno, no... haré... cumpliré una petición ^^

Es que me gustaría interactuar más con ustedes :*


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