Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Dark Horse por LaMueRtHeSitHa

[Reviews - 93]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Si pongo before, me refiero a la sucesión de hechos de cuando nuestros protagonistas estaban separados, si pongo now es por que es la misma del presente, por así decirlo.

:)

Dark Horse


“Desvelando el gran acto”


Por LaMueRtHeSitHa


 


Before ---~~~***


Sasuke estaba en un callejón, con la oscuridad más profunda que da previo a la salida del sol. Junto a él, un joven que le acaba de vender una buena dotación de Érebo. Suficiente para que él sobreviviera un año. Necesitaba suficiente para su largo viaje por Asia.


Antes de separarse, el otro le menciono que había creado un sustituto de mucha mejor calidad, pero que por lo mismo era más cara. Le atrapó ofreciéndole una muestra gratis, pero que debía acompañarle a donde lo tenía escondido.


Fueron a un lugar alejado casi a los límites de la ciudad. Tarde se dio cuenta Sasuke que los están siguiendo, y notó que era una emboscada, le quitó el corcho a un frasco, bebiendo todo de jalón. Si el Érebo tenía efecto rápido inyectado, bebido era inmediato, aunque eso estaba contraindicado.


El vendedor, que lo había llevado hasta la trampa por una recompensa, logró huir ileso del lugar. Mientras que el azabache era atacado con cuchillos y espadas, e incluso unos pocos con magia. Pero ellos eran como moscas para Sasuke, quien sólo tuvo que incrementar la fuerza y velocidad en sus movimientos. Y los hubiera acabado en cuestión de pocos minutos si no hubiera sido porque Kabuto intervino, buscando al mínimo descuido de Sasuke para atacarle.


Kabuto vio que ya no era el chico principiante que conoció. Por lo que decidió ocupar una transformación más fuerte para derrotar al azabache. Sus piernas se trasmutaron en la cola de una serpiente, su piel se volvió escamosa, sus ojos cambiaron a amarillos y de su cabeza salieron unos cuernos.


Para ese momento solo quedaban ellos dos. Sasuke sacó su espada y le comentó que su metamorfosis le recordaba mucho a Orochimaru. No esperando respuesta le atacó con mucha más rapidez. No hubo segundo en que no se dejara de oír el acero rompiendo el viento. Mas no lograba darle un solo golpe al peligris. Quien le sonreía con insolencia en cada esquiva.


Después de mucho logró clavarle el filo en el hombro a Kabuto, del que salió un líquido oscuro. Pero no demostró en lo más mínimo victoria, pues la espada se atoró entre las escamas que la aprisionaron con la fuerza del acero.


Kabuto aprovechó y le golpeó con su extremidad viperina. Tan fuerte, que terminó zafándole el hombro derecho a Sasuke, y su espada de su carne.


En el piso, fue tanto su dolor, que se quedó vulnerable y sin oportunidad de protegerse de manera eficaz. Kabuto entonces le dio una serie de golpes mucho más fuertes, que le hicieron que volar por los aires.


El menor se estrelló de lleno contra el suelo. Quedando con el pecho hacia abajo, temblando por los reflejos tardíos. Vio su espada, aun con el espeso líquido, a medio metro de él y se arrastró a ella con su brazo sano.


Kabuto se rió de él por su persistencia a seguir luchando. Tomó una vara cercana y fue hacia  el azabache para golpearle con ella su muñeca izquierda y que así soltará su espada. Sasuke sacó una mueca del dolor, pero no la soltó. Resistió y guió su espada hacia su boca.


Lo que Kabuto no esperó era que Sasuke la lamiera y tomara el poco Sooye que le ayudó a regenerar su cuerpo. En definitiva el Sooye era mucho mejor que el Érebo.


 


 


—Y tú sólo eres una mala copia de Orochimaru. —le dijo Sasuke, antes de que se escuchara el tronido de su hombro acomodándose.


 


Sasuke le arrebató la vara y le golpeó alternando con su espada, siendo más veloz para que su espada no se volviera a atascar.


En el momento en el que el azabache se detuvo, Kabuto notó que jadeaba. No había bebido suficiente Sooye, sólo lo que pudo. Y el de escamas tuvo confianza en que lo atraparía esa vez. De su cuerpo salieron otras dos serpientes que atacaron a Sasuke, pero él las cortó con su espada, incluso la tercera que había salido de sorpresa.


El Sooye era una gran ventaja, y Sasuke ya sabía utilizarla, sin contar su ventaja visual que terminó dándole victoria.


Kabuto estaba acabado y molido a golpes cuando pudo notar que los ojos de Sasuke eran rojos.


 


—Sharingan. —dijo Kabuto, pero Sasuke ni se inmuto. —Ni si quiera sabes de lo que estoy hablando. —se burló. —Tus ojos. —pronunció casi en susurro. El peligris sabía que pronto moriría.


 


Sasuke le tomó del cuello y le exigió una explicación. Quería saber todo sobre sus ojos, ese extraño poder, quería respuestas.


 


—Averígualo tú solo. —sentenció, para después convertirse en cenizas.


 


Mientras que la única testigo de la escena se arrastró por un agujero pequeño y húmedo, dejando en la escena a un impotente Sasuke.


 


xXx Naruto x Sasuke Dark Horse Sasuke x Naruto xXx


 


Now ---~~~***


 


—Y su primer acto como faraón fue volverme su ayudante. —dijo orgulloso Sasuke, terminando su relato.


 


El silencio reinaba en la habitación. Naruto se había quedado dormido mientras Sasuke hablaba. Esto no le molesto, ya era muy tarde y también estaba cansado. Mejor, así no tenía que contarle que en verdad sí habían matado a Necao y a su hijo.


Miró como su hermano estando sentado en el suelo, recargado en el sillón y todo torcido para recostar se cabeza en el almohadón; había conseguido acomodarse y dormir.


El ojinegro sabía que le costaría bastante trabajo arrastrarlo fuera y no iba a ponerse a averiguar en donde estaba su habitación. Por lo que optó por llevarlo a su cama para que durmiera bien, y así, antes del amanecer y de que los demás despertaran, levantarlo para que se marchara.


Ya con la habitación oscura y los hermanos dentro de un profundo sueño, alguien aprovechó ese lapsus en que el mago bajo la guardia. Alguien que también tenía magia y fue rompiendo cada uno de los hechizos del Ónix.


Esta persona caminó con gran sigilo por la alcoba, contemplando las condiciones en que habían dejado la habitación: la botella de vino vacía, los muebles fuera de lugar, algunas gotas de vino en el piso, aunque nada roto por suerte. “Anubis” se quitó su máscara de can para ver mejor la escena. Y fue cuando notó algo muy curioso.


Sobre su cama el mago dormía plácidamente y sentía algo diferente en su aura. ¿Paz? ¿Serenidad? Incluso, tal vez, ¿Felicidad? Aunque la pregunta más grande era ¿Cómo Él, siendo de sueño tan ligero y delicado, podía dormir de manera incomoda con el rubio, quién lo empujaba de a poco a la orilla? Es más ¿Cómo había dejado que alguien durmiera junto a él? Siempre que terminaba los echaba sin más de su cuarto, no importándole la hora o las condiciones en que estuviesen.


Se acercó a inspeccionar al rubio. Parecía un humano común. Se arrimó un poco a su cabellera y olió su perfume. Nada inusual, aunque de dulce aroma. Aprecio su barbilla la cual considero bella. No pudiendo evitar acariciarla con sus yemas. El rubio sólo se incomodo un poco, frunciendo un poco el seño y reacomodándose, para después volverse a relajar, pero no se despertó. Lo cual “Anubis” aprovechó para comenzar a escanear su aura y buscar en su interior magia. Algo que se había ganado el rubio. Ya tenía suficientes sospechas sobre él.


El aura era muy vivaz y alegre. De ahí no había nada fuera de lo común. Pensó que no encontraría nada más, pues parecía un simple humano. Al momento de checar su magia, se llevó una sorpresa y tuvo que revisar dos veces. Y era porque, muy en el fondo, encontró una fuente de magia.


Trató de averiguar su origen. Inglesa no era, ni de ninguna parte Europea, ni Africana ni Asiática. No era de ninguna magia común. Esa magia parecía provenir de la descendencia de alguna criatura mágica. La otra opción más posible era que fuera un mago de América, pero la forma no se sentía igual a esta. No reconocía ni la magia ni la forma


“A menos que… No, no es posible. Los magos protegidos de ese dios desaparecieron poco después que él, y su descendencia desapareció hace más de un siglo.” Pensó “Anubis”, recordando una antigua leyenda que su abuelo le había contado sobre un dios zorro.


Y entonces recordó como Iruka le había llamado: “Tulio, el Kyubi”


Pensó en que sí, era descendiente de algún dios, pero no podía ser de ese dios. Que era imposible y que su apodo era una gran coincidencia.


Sus ojos fueron sobre “Ónix” que continuaba durmiendo con inusual paz. Y se preguntó si él ya sabría del caso del rubio. Que aunque Tulio fuera una fuente de magia, se notaba que este no lo sabía, su magia estaba dormida.


Y a su memoria vino la primera vez que vio al “Ónix” en su casa, tomando un té en su comedor. Si algo había aprendido al saber de su existencia era que todo es posible. Pero para que esta leyenda se transformara en un verdadero hecho, sólo debía dar un pequeño empujón.


Transformó sus ojos negros a unos reconocidos rojos. Despertó con cuidado el rubio, apreciando los bellos ojos azules algo somnolientos. Pero cuando fijaron sus miradas, Tulio cambió su rostro a uno serio.


 


—Levántate—le ordenó Anubis en voz baja, para no despertar a Sasuke. El otro se quitó la sábana, Anubis le dio espacio, y Naruto se puso en posición de firme. El guardia le veía de pies a cabeza desde varios ángulos asombrado ¡La leyenda era cierta! ¡Estaba frete a él un autentico descendiente de Kyubi! Tenía ganas de experimentar con su nuevo descubrimiento, pero de reojo vio la silueta de Sasuke. No podía ahí. —Sígueme.


 


Se fue a una puerta secreta detrás del armario. El otro obediente pasó sin más que su rostro serio. “Anubis” volteo a ver al ayudante dormido y cerró la puerta con delicadeza.


 


xXx Naruto x Sasuke Dark Horse Sasuke x Naruto xXx


 


Sasuke se despertó aun de madrugada y sentía la garganta seca. Se removió en el colchón. Se limpió los ojos tratando de que sus pesados parpados se abrieran, para luego maldecirse por haberse manchado e intentar de arreglar el desastre en ojos. Mientras buscaba a tientas en su cama a su hermano.


Cuando sintió la ausencia de Naruto se sentó sorprendido en la cama. Miró entre las sombras, pero no lo vio en la habitación.


Era imposible que hubiera podido salir con sus hechizos puestos. Entonces agudizó sus sentidos, percibiendo que ninguno de ellos estaba activado. Sólo una persona podía hacer eso.


 


—Itachi. —dijo entre dientes, maldiciéndole por dentro. Como detestaba que entrara a su habitación sin su permiso.


 


Conociéndolo sabía que estaría en la sala privada. En un segundo se levantó de su cama, encendió una lámpara de aceite y se fue por el pasaje secreto. Paso por un largo pasillo sin ventanas. Ya sin tanto alcohol en el sistema, se sentía estúpido por haber dejado a Naruto quedarse esa noche.


Itachi estaría esperándole para que le diera una explicación. Que si bien ser un libertino era parte del papel, lo que había hecho no tenía excusa. Y se preparaba para la reprimenda que le daría por haber sido descuidado.


Y, tal como había predicho, ahí estaba “Anubis”, aunque esto era nada más que su nombre falso. Estaba con la luz de la luna y una antorcha; sentado en un sillón le daba la espalda y parecía solo. Hasta que vio al rubio dándole de comer en la boca uvas.


 


—¿Qué es todo esto? —dijo Sasuke disgustado de que Itachi irrumpiera en su cuarto, aunque también extrañado por la escena.


—Hola Sasuke. Pues nada en especial, sólo jugando un poco. Has una vuelta de carro, un mortal doble hacia el frente y para finalizar un mortal hacia atrás. —dijo esto último en forma de orden al ojiazul, quien dejó las uvas y se fue a una esquina. El ojinegro sabiendo que lo iba a hacer, intento detenerlo.


—Naruto ¡Detente!—dijo firme, pero este lo ignoro por completo. Mientras Itachi tomaba nota mental del verdadero nombre del rubio


—No te hará caso, hermanito. —el aludido volteó hacia Itachi y vio en él el Sharingan con tres tomoe. —Necesitan estar activados. —Sasuke al instante activo el Sharingan, pero aun no sabía utilizarlo muy bien y sólo logró activar con dos tomoe. Le intentó de nuevo, pero estos seguían igual. Y el rubio ya estaba a punto de hacer el mortal. No tener las cosas bajo su control le hacía enojar.


—Sólo has que no se mate…—E Itachi sólo sonrió con soberbia. —…Por favor. —casi rogando lo último.


—¡Alto! —sentenció el mayor.


—Gracias. —pero entonces el otro saco la pelota de hule. Sasuke solo se desconcertó cuando él otro la arrojo rebotando.


—Ve por ella. —Sasuke sólo giró sus ojos.


—No dijiste nada de cosas estúpidas. —se justificó con burla.


—¿Ya me vas a enseñar la hipnosis?—dijo mientras se acercaba a sentarse.


—¿Hipnosis? Nosotros no podemos hipnotizar.


—¿Y esto qué es?—señalando al rubio que se aproximaba con la pelota en la mano, por fortuna no en la boca como un perro.


—“La Disciplina de la Gratitud” O al menos así recuerdo que le llamaba nuestro abuelo. —entonces llegó Naruto y le entregó la esfera a Itachi, quien la volvió a arrojar.


—¿Es un hechizo o un conjuro? —ignorando abismalmente su enojo interno por lo que había Itachi con Naruto, quien iba de nuevo tras ella.


—Ninguna. Es como una maldición que lleva su familia, pero también podría decirse que es un legado. La única forma en que esta despierta es por el Sharingan. Es como un tipo de control mental que tenemos nosotros sobre todos ellos. No recuerdo bien la historia. Mamá se la sabía mejor.


 


Sasuke entonces recordó el detalle de que Mikoto seguía viva. Pensó por un momento si contarle a Itachi que su madre seguía viva. No sabía cómo reaccionaría, y temía que quisiera hacerle daño a Mikoto por traicionar a la familia.


 


—Esta es demasiado antigua. Es de cuando los dioses todavía caminaban con los humanos. —dijo Itachi, sacando de sus pensamientos al otro. — Antes de desaparecer, los dioses dejaron hilos del destino para que el orden siempre volviera. Por eso nuestra familia está unida a la de ellos.


 


xXx Naruto x Sasuke Dark Horse Sasuke x Naruto xXx


 


Iba una hermosa mujer bajando unas estrechas escaleras. Caminaba con cuidado de que su sari, bordado con plata, no se quemara con la lámpara que la ayudaba a guiarse por el húmedo pasillo.


La mujer cruzó una puerta sin pedirlo. Ella no necesitaba permiso de nadie, su esposo no estaba cerca.


El lugar era como una cueva. No había ventanas y ni rastro de luz en docenas de metros de profundidad. Solo las lámparas de aceite podían iluminar recóndito espacio.


Sus grandes ojos verdes admiraron los estantes llenos de recipientes de todas formas y tamaños. Se acercó con curiosidad a ver sus distintos contenidos. Unos con sustancias espesas, otros con criaturas extrañas con cuernos y una con nariz de puerco que no concordaba con la especie.


Llegó a un muro en el que un estante yacía aislado. Detrás de un cristal, y protegido por un marco de madera y un candado, reposaban unos frascos con etiquetados en persa y latín.


 


—¿Qué es esto?—preguntó la Esmeralda al viperino, que la vigilaba en las tinieblas.


—Son mi colección especial. Aunque es mejor que se mantenga a una distancia prudente, gran reina.


—¿Por qué? ¿Qué son? —más con intriga que con el recelo que aun le tenía. Todavía no tenía confianza en ese hombre. Pasó la punta de sus dedos, llenos de anillos de oro, sobre las molduras, como retándolo.


—Son enfermedades sin cura. Altamente contagiosas y peligrosas. —la mujer alejó rápidamente la mano con miedo.


 


Ella, aun así sabiéndolo, no se alejó ni un paso por el misterio que le causaban los recipientes. Fue preguntando con curiosidad lo que hacían cada una.


 


—¿Para que las coleccionas?


—Planeo experimentar en un futuro con ellas, pero el marajash me ha pedido suma concentración en la investigación sobre la gangrena.


—Si yo te pidiera que investigaras sobre algo en especial ¿Lo harías? —los ojos amarillos del otro demostraron su entusiasmo junto con una sonrisa malévola.


—Usted es la reina, estoy a sus órdenes ¿Qué es lo que desea que le investigue? —dijo inclinándose ante sus órdenes.


—La peste negra.

Notas finales:

Espero que les haya gustado.

 

Un review te aleja del doctor y de las inyecciones del dentista. 

Sugerencias, quejas, dudas en la cajita de reviews :)

 

Buenas noches, nos vemos.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).