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Dark Horse por LaMueRtHeSitHa

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Notas del capitulo:

#TeamActivo

 

"You bright your light, I'll bring the pain

You bright your joy, I'll bring my shame

I want to kiss the scar that rips your shoulder

Get so close that it hurts

...

I would risk everything

Set fire to the house,

Pack my bags

And walk out

But would you want me to

If I was free?"

Magnetized - Garbage

Dark Horse

“Cenizas y diamantes”

Por LaMueRtHeSitHa

 

 

Cenizas y diamantes

 

Como una antorcha incandescente que arde

esparces a tu alrededor centellas crepitantes.

¿Sabes, al menos, si ardiendo eres más libre

o si aceleras el desastre de todo lo que fue tuyo?

¿Si sólo quedará de ti un puñado de ceniza

dispersado por la tempestad, o si se hallará

en lo más profundo de las cenizas un diamante estrellado

promesa y prueba de victoria eterna?

 

-Cyprian Norwid

 

 

 

Las dunas rojas se veían hasta el infinito con un día despejado pero extrañamente vacío. El fuerte aire las hacía crecer y decrecer a un ritmo similar al del altamar. Los granos no lastimaban a los ojos, pero el viento se mostraba en el movimiento acelerado de las túnicas. En medio de la paprika estaba una pequeña balsa que apenas se podía mantener en la superficie. Varias personas intentaban subirse, pero si alguien lo lograba, la hundiría junto con sus dos únicos pasajeros.

Un hombre con mirada amenazante tomó las ropas de Naruto, quien en lugar de sus encantadores ojos azules poseía unos intrigantes rubíes, intentando bajarlo a la fuerza. De repente Sasuke sacó un pequeño objeto metálico del que salió una explosión, como si fuera un cañón de bolsillo. El extraño murió al instante y se hundió en la arena dejando confundido al rubio, quien antes de preguntar por el artefacto, fue abrazado por la espalda por el azabache, quien tenía unos ojos similares a los suyos.

 

—Nunca permitiría que alguien te hiciera daño. —pronunció el mayor en voz pausada y ronca a su oído.

 

Naruto sintió una excitación tal que se le escapó un ligero gemido. Sasuke le acarició sobre sus ropas hasta llegar a su cuello, despejándolo para después mostrara sus colmillos y morderlo.

De repente Sai lo despertó a meciéndolo por el hombro. Estaban en una carroza y su asistente le avisó que ya habían llegado a su destino. El rubio se levantó de su improvisada y dura cama, tronando su cuello por lo entumecido que estaba a la vez que rectificaba que su mayor tesoro le colgara del cuello.

 

xXx Sasuke x Naruto Dark Horse Naruto x Sasuke xXx

 

Las calles de Fuyaira estaban repletas de sus habitantes que abucheaban al chanty en su jaula dorada, quien estaba con su corona, su collar espinado, sus grilletes y sus docenas de esposas. Debía dar un último paseo por la ciudad escoltado por guardias que tocaban una marcha con tambores hasta el parque central, frente al palacio de los emperadores de Japón, dónde le cortarían la cabeza. Subieron a la tribuna para sentarse en primera fila los emperadores junto con otros miembros monarcas, seguidos de la suma miko, en su característico kimono de luto y con su corona. Aunque el poder de la pareja real era superior al de Shion, el lugar del centro estaba reservado para ella por ser la demandante y principal afectada.

Los tambores callaron y todos escucharon al juez que se paró sobre una tarima alta para que todos apreciaran la ejecución. Él leyó con fuerza el resumen del crimen, el juicio y la condena. Un hombre gigante y enmascarado subió recibiendo aplausos como si fuera un guerrero victorioso y se colocó junto al juez. Este era el verdugo quien tomó una afilada katana, que previamente estaba ahí, y la alzó regodeando a los espectadores. Dos guardias sacaron a Sasuke de su prisión y anduvo con pasos cortos por los grilletes, subió con cuidado los escalones que crujían por la delgadez de la madera. Ya en la tarima lo giraron para ver al público y les vio con un odio que a más de uno silenció. Aun sabiendo ellos que él no podía hacerles nada, esa mirada imponía.

 

Yo No Lo Hice —reclamó el chanty a Shion cuando estuvo con ella en la jaula.

—Todos te vieron. —contestó ella.

—Los engañaron, alguien me suplantó ¡No sé! Pero yo soy inocente.

—¿Y los robos a faraón, los engaños a los franceses y los ataques a mis barcos? —crímenes cuasi perfectos de los que ella también sabía que era culpable. Pero el azabache le vio con una furia insuperable.

—Yo No Maté A Miroku. ¿Qué ganaría yo con eso?

—No sé —ella fingió ingenuidad. —. ¿Tal vez que Naruto y yo no pudiéramos cumplir nuestro acuerdo? —entonces se le acercó con una mirada de odio, pero el otro permaneció hierático. Él mismo reconocía su inocencia, aunque no sabía cómo negar los testimonios que lo colocaban en la noche del asesinato. —Bueno, pongamos en el tablero la posibilidad de que alguien DEMASIADO parecido a ti y con tus MISMOS poderes —algo “imposible” ya que era el “único” mago con ese tipo de magia. —te incriminó ¿por qué lo haría? ¿por qué tú? ¿por qué querría inculparte y afectarte sólo a ti? —y es que en su mente la única víctima era ella.

—No Lo Sé —impuso Sasuke para después acercar su rostro al de ella mostrando una sonrisa socarrona. —Lo único que sé es que esa noche yo le hice el amor a Naruto. —La rubia alzó su mano con intenciones de abofetearle, pero se contuvo.

—Eres insufrible. —le dijo antes de acercarse a la salida y deshacer sus sellos. —Ya es hora de la ejecución. —ordenó a los guardias antes de salir por completo. 

 

Ahora, de vuelta a la tarima, el de orbes ónix miró con odio a la rubia y está ni se inmutó. Entonces una mano pesada lo obligó a arrodillarse y a inclinarse para colocar su cuello sobre la guía de madera. El público empezó una cuenta regresiva en la que alzaban sus puños en lo que el verdugo levantaba la katana haciendo reflejar el sol en su filo. Estando a punto de bajarla sobre el cuello una fuerte explosión se hizo presente en uno de los extremos del parque y en la tarima fue lanzada una bomba de humo.

Entre el caos y la poca visibilidad Naruto logró derribar al verdugo, sometiéndolo y maniatándolo con maestría. Muchos soldados del rubio junto con otros romanos, ambos disfrazados para no ser identificados con ningún ejército, atacaron a diestra y siniestra, saliendo de distintos escondites: alcantarillas, callejones, entre la misma multitud con capas de invisibilidad y mansiones aledañas. De inmediato varios samuráis sacaron sus espadas para proteger a los monarcas, incluyendo a la suma miko, de cualquiera que quisiera atacarles. El protocolo dictaba que debían llevarlos al interior del palacio y alejarlos de la zona de peligro. Pero el que intentó llevarse a Shion sólo recibió un manotazo de parte de ella ¿Cómo se atrevía a tocarla? El rubio fue a Sasuke para su rescate, jalado primero la corona, pero esta estaba muy ajustada.

 

—¡Ay! ¿Siempre tienes que ser tan tosco? —reclamó el azabache a su hermano por los tirones que le daba. Al ver que no cedía, Naruto intentó quitarle el collar, mas fue lo mismo. Al igual que el quejido.

—¿Y tú podrías dejar de ser tan delicado? —contestó el otro, aunque generalizando. Recibiendo de respuesta la mirada molesta del chanty.

 

Pareciendo que sólo lastimándolo podrían quitarle aquellos objetos y el de marquitas prosiguió  a abrir con unos ganchos pequeños los grilletes. Mas en ese instante Shion logró ver que no sólo habían descuidado a su prisionero, sino que además lo estaban ayudando a escapar. Ella alejó a los samuráis que la intentaban proteger como si fueran de papel. Se deslizó a gran velocidad a la tarima a la vez que un aura oscura la rodeaba, y eso sólo significaba una cosa: estaba invocando a los espíritus malignos del inframundo. Preparó en su mano derecha una esfera con energía oscura —que además era ilegal— para acabar definitivamente con Sasuke. El cielo se oscureció y varias sombras se dirigieron hacia Sasuke. El de ojos azules al percibir la amenaza de la rubia, instintivamente llevó el cuerpo del mayor detrás de él para protegerlo. Shion mostró miedo al distinguir al dueño de su corazón y apenas a tiempo llevó el ataque al cielo, rompiendo aquella atmosfera oscura como si fuera un cristal, provocando un estallido con un sonido similar a cientos de silbidos por las almas ahogadas, con una onda expansiva que rompió varios ventanales. Mientras que las garras que apenas habían tocado a Sasuke se deshicieron como si fueran humo. En el rostro de Sasuke rodó una gota de sudor, nunca había visto un ataque similar, pero sabía que de haberlo completado hubiera muerto. Ella respiró con dificultad tratando de recuperar el aire por la energía que había gastado mientras se acercaba con enojo contra Naruto. No podía hacerle daño, pero no quitaba que estaba furiosa. Ella estaba tan débil que lo golpeó con torpeza un par de veces antes de que él le retuviera ambas muñecas.

 

—¡Shion, cálmate! —pidió Naruto, sintiendo tristeza por ella.

—¡Dijiste que no estabas de su lado! —ella forcejó para liberarse, pero el de marquitas no lo permitió

—Qué no estoy de lado de nadie. —contestó más calmo y severo. Sasuke observó todo desde el suelo, ya sin los grilletes, pero aun con las esposas y dentro del temor por lo que acababa de pasar. Su mirada obscura fue a la espada del rubio y pensó en lo fácil que podría asesinar a Shion por tener sus defensas bajas. —Es sólo que no debe morir. Lo necesitamos para atrapar al Ahriman.

—¿El Ahriman? —pronunció con voz grave, llamando la atención de los tres. Era un joven de edad similar a la de ellos, de elegante yukata imperial color negro perfectamente planchado, acercándose a ellos, seguido de un par de samuráis. Él era el príncipe menor. —¿Qué sucede con él?

—Ya ha aparecido, su majestad. —indicó el rubio preocupando a la suma miko.

—¿Por qué no nos habías contado nada, Shion? —reprendió el superior de la susodicha.

—No deseábamos preocuparlos de más, majestad. —declaró ella mientras se reverenciaba pidiendo perdón por no informarles de inmediato.

—¿Cuándo pasó esto? —interrogó severo mientras el de ojos azules levantaba al chanty.

—En un viaje reciente a India, hace apenas un mes. Y descubrimos que “Ónix”  es la clave para acabar con él, por eso debemos conservarlo con vida. —mencionó Naruto inclinando al otro por el cuello para mostrar respeto ante el príncipe. Y durante unos instantes Sasuke mostró sorpresa por el hallazgo que había hecho el rubio durante su viaje, que ni él sabía.

—Ónix ¿Prometes, por tu palabra de mago, de que ayudarás en la captura y/o destrucción del Ahriman, aunque eso no te asegure que libres tu condena?

—Claro que sí, excelsitud. —contestó el azabache cuando Naruto lo jaló del cuello para verlo a los ojos y un segundo después volver a bajar. Todo fuera para conservar su cabeza unida a su cuerpo. —Solicito permiso para que me dejen reunirme con mis guardias para ir de inmediato a India.

—En dado caso, tú —señalando a Naruto. —¿Eres el jefe de los ejércitos de Roma, cierto? —estaba desactualizado el príncipe.

—Sí, majestad.

—Te encargaras de que Ónix llegue a su palacio. Después asegúrate de que llegue a India sano y salvo. —aunque el príncipe no tenía poder sobre un soldado romano, la situación ameritaba.

—Entendido, majestad.

—Shion, debemos informar a los emperadores y a los demás reyes de la situación.

—Enseguida, majestad. —aceptó ella con solemnidad. Era su deber al fin y al cabo.

 

Ambas parejas se separaron. Naruto ayudó a bajar a Sasuke, quien volteó a ver a la rubia con odio, y ella también lo hizo hasta que los samuráis se interpusieron en sus miradas. De inmediato les ofrecieron a nuestros protagonistas una carroza ligera para marcharse de inmediato, escoltados por un par de guardias para protegerles y retirar las esposas restantes. Cuando Sasuke fue libre comenzó a estirar sus articulaciones de las que algunas tronaron.

 

—Eso de que puedo vencer al Ahriman ¿Cómo es? ¿Cómo puedo derrotarlo? —cuestionó al rubio en hindi.

—Mentí. No importas en lo más mínimo. Sólo era para que te dejaran ir. —contestó con una sonrisa, satisfecho por su labor.

 

Los caballos fueron a todo galope por el desierto logrando llegar al palacio egipcio en los emiratos antes de mediodía. Tan sólo cruzaron las murallas docenas de sirvientes y guardias de élite fueron a atender a Sasuke. Entre la conmoción Naruto le siguió lo más cerca que pudo, pero Itachi le negó la entrada a las habitaciones reales y le cerró la puerta en su cara. Debía esperar fuera.

Itachi inspeccionó el aura del chanty en lo que otros buscaban heridas físicas. Le preguntó por todo lo que le había pasado, sintiendo pavor al llegar a la parte en que casi le degollaban y que Shion intentó atacarlo. Estuvieron demasiado cerca de perderlo a él, su hermanito, su pieza clave para ganar la guerra.

 

—Se va a emitir un llamado de alerta por el Ahriman, los emperadores ya saben de su existencia. —comentó después de que uno de sus primos le había dado el visto bueno a sus ojos. Esto sorprendió al mayor por el repentino cambio de planes. Se enfrentaría a una guerra no planeada. No, peor. —¿Qué va a pasar? —cuestionó con preocupación.

—Vamos a discutirlo en un momento. Haremos una junta. Tú mientras tomate un baño para espabilarte. —ordenó Itachi y Sasuke le obedeció. —Hinata, ¿todavía no aparece Sasuke en tus visiones? —le dijo a la susodicha, quien salió detrás de las cortinas. En él había nacido la esperanza de que Naruto hubiera roto esa maldición del destino con la que cargaba Sasuke.

—No, él no ha aparecido. —contestó con tristeza. Se estaban jugando demasiado con la vida de Sasuke y con Ahriman a la vuelta Itachi sabía que no podrían protegerlo lo suficiente.

 

Hinata, enmascarada, vigiló al rubio observando su preocupación por saber de Sasuke. Con temor oculto se acercó a él, quien de inmediato preguntó por su hermano. Ella sólo pidió que la acompañara al salón del chanty y él sin pensarlo la siguió. En el interior estaban unos cuantos miembros de la realeza egipcia quienes le sonrieron, agradeciendo así de que hubiera rescatado al gran mago; unos cuantos guardias, comunes y de élite. Resaltando en el salón el trono alto del chanty. Incluso tal vez ligeramente más grande que el que tenía en Egipto. Porque en el emirato Sasuke sí era como un rey. Pero él no estaba ahí. Y cerraron las puertas.

En la junta de emergencia de los Uchiha se comentó que esa misma noche faraón daría la orden para acudir al llamado para enfrentar a Ahriman, sorprendiendo a más de uno. Debían preparar armamento, al ejército e incluso se comentó sobre el cese al fuego y el posible regreso de los ejércitos del extranjero. Pero casi al finalizar la reunión, se mencionó un plan en clave que turbó a Sasuke.

 

—Itachi ¿Qué es eso del plan “Mangekyo”? —cuestionó en lo que caminaban por los pasadizos hasta su alcoba para que vistiera como “Ónix”. Sabía que así se llamaba uno de los niveles de mago Uchiha, pero desconocía del plan homónimo.

—Hemos decidido que llegues a esa fase. —sentenció el mayor, haciendo que Sasuke frunciera el ceño al comprender un poco más la situación.

—No pueden obligarme. —eso era mezquino.

—Ya lo aceptaron todos. Debes seguir con el plan. —ordenó Itachi tomándole con fuerza del brazo para verle a los ojos con el su Mangekyo activado.

 

El plan era mantener vivo a Sasuke por lo que debían fortalecerlo. La prueba final de la lealtad a la familia. Itachi sabía que el de mirada azulina era allegado a Sasuke de manera sincera y que era correspondido, no como las otras relaciones que mantenía por conveniencia. Era hora de separar el trigo de la cizaña. A Naruto lo necesitaban porque con él eran fuertes. Heredero del Kyubi después de todo. Pero necesitaban más a Sasuke y para mantenerlo vivo debían acabar con el de ojos azules.

Con esto se ponía a prueba de quién podía controlar a quién. Sasuke podía controlar a Naruto, pero a Sasuke lo podía controlar Itachi ¿Quién tenía más influencia sobre de él? ¿Su hermano mayor o su hermano menor?

Sasuke sufrió una tortura en la que visualizó docenas de veces en las maneras que Itachi había tenido que deshacerse de los obstáculos que él había evadido por no querer involucrarse, a la vez que le alternaba las formas en que podría acabar con el rubio de forma amenazante. Al volver a la realidad se sentía peor que al ser librado de Shion y sus piernas se vencieron por el cansancio mental. Era como si hubiera pasado días bajo un yugo infernal. Lo suficiente para hacerlo cambiar de parecer. No quería ninguno de esos finales para el de mirada azulina, y pronunció unas palabras que sorprendieron al otro: por primera vez se haría cargo del asunto. Había prometido que nadie dañaría al rubio. Él lo haría, pero no le dolería.

El silencio en la sala era tal que por el leve sonido de la puerta abriéndose alarmó a más de uno. Vieron pasar a Ónix, mostrando su cabellera al natural y largo hasta los hombros, estrenando una túnica blanca de intricados bordados, con sólo un par de brazaletes de oro, junto con sus dos pares de anillos: el que le otorgaba su puesto de chanty y el que lo comprometía con Sasori. Se reverenciaron por ser la máxima autoridad presente en ausencia de faraón. Con su gracia subió hasta su trono y llamó a “Tulio” al frente. En un principio se sintió confundido, pero aun así obedeció. Entonces “Anubis” hizo una seña con la que varios sirvientes colocaran pergaminos alrededor del rubio a la vez que unos cuantos guardias se acercaban a su perímetro.

 

—Tulius Antoninus Pertinax, serás sometido a juicio.

—¿Qué? ¡¿Por qué?! —inquirió indignado.

—Se ha puesto en duda tu lealtad hacia mí y a todo Egipto.

—¿De dónde sacas eso? ¡Sí yo fui a rescatarte!

—Pero teniendo oportunidad de deshacerte de la suma miko, rival reconocida de nuestro gobierno, no lo hiciste.

—Ese nunca fue el fin. —contestó con enojo en su mirar.

—Inmovilícenlo. —ordenó el chanty.

 

Los guardias lo tomaron por los brazos, obligándolo a arrodillarse, colocando espadas lado a lado de su cuello y lanzas apuntando a sus órganos vitales. Fue cuando Naruto lo miró asustado ¿No se suponía que se pondría de su lado? Sasuke bajó los escalones hasta el de marquitas, agachándose para acercarse a su rostro.

¿Qué haces? —preguntó Naruto en voz baja en hindi, temeroso de la situación.

Ya no confío en ti.

—¿Qué? —se desconcertó el rubio.

—Tú me has puesto un hechizo para sucumbirme. —y el rubio negó con la cabeza.

—¿De qué hablas?—y el chanty se alejó poniéndose de nuevo en pie.

¿Por qué no mataste a Shion? —interrumpió el azabache en árabe haciendo aparecer en su palma el diamante.

—Yo sólo iba a rescatarte, ella…

—Si no estás de su lado, debiste haberla matado. —hablaba mientras admiraba el brillo de la joya que reflejaba en su rostro. —Pero no te atreves. —con la mirada fría al rubio. —Y así no nos eres útil.

—No dudes que siempre estaré de tu lado. —con los guardias y la presión, Naruto no sabía frente a quién estaba hablando. Si a Sasuke u Ónix.

—Yo dudo de tu lealtad, “Tulio”. —pronunció con rencor su nombre. Mas el rubio arriesgó la poca suerte que tenía en la situación.

—No digas estupideces, Sas…

—Yo no creo más en tus palabras o en ti. —y arrojó el diamante frente a él, demostrando su repudio e impresionando a todos los presentes, creando un eco en los pensamientos de Naruto que competían con sus palpitaciones nerviosas.

 

Algunos pensaron que por salvarle la vida el de marquitas merecía el perdón, pero creían con fervor en Ónix y en sus decisiones para que al final ninguno cuestionara aquello.

El azabache creó el brazo derecho de su armadura purpurea para tomar de nuevo el objeto mágico y aprisionarlo con tal fuerza que incluso llegó a irradiar calor por la presión. Entonces lo alzó, llegando su brazo casi al techo, y con mucha potencia lo impactó contra el suelo, creando un ligero temblor en el lugar. Naruto se mantuvo expectante ante esto, pues había estado muy cerca del impacto que había creado una grieta en el suelo. El chanty deshizo el brazo y mostró el diamante partido en dos.

Porque aunque los diamantes son duros, no son irrompibles, como comúnmente se pensaba. Un diamante con un golpe conciso puede llegar a quebrarse.

 

—Mátenlo. —ordenó el de ojos ónix. Naruto no creía lo que había dicho

 

“Prometo no permitir que nadie más te haga daño.”

 

Susurró un pequeño Sasuke de trece años antes de que todo se volviera negro.

Notas finales:

Cenizas y diamantes

 

Como una antorcha incandescente que arde

esparces a tu alrededor centellas crepitantes.

¿Sabes, al menos, si ardiendo eres más libre

o si aceleras el desastre de todo lo que fue tuyo?

¿Si sólo quedará de ti un puñado de ceniza

dispersado por la tempestad, o si se hallará

en lo más profundo de las cenizas un diamante estrellado

promesa y prueba de victoria eterna?

 

-Cyprian Norwid

 

A verdad?? Te engañé con el principio :v La verdad era para promocionar “After the time” fic de vampiros SNS que estoy escribiendo, bueno y para recordarles la promesa que había hecho Sasuke cuando estaban camino a los emiratos la primera vez.

Este capi se lo dedico al #TeamActivo y a todos los que participaron en la actividad del grupo “Shhh… Sasunaru Narusasu” En serio me divertí y me fue grato conocer a “un montón de agradables sujetos” xD Tanto me animaron y fui feliz conociendo a los integrantes que pude sacar este capi.

Voy a volver a hacer lo de subir primero y quince de mes (días más, días menos (sobre todo más ^^U)) Si ven que ya es 4 ó 18 ya mejor esperense a la siguiente vuelta xD

Entonces hasta la próxima quincena!! :D

 

Buenos días, tarde, noches o lo que se les antoje ;3

 

Atte.

La Muerthesitha

^^*


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