Dark Horse
“En la obscuridad”
Por LaMueRtHeSitHa
—¿Quién eres tú? —inquirió Sasuke poniéndose en posición de defensa. Algo inútil porque estaban en el interior de Naruto en el limbo, además de que estaba frente a un dios.
El limbo al ser otra dimensión podía contactar con los dioses y a su vez desembocarse dentro de Naruto, algo que no podría hacer en la realidad. Para amenizar el ambiente Kyubi creó una fogata. No siempre tenía visitas que lograran llegar a ese nivel de inconsciencia.
—Te lo pondré sencillo, muchacho. Soy Kyubi. Y al ver que puedes entrar dentro de la mente de uno de mis hijos puedo atinar a que tú eres la descendencia de uno de los elegidos de Nochi. —para después darle una calada a su pipa alargada. Sasuke se sorprendió a la vez que guardó una compostura de respeto.
—Querrás decir el último de ellos. —corrigió el azabache sentándose frente a la fogata. Kurama lo vio perplejo unos instantes para después mostrarse abatido.
—Oh… es una lástima. ¿Cómo llegué a esto? —trató de hacer conversación.
Sasuke le explicó de forma resumida el cómo sus parientes habían terminado con el mismo padre, sus viajes, peleas, el cómo había descubierto sin querer que tenían un lazo profundo, cómo se habían vuelto a reencontrar sólo para darse de bruces con Ahriman y así Naruto entrara dentro de una parálisis del sueño dentro del limbo. Esto último hizo que Kurama tosiera el humo de su tabaco.
El dios-zorro de vez en cuando tomaba la conciencia de Naruto para ver el mundo, pero no tenía conocimiento de muchas. En definitiva la situación era un problema, mas no uno que no se pudiera solucionar.
—Ahriman es fuerte —comentó el pelirrojo—, pero todavía podemos derrotar a ese idiota. Sólo tienes que usar tu mangekyou. —solucionó como si hablara de sumas y restas. —entonces Sasuke se incomodó con vergüenza.
—¿Qué pasaría si te dijera que todavía no lo he despertado? —cuestionó con duda por no saber si contarle el plan de Itachi.
—Bueno, eso haría las cosas más complicadas, pero no imposibles. Sólo hay que hacer un poco de trampa.
Kurama dejó su pipa de lado y se dispuso a enseñarle a Sasuke el cómo liberar a Naruto de sus pesadillas, algo sencillo cuando conocías a profundidad su aurea o su semblante impulsivo. Lo complejo fue explicarle como liberarlo a él, a Kurama, para poder usarlo en el exterior.
—Yo le digo “Hipnosis titiritera”, aunque Nochi quiso ponerle “Disciplina de la gratitud” —mencionando en esto último con tono fanfarrón. —Sólo así podrás sacarme y derrotar a Ahriman. —un dios contra otro sonaba conciso. —Aunque te advierto de antemano: voy a estar en modo salvaje. No voy a tener ningún tipo de consciencia, pero es la única forma de tener por lo menos una posibilidad de acabar con ese engorroso de Ahriman. —mencionó casi escupiendo por pronunciar el nombre de ese dios.
El tiempo en el limbo no existía y por lo mismo Sasuke podía tardarse años y esto apenas sería un suspiro en la realidad. Aun así fue veloz en aprender.
—Eres rápido aplicando todo lo que te he enseñado —mencionó Kurama al ver que asimilaba todo sin tener que repetirlo.
—No es que fuera tan complicado. —mencionó con desdén.
—Tampoco te creas la gran cosa. —le regañó jalándole la oreja. —A Nochi le tomó siglos comprenderlo para que tú lo usaras con facilidad con los poderes que él moldeó. —y eso que él tuvo que poner de su parte. Aunque bueno, lo arrogante lo llevaba en la sangre.
Sin más que aprender, Sasuke se marchó a la obscura profundidad de la mente del de ojos azules, no sin antes agradecerle a Kurama con una reverencia, como la primera vez que lo cuidó durante su viaje por Japón para encontrar a su familia. Kurama se despidió con nostalgia. La razón por la que quería hacer plática con ese joven era porque tenía la apariencia exacta de Nochi.
—Si tan sólo fueras un poco menos orgulloso. —mencionó el pelirrojo al verlo desvanecer.
—Aunque me lo suplicaras, sabes que no podría. —contestó una voz segura a sus espaldas.
—Nochi… —pronunció Kurama antes de voltearse y ver frente a él al dios-pantera con la misma ropa torpe que le había hecho cuando se encontraron la primera vez.
Siendo efusivo como él solo el pelirrojo le tomó por el cuello y le besó saboreando sus labios. El otro le abrazó para darle más profundidad, gesto que hizo sacarle una sonrisa al dios-zorro sólo para que al abrir sus ojos rojos, viera al dios-pantera desvanecerse. Haciéndole sentirse triste y solitario.
—Idiota. —pronunció causando un largo eco en el infinito.
xXx Naruto x Sasuke Dark Horse Sasuke x Naruto xXx
Cuando Naruto, Sasuke y Sai se encontraron con Shion, ella se estaba enfrentando sola a Ahriman, el dios-león deforme con temibles fauces y cuerpo alado.
—¿Para qué luchas? Tu mundo ya dejó de existir. —se burló Ahriman, bajando la confianza de ella. —Estás sola. —desanimó el dios
—Yo soy la que te sellará —advirtió peleando con todas sus fuerza, pero ni ella lo creía.
—No importa que me selles, volveré, pero no me iré sin luchar.
Shion le volvió a atacar con la fuerza de sus monjes, mas esto no era suficiente. Entonces Naruto sacó una de las esferas de energía negativa, debilitándolo. Mas Ahriman era conocido como el embaucador. Si el dios máximo y el diablo supremo tuvieran que ponerse de acuerdo en algo, Ahriman se encargaría de convencerlos para llegar a un acuerdo. Creando así un ciclo inerte, pero destructivo en su infinidad.
Ahriman la golpeó con una fuerza oscura que le rodeó, pero Shion, irradiando luz, creó un escudo protector. Para que ella creara su última fuerza que la protegiera de Ahriman debía quebrar el escudo de cascabel de cristal que la protegía, pero tenía miedo. El dios deforme la golpeó en múltiples ocasiones con distintos poderes. La suma miko sentía el movimiento agitado, mas se mantenía inerte y temerosa de su situación
—¡Shion! ¡SHION! —gritó Naruto, despertándola.
Ella dirigió su mirada al de ojos azules con esperanza. Naruto estaba a salvo dentro del escudo purpureo de Sasuke, incluyendo a Sai. Les sonrió con ilusión. La triada comenzó a atacar a Ahriman, pero el escudo no fue suficiente.
Con un ataque de espinas terminó incrustándose en el rubio, fue el fin de todo. Sasuke abrió sus ojos con impresión y de sus manos comenzó a formas curaciones para transferir sus heridas y así cargar las del rubio para salvarlo como en el palacio en India. Las lesiones pasaron, pero no se podía traer a nadie de la muerte y cuando se dio cuenta que esto se aferró con desespero a Naruto con lágrimas en sus ojos
—No te vayas, Naruto, eres lo único para mí. —mencionó en un hilo de voz para el rubio, sólo para momentos después ser atacados por Ahriman con otra ola de espinas que terminaron matándolos. Shion se quedó ida y sin aliento.
Siendo la última mortal en el limbo comenzó a derramar lágrimas en lo que se abraza a sí misma con angustia. Estaba sin nadie más en ese fin del mundo. Entonces Ahriman comenzó a hablarle con su tenebrosa voz.
—Vete acostumbrando a esta sensación y a mi presencia. —sentenció como rey supremo de ese limbo infinito
Ella se abrazó en un ovillo, negando lo que había pasado. Llorando con una desesperación con la que podría darse un baño. Rodeándose de aquellas perlas de cristal meditó y planteó cómo salir de ahí, pero no para sellar al otro, sino para que Ahriman acabara con su vida y existencia.
Apretó sus ojos, apretó el cascabel de cristal en sus manos y de repente sintió una mano sobre ella. Con asombro a Miroku, su madre. Shion se negó alejando a la otra con perlas flotantes, eso no podía ser ella, era una ilusión. Pero la mujer le abrazó con cariño y le habló con tono amoroso.
—Que la muerte de tus amigos no haya sido en vano. Si ellos regresaron fue para salvarte. —Shion le vio con sorpresa. Ese ente era su madre, pero no entendía por qué. —Yo siempre voy a estar contigo, mi amor.
Entonces su madre le dio un beso en su frente iluminando en su mente, regresándola en el tiempo. Shion sólo tenía una oportunidad para salvarlos a todos.
—Recuerda a los que amas. Lucha por lo que quieres. Se valiente y se fuerte. —le dijo Miroku mientras tallaba su espalda. Entonces Shion tuvo suficiente fuerza y aceptó todo, abriendo así sus ojos.
No tenía su escudo. Seguía en el limbo, pero estaba al lado de Sasuke. Había regresado apenas unos momentos. Momentos los cuales Naruto, Sasuke y Sai podía provechar para aprender mejor la forma de atacar, aunque fuera por un sencillo deja vu.
—¿Qué pasa? —preguntó Sasuke, de nuevo, para ella. Shion sabía dónde estaba Ahriman. Ella no sería nada sin ellos. Quería ir junto él para no estar sola, pero eso no debía ser. Su destino era sellar a Ahriman y proteger a quienes amaba.
—Ya sé dónde está Ahriman. —Pero antes de soltarlo, le abrazó, asombrando al otro—Cuida mucho de Naruto. —Podían ver más allá de lo evidente, pero porque podía regresar el tiempo.
Volvió a encontrar a Ahriman, a estar sola, pero esta línea temporal Sasuke logró sacar a Kurama del interior del rubio, mientras que este invocó un zorro gigante
—No fuiste el único al que le enseñaron a usar su magia —comentó Naruto con una sonrisa orgullosa.
—¿Qué ocurrió? —preguntó Ahriman viéndose acorralado.
—Es tu fin. —gruñó Kyubi con sus ojos rojos
Ahriman era un dios, pero era él contra un semejante y tres magos. Había una clara desventaja. Shion selló a Ahriman con ayuda ellos para derrotarlo al fin. De una burbuja similar al tamaño de una montaña se fue reduciendo hasta la de una canica creando una onda expansiva que los impulsó junto con restos de edificios que chocaron como asteroides. Shion, agotada, cayó inconsciente, siendo tomada en brazos por Sai.
El portal a su realidad estaba por cerrarse. No lo lograrían a tiempo. En un acto heroico Naruto los empujó hacia la entrada para después lanzar un rugido que los llevó a ellos al exterior.
—¡Naruto! ¡No! —exclamó Sasuke al ser absorbidos por el portal de luz para volver a su realidad