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Embarazado por accidente por Tsugumi chan

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Notas del capitulo:

Bueno, contra todo pronóstico, venga a tiempo con el tercer capítulo ^^ Ayer tenía solo la mitad del capítulo, así que no pensé que podría subirlo hoy, pero la inspiración me llegó, por suerte :] Por cierto, en este capítulo tuve que hacer algunas referencias al japonés (chan, kun, etc). Estos son honoríficos, aunque dudo que hayan personas que no los conozcan XD

Espero que les guste el capítulo.

Nos leemos abajo!

Clase 3: Viernes de locos


Eran las seis con cincuenta y dos minutos cuando Killua, entre gruñidos, había por fin abierto u ojos para mirar el reloj. Había pasado una noche horrible, levantándose y sintiéndose incómodo. Y esa pesadilla.

Como olvidar esa pesadilla. En este momento se reía de si mismo y sus ocurrencias, pero no pasarían unos segundos antes de que un gran grito se escuchara en la mansión, asustando a todos sus habitantes. Alarmado, Illumi correría a asistir a su hermano. Hisoka algo le había contado del proyecto de la clase, pero al ver a su hermano no pudo evitar soltar una mueca de sorpresa. Killua que parecía estar igual de perdido que él. Se había acercado, tomándolo de la ropa y murmurando una palabra que lo dejó helado.

A.. Ayuda.


- ¿Ki-Killua?
Gon entraba al bus, viendo como el albino estaba prácticamente tirado en el asiento que compartían. Se había sentado derecho lentamente, para darle espacio.

- ¿Cómo te sientes? Parece que no hubieras pasado muy buena noche, tienes ojeras.
- Me pesa el cuerpo, Gon. Me siento como si mi hermano me hubiera pegado una paliza.
- ¿En serio? ¡¿Dederíamos ir a un hospital?! ¿¡O-
El ataque de pánico del pelinegro fue cortado por la mano de Killua, que de posó tranquilamente en la del pelinegro.
- En este momento, solo quiero... descansar un poco -dijo mientras bostezaba y se acomodaba lentamente en el regazo de su mejor amigo.

- ¿Killua..? -Gon se sonrojó al ver al albino tan tranquilo encima suyo; dormido plácidamente.
Miró por la ventana, sintiéndose un poco culpable de mirarlo. Puso una mano en su cintura, tratando de acomodarlo para que estuviera más seguro. La panza sobresalía, y a Gon le seguía pareciendo curiosa.

Killua, entre sueños, murmuró algunas veces su nombre. Sonrió, dándose cuenta de que ese viaje tranquilo era bastante agradable.
Descansa, Killua.


Despertar al albino no había un muy fácil trabajo, pues si bien no tenía un mal despertar, esta vez si que estaba cansado. Había tenido que tomarlo a caballito, justo como el día anterior, para poder bajarlo del bus. En el camino al colegio, que usualmente eran unos cinco minutos a pie, por suerte se despertó, ahora un poco más animado que antes.

- ¿G-Gon? ¡Bájame!
- ¡No patees! ¡Me haces perder el equilibro!
Ver a los dos chicos peleando era bastante gracioso. Killua luchaba por bajarse, soltando patadas y manotazos. Pronto consiguió que Gon tuviera que dejarlo ir, ante el horrible pensamiento de que se cayeran y Killua o el bebé se hicieran daño.

- Uush, solo quería que bajaras de forma segura
Gon comenzó a caminar, dirigiendo su cara al lado contrario de Killua en señal de molestia.
- Ejejeje. No sabía por qué me estabas llevando
- Alguien no quiso despertarse en el bus y tuve que cargarlo hasta acá
- Lo siento por eso
Escucharon la campana de su escuela sonar justo cuando estaban en la entrada. Se apresuraron, corriendo hacia la sala para no llegar atrasados. Mientras iban subiendo la escalera, Gon y Killua fue por primera vez que notaron que algo anda mal. Se miraron a la cara, compartiendo una expresión entre confundida y asustada.

Se pusieron frente a la puerta, y Gon decide adelantarse a abrirla, nervioso. Los gritos ya no suenan lejanos: enfrente suyo están sus compañeros, sus irreconocibles compañeros, peleando y gritándose como si no hubiera un mañana.

Las discusiones eran variadas. Las parejas parecían haberse vuelto locas.
- ¡Bueno, yo tengo que cargar CON NUESTRO BEBÉ! ¡Hazte responsable, idiota!
- ¡No es mi culpa que hayamos tenido este proyecto en primer lugar!
- ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué fui emparejada con este imbécil?! ¡¿Qué le hice yo a los dioses?!
- ¡¿A quién llamas imbécil?! ¡Bruja!

- Creo... Creo que deberíamos llamar a alguien -le dijo Gon, dando un paso atrás y tomando a Killua de la mano
- Que lo resuelvan ellos, no es mi problema
- Vamos a hablar con el Presidente
- Tsk. Que molestia, no me interesa si estos simios se matan, yo-
Pero antes de poder seguir protestando, Gon había salido corriendo por el pasillo con dirección a la clase del Kurapika. Arrastrando a Killua a su lado, por supuesto.

Unos minutos después, Kurapika abría la puerta rápidamente. Entró en la sala junto a Gon y Killua, quienes vieron como los alumnos se callaban al instante. Leorio que había estado intentando calmarlos, suspiró aliviado al ver a Kurapika entrar. El rubio le sonríe, guiñándole un ojo, mientras se para detrás del escritorio para comenzar a hablar.

- Estudiantes, les pido por favor que se calmen: no hagan esto peor para nadie. Yo sé que están pasando por un momento difícil -hace un pausa- Pero todos los años, los proyectos de clases son igual de complicados. Yo también pasé por lo mismo que ustedes. Por esto mismo, les pido paciencia; recién llevan un día y pronto se acostumbrarán. Si tienen alguna queja o duda, no duden en acudir a mi, con gusto les ayudaré en todo lo que pueda.

- Un... Un... ¡un ángel! -Gritó Leorio, expresando sin medir lo que estaba pensando en el momento.

Las risas en la clase no tardaron en llegar. Killua lo miró detenidamente, soltando una mueca burlona. Leorio estaba ciertamente sonrojado, así que se retiró sin más, humillado delante de todo el alumnado. Kurapika se despidió de la clase, más relajada en este momento. El profesor entró rápidamente, pidiendo perdón por la tardanza.

- ¿Saben por qué me demoré hoy?
- No lo sabemos, sensei
- Les traje una sorpresa -sonrió, mostrando unos papeles entre sus manos- Tienen una hora para hacer este control
El curso estalló en protestas y quejas, pero el profesor de historia comenzó a repartir las hojas sin más demora.

- Creo... Creo que he muerto -dijo Gon, al frente
Killua rió y comenzó a responder rápidamente las preguntas. Rellenando en menos de treinta minutos todo el papel.


En el primer recreo, Gon por fin pudo hablar mejor con su mejor amigo.
- ¿Cómo te sientes? ¿Por qué tenías tanto sueño? ¿No quieres que mejor llame a tu casa?
- Cansado. Me duele el cuerpo... Dormí algo mal anoche, por eso. Y no gracias -le dijo, mordiendo su sandiwch- ¡Deja de hacer tantas preguntas a la vez!
- ¡Lo siento! Jejeje -sonrió- La verdad es que estaba un poco preocupado por ti. Ayer... le conté a Mito-san lo que había pasado y me dio una idea.
- ¿Qué idea?
El timbre sonó, haciendo que tuvieran que terminar la conversación en ese momento.
- Más tarde te cuento
- Ummmh. ¿Qué clase nos toca ahora, Gon?
- Matemática
- ¿Y luego?

El profesor entró, saludando a todos sus alumnos. Los estudiantes respondieron en coro. Gon miró hacia el frente. Luego tendrían caligrafía, nada de que preocuparse. Killua, mientras tanto, luchaba por intentar acomodarse en la silla. Le dolía la espaldar baja un montón, así que estar sentado era realmente incómodo. Las otras embarazadas parecían pensar lo mismo, puesto que se quejaban cada tanto, cambiando de posición.

Gon se daba vuelta a cada tanto, quién sabe para qué hacía eso. Killua solo lo miraba, levantando una ceja, escéptico.

Al sonido del timbre, los alumnos se despidieron del profesor y comenzaron a reunirse en grupos. Killua alcanzó a escuchar a unas chicas que estaban comentando lo difícil que era estar embarazadas.

- ¿En qué estás pensando?
- ¿Ah? Umh -miró hacia la ventana, tratando de evadir la mirada inquisitiva de Gon- En nada
- Ki-llu-aaaa

Cuando se ponía a suplicar así, no había mucho que el albino pudiera hacer contra Gon.

- Solo pensaba... Si en realidad quisiste que fuéramos juntos por que sabías que yo iba a llevar al bebé

Gon sonrió con ternura, suspirando aliviado a la vez
- Yo no pensé nada como eso, Killua. Yo de verdad quería hacer contigo este proyecto. ¿Te dije que así podríamos aprender más juntos, cierto?
- ¿Aprender qué?
- Aprender más de nosotros mismos. Hemos sido amigos por mucho tiempo, pero si tengo la oportunidad de hacer más cosas contigo, entonces lo haré sin dudar.
- Gon, yo... -le dijo, sonrojándose

Pero la escena se vio horriblemente interrumpida por el timbre y una puerta deslizándose. Killua se enojó por la mala suerte, mirando furioso hacia el maldito profesor.

Todos se estremecieron al escuchar la risa de Hisoka, que entraba entusiasmado al salón. Lo seguía Leorio, con un expresión aburrida.

- ¡¿Qué hacen los dos pervertidos aquí?! -gritó de inmediato Killua, apuntándolos con un dedo - ¡¿No teníamos clases el lunes?!

- ¡¿A quién le dices pervertido?!

- Así era -le sonrió Hisoka, tratando de calmar a Leorio- Pero el Presidente estudiantil ha intercedido por nosotros debido al accidente de la mañana. Así que estaremos haciendo una clase de emergencia hoy, para que puedan pasar un mejor fin de semana sin complicaciones.

Killua se quedó sin habla. Sinceramente, no sabía si le convenía tener una clase con Hisoka o no. De todos modos, seguramente lo vería rondando a su hermano el fin de semana. Otro escalofrío le cruzo la espalda ante el pensamiento. Una vez había visto sin querer como Hisoka le daba un beso a Illumi. En la boca. Con lengua.

La imagen lo torturaría el resto de su vida.

Decidió mejor concentrarse en lo que decían sus profesores que ponerse a pensar en la extraña relación de su hermano y ese fenómeno.

- Ahora, saquen sus cuadernos porque les explicaré como sucede el embarazo: el acto sexual.

La mayoría del curso rió.
- ¿Alguien me explica la gracia del asunto? -absoluto silencio en la clase- ¿no? Muy bien. Entonces espero silencio en la clase, a menos que quieran tener que hacer tareas extras.

Hisoka continuó su explicación un tanto gráfica, que mantuvo a la mayoría sonrojados durante la media hora siguiente.
- ¿Alguna pregunta?
- ¿Cuánto dura el espermatozoide en... En el interior de una mujer? -preguntó timidamente un de los chicos en el otro lado de la sala
- Acabo de decirlo, unos tres o cuatro días en período fértil.
- ¿Alguna otra? ¿no? -inquirió, paseando la mirada por el salón- Muy bien, prosigamos con Leorio

El enfermero salió del lugar en donde estaba apoyado, acercándose al pizarrón.

- Chicos, el embarazo es un proceso difícil, lo sabemos. Más para ustedes, que son solamente estudiantes de primer año. Por eso mismo, les voy a dar algunas indicaciones para que puedan pasar un mejor fin de semana.
Primero que todo, deben tener presente que vamos a realizarles dos revisiones médicas por pareja la próxima. Los turnos los repartirá su profesor en este momento. Valen el 20% de su calificación, así que no les recomiendo faltar. Deben estar presentes los dos padres del bebé, tampoco olviden eso.

Ahora, sobre su embarazo. Les explico: como se habrán dado cuenta, dentro de su barriga hay un bebé de plástico. Este graba todo lo que ustedes hablan, y vamos a revisar las grabaciones al azar, para que estén conscientes de eso. Sobre el proceso de parto hablaremos más la próxima semana, así que no se preocupen por eso todavía.

Lo más importante en estos momentos es su bienestar. Me imagino que las -y los- embarazados ya deben estar sintiendo algunas molestias, sobre todo en la zona de la espalda.

Hubieron varios signos aprobatorios como respuesta entre los alumnos.

- Su cuerpo aún no está realmente preparado para albergar a una criatura, sobre todo si el peso se incrementa de un día para otro. Los bebés pesan cerca de un kilo y medio o dos, así que los dolores son normales. Hay algunos bebés que pasan más o menos, así que algunos podrían verse más afectados que otros.

Algunos reclamos se escucharon entre alumnos.

- Es cosa de suerte, no peleen con el destino -les dijo Hisoka
- Es probablemente que algunos de ustedes comiencen a tener algunos cambios de humor, pero esto es más que nada por el estrés que puede provocarles este proyecto. A todos los padres, por favor les pido que cuiden a sus parejas y que traten de comprenderlas.

Varias personas parecieron apenadas ante el sermón del enfermero.
- No quiero que de ninguna manera se repita la misma escena que en la mañana, así que por favor traten de ser más empáticos. ¿Entendido?

- Sí, sensei -corearon los alumnos
- Para el dolor, les sugiero descansar bastante y no caminar por periodos demasiado largos. Caminatas cortas les harán muy bien, de todos modos. Esperemos que en unos días estén mejor de la espalda. Si no es así, les sugiero algún anti inflamatorio o calmante para el dolor, pero SOLO como última opción.

- Ahora, por favor juntense en parejas. Leorio y yo les haremos unas preguntas antes de salir a recreo.

Gon dio vuelta su silla, mirándolo con una sonrisa cálida. Killua, le devolvió la sonrisa, un poco más tranquilo que en las pasadas horas.

- ¿Cómo está mi pareja favorita? -les preguntó Hisoka, alterando a los dos chicos, que miraron a otro lado, sonrojados
- ¿Pareja favorita? -cuestionó Gon
- ¿Cómo te has sentido, Killua-kun? -Hisoka evadió la pregunta
- Normal
- ¿Algún dolor en especial?
- No
- En realidad, se ha estado moviendo bastante en su asiento

Killua le lanzó una mirada molesta, entrecerrando los ojos al sentirse traicionado.

- Jajaja, ¡así que te duele la espalda! Me imaginaba, parece ser que tu bebé es un poco más grande que él de los demás
- Sí, también lo había notado
- Bueno, biológicamente, eres más fuerte que una mujer, así que no deberías estar en desventaja. Veamos como reaccionas psicológicamente al embarazo... Esto será interesante
- ¿Estás aquí para hacerme preguntas o para dar tu inútil opinión sobre mi embarazo? ¡¿Ah?!
- ¡Cambios de ánimos! jujuju -Hisoka empezó a anotar algo en el papel
- ¡Hisoka! -Killua se levantó de su pupitre, apretando los puños fuertemente a los lados
- Ups, creo que lo hice enojar. Controla a tu pareja, Gon-chan. Nos vemos -Hisoka se fue, dirigiéndose a entrevistar a la siguiente pareja.

Gon estaba parado frente a Killua, calmando mediante las palabras a su amigo.

- Sabes que Hisoka-sensei es especial, no te tomes tan en serio lo que-
- ¿Te dijo Gon-chan?
- ¿Ah? -el pelinegro parecía confuso al verse interrumpido en su discurso
- ¡¿ESE PERVERTIDO TE DIJO GON-CHAN?! ¡Voy a matarlo!

- ¡NO! ¡Killua, espera!

Gon intentaba con todas sus fuerza detener a Killua, pero este era fuerte, muy fuerte, sobre todo cuando estaba enojado. El pelinegro rodeó con sus dos brazos a Killua por la cadera, tirando hacia atrás, mientras Killua insistía en ir hacia el profesor. Estaba armando toda una escena, que Hisoka miraba divertido. Leorio intentaba seguir con las entrevistas, tratando de ignorar a los otros dos alumnos.

De repente, el albino dejó de hacer fuerza, tomando a Gon por sorpresa, que se cayó hacia atrás, llevando consigo a Killua. Por suerte, había terminado cayendo de espaldas, encima de Gon.

- ¡¿!Killua, estás bien?! ¡¿Te hiciste daño?!

- ¿Gon? -le inquirió, parándose del suelo- ¿Tú hiciste eso?

- ¿Hacer qué?

- ¿Tú... me pegaste en el estómago?

- ¡Aaaaah, se me olvidaba mencionarles! -interrumpió Hisoka- Gracias Killua-kun por el recordatorio.

- Habla rápido

- Todavía tienen mucho que averiguar por sus cuentas. Los bebés son electrónicos y están preparados para actuar como tal. Eso que acabas de sentir, Killua-kun -Hisoka hizo una pausa, deleitándose en la atmósfera de suspenso que había creado- Es el bebé, pateando.

Decir que Killua había comenzado a gritar no era para nada una exageración.

Notas finales:

¿Qué les ha parecido? El bebé pateando a Killua, ya me lo imagino jajajaja Las críticas constructivas son muy bienvenidas ( ´ ▽ ` )

Muchas gracias a todos por leer y comentar (▰ ´  ` ▰)


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