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Embarazado por accidente por Tsugumi chan

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Notas del capitulo:

Hola-ssu! ¿Cómo han estado? Debo decir que no he actualizado ... porque se me olvidó XD Lo siento mucho por eso~

Aquí les traigo el capítulo 4, muchas gracias por sus lindos comentarios c:

Este cap es bastante más "lento" comparado con los anteriores, pero espero que les guste!

Muchas gracias a Canciones de Cuna (de FF)por betear este capítulo.

Clase 4: Propuesta inesperada.


Killua estaba recuperando la consciencia, todavía aturdido. Vio una figura borrosa moverse a su lado.

- Leorio, parece que Killua se está despertando
Otra figura se acercaba en su campo de visión. Fue enfocando su vista poco a poco, pudiendo en unos segundos distinguir que estaba acostado sobre una de las camillas de la enfermería.

- ¿Gon? -pregunta en un tono ronco, su propia voz le suena extraña- ¿Que pasó?
- Te... Te desmayaste -le contó Gon- Te pusiste a gritar como un bebé y luego caíste inconsciente en la sala -le dijo Leorio, mientras le ponía una mano en la frente, tomando la temperatura
- ¡¿QUE HICE QUÉ?!
- No te alteres así, solo te hará peor
- ¡Y al bebé! -agregó el pelinegro
- Idiota. -suspiró- ¿Qué hora es?
- Es el último recreo. Luego de esto tenemos educación física y nos vamos a casa.

Killua hizo un ademán de pararse; pero Leorio lo detuvo en ese mismo momento, poniéndole una mano en el pecho a la vez que lo volvía a empujar con suavidad hacia la camilla.

- ¿A dónde crees que vas, jovencito?
- Daah. ¿A clase?
- Primero reposa un poco. De todos modos no deberías hacer educación física por hoy
- ¡¿Aaaah?! Pero...
Killua fue interrumpido por un sonido gutural proveniente de su estómago.
- ¡Ja! Me imaginé que tendrías hambre -hizo una pausa, sacando su mochila una caja rectángular- Te traje tu almuerzo
- Por ahora come algo, después del recreo volveré a revisarte
- Tsk. Que molestia

Miró con enojo a Leorio, mientras este cerraba la cortina que rodeaba la camilla para darles un poco de privacidad.

- Di aaaaaaaah
- ¿Qué?
- Aaaaaaah -volvió a repetir con él mismo entusiasmo.
De repente, el albino se encontró frente a frente con un trozo de vegetales que Gon le estaba ofreciendo
- ¡Claro que no, Gon! ¡Puedo comer s-

Su amigo lo ignoró totalmente; y sin perder oportunidad, metió la comida en la boca de su mejor amigo sin siquiera dudarlo.
Antes de que el otro pudiera replicar, mostró una sincera sonrisa antes de explicar- ¡Hazlo por el bebé! ¿siiiiii?
Cuando Gon lo miraba de esa manera...

Dejando escapar un suspiro, terminó por aceptar el trato. Esta vez sí recibió la comida, no sin antes dirigirle una mirada escéptica. El pelinegro le dedicó una linda sonrisa, dándole otro pedazo de huevo más.

El timbre de la campana sonó, a lo que Leorio abrió la cortina otra vez.
- Se acabo el tiempo
- Pero no he terminado de darle a Killua su almuerzo
- Ve Gon, te prometo que me lo comeré todo
- ¿Incluso el brócoli?
- ¿Ah? Uuuugh.
- Killuaaaa -su tono era de advertencia.
- Ya ya, yo vigilaré que se coma todo. Vuelve a tú clase, no te preocupes por él -Leorio comenzó a empujar al muchacho fuera de la enfermería- Después de todo, él está en las mejores manos -presumió, acompañado de algunas risas por lo bajo.
- ¿Mejores manos? ¿No querrás decir manos de pervertido? -murmuró el chico de ojos azules, sacando de quicio una vez más, al enfermero.

Una pequeña vena comenzó a palpitar en su frente.

- Mira, Killua, yo no tengo una paciencia muy grande, ¡así que..
- Ah ah ah, nada de gritar en la enfermería, ¿recuerdas, Leorio?
- Este niño... ¡¿Quieres que te mate?!

Cuando Kurapika abrió la puerta de la enfermería, lo único que vio fue como Leorio se lanzaba hacia Killua y este lo evitaba gracilmente, saliendo de la camilla en donde estaba acostado.

- ¿Leorio... Sensei?
El enfermero detuvo de inmediato sus instintos asesinos, parándose derecho al instante con el rostro levemente sonrojado.
- Ah, Kurapika...

El peliblanco sonrió felinamente.
- Creo que mejor los dejamos solos, je je je
- Creo que sí.

Leorio miró con los ojos entrecerrados como Gon y Killua salían de la enfermería de la mano.
Afuera de la enfermería, los dos chicos se dirigieron hacia su salón de clases para recoger sus cosas, envueltos en el completo silencio; aunque ninguno quiso soltar la mano del otro. Cuando llegaron a su destino, notaron un pequeño detalle: todos sus compañeros se habían ido ya. Fue sencillo deducir que todos se hallaban en el gimnasio.

- Oye, Killua
- ¿Mmmmh? -le preguntó el albino, metiendo sus cosas en la mochila.

El timbre había sonado hace unos minutos. Debían apresurarse, porque era seguro que recibirían una reprimenda por parte del profesor si hozaban llegar tarde.

- Me preguntaba... Si querías pasar conmigo el fin de semana

Killua se congeló en el instante.
- ¿Pasar el fin de semana?
- Esa era la idea de Mito-san, de hecho.
- ¿Qué estuviéramos juntos?

Su corazón comenzó a latir, estrellándose bruscamente contra su pecho.

El moreno se encogió de hombros, restándole importancia al asunto.

- Ella dijo que yo debía cuidarte, porque tu estado es complicado. Además, ese bebé es de los dos. Así que me sugirió que nos juntaramos.
- ¿Dónde sería eso?
- Dónde te sientas más cómodo, por supuesto -Gon le sonrió, feliz de que Killua no pareciera molesto con la idea.
Pero este lo meditó un poco, cruzándose de brazos.
- Si fuera a tu casa, probablemente mi hermano no dejaría de molestarme, ¿te acuerdas de esa vez que nos estuvo espiando desde la ventana? Creo que no pude dormir en toda la noche hasta que le grité que se fuera.
Gon solo se rió al acordarse del episodio.

- Él solo se preocupa por ti, es un buen hermano
- Como digas, Gon. Prefiero que te quedes en mi casa...
- ¡Perfecto!
- ¿Iremos a buscar algo a tu casa después del colegio?
- ¿Cómo qué? -preguntó Gon, poniéndose el bolso en el hombro mientras seguía a Killua por el pasillo
- ¿Ropa?
- ¡Oh, es cierto! No había pensado en eso
- Aiiish -Killua se tocó la frente con una mano, en señal de rendición- Entonces pasemos a tu casa después de clases. Llamaré a mi hermano para que nos recoga, porque si no estaremos horas esperando el bus de regreso

La repentina e inesperada risa de Hisoka hizo que los dos chicos se detuvieran de inmediato.

- Ignóralo, caminemos -dijo Killua, astiado
- ¡Qué mala educación, Killua-kun! Yo solo venía a ofrecerles mi ayuda
- No la queremos, muchas gracias -el albino tomó la mano de Gon, dispuesto a salir corriendo por el pasillo
- También me quedaré en tú casa el fin de semana, así que te sugiero que tratemos de llevarnos bien

- ¡¿QUÉ?!


La situación era algo... incómoda.
Gon y Killua sentían la penetrante mirada de Hisoka, que estaba sentado frente a ellos; mientras que su acompañante, el hermano del albino, Illumi, los miraba atentamente; pero era un poco menos perturbador que el peli rojo.

Solo un poco.

- ¿Cómo te fue hoy, Killu?
- Bien
- ¿Te has sentido bien?
- Sí
- Ah, pero-
Killua acalló a Gon "sutilmente", abalanzándose sobre él para que no dijera nada más. Si Illumi sabía lo que había pasado hoy no dejaría de molestarlo en todo el fin de semana, y tal vez unos días más.
- No en el auto, Killua, al menos espera hasta que lleguemos a la casa para hacer ese tipo de cosas, pequeño travieso
- ¿Qué? -Killua de inmediato soltó a Gon, sonrojándose- ¡Deja de joder, Hisoka!

Gon agarró a Killua por los hombros para evitar que se pusiera a pelear con su profesor en la limusina, que ya estaba llegando a la mansión.

Cuando por fin bajaron del auto, el albino se puso a exclamar.

- No puedo creer que vayamos a tener que soportar a este par de tontos el fin de semana. En serio, creo que nos encerraremos todos los días en mi cuarto
- Imposible -le contestó su hermano, desde atrás
- ¡¿Ah?! ¡¿Por qué no?!
- Mandé a sacar el seguro de tu pieza
- ¡¿POR QUÉ HICISTE ESO?! -preguntó, furioso- ¡Vivo en una maldita familia de locos!
Mientras el albino seguía reclamando de camino a su habitación, su compañero admiró en silencio la mansión Zoldyck, sintiéndose completamente fascinado por el lugar. Había estado aquí en par de veces antes, pero siempre se impresionaba ante el gran paisaje.

Al llegar al destino, el joven Freecss volteó el rostro hacia su amigo, comprobando que al fin se había calmado.

- Puedes dejar tus cosas por ahí, Gon -ultimó mientras dejaba en el suelo su mochila.
- Ah, gracias
El peli negro dejó sus pertenencias al lado del sofá. ¡La habitación de su amigo estaba tan ordenada como siempre! Por un momento deseó que su propia habitación se viera así de limpia. Sus ojos vagaron en cada uno de los rincones, hasta que se situaron en un preciso objeto: un cuadro. La fotografía estaba enmarcada en la pared; la imagen los mostraba a ambos, sonriendo divertidos, vistiendo con sus uniformes escolares. Se la habían tomado el primer día de secundaria. Le sorprendió bastante que Killua aún la conservase.

- Entonces ¿Gon...?
Aun no podía apartar la vista el pequeño objeto. - ¿Mmmm?
- ¿Qué quieres hacer este fin de semana? ─preguntó al fin.


Kurapika abrió la puerta del bar, adentrándose en el ambiente nocturno con música de fiesta. A decir verdad, No acostumbraba a salir mucho... pero una cita con Leorio de vez en cuando no venía mal de vez en cuando.

Se sentaron juntos en la barra. Él pidió un jugo, ya que no acostumbraba beber, mientras que su acompañante pidió una simple copa de vino. El pelinegro le tomó la mano, feliz de que hubiera aceptado la cita. Le sonrió dulcemente. Ahora que estaban juntos, no tenían que ser tan reservados con los gestos de cariño.

- Voy al baño y vuelvo -dijo el rubio levantándose de la silla para dirigirse hacia los servicios.

Sin embargo, cuando volvió, unos minutos más tarde, se encontró con una sorpresa. Allí estaba una chica morena, muy atractiva, hablándole al pelinegro. Se paró en seco, observando la escena con detención. La chica contó lo que pareció una broma, puesto que los dos rieron. Luego, se acercó un poco más a él, ofreciendo un buen plano de sus pechos. Su novio se sonrojó y desvió la mirada. Pero ella insistió, poniéndole una mano en las piernas. Esa mujer estaba coqueteando con Leorio. ¡Con su novio!

Bien, muy bien. Así que ese juego iban a jugar.

- Disculpa, ¿me das permiso? -preguntó en un tono amable, con la sonrisa más perfecta que pudiera tener en su rostro.

- ¿Perdón? -la mujer lo miró con enojo al verse interrumpida

Sus labios se curvaron aún más.

- Mira, ¿ves esa silla? Ese es mi asiento, así que me alegraría que te movieras del camino para poder sentarme.

Leorio se sintió un tanto incomodo por el comportamiento de su pareja, y mucho más al ver la expresión en el rostro de la extraña.

- No necesitas ser tan rudo, Kurapika

La mujer había salido volando del lugar a sentir el aura del rubio.

- Disculpa, quiero un whisky -le ordenó al cantinero, sin siquiera dirigirle una mirada a su acompañante.

- ¿Un whisky? -repitió el enfermero- Kurapika, nunca has bebido, no creo que sea bueno que...

- No importa -lo interrumpió

- Si estás enojado por lo que ocurrió, yo...

- No estoy enojado

- Sí lo estás

- No

- Sí

- No

- Sí lo estás

- ¡No estoy enojado!

Ver a Kurapika gritar y luego tomarse el corto de whisky al seco fue bastante impactante para su novio.

- Disculpa, me das un tequila

- A la orden

- Oye, no deberías tomar tanto-. La mirada asesina de Kurapika evitó que siguiera hablando.

Vaya en el problema que se había metido. ¡Aún cuando no había sido su culpa, para empezar!

Unos quince minutos más tarde, Kurapika estaba recostado encima de la barra. Con solo tres tragos, ya había sido nockeado por el alcohol. Leorio no pudo hacer más que reír, al ver que Kurapika se quejaba cuando intentaba levantarlo de la silla. ¡Cómo si estuviera discutiendo con alguien! Continuó murmurando cosas inentendibles hasta que su pareja pudo por fin encontrar un taxi que los llevara al departamento que compartían, por suerte, cerca de allí.

- Son 1200 yenes

Se agradeció mentalmente por haber traído dinero extra.

- Aquí tiene, gracias -dijo con una sonrisa.

Se bajó del auto con rapidez, para luego dar media vuelta y la otra puerta. Pasó un brazo por el hombro del rubio, bajándolo del taxi con un poco de esfuerzo.

- Oye, Kurapika, quizás podrías ayudarme un poco y dejar de arrastrar los pies. Me lo... -pausó para tomar aire; esto iba a ser más complicado de lo que pensó- ...estás poniendo difícil.

El tramo de las escaleras fue un horror, aunque solo vivían en el segundo piso.

- Me siento mareado...

Sacó las llaves con una mano, tardando unos segundos en encajarlas en el maldito cerrojo.

- Te dije que no bebieras tanto

Dejó a Kurapika recostado en el sofá y fue a cerrar la puerta. Aún se sentía agotado, pero al menos tenía el consuelo de que ya se encontraba en su hogar; lo que rogaba internamente es que esto no sucediera otra vez: tener que llevarlo a cuestas hasta el departamento no era algo muy grato que digamos.

- Es tú culpa -le dijo el rubio en un murmullo apenas volvió al salón.

- ¿Qué?

- Es tú culpa él que me ponga así. Si no fueras tan atractivo esa mujer...

Se calló, avergonzado. La luz de la luna entraba por el ventanal. Kurapika estaba sentado en el sofá, con las manos apoyadas a los lados. Lo miraba directo a los ojos.

Una sonrisa surcó su faz.

- ¿Estás celoso?

El rubio no respondió, ignorándolo. Se quitó la chaqueta y la dejó encima del sofá, con una mueca molesta. Después, mirándolo a los ojos, lo desafió. Se quitó la camisa lentamente, desabrochando de paso su cinturón. El borde de su ropa interior hizo que Leorio lo mirara sorprendido, con la respiración entre cortada. Extendió una mano hacia Kurapika, tentado.

- Supongo que hoy dormirás en el sofá. Ponte cómodo, Leorio -dijo antes de alejarse, dejando al enfermero entre sorprendido y molesto.
- ¡¿Oye, Kurapika?! ¡¿Qué significa eso?! ¡No quiero dormir en el sofá!

Intentó detenerlo, pero fue demasiado tarde. La puerta de su dormitorio se cerró frente a su cara y por más que gritara, suplicara, u ordenara, una parte suya sabía que no se abriría hasta la mañana siguiente.

- ¡Kurapika, abre la puerta! ¡Kurapikaaaaaaa!

Notas finales:

Las ideas de última hora son las mejores, lo juro XD *acaba de terminar la última escena después de modificarla como mil veces*

En fin, ya tengo algunas cosas del capítulo 5, pero digamos que la (ausencia de)personalidad de Illumi me está causando algunos problemas (whyyyy)

Espero que les haya gustado, para el próximo capítulo, más acción GonxKillua y HisokaxIllumi.


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