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El rencor contra el amor por Alexis Shindou von Bielefeld

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Notas del capitulo:

La conti. :3 

Muchas Gracias por sus comentarios. Los aprecio mucho. 

Capitulo 3

Llegada a la Ciudad Imperial. Antiguo Makoku.

Yuuri tomaba la empuñadora de su espada firmemente mientras corría a toda velocidad para atacar a su contrincante una y otra vez, detrás de él otro enemigo del cual se defendió dándole un golpe en su estomago con su codo, tres lo atacaban de una vez, tranquilo y valiente los recibió parando sus ataques esta vez con majutsu de agua lanzándolos lejos por la presión. Cinco soldados corrieron a él...

—¡Ahora!— escuchó una voz grave dándole las indicaciones.

Bajó las palmas de sus manos al suelo y de repente bloques de tierra surgieron de el limitando a los soldados para que lo atacaran de frente, aprovechó esa oportunidad para atacarlos con majutsu de agua. Finalmente dejo fuera de combate a todos los soldados.

—¡Bien Hecho! — dijo Gwendal mientras se acercaba al monarca.

Yuuri sonrió y respondió: —Gracias Gwen...—de repente comenzó a sentirse débil, su visión se tornó borrosa, lentamente cerró sus ojos y se desmayó antes de completar su oración asustando a todos los presentes durante el entrenamiento.

—¡Heika! — exclamaron todos, alarmados.

—Sigue pasando...— renegó el general que por suerte logró atrapar entre sus brazos al Maou antes que cayera al suelo.

—Es el tercer día de entrenamiento pero cada vez que combina ambos elementos algo hace que Yuuri heika pierda la conciencia de inmediato- se quejó Gunter hincado a la altura de Gwendal.

—Si sigue así no tendrá oportunidad en un combate largo—sentenció de nuevo el general mientras cargaba en brazos a Yuuri heika hasta su habitación seguido de Gunter y Conrad.

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Antiguo Makoku.

La Ciudad Imperial se había embellecido especialmente ese día, todos los habitantes esperaban impacientes recibir Rey Willbert y al Príncipe Wolfram. Entre ellos se encontraba una atractiva mujer de ojos color lila que compenetraban armoniosamente con su cabello morado-claro que era largo y liso peinado de lado y amarrado con una media cola, su rostro era fino y delicado con nariz pequeña, una blusa de botones tapaba sus agraciados senos, tenía una estrecha cintura, largas piernas que eran tapadas por una pegada falda sostenida por un grueso cinturón. Su nombre aun no lo sabremos, solo el hecho de que era mujer viuda desde hace diez años, su marido fue un respetado concejal de su lugar de origen "Distrito Zweig" el cual es gobernado por su hermano mayor. Parado al lado suyo se encontraba su hijo, éste joven que decidió llevar con orgullo el apellido de su madre, un chico alto y bien parecido, de cabello violeta oscuro peinado con un flequillo de lado y de atrás levantado y puntiagudo, sus ojos eran feroces de color azul zafiro, vestido con un uniforme militar color naranja oscuro. En edad de humano parecía de unos 18-19 años.

****

El barco atracaba en el muelle de la región Imperial de Antiguo Makoku, era alrededor del medio día, tres días de navegación. Y entre tanto el consejero del rey Willbert, Bastian von Moscovich se dirigía al camarote del príncipe para avisarle que habían llegado a tierra, al llegar a la puerta inmediatamente giró la cerradura y siguió hasta toparse con la cama y lo encontró acostado boca abajo, parecía dormir pero sabía bien que no era así. Se colocó en postura recta y colocó sus manos detrás de su espalda.

—Príncipe, levántese por favor, hemos llegado – avisó con tono educado y calmado.

Instantáneamente el joven abrió sus esmeraldas, efectivamente no estaba dormido, era el debilitamiento de sus fuerzas, era por esos tres días sin dormir lo que le cerraba sus parpados. Se reincorporó mas no lo vio de frente, caminó hasta la ventana para ver a través de ella la ciudad, resignación era lo único que podía concebir su corazón en esos momentos.

—Escuche, toda la corte y algunos de los habitantes del país están aquí para recibirlo después de haberlo esperado tanto tiempo. – anunció Bastian con convicción.

—Un destino arreglado—susurró con coraje y se dio la media vuelta para encarar a ese consejero —¿Casarme con alguien que gane una competencia? ¡Eso es ridículo! — gritó con rabia pero Bastian no se dejó intimidar por ese chiquillo insolente y afiló su mirada.

—Recuerde que quien gane la competencia se convertirá también en el Maou de Antiguo Makoku y usted tomará su lugar como consorte real del mismo —replicó seriamente despertando aun más la ira del muchacho —¿Que acaso no sería un honor para usted?

—Mi prometido es el Maou de Shin Makoku, ese es un honor para mí, lord von Moscovich

En ese momento, Batian no supo porqué lejos de verse mal en él esa actitud lo hacía ver más atractivo, "Caprichoso príncipe, la tentación de cualquiera" sonrió con sus pensamientos y volviendo a su semblante de seriedad habitual exclamó:

—Como sea, su padre el rey ordena que baje con él, de inmediato —al finalizar—indicó el camino a la salida con la mano, muy a regañadientes el rubio le siguió —Y muestre una cara de alegría por favor – agregó antes seguirlo.

Fueron recibidos por toda la corte y algunos habitantes. Willbert estaba sonriente mientras saludaba al pueblo que lo recibía entre halagos y ovaciones, al lado tenía a su hijo querido que se limitaba a observar. Bajaron del barco y las personas se inclinaron ante ellos.

—¡Viva el rey! ¡Bienvenido Majestad Willbert! ¡Bienvenido Príncipe!—se escuchó la sola voz de todos los presentes, soldados, concejales y súbditos. El rey esbozó una sonrisa antes de ofrecer su brazo a su hijo y escoltarlo hasta dos personas que se habían mantenido esperando firmemente.

Una hermosa mujer de complexión esbelta salió a su encuentro.

—Bienvenidos—dijo ella esbozando una sonrisa recibiéndolos con los brazos abiertos.

—Anette, querida — el Maou se acercó a ella y le tomó las manos llevándola frente a alguien que se había mantenido al margen —Déjame presentarte a mi hijo – dijo con orgullo —Wolfram von Bielefeld

—Príncipe — la dama hizo una reverencia —Me presento ante usted, mi nombre es Anette von Zweig, me alegra conocerlo por fin, Willbert me ha hablado mucho de usted— dijo con cortesía y  se arrimó mas al oji-celeste colocando la palma de su mano sobre su pecho, el otro por su parte rodeó con sus brazos esa esbelta cintura.

—Anette, no necesitas ser tan formal, después de todo mi Wolfram será como tu hijo – comentó el rey causando el desconcierto en su hijo.

¿Por qué esa mujer trataba con tanta confianza a su padre? ¿Qué quiso decir su padre con eso de "hijo"? se preguntaba Wolfram, mas sus dudas fueron contestadas casi al instante.

—Hijo, ella es mi esposa, y por supuesto espero que ambos se lleven de maravilla. —su bello hijo parecía perplejo ante esa noticia —¿No dices nada? –

—Señora — reaccionó por fin e hizo una leve reverencia. La dama sonrió de lado en una mueca falsa que no pudo ser notada por nadie.

—La verdad no te quise comunicar acerca de mi matrimonio con ella hace un mes porque quería que la conocerás una vez tu estancia aquí en Antiguo Makoku fuera definitiva — agregó.

Wolfram sintió como una espiga se clavó en su pecho al escuchar esa declaración.

—A propósito también hay otra persona importante que debes conocer— El rey se deshizo del abrazo e indicó a una persona que se podía acercar. —Él es Lukas von Zweig, al igual les pido que se traten con familiaridad.

—Príncipe...— saludó con elegancia.

Su voz era muy varonil y al mismo tiempo daba un aire de malicia. El joven miró a Wolfram de pies a cabeza, parecía complacido con lo que veía, le sonrió y le tomó la mano e intentó besarla pero el rubio respondió jalándosela de inmediato.

—Lord von Zweig, mucho gusto— le respondió el saludo solo por educación con el rostro serio, la manera como le veía ese chico no le gustaba para nada.

—Dime solo Lukas, por favor— pidió con esa postura galante que lo caracterizaba y que encantaba a cuanta doncella y doncel tratará de conquistar. Madre e hijo se dirigieron miradas discretas.

Wolfram no dijo nada más, ahí estaba en el gran país de Antiguo Makoku, en realidad la cuidad Imperial era hermosa, todo aquello que alcanzaba su vista estaba pulcramente construido con los más mínimos detalles, grandes edificios tanto nuevos como antiguos y en el ambiente se respiraba alegría por su llegada, lo recibieron entre ovaciones, aplausos y familia incluida, una madrastra y un hermanastro, un ligero indicio de que el lugar en el que se encontraba era en realidad su hogar, como lo había estipulado su padre tiempo atrás, pero de ninguna manera aceptaría tal cosa su hogar era donde sea, pero con Yuuri a su lado.

—¡Bien! vámonos ya, mi hijo necesita descansar, Bastian —llamó a su consejero para que los escoltará hasta los carruajes.

—¡A la orden su majestad!— contestó el pelirrojo y dio la orden a los soldados.

—Te acomodaras en tu habitación, después tendrás una cena de bienvenida y...

Siguió hablando Willbert...mientras se dirigían al carruaje.

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Nuevo Makoku, Castillo pacto de Sangre

—¡Ya está reaccionando! — anunció Gunter

Lentamente abrió sus ojos y parpadeó un par de veces para acostumbrase a la luz. Respiró profundamente y se reincorporó.

—¡Yuuri!—exclamó Conrad con alivio.

—Muchachos...—al darse cuenta de donde se encontraba arrugó la sabana con frustración —Volvió a pasar ¿cierto?— aseguró con un dejo de coraje.

—No se sienta mal heika, apenas lleva tres días de entrenamiento, de hecho es un milagro el avance que ha tenido y...

—¡No Gunter!- lo interrumpió — Esto no está nada bien, si no mejoro en siete días no podre siquiera aguantar una sola batalla...

—¡Papá! – se escuchó la voz de la joven Greta —Tranquilo... — se acercó a él, se sentó en la cama y le sobo el hombro. Le dolía, le dolía y mucho que su padre Wolfram estuviera lejos de ellos, aun recordaba cuando éste se fue a las tierras Bielefeld después de terminar el compromiso con su otro padre, por fortuna lograron traerlo de regreso, pero hoy las cosas eran más complicadas y era su deber darle fuerza y apoyo.

Yuuri suspiró hondamente tomándole la mano a su hija, no era su intención sonar tan desesperado pero lo cierto era que tenía miedo de perderlo para siempre.

—Sigamos entrenando... — ordenó al tiempo que se levantaba de la cama, nadie se atrevió a llevarle la contraria, sabían que no tenían tiempo que perder-

—¡Heika...!

Una muchacha pelirroja apareció antes que salieran. Yuuri se detuvo.

—Anissina san

—Los robot que me pidió ya están listos —anunció con orgullo, el rey le había encargado hacer unos cuantos para entrenar, también maquinas que lanzaran ataques consecutivos de láser para  mejorar reflejos.

—Perfecto, gracias — se limitó a decir para después salir decidido a entrenar arduamente hasta no poder mas.

—¿Será esto lo correcto?— susurró el consejero

—No tenemos otra opción, es esto o prepararnos para una guerra por demás perdida – espetó la inventora que cruzaba de brazos — Porque de algo podemos estar seguros...—todos los que se habían quedado con ella la miraban atentamente. —Wolfram sería el único motivo para Yuuri heika de comenzar una guerra, así mismo Yuuri heika seria el único motivo para Wolfram de revelarse contra su padre.

—No hay salida... —murmuro Gwendal.

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Antiguo Makoku, Castillo Imperial

—¿Lo viste?— preguntó Anette, paseándose de un lado a otro en la habitación de su hijo, su cabello se movía grácilmente cada vez que daba la vuelta—Ni siquiera supo cómo reaccionar a tu galante saludo, ¡es un mocoso maleducado!...debe ser idéntico a su madre —bramó mordiéndose el dedo gordo de la mano— ¡ey!... ¡Lukas reacciona!—chasqueó sus dedos para hacerlo reaccionar.

—No importa madre...fue nuestro primer encuentro— soltó tranquilo y es que aun estaba impresionado con la belleza de su hermanastro — Wolfram...es la tentación de cualquiera – sonrió al susurrar – ¡Y aparte cabe la posibilidad de que yo me comprometa con esa preciosa joya!

—Si...claro...ahora hazme su mami suegra — replicó sarcásticamente—¿En verdad piensas participar en la Competencia de Elementos por la mano de ese mocoso? digo, se corre el rumor que el esposo de ese niñato se convertirá en el próximo Maou, pero...

—Lo deseo madre...Wolfram von Bielefeld será mi esposo te guste o no y no es solo por la corona - aseguró seriamente dándole a entender que más le valía quedarse callada de una vez por todas, su madre podía llegar a ser muy hostigadora.

—Como quieras, por mi puedes violártelo si quieres – espetó saliendo de la habitación dando un fuerte portazo al final.

El peli morado se rió burlescamente al tiempo que hacia una desagradable mueca con su lengua. —Ganas no me falta...— pensó en voz alta.

********************

Después de que lady Anette "amablemente" le mostró su habitación la cual era enorme y exuberantemente lujosa, se quedó recostado sobre su cama, esa preocupación que sentía no lo dejaba siquiera dormitar, le dolía la cabeza, sus ojos ardían de tanto llorar... ya no lo soportaba... apretó fuertemente las sabanas con su puño ante la imposibilidad de escapar, estaba lejos de su legitimo y único prometido, del amor de su vida, lejos de sus verdaderos hermanos, lejos de su verdadera madre, lejos de su querida hija y de sus amigos.

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Nuevo Makoku, Castillo Pacto de Sangre.

—¡¿Qué significa esto?! – preguntó Waltorana al tiempo que arrojaba unos papeles sobre la mesa.

—Lord Waltorana por favor cálmese.

—¿Y cómo quiere que me calme Lord von Christ?...—preguntó con ironía— Recibo un mensaje de parte de mi hermano diciéndome que me quita la tutela de mi sobrino y que se lo lleva a su país sin siquiera ser consultado antes —golpeó furioso la mesa. Se sentía frustrado. Había llegado en horas de la noche a Pacto de Sangre después de partir inmediatamente desde sus tierras Bielefeld al recibir ese maldito mensaje, Cecilie no le daba la cara, era toda su culpa —¡¿No dices nada Cecilie?! Si hubieras respetado tu matrimonio con mi hermano todo sería tan diferente —hablaba sin pensar, la preocupación por su sobrino lo hacía soltar palabras que —Pero anda sigue con tus viajes en busca del amor—terminó con sarcasmo.

—¡No permito que le hable así a mi madre! — Gwendal lo tomó de la solapa de su camisa poniéndose de al tú por tú con el Noble

—¡Gwendal! ¡Basta! —Pidió a gritos la mujer mientras trataba de ponerse de pie —Todo es mi culpa...—susurró entre lagrimas.

El Noble se sintió muy mal después de ofenderla así, se veía claramente lo devastada que estaba.

—No...Cecilie... discúlpame, la ira me cegó yo...— Waltorana trataba de explicar avergonzado

—Creo que todos estamos al borde de la histeria —intervino Gunter tratando de tranquilizar los nervios— Sabíamos que esto algún día tenía que pasar, Willbert heika ya había anunciado que un día se llevaría a Wolfram con él, así que esto no es culpa de nadie.

—Pero aun así, él hubiera aceptado el compromiso de Wolfram con Yuuri Heika si no odiara tanto a los humanos o a los mestizos —decía la rubia entrecortadamente por el llanto.

—No Cecilie, aun así mi hermano odiaba a los humanos desde hace tiempo atrás, como nosotros en un principio — dijo más calmado el Noble —Por cierto... ¿Dónde está Yuuri Heika?— preguntó intrigado — ¿No me digan que regreso a su mundo?...-

—Para nada lord Waltorana, su Majestad está entrenando arduamente para rescatar a Wolfram— aseguró Gunter con suma convicción.

—¿Rescatarlo?... no me digan que él piensa participar en el campeonato de elementos

—¿Usted sabe al respecto?- intervino el consejero.

—Venia una invitación adjunta en el mensaje para que me hiciera presente en Antiguo Makoku para asistir a un Campeonato de Elementos— explicó Waltorana preocupado —El premio es...

—La mano de mi hermano — completó Gwendal.

—¡¿Él piensa participar?! pe-pero...

—No hay marcha atrás...—cortó Gwendal a Waltorana.— Su majestad está decidido a recuperar a mi hermano.

Gunter suspiró amargamente, sacó un pañuelo y empezó a llorar

—Yuuri heika está en grave peligro y nosotros no le podemos ayudar esta vez —dijo amargamente.

—Bueno, por lo menos sabemos que en esas batallas está prohibido asesinar al contrincante pero conociéndolo no niego que tal vez mande darle una lección...- enunció preocupado el Noble rubio.

—Solo esperemos que no cambien las reglas agrede- dijo Gwendal con voz grave —Por suerte hemos tenido ayuda de una fuente muy confiable y ahora ha mejorado en un cincuenta por ciento sus habilidades.

—¿Cómo?...— preguntó Waltorana entre sorprendido y preocupado.

—Eso es confidencial.

Gwendal no quería entrar en muchos detalles con respecto al regreso de Shinou.

Waltorana se encogió de hombros y dijo:

—Si hay una tan sola oportunidad de hacer que mi sobrino vuelva con nosotros, entonces ofrezco toda mi ayuda.

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Antiguo Makoku, Castillo Imperial.

Después de que una doncella le anunció que la cena comenzaría en unos momentos salió de la habitación, fue mala idea no seguirla al instante, no conocía ese gran castillo y ahora se encontraba perdido en los pasillos.

—Ahg... ¡maldición! — espetó Wolfram con amargura lo que faltaba aparte de no querer estar ahí ahora estaba perdido. Era el colmo.

—Una creatura tan bella no debería maldecir...

Se escuchó una voz detrás de él. Al darse la vuelta vio a un muchacho que parecía de la misma edad de Conrad, (26 años) también tenía la misma complexión física, su cabello era castaño rojizo (carmín) peinado separado de en medio por dos mechones que rodeaban cada lado de su cara, usaba una banda de tela color roja sobre su frente y sus ojos eran color rubí, una combinación muy exótica. Vestía uniforme militar azul oscuro.

—¿Disculpe...?- contestó escueto, alzando una ceja.

—Estás perdido...eso es tierno

—Es normal que me pierda en un enorme castillo que no conozco, recién vine aquí no tuve la culpa — se defendió mientras cruzaba sus brazos, un suave rubor se dejó ver en su rostro pero era más por la vergüenza que por otra cosa.

—Lo sé, eres el hijo de su majestad Willbert, Wolfram von Bielefeld ¿cierto?— se acercó más a él.— Los rumores sobre tu belleza se quedaron cortos – aseguró mientras le acarició la mejilla con el dorso de su mano. "El tierno bebé se convirtió en todo un bishounen"— pensó con malicia.Inmediatamente recibió un golpe en su mano haciendo que dejara de acariciarlo.

—¡No me toques!

—Perdón... entonces no quieres que te escolte hasta el gran comedor — comenzó a caminar en dirección contraria al comedor.

—¡Espera!— Ni modo. No tenía otra alternativa su padre le había dicho que tenía que ser puntual —Solo dime por donde es...— pidió nerviosamente.

—No hay problema, yo también me dirijo ahí — formó una suave sonrisa, aunque al ver el rostro confundido del oji-esmeralda aclaró: —Mi nombre es Friedrich von Moscovicht hijo del consejero real.— espero ver una carita más contenta de parte del rubio adonis pero se mantuvo neutral. El peli- carmín entorno los ojos recordado lo que su padre le había comentado sobre lo sucedido en Shin Makoku.

*** FRIEDRICH FLASHBACK***

—Hijo — saludó su padre al entrar a su habitación, se acercó a él y le dio un beso en la mejilla —Ya está aquí, nuestra clave para nuestro futuro está aquí.

—El príncipe Wolfram ¿eh?— sonrió de medio lado –Hace muchos años tuve mi primer encuentro con él pero era un ruidoso bebé, ojalá siga siendo tan lindo como lo recuerdo sino no valdrá la pena luchar en esta competencia — comentó con malicia.

—Hijo...no te arrepentirás nunca de esta decisión, el príncipe es sumamente hermoso, ya lo veras en la cena y créeme que tendrás más entusiasmo por ganar —aseguró su padre

—Sera pan comido entonces, comenzaré a enamorarlo en cuanto lo conozca —anunció animado

—Si...bueno- habían cierto dejo de dudas en su rostro— En ese aspecto creo que tendrás que ser paciente-

—¿y eso porque?

—Su majestad Wolfram tenía un prometido en Shin Makoku, un medio mazoku —bramó con desprecio —Tal parece que están enamorados, tuve que arrastrar al príncipe para que se separará de ese mentecato.

El castaño soltó una carcajada

— No me hagas reír padre, sabes que soy el mejor conquistador de por aquí – dijo despreocupadamente - ya veré la forma de que caiga rendido a mis pies y se olvide al instante de ese mestizo.

—Ese mestizo vendrá al campeonato para disque recuperar a su prometido – advirtió- Es extraño pero él controla el elemento agua, a pesar de tener descendencia humana...

—Humanos—exclamó con burla— ... No deberían existir, mucho menos los mestizos...-

—Y como es el Rey Demonio de Nuevo Makoku debes tener cuidado con él.

—No importa, soy más fuerte que ningún otro Demonio, Wolfram será mío, y este reino será todo mío

Ambos hombres terminaron riéndose a carcajadas.

***END FLASHBACK***

Friedrich sonrió.

—Vamos — le dijo sonriente señalando con la mano el camino

—Gracias, Lord von Moscovicht— se limitó a decir y le siguió.

—Dime solo Friedrech...— le comentaba en el camino.

Cruzaron el pasillo y luego se dirigieron a la derecha, después de cruzar la sala principal, por fin llegaron al comedor el cual era enorme, totalmente recargado de lujos, una enorme mesa rectangular adornada por unos ramos de flores que habían colocado en unas hermosas jarras de porcelana, en el techo un enorme candelabro hecho de oro para darle el último toque de exuberancia. Ahí se encontraba su padre, lady Anette, Lukas von Zweig y Bastian von Moscovicht esperando por ellos sentados alrededor de la mesa en relativa calma y cortesía.

—Hijo mío...—Willbert se levantó de su silla para recibirlo con los brazos abiertos.

—Padre disculpe mi tardanza—pidió con el rostro apenado, asustado de ser regañado.

—Bueno, esta cena es en tu honor, para mí es un placer tenerte conmigo- le dijo amablemente, lo tomó la mano y lo situó a su lado a la mesa, Friedrich ya había tomado lugar al lado de su padre, Bastian. Las doncellas comenzaron a servir.

—Pero, ustedes venían juntos ¿o me equivoco?—preguntó curioso el Maou refriéndose a Friedrich y Wolfram.

—Nos conocimos en el pasillo su majestad —respondió Friedrich —El príncipe es muy agradable —comentó suspicazmente haciendo que Lukas entornará sus ojos lleno de celos.

—Sí que lo es... —exclamó el oji-zafiro interrumpiéndolo y queriendo formar parte de la conversación, como para sosegar aquel sentimiento de posesión que había despertado Wolfram en él.

Una gran rivalidad había entre ellos, eran como perro y gato, habían mantenido el juego de ver quién era el mejor y disfrutaban humillando al otro.

—Por supuesto que lo es, mi Wolfram es lo más importante que tengo— aseguró Willbert y dicho esto le acarició el rostro a su hijo—Idéntico a su madre...- susurró para él mismo viéndolo ensimismado, hasta que el carraspeo de su esposa lo sacó del letargo.

—Príncipe Wolfram seguramente debe estar cansado por el viaje tan largo— comentó Anette

—Si... fue muy largo— respondió tímidamente a baja voz, estaba jugando simplemente con la comida, no tenía nada de hambre.

—¿Qué le ha parecido su estadía hasta ahora? ¿Está usted cómodo en su habitación? — continuó preguntando amablemente.

—Sí, Lady Anette – contestó después de un tiempo.

—Wolfram dirígete a ella como madre — pidió el rubio mayor dejando sus cubiertos sobre el plato— Y tú lo puedes llamar hijo — se dirigió a su mujer.

—Entiendo... —exclamó ella con fingida sonrisa al tiempo que tomaba la mano de su marido.

Esas palabras hicieron que Wolfram recordará algo

***FLASHBACK***

—¡Wolfie!— exclamó su madre la encontrarlo en los pasillos

—Madre...—

—¡Mira! —le mostró un hermoso pañuelo bordado a mano— Me quedó lindo ¿cierto? es para ti mi amor

—En realidad es muy bonito— le contestó con una sonrisa.

—Wolfie...—le sonrió con ternura apreciando como su hijo lo colocaba alrededor de su cuello- Recuerda que te amo mucho...

—¿A qué viene eso ahora? –

—Bueno, tal vez es melancolía porque pronto mi querido hijo se casará...

Tenía razón, a decir verdad ya habían hablado al respecto, ambos lo deseaban pero querían esperar a que pasará la época de reuniones diplomáticas para que así cuando se casaran por fin pudieran tomar una merecidas vacaciones, Yuuri las llamaba algo como "luna de miel"

***ENDFLASHBACK***

—No puedo...—murmuró Wolfram, apretando al mismo tiempo sus puños sobre sus piernas. Estaba dispuesto a seguir con este absurdo juego, pero ya no más, suficiente tenia con que lo quisiera comprometer con alguien que no amaba, no le iba a permitir tal cosa. Porque tenía una sola madre y respondía al nombre de Cecilie von spitzweg, porque un hijo no puede juzgar a su madre, y él no le guardaba ningún rencor a la suya.

—¿Qué?...—preguntó Willbert confundido, soltando la mano de su esposa y volteando su rostro para verlo.

—No voy a llamarla madre— repitió y luego se dirigió a ella:— Discúlpeme lady Anette pero yo tengo a alguien a quien llamar madre.

Bastian y Friedrich contenían la risa, la dama de hierro despreciada de buenas a primeras por su hijastro.

—Oh...— exclamó— está bien...supongo que es lo correcto...- logró responder con fingido aplomo pues su orgullo acababa de recibir un terrible golpe "¡¿Qué se cree ese mocoso?! Nunca en mi vida he sido despreciada de esa manera."- pensaba.

Willbert se enterneció y susurró:—Supongo que Cecilie es alguien irremplazable.

—"Maldita sea" —pensó la peli morado apretando sus puños debajo de la mesa.

—Pero cuando sea tu suegra podrías llamarla madre —declaró Lukas de repente.

—¡¿Qué?! —diejeron Bastian, Friedrich y Wolfram a la vez.

—Padre — se dirigió a Willbert —Espero su aprobación para participar en la competencia de elementos por la mano de su hijo Wolfram.

El Maou de fuego sonrió de oreja a oreja, le tenía gran cariño a su hijastro y ahora se convertiría en su yerno, le gustaba la idea.

—Por supuesto...—contestó satisfecho.

—Entonces, comienza a entrenar arduamente Lukas porque yo también participaré — le desafió Friedrich al instante.

—Ganarle a debiluchos no es mi estilo – insinuó el de ojos zafiro formando una mueca de burla.

—Bueno ¡basta ya ustedes dos!- los regañó el consejero —Ambos participaran y darán lo mejor de ustedes, no es necesario armar tanto escándalo – ¡maldicion! Lukas si era un obstáculo para sus planes. Ambos chicos callaron pero aun se observaban con odio.

—Hijo, uno de estos dos podría llegar a convertirse en tu esposo ¿no te da gusto? te aseguro que ese tal Shibuya que dice ser tu prometido no tendrá ni una mínima oportunidad con alguno de estos dos-. Comentó a su hijo.

Wolfram agachó su cabeza apretando fuertemente sus puños de la furia, comenzaba a conocer a los rivales de su prometido, sentía como su garganta se rasgaba de tanto contener las ganas de gritarle a todos que él ya pertenecía en cuerpo y alma a un solo hombre y ese era Yuuri Shibuya.

Anette notó esa actitud, aun preguntándose a que se refería su marido con eso de "prometido"

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Nuevo Makoku

Después de entrenar y cenar algo por casi la obligación de su corte, Yuuri se encontraba en su habitación, la habitación real del Castillo Pacto De Sangre, estaba acostado en la cama después de tomar un baño, solo descansaba el cuerpo después del día tan duro que había tenido, no podía conciliar el sueño, era imposible si no estaba al lado de su prometido. En esa cama cual testigo silenciosa de lo que ahí pasaba casi todas las noches, cuando tomaba el cuerpo de su prometido y se entregaban el uno al otro una y otra vez.

Después de un buen tiempo se restregó el rostro con su mano en un intento de tranquilizarse para después respirar hondo...poco a poco empezó a cerrar sus ojos debido al cansancio físico mientras que en su mente la imagen de su Wolfram continuaba...mañana seguiría en la lucha por volverse más fuerte, jurando una y otra vez que lo rescataría de los crueles designios de su padre y así poco a poco se quedó completamente dormido.

*******

En Antiguo Makoku la historia no era muy diferente, después de esa tortuosa cena, Wolfram se dirigió directamente a su habitación, tomó un largo baño y se recostó en la cama.

Se quedó pensativo y preocupado, Ya había pasado de la negación a la resignación. Había conocido a dos de los rivales de su prometido en la cena, no conocía sus habilidades pero seguramente eran muy fuertes, ese pensamiento lo asustó mas, ahora solo esperaba que ocurriera un "milagro de amor" ese pensamiento irónico le sacó una amarga sonrisa. En verdad deseaba que esto no estuviera pasando pero desgraciadamente esta era su realidad, su padre tenía el control de su vida. Abrazó la almohada en un intento de pensar que era el cuerpo de su Yuuri, debido al cansancio físico y mental poco a poco fue cerrando sus ojos.

******************************

En la habitación Real del Castillo Imperial se encontraban Willbert acostado ya en su gran cama, su mujer se encontraba sentada frente el tocador cepillándose su largo y sedoso cabello color morado antes de ir a la cama.

—Y... ¿Qué te pareció mi hijo?—le preguntó el de ojos celestes desde su lugar, la mujer dejó de peinarse por un momento-

—Para ser sincera, lo veo un poco cohibido...— respondió, mirándole desde el espejo.—bueno supongo que es normal, es la primera vez que viene al castillo.

—Es que, esta encaprichado con un mestizo rey...— explicó Willbert con coraje. Deseaba saber sus razones, el porqué aceptó de buenas a primeras un compromiso que desde el principio sabia él no iba a aceptar, de ninguna manera, y se lo había dejado claro hace muchos años atrás, sabiendo eso otro pensamiento invadió su confundida mente ¿Qué trucos sucios utilizó ese mestizo para engañar a su hijo?

—¿Mestizo rey?....—repitió consternada, dejó el cepillo sobre el tocador y se dio la media vuelta para ver de frente a su marido. En el mensaje que había recibido, el inútil de Bastian solo le había informado de la llegada y del torneo por la mano de ese mocoso pero no la razón por la cual se llevaría a cabo ese torneo.

—El Rey demonio de Shin Makoku, Cecilie hizo la locura de aceptar un compromiso de matrimonio entre ellos y tal parece que con artimañas y trucos sucios ese mal nacido logró enamorar a mi hijo.

Anette hizo el esfuerzo de no reír irónicamente.

—Parece ser que los humanos están presentes siempre en su vida —comentó suspicaz, refiriéndose a la historia de Cecilie y Dan hiri Weller. No la conocía en persona pero podía intuir que era físicamente como Wolfram por lo que había dicho su marido durante la cena. El recuerdo de esa mujer no la dejaba ser feliz y por eso le tenía un gran odio a todo lo que se relacionara con ella.

—Malditos humanos te quitan lo que amas, malditos mestizos que ensucian nuestra raza —espetó con rencor mientras apretaba las sabanas con su puño— "Pero no voy a permitir esa relación, Yuuri Shibuya morirá aquí en Antiguo Makoku como prueba de su inferioridad, y le demostraré al mundo entero quien es el Maou más poderoso"

 

Notas finales:

Gracias por leer. 


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