Remus bufo por 5ta o sexta vez. Para él era ridículo lo que sus amigos estaban haciendo sin mencionar que era peligroso estar siquiera imaginarlo. James y Sirius habían tomado rencillas contra el nuevo profesor de DCAO Tom Riddle y como siempre habían arrastrado con ellos al influenciaba Peter. Y Remus por mas que intento persuadirlos no lo logro. Todo porque primero el profesor Riddle le había quitado el Ritto a James, que agradeciera que no lo reporto, y en segunda por la clase que habían tenido
Flasback
Toda la clase había estado ansiosa, serían los primeros en conocer al profesor Riddle y aunque la clase era compartida con Gryffindor y Slytherin la emoción era palpante en todos. Cuando por fin logo la hora y entraron al aula, esta había cambiado radicalmente. Los pupitres había desaparecido, las cortinas corridas y os cuadros con criaturas fueron remplazados por cortinas negras y paredes lisas. Los alumnos se amontonaron al centro de la habitación cuando Tom apareció
-En este curso aprenderán la forma de defenderse de magos tenebrosos probablemente mueran dos o tres y más de uno quede traumatizado pero es un riesgo que estoy dispuesto a aceptar-la voz fría y áspera de Riddle hiso que se les helara la sangre-Voy a quitarles la tontería de anunciarle a sus enemigos el hechizo que utilizaron contra el. Hoy aprenderán la sutileza de los hechizos no verbales. No cualquier inepto es capaz de lograrlo. Nadie aprobara este curso si ni siquiera puede mantener un duelo decente. Vayan a la librería si quieren teoría.
De pronto apareció una pizarra con los nombre de todos los alumnos acomodados de dos en dos
-Su trabajo de hoy será atacar a su compañero sin usar ningún hechizo verbal. Pueden usar cualquier hechizo igual sé que no serán capaz de lograrlo y pobre de aquel que quiera pasarse de listo. Y no necesito las consecuencias de aquel pobre que intente pasarse de listo. ¿Esperan una invitación? A trabajar
Se hiso un silencio y solo basto uno fría mirada del profesor para que se acomodaran. Solo se escuchaban las respiraciones de los alumnos, nadie se atrevía a desobedecer y tal como había predicho ninguno de los hechizos que los alumnos se esforzaban a realizar salía efectivo
A Remus le había tocado con un mequetrefe de primera de Revenclaw que solo agitaba su varita cuando el profesor Riddle volteaba hacia ellos. Así que no le dio importancia y observo a sus compañeros. Se dio cuenta que la pareja de James era más ni menos que Severus. Por un momento se alarmo, James siempre se había aprovechado de Severus, pero vio que los hechizos de James, al igual que, los de todos, no eran efectivos. Y Severus lo sabía bien y a comparación de los demás, que intentaban protegerse, estaba de lo más tranquilo, claro que su varita en la mano como todo buen Slytherin.
Vio como Severus bufaba de aburrimiento y solo llenaba a James de frustración. Entonces lo vio sonreír y Remus supo que iba a hacer algo realmente malo, lo vio susurrar muy despacio. Una luz grisoza salió de la varita de James directo a Severus. Pero para sorpresa de todos Severus lo bloqueo solo moviendo la varita sin palabra alguna.
Todos los alumnos se quedaron boquiabiertos incluso el propio James
-¡Potter!-la exclamación de profesor Riddle hiso dar a todos un brinco de miedo-¡Eres pésimo! ¿Crees que los demás van a admirar tu truco?- James guardo silencio con la cabeza baja- Al menos Severus puede usar hechizos no verbales y no trampas baratas
Desde ese momento Remus supo que habría problemas por la mirada de odio que James le mando al profesor Riddle
Final de Flashblack
Remus vio tan concentrados a sus amigos que ya no servía de nada seguir advirtiéndoles. Solo esperaba que todo saliera “bien” y que Riddle jamás se enterara que eran ellos quienes habían tramado la broma, bombas de humo rosa y naranja que cambiarían el color de cabello de todos los Slytherin en especial a su jefe de casa.
-iré por los ingredientes- soltó James al momento que se ponía de pie seguido de Peter
-¿Seguro que quieres hacer esto?- le pregunto Remus a Sirius una vez que quedaron solos
-Por supuesto que si. Riddle por muy maestro que sea tiene que pagar.
-¿Pagar que, Sirius? Que yo recuerde Riddle no te ha hecho nada, y el asunto de Ritto quedo olvidado hace semanas y tu pareces tomarlo demasiado personal. A no ser que…
-¿Qué?- pregunto Sirius volteándolo a ver. Remus se había quedado callado examinándolo con la mirada.
Entonces Remus tomo aire decisivo
-Le tienes rencillas al profesor Riddle porque parece muy cercano a Severus
La cara que había puesto Sirius era para morirse de la risa. Pero Remus tenía que estar lo más tranquilo posible si quería que lo tomara enserio
-Te volviste demente….
-Demente si, si, si lo que sea que creas Sirius- lo interrumpió Remus fastidiado- Pero si tengo razón, y la tengo, debes tener mucho más cuidado. Puede que Severus termine… -Remus no pudo terminar la frase al ver el rostro de Sirius contraerse. Después de lo ocurrido hace semanas cuando Severus le había gritado en medio de los pasillos, Sirius tenía mucha suerte de que aun pudiera estar cerca. Aunque Remus estaba seguro de que algo había sucedido porque su amigo parecía estar evitándolo hasta la llegada de Riddle. Ahora parecía estar persiguiéndolo. Sirius a veces era demasiado posesivo y celoso
-¿Qué?-siguió Sirius
-Sabes que pienso que esta broma es estúpida-
Sirius se encogió de hombros
-Iré con cuidado.-dijo Sirius-No voy a echarlo a perder
Remus suspiro. Esperaba de verdad que saliera bien librado. Entendía el coraje de Sirius. También se había dado cuenta que Severus y el profesor Riddle parecía demasiados cercanos y no solo eso, existía entre ellos una confidencia que le ponía la piel de gallina de pensarlo.
_______= ( O___O ) =_________
No le importo a James dar un enorme portazo ni gritar a sus “amigos” lo irremediablemente locos que se habían vuelto. Ahora todos resultaban ser unos nerds estudiosos, y cuando se refería a todos, se refería exactamente a Sirius. Le perdonaba a Remus estar sumergido en sus libros (siempre había sido así) y a Peter porque siempre seguía a alguien pero Sirius no tenia ningún perdón. Su amigo, su hermano, su compañero de juegos y travesuras estaba enfrascado en estudiar para un examen que tendrían en dos semanas. ¡Dos semanas! Ese no era el Sirius Black que conocía. Tal vez Snape estaba teniendo demasiada influencia en su amigo. Y ahora que más lo necesitaba.
La broma que había planeado minuciosamente durante días al final resultó ser un fiasco total. McGonagall los había descubierto antes y arruinado sus planes. Menos mal que la mujer creyó que la broma iba directo a los alumnos de Slytherin y no al profesor de la casa, sus dos días de castigo no hubieran tenido comparación alguna
Aunque la broma arruinada no era ni por lo menos la mayor de sus frustraciones. Sentía que se volvía loco y no podría evitarlo. Sirius hubiera sabido como distraerlo, como sacarlo de ese lado oscuro al que sin querer y sin poder evitar esta sumergiéndose cada vez más y más. Y todo gracias a Riddle. ¡Por Merlín! Se estaba obsesionando. No podía dejar de mirarle, seguirlo y querer provocarlo, ya solo faltaba que soñara con él. Y no tenia idea de porqué. Ya había podido recordarlo cuando era estudiante en Hogwarts pero en ese tiempo no habían cruzado palabras. Y aunque en la primera clase Riddle se la había tomado con él en las siguientes lo trataba como cualquier otro alumno.
-¡Esto si es muy extraño!
Aquella voz saco a James de su ensoñación. Estaba recostado en la sobra del gran árbol frente al lago y Regulus Black le sonreía
-¿En dónde dejaste a tus guardaespaldas? ¿Mi hermano ya no es eficiente? Deberías plantearte el tener mejores compañías –dijo Regulus acercándose. James lo conocía muy muy bien. Regulus podía parecer un niño encantador, bien educado, estudioso y amable pero de tras de todo eso se encontraba la persona más manipuladora que podía conocer, Reg era un niño egoísta, caprichoso, envidioso y muy listo. Por eso podía hacer que todos hicieran lo que quería, donde quisiera y cuando quería. Tal y como hiso con él un año atrás cuando cayó en su trampa
-Estaba aburrido y quise salir un poco-contesto quitando importancia al asunto
Regulus se acercó lo suficiente como para tomar la corbata de James por encima de la camisa.
-Entonces ¿Tienes un poco de tiempo?-pregunto Regulus con esa voz que James conocía, llena de deseo y esa mirada lasciva
-Para ti, tengo más que un poco de tiempo-James sonrió. Sabía a donde los llevaría todo ese juego. Y no pudo evitar pensar que, al menos uno de los Black lo ayudaría a distraerse, antes de que Regulus jalara de su corbata y juntara sus labios.
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El sol ya estaba cayendo cuando se despidió de Regulus. Un buen polvo tal vez era lo que necesitaba para sacarse todas las dudas de la cabeza y no conocía a nadie mejor que Regulus. Regulus era un amante sorprendente, lascivo y exigente. Pero era solo eso, un amante. Aunque no negaría que por un tiempo quiso que eso cambiara, tener a Regulus solo para él. Pero Regulus no era asi y lo había descubierto de la peor manera. Incluso Sirius, cuando supo que se traían algo y a James casi le da un infarto, se lo advirtió y él no hiso caso creyendo que Reg era un niño indefenso que se había enamorado ¡Que ultraje! Lo único que Regulus quería era un acoston, bueno varios, y como él era un Gryffindor honorable no se lo iba a dar solo porque así menos siendo hermanito pequeño de su amigo, así que lo engaño, hasta que obtuvo lo que quiso y después lo desecho. No podía negar que le rompió el corazón pero acepto al verdadero Regulus y hasta lo admiro y debes en cuando tenían de esos encuentros magníficos. Aun seguía sintiendo algo por Regulus y lo aprovechaba al máximo esperando que algún día el pequeño Reg se diera cuenta que estaba ahí.
James se dio cuenta que la hora de la cena acababa de pasar y no encontraría a sus amigos en el gran comedor, así que se dirigió a su torre por un pequeño atajo esperando que esos nerd estuvieran haciendo algo más que comiendo libros.
Entonces lo vio. Resultaba que ese iba a ser uno de los mejores días para distraerse. Ahí caminando por el pasillo solo iba Severus Snape. Y como buen merodeador no desaprovechaba ninguna oportunidad para hacerle una pequeñita broma a su blanco favorito, aun si Sirius se lo hubiera pedido por el asunto de tutor, si Snape se enojaba con Sirius, bien se lo tenía merecido por abandonarlo.
Paso por un lado de Snape y sintió como este se tensaba, así que con disimulo y dentro de su túnica apunto su varita hacia él haciéndolo caer de bruces
-Vaya Snape debes tener más cuidado cuando caminas-dijo James con falsa preocupación. Vio cómo iba a sacar su varita así que rápidamente mando un expelliarmus haciéndola volar junto con las cosas de Snape que se esparcieron por todo el pasillo. –ups
-¿Qué quieres Potter?
-De ti muy poco. Después de todo a nadie le hace daño un poco de diversión-dijo James. Severus lo fulminaba con la mirada-Cambia esa expresión. Siempre estás tan quisquilloso. Tal vez con eso… ¡Aguamenti!
Un chorro de agua callo sobre Snape.
-lo vez, un poco de agua siempre cambia a todos aunque tus cosas también resultaron-James se inclinó para recoger un grueso libro negro pero se cayó al ver a unos centímetros una tarjeta con un perro- ¿de dónde sacaste eso?
-Es mío-dijo Severus y quiso tomar la carta pero James fue más rápido
-¿Cómo que tuyo?-
-Si Potter mío. ¿Nunca has recibido una carta? o eres aún más tonto de lo que creo y no puedes entender ni una palabra de lo que eso significa.
James había reconocido la tarjeta de inmediato. Era la misma tarjeta que Sirius había llevado por días para entregar a su enamorado secreto. No podía ser. Tal vez solo era una coincidencia y alguien había entregado a Snape una tarjeta idéntica a la de Sirius. Entonces James vio el remitente y se quedó estático. De tras de la tarjeta solo había dos oraciones
“! Me gustas!” Y “Encuéntrame”
James sintió como era invadido por la confusión y el enojo. Esa era la maldita letra de Sirius. Sin importarle que estuviera enfrentándose con Snape corrió hacia la torre de Gryffindor.
“”””””””””” o (= u =) o””””””””””
-¡Que significa esto!-James había entrado a la habitación exaltado
Sirius, Remus y Peter después de cenar se había ido directo a la habitación planeaban dormir pero el último partido de quiddich los entretuvo hasta la llegada de James
-¿De qué hablas?-pregunto Remus pero fue ignorado
James se veía molesto y extendió a Sirius la tarjeta que conocía bien. Sirius en cambio se había puesto blanco
-¿De dónde lo sacaste?
-¿De dónde crees?-ironizo James y vio como el rostro de miedo de Sirius cambiaba
-¿Qué le hiciste?-pregunto Sirius y le arrebato la tarjeta de las manos
-No deberías decir que se trata de un jodido mal entendido, un error o una abominación ¡Por Merlin! Se trata de Quejicus, soy todo lo odioso y asqueroso posible, Snape.
Sirius inflo el pecho. Sentía la cabeza caliente y le hubiera gustado golpear el rostro de James ahí mismo
-Te he molestado antes por tus conquistas-soltó Sirius
-No puedes hablar enserio. No te puede gustar Quejicus
-¿Qué?-exclamo Peter del otro lado de la habitación. Remus y él se había quedado al margen de todos, sabían que cuando ellos dos discutían lo mejor era apartase hasta que se les bajaran los humos
-Hablo todo lo serio que soy. –dijo Sirius. Intento ignorar a Peter y vio en los ojos de Remus debía tranquilizarse y aprovechar esa oportunidad para confesarle todo a James aunque este parecía explotar.- Y si James. Severus me gusta desde hace mucho
-No puedo creerte-Soltó James incrédulo aunque una parte, muy al fondo, le decía que era verdad- Lo estás haciendo para fastidiarme
-El jodido mundo no gira alrededor de ti James. Si Severus me gusta es asunto mío
-¿Y quejicus sabe que tú eres su admirador secreto?-James hiso una mueca que a ninguno de ellos les había hecho nunca. Le había sonreído con maldad
-James no puedes hacer…-empezó Remus pero fue interrumpido por James
-Y tú lo sabias, por eso tanto secreto entre ustedes –giró de nuevo hacia Sirius que se puso blanco– ¿No sería una lástima que al saberlo te odiara más?
El cuerpo de Sirius se movió solo. Dio dos pasos hacia James estiro el brazo y estampo su puño sobre el rostro de su amigo
De la impresión James cayó al piso. Se quedó ahí viendo como Sirius lo fulminaba con la mirada. Sabía que se había pasado al decir todo eso y entendió el enojo de su amigo pero ahí el único traicionado era él. Sirius le había escondido sus sentimientos y lo había cambiado por Snape, y había elegido a Remus para contárselo. Se suponía que ellos eran los medoreadores, cuatro amigos, cuatro hermanos. Y Snape le había arrebatado a dos de ellos. Jamás se lo perdonaría.
-Imbécil-Exclamo James antes de salir por segunda vez de la habitación dando un portazo