Cuando Remus regreso a su habitación aún se sentía confundido. Se había encontrado con Lucius y platicado un poco pero tenía la vaga sensación de relajación, cosa que nunca pasaba cuando estaba con Lucius, casi siempre estaba demasiado nervioso pero esa vez había pasado diferente. Remus estaba nervioso si, se había sentido en las nubes de un momento a otro y la temperatura de su cuerpo había cambiado de igual manera sin mencionar que su respiración era entrecortada. Pero no había pasado nada más que un simple encuentro o eso parecía porque aunque lo negara tenía la sospecha de que algo más hubiera pasado, incluso creía que Malfoy lo había hechizado, pero descarto eso, se encontraba perfectamente bien. Los demás merodeadores estaban dormidos, por lo tanto sin hace ruido Remus se dirigió a su cama.
---oOoOo---
-El día de hoy será un reto para todos- dijo el profesor Slughorn-Y espero grandes, grandes cosas de ustedes amigos míos.
Ese día como todas las demás clases de pociones los Gryffindor y Slytherin trabajaban juntos en clases con el profesor Slughorn
-Ven la urna que está aquí. –continuo el profesor y apunto a una pequeña caja encima del escritorio- Bien. Aquí están los nombres de la mitad de ustedes. La otra mitad vendrán y sacaran un nombre y ese será su compañero de trabajo. ¿Si querida?
-Profesor ¿todos los nombres de la urna son solo de una casa? Eso significa que nos tocara trabajar con alguien de diferente casa-pregunto una chica de Slytherin rubia de ojos azules
-Puede ser-explico- he metido solo los nombres de la mitad de este salón, la mitad de Slytherin y la mitad de Gryffindor. Sera cuestión de suerte. Bien ¿quién será el primero?
Los alumnos que el profesor mencionaba comenzaron a pasar. Los merodeadores en cambio habían ignorado las indicaciones, estaban sentados juntos al final de la clase. James y Peter estaban platicando con dos compañeras Gryffindors, mientras tanto Remus y Sirius mantenían sus cabezas abajo y susurraban suavemente
-El plan B tiene que funcionar-susurro Sirius-Encerramos a Malfoy y tú lo rescatas
-¡Sirius!- se quejó Remus- Malfoy no es una princesa. Todo esto es una mala idea. No le gusto a Malfoy. Y sinceramente creo que tus planes de conquista no sirven
-Por supuesto que sí. Soy Sirius Black y todos quieren estar conmigo
-Claro todos menos el que te gusta-dijo Remus serio y bajo aún más la vos-Severus te detesta
-A mí no me gusta Severus Quejicull Snape…
-Y no solo te gusta-continuo Remus esta vez con una sonrisa en el rostro- sino que estas completamente enamorado de él
-¿Qué?
-Totalmente, locamente, perdidamente y ¡ah! desesperadamente también
-¡Que! A mí no me gusta-exclamo Sirius tan alto que llamo la atención de todos
-Señor Black ¿Se encuentra bien? ¿Le sucede algo?-pregunto Slughorn
Varias risas se escucharon en el salón
-Estoy bien, señor
-Muy bien, muy bien. Porque no pasa y nos dice quien será su afortunado compañero
Sirius se puso de pie y camino hacia el profesor y su caja llena de papelitos con sus nombres. Estaba seguro que el comentario de “afortunado compañero” era solo para burlarse de él. Llego hasta la urna y sin decir nada metió la mano. Solo esperaba que no le tocara con ningún Slytherin, por las prisas había olvidado la varita en su lugar y sin ella no podía hacer trampa y convocar el nombre de alguno de sus amigos.
Miro hacia James, si alguna vez no podían hacer trampa alguno de los otros merodeadores desde su lugar se encargaba de hacer el hechizo, pero esta vez su amigo seguía platicando con Lili y Peter con la mejor amiga de la pelirroja. Frunció el ceño. ¿Cómo se atrevían a ignorarlo? Se suponía que eran sus amigos y se atrevían a ignorarlo y peor, lo dejaban a su suerte. Giro la mirada hacia Remus, su última oportunidad. Remus lo miraba con una sonrisa y mantenía su dedo pulgar levantado dándole ánimos. Sin embargo Sirius se sintió más molesto, Remus no eran de los que hacían trampa. Resignado se dispuso a tomar un nombre, en ese momento pudo de ver de reojo a Severus que mantenía la mirada hacia la ventana ajeno a todo lo que estaba pasando
Sirius tomo el primer papel que pudo sentir en la mano. Sabía que no era muy afortunado y sus posibilidades de quedar con sus amigos era casi nula, pero aun así había un 50% de quedar con alguno de sus casa, incluso prefería trabajar con Lili a estar cerca de algún Slytherin
Cuando leyó el nombre en el papel se quedó helado, no podía que creer la suerte que tenía fuera tan mala. Levanto la mirada para ver a la persona dueña del nombre y en ese momento los ojos negros también lo miraron.
-Severus Snape –leyó el profesor
---oOoOo---
-No puedo creer la suerte que tengo-se quejó Sirius por 6ta vez dentro de la sala común de Gryffindor. Se encontraba sentado en uno de los sillones rojo escarlata, frente a él se encontraban James y Peter- Trabajar con Quejicus. No soporto estar cerca de él y su…
-¡Sirius Basta!- exclamo James- No quiero oír más de Snape
-Tu ni me hables Bambi-Sirius apunto con un dedo a James-Mal amigo. Es tu culpa que este metido en este problema
-Fue cuestión de suerte y…
-Si claro- interrumpió Sirius – Y es de suerte que quedaras con tu amada Lili, y que Peter y Remus quedaran juntos
James no pudo esconder una sonrisa delatadora
-Tal vez es el destino-dijo James. Sin embargo Sirius aún se mostraba molesto – Esta bien. Puedes preguntarle a Remus, él tenía su varita
Sirius abrió muchos los ojos. ¡Claro que había sido culpa de Remus! Quién más pensaba que él estaba enamorado de Severus mas que Remus. Seguro su amigo había hecho el hechizo en él y había sacado el nombre de Snape. ¡Merlín! Remus hacia las cosas con las mejores intenciones pero estaba equivocado, a él no le gustaba Quejicus.
Ignorando a James se puso de pie y subió hasta su habitación. Cuando abrió la puerta Remus se encontraban recostado en su cama leyendo. Sirius tuvo que reprimir su molestia y no gritarle, no quería que nadie más se enterara
-Fuiste tú -acuso Sirius a Remus inmediatamente después de que cerrara la puerta
-No se dé qué me hablas- dijo Remus con una sonrisa para después ignorar a Sirius y regresar la vista al libro que sostenía en las manos
-Tú me pusiste con Snape. Sabía que no podía tener tan mala suerte
-Creo que me estás dando mucho crédito-Remus sonrió y volvió a ver a su amigo- No se te ocurrió pensar que tal vez el destino quería que estuvieras con Severus
-Ajam- Sirius se cruzó de brazos- Y el destino lleva tu nombre
-Yo no lo hice-dijo Remus serio
-Y supones que te voy a creer-Sirius camino hasta Remus y le arrebató el libro- ¿Quien más quiere que Snape y yo estemos juntos? Tú eres el único que piensa que me gusta
-Te gusta -puntualizo Remus arrebatándole de nuevo el libro- Y no creo ser el único que se ha fijado en eso
-¿Qué quieres decir?
-Que puede que no sea el único que se haya dado cuenta. Te gusta y lo único que haces es tratar de llamar su atención molestándolo. Molestas a Severus solo porque si y no me digas que es porque es enemigo de James. Ni siquiera te agrada Lili, no sé porque…-Remus cayó al darse cuenta de algo tan claro y miro a Sirius con cara de sorpresa- No te agrada Lili porque Severus está enamorado de ella
-¡Claro que no!-se escandalizo Sirius más molesto que sorprendido- Joder deja de hacer conjeturas tu solo, es espeluznante
-Muy bien lo que digas-Remus comenzó a reír- Por cierto, ¿No tenías una cita hace 10 minutos?
Sirius miro el reloj y se pateó mentalmente. Snape le había dicho literalmente que lo esperaría en la biblioteca a las siete en punto y como decía Remus ya habían pasado dies minutos.
---oOoOo---
Sirius literalmente corrió para llegar a la biblioteca. Tenía pensado llevar todo el asunto de “trabajo de pareja” en paz, pero no lo conseguiría si hacia enojar a Severus por llegar tarde. Cuando llego había varios alumnos dispersados por todos lados, unos cuantos en las mesas y otros caminando por las estanterías.
Busco con la mirada a Severus pero no lo encontró y se adentró un poco más por las estanterías. Sabía que el Slytherin le gustaba el silencio y estar lo más lejos posibles de las demás personas. Y como la había imaginado lo encontró en uno de los pasillos de estanterías más apartados con un montón de libros a su alrededor.
Camino hacia Severus lo más seguro que pudo pero se quedó en seco cuando este lo oyó y levanto la vista del libro para fulminarlo con la mirada y seguir leyendo, después de unos segundo siguió caminando hacia él. El Slytherin ni siquiera lo miro cuando le extendió una hoja
-Búscalos-ordeno Severus y tomo otro libro
Sirius desdoblo la hoja y encontró una lista de títulos de diferentes libros y su ubicación casi exacta
-De verdad esperas que encuentre todo…-comenzó Sirius pero se interrumpió cuando leyó una anotación extra de Severus al final de la hoja que decía: “Cállate y búscalos. Idiota” No pudo contener una sonrisa. En otras circunstancias se habría enojado bastante por el simple hecho de que Quejicus le dijera que hacer, pero por una extraña razón se sintió feliz de que adivinara sus pensamientos e incluso volviera a insultarlo. De verdad Severus a veces llagaba a ser bastante divertido e ingenioso. Sin decir más se dispuso a buscar los primeros libros.
Todos y cada uno de los libros de la lista de Severus eran de pociones y estaban lo más perdidos posibles. Los primeros habían sido los más fáciles, se encontraban casi en su lugar con la única excepción de que alguien los había colocado en las estanterías más altas. Sirius no pudo evitar reírse y sospechar que Severus los había puesto en la lista, porque él no podía tomarlos, aun siendo una biblioteca de magos se necesita de la altura para poder llegar a ellos. Los siguientes los encontró en las estanterías vecinas e incluso pidió ayuda a la bibliotecaria pero simplemente no los encontró.
No sabía exactamente qué era lo que tenía buscar. La dinámica de Slughorn era repartir diferentes pociones a cada pareja y que esta descubriera cual era, al final entregarían un pergamino de 30 centímetros de sus efectos, su preparación y la forma en la que habían descubierto la poción. En su caso el pequeñísimo frasco que tenían contenía un líquido del mismo color que los galeones, no tenía ningún olor ni textura diferente al agua. Al principio Sirius había dicho que lo más fácil era probarla y saber que efectos tenían pero Severus descarto esa idea por si era alguna clase de veneno, a no ser claro que Sirius fuera el único voluntario.
Sirius traía 12 libros en total cuando llego con Severus que solo al verlo le indico con la mirada que comenzara a leerlos y después se sumergió de nuevo en su libro. En comparación con los Libros que leía el Slytherin, los suyo no eran ni la mitad, sin protestar comenzó leer.
Leer no era uno de los fuertes de Sirius, para cuando había pasado unas horas estaba más que desesperado. Había hojeado según él los 12 libros y no había encontrado nada al respecto e incluso había leído correctamente algunos párrafos pero nada sobre una poción color dorado. Sin ánimos volteo a ver el reloj de la pared y se dio cuenta que eran las 10 de la noche. Soltó un bufido
-¡Deja de hacer eso!- reprocho Severus de pronto
-No encontraremos nunca esa poción- se quejó Sirius dejando caer la cabeza en la mesa
-Si dejaras de quejarte e hicieras tú trabajo podríamos terminar con esto lo más rápido-dijo Severus enfadado-Tu solo presencia cerca de mí me molesta
-Y crees que a mí me agrada. Preferiría quedarme para siempre en mi sala común que estar aquí contigo
-Por mí que te prohíban salir de tu torre
Sirius se levantó molesto, iba a replicar cuando algo se movió en su mente. Las palabras de Severus le hicieron recordar que aún no había revisado todas las áreas de la biblioteca
-¡Eso!-exclamó de pronto –La sección prohibida. Ahí debe de estar el libro con la poción
-¿Qué?-dijo Severus escandalizado -Estas loco. Si es una poción tan peligrosa como para estar en la sección prohibida no deberíamos de tenerla en nuestras manos
-Y a Slughorn le falta un tornillo. ¿Si no que otra prueba más grande nos dejaría? Ya hemos buscado en todos esos y no hay nada- Sirius apunto hacia la pila de libros
Severus no respondió. Era cierto que ya había leído casi todos los libros y aun no encontraba nada sobre una poción dorada. Solo faltaba la sección restringida, ahí había más libros de los que conocía su existían. Pero era muy difícil entrar sin mencionar que estaba prohibido. Otra opción era dejar que Sirius probara la poción para conocer sus efectos pero no quería cargar con la responsabilidad de explicarle a Slughorn la muerte de su compañero, si es que trataba de un veneno.
-¿Quieres terminar con esto sí o no?- insistió Sirius
-¿Y cómo planeas entrar, genio?-pregunto Severus molesto. Sabía que la idea de Sirius era buena, cosa que lo molestaba más, pero entrar en la sección prohibida era muy difícil. Claro que ya había entrado antes, con permisos especiales de Dumbledore u otros maestros pero siempre buscaba algo en específico y nunca se le permitía estar más del tiempo necesario. Y la bibliotecaria siempre cerraba y los sacaba a todos a las 11pm o incluso, para aquellos que realmente trabajaban, a las 12 pero siempre se aseguraba que nadie se quedara y al final cerraba por dentro.
-Asegúrate de estar solo a las 2 de la mañana- ordeno Sirius
---oOoOo---
Severus entro a las mazmorras de Slyterin y se dirigió a su habitación. Odiaba pasar tiempo innecesario con los merodeadores en especial con Black y después del “incidente” en el castigo se sentía inquieto y más enfadado con su sola presencia.
De todos los merodeadores Black era el que más lo molestaba y también al que más odiaba. Podía entender el odio y desagrado de James que era mutuo, al estar los dos “enamorados” de Lili, pero que él solo, la amaba como una hermana. Peter siempre seguía cualquier cosa que Black y Potter hicieran, eran el más insignificante de todos y podía jurar que le temía. Sobre Remus no podía entender como se había hecho amigo de esos tres. En el primer año se habían hecho amigos porque por alguna razón evitaba a sus compañeros de casa, pero eso había quedado atrás, aun así Remus nunca lo molestaba y se podía decir que aún eran amigos. Pero Black era un caso perdido. Siempre decía que lo molestaba por solidaridad a su mejor amigo pero eso era pura hipocresía, había días en los que Potter ni siquiera lo volteaba a ver o incluso hubo un tiempo en que se había alejado de Lily para evitar todos los problemas, pero aun así Sirius siguió molestándolo. De verdad Merlín lo odiaba para ponerlo en pareja con él.
Cuando llego a su habitación cerró la puerta con fuerza tenia planeando dormir un poco hasta las 2 am pero al entrar vio a Lucius recostado en su cama calmadamente mientras leí uno de sus libros
-Me entere de tu pequeño deseen fortunio- dijo Lucius cuando termino de leer la última frase del libro que sostenía para cerrarlo, levanto la mirada y le regalo una sonrisa llena de ironía a Severus- ¿No me digas que has estado todo este tiempo con el idiota de Black? Planeaba regalarte un poco de mi tiempo pero veo que prefieres perderlo.
-¿Cómo lo sabes?-
-Casualmente me encontré con Lupin- Lucius sonrió cuando pronuncio la palabra “casualmente” recordando lo sucedido la noche pasada y pensando en lo ingenuo que era Remus al no tener ninguna sospecha- Y me lo conto. Espero que ya hayas terminado con eso.
Severus lo fulmino con la mirada.
-La verdad es que no-camino hasta el baúl para guardar sus pertenencias- Black tuvo la idea de ir a buscar en la sección prohibida más tarde, así que puedes dejarme solo para descansar
-¿Tu?-pregunto Lucius un poco sorprendido-¿Entraras a la sección prohibida sin permiso?
Severus no dijo nada, estaba seguro de que Lucius ya había estado ahí antes y no exactamente con el permiso de algún profesor.
-No sé cómo entrara Black
-Los merodeadores siempre se cuelan a cualquier lugar-confeso Lucius-¿Acaso no lo sabias?
-No estoy al pendiente de todo lo que hacen
-Deberías-dijo Lucius- Como te molestan tanto deberías conocer a tus enemigos
-Los conozco, pero no me interesan sus vidas ni lo que hagan con ellas.-camino hacia la puerta y la abrió invitando a salir a Lucius quien camino hacia ahí con una sonrisa.
-Espero que disfrutes, igual que yo, la noche con un Gryffindor.
---oOoOo---
Severus miro de nuevo a la izquierda esperando ver salir a Black en cualquier momento, pero de nuevo nadie apareció. Llevaba más de 20 minutos esperando semi escondido cerca de la biblioteca. A veces escuchaba pasos acercarse a él pero no era nadie, incluso creyó ver a la gata de Flich. Pasaron unos segundo y volvió a escuchar que alguien se acercaba, también tenía la sensación que alguien lo observaba de cerca.
-…Snape…- escucho de pronto que susurraban a su espalda ¿Cómo había conseguido Black estar detrás de él sin que lo notara?
Se estremeció al sentir la mano del otro sobre su hombro, giro y noto que el rostro de Sirius estaba muy cerca. De verdad le molestaba y desde ese “accidente” y su casi beso se sentía más irritado cerca del otro. Retrocedió unos pasos y le indico con un dedo en sus labios que guardara silencio. Sirius asintió y se acercaron a la puerta, llevaba en los hombros una pequeña mochila
-Llegas tarde- dijo Severus en voz baja pero aun así en tono molesto
-Filch está dando vueltas por todo el lugar- se excusó Sirius, aunque eso solo era parte de la verdad. Se había quedado dormido y perdido tiempo pensando si llevar la capa de invisibilidad y el mapa del merodeador era buena idea estando con Severus
-¿Y bien, como planeas entrar?- Pregunto Severus ignorando los pretextos de Sirius mientras se cruzaba de brazos
-Jamás lo imaginaras- dijo Sirius-Tengo un plan perfecto que nunca falla
Saco de la pequeña mochila que llevaba en los hombros su varita, después de acerco aún más a la puerta
-“Alohomora”-susurro Sirius y se escuchó un pequeño clic cuando la puerta de la biblioteca se abrió
-¿Alohomora?-Severus se cruzó de brazos- ¿Enserio? Ese es tu secreto
Sirius solo se encogió de hombros
-¿Esperabas algún conjuro oscuro para impedir que los alumnos entren a la biblioteca?
-¿Y que harás con la bibliotecaria?
-Otro gran secreto- dijo Sirius con una sonrisa pero el Slytherin se mantenía serio- Sale a su habitación por otro pasillo. El lugar se queda prácticamente solo
Sirius abrió la puerta y entraron en silencio.
La biblioteca estaba más sola de lo que Severus la hubiera visto antes. A veces se quedaba hasta tarde o era la última persona en irse pero siempre se estaba la encargada. Los pasillos estaban semi oscuros, las lámparas seguían encendidas pero con menos intensidad a la de siempre y las sombras que se formaban parecían desfigurarse mientras avanzaban. No hicieron ruido mientras caminaban por las estanterías hasta la sección prohibida. Otro click se escuchó cuando Sirius volvió a pronunciar el hechizo pero esta vez las enormes puertas hicieron un molesto chillido que ocasiono un eco por todo el lugar al momento de abrirse
La sección prohibida estaba en completa oscuridad. Tuvieron que convocar “lumus” para poder ver por donde caminaban. Los pasillos eran más estrechos que la sección normal y las estanterías no eran tan altas. Severus camino al primer lugar que vio, la mayoría de los libros no tenían un título ni nada que los identificaran por su trama. Camino por un pequeño pasillo que daba hacia ningún lugar delineando con los dedos todos los libros que pasaba. Realmente estaba fascinado. Había entrado antes pero siempre al pequeñísimo recibidor y la bibliotecaria le entregaba el libro que necesitaba, no había tenido la libertad para explotar el lugar; la oscuridad y el silencio aumentaban el misterio de todo
-¿Por dónde empezamos?-hablo de pronto Sirius sacando a Severus de su fascinación
-Nos separamos y buscamos cada uno por su lugar-respondió Severus con la intención de deshacerse de Sirius, quería disfrutar de ese lugar y no lo haría teniendo a la persona que más odiaba junto a él
Sirius no se opuso a la decisión ni mucho menos cuando Severus se alejó para leer a gusto. Si bien le preocupaba que el Slytherin se quedara solo con los libros prohibidos y encontrara algo peligro que pudiera usar con ellos, también se sentía incómodo estando solo ellos dos.
Le había recalcado varias veces a Remus que no estaba enamorado del Slytherin y era cierto, casi todo. Severus le llamaba mucho la atención por algo lo había estado observando antes de entrar a la biblioteca por unos minutos debajo de la capa de invisibilidad. Cuando se acercó pudo percibir vagamente la menta que emanaba de él, no pudo evitar acercarse en silencio y empalagarse de todo ese aroma, cuando creyó que ya había pasado el tiempo suficiente se había quitado la capa de invisibilidad atrás de Severus y la había guardado en su mochila.
Suspiro. La verdad ni él sabía cómo se sentía, no podía gustarle quejicus pero en las últimas semanas no hacia otra cosa que pensar en él, ni mucho menos después de clase de Amortentia. Quería golpearse la cabeza, tantos pensamientos lo estaban volviendo loco, pero no debía hacer ruido, Severus se había alejado unas cuantas estanterías y podía oírlo. Resignado tomo un libro de negro con letras rojas que no llegaba a distinguir y lo abrió, las primeras páginas estaban en blanco, parecía un libro viejo o un diario solo tenía anotado varias palabras ¿Hechizos tal vez? Pero no tenía manera de comprobarlo ¿Y si se trataba de algo realmente malo? Cerró el libro. Él estaba buscando pociones y no simples palabras.
Cuando iba a tomar otro libro creyó haber escuchado algo ¿tal vez pasos? No iba a esperar a verificarlo. Tomo su varita y susurro un leve Nox después de unos segundos volvió a escuchar los pasos de alguien acercándose y lo verifico cuando vio la luz de una varita que se dirigía a la sección prohibida donde Snape y él se encontraban. Con cuidado y lo más silencioso que pudo llego hasta donde estaba Severus
-Alguien se acercó- susurro Sirius cuando Severus volteo a verlo-tenemos que irnos
Severus asintió preocupado bajando su varita cuando poco a poco comenzó a vislumbrar la luz proveniente del pasillo y de la salida
-¿Cómo vamos a salir?
-Esa es una buena pregunta-dijo Sirius nervioso
-Black- rujió Severus molesto. No quería meterse en problemas ¿Cómo se le había ocurrido hacerle caso a Black? Se sentía como un estúpido. Dejo el libro que traía en las manos con fuerza sobre la pequeña mesa pero este resbalo cayendo al suelo
-Sé que hay alguien ahí. Salgan- se escuchó la vos de la bibliotecaria desde la puerta
Sirius maldijo por dentro. Solo tenía una opción para poder salir pero no quería usarla. Y si no lo hacia todos en Hogwarts se enterarían de que había pasado la noche con Snape, Dumbledore no los echaría de la escuela solo por algo así, habían hecho cosas peores, pero los chismes corrían muy rápido
-Entonces iré yo- continuo la bibliotecaria y se escuchó como avanzaba
-¡Rayos!-musito Sirius acercándose a Severus
-¿Qué haces Black?-replico Severus cuando el otro lo acorralo con el peso de su cuerpo contra la pared
-Cállate y hazme caso- Sirius saco de su mochila la capa de invisibilidad y los envolvió a ambos
-Es una capa de...-Severus no puedo continuar porque en ese momento la luz de otra varita se acercó mucho a ellos
De pronto la mujer apareció, pero solo miro a donde estaban ellos por unos segundos y giro a la estantería opuesta. Sirius se apretó más contra el cuerpo de Severus, inclino un poco más la cabeza por si a la mujer se le ocurría hacer cualquier cosa cuando noto como el cuerpo de Snape se tensaba.
Hasta ese momento Sirius no se había fijado la posición en la que se encontraban, tenía una pierna entre las de Severus y este tenía la cabeza atrapada entre su pecho y el hombro. Su cuerpo lo estaba acorralando, y prácticamente Severus no podía defenderse si se proponía a hacer algo. No sabía porque pero las posiciones en las que estaban lo provocaban tanto. Se dio cuenta que Severus no podía ver a la mujer y aprovechando eso se acercó aún más, puso su cabeza cerca de la oreja de Severus y aspiro el olor a menta que lo volvía loco ¡Merlín! Si no fuera porque la bibliotecaria estaba a solo unos pasos, podía violar a Severus ahí mismo. Solo de pensar lo que podía pasar y la posición en la que estaban podía venirse. Volvió a aspirar el aroma. Sí que lo volvía loco
-Si no sales te quedaras encerrado- amenazo la mujer sacando a Sirius de sus fantasías
Cuando la mujer dio la vuelta para salir, Sirius se apartó de Severus y ambos la siguieron en silencio a una distancia prudente. Cuando ya estaban cerca de la puerta con un movimiento de varita Sirius hiso caer unos libros de una estantería apartada y la mujer se dirigió ahí dejándolos salir.
Salieron de la sección prohibida pero no se detuvieron hasta salir de la biblioteca y caminar aún más lejos del lugar para estar seguros
-Pensé que nos atraparían- Sirius suspiro aliviado apartándose
Se quitó a ambos la capa de invisibilidad pero Severus no dijo ni una palabra, en su lugar tomo con sus manos la capa y la examina cuidadosamente.
-Parece muy vieja-murmuro para si- pero sus efectos no han decaído nada
-No es mía, es de James-Soltó Sirius sin darse cuenta
-Ahora entiendo porque nunca los atrapan y se salen con la suya-dijo Severus molesto-Que más tienen
-Nada
-¿Que más llevas contigo? ¿Cómo consiguieron una capa así?
-No es de tu incumbencia
-Claro que si Black. Ahora esta tan claro, no puedo creer que haya sido tan tonto para creer que eran más listos, si solo se trataba de viejos trucos, no podía ser de otra manera. Has estado otras veces en la sección prohibida ¿verdad? Usando la capa, por eso sabias de todo
Sirius cada vez estaba más nervioso. Sabía que Snape le haría todas esas preguntas por algo no quería usar la capa pero no encontró otra manera de escapar además había ganado algo con eso
-Me estas escuchando Black…
Claro que lo estaba escuchando pero sus pensamientos estaban en otro lado ¿Por qué demonios se sentía tan caliente después de acorralar a Snape?
-Porque no te callas ya-Sirius tenía que escapar de ahí
-¡Black no puedes…!
¡Por Merlín! Ya no aguantaba más. Tomo por el cuello a Severus y lo atrajo hacia él para besarlo.