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A tu lado por Kirauchiha

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Notas del capitulo:

Hola gente bonita! Es bueno volver a leernos (lo se tarde mucho en actualizar)

 

 

 

Primero una chica de último año de la casa de Ravenclaw le había sonreído y camino junto a él por el largo pasillo que llevaba al gran comedor preguntándole las cosas le gustaban. Al final se despidió deseándole un bonito día. Al siguiente día un grupo de niñas de Hufflepuff  lo saludara. Después dos de sus compañeras de Ravenclaw le pidieron ayuda para sus clases de posiones e incluso fueron algunas de Gryffindor las que lo trataban mejor. Ahora había una chica frente a él con las manos extendidas y la cabeza gacha entregándole una carta. Cuando Severus la tomo, la chica salió corriendo. Al principio se quedó atónito. La conocía de vista. Era una de las alumnas que se decía ser de las más guapas de todo Hogwarts pero para él era solo una niña presumida y hueca. Cuando por fin salió de su estupor Severus dio la vuelta a la carta y para su sorpresa solo había una palabra. El nombre de “Sirius” sobresalía en color rojo. Entonces todo fue tan claro. No era a él a quien estaba buscando sino a Sirius y siendo su nuevo tutor era una fuente segura para acercársele sobretodo con el baile de disfraces tan cerca.

Pero eso solo fue el principio. Después de su descubrimiento y con el baile cada vez más cerca a la mayoría de las chicas ya no les importaba ser indiscretas. Querían que fuera su conducto a Sirius. Incluso algunas le habían pedido que intercedieran por ellas a cambio de “Favores”.  La gota que derramo el vaso de la paciencia de Severus fueron los acosos en la biblioteca. En ese momento comenzó a hechizarlas lo que ocasiono la expulsión de todos los involucrados hasta finalizar el baile. Por esa razón Severus y Sirius se encontraban estudiando en los jardines de Hogwarts y aun siendo acosados prudentemente a cierta distancia

Severus seguía observando con el ceño fruncido y Sirius lo único que podía hacer era mirar el libro en sus manos inútilmente, ya que con el sonido de las risitas del grupo de niñas que los acosaban a una distancia prudente, era imposible concentrarse. Por esa razón Severus no dejaba de fulminarlo. El tema del baile tenía como locos a todos en especial a las estúpidas inmaduras, como Severus las había llamado, y habían empezado a acosar a los merodeadores sobre todo a Sirius y como consiguiente a Severus.

Sirius sonrió tímidamente a las chicas que no dejaban de susurrarle. Claro que Sirius no era tímido sino que temía a la reacción de Severus que en ese momento lo fulmino aún más con la mirada

-Enserio Black si esto no para el siguiente al que hechizare será a ti

-No puedo hacer nada-Sirius suspiro-Es mi encanto natural, todas quieren ir al baile conmigo-en ese momento Severus se cruzó de brazos soltando el libro que traía en sus manos-Esta bien, pero no puedo hacer nada para detenerlas a menos que utilice tus técnicas y comience a hechizar a todos  para que ahora nos tengan prohibido estar en los jardines

-No fue para tanto Black además solo estaremos sin entrar a la biblioteca hasta que acabe el baile, lo que a mi concierna una gran ventaja para ti. Y al menos intenta deshacerte de ellas

-No sé cómo hacerlo

-Black ni siquiera lo intentas. Siempre que puedes coqueteas con una diferente en los pasillos o en clase. El único momento en que intentas inútilmente en no hacerlo es cuando estamos juntos. Decide de una vez una pareja para dejarte de juegos

De pronto una idea paso por la cabeza de Sirius y no pudo evitar sonreír. Miro hacia Severus que había desviado la mirada al bosque prohibido. Era esa mirada de Severus que le decía a Sirius que algo había pasado. Lo veía triste y nostálgico aunque también más valiente ¿La razón? no tenía idea pero no quería que Severus se alejara de nuevo. Se sentía afortunado de que volviera, si es que se puede decir así, hablar y tratarlo como antes.

Fue entonces cuando Severus se dio cuenta de la mirada penetrante de Sirius

-¿Qué?

-¿De verdad quieres que me deshaga de todas ellas?

-No Black. Me encanta que estemos siendo observados cada cinco segundos-Ironizo Severus

-¿Entonces puedo hacer lo que sea?

-Lo que sea con tal de que todo esto acabe

-¿Lo que sea? ¿Estas seguro?-pregunto Sirius y Severus asintió-Bien. Hare lo necesario pero atente a las consecuencias

-Mientras te deshagas de todos los problemas no importa todo lo demás y…-Severus guarda silencio al ver a Sirius levantarse e inclinarse hacia el-… ¿Qué?...-solo pudo ver la comisura de los labios de Sirius en una curva acercándose a sus propios labios hasta juntarse en un beso.

Severus abrió muchos los ojos e intento alejarse pero una de las manos de Sirius detrás de su cuello se lo impidió y lo obligó a levantarse para profundizar el beso. Se aferró a los pliegos de la camisa para poderse alejar cuando escucho gritos provenir del grupo de chicas que antes los había estado observando. Severus desvió la mirada a observarlas y fue cuando se dio cuenta de las intenciones de Sirius. Si besarlo era la forma de decirles a todas esas niñas estúpidas que no le interesaba ninguna de ellas entonces ayudaría. Lo atrajo más de la camisa, cerró los ojos y correspondió el beso. La lengua de Sirius roso sus labios pidiendo permiso para entrar en su boca y se lo dio. Abrió lentamente la boca y sintió la lengua intrusa rosar la suya, creyó que una corriente eléctrica recorrer su cuerpo. Sirius hacia lo que quería y como lo quería con su boca. Entonces pensó que ya tenía suficiente. Puso sus manos sobre el pecho de Sirius pero de nuevo se lo impidió. Sirius lo tomo aun con más fuerza desde la cintura y pego sus cuerpos. El calor que emanaba del cuerpo de Sirius era como una llama de fuego que lo contagiaba. Severus comenzó a sentir el fuego desde el interior de su propiocuerpo que extendía cada vez más al exterior hasta sus mejillas que estaban rojas por el ardor y el aire comenzó a faltarle. Intento respirar pero la boca de Sirius le robaba el aliento. Aminoro el beso tratando de que terminara pero causo el efecto contrario. Sirius lo beso con más fuerza. Pero la necesidad de oxigeno era demasiado. Quería llamar la atención de Black de alguna manera  pero pronunciar su nombre era difícil sobre todo por sus silabas. Pronuncia la B en medio de un beso seria mal interpretado.

-Si… rius-musito Severus entre los labios de Sirius- Sirius.

Su nombre pronunciado con tanta intensidad hiso que Sirius saliera de su burbuja de fantasía. Abrió los ojos, que había cerrado por temor y adrenalina,  y vio el rostro de Severus con el ceño fruncido, los ojos cerrados fuertemente y un fuerte rubor en sus mejillas.

-Espera… Sirius….-Se dio cuenta de que Severus intentaba respirar.  Robo el último aliento de Severus en un beso final y frenético. Entonces envolvió a Severus entre sus brazos. La altura de Sirius hiso que Severus quedara atrapado con su cabeza sobre el pecho, así nadie lo veía.

Sirius volteo hacia las chicas con una sonrisa encantadora y llevo el dedo de una de sus manos a los labios y susurro un sube “shhhhh”  que pareció, a pesar de la distancia, escucharon perfectamente y entendieron el mensaje, tomaron sus cosas y se marcharon lo más rápido y en silencio posible.

Sirius y Severus se quedaron solos, en total silencio. Los jardines de Hogwarts se habían quedado vacíos a excepción de ellos y un pequeño gorrión que comenzó a cantar sobre la copa de un árbol. Sirius lo observo durante unos segundos hasta que levanto el vuelo para dejarlos, fue cuando sintió un pequeño empuje por parte de Severus

-No me dejas respirar- Se quejó Severus y Sirius por sin lo soltó

-Lo siento

Severus dio un paso hacia atrás y levanto la vista a ver al pequeño gorrión que se alejaba batiendo sus alas al cantar. Lo había escuchado antes, cuando Sirius lo tenía en los brazos, y fue cuando por un momento, solo por un segundo, creyó haber sentido latir su corazón. Un solo latido largo y profundo.

Severus volteo la mirada hacia Sirius que lo observaba con curiosidad y algo de miedo. Y de nuevo ahí estaba, el pequeño latir de su corazón. Se sintió estúpido, no era la primera vez que besaba a alguien ni la primera que besaba a un chico o estaba íntimamente pero que se sintiera tan expuesto con Sirius Black caía en la irre…..

-Vámonos-. Volvió la vista al castillo para que Sirius no lo viera. De verdad se sentía un idiota.

Caminaron en silencio hasta el catillo. Sirius pensaba que tal vez no tenía tan mala suerte como creía porque Severus le había correspondido. Por Merlín  ¡¡¡Le había correspondido!!! Le había regresado el beso y aunque sabía que lo había hecho para alejar a todas las chicas se sentía fabuloso. Los labios de Severus eran mucho mejor de lo que se había imaginado, sumamente tiernos y suaves, y al tocarlos con los suyos una corriente eléctrica recorrió todo su cuerpo sin mencionar el exquisito sabor menta de la boca de Severus.

De pronto escucho pasos inesperados dirigirse hacia ellos. Sirius noto que Lucius Malfoy iba directo a ellos. Escucho como Severus resoplo y cuando Lucius llegó hasta él lo tomo por ambos hombros

-¿Es verdad?-exclamo Lucius. Aunque Lucius siempre tenía su porte Snob Sirius pudo jurar que en ese momento lo perdía

-Cálmate- volvió a resoplar Severus y con un ágil movimiento se liberó- No puedo creer lo rápido que corren las habladurías

-¿Entonces es verdad?-repitió Lucius y volteo hacia Sirius, que había ignorado intencionalmente y lo fulmino con la mirada. En cambio Sirius solo suspiro profundo. Conocía muy bien los rumores que corrían entre Severus y Malfoy y por su comportamiento del otro día sabía que no eran del todo mentiras. Malfoy era sumamente posesivo con Severus

-No es nada importante-soltó Severus y Sirius sintió un pequeño golpe en el pecho-Fue para alejar a esas estúpidas que no dejan de hostigar

-¡Por Merlín Severus! Como se te ocurre semejante abominación. No puedo creer que Black te haya profanado

-Oye…- que quejo Sirius.

Entonces Lucius lo miro como si lo hubiera visto por primera vez y le sonrió. Conocía muy bien esa sonrisa, era cuando los miraba con superioridad

-Entonces. Yo me encargare -susurro Lucius

Y fue como si Sirius lo viera en cámara lenta. Las manos de Lucius acunaron el rostro de Severus mientras se inclinaba para hacer desaparecer la diferencia de altura y juntaba sus labios. Severus en un acto de reflejo llevo sus manos a las de Lucius mientras se dejaba llevar. El beso duro apenas unos segundos y cuando termino Lucius se separo apenas unos centímetros juntando ambas frentes

-Listo-susurro Lucius aun sin soltarlo-Ahora estas purificado

La escena era conmovedora parecía que no era la primera vez que se besan. Pero para Sirius fue como si se rompiera por dentro. La expresión de Severus era muy distinta a cuando él lo había besado, podía jurar que había algo tierno incluso lleno de cariño. Pero en su beso se había mostrado apático, indiferente incluso hastiado. Se sintió dolido. Traicionado sin razón alguna. Sirius dio un paso hacia atrás. Necesitaba irse. Huir de esa escena y ese ambiente que le cortaba la respiración. Dio media vuelta sin hacer el menor ruido y comenzó a caminar. Cuando se cercioro de estar lo suficientemente lejos para que nadie lo viera corrió  

Corrió lo más rápido que sus piernas le daban, como si correr borrara la escena de su cabeza. Hasta que llego al inicio del bosque Prohibido. Miro sobre su hombro para asegurarse que nadie lo observaba y después se transformó en un enorme perro negro. Así pudo correr aún más rápido al internarse en lo oscuro del bosque. Las ramas y las hojas en los pinos del bosque hacia que la luz del sol se infiltrara muy poco, el musgo que  crecía incrementaban la humedad y la niebla. Sirius se detuvo  jadeando. No importaba cuanto se esforzara por sacar la escena de su cabeza el rostro de Severus volvía una y otra vez mientras Malfoy lo besaba. Sin poder evitarlo Sirius soltó un aullido y después otro y otro y otro más. Se sentía derrotado, dolido, vacío, Severus jamás lo amaría ni siquiera mostraría un poco de ese cariño.

Sin darse cuenta el tiempo había pasado, solo hasta que un enorme trueno resonó en el cielo Sirius salió de su trance. Unas pequeñas gotas comenzaron a caer del cielo. Tenía que regresar así que camino rumbo al castillo aún se sentía dolido. No quería llegar así con sus amigos, sin duda se darían cuenta que algo tenia, sin mencionar que seguramente sabrían de los acontecimientos y Remus sería el único que conocería la verdad y al mismo tiempo compartiría su dolor. No quería nada de eso. Ni siquiera ver el rostro dolido y compasión de Remus, con la suya tenía suficiente. Tendría tiempo de tranquilizarse, secarse y retomar su camino al dormitorio

El lugar estaba en total oscuridad. Se sintió como dentro de una trágica novela muggle, parecía que hasta las lechuzas guardaban silencio por su pena. De pronto sintió la presencia de alguien más y se escondió tan rápido como pudo levanto el rostro y olisqueo el aire, el olor era tan reconocible que si alguien lo hubiera visto se sorprendería al ver a un perro sonreír

En cambio Severus solo sintió la mirada penetrante pero en la oscuridad no vio nada. Creyó que serían las demás lechuzas celosas por el trato mimado y cariñoso que le daba a la pequeña lechuza gris que tenía al lado junto a la ventana. Sin poder evitarlo estornudo por el frio. En circunstancias normales no se habría atrevido a salir bajo la lluvia con los relámpagos y truenos. Pero ese momento era especial. La lechuza era todo lo que le quedaba. Entonces escucho ruidos. No eran los normales que provocaban las lechuzas al aletear. Al contrario era provocado por rasguños sobre el piso. Severus volteo con brusquedad  hacia la oscuridad sabía que de ahí provenía el sonido pero no lograba ver nada. Con cuidado levanto la varita y conjuro un hechizo “Lumus” sin pronunciarlo. Entonces lo vio. Un enorme perro negro con ojos grises y feroces colmillos lo miraba. De pronto un rayo callo e ilumino la enorme figura negra, sus colmillos brillaron aún más y los ojos destellaron de color rojo sangre. Severus soltó un grito y cayó al suelo soltando su varita. La lechuza que había estado acariciando salió volando por la ventana hacia el cielo oscuro y la torre volvió a quedar completamente en  la negrura. 

Severus solamente escucho las garras sobre el piso acercándose, se arrastró hacia la ventana hasta pegar la espalada a la pared y en pocos segundos la luz de la luna ilumino a la criatura que se había acercado poco a poco. No se trataba del Grimm. Era un perro grande, muy grande que traía en su hocico la varita de Severus, bajo las orejas retrocediendo y soltó la varita al suelo.  Severus pudo respirar tranquilo. Pasaron unos segundos en los que observo al perro ¿Si intentaba tomar su varita lo mordería? ¿Entonces porque la había dejado en el piso junto a él? Arriesgándose Severus levanto la mano y la deposito suavemente en la cabeza del perro y movió de un lado a otro.

Sirius agacho la cabeza y con el puente de su nariz aventó la varita a Severus que la tomo y conjuro un hechizo, que al contrario de lo que creía, hiso que todo su pelaje quedara seco. Con más seguridad se acercó a Severus hasta recargar la cabeza sobre las piernas.

-Tú no tienes la culpa-susurro Severus mientras seguía acariciando la cabeza de Sirius y unas largas y gruesas lágrimas caían por sus mejillas.

~~~oOuOo~~~

Cuando Sirius abrió la puesta de la habitación James le cayó encima. Rodeo su cuello con uno de sus brazos mientras que con el otro inmovilizaba su cuerpo en el suelo

-¿En dónde demonios estabas?- soltó James-¿Sabes lo preocupado que estaba imbécil? Con todas las cosas que están diciendo y a ti se te ocurre desaparecer

Sirius se removió en el suelo, el brazo de James alrededor de su cuello le impedida hablar

-¿James y si primero lo sueltas?-sugirió  Remus que había estado en su cama viendo como Sirius se ponía azul por la falta de oxígeno. Cuando James soltó a Sirius por fin pudo respirar pero sintió como sus pulmones explotarían

-Muy bien. Habla.-orden James, cruzo sus brazos por el pecho y espero. Sirius disimuladamente y en silencio miro a Remus y en palabras no dichas comprendió que no era buena idea decirle la verdad en ese momento.

-Lo que están diciendo…-comenzó Sirius pero guardo silencio. Tal vez no era mal momento para explicarle a James que estaba enamorado de Severus Snape sino ¿Qué otro momento encontraría? Observo a James y comprendió porque Remus decía que no era buena idea decirle la verdad, James estaba enojado y bloqueado. Cualquier explicación buena y razonable no serviría para nada contra el carácter Potter.- es en cierta parte verdad… pero espera a que termine. Fue solo una broma-dijo de pronto cuando James había dejado de cruzar los brazos. También noto como Remus fruncía el ceño- Esta bien. Fue solo una tonta broma.

-Una broma de mal gusto-respondió James- ¿Por qué lo hiciste?

-lo sé-Sirius rasco su cabeza con la mano y volvió la vista a Remus pidiendo ayuda pero el aura de Remus era de enojo puro y comprendía por qué.- Fue solo para tranquilizarlos. Sabes que Quijicus es demasiado… Quejicus y con el baile  las chicas invitándome lo ha puesto insoportable, fue lo único que se me ocurrió

-¿Y esa fue tu mejor idea? Sabes los rumores que están diciendo- pregunto James y Sirius negó con la cabeza-Ahora estas involucrado en un drama amoroso. Que tu intención es alejar a Severus de Lucius por la pureza de la sangre o algo así. Otros rumores dicen que te han dado alguna poción de amor. O que quieres llevar a Snape al baile. ¿Nada de eso es cierto, verdad?

-¡Por supuesto que no!-exclamo Sirius con tono de resentimiento. Aunque sabía que mentía. Porque si quería alejar a Severus del estirado Malfoy y también le hubiera gustado llevarlo al baile. Y como decía un dicho Muggle, no había mejor mentira que la que se acercaba a la verdad-Solo quería que Snape se molestara por algo más que el baile y espero que no quiera arrancarme las bolas.

-No. Solo querrá tenerlas cerca. Espero y no se enamore de ti-James camino hacia su cama y dejo caerse.-No puedo creer que de verdad lo hayas besado-.

-Créeme que valió la pena.-soltó Sirius y se arrepintió al momento. Claro que había valido la pena sentir los cálidos labios de Severus sobre los suyos, su humedad y calor recorriéndolo pero James no tenía que saberlo-Me refiero a la cara de Snape… creo que jamás lo había visto tan molesto.

-¿Seguirás con esas bromas?-hablo Remus para Sirius su pregunta tenía otro significado. James levanto la cabeza

Sirius lo dudo un momento. No seguiría. La cara que había puesto Snape, le verdadera, le había roto el corazón

-No quiero volver a besar a Snape-dijo con un tono asqueado que para él y Remus había salido más doloroso de lo que se imaginó. No quería volver a besar a Severus si su cariño iba dirigido a Malfoy-Y espero que no lo molestes por eso James. Ese tipo es capaz de ponerme trabajo de aquí a que tenga mis propios hijos. 

 

Notas finales:

Les gusto? Espero leer sus reviews

 

Y tambien tengo otros dos finc más  otro sobre Sirius x Severus 

Saludos y nos leemos despues

besos.


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