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A tu lado por Kirauchiha

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Notas del capitulo:

Hola gente bonita! Es bueno volver a leernos (lo se tarde mucho en actualizar) 

 

Honeydukes estaba tan abarrotada de alumnos de Hogwarts que nadie se fijó cuando Sirius se alejó de sus queridos amigos. La tienda estaba llena de estantes repletos de dulces apetitosos como se podían imaginar. Estaban los enormes barriles llenos de alivias, chicles doobles, diablillos de menta, ratones de helado, y los sabores insólitos como sabor a sangre. Sirius llego hasta una estantería giratoria donde colgaban cartas personalizadas y sobres. Tomo una de un búho en movimiento que aleteaba las alas y de ellas salían corazones. La dejo en su lugar y tomo las siguientes unas con búhos moviendo la cabeza o saliendo de huevo, todas con algún mensaje escrito. Había también otras criaturas mágicas como Sirenas que recitaban un poema, Nifflers que regalaban su oro y dragones que escupían fuego como corazones. Todo se debía al baile en Hogwarts. Aunque a Sirius le sorprendía encontrar tales cartas en Honeydukes tal vez por eso esa área de la tienda estaba desolada.

-Y bien ¿De cuál crees que recibas este año?-pregunto James con una sonrisa. Sirius hecho una mirada rápida al lugar James, Peter y Remus ya estaban junto a él-Hago una apuesta a que este año recibiré más cartas que tu

-No seas tan engreído Bambi ya tengo algunas sobre mi cama.-contraataco Sirius. Las cartas firmadas y anónimas habían empezado a llegar desde que se anunció la fiesta

-Y te aseguro que ninguna has leído-interrumpió Remus. Estiro la mano hacia una de las cartas y la examino pero estaba ajena a ella

-Sabían que antiguamente con los Muggles los hombres eran los únicos que entregaban cartas a sus enamoradas para que supieran que existía interés por ellas. –todos voltearon a ver a Peter

-Entonces tomare una para Lily- Exclamo James. Y de un moviente quito a Sirius de la estantería para observar mejor

Sirius resoplo. Desde hace días no estaba con los mejores ánimos y James los había arrastrado a todos a comprar sus reservas de dulces. La puerta de la entrada volvió a cerrarse y la campanita arriba de ella tintineo. Sirius giro de nuevo la cabeza hacia la puerta esperando ver entrar a Severus. Sabía que iba a estar en Hosmade con Malfoy y esperaba verlo tan solo un momento. Después del beso y el encuentro en la lechuzeria lo estaba evitando incluso había suspendido las clases dos días atrás. Aun si cerraba los ojos podía ver el tierno rostro de Severus mientras Malfoy se acercaba y lo besaba. Pero ahora sentía la inmensa necesidad de verlo aunque fuera por un segundo.

-Listo

James y Peter caminaron hasta la caja a la pagar Sirius decidió ignorarlos. Si de verdad los enamorados se regalaban cartas ¿No debería mandarle una a Severus? Claro que ellos no eran amantes pero si estaba enamorado de él. Severus ya le había roto el corazón sin darse cuenta, y tampoco era como si no lo mereciera, pero ¿valía la pena? Tal vez no.

El ladrido de un perro llama su atención. Una de las cartas de la estantería tenía un pequen perrito negro ladrando después se agachaba y tomaba una rosa con el hocico para después entregarla.

-También deberías comprar una ¿no?-susurro Remus no lo veía a los ojos ni siquiera a la carta de sus manos pero sabía a qué se refería y no dijo nada cuando se alejó para reunirse con Peter y James

La carta no tenía ningún palabra ni poema cursi y si la examinaba mejor el perro hasta se parecía a él en su forma animaga. Tal vez era la carta indicada y tal vez si valía la pena. Sin pensarlo otra vez, tomo la carta para llevársela

~~~oOuOo~~~

-¿Qué es eso?-pregunto James cuando le arrebato la bolsa que la habían entregado en la tienda - ¿Una de las cartas? ¡Y hasta eres tú! ¿Piensas dársela a alguien?

-Puede que a alguien especial-exclamo Sirius arrebatándole de nuevo la carta

-Es un lindo perrito-prosiguió James guardando sus cosas en el baúl mientras le dirigía a Peter y Remus una mirada de complicidad. –No me digas que el gran Sirius Black acaso se ha enamorado

-Puede que si-respondió Sirius de mala manera

-De verdad-se burló Peter-No recuerdo que te hayas enamorado desde segundo año de esa chica de sexto ¿Cómo se llamaba?

-Louis-continúo James-Y estaba más que enamorado, estaba obsesionado. Recuerdan como la seguía a todos lados y la esperaba después de cada clase hasta que ella le grito que no podía corresponderle a un niño lindo y virgen. Desde ese entonces el muy querido Sirius se ha dedicado a obtener toda la experiencia del mundo.

-No sería de su incumbencia- resoplo Sirius. Su mal humor ya estaba por los límites y aunque sabía que James lo estaba fastidiando no podía seguir con la broma. Incluso en su mal humor pensó en contarle sus sentimientos así tal vez James ya no estuviera tan contento

-Ya basta. Si Sirius quiere o no regalarle a alguien la carta no es nuestro asunto-dijo Remus aunque también sonreía. Ni aunque pasaran un millón de años olvidaría a Sirius persiguiendo a la chica de sexto. Pero también estaba consiente que estos momentos no eran los mejores para su amigo.

-No me digas- James lo miro y después a Sirius y de nuevo a Remus- ¡De verdad te gusta alguien!

-¿Qué?-Peter escupió la bebida de su boca

-Y Remus lo sabe. ¿No es así? Por eso han estado los dos tan sospechosos y juntos últimamente-exclamo James tan súbitamente que Sirius tuvo que desviar la mirada avergonzado-¡No puedo creerlo es verdad! ¿Quién es? ¡Necesito saberlo!

-No, no necesitas saberlo-dijo Sirius. Volteo a ver a Remus que estaba rojo de solo haber sido pillado en su secreto. Claro que, aunque James lo persuadiera una y otra vez, Remus no le diría nada. Pero también podía estar rojo por su propio secreto. A Remus le gustaba Lucius y Sirius había sido el primero en descubrirlo y por eso pasaban más tiempo juntos.

-¡Por Merlín! ¡Esto es increíble! Sirius enamorado-James se llevó ambas manos a la cabeza de forma teatral-¿Quién es? ¿La conozco?

Sirius resoplo. A veces de verdad James parecía un niño. No podía decirle aun que se había enamorado de Severus Snape. De nuevo miro a Remus. Esperaba que le dijera que hacer ¿Sería una buena idea confesar sus sentimientos ahora? También esta estaba el hecho que ni el mismo sabio como enfrentar sus emociones, entonces para que perturbar a James si nada iba a cambiar. Un leve cabeceo a ambos lados de la cabeza de Remus respondió sus dudas.

James le palmeo los hombros

-No te preocupes Canuto. Si ella no te corresponde te ayudaremos-dijo James al verlo cabizbajo, algo tenia y esperaba arreglarlo con un poco de humor

Sirius sonrió sin ganas y salió de la habitación. El y su estúpido mal humor, ni siquiera podía seguirle una broma a James y ahora por eso tendrá que darle una explicación o gran mentira. Como fuera sabía que su mal humor se debía a no ver a Severus. Sirius ya no lo soporto más. Sin que nadie lo viera se transformó en el enorme perro negro de su forma animaga y entre la oscuridad camino rumbo a las mazmorras por donde los alumnos de Slytherin tenían su dormitorio.  No tuvo que esperar demasiado. El olor de Severus invadió sus fosas nasales pero también el de alguien más y esta vez sí se sorprendió al no ser el de Malfoy. Cuando llego hasta Severus este noto que estaba siendo acorralado por 4 chicos que reconoció como Ravenclaw de ultimo año uno de los cuales lo tenía sujeto por el cuello de la camisa contra la pared.

-Decide Snape. Ganarías mucho por la poción

-Ya te dije que no me interesa. Además esa poción es sumamente complica y peligrosa ¿Para que la van a utilizar?

-Eso no es de tu incumbencia.-dijo el sujeto claramente molesto- En estos momentos estamos siendo amables contigo Snape no nos tintes a obligarte

-Eres un idiota si crees que te tengo miedo Marcus

-Existen muchas formas de obligarte-levanto su varita hasta el rostro de Severus.

Sirius salió de su escondite saltando hacia Marcus. No iba a tolerar que alguien lastimara a su Severus. Los ravenclaw dieron pasos hacia atrás pero Sirius fue mucho más rápido. Salto hacia el pecho de uno que lo obligo a caer después tiro a otro con el peso de su cuerpo mientras saltaba y mordía la mano de Marcus. No quería causarle verdadero daño a Marcus por lo que cuando soltó la varita también Sirius lo soltó. Cayó justo frente a Severus entre los Ravenclaw. De pronto sintió ardor en una de sus patas pero no le importo, salto hacia el que tenía la varita levantada y lo derribo pero entonces vio las varitas de los demás apuntarle hasta que escucho un leve “pum” y las varitas salieron volando de sus dueños.  Era Severus el único que tenía su varita y había hecho a volar las demás. Sirius gruño mostrando sus feroces dientes.

-Es… es el Grimm –dijo uno y salió corriendo

-Esto no se quedara así- Marcus fulmino con la mirada a Severus antes de salir corriendo con los demás.

Cuando ya no había rastros de los Ravenclaw Severus. Marcus lo había golpeado en el rostro y trocito su mano izquierda, nada de lo que no podía arreglar por su cuenta.  Miro a la pata del perro que lo había ayudado. En definitiva no era el Grimm  

-Otra vez tu-dijo Severus lo reconoció como el perro de la lechuceria- ¿Acaso te has vuelto mi guardián?

-¡Severus!-exclamo de pronto Lucius que se acercó corriendo-¿Qué paso? ¿Estás bien?- y al ver que tenía su varita en la mano puso suponer muy bien lo que había pasado-¿Fue Black?

Severus negó con la cabeza

-Fue McAgull. Por el atacado del otro día. El muy idiota aun no lo olvida-respondió Severus y Lucius mofo molesto

-¿Y eso?-pregunto Lucius observando a Sirius con desprecio

-Es mi perro Grimm guardián. Alejo a McAgull pero le mando una maldición a sus patas-Severus señala la pata izquierda trasera de Sirius que tenía tres rasguños sangrantes

-Muy pequeño para ser el Grimm y muy grande para ser un perro normal-Lucius agito su varita al aire y en Sirius apareció un collar de metal alrededor de su cuello que seguía en una cadena hasta la mano de Lucius. Sirius dio un paso hacia atrás sacudiendo su cabeza para deshacerse de la cadena

-¿Qué haces Lucius? No ves que no le gustan

-no dejaremos a un perro sucio andar suelto por todo Hogwarts. Además está herido, necesita que lo curen y tú también. Y como no queremos más problemas con la enfermera vamos a las mazmorras, no hay nadie a esta hora.

Lucius jalo de la cadena que rodeaba el cuello de Sirius para caminar pero se resistió. Un Black jamás se dejaría manipular por un malfoy. Con sus dos patas traseras se sostuvo y sacudió más su cuerpo para liberarse.

-Calma, calma-dijo Severus y se acercó a Sirius mientras le arrebato a Lucius la cadena y le hablo con ternura-No te haremos daño. Ven

Sirius indeciso los siguió si con eso podía estar un poquito junto a Severus y con su forma animaga esperaría el momento justo para molestar a Malfoy

-¿Seguro que no hay nadie?-pregunto Severus cuando estaban por entrar a la sala común de Slytherin

-Todos deben de estar en clase y

-¿Eso es un perro?-exclamo Regulus Black desde uno de los elegantes sillones negros cuando Lucius abrió la puerta. Sin embargo fue ignorado por los dos cuando entraron a la sala común y avanzaron hasta la habitación de Severus-¿Qué hacen con un perro? ¿De dónde lo sacaron?

Regulus los siguió pero antes de que pudiera hacer otra pregunta Lucius le cerró la puerta en la cara. No pasaron ni cinco segundos cuando volvió a abrirse dejando paso a Regulus

-¿No sabes lo que es la privacidad?

-No-Regulus ni siquiera aminoro el paso para responder acercándose al gran perro Sirius que abrazo por el cuello mientras llenaba de besos el pelaje negro-¿Vamos a quedárnoslo? ¿Cuál es su nombre?

-No. No es nuestro-soltó Lucius-No sabemos cómo entro a Hogwarts. Y no, no vamos a quedárnoslo

-Lucius eres una bestia. ¿Cómo pudiste atarlo así?

Sirius se preguntó cómo era que Regulus sabía que fue Lucius quien lo había encadenado.

-Largo de aquí pequeña serpiente si no quieres pasar un rato verdaderamente malo- amenazo Lucius. Sin embargo Regulus lo ignoro por completo, haber convivido tanto con él lo había vuelto inmune a sus amenazas y miradas que podían congelar a cualquiera.

Sentir las pequeñas manos de su hermano sobre su cuerpo después de tanto tiempo era extraño. Desde que eran niños no habían tenido más contacto y Sirius sabía que ya no eran más los mejores hermanos gracias a su linda familia. Pero ver lo mimoso que podía llegar a ser Regulus  con un perro era divertido, ese era el auténtico Regulus Black y no ese otro serio y altruista que su familia exigía. Regulus le rasco el cuerpo justo detrás de sus orejas su punto débil y lo miraba justo a los ojos.

-¿Y? ¿Fue Sirius? -pregunto Regulus. ¿Que, otra vez?- pensó Sirius- ¿Acaso todos pensaban tan mal de él?

-Fueron los de Revenclaw- respondió Severus. Tanto como Severus como Lucius se sentaron sobre una de las camas con un botiquín de emergencias que Lucius usaba para curar las heridas de Severus-Auch ¿No puedes tener más tacto?

-Lo siento princesa no soy tu enfermera personal

-Casi lo pareces-se burlo Regulus.  Y como si sus ojos hubieran visto algo invisible para los demás comenzó a reir-Ya se fijaron que el erro y Severus están heridos en el mismo lugar

Y efectivamente. Ambos estaban heridos en su pierna/pata izquierda. Severus frunció el ceño mientras que Lucius se encogió de hombros sin importancia.

-Bueno con esto-continuo Regulus con una sonrisa en los labios que Sirius pudo reconocer de inmediato-Podemos descubrir quién eres mañana en tu forma humana. Si cojeas lo sabremos

-¿Qué?-preguntaron al uniso Severus y Lucius, y Sirius sintió como si le callera un balde de agua frio

-Es un animago-reafirmo con esa sonrisa sarcástica y volvió a rascarle detrás de las orejas-¿Qué? Ah ¿Era un secreto? Lo siento no lo sabia

Regulus no había cambiado nada. Aún era una serpiente rastrera sádica que se escondía tras el encanto y dulzura de un niño bueno. En cuanto termino de hablar, Sirius salió corriendo cuanto antes. Pudo sentir uno de los hechizos de Lucius rosarle la cabeza y otros más detrás. Y dio gracias a Merlín que las clases hubieran terminado ya que por los alumnos que ingresaban a la sala común pudo salir de las mazmorras de Slytherin. Corrió todo lo que sus patas dieron hasta que estuvo a salvo cerca de su torre. Malfoy no lo había seguido pero apostaba todo a que estaba más que furioso. Ahora tenía dos problemas. Uno sobre los sentimientos de hacia Severus y el otro era esos tres Slytherin que lo buscarían.

~~~o(=u=)o~~~

 

Un centenar de lechuzas penetraron con gran estrépito en el gran comedor, volando sobre sus cabezas, dando vueltas por la estancia y dejando caer cartas, paquetes y flores sobre la alborotada multitud. Severus ni siquiera inmuto con las lechuzas, rara vez recibía alguna carta. Durante la entrega de paquetes solía ignorar a los chillones animales, no le agradaban. Y Por eso se sorprendió cuando un sobre cayó sobre sus ojos. Al principio creyó que una de los animales se había equivocado pero eso no sucedía aunque no era la primera vez que recibía una carta en san Valentín. Severus torció la boca. No le gustaban esas ñoñerías románticas, menos las cartas con un tonto remitente al que muy seguramente cuando terminara de leer esperaba que volteara a verlo

-¿Y eso? –pregunto Lucius que también tenía unas cuantas cartas en la mano

-¿Otra carta Severus? No habías recibido algunas en la habitación-Dijo Regulus. Desde el accidente con el perro se había pegado a ellos como mosca cada vez que podía.

Severus se encogió de hombros. Si, había recibido algunos regalos y chocolates pero como buen posionista no probo ninguno y las cartas ni se diga. Terminaban botadas en la basura

-Y de muy mal gusto-continuo Lucius viendo el sobre. Era de color negro con el grabado plateado, nadie mandaba sobres así, eran solo invitaciones postmortem. Arrebato la carta a Severus para leerla.

La cabeza de Severus y Regulus se inclinaron sobre la carta para ver su contenido. Regulus fue el primero en reír. La carta era de lo más cursi. Severus volvió a tomar el sobre. No tenía remitente. Pues claro ¿Quién se atrevería a escribir semejantes cosas? Solo había algo más, una adivinanza. ¿Acaso la persona quería que adivinaría quién era? Solo con eso ya sabía que era un completo narcisista. Arrugo la carta entre sus manos para guardarla en la bolsa de su túnica.

-Que estupidez

Lucius bufo. Claro que era estúpido, una reverenda abominación. Ahora estaba furioso. Primero el estúpido mago que se había metido a sus habitaciones. Y ahora esto. Tomo un poco de jugo de calabaza y por el rabillo del ojo observo como Sirius Black no apartaba la mirada de Severus. Tan estúpido como siempre. ¿Cómo se le ocurrió escribir semejante carta? Y ahora quería que descubriera quien era. ¿En dónde estaba la valentía Gryffindor? Black no tenía nada de valentía sino hace mucho que se le habría confesado a Severus. ¡Y ahora que! Por fin se había dado cuenta de sus sentimientos e ira detrás de Severus.

Regulus no había podido contener la risa. Normalmente le gustaba pasar desapercibido con tantas personas pero es que Sirius había sido tan idiota. Regalarle una carta a Severus con un perro tan parecido a él. Menos mal que ninguno de los dos se habían percatado de eso. Lucius estaba tan ocupado en que Sirius no se le acercara a Severus que paso por alto ese detalle. Y Severus bueno Severus siempre estaba sumergido que no le importaba nada más que su círculo.  Regulus estaba seguro que en todos estos años no se había dado cuenta que Sirius se había enamorado de él aun siendo tan observador como era. Menos mal que él si conocía a su hermano, por eso pudo descubrir que era el animago por eso y porque en casa había visto las anotaciones que Sirius y Potter tenían. En ese momento decidió guardar el secreto para usarlo después, claro que a su favor. Ahora parecía que Sirius al fin se armaba de valor para conseguir a Severus. Esperaba que todo saliera bien o mal de cualquier manera, estaría ahí para disfrutar el espectáculo.

~~~o(=u=)o~~~

 

Remus dio un paso falso hacia atrás cuando vio el paquete irregular encima de su cama. Normalmente Sirius y James eran quienes recibían regalos, aunque claro que el también recibía 3 o 5 cartas pero no un paquete tan grande como el que ahora estaba en su cama. ¿Además como habían logrado meterlo hasta su cuarto? Con cuidado abrió el paquete. Sus ojos brillaron con la cantidad de diferentes chocolates que contenía. Estaban desde sus favoritos hasta unas marcas que no conocía pero se vean deliciosos. Había también una pequeña caja que deslizo hasta abrirla.  A Remus casi se le va el alma a los pies cuando vio que dentro había una corbata con los colores esmeralda y plata, junto a una carta con una única pregunto ¿Qué es lo que deseas? 

~~~o(=u=)o~~~

 

-Tom. Mi muchacho que gusto tan grande el verte.- dijo Dumbledore a un joven no mayor de los 24 años

-¿De verdad Albus? Creí que ya me consideraban como algo de mala suerte

-Siempre será un gusto tenerte cerca Tom aunque tú mismo y tu trabajo me lo impidan

-Me alegro. Ya que las noticias no serán nada buenas.

Tom tomo asiento frente al escritorio de Dumbledore. Normalmente enviaba una carta con sus reportes pero ahora era de suma importancia y no quería que la información se perdiera o peor, que alguien la intersectara  y ese alguien fuera el problema. Si descubría que ya sabían de sus planes se adelantaría.

-Están aquí-Dijo sin más Tom cuando Dumbledore tomo asiento frente a él

-Eso me temía. He intentado evitarlo pero creo que ya estaban aquí desde antes.

-Albus aún no se quiénes son. La información que obtuve solo decía que ya estaban aquí y que el grupo se hace cada vez más grande

-Muy desafortunado me temo. La primordial seria encontrar quienes son. La profesora Spufg ha estado pidiendo unas vacaciones. Sería estupendo dárselas ahora y que alguien más tome su lugar sin levantar sospechas ¿no crees?

-¿Qué estas insinuando?

-Tom siempre se te han dado bien las Artes oscuras.

-Y pretendes que le enseñe a un montón de mocosos-Dijo molesto

-Son más que un montón de mocosos Tom. Te sorprenderá conocer a algunos de ellos. Además esta Severus

-No me interesa Albus. Recuerda que mi trabajo consiste en otras cosas-Dijo Tom. Se puso de pie para marcharse

-Eres un espía Tom. Trabajarías aquí descubriendo quienes son, Severus extraña tu convivencia aunque como tú, no lo dice, además si es verdad que están aquí él también corre peligro.

Tom se detuvo ante la puerta y volteo hacia Dumbledore molesto. Odiaba que Albus lo conociera tan bien, sabía que haría cualquier cosa por proteger a Severus. 

 

Notas finales:

Les gusto? Espero leer sus reviews 

Cualquier persona que guste comunicarse conmigo seria un gusto. Solo diganme y les paso mis redes CX


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