Tu piel
Odiaba el verano, odiaba el calor pero dentro de todo lo negativo siempre había algo positivo y en esto era ¡la playa! Habíamos organizado el día con nuestro equipo, así que allí estábamos todos, tú recién bajabas del tren algo mareado pero cuando vistes las olas tus ojos se iluminaron y saliste disparado hacia el mar, cosa que imité siguiéndote desde atrás aunque rápidamente te alcance. Ambos paramos en seco al escuchar el grito de Erza diciendo que regresemos, suspiramos resignados.
Luego de dejar las cosas en el hotel y que todos estuviéramos cambiados esta vez no había “peros” a nuestra corrida hacia el mar aunque por mi parte ya no estaba tan emocionado como antes, me coloqué mis lentes para sol encaminando hacia dónde Lucy estaba sentada bajo la sombrilla pensaba en sentarme a su lado y obtener un buen bronceado. Wendy, Erza y tú llegaron después, yo estaba recostado, todos creyeron que estaba dormido pero escuche perfectamente cuando la maga celestial te pidió que le pasarás protector solar por la espalda, te escuche quejarte y un golpe seco, supuse que Erza te había golpeado, ya que después ella te pidió lo mismo y más tarde Wendy, las chicas se pararon y fueron a jugar en el mar, tú te quedaste sentado a poca distancia mía sobándote el golpe de antes.
— ¿Tú no quieres qué te pase protector? —Preguntaste sorprendiéndome.
— No flamitas, estoy bastante bien. —Te vi de reojo tu mismo te pasabas protector por la cara, haciendo gestos bastante graciosos.
—Ey, Gray… —Me tiraste el pote y te diste vuelta, alcé una ceja.
— ¿Qué quieres? —Te pregunte, aunque había entendido perfectamente lo que estabas esperando.
—Cállate y pásame la crema, desnudista…
Cabreado me senté en mi lugar, con una sonrisa burlona vacié más de la mitad del pote del protector en mi mano y la pase por tu espalda, mis dedos delinearon los músculos, vi tus orejas rojas, quería creer que por culpa del sol. Mis manos llegaron a tu cintura dónde apreté apenas haciéndote estremecer, la calidez de tu piel ardía en mis manos, quería sentirte más, mucho más.
Algo que jamás te diré: me encanta tu piel, Natsu. Me encanta.