El rubio tomo la hoja algo arrugada sobre la cama, seguro estaría en ese estado porque se movía demasiado mientras dormía, tomo aire y empezó a leer casi en un susurro:
Quiero que guardes y lleves contigo el sobre que he dejado sobre la mesa de noche y al pasar los tres días no olvides que debes destruir el cuarzo, no importa si te gusta, destrúyelo, cuando lo hagas podrás abrir el sobre que te he dejado.
Es probable que no nos veamos en un largo tiempo, tampoco quiero que te acerques a tu antiguo hogar, es una orden, si quieres seguir viviendo no te acerques a ese lugar. Nuestro trato termina el día de hoy, yo me encargare de que el alma de Sakura sea libre y que el juego llegue a su fin; adiós Naruto…
El rubio sintió un insoportable precio en su pecho, sus ojos se aguaron pero no se permitió llorar, no por un demonio… no por alguien a quien pensaba utilizar… ¡no por quien mato a sus padres! Debía bastarle con que todo acabara, no importa si moría en ello… debía bastarle con saber que todos estaría bien ¿pro debía confiar en Sasuke? En ese instante su celular sonó sacándolo de sus pensamientos y sin dudarlo mucho contesto.
—Naruto… shino ha desaparecido…
—…. ¿estás bien Kiba?
—Si…
—…..Sasuke tampoco esta….
— ¡Itachi y Sai también desaparecieron! —Gritaron los otros dos chicos al otro lado del teléfono junto a Kiba.
—En una hora en el Ichiraku. —Informo Naruto colgando el teléfono para luego dirigirse al baño, mientras se duchaba no podía evitar preguntarse y recordar todo lo que había sucedido anoche. ¿Por qué había dejado que lo tocara? ¿Por qué había aceptado a que eso pasara? ¿Por qué se sentía seguro a su lado? Y…. ¿Por qué sentía que lo había perdido?
Salió del baño secando su cabello mientras miraba la nota que había dejado Sasuke sobre la almohada de su cama. Necesitaba saber que había en ese maldito sobre, pero por primera vez en su vida seguiría una orden, lo aria dentro de tres días. Se vistió rápidamente, tomo la carta sobre la mesa de noche y la guardo en su bolsillo, aun habían muchas cosas pendientes, demasiadas peguntas para tan pocas respuestas.
Salió de su apartamento con dirección al Ichiraku; subió a su motocicleta, escucho el deleitante sonido del motor, para luego empezar a conducir. Si Sasuke, Itachi, Sai y shino habían desaparecido es porque habían decidido hacer las cosas por su propia cuenta, también aun tenia la duda sobre el trato que había llevado a cabo con Sasuke ¿Qué tan fuerte podría ser el lazo que los unía?
—llegas tarde. —Expreso Gaara.
—…… Lo siento
—No estamos aquí para discutir —Interrumpió Deidara— Todos sabemos a dónde han ido esos idiotas, la pregunta es ¿debemos esperarlos?
—Son tres días… algo podría pasarles. —Dijo Kiba.
—O pasarnos. —Intervino Gaara— hicimos un trato, se supone que deben protegernos.
—Sí, pero ellos nos han dado a Kurama, Katsu (el de Deidara) Akamaru y Shukaku. —Defendió Naruto— Esperare los tres días…
— ¿Y si no vuelven al cuarto día? —Pregunto Deidara.
—Iremos a buscarlos…
—No volverán… —Dijo Kiba— Ellos no volverán…
— ¿Por qué dices eso? —Pregunto Naruto —Debemos tener esperanzas… Kiba…
—Ellos piensan dar sus vidas por la de nosotros.
—………
— ¿Qué es lo que sabes Kiba? —Pregunto Gaara apoyando sus codos sobre la mesa, recibiendo las mismas miradas interrogativas de los dos rubios.
—Anoche… anoche algo paso con shino cuando… bueno ya saben, cuando lo estábamos haciendo entre a sus recuerdos… él y los demás se pusieron de acuerdo en reunirse en tu casa Naruto… pude sentir su miedo, él cree que no saldría de ese lugar con vida… nosotros no sabemos qué tan poderoso sea ese tal Orochimaru, si los tenía bajo su control, si les devolvió la vida a todos ellos… debe ser alguien muy fuerte y no creo que juntos puedan vencerlo…
El silencio se formo bastante rápido después de que Kiba termino de hablar, era cierto, cada uno de ellos había sentido el miedo de su dominio en el acto sexual, pero ellos también tenían miedo, no sabían lo que podría pasar a partir de ese día, no debían perder las esperanzas y si ellos no recesaban cada uno de los mortales en sus propios pensamientos se habían comprometido en ir tras de ellos.
Era cierto que Sasuke había matado a los padres de Naruto, pero desde el momento en que se unieron, un lazo muy difícil de romper que se había atado con muchos nudos.
Cuando un demonio lleva a cabo el trato con un mortal corre el rumor que el humano se enamora profundamente de su protector, al unir sus cuerpos en un acto sexual, este tipo de amor no dura mucho pues el trato no es solo protección.
—Esperare los tres días… —Afirmo Naruto levantándose y caminando hacia la salida— Estaremos bien… —Expreso con una falsa sonrisa, y agitando su mano en forma de despedida.
Subió a su motocicleta, necesitaba pensar. El viento en su rostro lo relajaba, ver a los niños correr de un lado a otro, jugando a la pelota o saltando lazo al pasar por un parque le era nostálgico; podría verse a sí mismo correteando a sus amigos en su niñez, a Shikamaru acostado en la hierba observando el aburrido cielo ¿Qué tenia de divertido ver las nubes? Se detuvo y bajo de su trasporte para acostarse donde antiguamente lo hacia Shikamaru, no pudo evitar recordar cuando Shikamaru le invito acostarse a su lado:
— ¿Por qué estas triste? —Pregunto Shikamaru sin mirarlo, solo observaba el cielo azul.
—No estoy triste. —Contesto un rubio de aproximadamente de cinco años.
—Ven, Acuéstate a mi lado. —Dijo el Nara de 15 años.
— ¿Porque te gusta ver el cielo? —Pregunto el menor acostándose en la hierba para contemplar el cielo al igual que su amigo.
—El cielo es tranquilo, aunque a veces puede llegar a ser una tormenta.
—aaah…
— ¿no vas a decirme porque estas triste?
—No estoy triste.
—Vale, cuando estés triste, puedes acostarte en el suelo y ver las nubes… podrás pensar con más calma, te sentirás mejor, o al menos eso funciona conmigo.
—………
Ambos contemplaron el cielo, como pasaban las nubes frente a ellos o ellos frente a las nubes, como el cielo era iluminado por el sol y como poco a poco este se iba apagando como la llama de una vela.
—Gracias Shikamaru… —Sonrió Naruto levantándose— Me siento mucho mejor, mañana le diré a mis amigos que me molesto su broma.
—Ven, te llevare a tu casa, ya es muy tarde y seguro tus padres están preocupados.
— ¡Sí! —Grito con emoción el rubio.
Definitivamente ese recuerdo lo había movido un poco y desde ese entonces nunca antes había vuelto a contemplar el cielo para intentar pensar con claridad, miro el cuarzo que le había dado Sasuke mientras recordaba sus extrañas palabras, peticiones y preguntas. ¿Qué había sentido cuando lo vio? ¿Por qué debía destruir esto? ¿Qué decía la nota en su bolsillo? ¿Volvería a ver a sus padres como Sasuke le dijo? ¿Podrían salvar el alma de Sakura? ¿Qué pasaría con shino, Sai, Itachi y… y Sasuke…? ¿Qué había querido decirle Sasuke con esas extrañas palabras “dicen que cuando nos enamoramos de una persona a primera vista es porque esa persona fue nuestro amor en otra vida? dio un largo suspiro mientras seguí admirando las nubes. ¿Qué es lo que me escondes Uchiha Sasuke?
Al cabo de unas horas Naruto volvió a su casa, eran las cuatro y veinte cuatro de la tarde, entro a la cocina, puso a calentar un poco de agua para luego esperar con ansias a que su Ramen instante estuviera listo; se sentó en la silla frente a la mesa mientras almorzaba y recordaba cuando Sasuke le hacía preguntas raras mientras cocinaba para él:
—Sasuke… si existen los demonios… ¿también existen los ángeles?
—Si…
— ¿y porque me ayudas tu… un demonio en vez de un ángel?
—…… Ellos tienen prohibido bajar a la tierra.
— ¿Por qué?
—Haces muchas preguntas.
—Sasuke…
—hace muchos años un ángel se enamoro de un humano, al ángel lo desterraron y le fueron arrebatadas sus alas.
— ¿Qué paso después?
—El ángel murió…
— ¿Y el humano?
—También murió.
Naruto termino de comer su Ramen, para luego dirigirse a su habitación y acostarse en la cama mientras releía por quinta vez la nota que le había dejado Sasuke sobre la cama, miro el cuarzo para luego alejarlo de su cuello. ¿Estará bien esperarlo? ¿No será demasiado tarde? Sin querer pensar más decidió dormir.
A la mañana siguiente se levanto sin mucho ánimo, ya se había acostumbrado a escuchar a Sasuke ordenándole levantarse, bañarse y comer o simplemente sentir el sabor de sus besos, sentir sus labios recorrer su espalda, su cuello para despertarlo. ¡No pienses en el! Se dijo a sí mismo para luego dirigirse a la ducha en la cual se demoro alrededor de media hora al estar sumido en sus recuerdos
Al salir se vistió con unos jeans negros, una camisa blanca con un espiral dibujado en ella y su adorada chaqueta de cuero; organizo su apartamento a pesar de que no estaba acostumbrado, pero Sasuke le había enseñado a mantener las cosas en el lugar adecuado, odiaba el desorden y aun mas cuando no lo obedecían.
— ¡Deja de pensar en él! —Se reprendió sentándose en el sofá de la sala y encendiendo la televisión. Lastimosamente las estúpidas novelas, caricaturas o películas no lograban distraerlo de sus pasamientos, así que busco su portátil, lo encendió y se volvió a sentar en su cómodo sofá.
“¿que son los demonios?” Busco en google.
Cuando nos preguntamos qué son los demonios, lo primero que pensamos es que son ángeles caídos; sin embargo, otros han respondido de forma diferente: espíritus desencarnados de gente malvada; símbolos de nuestro lado oscuro; entidades siniestras creadas por nuestras mentes; personificaciones de fuerzas misteriosas.
— ¿ángeles caídos? —Susurro recordando la historia que le había contado el azabache para luego buscar “¿Que son los ángeles?”
Un ángel es un ser sin cuerpo, sin tamaño definido, con múltiples tareas como acompañarnos, protegernos, enseñarnos y estar siempre disponible cuando lo llamemos, pues los ángeles fueron creados por Dios, con energía pura el primer día de la existencia del mundo especialmente para estar con los seres humanos que irán evolucionando con el paso del tiempo. “Ángel” quiere decir “mensajero” y por eso constituyen la forma más directa de comunicarnos con nuestro Creador.
— ¿Sera Sasuke un demonio? — Se pregunto así mismo buscando más información, sobre ángeles caídos, Satanás, fantasmas, sombritas oscuras, apoderación del cuerpo por un ser de otro mundo, por los demonios que les fueron dados por los azabaches (Akamaru, Kurama, Katsu y Shukaku), por las almas en pena. Cansado de tanta información y un tremendo dolor en el trasero al permanecer tanto tiempo sentado decidió salir a dar un paseo, eran aproximadamente las diez de la noche, había permanecido todo el día buscando información.
Había caminado sin rumbo alguno, aun intentaba ordenar todas sus ideas en una sola, cuando se percato estaba pasando por una cuadra bastante oscura, el poste de luz parpadeaba, aun le faltaba unas cuantas casas para salir a la carretera cuando sintió que lo sujetaron del brazo y lo estamparon con fuerza contra la pared.
—Creo que te has equivocado de camino.
—No lo creo. —Contesto el rubio al ver a un chico de cabello rojizo como el de Gaara y un poco más alto que el. — ¿podrías quitarte de mi camino? Me estorbas. —Afirmo el rubio desasiendo del agarre para luego seguir con su camino.
—De aquí no saldrás vivo. —Dijo su oponente tomándolo del brazo y —estampándolo contra el muro junto a él.
Naruto cayó al suelo por el fuerte golpe, tosió un poco al sentir que había perdido por poco tiempo el aire, como si algo lo hubiera retenido, levanto su vista y tras el peli rojo aparecieron una gran cantidad de sombras asechándolo.
El chico de cabello rojizo lo levanto del cuello deslizándolo contra la pared, sus pies no tocaban el suelo y el aire le era rebatado, no podía dejar de mirar los ojos de su atacante, mostraban… melancolía.
—Morirás al igual que el Uchiha.
—Ku…
—Orochimaru no acepta a traidores. —Dijo arrancándole el collar que llevaba el rubio
— ¿quieres decir algo antes de morir? —Dijo con burla soltándolo, dejando que el menor callera al suelo, tosiendo y sujetando su cuello para aliviar el dolor. —Las sombras acabaran contigo y tus amigos.
—Ku… ra…ma…
— ¿Que dices? —No he podido entenderte— creo que apreté demasiado. —Dijo entre risas.
— ¡Kurama!
Los demonios intentaron evitar que la luz segara sus ojos, las sombras se desvanecieron al ser iluminados, Naruto tosió aun intentando recuperar aire, mientras la figura de un zorro con nueve colas se dibujaba frente a él.
—Te prestare mi poder… —Dijo el zorro tras un fuerte rugido, su figura se agrando u poco y entro en el cuerpo de Naruto ates de ser demasiado grande, el cuerpo de Naruto fue rodeada de un aura naranja tal y como había pasado cuando buscaban el tablero en su casa, su cabello mostro tonos rojizos, sus uñas se alargaron como garras, las marcas en su rostro se volvieron más gruesas parecía un animal.
—Así que ocultabas a un demonio en tu cuerpo. —Dijo el chico de cabello rojizo.
—Devuélvemelo… —Exigía Naruto mirando al collar que tenía en la mano el pelirrojo. — ¡Devuélvemelo!
— ¡No lo haré! — Grito mirando las sombras tras de él. —Debo ayudar a mis amigos y matándote es la única forma. Naruto…
— ¿Cómo sabes mi nombre?
—Eres legendario. Eres el único que ha logrado enamorar a un…
— ¡Te quedan cinco minutos! —Gritaron las sombras desgarrando los oídos de los dos.
—Lo siento, pero debo salvar a mis amigos. —Dijo creando sobre él una enorme esfera negra que sonaba como el choque de varios truenos.
— ¿Qué rayos es eso? —Maldijo Naruto mirando la esfera que poco a poco crecía, las ventanas de las casas explotaban y las grietas empezaban de formar las viviendas, el piso empezó a temblar y los gritos de la gente no se hicieron esperar.
— ¡NARUTO! —se escucho su nombre en una esquina de la cuadra por la que estaba, se giro para mirar a sus amigos entre preocupado y aliviado.
Todos entraron a la casa de Naruto agitados con la ropa quemada y rasgada, a duras penas habían logrado controlar la esfera con el poder de los demonios dentro de su cuerpo, no habían matado al peli rojo, este había sido atrapado tras un agujero negro creado por las sombras, la esfera siguió creciendo, gracias al ave de Deidara pudieron llevarla al cielo en donde exploto, pero lograron quemarse en el intento.
— ¿Cómo sabían que estaba ahí? —Pregunto Naruto dejándose caer en el sillón junto a sus amigos.
—Ellos no lo dijeron. —Explicaron todos señalando el tatuaje que había salido en sus brazos en forma del animal del demonio que llevaban en su interior.
—Te dije que ellos nos protegerían. —Susurro agitado Naruto mirando su tatuaje— Gracias Kurama…
—Naruto… —Nombro Deidara mirando su celular— hoy es el tercer día, son las dos de la mañana ¿quieres esperar más?
—No… pero primero debo hacer algo.
— ¡Eso es lo que quería escuchar! —Dijo Kiba emocionado ¡vamos a buscarlos!
—Espera un poco… —Dijo Naruto sonriendo mirando el cuarzo en su mano, primero debo hacer algo… legalmente ya es el tercer día…
El rubio contemplo por última vez aquel artefacto, mostrando una sonrisa que llamo la atención de sus amigos, podía ver a sus padres en aquel regalo. Sin pesarlo mucho se levanto y dejo caer la piedra azul al suelo y con sus pies la aplasto como a una cucaracha.
El cristal brillo cegándolos a todos, Naruto retrocedió por instinto cubriendo con su ante brazo sus ojos, cuando la luz disminuyo intento ver que había sucedido, había sentido los brazos de dos personas enrollarlo con fuerza y dulzura.
—padre… Madre…