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Suplicando tu amor por Fullbuster

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Naruto Uzumaki POV


 


Desde luego que suerte tenía mi hermano… rompía con el novio y tenía dos más haciendo cola por él, se estaba volviendo todo un Don Juan, aunque yo cada día le veía más y más confundido. Creo que Itachi ganaría esta batalla por el corazón de Deidara, de eso no me cabía duda, era el ligón por naturaleza, sabía camelarse a la gente, los endulzaba hasta que obtenía lo que quería de ellos y sabía perfectamente cómo hacerlo, pero yo no estaba dispuesto a dejar que manipulase a mi hermano.


Si es cierto que soltaría un poco las riendas de mi hermano, porque era una decisión suya y a mí no me quedaba de otra que aceptar lo que él eligiese, pero no estaba dispuesto a permitir a Itachi manipularle a su antojo, por mucho padre que fuera de ese niño, él debía demostrarme aún, que realmente amaba a mi hermano, porque hasta que no lo hiciera, para mí seguía siendo el capullo que lo violó.


Al menos una cosa estaba bien, y es que mi relación con Sasuke volvía a estar perfecta. Supongo que mi hermano tenía razón en algo, deberíamos haber hablado el problema antes y no encerrarnos en nuestras ideas, porque ambos éramos muy cabezones ¡si acababa con Sasuke en el futuro… tendríamos muchas discusiones con nuestra cabezonería! Pero lo importante, supongo que era saber bajar nuestro carácter fuerte, sentarnos y hablar para solucionarlo sin llegar con tanta rapidez a cortar la relación. Era irónico… mi hermano que era el que menos había vivido, resultaba tener dos dedos de frente, quizá, es porque era más mayor que nosotros y veía las cosas con más calma, se sentaba a pensar y se disculpaba cuando debía hacerlo, no como Sasuke y yo, que tardábamos cuatro meses en disculparnos.


A Sasuke le daban hoy el alta médica y se vino a mi casa a dormir ¡su padre le dejó! Algo impresionante, porque no entendía ese cambio de actitud de su padre, pero mejor para mí, al menos nos aceptaba, ya era algo. Supongo que la gente no cambia de la mañana a la noche, pero al menos Fugaku estaba tratando de asimilar todo esto, porque enterarse de que sus dos hijos eran homosexuales, no debía ser fácil y más, si encima uno iba a ser padre ¡Era casi inconcebible! Eso no entraría en sus planes.


Cuando terminamos de cenar, me llevé a Sasuke a mi cuarto y me quedé allí abrazo a él un buen rato. Aún le dolía un poco el brazo, pero estaba bastante mejor, la medicación le ayudaba bastante a eliminar gran parte del dolor y aunque necesitaría rehabilitación para volver a moverlo como antes, los médicos eran optimistas.


- ¿Cuándo vuelves por el instituto? – le pregunté aún abrazado a él.


- No lo sé – me dijo – mi padre estaba pensando hasta en cambiarme de instituto.


- ¿Por el disparo?


- Dice que es poco seguro ahora.


- En realidad ahora es más seguro – le sonreí – porque después de que pasa una desgracia, es cuando ponen las medidas de seguridad – Sasuke asintió


- Lo sé, sólo está preocupado, pero no creo que me vaya a ir a otro, menos por lo que queda de curso. Además, vienen los exámenes en nada y tengo que aprobar.


- ¿Aprobar? Pero si eres el cerebro de la clase, siempre sacas la mejor nota.


- Ya – me dijo sonriendo – y salgo con el cazurro de la clase… creo que he puesto el listón muy bajo


- Oye… - me quejé sonriendo – que estoy mejorando, además, tengo un gran profesor – le dije besándole.


- Lo que eres… es un zalamero – me dijo – siempre intentando con elogios conseguir lo que quieres.


- ¿Y lo consigo?


- A veces – me dijo sonriendo antes de besarme él a mí – te he echado de menos, Naruto.


- Y yo a ti – aunque recibí un bofetón - ¿Y eso a qué viene?


- Por besarte con otros delante de mí – me dijo enfadado.


- ¿Enserio? Tú te besabas con Haku.


- Sí, pero obligado, tú lo hacías voluntariamente.


- Lo hacía por ponerte celoso – le dije sonriendo – y por la bofetada… creo que lo conseguí.


- Si vuelves a dejar que alguien que no sea yo besé esos labios de nuevo, te enterarás – me amenazó y sonreí, me gustaba el Sasuke posesivo.


- Lo tendré en cuenta, mandón.


- Ven aquí idiota – me dijo Sasuke tirando de mi camiseta para profundizar el beso, de verdad que a este chico le gustaba tener el control siempre.


Agarré con más fuerza su cintura colando mi mano bajo su camiseta y es que le había deseado demasiado. ¿Cuántas noches había soñado con él en el tiempo que estuvimos separados? Creo que todas, me moría por volver a estar con él, de volver a hacerle mío una y otra vez, porque puede que él dominase, pero siempre acababa siendo mío.


Me subí encima sin siquiera pedirle permiso pero tampoco se quejó, de hecho estaba sonriendo. Él quería tanto como yo, lo podía sentir y aunque quería hacerlo con él de la misma forma de siempre, la verdad es que debía pensar en controlarme, tenía el brazo mal aún.


Aunque yo intenté controlarme, Sasuke no parecía estar de acuerdo con mi actitud, porque fue él quien se abalanzó sobre mí besándome con más pasión aún, metiendo su lengua en mi boca y disfrutando conmigo.


- Ey, tómatelo con calma – le sonreí.


- Cállate y hazlo – me dijo sonriendo - ¿Os que no me has deseado en todo este tiempo?


- Claro que sí Sasuke, pero ten cuidado con el brazo.


- Lo sé, tranquilo, no necesito utilizarlo para que me hagas el amor ¿Verdad? – no pude evitar sonreír y besarle mientras acariciaba su torso.


Le quité la camiseta teniendo cuidado con su brazo y miré durante unos segundos su torso, era impresionante, si antes era fuerte, ahora lo estaba más desde que había vuelto al baloncesto. Besé desde su ombligo hasta su cuello sin dejar ni un solo centímetro de piel sin una caricia. Me centré en su ombligo haciéndole cosquillas y luego subí hacia sus pezones y su cuello, mordiéndole y sacándole aún más risas.


¡Cómo me gustaban sus risas! Me habría gustado escucharle sonreír siempre y pensar… que cuando le conocí era el tío más serio y borde del mundo, ¡Cómo había cambiado este chico! Aún recordaba como empezamos… con una simple broma que se tomó a mal, encima me las había hecho pagar caras metiéndome en el comité. Supongo que ahora tendría que llevarle a la fiesta, porque faltaban días para ella.


- ¿De qué te ríes? – me preguntó.


- De que eras un gruñón – le dije – y que quiero que vengas conmigo a la fiesta


- ¿Cómo pareja?


- Como amante – le dije de broma - ¿Tu qué crees? Pues claro que como pareja.


- Iré contigo – me dijo - ¿Con quién más iría sino? Eres el único con el que quiero ir.


Le besé de nuevo cerrando los ojos y dejándome llevar por las sensaciones, le quería demasiado y por fin estábamos juntos de nuevo. Acerqué su mano hasta mi miembro y desabroché el pantalón para meterle la mano dentro sin dejar de besarle. Sasuke dejó que guiase su mano hasta mi miembro y una vez estuvo allí, empezó a moverla haciéndome gemir.


Terminé de quitarme el pantalón y le ayudé a él a quitárselo también. Acerqué mis dedos a su boca para que los lamiera y lo hizo. Me gustaba verlo cuando lo hacía, porque me excitaba muchísimo y encima… seguía moviendo su mano dándome placer. Saqué mis dedos de su boca para ir hacia su entrada y ya de paso, con mi mano libre cogí su miembro dándole placer también a él, metiendo los dedos con lentitud intentando hacerle el menos daño posible mientras le besaba el cuello y la oreja.


Sasuke me detuvo durante unos segundos y se incorporó empujándome con su mano buena y apartándome un poco de él. Se colocó frente a mí y agachó su cabeza hasta mi miembro metiéndoselo en la boca, lamiéndolo con tranquilidad. Me hizo gritar y gemir, me hizo intentar no hacerlo para no despertar a mi hermano, porque no quería que se enterase de lo que hacíamos en mi cuarto.


Tuve que detenerle cuando quise correrme, porque hacía tanto tiempo que no lo hacía con él, que ahora no estaba seguro de poder aguantar mucho con todo lo que disfrutaba con Sasuke.


Le empujé esta vez yo a él mientras sonreía y me posicioné para entrar en él. Entré con cuidado y escuché a Sasuke aguantar el grito del principio hasta que llegué al fondo y pudo relajarse. Me moví despacio y me sorprendió cuando fue el mismo Sasuke quien se agarró a mi espalda y hundió más mi miembro dentro de él cuando yo me movía hacia su interior. No podía evitar gemir pero él tampoco podía evitarlo. No aguanté mucho como ya lo supuse, pero él tampoco lo hizo, porque se corrió en mi mano cuando yo me corrí dentro de él y creo… que esta era la primera vez que habíamos conseguido acabar juntos.


- ¿Estás bien? – le pregunté cuando salí de él y le pasé un pañuelo para limpiarnos.


- Sí – me dijo – lo necesitaba


- Y yo – le sonreí de la misma forma en que él lo hacía mientras me tumbaba a su lado.


Me quedé dormido abrazándole y me dio igual si estábamos desnudos o no, pasé la manta por encima y me pegué más a él para que no tuviera frío. Cuando nos levantamos por la mañana, desayunamos con mi hermano y hasta parecíamos una familia, algo extraño teniendo en cuenta todo lo que habíamos pasado, pero las sonrisas de Sasuke y las de mi hermano, me gustaban.


Fue Itachi el que vino a recoger a Sasuke y sinceramente… no me gustaba verle por aquí, pero qué le iba a hacer… pues sí se me ocurrió algo, aunque era romper un poco mis palabras. Vi a Itachi irse hacia el coche y le llamé para que se alejara un poco de su hermano.


- Itachi – le dije viéndole acercarse – no me gusta verte por aquí y lo sabes.


- ¿No dijiste que ibas a soltar un poco las riendas de tu hermano?


- Dije que las soltaría un poco, no que fuera a adorarte, no me gusta que estés rondando a mi hermano todo el tiempo, ni siquiera sé si realmente has cambiado, así que no vengas por mi casa.


- Voy a venir por tu casa, Naruto, porque quiero a tu hermano – me dijo serio.


- ¿Lo echamos a un partido? – le pregunté – sé que eres el capitán del equipo de hockey universitario, apostémoslo a un partido.


- ¿Un partido? ¿Tú contra el equipo universitario? ¿Unos críos de instituto contra los universitarios? ¿sabes que os llevamos ventaja, verdad? Llevamos más tiempo jugando.


- Puede que tengáis ventaja ¿Entonces de qué te asustas? ¿Temes perder contra unos chicos de instituto?


- No – me dijo sonriendo – porque no perderíamos, pero no me gusta apostar personas en una discusión sin sentido.


- No es una persona Itachi, te dejaré venir por aquí cuando quieras si ganas, si gano yo… dejas de venir por mi casa ¿Te parece un buen trato?


- De acuerdo – me dijo – mañana por la noche, en el campo de la universidad ¿Sabes dónde es?


- Sí – le respondí


- Pues allí nos vemos. Arreglaremos esto de una vez por todas.


 


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