Había transcurrido una semana desde aquella situación y el moreno seguía con aquellas pesadillas; salía a trotar como todas las noches, pero no había vuelto a ver ni oír aquella silueta. Las clases estaban normales y en cierta forma se lo debía al rubio por obligarle a dormir aunque desde aquel día no sabía cómo verle. Por un lado conociendo lo loco que era no le extrañaba que tuviera algún fetiche sado, pero el encontraba aquello como algo enfermo y asqueroso. Pero también podía ser alguien del pasado de los gemelos. Pero Yuui no actuaba como lo hacía su hermano, de ser algo así ambos tendrían el mismo trauma. La primera opción le convencía más.
-Kuropon... ¿Estás bien?
- No es nada que te incumba ¿qué quieres?
-... Es que Yuuko-sensei dijo que coordinará contigo el festival deportivo, recuerda que empezará en tres días más -se avalanza sobre el moreno. - nee... Me alegro tanto trabajar contigo Kuropon.
-¡Tsk! ¡Quitate de encima! ¡mientras más rápido terminemos esto mejor para mi!
- A menos muestra más entusiasmo... - pifió. - estoy emocionado.
- No es gran cosa. -Toma asiento y mira hacia la ventana. - Enviame lo que necesitas y los horarios. Después te envío mi parte del trabajo.
-Que aburrido... Eso no es trabajo de equipo Kuropon, trabajo de equipo.
- Tengo demasiado trabajo. ¿Acaso quieres que deje todos mis deberes solo para trabajar contigo?
- Es tentador, pero podrías dedicarle a esto en tus tiempos libres, como ahora que sólo te sientas a tomar el té.
- No sé si quiera hacerlo para estar cerca de alguien tan enfermo. - Eso solo salió de su boca sin pensarlo. Cuando se percató de lo dicho volteó a mirar al rubio que tenía una expresión que no sabría definir si era de asombro, pánico, dolor o molestia. -Oye... Yo lo...
- Lo sé... -Agachando la mirada. - Sé que preferirias a cualquier otra persona, pero tú eres quien está encargado de los deportes y yo soy quien se encarga de las actividades culturales. - volteó para salir de aquel lugar - Tampoco es que me interese si quieres o no hacerlo. - volteó solo su mirada para verlo, una mirada vacía como la de la otra vez. - Es tu deber como maestro... Kurogane.
Oír su nombre le resultó más que extraño, estaba acostumbrado a oírlo de Yuui-sensei quien posee la misma voz; pero oírlo del gemelo mayor fue extrañamente doloroso.
Despertó como todas las noches con la misma pesadilla que lo atormentaba siempre como si quisiera adverturle de algo. Por alguna razón decidió no ir a trotar, quizás por recordar lo ocurrido ayer con el rubio que en lo que había quedado de dia ni se había aparecido a verle. Tomó un vaso de agua y se quedó mirando el techo. Ahora sólo necesitaba dormir.
De pronto, aquel lamento que oía durante las primeras noches afuera, lo oía adentro del.edificio. Trató de adivinar de donde provenía y de pronto todo fue dado por el destino.
- Nii-san despierta... Es solo una pesadilla.
-¡No! ¡No te acerques! ¡Déjame!
- Nii-san despierta. Soy yo.
- ¡Por favor! ¡No más! ¡ Seré obediente!
Sin más al oír un fuerte golpe de una de las puertas salió al pasillo dónde vió una silueta correr descalza hacia afuera. Y a su siga iba el gemelo menor, Yuui.
- ¿Kurogane-sensei?
- ¿Qué demonios está pasando aquí?
- Lo siento, pero me urge encontrar a mi hermano antes que...
Comenzó a correr al sentir que la lluvia se hacía presente. Kurogane lo siguió hasta el bosque dónde tras un largo rato sin encontrarle Yuui suspiró - No siempre logró traerlo a tiempo... Debo despertarlo antes que...
- ¿Dices que el idiota es sonámbulo?
- Si... Pero hay algo peor... Un día de estos temo que lo encontraré muerto.
- ¡¿Nani?!
Sin más Yuui siguió buscando hasta divisar al rubio gemelo en un árbol escondido. Temblaba y se meneaba en su sitio repitiendo una y mil veces "me portaré bien" "seré bueno" "solo no toques a Fay" " no nos lastimes"
- Nii-san... Ya se fue... Estoy aquí...
- ¿Fay?
El moreno estaba confundido. No sabía quién era quien.
- Yuui despierta...
- Mira... Ashura no me castigará de nuevo. Porque yo ya lo hice. - dijo enseñando sus.piernas que tenían nuevos cortes.
- Será mejor curarte... Pero debes despertar.
- ¿Qué es todo esto? - preguntó el moreno al gemelo cuerdo. Al oír aquella voz, el otro hermano volvió en sí.
- ¿Fay? ¿ Qué está pasando? ¿ por què mis piernas están--- ¿Kuroga--
Estaba en shock. Nuevamente lo había hecho y lo peor de todo es que el moreno lo había visto todo, todo lo que había querido ocultar. Tenía que irse de ahí. se puso de pie y comenzó a caminar junto a su hermano sin mirar al de ojos rojos. Al entrar al edificio volteó y le dijo:
- Perdona por las molestias... Olvida esto por favor Kurogane.
Nuevamente su nombre era pronunciado pero con un dolor bastante notorio en aquellos azules. Kurogane solo se despidió y regresó a su cuarto. Estaba demasiado confundido. La mañana y los siguientes días fueron sin más, salvo que el maestro de ciencias no había vuelto a visitarle y los informes del festival se los enviaba con los alumnos. Mañana comenzaba aquel evento y muchos se preguntaban si iría a funcionar por la extraña falta de comunicación entre los dos maestros. Fay sonreía como siempre pero ya no le gastaba bromas al moreno y se la pasaba más entre su hermano y la directora.
Sin darse cuenta el moreno extrañaba a aquel sujeto. Pero el hermano tampoco le decía mucho, salvo que guardará el secreto. Las pesadillas continuaban y las crisis del rubio igual, pero Yuui había tomado otras precauciones con su hermano y se habían trasladado de cuarto, a uno bien aislado y que mantenía con llave, ahí el ruido no molestaría a nadie y podría retener a su hermano.
Y el esperado día llegó. Competencias deportivas entre los cursos y una gira de estudios como premio al ganador era lo que les motivaba. Kurogane y Fay arbitrarian cada competencia. Pero cuando el moreno le hablaba, este le evitaba. Eso le dejaba más inquieto aún. A la tarde mientras guardaba los materiales usados aparece el rubio con unos balones.
- Dejalos ahí. Después los guardo.
- Está bien.
- Siéntate y no te atrevas a huir... Tenemos que hablar.
- Vamos Kurogane, sabes que está situación no la pidió ninguno. Tú mismo no quieres trabajar conmigo y yo solo trato de que esto termine pronto.
- No es de eso de lo que quiero hablar... - suspiró - ¿Quién demonios eres?
-¿Eh?
- Te llamamos Fay, pero tú hermano te dice Yuui.
- ¡ah! Entiendo. Lamento eso. Creo que debo explicarte al menos eso... -Sé sentó en una colchoneta, serio quizás mostrando su verdadero ser. - Soy el mayor y me llamo Yuui. Fay es mi hermano menor. Pero cambiamos nuestros nombres mucho tiempo atrás.
-¿Y por qué?
- Asuntos personales Kurogane, pero no te preocupes que Yuuko-sensei ya lo sabía.
- ¿Por qué me estabas evitando?
- Porque sé que te molesta mi presencia, siempre lo he sabido y dejarte en paz es lo mínimo que puedo hacer por lo del otro día.
- Ya veo. ¿no habrán más apodos?
- No me interrogues que no eres policía. Solo no te preocupes que no volveré a molestarte
- Puedo ver que estas siendo serio, jamás pensé en oirte a ti de esa manera.
- Bien. Si eso era todo. Hasta mañana.
- Espera.
- ¿ Quién es Ashura?
Impactado por esa pregunta. Fay voltea para irse
- No es nadie que te interese. hasta mañana.
La frialdad en esas últimas palabras fueron una estaca en su pecho. Quería saber más y si un gemelo no se lo decía, el otro lo haría. Solo tenía que saber como.