La respiración de Jinki se detuvo, su corazón descendiendo solo para elevarse alto y más alto con cada paso que Jonghyun daba hacia él.
“¿Te gusta cariño?” Jonghyun sonrió de lado mientras corría su mano por su cabello recientemente teñido, una perfecta combinación entre azul y verde, Jinki tenía que resistir la urgencia de pasar sus dedos por las suaves hebras.
“Kibum dijo que tenías algo por los chicos malos, nunca supe que era verdad” dijo mientras trazaba con sus dedos la mandíbula de Jinki.
Jinki captó el olor de el nuevo perfume, mucho más fuerte que el que Jonghyun usaba usualmente y se encontraba inclinándose a este, intoxicándose con lo que era Jonghyun.
Pudo sentir sus ojos empezar a nublarse, su visión volviéndose borrosa por el placer mientras Jonghyun lo empujaba a la cama; su mano caliente como el fuego contra su pecho desnudo.
“¿Por qué?” respiró, cuando estuvo completamente acostado sobre la cama, su mente perdiendo el poder de pensar por la excitación.
“Lo sabes muy bien” susurró Jonghyun contra su oreja mientras se sentaba sobre Jinki, sus erecciones aún cubiertas rozándose.
Jinki contuvo un gemido ante la sensación y los destellos de gratificación – todos esos trajes, esos uniformes, esas pelucas – que las palabras de Jonghyun habían causado. Imágenes del pasado de los fetichismos de Jonghyun saliendo a la luz, haciendo su erección latir con vigor.
“Jonghyun…” Jinki empujó su encerrada erección hacia arriba, intentando sentir esa presión de nuevo.
“Shhh” Jonghyun dejaba besos por todo el pecho de Jinki; el repentino rozamiento de su pendiente largo estimulando su pezón, poniéndolo mucho más duro. Agarró fuertemente la cintura de Jonghyun, sus manos bajando, agarrando todo a su paso.
Su agarre se hizo más fuerte cuando sintió el aliento de Jonghyun contra sus abdominales, el cuál pronto fue remplazado por una caliente humedad mientras delineaba los músculos definidos.
Jonghyun se sentó derecho cuando llegó a los pantalones de Jinki, los desató y con un poco de ayuda de Jinki los bajo junto con sus bóxers. Se deshizo de sus prendas también, aquellos pantalones ajustados de cuero con una camisa de malla y una chaqueta de cuero a juego.
Sin mucha dificultado siguió con su trabajo en Jinki. Lamió su longitud, haciendo que Jinki cerrara sus piernas alrededor de Jonghyun, atrapándolo.
Rió entre dientes y lo tomó por completo, chupando lentamente la cabeza, presionando ocasionalmente su lengua contra su vena prominente.
“Deja de molestar” dijo Jinki cuando Jonghyun retrocedió por segunda vez, estaba cerca, tan cerca.
“¿No es eso lo que los chicos malos hacen, Jinki?” la sofocante voz de Jonghyun lo abrazaba como terciopelo contra su piel caliente.
Jinki lo jaló para darle un beso, sus emociones, sus frustraciones todas transmitiéndose por ese único beso.
Jonghyun se separó sin aire, “Bien, bien niño grande obtendrás lo que quieres, lo que necesitas” lo empujó nuevamente sobre las sábanas mientras se montaba sobre él apropiadamente. Centímetro a tortuoso centímetro bajando lentamente sobre Jinki, envolviéndolo en el apretado calor húmedo, haciéndolo temblar, mientras susurros incoherentes caían de sus labios en forma de súplica. Jonghyun se empezó a mover, lentamente al principio, disfrutando molestar a Jinki, viéndolo tan excitado, pero luego incrementó la velocidad cuando se sentía tan cerca al orgasmo.
Por un momento el rápido de pieles chocando llenó el aire el cual interrumpido por un fuerte gemido cuando Jinki se vino, su agarre alrededor de la cintura de Jonghyun dejando moretones. Jonghyun lo siguió montando a través de su orgasmo y perdió su débil agarre cuando Jinki empujó más fuerte, presionando contra su manojo de nervios. Jonghyun se mantuvo en esa posición mientras bajaba de su nube de placer.
Se apoyaron entre ellos, inhalando sus propios musks (*) especiales, mientras dejaban las últimas pocas crestas de placer desvanecerse.
“Te amo” susurró Jinki suavemente mientras jugaba finalmente con esas suaves hebras, sus dedos ocasionalmente rozando con ese largo pendiente, su mirada cayó sobre las prendas tiradas sobre el piso, las ropas de Jonghyun, sintió su corazón hincharse de amor. Las cosas que este hombre haría y podría hacer por él.
“¿Quién no lo haría?” murmuró Jonghyun contra el pecho de Jinki mientras se hundía en una cálida dicha.