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HaNeul (HunHan) por Kirashira

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Notas del capitulo:

Hello Hello Babys… Volví como prometí con el segundo capítulo esta semana.

 MODO COTILLA ON

Red Velvet ¿Lo habéis visto? El nuevo grupo de chicas de SM, aunque para mi son las Power Rangers de SM porque no puedo diferenciarlas aunque lo intente si no es por el pelo de colorines, supongo que necesito más tiempo. Todos en mi Twitter comenzaron a shippear a Wendy con Kai XD pero a la chica le gusta Luhan según una entrevista jajajja pobre Kai, es porque es un negro demasiado sensual.

 

 

 

Bueno cotilleos aparte sigamos con HaNeul….

Luhan…. Luhan… aquel nombre pensaba destrozarlo y fundirlo en el abismo mas grande que pueda existir.

Hacía tres semanas que había llegado en ese estercolero de colegio y todo había salido como me lo imaginaba, cuando se dieron cuenta que proveníamos de familias con dinero comenzaron a consentirnos y hacer todo lo que pidiéramos. Mi mejor amigo Kai ya se había acostado con tantas chicas del instituto y del barrio que comenzaba a aburrirse de lo fácil que resultaba conseguirlas, las hipócritas caían como moscas ante regalos caros e incluso las supuestas vírgenes abrían las piernas en menos de veinticuatro horas, mientras que la dichosa pija llamada Jiyeon no hacía mas que seguir insistiendo en ponernos en el mismo estatus social, cuando  su estatus ni siquiera alcanzaba a las uñas de la perrita mimi que mama  consentía en la casa de campo.

Todo era perfecto menos el dichoso maldito Luhan de las narices. La gente del instituto seguían mimándolo y consistiéndolo más que a mí ¿Cómo podía ser eso posible?, cuando deseaba que alguien me hiciera caso y estaba hablando con Luhan simplemente me ignoraba hasta que terminaba y venían a mi como perritos obedientes moviendo la cola, no podía comprender como aquel mugroso fuera atendido más que yo, ni lo podía comprender ni lo podía consentir.

-          Sehun, Baek y Kai. Os toca limpiar la clase al terminar- dijo el profesor antes de irse.

Me giré a mirar la puerta donde había desaparecido, si aquel vejestorio se pensaba que tocaría algo de aquel lugar sería mejor que se siente y espere hasta el final de los tiempos. Luhan estaba sentado al lado charlando con sus amigos animadamente con una sonrisa, comentando lo que acababan de explicar en la pizarra. Me había dado cuenta que siempre que terminaba la clase se acercaban a el para pedirle sus apuntes o comentar las cosas que dijo el profesor, mientras el los escuchaba recogía sus cosas para largarse de clase.

Se me ocurrió una idea que me pareció graciosa para provocar a aquel empollón de clase. Tiré la silla de atrás para hacerme hueco y levantarme, con las manos en el bolsillo me acerqué a Luhan con paso decidido mientras Baek me miraba intrigado. Al llegar frente a el ví a su amigo moreno de pelo corto girarse a mirarme igual de curioso.

-          ¿cuánto pides por limpiar tu la clase?- le pregunté.

Luhan que estaba hablando con una sonrisa a su amiga se quedó congelado, la sonrisa que lucía se borró, lo vi girarse lentamente y levantar la mirada hacia mi arrugando el ceño. Tomó aire durante unos segundos antes de conseguir una sonrisa.

-          Lo siento pero no soy sirviente de nadie, así que puedes limpiar solito- respondió.

-          No me apetece, quiero que lo limpies tu, dime el precio no importa cuanto lo pagaré, todo el mundo tiene un precio-

Por más que insistiera con aquella carita de ángel sabía que todo el mundo caía ante el señor Don dinero y él tenía para dar y regalar. Algo dentro de el deseaba que aquel chico se doblegara ante su poder como el resto, era el único que faltaba para convertir a ese instituto en su parque de atracciones.

Luhan lo miró con asco antes de girarse hacia su pupitre, sacó de su estuche un bolígrafo y escribió algo en un papel antes de doblarlo sobre si mismo hasta que tuviera un tamaño minúsculo y lo extendió ante mi.

-          Este es mi precio, no estoy seguro que para ti será fácil conseguirlo- respondió agarrando su estuche y metiéndoselo en la mochila.

Sonreía de satisfacción, entonces no era distinto a todos los de aquel lugar, algo mas cabeza dura que los demás pero no distinto si tenía un precio. Agarré el papel para desdoblarlo, no me importaba la cantidad estaba seguro que podía pagarlo, pero al ver lo escrito la rabia me invadió, levanté la mirada hacia el chico antes de arrugar el papel con un puño.

“Mi precio es tu inteligencia”

Esa mugre intentaba burlarse de mi pero no sabía con quien se estaba metiendo, le haría tragar sus palabras y su arrogancia como diese lugar.

-          ¿Te estás burlando de mi?- le pregunté lanzándole el papel a la cara.

Se levantó para encararme de frente, a escasos centímetros de mi cuerpo, era más bajo y con cuerpo delicado pero debería admitir que tenía el coraje suficiente para enfrentarse a mí, aunque lo fuera a lamentar en el futuro.

-          Luhan tranquilízate, no vale la pena- soltó la chica que estaba a su lado levantándose y agarrándole de la mano para alejarlo de mi- solo conseguirás que te pongan una queja y llamen a tus padres-

La chica comenzó a arrastrarlo de nuevo a su asiento mientras Luhan no separaba su vista de mi, destellaba furia, rabia y enojo… y en el fondo me gustaba ver esa expresión.

-          Te aconsejaría que no ensucies el suelo pero…- dijo con una sonrisa mientras agarraba su mochila tras la silla- aaahhh… es cierto-me miró triunfante- te toca limpiar de todas formas así que puedes ensuciar lo que te de la real gana. Te deseo suerte con la limpieza-.

-          Luhan, vámonos antes que causes algún problema- insistió la chica también agarrando su mochila – Kyungsoo dile algo-.

Miré al chico que llamaba Kyungsoo y me miraba con el semblante firme desde la silla al lado del pupitre de Luhan, no parecía que alguna vez en su vida hubiera sonreído. Cuando nuestras miradas se cruzaron el simplemente chasqueó los dientes molesto antes de levantarse también con su mochila en los hombros.

-          Déjalo, si quiere buscar problemas que lo haga- respondió su amigo caminando hacia la puerta sondeando la cantidad de pupitres que había en su camino, dejando a Luhan y la chica tras ellos.

-          Pe-pe… pero Kyung- se preocupó la chica sin dejar a Luhan.

Estaban charlando en mi cara ignorando mi existencia y empecé a cabrearme. Avancé rápidamente hacia Luhan que seguía mirándome vacilante y le agarré del pecho de la camisa antes de que se lo llevaran.

-          No sabes con quien te estas metiendo, yo que tú escogería un precio y bajaría la cabeza o podrías arrepentirte de por vida-.

Y no mentía, ahora estaba dispuesto a arruinarle la vida a él, a su familia y amigos para que volviera arrastrándose a suplicarme perdón por su impertinencia.

-          Pediste un precio y te lo di- respondió sin inmutarse- quizás otros se compren con dinero pero a mi se me compra con la inteligencia, pero como veo que careces de ello, no tienes nada que pueda interesarme- se rio.

Levanté la mano para arrearle un puñetazo inconsciente a su cara angelical pero en un segundo un chico alto y rubio había bloqueado mi golpe con la palma de su mano. No me dolió pero la sorpresa me hizo retroceder dos pasos hacia atrás.

Kai y Baek se levantaron para ponerse a mi lado mientras analizaba a aquella persona que me había interrumpido de darle una lección a ese pobretón llamado Luhan.

-          ¿Qué está pasando aquí?- preguntó el rubio.

-          Ammm… Tao ¿Ya terminaste?- respondió el susodicho Luhan con una sonrisa como si nada hubiera pasado hace un segundo.

-          Si, el profesor quería que llevara algunos libros a la biblioteca, siento la tardanza- respondió el otro sin moverse entre Luhan y yo.

Luhan sonrió de nuevo antes de darle unas palmaditas en el hombro al chico y comenzar a caminar hasta la puerta donde lo esperaba su otro amigo, y la chica fue tras el.

-          Entonces vamos al club ¿sabes que hoy trabaja Kris?- dijo Luhan.

-          ¡¡¡TU IMBÉCIL!!- grite- No me ignores-.

-          ¡¡¿ENSERIO?!!- grito el rubio alto.

En un segundo su actitud amenazante había cambiado radicalmente, lucía una sonrisa amplia y miraba a Luhan como si el fuera su héroe, mientras corría a su mesa con movimientos ligeros sin dejar de tararear.

-          Me las vas a pagar-

-          Si… si… lo que tu digas, pero no te olvides limpiar bien y sacar la basura… Ahhh por cierto, perdiste tanto tiempo intentando convencerme que el resto de personas ya se largaron así que ¿A quién vas a comprar esta vez?-

 

Allí estaba de nuevo, aquella sonrisa hipócrita dibujada en aquel rostro casi perfecto parado justo en el marco de la puerta. Cada célula de mi piel comenzaba a gritarme, cada neurona comenzaba a calentarse y mi mente lo tenía más claro que nunca.

“Te arruinaré la vida Luhan, te lo prometo” grité por dentro.

-          Nos vemos en la entrada Tao, vámonos Tae- respondió Luhan.

-          Vale no tardaré-

Salió de la clase cerrando la puerta con suavidad y dejando atrás a su amigo. El rubio franqueó las mesas para agarrar sus cosas rápido metiéndolas en la mochila y avanzó hacia la puerta, pero de repente se detuvo dando media vuelta.

-          Te daré un consejo-

De nuevo la cara del rubio era seria.

-          No necesito consejo de muertos de hambre-

Me di media vuelta para agarrar mis cosas, no pensaba limpiar aquel lugar, si el profesor tenía alguna queja que lo hablara al día siguiente.

-          No te metas con Luhan, podrías lamentarlo-.

-          Mira como tiemblo por el cerebrito de clase- respondí cogiendo mi mochila y pasando al lado del rubio – Es tu amigo el que se ha metido con el chico equivocado, recuérdaselo-.

-          Bueno, ya te lo advertí- respondió el chico.

Pasé de largo y salí de aquella clase, sabía que Kai y Baek iban tras de mi pero estaba tan sumido en mis pensamientos que no les presté la más mínima atención. Luhan había conseguido lo que nadie había conseguido en mucho tiempo, retarme y humillarme por eso sentía el placer recorriendo mis venas de verlo hundido y suplicando que me olvide del momento en el que insultó a mi inteligencia.

 

***

Luhan

 

Aquel niño mimado de Papa me había tratado como si fuera un vendido. Durante el tiempo que llevaban en el instituto los había visto siempre escaparse de las tareas de la clase con dinero o simplemente la cara guapa del amigo de Sehun, con su sonrisa las chicas se ofrecían voluntarias a limpiar las clases por ellos si fuera necesario toda su vida.

Sentía coraje y furia por dentro a punto de estallar en mil pedazos pero no quería mostrarlo, Taeyeon ya parecía demasiado preocupada.

-          ¿Qué se ha creído el energúmeno ese?- rechistaba Taeyeon- Porque tenga dinero no quiere decir que a todo el mundo se le puede comprar, hiciste muy bien en ponerle eso en el papel así escarmienta-

-          Si te pareció bien ¿Por qué los intentabas separar?- comentó Kyungsoo al que acabamos de encontrar.

-          Porque sería un desperdicio que dos chicos guapos se hiriesen en la cara- se defendió.

-          ¿Soy un chico guapo?- pregunté para molestarla.

Me miró con cara de asco antes de ladear la cabeza haciendo que su larga melena se ondeara al lado contrario como una cortina golpeada por el viento, para mirar a otro lado y con la vista en alto me adelantó.

-          Tienes cara de bebe, y todos los bebes son guapos- soltó mientras caminaba de frente meneando las caderas.

De nuevo me llamaba bebe, ya comenzaba a hartarme que todo el mundo me comparase con un maldito bebe o con una chica, cuando no tenía pinta de ninguno de ellos. En el fondo quería ser como mi papa, tenía la esperanza que cuando creciera tendría su aspecto, en cualquier lugar que el entraba reinaba el silencio, podía acallar una reunión de mafiosos con su sola presencia, frente a otros no sonreía ni hacía broma mientras que en casa parecía un crio de dos años compitiendo conmigo a los videojuegos y a las peleas cuando mama siempre nos regañaba para que dejáramos de hacer el idiota.

Si hubiera sido como mi Padre aquel niño rico no hubiera pensado que soy un vendido como el resto de la clase, no me hubiera humillado con el maldito dinero de sus padres y yo no tendría estas terribles ganas de arrancarle la garganta porque yo jamás he tenido carencia de dinero.

-          ¡¡CHICOS!!- escuchamos a Tao gritar por el pasillo viniendo hacia nosotros sacándome de mi ensimismamiento.

-          Que rápido de cambias cuando se trata de Kris- le soltó Kyungsoo mirándolo serio de arriba abajo.

-          JA JA JA que gracioso esta Kyung ¿Ahora te volviste cómico?- respondió con sarcasmo Tao arrugando la nariz.

No comprendía como dos personas pudieran llevarse mal y al mismo tiempo fueran tan buenos amigos como Tao y Kyung. Los había visto discutir y a los cinco minutos estaban preguntándose el uno al otro como se hacían unos problemas de matemáticas que mandó el profesor.

Salimos del edificio del instituto y nos despedimos de Kyung y de Tae en el murro que rodeaba el instituto por que se dirigían en la misma dirección mientras que nosotros cogíamos la dirección contraria. Tao no dejaba de hablar de Kris, el empleado de nuestro club, era el chico de compañía más solicitado y desde que Tao lo vio un día de las vacaciones que fue a visitarme mientras trabajaba, no había dejado de ir al club con cualquier excusa siempre que coincidía con el horario de Kris, pero Kris no le hacía el menor caso incluso podía jurar que no sabe sobre la existencia de Tao.

Caminamos durante media hora hasta llegar en la avenida grande en la que se encontraban los locales de fiesta, a esas horas de la tarde estaba casi vacío, solo los empresarios que preparaban sus bares, restaurantes, discotecas o locales para la noche son los que circulaban por el lugar junto con los empleados que iban y venían hablando entre ellos.

-          Hola Luhan ¿Ya comenzaste las clases?- me preguntó el dueño de “Haru Haru” un local de alterne cerca del club de mama.

-          Si señor Wang, ya no me verá mas seguido por aquí- respondí con una sonrisa.

-          Es una pena, ya te había echado el ojo para trabajar en mi local- bromeó el señor Wang.

-          Si consigues convencer a mi madre me lo pienso- me reí.

El señor Wang era un señor mayor, pero con cuerpo musculoso, vestía elegante con un traje, siempre fumaba puros y escondía sus ojos tras unas gafas de sol no importase si fuera de día o de noche. La primera impresión que causaba era de miedo, pero cuando lo conocías solo veías que era un padre de familia normal y corriente estancado en la era de Alcapone.

Arrugó la nariz cuando mencioné a mi madre, soltando una risa nerviosa mientras agarraba con dos dedos el puro que tenía en la boca antes de responder.

-          Ni se te ocurra comentárselo a CL, todavía tengo bocas que alimentar- se rio a carcajada mientras levantaba la reja que cerraba el local- nos vemos pronto Luhan-.

Me despedí de el con una reverencia al igual que Tao y seguimos caminando, los conocidos me saludaban y los respondía el saludo sin detenerme hasta que llegamos frente al club de mama, con el cartel de dos dragones alados enormes rodeando un niño enrollado en si mismo como una bola, bajo la imagen con luces de neón había escrito SkyDragons el nombre del club. Mi madre era demasiado supersticiosa y desde pequeño siempre había rezado a los Dragones cuando algo le pasaba de allí la imagen del club y el nombre.

Tomé aire para cargarme de energías y me metí.

Nos encontramos en la recepción del SkyDragon medio vacío. Quise girarme a hablar con Tao para comentarle la verdad del porqué le había traído cuando sentí una presión en mi cuello, ví unos brazos enormes rodearme el cuello y apretar con rudeza.

-          ¡¡PAPAAAAAAAAAA!!!- grité mientras intentaba librarme de el moviéndonos de un lado a otro.

-          Tienes que estar más atento hijo- se rio sin soltarme.

En seguida vi a mi madre hablando cerca al escenario con dos de las bailarinas, parecía estar dándolas indicaciones por la libreta que tenía en la mano y el boli en el que apuntaba cosas tras hablar con ellas, antes que mi padre me dejara sin consciencia jugué el as bajo la manga que nunca fallaba.

-          ¡¡¡MAMAAAAAAAA!!! PAPA ESTÁ ESPANTANDO A LA CLIENTELA CON SU BRUTALIDAD- grité.

-          Tu enano mentiro…- intentó gritarme mi papa.

-          ¡¡CHOI SEUNG HYUN!!- se escuchó gritar a mi madre antes de girarse hacia nosotros y apuntar a mi padre con el bolígrafo que tenía en la mano- Si pierdo uno solo de mis clientes por tus jueguecitos te vas buscando un hotel en el que dormir las próximas dos semanas-.

Sonreí triunfante cuando veía como mi padre me iba soltando lentamente para luego sacudirme la camisa como si intentara limpiármelo pero me golpeaba disimuladamente.

-          Bien jugado tramposo- respondió dijo en bajo.

-          En el amor y la guerra papa…- le sonreí.

-          Todo vale hijo… todo vale- se rio el removiéndome el pelo – Hola Tao ¿Cómo te están yendo las clases?

Mi padre le extendió la mano a mi amigo y este le devolvió el saludo encantado con una reverencia.

-          Buenos tardes señor. Muy bien, hoy su hijo casi se pelea, ha sido bastante divertido- se rio el traidor de mi amigo.

Mi padre se giró lentamente con una sonrisa de oreja a oreja, podía ver la felicidad escrita en su frente cuando se acercó y me puso ambas manos en los hombros en silencio apretando los labios para contener la risa.

-          Te estás haciendo todo un hombre hijo, veo que mis clases de karate y judo tuvieron sus frutos- soltó dándome un abrazo.

-          Suéltame papa, no soy un bruto como tu. Yo solo iba a defenderme de un crio mimado de clase-.

Era cierto no le mentía, no pensaba pelearme con Sehun, solo defenderme si se le ocurría tocarme, por suerte llegó Tao antes que las cosas fueran a mas.

-          Lo importante es que buscaste bronca, ya pensaba que eras una nenaza- se rio.

No pude evitarlo y le encesté una patada baja en la tripa que hizo que mi padre se encorvase en si mismo aferrándose a su tripa de dolor y fuera descendiendo poco a poco hasta llegar en el suelo.

-          ¡¡LUHAAAAANNN!!!- escuché gritar a mi madre mientras se acercaba a nosotros.

-          Ha comenzado el Mama, me ha llamado nenaza- me defendí.

Mi madre llegó a mi altura y se paró frente a mí con la cadera tirada a un lado y cruzando los brazos. Estaba taconeando nerviosamente con uno de los pies mientras me miraba.

Su silencio mataba.

-          Pero ma…-

Arrugó el ceño.

-          Me ha provo…-

Frunció los labios.

Vale, mi madre lo decía todo sin necesidad de palabras, me agaché hasta la altura de mi padre para tenderle la mano y que se levantara, mientras el se quejaba de dolor. Le apoyé en mi hombro para equilibrar el peso de su cuerpo y conseguimos ponernos de pie.

-          En el amor y la guerra hijo…- le escuché susurrar sin que nadie mas que yo lo escuchara.

“¡¡SERÁ VENGATIVO EL MALDITO!!” gritó mi mente mientras mis ojos se agrandaban.

Miré a mi padre y todavía seguía curvado como si de verdad le doliera mi patada cuando parecía ser que no.

-          Vosotros dos, dejar de hacer el idiota en mi club, y tu- dijo mi madre señalando a mi padre- deja de fingir que la patada de Luhan te ha hecho daño y lárgate a trabajar que me espantas a la clientela-.

-          Pero cari…-

-          ¡¡LÁRGO!!- gritó mi mama.

-          A sus órdenes señora- sonrió mi papa.

Se puso recto como si nada hubiera pasado arreglándose la chaqueta,  sacó sus gafas de sol que tenía en el bolsillo colgadas, se las puso con estilo como el solía decir y de repente el aspecto, cálido y gentil de mi padre cambió a jefe de la mafia, daba miedo. Se acercó a mama y la besó en los labios como si fueran enamorados del colegio, Tao y yo nos giramos a mirar al techo disimuladamente, yo tenía las mejillas rojas porque todavía no me acostumbraba a las muestras de cariño de mis papas, me ponía feliz pero al mismo tiempo me daba envidia, jamás había conseguido a alguien con el que sentirme como se sentían mis padres.

-          Hasta la noche cariño- dijo separándose antes de darle otro beso corto en los labios.

-          Hasta la noche amor- respondió mi madre sonriendo.

-          No le hagas trabajar tanto- se rio al darse la vuelta- nos vemos en la noche hijo- dijo dándome un beso rápido en la frente- nos vemos Tao, intenta que mi hijo se meta en mas broncas ¿vale?-.

-          Lo intentaré señor- mintió mi amigo.

Papa se alejó de nosotros hasta donde estaban sus “socios” aunque no tenían pinta de ellos, nunca quise preguntar en qué trabajaba mi padre ni me interesaba lo que opinaran de el. Era el mejor padre del mundo y todos mis amigos opinaban igual de el después de conocerlo mas de cerca.

-          Bueno hijo… Tao ¿listos para trabajar?- sonrió mi mama sacándome de mi ensimismamiento.

-          ¿Trabajar?- preguntó Tao.

-          Aaahhh… se me olvidó decirte que necesitan mano de obra para esta noche, habrá fiesta de dos empresas y una despedida así que mi mama no da abasto, por eso te traje- solté a Tao mientras pasaba de largo para los camerinos.

-          ¡¡¿QUE QUEEEEEEEEE?!!- gritó mi amigo.

-          No te preocupes Tao, ya sabes cómo va- soltó mi madre pasando sus manos alrededor del hombro de mi mejor amigo mientras lo arrastraba hacia dentro con toda la confianza del mundo – sirves copas, sonríes, recomiendas lo mas caro de la casa y nos avisas si algún cliente intenta propasarse con nuestras chicas o chicos sin su consentimiento…-

Por dentro me estaba riendo de lo lindo, estaba seguro que Tao desearía matarme, pero en cuanto pasara unas horas trabajando junto a Kris estaba seguro que en lugar de matarme a puños me mataba a besos. Kris lo dejaba algo atontado sin siguiera dirigirle la palabra, tenía miedo que el día que al chico número uno del club se le ocurriese decir hola a mi mejor amigo, este se desmayaría o aún peor, abandonara el mundo de los vivos.

 

Sehun

 

Estábamos aparcados frente a aquel club tan llamativo con luces de neon que formaban las letras SkyDragons bajo una imagen algo rara y esclofriante. Acababa de terminarme el bubble tea que nos compramos de camino y lo había echado por la ventana del conductor en el que estaba sentado. Quería irme a casa pero a Kai se le ocurrió la idea de seguirlos y ver a donde iban. La pija me había dicho que los padres de Luhan tenían un club de mala vida, estaba seguro que aquel chico podría hacer cosas comprometidas en el lugar y si teníamos suerte podíamos hacerle algunas fotos para colgarlas en el tablón de anuncios del instituto.

Sonreía al pensar en la cara de aquel insolente en estado de shock viendo su foto con alguna chica o chico quien sabe, cuanto más vergonzoso mucho mejor.

-          Que cutre la verdad- soltó Baek mientras se metía en la boca las tortitas de arroz que compramos de camino- Tener una cara tan bonita para ser usada en ese antro, estoy seguro que trabajará aquí también-.

-          Yo también lo creo, cuando un chico tiene la cara así de bonita es porque se lo cuida para algo, quien sabe puede que haga servicios a otros- respondió Kai con una sonrisa.

-          Cierto ¿Y si entramos y compramos sus servicios? Creo que eso sí sería humillante, un empleado no puede negar a su cliente si este va a pagar una suma de dinero excesiva por ello-.

Pensé en ello ¿Qué mejor humillación podía haber que verlo entre sus piernas en una foto? La idea recorrió mi cuerpo como adrenalina, pero no podía ser así de fácil.

-          Sus padres son los dueños, creo que al el lo dejarían negar a un cliente- respondió Kai bufando.

“Mierda” era cierto.

 

-          ¿Y si contratamos a alguien?- respondió Baek sonriendo.

-          Bue… eso podría funcionar-

Por alguna extraña razón me sentí decepcionado, la idea de tener a aquella cara bonita de rodillas frente a mí me había excitado pese a que era chico, su rostro confundía pero el efecto era el mismo... excitación.

-          ¿A quién podríamos contratar?- pregunté a Baek que estaba sentado tras el coche.

Kai estaba sentado a mi lado mientras miraba su móvil.

-          A quien nos diese la gana- respondió mi primo- solo escoge si chico o chica.

-          Un chico- respondimos al unísono Kai y yo, mirándonos con una sonrisa de complicidad.

Una chica es un triunfo pero un chico es humillante y ese era su propósito. Humillación total para que aprendiera la lección.

-          De acuerdo, llama a quien tengas en la cabeza para que haga el trabajo, vámonos de aquí que me pone enfermo- les dije.

Era cierto, aquella calle estaba plagada de gente de barrios bajos, las chicas caminaban con faldas cortas casi luciendo el trasero y tops que dejaban sus ombligos al aire, pese a ser temprano y el sol azotase todavía con fuerza llevaban tal cantidad de maquillaje que el payaso del Macdonalds quedaría como Miss belleza natural a su lado.

Arranqué el coche para dar marcha atrás y salir de la avenida cuando un golpe seco nos dejó en estado de shock, frené de golpe antes de mirar a Kai con los ojos agrandados, el también se había asustado, mis manos comenzaron a temblar sobre el volante mientras me giraba mecánicamente para mirar por el retrovisor lo que había ocurrido.

Dos hombres enchaquetados  de negro estaban tras mi coche agachándose mientras que la gente que pasaba se había quedado parada tapándose la boca mirando hacia el suelo donde estaría la persona a la que acababa de atropellar.

 

¡¡TOP TOP!!- gritaban - ¡¡JEFE ABRA LOS OJOS!!! ¡¡JEFE!!. 

Notas finales:

O.O Sehun atropelló al papaíto de Luhan… ¿Seguirá vivo?¿Me lo cargaré para darle emoción al fanfic?¿Si?¿No? XD bueno, pase lo que pase lo sabremos en el siguiente capítulo el próximo Jueves. Este capítulo ha sido algo mas animado que el primero ¿A que si?.

 

Gracias por los reviews, me hizo feliz como una perdiz leerlo jejejjejeje pensé que pasarían de ello y como prometí respondí.

 

Nos veremos en el siguiente capítulo (Jueves): Furia. 


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