Cap.33 Adiós al paraíso se acerca la tormenta (Parte 2)
Me puse nervioso ante lo que me dijo aquella mujer, ¿Por qué me dijo eso?, que es lo que tiene pensado hacer, tal vez debo de tener cuidado con ella o las cosas se pueden poner muy mal.
(Día 1)
Anoche tuve un pequeño enfrentamiento con Catalina, opte por no tomarle importancia, solo decidí dejarlo pasar, es de mañana y baje a desayunar como era costumbre, Usagi-san se levanta muy temprano para salir a correr, así que me quedo solo en la habitación, mis desayuno consta de fruta, unos panqueques, jugo y leche, aun así se me hace poco, pero no quiero subir más de peso del que ya subí por él bebe.
- ¡Buenos días! – Escucho esa voz femenina, la cual hace que se me revuelva el estomago
- Buenos días – Respondo
- Pensé que Akihiko ya estaría aquí
- Si buscas a Usagi-san está corriendo en estos momentos – Respondo
- Lo se… de hecho vengo de correr con él, pero hace mucho que el entro a su habitación pensé que ya estaría aquí
- Por lo visto eres muy buena amiga de MI esposo
- Soy más que eso – Responde – Ter explicaría pero me da mucha flojera siento que no lo entenderías – La manera en cómo lo dice me molesta, dejo los cubiertos hicieron un ruido con ellos sobre la mesa – Me retiro se me fue el hambre – Catalina sonríe
- Creo que Akihiko y yo desayunaremos solos, mejor así podré disfrutar mi desayuno
Su comentario es aún más molesto, para evitar pelearme termino de salir del comedor, subo las escaleras para poder entrar a mi cuarto y tomar mis cosas para salir, no quiero estar en esta casa mientras esa mujer este aquí.
- Buenos días – Dice Usagi-san saliendo del baño, trae una toalla enredada en su cadera, dejando ver su pecho
- Buenos días – Saludo – Tardaste mucho en regresar
- Los siento pero es que Catalina y yo estábamos haciendo carreras y se me fue el tiempo
- Qué bueno que te diviertas con tu amiga –Digo
- Por qué usas ese tono de voz, pareces estar celoso
- ¿Celoso yo? Debes de estar imaginando – Jamás me pondría celoso de alguien como ella
- Me encanta cuando intentas negarlo – Se acerca a mi dándome n casto beso – ¿Piensas salir hoy?
- Si… iré a casa de mi madre, como nadie está ahí debe de estar muy mal su jardín así que iré a ver como esta las rosas que ella cuidaba
- Misaki… no creo que sea prudente que vayas, aún esta reciente lo de su muerte y…
- Usagi-san no voy a evitar ir a esa casa en donde viví por muchos años solo por qué mi madre ya no está, sé que aún está reciente lo de su muerte pero… debo de afrontar esto – Usagi-san suspira pero termina aceptando
- Está bien pero le pediré a Eliot que te lleve
- No es necesario pero está bien… sé que contigo no puedo negarme
- Me alegra de que sepas eso
- Bueno será mejor que bajes a desayunar con tu amiga, debe de estar furiosa por que no has bajado aun
- Bajare solo por qué tú me lo dices no por qué ella está abajo
- Como tú digas
Salgo de la habitación, y de la casa también busco a Eliot para que me lleve y lo hace, al llegar a la casa de mi madre lo primero que hago es ir al jardín y esta tal y como imagine, muchas rosas se marchitaron, tan hermosas que se veían cuando ellas las cuidaba y ahora están casi muertas, el recuerdo de mi madre sonriendo mientras cuidaba sus amadas rosas se hace presente y unas cuantas lágrimas salen, aunque intente hacerme el fuerte sé que no lo soy.
“Te extraño demasiado”
(Día dos)
Otro día más que llega, supe que Robert había regresado a Japón, por una llamada que le hizo a Usagi-san, tal parece que su padre ahora un restaurante aquí así que vino, sabía bien que no desaprovecharía la oportunidad de ir a ver a mi hermano.
Tengo pensado pedirle que nos veamos pero lo más seguro sea que no pueda, y menos si quiere estar con Ritsu. Estoy completamente aburrido, no tengo absolutamente nada que hacer, ayer fui a casa de mi madre y de paso contrate a alguien ara que se hiciera cargo de la casa, estoy recostado en el jardín de la casa, hace demasiado calor y el aire que pasa por este lugar es muy fresco.
Estoy cansado de mirar al cielo, cierro mis ojos y comienzo a escuchar una sonata de piano, no me gusta mucho la música clásica pero esta canción me hace recordar a mi madre, cuando me cuidaba de que me enfermaba, su hermosa sonrisa, su voz, el recuerdo de cuando me fui de casa, cuando nos volvimos a encontrar, tantos recuerdos, que sin darme cuenta lloro nuevamente, la sonata se deja de escuchar, me da curiosidad por saber quién era la persona que estaba tocando, con bastante esfuerzo me levanto, camino los pocos metro que hay para la casa y entro, sigo caminando para entrar a la sala de estar en donde está el piano, al llegar no me agrada mucho lo que veo.
Esa mujer está sentada en las piernas de Usagi-san y eso me molesta, “Cómo se atreve hacer eso, él está casado y esa es una falta de respeto, Usagi-san por que no la quitas, por qué dejas que este en tu piernas, Usagi-san es solo mío solamente mío”
Entro a la sala de estar en donde parecen estar muy divertidos, ríen mucho inclusive o se da cuenta de que estoy dentro, tomo asiento en unos de los sofás y carraspeo un poco la garganta ganándome la atención de ambos.
- Misaki pensé que estabas durmiendo
- Lo estaba pero con la música no pude dormir – Digo
- O la escuchaste – Dice Catalina
- Si así es
- ¿Dime que te pareció? – Pregunta Usagi-san
- Akihiko… lo más seguro es que no sepa de música clásica – Responde Catalina – Estoy segura de que ni siquiera sabe que es
- Se equivoca señorita – Mi voz suena molesta y por obvias razones – aunque no soy muy conocedor de la música, se cuándo una sonata es buena y déjeme decirle que la suya no es muy buena que digamos
- Misaki… - Dice Usagi-san
- Lo siento Usagi-san pero soy muy honesto, no puedo decir que fue una buena pieza pero tampoco puedo decir que es mala y si me disculpan me iré a descansar
Salgo de la sala de estar y subo a mi cuarto, azoto la puerta en forma de enojo, pienso en tirarme sobre la cama pero recuerdo que no puedo, así que solo me siento, al poco tiempo entra Usagi-san y lo único que hago es mirar a otro lado
- Misaki ¿Qué fue eso?
- Nada solo la verdad
- Misaki fuiste muy grosero con Catalina – Usagi-san suena molesto aunque debería de ser todo lo contrario
- Si lo que dije fue grosero entonces que me dices de ella, ella fue la que empezó yo solo dije la verdad
- Misaki ella solo estaba jugando, no lo dijo enserio
- Pues pareció todo lo contrario, Usagi-san hay algo en ella que no me gusta, está claro que yo no le agrado en lo absoluto, pero eso no significa que me falte al respeto en mi propia casa
- Misaki ya te dije que ella solo estaba jugando
- Si fue un juego como dices entonces que me pida una disculpa
- Misaki estas exagerando
- No lo estoy lo único que pido es una disculpa por este mal momento, es lo único que pido
- Muy bien le diré que te pida una disculpa
- Gracias…
Usagi-san se acerca y me da un beso en la frente, me pone feliz que le diga a esa mujer que se disculpe conmigo, de alguna manera me siento contento así que solo debo de esperar a que llegue la noche para recibir una disculpa por parte de ella.
Espero a que llegue la noche y bajo a cenar como cada día, al entrar Catalina está sentada un lado de Usagi-san, platicando como si nada, al verme su sonrisa pasa a ser una fina línea en sus labios, se nota a simple vista, pero no me importa.
- Misaki que bueno que bajaste
- Hola Usagi-san, Catalina
- Hola – Responde secamente, se levanta acercándose a mí y con mala cara – Misaki discúlpame por lo de esta tarde no pensé que lo tomaras muy personal, así que discúlpame – Una emoción crece en mi pecho y termino aceptando las disculpas
- Acepto tus disculpas
- Por qué no intentamos llevarnos mejor – Sorpresivamente Catalina me abraza pero susurra a mi oído evitando que Usagi-san escuche – No creas que haciendo que Akihiko me pida disculparme contigo significa que sales victorioso, cuida muy bien tus pasos Misaki que no dejare que lastimes a la persona más importante para mí, sé que algo ocultas.
Prov. Catalina (séptimo día)
Hace varios días tuve un pequeño confrontamiento con Misaki, definitivamente hay algo que no me gusta de él y no descansare al menos hasta que se el día de irme de este lugar, solo me queda un día aquí y lo pienso aprovechar al máximo, al igual que estos días, a pesar de que me disculpe con Misaki aproveche para pasar el mayor tiempo posible con Akihiko, literalmente le advertí que no lo dejara a su lado y pienso cumplirlo justamente hoy saldríamos a dar una vuelta por fortuna no vendría Misaki ya que al parecer se sentía muy cansado y era de esperarse si sus gritos se escuchaban hasta el cuarto de visitas, definitivamente Akihiko es todo un tigre en la cama, los gritos de Misaki me lo comprueban.
Vamos camino a vernos con unos amigos suyos, tal parece que hace mucho que no se ven, condujo hasta un restaurante bastante elegante, tanto que me tuvo que comprar un vestido para que pudiera entrar, aunque para ser franca me gustó mucho, es rojo, completamente entallado dejando ver mi figura, lo largo es arriba de las rodillas, tampoco quería verme como una prostituta la parte de la espalda era descubierta y deja mucho a la imaginación, me puse tacones, como sabe que me encanta los tacones, los detesto, pero solo me los puse por qué me lo pidió. Llegamos al restaurante bajamos en la entrada y uno de los chicos del parking se llevó el auto, al entrar nos recibieron como si fuéramos casados cosa que no era cierto pero Akihiko prefirió no decir nada, nos encaminaron hasta la mesa en donde ya nos estaban esperando
- Hiroki – Lo saluda Akihiko, el hombre que estaba sentado se levantó reprochando la manera en que lo llamo
- Te eh dicho que no eh llames de esa forma
- Y por qué eh de hacerlo nos conocemos desde que éramos niños
- Buenos días Usami-san – Lo saluda el otro hombre, una persona muy atractiva sus ojos son los que me llamaron mucho la atención
- Buenos días Nowaki - Ambos se saludan de manos, como grandes amigos – Bueno dejen presentarles a Catalina Salas, una muy buena amiga
- Mucho gusto – Saludo
- Pero que hermosa chica, es un placer me llamo Kamijou Hiroki – Me da la mano y la tomo gustosamente – Es un placer conocerte
- El placer es mío
- Soy Kusama Nowaki es un placer
- El placer es mío
- Que les parece si almorzamos
Todos nos sentamos, afortunadamente estamos en un área en donde solo estamos nosotros cuatro, los meseros se hacen presente trayendo las comida que fue ordenada por ellos, creo que la manera en que me vestí fue exagerada para un almuerzo, mientras ellos platicaban yo entretuve platicando con Nowaki, me platicaba constantemente de lo mucho que le gustaba ser médico, que como le gustaba los niños y lo que le encantaría poder adoptar uno, como quisiera tener un esposo como él. Pero para mí desgracias no crecen en los árboles.
La mañana pasa, llega la tarde finalmente salimos de ese restaurante después de estar seis horas era justo que regresáramos, estaba cansada de estos tacones, ahora recuerdo por que los odio. Al llegar a casa subí las escaleras para poder ir a mi habitación, antes de dar vuelta en uno de los pasillos escuche un grito el cual era de Misaki, me acerque sin hacer ruido para poder escuchar mejor.
- Misaki no debes alterarte – La voz de otra persona se escucha adentro, para mi fortuna esta semi abierta la puerta, me asomo sin hacer ruido, miro a la otra persona que está sentada a un lado frente al escritorio, no logro distinguirlo
- No me puedo estar tranquilo sabiendo que esa mujer esta con Usagi-san – “Oh genial está hablando de mi”
- Estas celoso
- Eres un idiota, pero bueno para que me llamaste, me sorprendió que lo hicieras
- ¿Cómo está mi hermano?
- Ritsu o Takano – Los nombres que dice me suenan y recuerdo la pareja que fue hace unos meses a Chile, pareciera que algo bueno saldrá de esta platica, saco mi celular u pongo la cámara para grabar la mayor parte de la conversación que pueda – Misaki ya debes de superar lo que paso entre ustedes
- No es tan fácil – Responde – Lo que paso entre Masamune y yo fue algo muy especial
- Eso es lo que tú piensas pero debes admitir que solo fue un momento de placer
- Te equivocas, fue especial por qué me entregue a él de todas las maneras – Inclusive estaba dispuesto a irme con el cuándo estábamos en la playa, no me importaba si Usagi-san nos veía, solo quería estar con Masamune
- No entiendo por qué te casaste con él… tu no amas a Usami-san o al menos eso demuestras
- No… no pensé que él me pediría matrimonio, si me case con el fue para tener una buena posición económica
- No te importo que Ritsu saliera lastimado
- No
- Y aun así cuando te comprometiste con Usami-san, seguías estando con Takano
- Si - Me mantengo impactada ante todo lo que estoy escuchando, sabía que algo no estaba bien
- Te has dado cuenta de que Takano no te ama a ti… el ama a tu hermano
- Eso…
Quería quedarme a escucha más pero una de las sirvientas, me interrumpió dejando la grabación a medias, eso no me importaba solo me importaba que tenía lo que estaba buscando para hacer que Akihiko se separe de este chico.
Prov. Misaki
En verdad me duele que Masamune no me ame, pero en algo tiene razón Robert yo ya no lo amo, poco a poco me enamore de Usagi-san, me fue ganando lentamente con sus detalles, sus cariños, sus atenciones, todo, absolutamente todo, tal vez sea tiempo de que deje a un lado este sentimiento hacían Masamune, por mí hijo, por él y por mí.
La plática se extendió, cuando Robert se fue me sentí con un peso menos en mí, de alguna manera me sirvió hablar de todo lo que sentía, tal vez ya no somos los mejores amigos, pero sé que aún tenemos una amistad.
Usagi-san llego algo tarde y como cada noche nos entregamos mutuamente, tengo pensado ir a ver a mi hermano en la mañana Robert me comento que no se había sentido bien, después de la muerte de nuestra madre él también se sumió en una fuerte depresión, a tal punto que Masamune tuvo que llamar a Robert para que viniese a verlo, eso demuestra que Masamune ama inmensamente a Ritsu y yo ya no me puedo meter entre ellos.
La mañana llego, el día era soleado y para mi hermosa suerte esa mujer el día de hoy se iría, sentía que ahora si la suerte me sonreía, Usagi-san me dijo que el llevaría a esa mujer al aeropuerto, prefiero perder mi tiempo en ir a ver a mi hermano. Lame a casa de Masamune para saber si estarían pero no estaban, me dijo el ama de llaves que salieron desde temprano, pero no me quiso decir a donde, en mi aburrimiento baje a la biblioteca de Usagi-san tome el primer libro que encontré y me puse a lerlo dejando que el tiempo avanzara sin darme cuenta.
Prov. Usami
- No sabes cómo me alegro que vinieras – Digo mientras la termino de abrazar
- Yo también me alegro de haber venido, fue muy divertido pasar estos días contigo a pesar de que tu esposo estaba de celoso
- Misaki sabe comprender
- Sabes Akihiko, no estoy segura de que conozcas bien a la persona con la que te casaste – Dice Catalina, su expresión cambia a una seria
- Por supuesto que la conozco bien
- ¿Estás seguro?
- Catalina estas exagerando, estoy de acuerdo que no te llevaras bien con él pero no es para que exageres de esa forma
- Akihiko, te amo y sabes que es la verdad, te amo como al hermano que no tuve, eres mi hermano a pesar de que no seamos de sangre y es por eso que no me gustaría que sufrieras
- Catalina…
- Toma – Dice colocando una memoia USB en mis manos, la miro extrañado
- “EL VUELO 777 CON DESTINO A SANTIAGO CHILE, FAVOR DE PASAR A LA PUERTA 8”
- Bien creo que es hora de irme
- Catalina ¿Qué es esto?
- Cuando llegues a casa revísalo y solo espero que no te duela tanto – Catalina se va dejándome solo, sigo mirando la memoria y comienzo a intrigarme ante lo que puede contener, lo único que me queda es revisarla
CONTINUARA……