- Misaki… sé que no es un bueno momento pero prefiero decírtelo antes del día de la cena – Usagi-san saca una cajita de terciopelo negro y la abre frente a mi dejando ver un anillo dentro – Por favor cásate conmigo
Me quedo callado ante lo que escucho no logro captar lo que Usagi-san me había pedido en estos momentos.
- Usagi-san dime que esto es una broma – Digo esperando a que en verdad lo sea
- No lo es
- Pero… yo…
- Misaki estoy enamorado de ti, desde el primer día en el que te vi en ese bar, quiero unir mi vida a la tuya y hacerte feliz
- Pero… y Ritsu
- Ritsu es un buen chico y sé que entenderá todo, el merece alguien mejor que yo
- • Yo no… puedo hacerle esto – Digo pensando en el dolor de mi hermano – Lo siento
- Por favor – Pide – No me respondas ahora, solo piénsalo – Usagi-san saca el anillo de la cajita y lo coloca en mi dedo anular izquierdo – Me gustaría escuchar tu respuesta el día de la cena
Siento que mi mano me pesa, y no sé qué responder, Usagi-san toma mi mano y deposita un beso en ella, después se va y me deja solo, me dejo car al piso y pego mi frente en mis rodillas, hoy me han pasado muchas cosas, las más fuertes mi madre y ahora la propuesta de Usagi-san, ahora piensa que tal vea no fue buena idea regresar a Japón.
Amanece y yo sigo en el hospital en espera de que estén los resultados de mi madre, son las 10 de la mañana y yo no eh dormido nada, Ritsu llega y detrás de él Usagi-san, Robert se había ido hacia unos minutos para descansar se había quedado toda la noche conmigo
- Misaki – Ritsu se acerca y me abraza – ¿Ya están los resultados?
- No aun no
- Espero que no tarden
- Onodera-san… Takahashi-san… - Miro hacía la persona que me nos llama y es el doctor – Por favor acompáñenme
Seguimos al doctor y nos hizo pasar a su consultorio, tomamos asiento frente a su escritorio sentía un sensación extraña algo me decía que no era bueno lo que nos diaria en ese momento
- ¿Qué es lo que tiene nuestra madre doctor? – Pregunto con miedo
- Cáncer en la sangre, mejor conocido como leucemia
- ¿Qué? Eso no puede ser cierto
- Desafortunadamente lo es, debido a su anemia mal tratada se terminó de desarrollar el cáncer, por fortuna de su madre se le detecto a tiempo así que no hay problema de eso – Me quedo tranquilo ante lo que escucho pero no del todo
- ¿Y cuándo podremos llevarla a casa? – Dice Ritsu
- Hoy mismo pueden hacerlo pero tiene que comenzar con su tratamiento lo antes posible, si no quieren que el cáncer avance más, es un tratamiento bastante largo pero al menos eliminara las células cancerinas
- Muy bien doctor – Dice Ritsu – Para cuando iniciaría el tratamiento
- Bueno su cita será para dentro de dos semanas, les recomiendo que este 12 horas sin comer ni tomar nada ya que el tratamiento es muy fuerte y puede tener efectos secundarios – Miro al doctor y capto todo lo que nos dice, escribe lo que supongo es una receta y nos la entrega, Ritsu es quien la toma yo no tengo el suficiente valor para tomarla y leerla – Les anote unos medicamentos que tiene que tomar para que no se sienta tan débil
- Gracias doctor
- Bien eso es todo por ahora los trámites para la alta ya están hechos, la señora ya puede salir del hospital los veré en dos semanas
- Gracias – Respondimos en unísono
Salimos del consultorio y fuimos a la sala de espera nuestra madre ya se encontraba en ese lugar sentada sobre una silla de ruedas, corrí abrazarla, necesitaba hacerlo ahora más que nunca
- ¡Mamá! – Parecía niño pequeño llorando en su hombro
- Tranquilo hijo, estoy bien – Dice acariciando mi cabeza
- Mamá – Le hablo Ritsu – Hay muchas cosas que debes de explicarnos
- Claro hijo cuando lleguemos a casa
- La cuenta del hospital ya está pagada si quieren los llevo a su casa – Ofreció Usagi-san
- Siempre tan lindo Akihiko-kun
Salimos del hospital durante todo el camino hubo un silencio incomodo, llegamos, Ritsu llevo a mamá adentro de la casa yo me quede fuera a despedir a Usagi-san
- Muchas gracias por todo Usagi-san
- No tienen nada que agradecer aprecio mucho a tu madre y haría cualquier cosa por ella
- Gracias, bueno me voy adiós – Digo despidiéndome y dando la vuela pero me detuvo del brazo haciendo que volteara a verlo
- Misaki, por favor piensa lo que te dije, es enserio lo que te pedí – Recuerdo su propuesta de matrimonio
- Todavía no…
- Lo sé, pero quisiera saberla antes del domingo
- Está bien la sabrás
Prov. Ritsu- Mamá por qué no me habías dicho que estabas enferma – Digo algo molesto pero tratando de que no lo note
- No quería preocuparte, estuviste muchos años preocupándote por mí no quería que desperdiciaras tu vida juventud en seguir cuidándome
- Pero mamá…
- Pero nada hijo, entiéndeme si tu estuvieras en mi lugar hubieras hecho lo mismo, acaso te hubiera gustado preocuparme a mí
- No
- Entonces entiendes por qué lo hice, Ritsu tienes 24 años y todavía sigues cuidando de mí, jamás has tenido una vida normal por mi culpa
- No digas eso mamá no es tu culpa yo quise cuidarte
- Aun así por favor Ritsu te amo, eres mi hijo y quiero que al fin seas feliz, quiero que vivas una vida normal
- Pe…
- Quiero descansar un poco hablamos más tarde
- Si mamá
Mi madre subió a su cuarto a descansar, me quede solo en la sala tapo mi rostro con mis manos me siento agotado, aunque vine a casa a descansar, no pude dormir en toda la noche. Me levanto y voy por un vaso con agua a la cocina, escucho que cierran la puerta debe ser Misaki tardo mucho
- Ritsu – Me llama
- En la cocina – Digo y él entra
- ¿Dónde está mamá?
- Subió a descansar supongo que no durmió bien en el hospital
- Quien lo haría – Tiene razón nadie descansa bien en un hospital
- ¿Por qué tardaste tanto? pensé que solo te despedirías de Akihiko-san
- Me estuvo preguntando unas cosas
- ¿Qué tipo de cosas?
- De ti – Me responde y yo me pongo feliz
- ¿De mí?
- Si, quería saber si te gustaría que en la cena fuera la proposición
- ¿En verdad? – Mi nerviosismo es notorio – Que le dijiste
- Que no sabía, que tal vez te gustaría – Dice haciendo un movimiento con los hombros - Ritsu saldré por un rato necesito distraerme y olvidar todo lo que paso
- Claro, yo le digo a mamá
- Gracias
Misaki sale prácticamente corriendo, entiendo que quiera irse a distraer quisiera hacer lo mismo pero no quiero dejar a mamá sola, me siento nuevamente en la sala me recargo en el respaldo y dejo caer mi cabeza hacia atrás, recuerdo lo que Misaki me dijo y me sonrojo o al menos eso siento, mi corazón palpita a mil por hora de tan solo pensar en el día en que me comprometa oficialmente con Akihiko-san, son tantas emociones en cuestión de horas
Prov. Takano
Miro mi celular, ya es medio día, estoy aburrido en mi casa, no tengo absolutamente nada que hacer, tal vez debería salir a pasear, aunque el cielo no me dice que hará buen clima, regreso al sofá y vuelvo acostarme, nuevamente tomo el celular y quiero macarle a Misaki quiero escuchar su voz, quiero imaginar que está aquí conmigo aunque no lo este, miro al patio y veo que ya comenzó a llover. Justamente recuerdo el día que nos volvimos a encontrar aunque no fue precisamente un gusto volvernos a ver, al menos eso pensamos los dos hasta que nos dimos cuenta de que nos atraíamos mutuamente, decido marcarle prácticamente caigo en la tentación de escucharlo. Espero unos cuantos pitidos y contesta
- Si – Escucho su voz afligida
- ¿Misaki? Que sucede
- Masamune…
- ¿Dónde estás?
- Afuera de tu casa – Me levanto rápidamente, abro la puerta y ahí está, salgo para tomarlo de la mano y llevarlo dentro de la casa, no quería que ese enfermara, está completamente empapado y sus ojos están ocultos bajo su flequillo, prefiero no preguntar, lo llevo a mi cuarto para que pueda secarse o al menos ayudarlo, al entrar hago que se siente sobre la cama pero él prefiere en el piso
- Quieres hablar – El solo hace un movimiento en negación, saco una toalla de mi closet y me incoó a su lado la coloco sobre su cabeza y comenzó a secar su cabello – Pareces un perrito mojado – Le digo a lo que él se ríe
- Y tu estas secando a ese perrito – Responde
- Si lo hago
- Masamune…
- Dime
- ¿La vida es justa? – Pregunta aunque no entiendo bien por qué lo hace
- ¿Tu madre? – Pregunto y Misaki asiente con un movimiento de cabeza – ¿Ta malo es?
- Cáncer en la sangre
- Ya veo – No sé qué más decirle, jamás eh sentido el dolor de perder a una madre
- No quiero que muera
- Nadie quiere que alguien tan especial muera
- ¿Por qué tuvo que ser ella?, ella nunca fue mala con nadie, ella no hizo nada malo en toda su vida, ¿Por qué? – Su voz se quebró y el llanto se hizo presente
- Llora – Dije – Te ayudara a sentirte mejor
Estuvimos un buen rato así, él llorando y yo solo escuchándolo, tras dos horas de llorar se tranquilizó, aún seguía con su ropa mojada, y la alfombra de mi cuarto estaba mojada gracias a ello
- Tengo frio – Dice
- Aun tienes puesta tu ropa mojada es normal que tengas frio – Respondo levantándome para buscar algo de ropa
- Abrázame – Me dice agarrándome de la mano – Abrázame por favor
Vuelvo a hincarme y hago lo que me pide, no me importa mojarme al pegarlo a mi cuerpo, solo quiero que se sienta mejor, la temperatura de su cuerpo empieza aumentar, me separo un poco y lo veo, esta sonrojado, sus ojos aún se ve vidriosos, me acerco a su rostro, rozo mi pulgar en su labio inferior y el cierra sus ojos por instinto, su boca se abre un poco y lo beso, necesitaba sentir nuevamente el sabor a fresas de su boca, introduzco mi lengua y la suya juega con la mía, siento sus brazos rodear mi cuello y me atrae más asía él. Hago lo mismo, con cuidado lo recuesto en la alfombra, necesito hacerlo mío
Continuara………