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Amor Yaoi
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Should've said no por Misaki Heartfilia

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Notas del capitulo:

Misa: hola, ¿cómo están? ya sé que querrán matarme eh, teme ¿dónde estás?

Sasu: ¿que quieres?, ¿no ves que estoy ocupado con el dobe?

Misa: olvidate del manga y ven aquí

Sasu: ¬¬*

Misa: de acuerdo sé que -mira al teme- teme, activa tu susano antes que me maten

Sasu: -activando el susano a regañadientes-

Misa: sé que no he actualizado Amor en el tiempo, tengo el capi bien avanzado pero, me pasan cosas. El otro día estaba escribiendo un one-shot por el cumple de Narutito y aun no lo acabo. Espero traerlo antes de que acabe octubre, o tal vez para el día del sasunaru (23) así que, paciencia n.n además, para las que leemos el manga, andamos medias depres, ya me entienden u.u aunque Kishi no deja de darnos nuestro sasunaru ¿no es así teme? ¬///¬

Sasu: sin comentarios

Misa: ¡A leer se ha dicho! recuerden leer las notas finales

5ª Parte y final: Perdóname.

 

Sasuke no sabía que decir, pero aun así habló.

—Naruto —bajó los escalones y con todo el valor del mundo se colocó frente a Naruto, quien lo miraba con mirada expectante y analítica.

— ¿Qu-qué haces aquí? —logró apenas articular el rubio.

—Yo… he venido a buscarte para hablar contigo, porque ya no puedo más con esto. Te extraño Naruto. En todo este tiempo me di cuenta de que no puedo tener una vida sin ti, que significas demasiado en mi vida y que… nunca debí hacer lo que te hice porque alguien tan bueno como tú, que lo único que hizo fue amarme y soportarme no se lo merecía —soltó todo lo que se había guardado por todo ese tiempo mientras observaba como el rubio procesaba la información y cuando lo vio más relajado, continuó—. Sé que ahora ya no tengo oportunidad contigo y tampoco quiero entrometerme entre tú y tu novio y…

—Espera —habló por fin Naruto mas calmado— ¿a ti quien te dijo que yo tenía un novio-dattebayo?

Sasuke sonrió un poco al escuchar de nuevo esa muletilla típica de su rubio y que a él tanto le gustaba, pero volvió al tema y le contestó.

—Tu madre. Ella me dijo que tú habías salido con tu novio

—Eso no es cierto, yo no tengo novio, es más, no he salido con nadie en este tiempo —Naruto vio la cara de Sasuke que mostraba entre una expresión perpleja y de felicidad junta, además de que notó que había estado hablando de más así que prefirió callar. De repente notó que Sasuke se le acercaba y que había acercado su mano para acariciarle la mejilla, caricia a la cual Naruto se entregó, ya que cuando eran novios, Sasuke solía decirle de que tenía una piel muy suave y que por eso le gustaba acariciarle.

—Estuviste llorando ¿cierto? —le preguntó de repente.

—Yo…

—No tienes por qué decirlo —dejó de acariciarle.

—Sasuke dime ¿Por qué decidiste venir ahora?

—Bien —suspiró—, ciertamente no he estado muy bien que digamos en todo este tiempo —ahí Naruto recordó lo que le había dicho Sakura al respecto sobre el estado de Sasuke—, pero… un día.

 

— ¡Dale duro maldita sea! —se oyó una voz femenina gritar.

—Ok, a la cuenta de tres lo hacemos —dijo un joven de cabello celeste y de ojos morados.

—Sí —respondió un joven de cabello naranja y ojos color marrón.

—Uno, dos y… tres —y de un sólido empujón de ambos, derribaron la puerta y la mujer fue la primera en entrar.

—Hey Karin, no te adelantes.

—Tú cállate Suigetsu. Juugo, ven a ayudarme a levantar a Sasuke —le pidió, mientras intentaba levantar a Sasuke quien estaba inconsciente (o más bien alcoholizado) en el suelo así que Juugo la ayudó y ambos lo subieron a un sofá cercano—. Suigetsu, ve a buscar un poco de agua y si encuentras, una pastilla para el dolor de cabeza.

—Ok —y se va a lo que al parecer es la cocina.

—Esto es peor de lo que Sakura nos contó.

—Sí, jamás creí ver a Sasuke así, de esta manera tan deprimente.

—Oye Sasuke —le habló Karin una y otra vez pero nada hasta que…— despierta maldita sea —lo comenzó a zarandear y ahí comenzó a despertarse.

—Pero que… —divisó a su amiga Karin, y creyó que estaba alucinando ya que no la veía hace años y era imposible que estuviera ahí. Karin, al ver que todavía no reaccionaba del todo, le dio una enorme cachetada que resonó en todo el lugar.

—Pero que mierda te pasó Sasuke. Das pena ¿sabes? —Le regañó Karin—. Levántate y afronta las cosas.

—Traje el agua y la pastilla —apareció Suigetsu y Sasuke notó que estaban sus amigos, Suigetsu, Karin y Juugo.

— ¿Qué hacen aquí? —preguntó cuándo se incorporó y se sentó en el sofá recibiendo el vaso con agua y la pastilla de Suigetsu.

—Con Suigetsu llegamos hace un par de días de Amegakure y nos encontramos con Juugo y Sakura quienes estaban desesperados y nos contaron todo lo ocurrido.

—Debes pensar que soy un maldito —dijo, para después tomarse la pastilla dando un sorbo de agua.

—Sí, y te aseguro que me estoy aguantando las ganas de darte otra cachetada, aunque claro, Sakura no salió librada.

—Si hubieras visto como le dejó la cara, y eso que apenas y fue una cachetada —dijo Suigetsu.

— ¿Y qué? Se lo merecía —alegó la pelirroja.

—Aun así, a pesar de todo, Suigetsu y Karin me dijeron que lo mejor que podíamos hacer era sacarte del agujero en el que te metiste y te encerraste a ti mismo —dijo Juugo.

—Y aquí estamos —dijo Karin—, para sacarte y llevarte a Uzushiogakure para que vayas a buscar a tu amor.

— ¿Qué?

—Eso, que irás a Uzushiogakure y que aclararás todo esto, definitivamente.

—No puedo…

—Irás, porque yo te llevaré, y ya está decidido.

Sasuke decidió no apelar más, ya que cuando a Karin se le metía algo en la cabeza, no había quien se la sacara. Además de que tenía toda la razón por lo que una semana después, emprendieron marcha a Uzushiogakure que era en donde se encontraban ahora.

 

—Y así es como acabé aquí —le dijo Sasuke luego de relatarle lo ocurrido a Naruto, aunque claro omitiendo algunas partes.

—Entonces, fue gracias a tus amigos que viniste aquí.

—Así es, ellos eran lo único que tenía. Después de lo ocurrido, los amigos que teníamos, me voltearon la espalda, y no los culpo, ya que tenían toda la razón del mundo para odiarme, y fue ahí cuando me quedé sin nadie prácticamente.

A Naruto no le gustó que Sasuke le dijera eso. Se supone que los amigos están para apoyar, y obvio, lo apoyaron a él y no a Sasuke, y nadie se puso en el lugar de él para saber cómo se sentía, y eso debió haber sido realmente duro para Sasuke.

—Sasuke ¿a qué has venido exactamente?

Era una muy buena pregunta, ya que ni él mismo Sasuke lo sabía con exactitud. No, si lo sabía, él había venido a pedirle una nueva oportunidad, a humillarse si era necesario, y lo haría.

—En un principio, no lo sabía con claridad pero ahora, me di cuenta de a lo que vine realmente. Vine para… pedirte que me des una nueva oportunidad.

—Sasuke yo… te he extrañado tanto —Sasuke sintió que una gran alegría le embargaba al oír esas palabras—. Me has hecho mucha falta y… a pesar de que he tratado por todos los medios olvidarme de ti, no he podido, porque tú, sigues aquí —apuntó a su corazón—,  muy dentro de mi corazón y te niegas a salir así que… —dio un gran suspiro— te daré una oportunidad.

Sasuke sintió unas enormes ganas de llorar. No lo podía creer, su rubio le estaba dando una oportunidad, algo que jamás pensó, podría tener, y él se esforzaría por tener a Naruto de nuevo a su lado.

—Gracias —soltó unas pequeñas lágrimas que sorprendieron a Naruto, por lo que se acercó y se las secó.

—Vas a tener que esforzarte mucho teme —Sasuke sonrió por escuchar de nuevo aquel apodo.

—Lo haré dobe, porque tú eres el amor de mi vida y no pienso volver a perderte.

Naruto le regaló una sonrisa y Sasuke le abrazó, a lo que Naruto correspondió el abrazo, y alzó su rostro ya que él era más bajito que Sasuke (le llegaba hasta la parte inferior de la nariz de Sasuke) y Sasuke entendió por lo que agachó un poco su cabeza juntando sus labios con los de su rubio en un tierno beso, en el cual ellos sentían que no existía nadie más que ellos. Así era como se sentían cada vez que se besaban. Después de un rato, tuvieron que separarse por falta de oxígeno y de repente oyeron un pequeño gritito chillón reprimido proveniente de un árbol que estaba un poco más allá.

— ¿Quién anda ahí? —preguntó Sasuke y entonces alguien salió del árbol.

—Jeje —se rió Karin nerviosa al verse descubierta—, yo lo siento, en serio, no quería interrumpir.

—Karin ¿no que te habías ido? —preguntó Sasuke con el ceño fruncido.

—Bueno, pasó que… estaba a medio camino y pues… decidí volver.

— ¿Por qué?

—Ah, tú debes ser Naruto —Sasuke sintió una pequeña molestia al ver que Karin cambiaba el tema—. Mucho gusto. Me llamo Karin Seidou —le tomó las manos y Naruto recordó que era uno de los nombres del relato de Sasuke.

—Soy Naruto. Tú eres amiga de Sasuke ¿no es así? —Karin asintió.

—Karin, no desvíes el tema y… ¿ese es mi abrigo?

—Es que tenía frio —se excusó.

—Ok, pero contesta ¿Por qué regresaste?

—Porque ah… bueno… —comenzó a acomodarse los lentes una y otra vez de forma nerviosa— quería conocer a Naruto Namikaze y porque… me gusta el yaoi —soltó por fin.

— ¿En serio? —Karin asintió varias veces con la cabeza— Bueno, supongo que escuchaste todo.

—Sí y me alegra mucho por ti —sonrió.

—Gracias. Sabes que te debo mucho de esto a ti.

—No es para tanto. Así que, Naruto-kun, espero y puedas ver lo gran persona que es Sasuke.

—Lo haré, pero ¿Por qué mejor no entramos? Está helando.

—Dudo que tu madre nos acepte —dijo Karin.

—Lo hará. Anda, vamos.

—Está bien.

Así, los tres se dirigen a la casa, en la cual entraron cuando Naruto abrió la puerta, todo eso siendo visto por un pelirrojo quien miraba con tristeza lo ocurrido. Gaara supuso de inmediato que aquel joven azabache que estaba con Naruto era el tal Sasuke. Simplemente era cosa de ver la manera en la que vestía, para darse cuenta que era alguien de la ciudad. Vaya que tenía mala suerte. Justo el día en que había tratado a Naruto de esa forma, aparecía el ex para consolarlo, pero… tal vez era lo mejor. Naruto no era y nunca iba a ser para él, por más que tratara, nunca se iba a ganar su corazón, como el rubio le había dicho. Ya no había nada que hacer. Suspiró y pensó.

“Te deseo toda la felicidad del mundo, Naruto, y ojalá y hayas tomado una buena decisión al volver con él” —miró al pequeño peluche con forma de panda y lo dejó sentado en la entrada del Rasengan para luego marcharse para siempre.

 

 

********************

Luego de entrar a la casa de Naruto, los tres tuvieron que enfrentarse a la furia de Kushina, y luego, tras ruegos, suplicas y perdones, más ruegos y suplicas, lograron disuadir a Kushina, y esta aceptó a que se quedaran en la casa ya que esta era lo suficientemente grande y poseía cuatro cuartos, por lo que no habría problema. Y fue ahí, entonces que Karin y Sasuke se acordaron de que habían dejado sus bolsos tirados afuera, por lo que rápidamente, salieron a buscarlo, mientras que Naruto y Kushina, solo pensaban en lo despistados que eran.

Al otro día, temprano, llegó un hombre alto, y rubio, muy parecido a Naruto, era Minato Namikaze, quien, como todo padre sobreprotector con su hijo, no dudó en estamparle un buen golpe a Sasuke, el cual, solo se salvó de tener más gracias a las suplicas de Naruto a su padre, quien aludía, que no quería quedarse viudo tan joven. Ese mismo día, Naruto salió a abrir el local y en la entrada vio al peluche de panda que Gaara le había ganado el día anterior. Lo cogió y vio que tenía pegada una nota en la espalda que decía:

“Perdón y sé feliz, Naruto”

 

A lo que Naruto solo sonrió y perdonó de corazón a Gaara, puesto que él entendía a la perfección, que se sentía no poder estar con la persona que se ama, además, desde ese día, no supo más de Gaara.

Una semana después, Sasuke, Naruto y Karin, decidieron que ya era hora de ir a Konoha. Por supuesto, Kushina se había negado rotundamente a que su retoño se fuera nuevamente, pero Naruto la había convencido, diciéndole que él quería trabajar en lo que había estudiado, y que en Uzushiogakure no podría hacerlo, cosa en lo que Kushina al final concordó. Ahora, lo difícil, fue convencer a Minato quien decía que no dejaría que su hijito se fuera con alguien como Sasuke y todas esas cosas, pero Naruto le dijo, que él sabía cuidarse bien solo y que los vendrían a ver, siempre que pudieran, eso, y una mirada de perrito a medio morir, terminaron por convencer al rubio mayor.

Luego de volver a Konoha, Naruto se reunió con sus amigos, Hinata, Neji, Ino, Shikamaru y Chouji, y les explicó todo lo ocurrido, pidiéndoles que por favor, intentaran hacer las paces con Sasuke, de que a éste también le había dolido perder su amistad a lo que los demás chicos, asintieron. A los pocos días, Sasuke y Naruto recibieron una invitación, la cual era para la boda de Suigetsu y Karin que se celebraría el mes próximo. La boda resultó ser de lo más preciosa, con una ceremonia civil primero, y luego la religiosa y entonces Sasuke vio, que Naruto estaba muy feliz y emocionado. Tal vez en un futuro le pediría matrimonio, pero primero, debía de hacer que su rubio le aceptara como novio de nuevo, cosa que iba resultando de lo más bien, ya que Naruto había aceptado, irse a vivir con él, como debieron haber hecho hace mucho, aunque, Naruto le exigió que fuera en departamento nuevo ya que, no quería volver a aquel departamento en el que había sufrido la peor realidad y Sasuke estuvo de acuerdo. Tras buscar, encontraron uno muy cómodo, con dos habitaciones, dos baños, una amplia cocina al igual que el living, y Sasuke no dudó en comprarlo, a regañadientes de lo que Naruto le dijera y le protestara, pero Sasuke lo persuadió, diciéndole, que era un regalo especial y que no aceptaría un no por respuesta. Así fue, que terminaron por irse a su nuevo departamento. Aun así, sabían que no les sería fácil volver a su relación así como si nada, por lo que Karin les recomendó que visitaran a una terapeuta, experta en relaciones de pareja, amiga suya y que los recibiría con mucho gusto. La terapeuta era una mujer más o menos, de la edad de ambos, de cabello naranja (cabe decir, color favorito de Naruto) largo, y ojos color lila, su nombre era Misaki Heartfilia, quien resultó de mucha ayuda, y que por una extraña razón, siempre que les veía llegar, esbozaba una sonrisa y una mirada extraña, como si estuviera muy feliz de verles, a lo que Sasuke pensó, en que esa mujer tenía los mismos gustos por el yaoi que Karin, y que por eso los recibía tan bien, a pesar de ser una pareja de chicos. Luego de un mes de terapias, salidas, detalles, y todo tipo de artimañas de parte de Sasuke, Naruto aceptó volver a ser su novio, y claro, lo celebraron a lo grande, olvidándose por completo aquella noche, de dormir. Aunque claro, seguirían con las terapias de pareja, ya que éstas les habían ayudado mucho a conocerse y comprenderse el uno con el otro.

Dos meses después de que reiniciaran su relación, ambos estaban sentados en un sofá abrazados, comiendo papas fritas y tomando bebida mientras miraban una película romántica que estaban pasando en la tele. Cuando la película terminó, fueron con las noticias en donde presentarían a una nueva lectora de noticias. Grande fue la sorpresa de ambos, cuando vieron a Sakura en la tele y Sasuke recordó, que Sakura le había dicho que había estudiado periodismo y que su sueño era llegar a ser una conductora de noticias. Se alegró mucho por ella aunque miró a Naruto quien miraba con atención a la tele.

—Qué bueno que le esté yendo bien-ttebayo —le dijo con una sonrisa a Sasuke, quien asintió y abrazó más a Naruto a lo que éste se acurrucó mejor en sus brazos. Desde luego, Sasuke no se sorprendió de la actitud del rubio, ya que éste era buena persona y mucho menos rencorosa, y estaba claro, que aunque no lo dijera, muy en el fondo, ya había perdonado a Sakura.

Ya habían pasado dos años. Ambos novios ahora trabajaban juntos en Sharingan corps, la empresa que dirigía el padre de Sasuke, Fugaku, ya que éste pensó, en que era mejor tener a su adorado yerno cerca, para que su hijo no volviera a meter la pata. Solo bastaba con recordar la vez que Sasuke llevó a Naruto nuevamente a casa de sus padres, y el como Mikoto, la madre de Sasuke, no había querido soltar a Naruto en un buen rato, pasando lo mismo, con Fugaku y con Itachi. También, de vez en cuando iban a Uzushiogakure a visitar a Minato y a Kushina, y habían ido a los dos festivales siguientes, a los cuales, prometieron ir cada año sin falta.

Un día, Naruto estaba recostado sobre la gran cama que compartían ambos, tomando una siesta y abrazando a Kyubi, cuando de la nada, Sasuke apareció y se tiró encima del rubio, despertándolo, pero cuando éste se disponía a reprochar, Sasuke le tendió una rosa roja, que hizo desaparecer de inmediato, todo el enojo a Naruto.

—Teme

—Naru, más te vale ahora que te levantes, y te pongas tu mejor ropa porque vamos a ir a cenar a un lugar especial

— ¿A dónde?

—Es una sorpresa. Te quiero listo en media hora.

— ¡¿Qué?!

—Rápido.

—Ok, ya entendí teme.

Luego de que Naruto se duchara y se debatiera entre que ropa se iba a poner, por fin salieron del departamento. Sasuke iba vistiendo un traje elegante negro, con camisa y corbata roja y Naruto con un traje plomo, de camisa azul, y sin corbata. Se subieron al auto, pero Sasuke le dijo, que se tenía que vendar los ojos, que sino, se arruinaría su sorpresa, a lo que Naruto a regañadientes, aceptó. Después de andar un rato conduciendo, Sasuke por fin se detuvo, se bajó del auto, y ayudó a Naruto a bajarse y lo guió con sumo cuidado.

—Bien, ya te puedes quitar la venda —Naruto se la quitó, y apreció la belleza del lugar. Sasuke lo había llevado a una cabaña que quedaba en los montes de Konoha, y lo había guiado, hacia un balcón que brindaba una vista espectacular y bella de Konoha, al igual que del cielo nocturno. También, vio que había una mesa, con velas, platos, copas y una botella de champaña.

—Sasuke ¿Qué es todo esto? —preguntó volteándose hacia Sasuke, quien de repente se puso de rodillas delante de él, y le cogió una mano.

—Naruto, en realidad no soy muy bueno expresándome con palabras, y tal vez no sea el mejor tipo del mundo, pero aun así, quiero que sepas que te amo mucho y que… —hizo una pausa y con la mano libre que tenía, sacó de uno de los bolsillos de su chaqueta una pequeña caja roja de terciopelo la cual abrió— quisiera saber, si aceptas casarte conmigo.

Naruto puso una gran sonrisa. No podía creer lo que estaba escuchando y de repente notó que había empezado a llorar de alegría. Tras unos segundos, se dio cuenta que debía contestar.

—Sí, si acepto casarme contigo —Sasuke sonrió, y en cuanto se levantó, Naruto le abrazó de forma efusiva durante un rato, hasta que Sasuke lo separó para colocarle un bello anillo de plata con zafiros incrustado, anillos claramente pensado, en los ojos azules de Naruto.

—Juro, que te haré feliz Naruto y que no volveré a permitirme verte derramar otras lágrima de tristeza —y besó su mano para luego atraerlo y darle un tierno beso en la boca.

Y de esta manera, finaliza esta difícil historia de amor, que a pesar de las dificultades y problemas que debieron enfrentar esta pareja, al final, triunfó el amor como el gran vencedor, y esto queda como un aprendizaje para que uno piense muy bien antes de hacer las cosas. Que un acto puede traer terribles consecuencias y que no resalte la frase “deberías haber dicho no”.

FIN

Notas finales:

Misa: y así, llegamos por fin al final de este fic. Supongo que yo desde un principio pensé en terminarla SasuNaru, pero es que, amo a esa pareja, para mí no existe otra, en serio, aparte de que soy muy romántica y pues, que mejor que acabar el fic cantando un poquito esta canción que yo amo mucho

It's strange to think the songs we used to sing

The smiles, the flowers, everything: is gone

Y pues yo me despido y que espero y les haya gustado este final y obvio, me den su opinión ya que como vieron, hubo una pequeña aparición de su servidora jeje y vimos como Karin fue una gran ayuda con esos dos. Ah, y por cierto, no hay epílogo, lo siento, pero dudo poder escribir la boda de ellos XD

Esta vez me despido con bye bye y nos seguimos viendo con mis otros fics n.n

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