Los presentes se pusieron de pie para hacer una reverencia de noventa grados a la pareja que ingresaba a la habitación, lo único que compartían esos tres clanes era una lealtad infinita al líder de Suzaku ninguno de los seis hombres era bueno tratando con los nobles o con el gobierno de Zero así que le estaban agradecidos por hacer las relaciones publicas por ellos, el jefe de este clan era Skylar, una agradable mujer, una chica delgada con varios tatuajes dibujados en su piel, su cabello castaño y una encantadora sonrisa en su rostro, muy pocos conocían su identidad debido a que por el nombre algunos se van con la creencia de que era un hombre además que su mano derecha Marshall era quien hacia los tratos a su nombre, el mencionado se recargo en la pared para escuchar la reunión.
—¿Algún día se llevaran bien? Si no lo recuerdan todos compartimos un mismo secreto deberían unirse como hermanos.—Comentó la mujer recibiendo una ola de risas.—Últimamente he tenido problemas con los nuevos representantes de los nobles, han dejado de pagar su derecho de piso piensan que el gobierno los puede proteger quiero recordarles quien es la que manda en esta ciudad.
—Si quieres que gente muera solo debes enviarme la lista no entiendo tu reunión, no creo que los payasos o los comerciantes ayuden de algo.—Contesto Bang señalando primero a los de traje blanco y rematar con los de color azul.—Sabes que aunque todos compartamos un don no significa que seamos iguales.
—La bestia tiene razón por primera vez, Skylar te respetamos pero sabes que nosotros no nos dedicamos a matar a la gente ese es trabajo para los cuervos.—Argumento Zelo regalándole una mirada cruel al líder de Genbu quien solo le contesto con un guiño de ojos, lo aborrecía con toda su alma.— Es difícil estar en medio de vendedores y rapiña.
Up y Dae voltearon los ojos en blanco cansados de que les apoderan de esa manera decidieron no hablar ya que Skylar había enfriado su semblante, la mujer chasqueo sus dedos y la pantalla detrás de ella se ilumino, las imágenes de una de las torres más altas se dibujó, ella nunca andaba con rodeos le gustaba ir al grano.
—Mis métodos son distintos a los tuyos Bang a veces los llego a usarlos pero esta vez no, quiero que se adentren a la fortaleza más protegida de la tercera torre más alta ahí es donde guardan los objetos de más valor en la metrópoli, solo quiero que entren y roben lo que deseen.—Hablo la mujer sonriendo los presentes levantaron la ceja con duda.—Quiero que los nobles se den cuenta que no hay barrera que los proteja de mí y mis chicos.
—Para entrar a robar puedo enviarte a uno de mis mejores chicos igual creo que el resto tienen a alguien competente en sus filas, no creo que sea un trabajo para los jefes.—Ahora hablo DaeHyun evitando la vista con el resto, le enfermaban su sola esencia.— Sabes que nunca nos podremos llevar bien porque no tenemos las mismas filosofías ni las mismas bases morales.
—El chico de las ideas de la prehistoria tiene razón, Skylar entiende que ninguno de nosotros nos toleramos y si las peleas se detuvieron entre las zonas fue por tu petición.—Hablo HimChan dejándose caer fastidiado en la superficie de la mesa.— Aquí el trompudo y el enano son unos mojigatos de lo peor los dos afeminados viven de vender placer y diversión mientras nosotros, bueno ya sabes no tenemos reglas no existe ningún lazo que nos una con la moral.
La mujer asintió a las palabras del pelinegro ella los conocía y estaba segura que ellos ignoraban el hecho de que los seis tenían muchas cosas en común, toco su vientre instintivamente necesitaba de su ayuda para que lo que crecía en su interior tuviera una oportunidad de vivir en ese nuevo mundo, era consciente que una revolución estaba a punto de nacer en aquellas torres blancas, una guerra civil se avecinaba, una cacería donde personas como ella serían las presas a borrar, ya no podían esconder su existencia, los sobrevientas eran conscientes que seres evolucionados vivían entre ellos en esa enorme ciudad, las leyendas urbanas dejaban de ser cuentos para niños para transformarse en crueles realidades que atemorizaban a los humanos devastados por incesantes guerras ocurridas en tiempos pasados.
—Lo que hay en ese lugar es de máxima seguridad es muy crítico que solo vayan personas de mi eterna confianza además que quiero unos papeles que los laboratorios SM guardan en la caja fuerte. —Volvió a comentar la mujer poniéndose de pie.— Es una petición especial y deberán trabajar como equipo, es una orden, cada uno de ustedes tiene una deuda conmigo y estoy dispuesta cobrármela.
—Si es un deseo de Skylar noona es un deber para mi.—Hablo YoungJae poniéndose de pie mirando a su sorprendido compañero quien asintió a regañadientes.—No pienses que tendremos éxito, tal vez ni siquiera logremos tener una reunión sin tratar de matarnos pero haremos un intento.
—Les daremos el resultado de nuestras últimas investigaciones referentes a las Torres para que tengan un poco de más conocimiento.— Hablo Marshall pasando tres memorias extraíbles y las lanzaba en el centro de la mesa por lo cual cada pareja tomo una.— Debe ser antes de que termine este mes para que en la próxima reunión entre Skylar y los nobles tengamos la sorpresa lista.
—Creo que tendremos que ponernos de acuerdo de cómo serán las reuniones yo también le debo mucho a Skylar y no perderé mi honor por faltar a mis promesas.— Secundo DaeHyun también poniéndose de pie, Up hacia lo mismo mientras se acomodaba los guantes de sus manos.—Solo propongo que por un tiempo hagamos una tregua entre nosotros para completar la misión con éxito.
—Solo tendremos cuatro juntas, una se celebrara por cada zona y la última será aquí para llevar a cabo la misión, el contacto entre nosotros será el mínimo— Interrumpió YongGuk llevando sus pies a la mesa.— Los mercaderes son astutos con la logística y búsqueda de aliados ellos se encargaran de buscar topos que nos ayuden a entrar, las muñequitas tienen el poder de acceder a la información de sus clientes así que ellos ser hará cargo de complementar los datos de la investigación para obtener datos de acceso y por último nosotros idearemos el plan ¿Alguna objeción?
Los presentes negaron a todos les sorprendió lo bien que el líder de Genbu conocía a sus compañeros, ese factor los asusto pero también los alentó a terminar ese trabajo, los jefes de Byakko y Seiyuo se despidieron con una reverencia mientras que los de Genbu se quedaban en sus respectivos lugares, la reunión debía durar lo mínimo debido a que no se soportaban, antes de salir YoungJae le echo un vistazo a Guk quien contesto su mirada, por una milésima de segundo sus ojos se cruzaron a diferencia del resto ellos compartían un secreto, uno que lentamente los estaba volviendo locos, desesperados por compartirlo una vez más, el lazo desapareció cuando el mayor giro su rostro para ver a Skylar, al verse solos se animó hablar.
—No entiendo tu jueguito pero debes tener en claro que no hago obras de caridad haré la misión no porque sea leal a ti sino porque también quiero los registros de SM.—Dijo el hombre poniéndose de pie con Him a su espalda.—Prometiste darme a los asesinos de mi madre y lo único que me has dicho es que SM estuvo detrás de todo, no te atrevas a jugar conmigo Skylar, no soy tu perro, ni tú eres mi ama.
Marshal camino hacia el líder impidiéndole que alcanzara a la mujer HimChan también trato de detener a su amigo, ese era un momento crucial para ambos grupos, ellos tenían secretos, Suzaku conocía a la perfección lo crueles que eran los líderes de Genbu, asesinos, bestias sedientas de sangre, no se habían doblegados ante ellos por lealtad o tradición como los dos clanes anteriores, ellos solo bajaban su cabeza por un deseo personal, a diferencia de los otros dos clanes Genbu la jerarquía del grupo dependía de lo sanguinarios que llegaban a ser, el jefe era quien tenía el mayor número de muertos en su consciencia y Guk llevaba una muy larga lista que ninguno podría combatir.
—Haz lo que te digo y tendrás tu ansiada venganza.—Contesto la mujer hundiéndose en los ojos del joven.— Deberías dejar de pensar en el pasado, vive el presente y planea para el futuro.
—No hay futuro para nosotros, tú lo sabes, nuestro destino está marcado.— Interrumpió HimChan mirando el abdomen de la mujer.— Fue una estupidez de tu parte pensar en tener una familia cuando nuestra naturaleza es tan frágil, ese bebe tendrá la misma marca que sus padres.
El hombre se giró para ahora cruzar sus ojos con Marshall quien protegía a su ama, para el clan Genbu la palabra Familia, amor, amistad, estaban prohibidas, esos sentimientos eran innecesarios en el mundo que habitaban ambos hombres hicieron una reverencia y se alejaron, al salir al patio donde se encontraba su auto se llevaron una desagradable sorpresa al ver que el resto de los líderes los esperaban cada pareja estaba recargada o sentada en cofre de su propio auto.
—¿Iremos de fiesta para festejar nuestra tregua? Lo siento pero no me gusta hacer pijamas con escuincles.— Menciono Bang señalando a Zelo y JongUp quienes se ofendieron por la burla. –Admito que Jae es legal pero DaeHyun me corta le inspiración, no olvídenlo no son mi tipo.
—No entiendo cómo eres un líder con esa enferma perversión.— Contesto daeHyun mirando desgraciadamente a Jae quien solo tenía los labios fruncidos.— Nunca estaría con un hombre eso es una aberración.
—Se nota que te hace falta darte una vuelta por mi negocio para que te quiten esa cara de amargado que te cargas Sr, Jung.—Se defendió el menor barriendo asu enemigo de abajo hacia arriba y soltando un suspiro de cansancio.— ¿En qué zona se llevará la primera junta y que fecha? Eso te falto especificar en tu brillante plan animal.
—Creo que sería bueno iniciar en el Este y continuamos con el Oeste espero que las dos muñecas de porcelana nos inviten a su evento de medio año lamentablemente no hemos podido acudir a ninguno, por motivos personales pero sería una ocasión perfecta.— Argumento HimChan acomodándose el sombrero y enviándole una mirada seductora a JongUp quien solo contesto irritado mostrándole el dedo de en medio.—Haber si a los Mojigatos del Este se les baja un poco su rectitud porque es fastidioso ver su cara de frígidos sexuales, necesitan un buen acostón para que aprendan a valorar la vida ¿Qué dices Moontos?
El pelinegro le hizo una señal al que antes le había insultado para que observara sus dedos los cuales simulaba el acto sexual provocando que el menor se enfureciera y de un salto bajo del cofre se quito los guantes negros dispuesto atacar al mayor, el pelinegro también levanto la barbilla dispuesto a contestar a sus golpes, los dos personajes quedaron a cara a cara, levantaron sus barbillas orgullosos ninguno de los estaba dispuesto a ser humillado, por el brazo derecho del mayor la punta de un afilado cuchillo comenzaba a brillar, el clan de Norte era conocido por su poca tolerancia a los retos ninguno compañero de los dos rivales se inmutaba por detener la eminente pelea parecían ansiosos por conocer quién de los dos ganaría pero unas gotas de lluvia los detuvieron, en cuestión de segundos cuatro hombres terminaron bañados, sus ropas se empaparon, los dos jefes del clan del Oeste ya se encontraban en su auto riendo por ver como habían quedado sus enemigos, el joven de cabello castaño cerro su puño y la tormenta ceso.
—Maldito mocoso de mierda prometo que te enviare la cuenta de mi traje.— Golpeó furioso el cofre del auto el líder de Genbu haciendo una enorme abolladura.—Más te vale irte con cuidado conmigo si no quieres que te secuestre un par de días y te haga mío de la manera más dolorosa posible, muñeca de porcelana juró que un día te tendré gimiendo debajo de mi.
—Ni con todo el dinero del mundo podría caer en las garras de un animal sin escrúpulos, soy mucho más fuerte que tu eso te lo puedo asegurar.—Contesto el menor sacando la lengua y para después mostrar el dedo de en medio, aquel factor destrozo la poca paciencia que cargaba el líder de Genbu. —Recuerda que somos distintos no te puedes comparar conmigo.
YoungJae enfoco mejor su mirada en la mano que el líder tenía extendida sobre el abollado cofre, sus uñas crecían hasta quedar afiladas como dos cuchillos que se clavaban sobre el acero dejó de sonreír en ese instante cuando notó que HimChan también lo hacía, Bang no era un enemigo que se pudiera tomar a la ligera nadie conocía su habilidad además era un secreto la forma que asesinaba a sus enemigos, todos simplemente desaparecían, un mito inhumano lo envolvía, se decía que devoraba a sus rivales, literalmente los comía por eso no existían cuerpos, para DaeHyun ese evento tampoco paso desapercibido afilo más su mirada, él como muchos otros anhelaba conocer la misteriosa fuente del poder de Bang quien comúnmente parecía lucir como un chico relajado y bastante coqueto.
—Creo que es mejor que todo termine por la paz el próximo viernes llegaremos al mercado de negro para la reunión. —Habló Jae descendiendo del auto mientras su dedo apuntaba a un arma que rápidamente se había puesto a lado de la cabeza del líder de Genbu, esa pistola flotaba en el aire como si el jefe de Bakkyo la sujetara a la lejanía. —Puedes enviar la cuenta a mi casa YongGuk.
La última frase estaba cargada de tranquilidad, el mencionado se relajo al escuchar como su nombre era pronunciado por el pelinegro nuevamente sus miradas se cruzaron, esa inevitable atracción volvió a florecer a mitad de un momento crítico, ambos personajes anhelaban estar solos, que el resto del mundo desapareciera para que sus cuerpos realizaran lo que tanto pedían a gritos, una vez probada una droga es imposible olvidar los efecto de felicidad que nos causa, esa sensación ambos seres la percibían, la inevitable necesidad de volverse a encontrar como un drogadicto ansioso de tener una cita con su eterna amante, Zelo dio un salto hacia atrás cuando observo que el cofre era arrancado del auto una torcida sonrisa asomo por el rostro del mayor, sus dos cuencas, donde se suponía debían estar sus ojos estaban completamente negras, era una oscuridad profunda, fría, sin vida.
—Buenas noches Sunshine. —Articulo con una voz de ultratumba, su tono de voz regularmente era grave pero esa vez tenía un tinte más demencial y terrorífico. —Juró que un día te hare mío y te romperé en pedazos mi bella muñeca de porcelana.
El mayor paso su larga lengua por encima de sus labios ante ese gesto JunHong se aferro al borde de la piel del asiento, le aterrorizo esa imagen, ese acto aunque levanto la barbilla aparentando indiferencia algo por dentro se consumía en el terror, Bang caminó hacia su auto subiendo al lugar del copiloto no sin antes regalarle una mirada a Jae quien lo seguía con los ojos, una vez más el fuego interno se despertó, las cenizas encendieron como fuegos artificiales en una noche de verano, HimChan soltó una risita burlona terminando con aquella extraña conexión hiso una parodia de una reverencia para caminar encantado hacia el auto antes de subir se volteo mandándole un beso al joven de cabellos color uva quien lo rechazo con una mueca de furia.
—Entonces nos veremos este viernes en el mercado negro de los verduleros, Moontos puedes esperarme mojado en tu cuarto yo llegaré a limpiarte. —Dijo el pelinegro lamiendo su dedo de en medio para darle una pequeña mordida. —Si no entiendes para la próxima puedo explicarte físicamente, nos vemos.
El auto arranco antes de que el agredido pudiera alcanzarlos, DaeHyun chasqueo la lengua molesto, su educación había sido muy estricta su padre había sido uno de los fundadores de la nueva luz, un grupo que simulaba ser como una religión, recogían pasajes y reglas de antiguos libros, aquellos llamados Biblia o Corán, mezclaban esas dos religiones para regir su propia iglesia, por así decirlo, sacudió su traje buscando sacarse un poco un suspiro escapo de sus gruesos labios al notar que su hermano se había adentrado al auto se giro para despedirse de los herejes pero se asusto al ver tan cerca al líder del clan, sus rostros quedaron a escasos centímetros de distancia, sus respiraciones se entremezclaron en una venenosa esencia, sus ojos se cruzaron los menor tenían una extraña llamarada roja en su interior, su boca se seco por un segundo pero una caricia en su entrepierna lo volvió a la vida, su tono de piel cambio de moreno a perlado a rojo jitomate, de un rápido movimiento saco un cuchillo del interior de su saco y la afilada punta la llevo a la yugular del atacado pero una extraña barrera le prohibió acercarse.
—Solo quería ayudarte a secarte. —Comento con una picara sonrisa el pelinegro menor mientras mordía su labio inferior. —No puedes culparme por ser una persona de un corazón piadoso.
—Eres un maldito enfermo mental más te vale que te mantengas alejado de mi marica de mierda. —Le grito rabiosamente el mayor mientras sus orbes se volvían negras como las de Bnag pero algo distinto en él crecía dentro de él, de pronto una grieta en el piso se formo. —Guarda tu distancia conmigo tus vulgaridades no me atraparan recuerda lo diferentes que somos, prostituta barata.
Ante el seudónimo el menor soltó una carcajada de un salto se alejo para adentrarse a su auto el cual por arte de magia ya estaba arreglado torció su cuello fascinado por su travesura, le encantaba llevar al limite a sus enemigos, era un amante del sexo, del amor al libre albedrio, hombre, mujeres, no le importaba mucho el género solo le fascinaba la sensación de poder que despertaba en su interior al momento de domarlos en una cama, doblegar su dignidad por una cuantas caricias, sumergirlos en la locura inmensa de la excitación en ese momento Dae era su presa más codiciada, había hecho una apuesta y estaba dispuesto a ganarla llevo su mirada al cofre maltratado de su auto, Bang era el único que no cedió a su encanto de la forma que hubiese deseado.
—Vámonos antes de que la grieta crezca más y no podamos salir gracias a tus tonterías. —Sentencio el castaño mirando a su enemigo quien golpeaba la barrera que Jae mantenía alrededor suyo. —¿Por qué tienes que seducir a todos los tipos que te encuentras?
—No digas nada, me debes un auto y tu infantil vida recuerda que debes cuidarte de Bang él no es por nada el líder de Genbu. —Contesto el mayor acelerando para escapar de su enfada victima quien continuaba golpeando la barrera. —Vamos pequeño “sunshine” no te quedas atrás, no te des golpes de pecho recuerda que soy como un hermano para ti y conozco tus secretos.
El menor se sonrojo para devolver su mirada al frente ya que se habían alejado un par de cuadras de sus compañeros reprodujeron algo de música para cantar felices, ellos disfrutaban cada segundo como si fuera el último, desde muy pequeños fueron educados con el ideal de nunca dejar ir una oportunidad para vivir al máximo, su existencia era tan frágil como el pétalo de cualquier rosa, existía un límite de tiempo
Los dos descendientes del clan del Este subieron a su auto ambos estaban furiosos por ser los juguetes preferidos por sus enemigos, detestaban que por sus creencias los trataran de retrogradas eran conscientes que en el mundo que habitaban algunos conceptos del viejo mundo ya no aplicaban, que ellos creyeran en algo tan antiguo no les daba el derecho que el resto menospreciara sus ideales, era seres libres de elegir qué y en quien creer, DaeHyun arranco el auto no sin antes dejar caer su cabeza en el respaldo de su asiento giro su rostro encontrándose con un sonriente JongUp, sus labios negros tenían vagos rastros de sangre debido a que estuvo mordiendo su dedo pulgar por la rabia causada por el comentario del líder de Genbu, tomo su mano para llevarla a sus labios donde lamio esa herida ambos jóvenes crecieron como hermanos, solo su padre fue quien los amo como nadie su madre lamentablemente había muerto cuando eran pequeños, no eran hermanos de sangre eso lo sabían pero un lazo nos unía más que otro, no podían tocar a otros seres humanos no sin llegar a lastimarlos por esa razón se mantenían alejados de ellos, de un repentino movimiento Up le quito la mano para volver a guardarla bajo sus guantes negros acomodo su lentes y miro hacia el frente.
—Quiero darles una cálida bienvenida en casa a ese bastardo de Kim, va tener que pagar sus ofensas, los malditos aprenderán a respetarnos.— Dijo formando una fantasmagórica sonrisa su compañero puso en marcha el auto.— ¿No me digas que te gusta la mariquita?
DaeHyun soltó una carcajada negando con la cabeza evadiendo cualquier acusación en su orgullo le dolía admitir que ante sus ojos ese chico era bello pero eso no significaba que sintiera atracción por él su vida era demasiado corta para hundirse en banalidades o enredarse en las piernas de un cualquiera, el pelinegro tenía estipulado que formaría una familia, en lo más profundo de su ser deseaba aquello que se le había robado desde pequeño.
—Vamos a casa para prepararles el festín más inolvidable a nuestros invitados una pequeña broma no le hará daño a nadie. —Dijo el mayor mostrando su blanca dentadura en una sonrisa. —Les enseñará que con nosotros nadie se mete y juró que ese pequeño mariquita me rogará.
El último auto emprendió su rumbo un par de ojos habían observado la escena desde la ventana del segundo piso, la mujer de cabellos castaños coloco su mano extendida sobre el frio vidrio de la ventana, unos dedos extraños se posaron frente su vientre el cual estaba ligeramente abultado, unos labios tocaron su hombro desnudo debido a que la camisa que usaba no tenia mangas percibió el calor de su compañero en su espalda por lo cual se recargo en él.
—Es estúpido dejar nuestro futuro en las manos de unos revoltosos niños nuestro tiempo esta apunto de terminar. —Dijo el hombre con una terrible nostalgia impregnada en su voz. —¿No sé que buscas en los registros de SM? Todos estos años hemos investigado y no encontramos la razón de nuestro origen.
—Sé que nuestro tiempo se ha terminado pero quiero un futuro para nuestro hijo, él o ella no puede nacer con la maldición de ser una presa para EXO. —Contesto la mujer girándose para quedar frente a su amado pero sus ojos estaban sobre los papeles esparcidos en el piso. —SM nos ha vigilado este tiempo por una sola razón y sé que Guk la conoce, él sabe la verdad por ello quiero que se vuelva un revolucionario que salve a nuestra especie.
Sus labios se unieron en un beso mientras que los papeles en el suelo se encendían en el nuevo mundo no solo habitaban sobrevivientes sino también una nueva raza de humanos dotados de algún don, no se conocía su origen ni la causa de tal característica pero existía una regla tangente, esa nueva especie tenía un límite de tiempo, sus cuerpos eran débiles ante ese regalo que alguien o algo les dio, a esa nueva especie se les conocía como los evolucionados.
Bang despertó a mitad de la noche con el sudor recorriendo su frente removió las cobijas que se encontraban sobre su cama para sentarse en el borde donde apoyo sus codos en la rodillas despeino su negro cabello desesperado, las pesadillas no dejaban de visitarlo cada vez que cerraba los ojos, las memorias parecían volverse tangibles aún en sus fosas nasales el fuego de sus sueños lo perseguía, los gritos de su madre llamándolo, los lloriqueos de su hermano quien apretaba fuertemente su mano, la mirada de su hermana desapareciendo en el humo, un nudo se formo en su pecho donde se llevo su mano apara guardar el dije que colgaba de su cuello, nunca se detendría hasta lograr su venganza, le arrebataron lo que tanto una vez amo, unos golpes en la puerta lo sacaron de sus pensamientos.
—Es viernes y tenemos nuestra cita con las verduleras del Este. —Aviso una alegre voz del otro lado de la madera. —Anda sé que mueres por ver a Jae.
—No te metas en lo que no te interesa. —Le contesto el mayor poniéndose de pie. —Kim HimChan ten cuidado en no hacerme enojar.