Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Días de verano por dei_angel

[Reviews - 25]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Itachi contemplaba al rubio, su respiración subía y bajaba, la verdad es que admitía que se veía tierno y pacífico, cosa que era lo contrario, así engañaría a cualquiera, era una fiera, terco, fuerte, dominante, sobretodo, protector. Naruto lo protegía, Itachi nunca mostraba estar triste o deprimido, el podía sobrellevar eso y esconder sus sentimientos, pero Naruto tenía un sexto sentido que le decía cuando las cosas no iban bien, lo mimaba y le daba ese toque que le faltaba a Itachi, esa pieza que necesitaba. En él lo tenía todo.


Se rascó la cabeza, acordándose de insofacto que había otra cosa que le molestaba al rubio y era no ver comida, a menudo la hacían juntos, pero en verano Itachi lo consentían con ese regalo, evitando así las quejas que pudiesen escapar de esos labios.  Se levantó con cuidado, sin despertar al rubio, tomó unos pantalones largos de lino y se lo puso, caminó hasta la cocina dejando la puerta del cuarto abierta, revisó la nevera, estaba vacía, suspiró largamente, eso no le gustaría a Naruto.


Se dispuso a comprar algo, agarró las llaves, salió del departamento y bajó las escaleras, pensaba en lo que le podía gustar, imaginaba la manera perfecta de tener un detalle con él, debía apurarse, Naruto era un niño, cuando no sentía su aroma se preocupaba. Iba repasando mentalmente la frase de su novio, “el desayuno es la comida más importante del día” alegando así el exceso de comida que degustaba en las horas tempranas de la mañana.


Compró en la panadería pan dulce, le encantaban a ambos, con mucha amabilidad pagó y se devolvió trotando al departamento. Agitado abrió la puerta y sirvió en la mesa, dándose una palmada en la frente, se le olvidó por completo comprar queso y jugo. Estaba muerto, el rubio no se lo pasaría por alto y tomando en cuenta del esfuerzo físico que ambos hicieron ayer, el apetito del rubio sería infinito.


Para completar su mala suerte, escuchaba pasos adormilados, cerró los ojos y se calmó, respiró buscando la excusa perfecta.


Hola amor – saludo con una sonrisa


Comida – se sentó pesadamente en la silla, viendo solo un pan dulce. Extrañado y feliz lo agarro y comió aceleradamente, dejando a un Itachi sorprendido – dame mas – estiró la mano con gesto somnoliento – Itachi, anda – no vio resultado en este, así que tomó la bolsa, exactamente estaban diez panes, tomó uno y comió pausadamente.


Amor – llamó la atención de Naruto – se me olvidó comprar queso y jugo – soltó, Naruto lo miró de reojo y se encogió de hombros, Itachi arrugó los labios, pensó que le iba a decir cualquier cosa, con lo hiperactivo que era, apoyó el codo derecho de la mesa y el rostro en la mano. Pensó que tal vez estaba adormilado, Naruto con la boca llena pronunció palabras que no se entendían, escupiéndole un pedacito de pan a Itachi en la cara quien vagamente captó el significado porque señaló la nevera.


Ya revisé y no hay nada – contestó, Naruto arrugó la frente en señal de que se levantara y fuera hasta allá, Itachi suspiró cansado y abrió la puerta - ¿Ves? No hay nada – pronunció tranquilo


Naruto se levantó fastidiado y con el tercer pan metido en la boca, le hizo un ademán de alejamiento a Itachi quien se quitó y notó su error, el saco de hielo que compró ayer, tapaba el jugo de naranja, Itachi no supo explicarse, ¿Cómo no se dio cuenta? Con el afán que emanaba de su ser de darle una sorpresa se precipitó y no vio.


Pero eso no se quedaba así, perfecto, el jugo yacía ahí, abrió la otra puerta y le enseño al rubio que no había nada, a lo cual encogiéndose de hombros por segunda vez en el día, culpó a Itachi de no hacer mercado, sentándose le ofreció un pan dulce, a lo cual Itachi reaccionó agarrándolo y comiéndolo despacio, sonrió de su pequeño descuido y Naruto solo bostezó.


El moreno intuía que algo estaba mal, Naruto no era así de calmado, le extrañó, dio vueltas en su cabeza, admitía que le gustaba verlo comer, era una de sus actividades favoritas. Suspiró de manera divertida, le preguntaría al rubio de manera elocuente y sagaz su estado emocional puesto que si le preguntaba de manera directa se lo podía tomar a mal, así como el calor que circundaba la casa.


Dime – interrumpió – Naruto lo miró prestándole atención – ¿Estás molesto? – perfecto, la idea de preguntarle minuciosamente se fue al caño, dándose palmadas en el cerebro y es que, era bastante directo, no podía disimularlo y una de las cosas que aprendió con Naruto – en verano por cierto – era de irse por la tangente sin lastimar los sentimientos de otros.


No, este pan dulce está riquísimo, pero Itachi, tienes que hacer mercado, ¿Qué almorzaremos? – preguntó con la boca llena de pan, Itachi reviró los ojos, le lucía mejor comprarse una paraguas, para librarse de la falta de “modales” de su novio. Algunas veces Naruto era mal educado, lo amaba pero refinarlo estaría bien.


Almorzaremos helado con jugo de unicornios y glaciado de oso polar – contestó irónicamente pero de manera relajada, era él ahora que estaba empezando a sospechar, de alguna manera tenía que hacer molestar al rubio. Ni siquiera por este descuido ¿le diría algo?  Itachi conservaba la paciencia y la calma que lo caracterizaba pero era más la curiosidad mataba por la respuesta que le daría su enamorado.


Itachi, solo haz mercado y ya – eructó al terminar la frase, Itachi soltó una carcajada sonora, si bien es cierto odiaba los malos modales del menor, pero eso si le salió del alma, o del estómago, haciéndolo un acto completamente no planificado,  despertando en su totalidad al rubio– tenías tiempo que no te reías así – sonrió de manera angelical.


Vamos a hacer mercado juntos amor – lo abrazó por la cintura


Quítate, que hace calor – se soltó del agarre y se dirigió a la habitación agarrando otro pan dulce y metiéndoselo en la boca.


Te convenceré vas a ver – sonrió pasiblemente mientras mordía el pan tranquilamente. Imaginando que cosa haría o descubriría para alegrar el día de su novio, como ayer fue el sexo hoy serían los mimos, faltaba que se llenara de cuarenta panes dulces como estos para que su humor cambiara, cada día una estrategia más. Alejándolo de sus pensamientos por unos pasos que escuchó, era Naruto que regresó a la sala corriendo con expresión de molestia, se sacó el pan de la boca, tragó fuerte y exclamó enérgicamente.


¡Itachi Uchiha! Tú – perfecto, no se molestó por lo del desayuno, pensó Itachi – ¡Compraste el pan dulce así! – le señaló acusadoramente mientras Itachi se miraba y no encontraba defecto alguno. Pensaba que el rubio quizá por el calor se estaba volviendo loco, pobrecito sintió compasión de él.


Estoy bien nene – le llamó juguetonamente


¡No me llames nene! ¡Mira tú sinvergüenza! ¡Andar enseñando el torso! – Itachi se dio cuenta del error, salió apresuradamente que no se colocó camisa alguna, con razón la dueña de la panadería le rebajó por los panes. Naruto indignado por la expresión divertida de su novio le lanzó el pan que tenía en la boca y con gran enojo y estilo le enseñó el dedo medio a Itachi.

Notas finales:

Disfruentlo!!!

Me dan sus poniones xD


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).