Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El club de los corazones rotos por Momoka Black

[Reviews - 641]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola hola chicas!

Muchas gracias por dejarme sus bonitos reviews me encantaron. 

Me alegra saber que el fic ha tenido buena repecion, espero no fallarles.

Muchas gracias a: tenshi, sole, hannakolove, miyuchan,Ushio-Tsuki, azunay, Yadira xD, kitsune loli y vanessa por darme un bonito review.

Los contestare mas al rato ya que no tengo mucho tiempo pero en una chancita se los contesto.

A leer.

 

Kagami-kun y yo nos miramos sin saber qué hacer y pensando en ello, no nos esperábamos ver a todos ellos en ese estado. Únicamente pensé que se trataba de Kise por su mensaje:

“Kurokocchi, necesito tu ayuda. Te veré en el parque cercano a la estación. Es urgente.”

Sacudí mi cabeza para despejarme y actuar, no podía quedarme perplejo para siempre. Lo primero que debíamos hacer es ir a un lugar más tranquilo y para que pudieran explicar lo que les estaba sucediendo. Kise-kun se me aventó a los brazos junto a Takao-kun mientras los dos se deshacían en un montón de lágrimas.

—Kagami-kun, lo mejor será que vayamos a tu casa y ahí hablemos.

—¡¿Qué?! ¡¿Por qué a mi casa, Kuroko?!

—Porque tu casa es la que está más cercana,  Kagami-kun. Además de que mis cosas están ahí.

Kagami-kun suspiró negando y resignándose, ya que si me hacía enojar lo iba a amenazar con Nigou.

—Vayamos, muchachos, a la casa de Kagami-kun. Sígannos.

Pronto comenzamos a caminar dejando el parque atrás y me quedé pensando en que era lo que había atormentado a Kise-kun. Y no solo a él: a los demás. En especial a Himuro-san puesto que Akita estaba muy lejos y para que todos estuvieran así. Quería pensar que era algo sin importancia pero algo me decía que esto era algo muy grave.

Llegamos al apartamento de Kagami-kun y en lo que yo los acompañaba a la sala, Kagami-kun preparó una jarra con té y trajo suficientes tazas para todos. Tenía el presentimiento de que esta noche iba a ser una muy larga.

—Muchas gracias por esto, Kurokocchi y Kagamicchi.

—No es nada, Kise-kun, pero queremos que nos expliquen qué es lo que está sucediendo.- les miré a todos y se miraron unos a otros con claras intenciones de llorar otra vez.

—Pensamos que solo se trataba de Kise pero ahora viendo que no solo es él- Kagami-kun se mostró preocupado y más por ver así a Himuro-san- ¿Qué fue lo que les pasó a todos?

—Kagami-chan, Kuroko-chan, necesitamos su ayuda. Queremos que nos ayuden, por favor- me asusté al ver a Takao-kun tan afectado. Normalmente lo veía muy alegre y ahora parecía otro.

—¿Qué es lo que pasa? ¡Hablen!- detuve con mi peso a Kagami-kun el cual se exaltó un poco porque ellos no hablaban.

—Queremos escaparnos, Kagami, queremos largarnos de este maldito lugar para siempre.

Mis ojos se abrieron como platos al igual que los de Kagami-kun al escuchar las palabras temblorosas y llenas de molestia de Hanamiya-san. Hablaba con tanto dolor y tanta tristeza que me sentí muy mal por él.

—¡¿Qué estás diciendo, Hanamiya?! ¡¿Cómo está eso de que quieren desaparecer para siempre?!- le di un zape a Kagami-kun ya que solo los estaba alterando más en vez de ayudarlos.

—Minna-san, necesitamos que se tranquilicen y que hablen. No podemos ayudarlos si no nos dicen que es lo que está pasando.- me planté frente a todos y miré fijamente a Kise-kun- comenzando contigo. Kise-kun, ¿Qué fue lo que pasó?

—Kurokocchi, yo, dejé a Kasamatsu-sempai- lloriqueó con mucho sentimiento y no el llanto chillón que suele usar.

—¿Dejar? Un momento, Kise, ¿Estabas saliendo con Kasamatsu?

—Sí, Kagamicchi, él y yo estábamos saliendo.- se secó las lágrimas y bebió un poco de té- Comenzamos a salir desde que terminó el interhigh. Después de ser derrotado de manera humillante por Aominecchi, Kasamatsu-sempai se convirtió en un gran apoyo para mi. No supe en que momento nos surgió el amor pero cuando menos lo quise, ambos ya estábamos saliendo. Nos llevábamos muy bien, aun con el carácter fuerte de Kasamatsu-sempai, teníamos una relación muy bonita y estable.

—¿Pero algo pasó?

—Sí: desde hace días notaba extraño a Kasamatsu-sempai. Ya no pasábamos tanto tiempo juntos, me estaba ignorando todo el tiempo y otras cosas más.- suspiró y se pasó una mano por los cabellos- Decidí ir a espiarlo después de que terminaron las prácticas del equipo, quería saber que le pasaba. Le vi hablar con Moriyama-sempai detrás del salón de física y me acerqué para escuchar.

—¿Qué fue lo que escuchaste, Kise-kun?- mi ceño se tensó al momento en que vi a sus ojos llenarse de lágrimas de nueva cuenta.

—…escuché como Kasamatsu-sempai le decía a Moriyama-sempai que no supo cómo terminó estando conmigo. Que me odiaba porque había conseguido la fama y el talento que él tanto buscaba; además de que únicamente estuvo conmigo por lastima. Yo creí ciegamente en él, me entregué a él y esto es lo único que obtengo.

—¿Hace cuánto te enteraste de eso, Kise-kun?

—Hace pocos días: me salí corriendo de Kaijo y me encerré en mi apartamento  para estar solo. No quería ver a nadie y mucho menos verlo a él.- suspiró con voz tenue- Durante esos días, pensé y me di cuenta de muchas cosas. Una última me hizo darme cuenta de que no iba a soportar estar mucho tiempo ahí y la mejor opción era escaparme.

—¿Qué fue esa cosa que te hizo cambiar de idea, Kise? Ya me estás asustando.- Kagami-kun comenzó a beber té mientras miraba a Kise-kun el cual a pesar de tener la tristeza plasmada en su rostro, una leve pizca de alegría podía verse en sus ojos.

—Voy a tener un bebé Kurokocchi.

Mi cara se descompuso en una sorpresa y Kagami-kun escupió de manera estrepitosa su té dándole de lleno al pobre Nigou el cual ladró de manera chillona.

—¡Eso fue asqueroso, Kagami!- bramó Hanamiya-san tomando a Nigou y secándolo con unas pequeñas toallitas que sacó de su chaqueta.

—¡¿Qué demonios dices Kise?! ¡¿Cómo está eso?!

—¿Quieres que te explique cómo se hacen los bebes, Kagami-kun? Creí que te sabias esa parte, no hace mucho lo hicimos- el otro se puso rojo como un tomate y se sentó sin decir nada- Cielos, Kise-kun, no pensé que esto sería así pero…¿Le has dicho a Kasamatsu-san de esto?

—¡No! ¡No! ¡No se lo diré!- chilló abrazándose a sí mismo-¡Él jamás lo sabrá! ¡No se lo merece! ¡Por eso debo huir!

—Tranquilízate, Kise-kun, no te exaltes.-me acerqué para tratar de calmarlo pero ahí fue cuando Kagami-kun miró de manera sospechosa a los otros chicos y sus ojos se agrandaron de sobremanera.

—No me digan…¡¿No me digan que están en las mismas que Kise?! ¡¿Con regalito y todo?!

—Eres un brujo, Kagami-chan.- Takao-kun sonrió a pesar de sus lágrimas y Kagami-kun solo emitió un chillido para nada masculino antes de pararse y comenzar a dar vueltas como león enjaulado.

—Kagami-kun, cálmate: estás peor que ellos.

—Kuroko, ¿Cómo no quieres que me ponga así? ¿Acaso no te das cuenta?  Todos ellos ahora están en un serio problema.

—Un bebé no es un problema, Kagami-kun, es todo menos un problema.- le miré fijamente- Tenemos que saber las circunstancias de los otros para poderlos ayudar. Takao-kun, ¿Qué fue lo que pasó contigo?

—A diferencia de Kise-chan yo llevaba más tiempo con Shin-chan.- Takao-kun se recargó más en su asiento- Comenzamos a salir casi desde que empezamos en Shutoku. Nuestra relación era casi llevada por mí: Shin-chan casi ni era detallista, yo era quien sacaba la relación adelante. Pero a veces tenía sus momentos tiernos, que eran muy contados. Ustedes lo han visto, han visto como ha sido Shin-chan desde que lo han conocido. Para él solo existe Oha Asa y ya.

—Por lo menos tú te ves un poco más optimista, Takao,- suspiró Kagami-kun ya más calmado- En tu caso el friki, digo ¿Midorima lo sabe?

—Estaba a punto de decírselo. Hace días comencé a sentirme mal y temiendo esto fui a comprarme una prueba de embarazo.- sacó la mencionada de su bolsillo y me la tendió. Vi claramente que el resultado era positivo- De mi parte me alegré mucho, y quería ir a contárselo a Shin-chan.- su cara se fue tornando triste y apesumbrada- Antes de llegar a su cuarto le escuché gritar, me acerqué antes de entrar y solo para escuchar que era lo que gritaba. También escuché la voz de Miyaji-sempai diciendo que se calmara y que porque estaba conmigo. Lo que me rompió el corazón fue escuchar las palabras de Shin-chan: “Takao es una molestia. No lo soporto, me es tan fastidioso que esté siempre molestándome. No sé ni porque estoy con él, ni siquiera lo quiero, únicamente se está interponiendo entre mis metas. Takao es un estorbo en mi futuro”

En ese momento sentí unas tremendas ganas de ver a Midorima-kun y darle un buen puñetazo en toda su cara. Si no quería a Takao-kun, ¿Por qué estaba con él? ¿Por qué fue tan hiriente? ¿Por qué?

—Después de eso salí corriendo de la escuela y me fui al parque para pensar. Duré horas en ese lugar escuchando las llamadas de Shin-chan sin contestarlas. ¿Para qué? ¿Para qué me dijera que era una molestia en su vida? No, no iba a contestarle.- el pelinegro se removió las lágrimas que caían por su rostro- Cuando ya era muy oscuro, me dispuse a irme a casa y en el camino me encontré con Miyaji-sempai. Comenzó a cuestionarme de donde  estaba y de porque no contestaba las llamadas que tanto él como todos, hasta el entrenador, me hacían. Únicamente le dije que no me sentía bien y que me hiciera el favor de darme asilo por esa noche; no le dije que los había escuchado a él y de que iba a tener un bebé. Al amanecer, me salí de su casa sin decirle nada y me fui corriendo a la mía para empacar mis cosas e irme. Y es todo.

—¿Osea que nadie de tu equipo sabe que estás aquí, Takao-kun?- negó ante mi pregunta- ¿Ni siquiera tu sempai?

—No me di tiempo de avisarle, únicamente quería irme de ahí. Le llamé a Kise-chan y fue él quien me dijo que viniera para acá.

—Himuro-san, de todos los presentes necesito que nos digas que ocurrió en tu situación. Prácticamente viniste desde Akita hasta acá tu solo.- el aludido se mordió los labios muy nervioso y más por la mirada que Kagami-kun le estaba dando.

—Tatsuya, dime quien es.- Kagami-kun se le acercó y lo tomó por los hombros- ¡Dímelo Tatsuya! ¡Habla ya!

—Taiga, suéltame, me estás lastimando.- Himuro-san trató de quitárselo de encima cuando éste comenzó a sacudirlo exigiéndole respuestas.

—¡Suéltalo, Kagami-kun! ¡O lo sueltas o te aviento a Nigou!

Kagami-kun dejó de apretarlo más no lo soltó. Himuro-san solo atinó a abrazarse a él y Kagami-kun lo abrazó aun diciéndole entre susurros que hablara y le dijera la verdad.

—Tatsuya, dime la verdad ¿Murasakibara es el papá? ¿Lo es?

—Sí, Taiga, lo es.- Himuro-san se sentó de nuevo con las manos en su rostro y Kagami-kun volvió a su asiento- Él es o era mi pareja.

—¿Cómo que era? ¿Ya no están juntos?

—No, Kuroko-kun, ya no estamos juntos y fue precisamente por el bebé.- eso fue lo que me sacó de onda y desvié toda mi atención hacia él- No quiero hacer mucho énfasis sobre nuestra relación, me es aun doloroso. Pero yo si le dije sobre el bebé…- Himuro-san se detuvo y tomó un respiro para hablar-…y lo único que me dijo fue que él no estaba listo para ser padre. Me dijo que era mi problema y que me las arreglara yo solo.

—¡Voy a matar a ese infeliz! ¡Lo voy a matar!- prácticamente me tiré encima de Kagami-kun derribándolo y aplicando todo mi peso para que no saliera como loco- ¡Kuroko! ¡Suéltame! ¡Tengo que matar a esa mole!

—¡Vas a calmarte, Kagami-kun! ¡Eso es lo que vas a hacer!- le grité a sabiendas que si era capaz de hacerlo-Además, en este momento estamos muy lejos de Akita así que no puedes matarlo.

—¡¡Quiero matarlo!! ¡¡¿Acaso no lo entiendes, Kuroko?!! ¡¡Embarazó y dejó solo a Tatsuya!! ¡¡Lo dejó como si fuera un perro!!

—¿Crees que no lo sé, Kagami-kun? ¿Acaso no piensas que yo también siento ganas de cortar algunas cosas?- le espeté molesto. ¡Claro que yo también estaba molesto! ¡Por lo pronto ya tenía a tres posibles víctimas!- Pero si perdemos la cabeza, no vamos a llegar a nada. Tenemos que pensar con la cabeza fría.

—Tranquilízate, Taiga, en todo caso quien no quiere volver a verle la cara soy yo.- intervino Himuro-san secándose las lágrimas con el dorso de su mano- Por eso, después de lo que me dijo, lo golpeé con todas mis fuerzas y me marché del campus. Hace dos días que me vine de Akita.

—¿Y con quien te estás quedando?

—Hablé con Sakurai-kun y me quedé en su casa. Por lo visto no fui el único que está pasando por esto.

—Ahora sigues tú, Sakurai-kun, dime que te hizo Aomine-kun- el aludido me miró de manera muy sorprendida- Yo sabía que estabas saliendo con Aomine-kun: fui el primero a quien se lo dijo.

—Todo fue algo tan imprevisto. Aomine-san comenzó a actuar extraño, no sé bien los motivos pero todo fue a raíz desde que perdimos contra ustedes en la copa de invierno. Comenzó a obsesionarse con mejorar su manera de jugar y vencer a Kagami-san; todo esto influenciado por Momoi-san- la voz de Sakurai-kun se quebró- yo no sabía cómo ayudar a Aomine-san y sentía como se iba alejando de mí. A tal grado de ya no vernos o salir juntos. En una práctica, me desmayé y me llevaron a la enfermería. Imayoshi-sempai me dio una prueba de embarazo, creo que él lo sospechaba más que yo, y resultó ser positiva. Ambos fuimos a buscar a Aomine-san a la azotea, donde usualmente él se oculta y ahí ambos lo vimos besándose con Momoi-san…- ahora yo invertí los papeles: ahora yo quería matar a Aomine-kun y Kagami-kun era quien me estaba deteniendo.

—¡Cálmate Kuroko!

—¡Ni madres! ¡Voy a matar al maldito negro ese por infiel!

—¡Pero no me decías que me calmara! ¡Dijiste que no podía matar a Murasakibara porque estaba muy lejos!

—¡Pero Aomine-kun está en la ciudad así que puedo hacerlo!

—¡Kurokocchi cálmate!- Kise-kun intentó a ayudar a Kagami-kun junto a todos los demás- ¡No vayas a hacer una tontería!

—¡Lo voy a matar! ¡Le haré un favor a la humanidad! ¡Habrá un imbécil menos en la tierra!

Después de casi media hora me cansé y me di por vencido. Ya más calmado, porque de veras estaba furioso, procedimos a que Sakurai-kun terminara de contar lo que le había pasado.

—Después de ese beso, Imayoshi-sempai me sacó de la escuela al verme tan mal y le dijimos a Wakamatsu-san que el entrenamiento se iba a posponer y que le avisara al entrenador. Imayoshi-sempai me dijo que fuera contigo, Kuroko-san, puesto que Aomine-san me vendría a buscar a la casa de sempai al enterarse de que me fui con él.

—Ya decía yo que ese chicle con patas no me caía bien. Desde que la vi poniéndole los ojos encima a mi  Kuroko sabía que no tramaba nada bueno-masculló Kagami-kun y también de ahora en adelante le había cogido un odio terrible a Momoi-san  no creyéndola capaz de esto.

—Ya veremos qué hacer con eso, pero Hanamiya-san…-el aludido me miró después de haber limpiado a Nigou y ahora lo sostenía en su regazo- creo, y casi puedo jurar por la estupidez de Aomine-kun, que Kiyoshi-sempai le haría algo que lo lastimara.

—Te equivocas, Kuroko, Kiyoshi no solo me engañó. Kiyoshi desde hace mucho que se entiende con tu entrenadora.- Hanamiya-san habló con mucho rencor acumulado- Y además él no confía en mí.

—¿Por qué dices eso, Hanamiya? Tengo entendido que tú y Kiyoshi-sempai se conocen desde hace mucho: ambos fueron integrantes de los reyes destronados.

—Así es: admito que siempre me hice el difícil con Kiyoshi, eso por un pasado que aún me duele y no puedo contarles todavía, y me mostraba un tanto arisco. Él fue la única persona que me ayudó a salir un poco de mi dolorosa realidad, nos hicimos amigos y luego novios. Nuestra relación comenzó a cambiar una vez que él entró a Seirin: ya no nos veíamos tan frecuentemente y las pocas veces que lo hacíamos, no disfrutábamos de nuestro tiempo juntos. Pero hubo personas a quienes no les pareció que estuviésemos juntos.

—¿La entrenadora y Hyuga-san?

—Así es Kagami: Hyuga me odia por este motivo. Hace tiempo, cuando estábamos en nuestro primer año de preparatoria, Kiyoshi y yo estábamos jugando en un partido callejero como cuando nos conocimos. Mientras yo me preparaba para hacer una nueva jugada, me distraje con algo que me superó y me desconcentró, Kiyoshi me sorprendió de repente y accidentalmente le lastimé una rodilla. En el hospital, Hyuga me reclamó alegando que todo fue mi culpa y que si Kiyoshi no volvía a jugar él jamás me iba a perdonar. Kiyoshi le había dicho que había sido un accidente pero yo sé que en el fondo él me culpa. Y con respecto a esa: hace una semana atrás le estaba preparando una sorpresa por nuestro aniversario, iba a sorprenderlo en Seirin con ayuda de Izuki, llegué temprano ahí con el presente. Izuki me había dicho que estaba en las canchas y fui ahí. Al llegar lo que vi hizo que todas mis ilusiones quedaran hechas pedazos: Kiyoshi se estaba besando de manera apasionada con su entrenadora. Salí de ahí antes de que me notaran pero lo hice llorando como nunca en la vida, Izuki alcanzó a verme y me llevó a mi casa para que me calmara. Días después comencé a sentirme mal y no hacía falta una prueba de embarazo para confirmarlo. Y decidí no decírselo a Kiyoshi, creí que Kiyoshi me amaba, él me dijo que nunca haría nada para lastimarme. Pero me equivoqué- limpió sus lágrimas con rudeza- Él es igual a todos.

—Nunca lo pensé de Kiyoshi-sempai, es que no me lo creo- balbuceó Kagami-kun mostrándose un poco decepcionado: si bien admiraba a todos los de la generación de los milagros, a quien también admiraba mucho era a Kiyoshi-sempai.

—Yo únicamente diré que Moriyama me ponía los cuernos- todos miramos a Izuki-sempai el cual sonreía con ironía después de haber llorado tanto- Salíamos desde que tuvimos el primer partido contra Kaijo, él comenzó a buscarme y a perseguirme hasta que decidí salir con él. Nuestra relación era algo buena pero siempre me decían que él me engañaba. Nunca creí en eso, confiaba de manera ciega en él y pensé que él jamás me engañaría. ¡Que ingenuo fui! Le vi a lo lejos en el centro comercial con una chica y se besaban de manera constante.

—No te presionaremos, Izuki-sempai, no haremos que hables hasta que te sientas mejor.- Otro que se había agregado a mi lista negra. Miré al último chico y por la cara que traía sabía que esto no me iba a gustar.

—Kuroko-kun, por favor, yo no puedo…

—Sé que es algo relacionado con Akashi-kun, pero ¿Por qué estás dejándolo?

—Akashi-san, él no me quiere. Para él no soy más que un objeto de su posesión y que tiene que hacer lo que él quiera. Tuvimos una pequeña pelea porque me encontré con un amigo de la infancia y salimos a tomar un café. Me armó un escándalo y me dijo que era suyo y que no tenía permitido ver a nadie más. Yo, molesto, le dije que él no era mi dueño y que no quería volver a verlo. Días después me enteré de que iba a tener  un hijo suyo y estaba por decírselo pero  la madre de Akashi-san me amenazó.

—¿Cómo que te amenazó? ¿De qué hablas?- murmuró Kagami-kun muy sorprendido y todos por igual. Tenía entendido que la madre de Akashi-kun nunca se había interesado por su hijo y de hecho éste no se llevaba bien con ella.

—Hace días me fue a buscar a mi casa,  me llevó con ella en una camioneta oscura y no sé cómo se enteró de que voy a tener un bebé. Pero sus palabras fueron claras: “No vuelvas a acercarte a Seijuuro y ni se te ocurra decirle que vas a tener un hijo suyo. Si él se entera yo me encargaré que tanto tu como ese engendro no vean la luz del sol nunca más.” Por eso me escapé, Kuroko, no quiero que nada le pase a mi hijo- sollozó el pobre abrazándose a sí mismo y logrando que los otros se pusieran igual.   

—¿Qué vamos a hacer Kuroko? Está claro que ninguno de ellos van a querer volver a verlos.- miré a Kagami-kun mientras pensaba en lo que haría. Ninguno de ellos tenía otra salida más que escaparse y huir para siempre.

Suspiré sabiendo que era una decisión descabellada, pero no podía dejarlos solos. Debía ayudarlos y más ahora que todos ellos iban a necesitar. Me paré con una decisión ya fija dentro de mí y no iba a cambiar de idea.

—Esto es lo que haremos: vamos a huir lejos de Tokyo.

—¡¿Te has vuelto loco, Kuroko?! ¡¿Cómo se te ocurre decir que vamos a escapar?!- Kagami-kun me miró como si estuviese chiflado-¡No podemos dejar la escuela! ¡No podemos dejar a nuestras familias!

—Kagami-kun, en este momento mi prioridad es ayudarlos. No pienso abandonarlos y dejar que huyan ellos solos. Y antes de que protestes, te diré una de las razones para que nos tengamos que ir: si nos quedamos, Aomine-kun junto a la panda de irresponsables comenzaran a hacer preguntas y no quiero tenerlos sobre mi cabeza. Sobre todo a la madre de Akashi-kun: ella no se detendrá ante nada ni nadie para hacerle daño a Furihata-kun.

—En parte tienes razón, Kuroko: Akashi está tan loco como una cabra y de su madre no lo dudo, Aomine tiene la brutalidad de un buey, Kasamatsu es un salvaje de primera, Midorima es un tsundere con tendencias medio chifladas, Murasakibara es un loco-maniático de los dulces que quiere aplastar a todo el mundo, Kiyoshi-sempai es un tonto sin remedio, y Moriyama tiene la reputación peor que una prostituta.

—¿Lo ves? Pero Kagami-kun está en un punto clave ahora: ¿Realmente no quieren que ellos sepan de sus respectivas paternidades?

Los seis que se debatían, porque Himuro-san no aplicaba, se miraron y contestaron un rotundo no. Bien, era un hecho que íbamos a huir.

—Escúchenme bien todos: mañana por la mañana nos iremos a la estación de la ciudad y de ahí tomaremos el tren rumbo a Aomori y de ahí huiremos hasta Hokkaido. De allí, cuando hayamos arribado, nos iremos hasta Sapporo.

—¡¿Vamos a recorrer todo Japón?!

—Tú sabrás si quieres quedarte, Kagami-kun.

—Yo te seguiré a donde vayas, Kuroko.

—Entonces no protestes.- miré a los demás- No se preocupen por el techo y la comida: Mi tío nos acogerá, hace mucho que me dijo que cuando quisiera huir de casa él me acogería cuando fuese, a la hora que fuese y con quienes viniesen. Es la única cosa que se me ocurre.

—Muchas gracias, Kurokocchi- lloriqueó Kise-kun abrazándome junto a todos ellos- No sé qué hubiéramos hecho sin ustedes.

—Pero aún no hemos terminado el plan: tenemos que ser muy cautelosos al huir. Ahora que pasó la copa de invierno cada uno ha ganado su fama y seremos el objeto de búsqueda al momento. En especial tú, Kise-kun, que no solo eres un gran jugador sino que también eres modelo y uno de fama internacional.

—Y ¿Cómo le haremos? Nos encontraran a la primera de cuentas.- murmuró Furihata-kun y fue cuando se me prendió el foco por una buena idea.

—Kise-kun, ¿Aun conservas la ropa de la colección pasada? ¿La que te enviaron por error junto a todas esas pelucas y los lentes de contacto?

—Sí, Kurokocchi, no he podido enviársela a mi manager.- el rubio me miró extrañado al igual que todos. -¿Qué estás pensando?

—Hagamos esto: Kise-kun, necesito que  tu junto a Takao-kun y Sakurai-kun  vayan a tu apartamento y traigan toda esa ropa junto a todo el maquillaje que se encuentren; Hanamiya-san, Furihata-kun e Izuki-kun: tienen que ir también al departamento de Kise-kun y ayudarles con todo ello. Himuro-san y yo arreglaremos todas las cosas para marcharnos y Kagami-kun irá más al rato a comprar los boletos para irnos.

—¿No podremos comprarlos en la mañana? ¡Me van a descubrir!

—Para que vayas necesitamos que Kise-kun y los demás vengan con todo lo que traerán. Y si compramos los boletos mañana nos entretendremos y si descubren que no estamos nos buscaran de inmediato.

—No tardaremos, Kurokocchi.

Todos se marcharon a cumplir con lo pedido y en ese le marqué a mi tío pidiéndole el favor que necesitaba. Afortunadamente accedió y me dijo que iría a recogernos en su yate a Aomori para que no nos fuéramos hasta Hokkaido. Solo quería que le avisáramos cuando estuviésemos ahí para que viniera por nosotros.

Al llegar los demás, Kise-kun sacó todo su arsenal y todos me miraron interrogantes.

—El plan es este: la única manera de poder irnos de Tokyo sin levantar sospechas es que nos disfracemos de chicas.

— ¡¿Qué?!

Exclamaron todos con la sorpresa plasmada en sus rostros. De inmediato todos comenzaron a protestar y lo único que atiné  a hacer fue a pedirles silencio para comenzar a explicar,

—Escúchenme bien: si nos vamos todos así como estamos nos van a encontrar más rápido y no alcanzaremos a llegar a Aomori. Akashi-kun es alguien que tiene muchas influencias y nos buscará por cielo, mar y tierra. Esta es la única manera.- todos suspiraron asintiendo ya resignados- Tu no te puedes disfrazar de chica, Kagami-kun, te descubrirían a la primera.

—¡¿Y de que me disfrazo?! ¡¿De pony?! ¡¿De vaca?! ¡¿De travesti?!

—De guarura, Kagamicchi, seremos unas lindas modelos custodiadas por un enorme guarura.

—Solo tenemos que hacer lo siguiente: avisar a las personas de más confianza y decirles que estamos bien. No hay que predisponerlas a que nos busquen desde ahorita.

—Yo le hablaré a Miyaji-sempai, no le he contestado el celular desde que me marché.- Takao-kun se marchó veloz en dirección al baño con su celular prendido y ya marcándole a su sempai.

—Yo lo haré con Imayoshi-sempai, no le diré nada de que vamos a huir.- Sakurai-kun se marchó por el mismo rumbo que Takao-kun pero antes de irse Hanamiya-san lo detuvo.

—Sakurai, dile a Imayoshi que estoy contigo. No tengo a nadie más a quien avisarle-no quise preguntarle a Hanamiya-san el porque no iba a avisarle a nadie de su familia.

—Únicamente le diré a mi manager, mis padres no están en la ciudad.- Kise-kun suspiró y sacó su celular sin muchos ánimos.

—Yo…le diré a Liu que estoy aquí.- Himuro-san suspiró mostrándose agotado y cansado.

—Mis padres me echaron apenas se enteraron que estoy en cinta- sollozó Izuki-sempai y recién comprendía mejor la razón por la cual quería irse de la ciudad.

—Yo le diré a mi padre, mi madre no quiere saber nada de mi- por lo visto Furihata-kun estaba casi en las mismas.

—Lo hacen y vienen a cenar: no voy a dejar que mis sobrinos queden malnutridos desde ahorita.- vaya, ya hasta me estaba auto poniendo como el tío de todos esos futuros bebitos.

Cada uno le avisó a su respectivo objetivo y luego cenamos. Después, Kise-kun sacó de entre ese arsenal todo un estuche de maquillaje, una extraña plasta de hule color piel, una tela muy elástica, y unos lentes oscuros al igual que un juego de bigote y cejas falsas.

—Muy bien, Kagamicchi, es hora de la transformación número 1.

El pobre tragó saliva y cerró los ojos dejándose hacer. Kise-kun, ayudado por mí, literalmente transformó a Kagami-kun en un tipo calvo con unas cejas normales y de bigote ancho. Además de que se veía más pálido, no quedando expuesto así su morena tonalidad.

—Me siento muy raro, pero puede resultar.- murmuró viéndose en el espejo y después Kise-kun le aventó una chaqueta oscura y los lentes negros. Cada uno de los presentes sacamos el dinero suficiente para los boletos de tren y se lo dimos.

—No tardo, ustedes quédense aquí. Kuroko- me miró de manera decidida- si alguien llama y pregunta por ellos le dices que no sabes nada. Por favor si son esos idiotas no les contestes y si no puedes, diles que no tienes ninguna idea de donde están y trata de no perder los estribos.- sopesó la respuesta y negó con la cabeza- Mejor apaga tu celular y estate al pendiente del otro : ya sabes que hacer.

—Está bien, Kagami-kun- suspiré y lo acompañé a la puerta dándole un beso- Cuídate.

—Lo haré, trata de que hacer que descansen.-Kagami-kun se marchó y yo me giré a donde estaban los otros chicos.

—Ya es muy tarde,- miré el reloj de la pared y vi que ya era más de media noche- será mejor que vayamos a descansar. Mañana nos levantaremos a primera hora y nos arreglaremos para irnos. De hecho tengo que hacer mis maletas y las de Kagami-kun.

—Te ayudaremos, Kuroko.

Me los llevé a la habitación que compartía con Kagami-kun para que me ayudaran a hacer las maletas y así mantenerlos distraídos de todos esos pensamientos tan malos.

—Kuroko-kun, lamentamos hacer que Taiga y tú se vean involucrados en esto.

— No se preocupen, Himuro-san, no íbamos a dejarlos solos en esto.- les miré con una sonrisa- Además de que yo desde hace tiempo pensaba en irme donde mi tío y estudiar allá.

—¿Pero por qué? Digo, te va bien en la escuela y en el basket.-murmuró sorprendido Hanamiya-san terminando de doblar unas playeras y dejándolas en un montoncito.

—Kagami-kun y yo logramos nuestra meta y lo que viene ya no importa. Tenía pensado decírselo pero creo que los planes me salieron antes.

—Kuroko-chan, sé que la pregunta sonará medio rara pero ¿Qué pasaría si estuvieras en las mismas que nosotros? ¿Qué harías?-pensé un poco en la pregunta de Takao-kun y no tarde en contestársela.

—Hace un tiempo hablamos de esto con Kagami-kun: él me dijo que si en algún momento yo llegase a embarazarme se haría responsable de ambos, nada nos iba a faltar. Tal vez no me daría los lujos que uno imagina pero me daría lo más importante: amor, cariño y protección. Ambos le daríamos un hogar lleno de felicidad y amor a nuestro hijo.

—¡¿Por qué ellos no son como Kagami-san?!- chilló Sakurai-kun y en segundos los otros le siguieron. Me costó mucho calmarlos- lo siento Kagami-kun pero dile adiós a tu helado xD-y ya que me ayudaron a empacar la ropa, nos dispusimos a poner los futones para que descansaran. Se pusieron sus respectivos pijamas y se durmieron casi al instante de poner sus cuerpos en ella.  

Suspiré acomodándoles las frazadas a todos y me senté en el sillón esperando a Kagami-kun el cual llegó media hora después.

—¿Cómo te fue?- hablé en murmullos para no despertar a los otros- ¿No hubo problema?

—No, dije que los boletos serían para unas modelos.- me respondió en el mismo tono y quitándose el disfraz- No puedo creerlo, Kuroko, no me creo aún que vayamos a huir.

—Pues velo creyendo, Kagami-kun, ya hemos logrado nuestra meta y ahora nos queda perseguir el futuro. Además de que no podemos dejarlos solos ahora: nos necesitan más que nunca.

—Sí, ¿Crees que hacemos lo correcto?-Kagami-kun se me acercó sentándose a mi lado y abrazándome de manera protectora-  Digo, huir no es una opción pero viendo las circunstancias.

—Lo sé, pero esos idiotas necesitan aprender una valiosa lección: sabrán lo que han tenido al haberlos perdido para siempre. 

Notas finales:

Fiu, espero que les haya gustado mucho el cap. Muchísimas gracias por sus bonitos reviews, y espero no defraudarlas. Sigan comentando :D.

Nos leeremos pronto, estén atentas.

Saludos.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).