El sol apenas comienza a salir cuando ya Kyungsoo se encuentra paseando por los cultivos en la superficie, el terreno es mucho más pequeño que los que se encuentran bajo tierra y los alimentos son de menor calidad, pero funciona como terapia para los que aún no se acostumbran a la vida bajo tierra, como él.
—¡Kyungsoo! —escucha su nombre a lo lejos— ¡Kyungsoo! —insiste la voz que reconoce muy bien, es Suho, uno de sus especiales. Grita su nombre con voz fatigada por lo mucho que ha corrido. Se voltea despacio, mientras escucha los pesados golpes de sus pies sobre la tierra húmeda. Él es una de sus adquisiciones más poderosas. Suho produce y controla el agua de forma increíble, en los entrenamientos lo ha visto destruir paredes de concreto de más de un pie de ancho. Recuerda el día que lo encontró entre los escombros del bombardeo Ruso a su pequeño poblado en las montañas. Segun él, era venerado como un dios. En medio de la caos logró crear un campo de fuerza inmenso que lleno de agua todo el poblado que le mantuvo con vida, penosamente todos los que intentó proteger murieron ahogados.
—Encontraron uno nuevo —dice con respiración pesada cuando llega junto a Kyungsoo— Tienen problemas para controlarlo a pesar que esta inconciente —una pausa— ...creen que es trinidad.
Suho no pudo terminar la frase cuando ya Kyungsoo estaba corriendo en la dirección en la que él había aparecido hace solo un segundo. Sin pensarlo mucho lo sigue, sabe que lo alcanzaría en el elevador. Kyungsoo a pesar de ser pequeño e inestable mentalmente, es fuerte y muy rápido, tanto que lo deja muy atrás.
—¡¿Donde lo encontraron?! —Kyungsoo atropella las palabras mientras intenta poner erróneamente su código de acceso en la pantalla tactil del elevador. Enfadado la golpea y grita. Suho entra en el elevador y retira las manos nerviosas de Kyungsoo.
—Lo estaban trasladando desde Italia a el norte en un camión blindado, ambos estan inconcientes.
—¿Ambos? —pregunta Kyungsoo confundido— Jamás han trasladado más de uno... —la mente de Kyungsoo comienza a trabajar muy rápido impidiéndole a escuchar lo que Suho dice. Siente todo dar vueltas. —Van a atacar, Suho.
Suho se le queda mirando en silencio, solo se escucha el chirrido de el elevador por un momento mientras que Kyungsoo se deja caer al frío suelo. Aún le falta mucho por descender, lo suficiente como para poner alerta a todo el contenedor. Suho no duda cuando activa en la pared tactil el sistema de emergencia.
—Ya estan alertas, pronto comenzará la evacuación a los niveles más bajos.
De pronto Kyungsoo aprieta las manos con sus ojos todo es muy brillante para él cuando se altera y la luz artificial le lastima.
—Llama a Lay, que me espere abajo. Lo necesito —murmura antes de quedar inconsciente, Suho no se asusta, sabe perfecto todo lo que sucede.
Antes de llamar a Lay, saca de uno de los bolsillos de su chaqueta una pequeña grabadora. Sería eternamente odiado si Kyungsoo dice algo y no queda registrado
Los minutos pasan lentos mientras el elevador continúa bajando cada vez más despacio. Suho se a sentado junto a Kyungsoo quien solo duerme y no dice nada. Su mano derecha tiembla por momentos, pero tiene terminantemente prohibido tocarlo. Suho sabe todo acerca de Kyungsoo y sabe que si lo toca podria hacer que enloquezca por el dolor, el carga muerte y mucha.
De pronto Kyungsoo abre los ojos mirando a la nada y no dice nada, esto asusta a Suho, Lay lo entrenó para que diga todo lo que ve. Comienza a pararle por la cabeza la idea que se ha roto cuando las puertas del elevador se abren y entra Lay asustado.
—¿Que le pasó? —pregunta mientras intenta hacer reaccionar a Kyungsoo.
—Solo entro en trance y ya no dijo más —contesta poniéndose en pie.
—Esto no es una visión —se dice Lay a si mismo. —Kyungsoo, perdoname por esto. —Mira nervioso a Suho —ayudame a acusarlo —le ordena.
—¿Q-que piensas hacer, Lay? —pregunta asustado— No puedes hacer eso, sabes cuánto le duele.
—Lo sé, lo sé. Pero esto que esta viendo no es real, es una proyección.
—¿Una proyección?
—¡Mierda, Suho! no hay tiempo para explicar, solo ayúdame. ¿Quieres?
Entre los dos lo acuestan en medio del elevador. Lay se quita los guantes y mira a Suho asustado.
—Ponte los guantes y sujeta bien sus hombros... si convulsa, evita que se golpee la cabeza. ¿Esta bien?
Suho traga incómodo y asiente con la cabeza.
Lay se acerca su mano a la cien derecha de Kyungsoo quien le clava los ojos de manera amenazante.
—Todo esta bien —dice antes que los ojos de kyungsoo se pongan en blanco asustando más a ambos. —¿Listo? —le pregunta a Suho quien vuelve a asentir con la cabeza.
Lay toma una gran bocanada de aire antes de tocar la cabeza de Kyungsoo. Se sacude fuerte y su espalda curva despegadose del piso, un grito de dolor sale de los labios de Kyungsoo y rebota contra las paredes haciendo arder el pecho de Suho. El cuerpo de Kyungsoo tiembla salvajemente contra el suelo y lágrimas salen de sus ojos que vuelven a mirar fijamente los de Lay. Kyungsoo busca con sus manos desesperado la forma de alejarlo pero Lay no se mueve. Las manos se aferran en la bata blanca de mientras las lágrimas siguen cayendo y los gritos los ensordecen. Una de las temblorosas manos de Kyungsoo alcanza tocar la cien de Lay quien enseguida comienza a sentir el agonizante dolor. Su cara lo refleja pero se niega a gritar, siquiera gemir por el dolor. Suho no entiende nada, esto nunca había pasado. Ponto Lay comienza a temblar y a parecer muy frágil Kyungsoo ya a quedado inconsciente pero Lay resiste.
—Bu- busca a Chen —susurra Lay con voz temblorosa.
—¿Vas a estar bien? —duda Suho una vez de pie.
Lay no contesta y cae al suelo inconsciente junto a Kyungsoo. Suho se asusta mucho más, no sabe que hacer. Correr es la única cosa clara que pasa por su mente, así que eso hace. Chen no debe estar muy lejos ya que trabaja con los especiales, este es el campo de entrenamiento y el laboratorio.
Pasa a toda entre los pasillos hasta llegar la gran pared de cristal que deja a la vista el laboratorio pero no lo ve por ningun lado
—Maldito seas Chen ¿donde estas? —dice con frustración mientras se echa a correr al campo de entrenamiento. Chen posee el don de manejar la electricidad y el clima. Al igual que Suho, era venerado como un dios de niño, pero fue secuestrado llevado a Norcorea para establecer una guerra climatica contra Estados Unidos... Sí recuerdan el huracán Katrina, él es el responsable. Fue contra su voluntad claro, pero causó miles de muertes.
—¡Chen! —Grita al verlo dentro de una de las cabinas privadas de entrenamiento.
El se voltea y lo saluda muy contento, más cuando suho golpea el cristal su sonrisa desaparece y rápido sale de la cabina.
—¿Que pasa Suho? —pregunta cerrando la puerta.
—Es Lay, hizo una locura. —toma a Chen por el brazo y lo hala, pero electricidad recorre su brazo y lo aparta— ¡Chen, controlate!
Nuevamente Suho no puede terminar de hablar, Chen sale corriendo sin siquiera preguntar a donde debe ir. Suho lo sigue desde atrás evitando que se desvíe, pero Chen parece saber exactamente donde Lay esta.
Al llegar al pasillo de los elevadores se asoma en cada uno desesperado hasta llegar al penúltimo donde se abalanza sobre el cuerpo inconsciente de Lay.
—Oh Lay ¿Que hiciste? —le pregunta mientras lo levanta en sus brazos
Suho llega y ve como Kyungsoo apenas despierta aturdido.
—¿Estas bien? —pregunta ayudándolo a levantarse.
—Lleven a Lay al hospital rapido —murmura Kyungsoo mientras intenta levantarse— no sé que le hice... —Kyungsoo se bambolea y se aferra a la pared.
Chen mira a Suho por un segundo antes de salir corriendo con Lay en brazos.