Murmullo pesado de muchedumbre se amontona apretado a su alrededor, nunca habia escuchado tanto ruido; nunca había escuchado tanta gente. Recuerdo vago de paredes de acero que se sacuden al compás de un ritmo que no entiende, lo único que reina ahora en su mente adoresida. Un ave de fuego hace presente y hace desaparecer el techo, dejando a la vista el cielo que nunca lo habia visto, solo en dibujos borrosos en los delirios de su hermana.
—Hye —grita un soplo lejano en su conciencia.
Sehun despierta agitado en habitacion blanca que le hace arder los ojos. No recuerda haber visto antes luz tan brillante. Mira a su alrededor buscando rastro de ella, mas esta solo, en una cabina de cristal. Personas en batas blancas se pasean tras ellas mirándole como si fuera un fenómeno.
—Eres un fenómeno —recuerda.
No reconoce nada de lo que ve. Siente el impulso de huir más las esposas que le atan a la camilla pretenden detenerlo. Ráfaga de viento hace volar el equipo médico a su lado que sin esfuerzo estampa contra el cristal que no se rompe. La gente admira sorprendidos el poder su fuerza inhumana como sí fuese un espectáculo
—¡¿Quién es esta gente?! —se pregunta con rabia.
Empieza a sentir miedo, estos no son sus cuidadores regulares, los rostros de ellos no se parecen al de él y los de está gente si.
—Salvajes— piensa mientras con apuro lucha por romper las esposas.
Un par de personas vestidas de azul muy oscuro entran en la cabina, ambos llevan armas en sus manos que no logra reconocer. No sabe que son, pero igual le embarga el miedo y siente la necesidad de huir.
De manera instintiva los estampa contra la gruesa pared de cristal pulido, provocando un gran estruendo. El público tras el cristal le continúa viendo, ahora asustados. Logra romper las esposas y caminar fuera de la cabina por esa puerta que antes han dejado abierta.
—¡¿Donde esta Hye?! —grita esperando obtener respuesta de la muchedumbre, más el silencio le responde. Con un movimiento de manos hace volar a todos por los aires y los impacta contra la pared, abriéndose así paso hasta las puertas al final del pasillo.
—¡¡Hye!! —grita enojado. Tiene que encontrarla. — ¡¡¡Hye!!! —grita ahora aún más fuerte.
Camina hasta las puertas eléctricas, pero estas no se abren. Intenta abrir las puertas con sus manos, hasta las golpea, mas no abren. La rabia hace que comience a perder el poco control de que tiene sobre sus poderes. Sus ojos comienzan a cambiar de color a un gris muy claro, después de todo no es humano. Él es un arma, una máquina.
Da despacio unos pasos hacia atrás mirando las grandes puertas. Se detiene no quiere ser un monstruo pero tiene que encontrar a su hermana, ella no tiene cómo defenderse.
Una rafaga de viento enfurecido sale de su cuerpo cubriéndolo por completo y sacudiendo su largo cabello. Extiende con fuerza su brazo haciendo que una rafaga de viento salga de el y destruya la puerta y parte de la pared. Ruido repetitivo ensordecedor comienza a salir de todas partes. Sehun tiene que agacharse y tapar sus oidos. no esta acostumbrado a tanto ruido.
Tras la paer ahora rota hay un pasillo de puertas que se extiende hasta donde la vista le permite ver. Con todo ese ruido de las puertas comienzan a salir por las puertas personas vestidas de blanco, personas vestidas como él. Huyen de él.
—¡¡¡Hye!!! —grita con la esperanza de que ella esté entre ellos— ¡¡Hye!!
Nadie se detiene, todos corren. El ruido parece cada vez más fuerte, Haciendo temblar a Sehun.
—¡¡Hye!! —nadie le contesta.
Mira hacia el frente y ve el pasillo vacío, solo hay una persona observando con aspecto bastante frágil. Su cuerpo delgado hace que la ropa se vea muy grande, parece un niño, con ojos de ciervo herido. Él cuerpo de Sehun comienza a tener convulsiones inexplicables, que le obligan a apoyarse del piso. Sus extremidades crecen entre espasmos musculares que Luhan ve a la distancia. Su cara se desfigura, alargando mientras se cubre de cabello plateado todos su cuerpo. La transformación a pesar de parecer dolorosa dura poco. Luhan no siento miedo cuando la bestia en forma de lobo se incorpora y ruge.
—¡¡Hye!! —gruñe la bestia.
Luhan no se mueve, El animal corre en su dirección listo para atacar mientras el solo mira. Cuando se encuentra a tan solo un metro sin moverse crea un campo de fuerza que lo detiene justo enfrente de él. Luhan tiene telekinesis avanzada, lo que lo hace uno de los más poderosos del contenedor.
El animal intenta traspasar el campo por un rato pero pronto se detiene y se deja caer al suelo mirando a los ojos de Luhan quien le mira inexpresivo, pero comprende su miedo y dolor.
—Hye... —escucha el quejido del animal dentro de su cabeza, cosa que le sorprende.