El majestuoso proyecto Blue Beam que dio tanto de qué hablar en los últimos días, por su capacidad de crear extrañas proyecciones en el cielo, no es más que un delgado chico de piel clara y manos de porcelana. A pesar de su frágil apariencia puede llegar ha ser el más poderoso de todo los especiales en el Contenedor, por su capacidad de crear ilusiones ópticas ha base de luz de la cual posee total control. Solo hay dos cosas que pueden controlar al ser humano: el miedo y la fé. Con ese propósito fue creado. Tener bajo control la gente, mientras el mundo por pedazos se desmoronada junto a ellos y que asi no lo notaran. Era el mayor distractor de todos.
Imagina todo lo que puedes hacer pudiendo tener el control de todo lo que la humanidad ve. Solo imagina el poder que tendrías sobre todos ellos. Mientras por una parte creaba histeria, con imágenes en las nubes, por el otro se dedicaba a alimentar la fe de creyentes cumpliendo profecías de diferentes religiones.
Chanyeol aún recuerda la primera vez que lo vio. Se encontraba sumergido en un líquido transparente, que muy lejos estaba de ser agua. De todo su cuerpo salían cables que lo ataban a máquinas en todo un edificio abandonado. A pesar del notable paso del tiempo todo en aquel lugar seguía funcionando sin problemas como si fuese un milagro. El cerebro de toda aquella maquinaria seguía con vida en el sótano de aquel lugar. Vivía sin siquiera saber que poseía vida.
Nadie sabía como desconectarlo sin matarlo, y no querían arriesgarse. Ya estaban decididos a abandonarlo allí a su suerte, Pero Chanyeol se negaba rotundamente a la idea y se quedó allí solo para buscar una respuesta. Pasó días enteros allí solo observando cómo flotaba en total tranquilidad, contando sus respiración y mirando su cabello color plateado que le parecía tan antinatural y fascinante. Sin hablar de las miles de vueltas que dio alrededor del edificio tratando de encontrar una respuesta, tan solo una idea que le ayudará a llevarlo con él, a casa.
—¿Quien eres?¿Siquiera tienes un nombre?— se preguntaba repetidas veces.
Al pasar de lo días se convencía más de que jamas encontraria algo que se refiriera ha él como si de una persona se tratase, ya que allí solo era una maquina más y nadie parecía saber que todo lo hacía funcionar gracias a un ser vivo.
Una noche mientras intentaba dormir junto a la piscina escucho el agua moverse. Chanyeol rápidamente se puso de pie y miró a donde procedía el ruido. No había nada ni nadie allí. Todo estaba exactamente igual, a excepción de los miles de documentos que él mismo había esparcido por el lugar en busca de respuestas. Empezó a creer que imaginaba cosas y que lo mejor era dormir. Pero un pitido electrónico tras de él lo volvió a poner alerta. Se voltea y ve una pantalla de computador encendida. Con paso dudoso camina por todo el lugar hasta llegar frente al único computador en aquella sala. En letras de bloque color blancas sobre fondo azul royal se podía leer con facilidad “Para completar el proceso de desconeccion presione enter”
Chanyeol se queda mirando la pantalla por un segundo ¿Debería hacerlo? un sentimiento de duda recorrió su cuerpo y de forma involuntaria volvió su cabeza para mirar a la distancia el cuerpo flotante de aquel desconocido del cual se había obsesionado. Ya estaba totalmente seguro de que no encontraría información sobre él en aquel lugar, que solo habían dos opciones: presionar el botón y arriesgarse a matarle o abandonarle allí. Chanyeol inquieto aprieta sus dientes analizando brevemente la idea de dejarle allí, más es incapaz de hacerlo. Pasea un dedo por el teclado por un momento antes de presionar la tecla y dar un paso atrás. Nada sucede, al menos eso cree. Pero pronto empieza a notar como poco a poco las máquinas empiezan a morir, dejando todo en un absoluto silencio que empieza a tragarse el espacio.
El silencio los deja a oscuras y lo único que ilumina el lugar es la tenue luz que irradia el líquido frente a él. Chanyeol cree sentir pasar una hora pasar antes de que algo suceda.
Se queda sentado al porde de la piscina mirando como lentamente la respiración de él se acelera, perdiendo el ritmo y cada vez más inquietante. Chanyeol queda parado de un salto al ver cómo el cuerpo del chico se mueve al sufrir una pequeña convulsión. Se asusta y no sabe qué hacer. Los cables empiezan a desprenderse el frágil cuerpo hundiéndose en el agua. Cuando el último cable cae al fondo de la piscina el chico abre los ojos y se queda mirando fijamente el techo de la habitación. El tiempo pareció detenerse junto a la respiración de Chanyeol.
El silencio es quebrado por un grito desgarrador provocado por un dolor que Chanyeol no logra entender. El chico grita aterrado luchando contra la nada, logrando asi solo hundirse en el líquido. Sin saber cómo nadar grita luchando por mantenerse a flote.
Chanyeol no lo pensó dos veces antes de lanzarse a la piscina y para ayudarlo.
Ahora entiende el dolor, electricidad recorre su cuerpo despacio haciendo que sus músculos se tensen, ahoga el no gritar y se mueve por el líquido como puede apretando sus dientes.
El chico sacude sus brazos tratando de mantener la cabeza fuera del líquido pero le resulta casi imposible y solo chapotea para todas partes.
—¡Oye! Calma —dice alto tratando de llamar su atención pero este le ignora.
Extiende su mano y logra hallarlo por un brazo hasta tenerlo lo suficientemente cerca para mantenerlo a flote. El cuerpo del chico se tensa y queda inmóvil mirando a Chanyeol fijamente a los ojos. Chanyeol siente un fuerte corrientazo correrle por la espalda pero finge no sentir nada.
—Calma... —dice despacio mirándole a los ojos igualmente— Todo está bien.
Se quedan asi un momento solo mirándose. Pronto la respiración del chico empezó a tranquilizarse junto con la electricidad en el líquido. El chico no protesta cuando Chanyeol lo halla hasta pegarlo a su cuerpo y asi poder cargarlo. Todo lo contrario. Al tenerlo cerca pasó los brazos por el cuello de Chanyeol y rodeo con las piernas su cintura, como si de un niño pequeño se tratase.