Dicen que las heridas profundas son las que más duelen, y no existe herida más profunda que la del corazón. Y esto Junhong lo sabe.
Recostado boca arriba en su cama, mira el techo como si este le hiciera olvidar, con una mano en su pecho intenta calmar su dolor, mientras su cabeza da vueltas y vueltas a lo que minutos atrás acaba de suceder justo afuera de su casa.
---
-¿Hyung, te gusta JongUp?
La pregunta parece incomodar al mayor que suspira y mira hacia adelante pensando que decir, mientras unos brillantes ojos le prestan atención y un chico desea una negativa de respuesta.
-¿Hyung? – impaciente le llamarían muchos, enamorado lo llamo yo. -¿Te gusta JongUp? –repite la pregunta.
-Zelo yo – el mayor le mira, mientras parece procesar demasiada información al mismo tiempo- siéntate de nuevo por favor. –le pide, con unos ojos que más que pedir, suplican. El menor, aun deseando correr por que ya presiente lo que vendrá, lo hace, porque quiere oírlo, aunque sabe que la verdad podría destruirlo, aun así él quiere oírla de su boca.
-¿Y bien? – dice una vez que se ha acomodado.
-Yo, no lo sé. – responde el mirando de nuevo al frente.
-¿No lo sabes?
-Mira – le dice- no sé lo que pasa, un día estaba ahí, con todas esas chicas a mi alrededor y era feliz, y de la nada aparecen dos chicos a preguntarme mi nombre, uno de ellos le gusta a mi amigo que nos confiesa por fin que es gay, y por lo mismo empezamos a relacionarnos con ellos, y así da la casualidad que conocemos más gente, y de la nada me doy cuenta de que estoy pensando mucha en cierta persona que resulta ser un chico, y que desde que se metió en mi cabeza no he estado con ninguna chica, tampoco he salido y de que he dejado de poner atención a clases y también a lo que dicen mis amigos, porque siempre tengo a esa persona en mente y termino sumergido en mis pensamientos. Luego le pregunto a mi hermano y me da la misma respuesta que yo había encontrado semanas atrás sin querer y que había querido evitar. “Es amor”
Zelo tan solo escucha, mientras siente un cristal cortar su interior lentamente. Ata cabos que le parecen sueltos y se da cuenta que todo tiene más sentido si lo mira de esa manera. Y sin decir nada, abre la puerta que le mantiene en el carro y sale sin despedirse ni decir nada, corre hacia su casa y se encierra en ella dando un portazo sin importarle que la persona afuera le llama preocupada. Se derrumba a un lado de la puerta y sentado en el suelo comienza a respirar agitado, queriendo recuperar el aire que siente le falta, mientras intenta contener las lágrimas, Tras calmarse toma el celular y envía un solo mensaje a esa persona,
“No te preocupes, no diré nada.”
Y sin más tira a un lado el celular, sin importar si alguien llamara luego y se dirige a su habitación, donde recostado en la cama repite lo mismo en su mente, una y otra y otra vez. Hasta quedarse dormido.
---
-¡Zelo! – Gritan mientras corren hacia él - Buen día – ambos, como si lo hubieran ensayado toda la mañana, saludan al mismo tiempo, causando risas entre ellos. El menor solo los mira, con una ligera sonrisa en su rostro.
-Hola chicos – dice al fin. Ambos muchachos frente a él se miran con rostros interrogantes entre si y de nuevo como estando coordinados preguntan
-¿Estas bien?
-Sí, si lo estoy – dice, con un tono leve – es solo que no dormí muy bien.- se excusa y sonríe para ellos.
-Bueno –dicen de nuevo juntos – vamos a clase entonces.
-¡Dejen de hablar así! – se queja el menor, mientras los otros dos ríen.
-Ya, perdón – dice Daehyun, sonriendo de forma radiante.
-No, era voluntario- ríe JongUp, mostrando como sus pequeños ojos forman sonrisas al igual que su boca – vamos a clases.
De esa manera tres chicos se encaminan a clase, dos sonriendo más que un tercero, mientras dos pares de ojos conocidos voluntariamente miran desde lejos y un par desconocido mira por casualidad desde las sombras, encontrándose con la luz que necesita en su vida.
---
-¿Zelo? – Pregunta un inocente JongUp a su compañero de mesa-¿Seguro que estas bien? – su rostro revela su preocupación, y Zelo se pregunta a si mismo si debería odiar a ese chico que le sonríe.
-Sí, estoy bien uppie, no te preocupes.- contesta, sabiendo que jamás podría odiarle, ni aunque este haya enamorado a la persona que él amaba. JongUp siempre seria su mejor amigo.
-Qué bueno – dice el, y saca su celular – te tengo una sorpresa – dice muy emocionado- ayer, Bang YongGuk me mandó un mensaje, ya tengo su número. ¿Quieres que te lo pase?
-Ah – la reacción de Zelo no es definitivamente la que el pequeño uppie esperaba y este lo sabe, así que coloca su mejor cara y sonríe- ¡Claro! Pásamelo.
Y el destino se marca de nuevo, y sella un nuevo paso para Choi Junhong, quien mirando su celular se pasa esa tarde, preguntándose si debería o no hablar a Bang YongGuk quien en línea aparece. Y al final, decidiéndose a dar lo mejor de sí, teclea un rápido mensaje.
-“¿Hyung? Soy Zelo.”