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Secretos.... por Anttara

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Notas del capitulo:

Hi a todos, ya sé que les había prometido la continuación desde hace 15 días pero hice mi examen profesional de mi ingeniería y del estrés casi mi ardillita mental se muere… le dio el síndrome de Usagi-san y apenas se recuperó. Una disculpa por romper mi palabra. L

Bueno como lo prometido es deuda este cap. contiene lemon ¡¡ Wiiiiii! Sin embargo he de hacer una aclaración. Hay algunas partes de este en las que mi ardillita mental se inspiro en canciones (Agradezco infinitamente a las personas del Grupo “Escritores de Amor Yaoi Facebook” que me ayudaron a elegirlas) por eso les pongo la lista de canciones junto con una clave en el fic por si quieren leerlo mientras escuchan la música…

Esta son las pistas

Pista 1 “Feeling good” Michael Bublé https://www.youtube.com/watch?v=Ehm4HLnr-FQ

Pista 2 “Black Velvet” Alannah Myles https://www.youtube.com/watch?v=NtDeAnyxAqY

Pista 3 “Tango Santa Maria” https://www.youtube.com/watch?v=NUy9MXzUrVo

Pista 4 “Are you the rabbit?” Marilyn Manson https://www.youtube.com/watch?v=MXYIi7fx2g8

Por si tienen problemas para descargar la musica les dejo este link, la página es muy buena, no necesitan descargar programas y esta libre de virus

http://www.youtube-mp3.org/es

A lo largo del fic hay una indicación para poner las pistas de música, mi ardillita mental les recomienda ponerlas todas en un reproductor de música antes de leer para que cuando sea necesario cambiarlas, todo depende del modo de lectura de cada quien, si se acabara la pista antes de llegar al otro tema musical, solo necesitan repetirlo para que no se pierda la admosfera.

Solo es unas sugerencia, si deciden leerlo sin música no hay problema :D

Habiendo aclarado esto… ¡¡Que comience el lemon!!! Wiii

 

Misaki se sintió acorralado y bastante asustado, tenía un fuerte presentimiento  de que algo malo iba a pasar.

Ya habían pasado dos días desde que su casero le había dicho que harían una película pornográfica; ese día era la fecha límite para que el mayor cumpliera su sentencia, pero ya eran las tres de la tarde y el escritor no se encontraba en ningún lado. Nada bueno se podría esperar de eso.

Desde ese incomodo incidente, Usagi-san se había encontrado muy ausente, había estado mucho en su estudio haciendo varias llamadas y  buscando algo que el menor no sabía que era. Incluso se había desvelado trabajando en su computadora  y había dormido muy poco con tal de que todo estuviera listo.

Eso estaba poniendo muy nervioso al castaño, “¿Qué era lo que iba a pasar?” Todo sonaba a algo sumamente pervertido y raro.

Por un momento  Misaki se imaginó lo peor. Desnudo arriba de su casero, agitado así como sonrojado mientras Usagi-san con una cámara de video, grababa cada milímetro de su cuerpo al momento que lo penetraba o besaba. ¡IMPOSIBLE!

¡¿Y si eso era lo que pretendía el novelista?! ¡No! ¿Y si todo mundo se enteraba  de su relación con él? O peor ¡¿Y si alguien se enteraba que no podía controlar sus gemidos de placer mientras tenían intimidad?! ¡NO! ¡NO! ¡NO!

De repente un sonido interrumpió las fáticas alucinaciones del menor,  su celular recibió un mensaje.

“Todo está listo. Te espero en el Hotel Park Hyatt Tokio a las 6pm.  Usami.”

Su corazón se congeló ¿ir a un hotel? ¿No lo iban a hacerlo en su casa? Instantáneamente su mente le pidió salir corriendo de ese lugar, escapar y esconderse.

Quizás iría a visitar a su hermano mayor y pedirle alojamiento por unos días o quizás por  toda la vida. Aunque conociendo al peli-plata lo buscaría y lo haría pagar con su cuerpo su osadía.

 De pronto llegó otro mensaje…

“Misaki si intentas escapar iré por ti y no te soltaré por una semana. Usami”

Wuaaahh ¡¡Usagi-san podría leer su mente!!  Con esta “advertencia” Misaki se puso en camino y aunque estaba aterrado ¿Qué podría ser peor que hacer “eso” todos los días? Esperaba el menor no equivocarse.

Justo a las 5 para las 6pm el castaño ya se encontraba totalmente nervioso en el hotel indicado, mismo que parecía más lujoso de los que acompañaba al escritor en sus conferencias.

Cuando le preguntó a la recepcionista sobre alguna reservación a nombre de Usami Akihiko ella negó todo, pero le comentó que había un hombre atractivo de ojos violetas y vestido elegantemente que esperaba a “Misaki Takahashi”

De inmediato el menor sintió un escalofrió… ¿Por qué no había dado su nombre? ¿Acaso lo que había preparado era tan malo que si el hotel se enteraba quién era llamarían a la policía? Misaki sintió miedo.

Llegando a su destino, el castaño empezó a temblar ¿Realmente estaba listo para eso? ¿Y si detrás de la puerta se encontraba algo desagradable? ¿Podría soportar ver su imagen teniendo sexo con Usagi-san en una película?  Pero sobre todo, si era una película xxx eso quería decir que sería prácticamente tratado como aquella mujer del video ¿Estaría listo para ser así?

Si bien le avergonzaba cada vez que el novelista le decía cosas raras y se portaba cariñoso a su modo ¿Sería lo mismo si solo tuvieran sexo casual sin amor?

Nunca había tenido sexo por tener sexo, pero era algo claro para Misaki, él no podría dejar a un lado sus sentimientos por el escritor y fingir que solo era un encuentro carnal. Jamás lo haría.

Temeroso abrió la puerta esperando ver una habitación llena de cámaras y personas como una producción de Hollywood, pero lo único que encontró fue una lujosa estancia con una habitación y una terraza que veía hacia la ciudad.

-¿Usagi-san?- Susurró el universitario  pero todo estaba silencioso, no había nadie ahí. Ni personas o  cámaras  y no parecía si quiera que fuera un lugar para perversiones, sino una suite ejecutiva para alojar a un ocupado empresario.

Más tranquilo Misaki entró y lo primero que vio fue una mesita con una nota escrita a mano:

“Ve a la habitación principal y siéntate en el sillón. Espera ahí hasta que sea el momento indicado. Usami.”

Todo eso se estaba poniendo muy raro, pero tratando de poner su mente en blanco el castaño entró a la habitación y observando un bonito así como elegante sillón blanco se dirigió hacia él.

La habitación era normal, había una gran ventana con cortinas color marrón, una cama matrimonial, algunos muebles color café caoba, una mesita con una botella de champagne con algunos hielos   y un par de puertas que, suponía el oji-verde, una era un cuarto de baño y otra un estudio para algún empresario.

Lentamente se sentó en la silla, como decía la nota y esperó a su casero. Después de un momento las luces se pasaron a apagar hasta ponerse obscuro y una canción empezó a sonar. (Pista N° 1)

Era una canción suave y delicada cantada por un hombre en inglés. ¡Como se arrepentía de haber aprendido ese idioma!

Birds flying high

You know how I feel

Sun in the sky

You know how I feel

Breeze driftin' on by

You know how I feel

It's a new dawn

It's a new day

It's a new life

For me

And I'm feeling good, I'm feeling good

 

La música era sugestiva y mística con un toque de elegancia, algo de lo que usualmente  no escuchaba su casero. No obstante, apenas el menor se estaba acostumbrando al sonido cuando su mente se distrajo completamente, lentamente apareció el Gran Usami Akihiko-sensei caminando hacia él, de manera  tan seductora y provocativa  al compás de la música.

Portaba el mayor una camisa de color blanco  la cual se encontraba desabrochada mostrado a la perfección su bien formado abdomen, así mismo el botón de los pantalones color negro que portaba  estaba libre, dándole una perfecta vista al menor de su cuerpo con cada paso que daba. 

Al ver como Akihiko venia de esa forma hacia él, el universitario se puso totalmente tenso.

Si bien  no era la primera vez que veía al mayor semi desnudo,  el observarlo de esa manera  tan perfecta caminando varonilmente hacia él y con una sonrisa pervertida mezclada con lujuria hacía que el menor se estremecía. ¿Qué estaría pensando el peli-plata hacer con él?

Misaki se sentía como un pequeño corderito a punto de ser devorado por un gran lobo feroz y la  seductora sonrisa  que su casero le obsequiaba, le decía que sus pensamientos no estaban tan lejos de lo que iba a pasar.

Por un instante el menor se sintió derretir cuando el escritor se detuvo enfrente de él para acercar sus labios hacia los suyos. Rápidamente cerró sus ojos, como de costumbre, sintiendo como el calor se le subía a sus mejillas y el aroma de Usagi-san recorría su cuerpo,  pero después de unos minutos de no sentir el beso del escritor, volvió a abrirlos encontrándose su rostro tan cerca del suyo que podría respirar su aliento.

 -¿Q-que pasa?- Preguntó extrañado al no sentir el usual forcejeo que provocaba Usagi al besarlo, más se encontró que despacio el mayor se alejaba de él, tomaba con las yemas de sus dedos un hielo de la cubeta del champagne y lo ponía entre sus labios.

Con un movimiento sensual Akihiko se acercó nuevamente hacia el castaño, pero sin hacer contacto con sus labios, lentamente pasó su lengua por el hielo jugando lujuriosamente para que el menor solo lo viera, cosa que sin duda lo hacia el universitario.

Al compás de la música el escritor comenzó a mover el frio hielo con sus labios mientras lo lamia de forma  tan sugestiva de arriba hacia abajo y ponía una mueca de placer como si se tratara de un exquisito manjar, provocando que oji-verde viera hipnotizado como se derritiera el hielo en la boca de su seme y su líquido escurría por su barbilla, pecho así como abdomen dejando un sugestivo camino hasta acabar en la hebilla de sus semi abrochados pantalones.

Solo el novelista podría hacer eso. Estar medio desnudo en una habitación semi oscura con su rostro tan pegado hacia él y jugar eróticamente con un hielo entre sus labios mostrándole las maravillas que su boca podría hacer con su, ahora, erecto miembro.

Y es que con esa imagen, rápidamente  el universitario se imaginó que ese hielo era su hombría en medio de los labios del novelista, que lo lamia una y otra vez desde la puntita hasta el final, metiéndolo  entre sus labios y derritiéndolo por lo caliente que se encontraba.

Ante esto las mejillas de Misaki reaccionaron así como su cuerpo, los pensamientos del pequeño castaño cada vez  lo estaba traicionando  más y por la mueca de placer que ponía cada vez que Usagi metía y sacaba trozos de hielo de sus labios. Sabia el novelista que estaba disfrutando mucho estimulando de esa manera.

La lengua de Usagi-san era una experta al momento de derretir el hielo y por si fuera poco el mayor lo hacía a propósito demostrándole a su lindo acompañante lo que era capaz de hacerle con su hombría, besarlo de arriba abajo, meterlo y sacarlo e incluso apretarlo ardientemente con sus labios para que Misaki gimiera de placer mientras lo masturbaba.

Al percatarse de que Misaki estaba más que excitado de ver lo hábil que era  con sus labios, Akihiko  decidió jugar un poco más y muy lentamente lamió  con la lengua su labio inferior desde su comisura izquierda hasta la derecha, haciendo que el menor lo siguiera con sus ojos. Cuando terminó se acercó al cuello de su acompañante y posó sus  fríos labios sobre él para sacarle un sonoro gemido, mismo que logró casi al instante.

Misaki sentía que el corazón le iba a explotar, primero ver como su seme jugaba eróticamente con sus labios, los mismos que lo habían vuelto loco de placer infinidad de veces y ahora sentía como recorrían su cuello bajando por sus hombros hasta su pecho mientras le desabrochaban lentamente la camisa. Era una sensación exquisita que hacían estremecer todo su ser incluyendo su parte baja.

Misaki esta tan sensible y tan concentrado en lo que hacía su casero que no pudo evitar reprimir un  sonoro gemido cuando el novelista se le acercó a un pezón y rápidamente le depositó un pequeño besito haciendo que se endureciera.

-Ah ¡Usagi-san!- Ya se encontraba a merced del escritor y la cabeza le estaba dando vueltas. El frio de los labios del novelista estaban haciendo contraste con el calor de su cuerpo, recorriéndolo, besándolo posesivamente en cada zona erógena que tenía, haciendo con él lo que quisiera  y más. 

Estaba sentado en un sillón tan expuesto a su toque como si  fuera  de su propiedad y pudiera hacer lo que quisiera con él, todo eso mientras que una sugestiva canción resonaba por todo el lugar; sin embargo, cuando estaba sintiendo que el mayor llegaba a donde su despierto miembro le pedía mucha atención, su ronca voz lo distrajo.

-Parece que ya estás muy ansioso y aún no se ha empezado a grabar-

De momento la imagen de la película XXX vino a la mente del  menor y lo excitado que se encontraba se desvaneció en un instante.

¡Era verdad! todo lo que estaba haciendo el mayor era para hacer “eso”. Prontamente vio su imagen en uno de los espejos de la habitación. No llevaba ni 20 minutos en compañía de su casero y ya tenía los labios rojos, su rostro sonrojado y su cuerpo estremecido por sus caricias.

-Misaki esta noche va ser larga, así que no te preocupes más de la cuenta. Dejármelo a mí- Susurró roncamente el mayor mientras hincado a los pies del castaño desabrochaba su bragueta para liberar su erecto miembro.  –Sé que estás muy duro, entonces vamos a comenzar-

Prontamente el peli-plata sacó un pequeño control de uno de los bolsos de su pantalón y oprimió un botón, cambiando la música al instante por algo una pieza con más ritmo. (Pista 2)

Después oprimió otro botón y las luces fueron prendiendo un poco más hasta tonar una intensidad normal en la habitación y por último un botón que activó una voz femenil que puso los pelos de punta a Misaki.

“Sistema de grabación activado”

-Todo listo-

Acto seguido el mayor tomó otro pequeño pedazo de hielo, lo introdujo en su boca, posteriormente se dirigió hacia  la hombría de su amado y sin hacer ningún preparativo comenzó a masturbarlo.

Al sentir esa mezcla de sensaciones el castaño empezó a querer zafarse del contacto de su seme. Sentía los labios de Usagi en tan delicada parte subiendo y bajando otra vez  ¡lo volvía loco! pero el trozo de hielo hacia que un fuerte escalofrío recorriera su espalda. El frio y el calor se estaban mezclando en su sensible y erecta hombría y poco a poco estaba perdiendo su cordura.

Cuando el hielo cedió a la ardiente boca del escritor, Akihiko sacó de su boca el pene de su acompañante, oprimió con uno de sus dedos  la puntita y  sin más preparativos comenzó a  recorrer  con su lengua  lujuriosamente la extensión de este.

¡¿Qué rayos tenía el escritor?!  Con un  par de miradas, juegos eróticos, besos y su aroma ya habían puesto  al universitario al mil por ciento. Y es que por un instante el menor sintió tocar el paraíso, no solo era la pervertida imagen de su casero mientras lo lamia lo que le excitaba, sino también esa hábil lengua que humedecía su hombría más de lo que estaba. ¡No cabía duda, además de ser uno de los mejores escritores de Japón era un experto conocedor en la cama!

-Ahhh Usagi-san mmm- Sólo alcanzó a decir el oji-verde al sentir como los labios del mayor volvía a aprisionar la puntita de su miembro para lubricarlo.

-¿Te gusta mucho verdad Misaki?...- Gruñó el mayor mientras volvía a probar la base de la hombría de su pequeño y  lentamente le bajaba los pantalones  y bóxer para darse más acceso a su cuerpo - …Me gustaría oírte decirlo-

Dispuesto estaba el menor a negar todo, pero era imposible ocultar lo que estaba sintiendo. Desde la vez que había visto la película xxx con sus compañeros había fantaseado con el escritor arrodillado ante él besándolo de esa  maravillosa forma, haciendo que su cuerpo sucumbiera ante  sus exigencias. ¿Cómo podría negar que le encantaba esa habilidad de Usagi-san?

-¿No lo vas a decir? Entonces haré que tu cuerpo lo grite-

Después de esto, el peli-plata sonriendo lascivamente tomó otro hielo de la botella de champagne, posteriormente oprimió la punta del miembro de su acompañante con una mano y lentamente con la otra deslizó la fría pieza a lo largo del pene para que Misaki gritará.

-¡NOOO! ¡¡USAGI-SAN!!-

Un fuerte gritó sucumbió las paredes de la habitación, el menor al instante reaccionó a la intensa sensación,  y no era por demás, si al sentir el hielo en tan íntima zona un enérgico espasmo le recorrió  desde sus caderas hasta su espalda, volviendo más sensible cada poro de su cuerpo.  El frio del hielo contra  su  miembro  lo habían puesto  a punto de estallar.

De inmediato el mayor sonrió ante su nuevo descubrimiento y sin escuchar las quejas de su niño volvió a  juntar el hielo con la intimidad de su amado, mientras él repartía lujuriosos besitos en los muslos separados.

Varias veces  Misaki gritó que se detuviera, tenía las piernas abiertas de par en par y  el novelista en medio de ellas jugando con un hielo por todo su erecto miembro, mismo que  temblaba y suplicaba  por terminar.  No obstante, y por si fuera poco, no le hacía caso a su molestia, solo le besaba fuertemente para dejarle marcas como si fuera de su propiedad.

 El placer y el dolor lo estaban matando y prontamente Misaki empezó a desesperarse por la falta de atención de su amante. Necesitaba que Usagi-san lo volviera a masturbar para deshacerse de sus ansias, pero el peli-plata no parecía leer sus acciones y solo quería tortúralo.

En un momento de locura, mientas el novelista volvía a besar la fina marca de agua de su miembro, Misaki tomó los hombros de Usagi y fuertemente lo aparto de su labor liberando su hombría de las grandes manos del oji-violeta.

-…Por favor- suplicó muy bajito el castaño fuera de sí, mientras veía con sus grandes ojos a su seme que yacía en el suelo-  …me duele… por favor-

Fue lo único que alcanzó a decir el menor buscando que el novelista terminará de una vez por todas su martirio y lo hiciera venirse; sin embargo lo único que hizo Akihiko fue regalarle un pequeño besito en la punta de su erección, levantarse e irse del lugar dejando totalmente aturdido al universitario.

-Tomaré un baño Misaki y dejaré la puerta por si necesitas algo-

-Ah Usagi-san…-

De inmediato el mayor se dirigió hacia al cuarto de baño, o al que suponía Misaki que era, pero  en el proceso el mayor tomó de nuevo el pequeño control de su pantalón, cambio la pista musical, esta vez por una un poco más lenta así como provocativa y se quitó su camisa dejándola caer de una forma bastante erótica en el suelo.  (Pista 3)

Misaki estaba totalmente perdido. Por primera vez en todo el tiempo que había estado viviendo con el escritor, lo había dejado sólo en una habitación con una erección y a punto de terminar.

¡¿Qué estaba pasando?! Su cuerpo estaba más que excitado, su miembro estaba totalmente duro y él le había dicho (indirectamente)  que por favor lo hiciera terminar y ¿aun así Usagi-san se había ido a tomar un baño?

Lentamente el menor escuchó como el agua de la regadera cayendo se combinaba con la sugestiva música y como Usagi-san gruñía eróticamente al mojar su cuerpo con agua, misma que suponía Misaki, estaba fría.

Instantáneamente el menor empezó a imaginar al escritor debajo de la regadera, como las juguetonas gotas recorrían su perfecto  y varonil cuerpo, chocando con su bien torneado abdomen y piernas pero sobre todo con su miembro, mismo que desde años el menor había disfrutado completamente en la intimidad complaciéndolo hasta volverlo loco de placer.

Ya su cuerpo pedía gritos la atención de su seme, incluso ya estaba delirando suplicando que este lo tomara y poseyera como acostumbraba hacerlo. De esa forma brusca y posesiva que demostraba Usagi-san cuando llegaba a su límite.

 Así que sin pensar mucho las reacciones de sus actos, Misaki se levantó de su lugar  y se dirigió hacia el cuarto de baño para pedirle (y quizás suplicarle) a su casero que calmara sus ansias y ahora agonía; Sin embargo, antes de poner si quiera a deslumbrar a su mojado  y sexy seme, el menor miró la blanca camisa que había dejado en el suelo, con mucha delicadeza  la tomo entre sus manos y lentamente suspiro el aroma de su casero, esa embriagante mezcla de loción y tabaco.

Su mente estaba fuera de sí y con una erección  punto de estallar, ya no pensaba bien las cosas. Su cuerpo más que excitado y la urgencia de calmar sus deseos era imposible concentrarse. El menor necesitaba venirse ¡YA! en ese momento y como fuera posible.

Envuelto en el hipnótico aroma del escritor, Misaki se sentó en un borde de la cama y comenzó con más fuerza a aspirar el olor de su amante impregnado en la camisa, al paso que comenzaba a masturbase por su voluntad.

Era la primera vez que lo hacía ¿No podía ser tan difícil si muchos de sus compañeros lo habían hecho viendo una película pornográfica?

Poco a poco el castaño tomó la puntita de su duro miembro y con su pulgar empezó a recorrer la longitud de este, inmediatamente sintió como un escalofrió recorría su espalda  y su hombría respondía ante el toque.  ¡Era indescriptible la sensación!

Una vez más lo volvió a hacer y en minutos se acostumbró a su tacto, prontamente comenzó a mover su mano de arriba abajo, empezando a disfrutar el tocarse. No había sido tan complicado como lo había pensado; sin embargo,  el castaño se dio cuenta de que sus caricias, no eran suficientes  buenas para terminar su agonía, necesitaba del peli-plata. Así que lentamente  empezó a imaginarse que el mismo escritor  era quien no había dejarlo de tocarlo y seguía volviéndolo loco por sus mimos.

Podría imaginarse al escritor en medio de sus piernas con su boca metiendo y sacando su hombría una y otra vez, con el único afán de qué terminara muerto de placer.

Durante unos minutos el oji-verde se tocó de arriba abajo,  provocándose sonoros gemidos de placer, explorando cada uno de sus puntos más sensibles y autosatisfaciéndose con la imagen del peli-plata en todo su esplendor. Sin embargo antes de que pudiera llegar al clímax una mojada mano lo regreso  a la realidad.

-¿Qué crees que haces?-

Akihiko se encontraba enfrente de él, con la parte baja de su  cuerpo cubriéndole con  una toalla blanca y su abdomen así como pecho mojado por la regadera.

No podía creer que Misaki se estuviera tocando y fantaseando con el aroma de su camisa mientras él se moría por poseerlo en medio del agua fría de la regadera.

Sin pensarlo dos veces aparto el mayor  su mano de su entrepierna,  bruscamente recostó  a su pequeño en la amplia cama  y se le abalanzó para devorarlo.   ¡Ya estaba en su límite y que el menor hiciera eso era prácticamente decirle que lo violara una y otra vez hasta calmar sus deseos!

La boca del peli plata se dirigió hacia el cuello de su acompañante y antes de que pusiera resistencia introdujo un dedo dentro de él para dilatarlo. El peli-plata no se andaría ya con  juegos y si Misaki quería que lo poseyera, en ese mismo momento lo haría,

Una y otra vez movió su dedo de derecha a izquierda, tratando que la pequeña entrada se ensanchara lo suficiente para que entrara su palpitante miembro; sin embargo  el cuerpo del castaño no quería cooperar y con cada movimiento el mayor sentía como lo aprisionaban y se resistía a su toque, dándole muy poca libertar para terminar su trabajo.

Sin poderse resistir más, Usagi-san se acomodó atrás de su pequeño y con una voz bastante ronca por la excitación le susurró.

-Misaki sino dejas que te dilate, voy a terminar tomándote estés listo o no. ¡No soportaré mucho más!-

Acto seguido, introdujo otro dedo dentro de él, lo movió en círculos hasta donde le fue posible y cuando ya no pudo controlarse, lo sustituyo por su  palpitante miembro que le pedía a gritos unirse con su inquilino.

Al instante un sonido fuerte se escuchó en la habitación, los gemidos agudos de Misaki mientras lo penetraba su seme opacaron la canción que se encontraba de fondo. Mas esto no calmo la situación actual Usagi-san estaba siendo demasiado posesivo con su cuerpo y lo envestía una y otra vez a un ritmo  bastante rápido  haciendo que su pecho subiera y bajará constantemente.

El hecho de que estuvieran protagonizando una película había quedado en segundo plano. El plan de Akihiko era volver loco a su pequeño acompañante hasta hacerlo suplicar por sexo y que las cámaras de video grabaran cada instante de su confesión; sin embargo, el verlo de esa forma suspirar su camisa, mientras se auto complacía estaba fuera de sus alcances. ¡Ya no pudo resistir las ganas de hacerlo suyo  y arrebatarle el placer que pedía su cuerpo!

Y es que no era justo, varias veces su mente de escritor lo había imaginado así dulce, entregado y sensual, pero el hecho de verlo en primera persona había superado todas sus expectativas. Era realmente erótico y provocador, ningún hombre podría soportar ver a su pareja masturbarse de esa forma con una de sus prendas.

-Ahhhh Usagi-san…. Más lento- Gimió por inercia el menor, disfrutando de cada una de las estocadas de su seme,  no obstante este ignoró sus palabras e incremento la velocidad de cada penetración.

-¿Crees que pudo controlarme si te tocas de esa forma? ¿Acaso quieres volverme loco?-

Acto seguido empezó a besarle su cuello de una forma hambrienta mientas su mano comenzaba a tocar cada centímetro de su cuerpo; más cuando apenas esta buscaba llegar a su miembro, Misaki empezó a gemir de una forma desesperada. No tardó mucho en venirse.

-¡¡USAGI-SAN!!-

-¿Tan pronto?- Susurró Akihiko cínicamente mientras seguía penetrando con fuerza a su niño –Deberías haber aguantado un poco más.- Acto seguido  volvió a besarle su cuello y sin dejar que el castaño descansara del fuerte orgasmo que minutos antes había tenido, el mayor cambio de posición, acomodo las piernas de su acompañante sobre sus hombros y salvajemente reanudo sus envestidas una y otra vez hasta lograr venirse dentro de él.

La noche había sido intensa para ambos; sin embargo aún no acababa, apenas el novelista recuperó su aliento le regaló un pequeño beso a su niño y le indicó que se levantara, había algo que quería mostrarle.

Tratando de recuperar sus fuerzas, Misaki se incorporó a un lado de su seme y lentamente le siguió hasta una puerta de la habitación, la cual pensaba que era un pequeño estudio, sin embargo al abrirla sus pensamientos cambiaron totalmente.

-Usagi-san ¿Qué es… esto?-

Era una pequeña  habitación totalmente cubierta de madera, con una silla lujosa en medio de sus paredes y cuatro cámaras con tripees en cada esquina mirando fijamente el centro.

-Un estudio fotográfico, pasa por favor-

Con mucha decisión, el mayor lo tomó de la mano y fue directamente a sentarse en la única silla de la habitación, posteriormente acercó el cuerpo desnudo de Misaki, lo sentó en su regazo dejando su rostro contra el suyo para susurrarle.

-Este es una habitación utilizada para cumplir fantasías sexuales…- rodeo la cintura del menor con un brazo para que no pudiera escapar-… las cámaras de cada esquina están programadas para tomar una foto instantánea cada 20 segundos en cada ángulo posible y en el techo se encuentra una cámara de gran enfoque para grabar cada movimiento. Así que no hay nada de qué preocuparse cada movimiento estará grabado para nosotros- Sentenció el escritor regalándole una pequeña sonrisa cínica a un lado del oído, sabiendo de antemano la reacción de su acompañante, la cual era justamente caótica.

 ¡Usagi-san era un demente!, pensó rápidamente Misaki, no solo le bastaba con excitarlo de esa forma con unos hielos o grabarlo mientras tenían sexo ¡¡¿TENIA QUE SACAR FOTOS DE CADA MOVIMIENTO?!!

Desesperadamente el castaño trato de zafarse, la idea de que cada veinte segundos una foto de él y de su casero teniendo sexo en medio de una habitación saliera de cada cámara, le aterraba; sin embargo,  el peli-plata comenzó a besarle hábilmente su cuello mientras lo abrazaba fuertemente diciéndole entre líneas que “por más que tratara, las cosas serían de esa forma”

-¡Detente Usagi-san!-

-¿Por qué he de hacerlo? - Rio suavemente el peli-plata mientras dulcemente le besaba una de sus mejillas- Si  esta es tu fantasía-

-Pero… yo… no... ¡Nunca dije fotos!- Trató de forcejear el castaño, más no pudo Usagi-san tenía una gran habilidad para sujetarlo y que no escapara de sus brazos- ¡¿Qué tal si alguien las ve?!-

-No tienes de que preocuparte, será nuestro pequeño secreto… - le dio un beso en la mejilla y suavemente le susurró en su oído- ¿Acaso crees que permitiría que alguien más que yo te viera desnudo, agitado y gimiendo de placer mi nombre? -

Al escuchar lo anterior poco a poco el oji-verde empezó a calmarse y ceder a las caricias de su casero. Aunque sonará descabellada la idea de tener decenas de “fotos sucias” protagonizadas con su casero, el hecho de que solo fueran con Usagi-san y solo él las viera, lo tranquilizaban un poquito.

Prontamente  los magistrales labios del novelista empezaron a seducir al menor y su miembro se  lentamente comenzó a despertarse. A pesar de que no había podido recuperarse de su último orgasmo, Akihiko sabía perfectamente que hacer para que el universitario deseará nuevamente tener intimidad con él.

La manos del novelista comenzaron a explorar sin pudor alguno el pecho del castaño, bajando y subiendo por sus costados, admirando cada espacio de su suave piel y deteniendo a jugar eróticamente con los pequeños botones rosados del menor, así lo hizo hasta que sintió como el hombría de su amado chocaba  con su vientre, la señal perfecta para empezar la acción.

Así que el mayor tomó el pequeño aparato que controlaba el sonido, las cámaras fotográficas y video de la habitación, rápidamente oprimió unos botones para que estas enfocaran el rostro de Misaki y las programó para que lo siguieran en cada movimiento que tuviera, por último selección un nuevo tema musical, esta vez un poco más fuerte y rudo que los anteriores, dando así la pauta perfecta para lo que habría estado por días el escritor. (Pista 4)

Desde que Misaki le había confesado sus intenciones después de ver una película pornográfica, el peli-plata no pudo si quiera dormir pensando en cómo complacer a su inquilino ante tan especial petición, tenía que hacer algo fuera de sus límites, algo más grande y especial que cualquier novela  de Akiwaka Yayoi.

La música empezó a sonar y sin distraerse más de su cometido Akihiko empezó a preparar al universitario su intromisión. Primero introdujo un dedo y al compás de la música, lo movió de izquierda a derecha mientras sentía como el castaño se estremecía ante su contacto.

Por inercia el castaño intentó detenerlo, pero con cada acorde musical del fondo, Akihiko se apresuraba en tenerlo listo. En pocos minutos lo logró, dejando a su niño estimulándolo y totalmente deseoso por continuar.

En un instante las primeras fotos del estudio empezaron a salir como si se trataran de disparos, una tras de la otra, mostrando el cuerpo del universitario y el su “degenerado” casero, lanzando un pequeño cuadrito de papel con la imagen al piso de la habitación.

La primera imagen había captado al desnudo y  sonrojado menor abrazado fuertemente al escritor, apenado tratando de ocultarse de los lentes fotográficos mientras el mayor metía y sacaba hábilmente dos dedos de su cuerpo para dilatarlo y penetrarlo. 

Prontamente el oji-violeta sintió como el cuerpo de su niño le pedía un poco más de contacto y sin pensarlo dos veces coloco su miembro en la entrada de su cuerpo y lentamente se fue adentrando en su adoración, sintiendo un exquisito placer al momento.

De inmediato el oji-verde se estremeció, pero no solo por estar unido a su seme y que este empezará las penetraciones en forma rítmica; sino también por todo el ambiente, las fotos, la música y los besos apasionados que el mayor le proporcionaba en sus mejillas, cuello y hombros cada vez que las cámaras fotográficas sacaban una foto.  Todo era excitante y diferente a lo que estaba acostumbrado con el novelista, y a pesar de que en ese momento Misaki quería reprimir cada sensación de placer que este le provocaba, su cuerpo lo estaba disfrutando completamente.

Prontamente el castaño empezó a gemir eróticamente, sintiendo como su seme aumentaba las embestidas intentando llegar al fondo de su cuerpo, al mismo tiempo que le besaba hambrientamente su cuello dejándole sin pena ni remordimiento marcas por todo el largo de este.

Misaki no era el único que estaba disfrutando de todo eso, el peli-plata también estaba muy embelesado por la forma de tener a su adoración entre sus brazos, penetrarlo de manera fuerte, besarlo sin restricciones, tocando su cuerpo, pecho y caderas una y otra vez  y lo mejor de todo por saber que al final de su fantástica noche tendría fotografías de su excitado y erótico amado.

Mas esa posición no fue suficiente para el novelista, tenía que intentar complacer a su niño totalmente y buscar que gritará de placer, por qué a menos de que Misaki lo deseará, no se repetiría esa noche.

Sin pensarlo dos veces, Akihiko con un brazo tomó fuertemente la cadera de Misaki, con la otra sostuvo su pequeño trasero y sin dejar de embestirlo se levantó de la silla.

-Ahh ¡Espera Usagi-san!- Gimió fuertemente el  universitario, tratando de aferrarse al cuello de su amante para que este no lo lastimara. Más este no le hizo caso, prontamente el novelista lo recargó a una de las paredes de la habitación para tener más agarre y sin decirle nada empezó a envestirlo salvajemente.

En pocos minutos el cuerpo de Misaki  empezó a subir y bajar rápidamente por las penetraciones, los brazos del menor se aferraron de la espalda de Akihiko y sus gemidos opacaron la música así como cualquier sonido de lugar. ¿Y cómo no evitarlo? Si el mayor había dejado toda delicadeza con él y entraba en su cuerpo una y otra vez, intentando con cada estocada llegar más a dentro de sus entrañas.

Solo Usagi-san era el único que podría haberlo convencido de hacer una película pornográfica, volverlo loco de excitación y poseerlo dos veces salvajemente. Aunque algo era claro, si el escritor seguía así, mañana el menor no podría levantarse de la cama aunque su vida corriera peligro.

-Usagi-san ahhh ¡más lento!-

 -Ah Misaki, no tienes idea de cuánto me provocas-

Acto seguido el mayor comenzó a besar su cuello fuertemente mientras con una mano  comenzaba   a masturbarlo, Así mismo comenzó a morder la oreja de su pequeño acompañante al tiempo que le susurraba lujuriosamente su nombre una y otra vez intimidándolo y agitándolo.

¡¿Cómo había llegado  a esto?! En un instante Misaki abrió los ojos, observando avergonzado como las cámaras fotográficas lo enfocaban y sacaban una y otra vez fotos de su cuerpo desnudo mientras era penetrado por el Gran y famoso escritor Usami Akihiko-sensei, al paso que este le decía una y otra vez a su oído lo seductor que era, lo mucho que lo excitaba y como lo volvía loco de placer su cuerpo.

-Ah Misaki… Mi Misaki concéntrate, necesito más de ti-

Un gruñido del mayor regresó al menor de sus pensamientos, por un instante pudo observar como el escritor disfrutaba de su contacto. De verdad Akihiko no mentía con sus afirmaciones, el castaño observo fielmente los rasgos de su acompañante, los ojos cerrados con fuerza de Usagi-san tratando de ocultar lo excitado que se encontraba, , las gotitas de sudor que jugaban en su frente y los finos labios susurrándole una y otra vez su nombre como si fuera una oración.  

Poco a poco el castaño estaba siendo arrastrado por la pasión y ver a su seme de esa forma tan entregado hacían que su corazón latiera más fuerte ¿Cómo resistirse al atractivo y seductor hombre que le estaba haciendo el amor de esa forma alocada, posesiva e hipnotizadora?

Sin ganas de preocuparse más allá de lo que estaban viviendo Misaki, se aferró más al cuello del novelista, recargo su cabeza en uno de sus hombros y sucumbió al placer que su casero le propiciaba, permitiendo que este le besara una y otra vez sus labios, cuello y cuerpo de forma hambrienta. Ya se preocuparía al día siguiente de como ocultar las marcas de los besos de Usagi-san.

Envestida tras envestida, besos tras beso, caricia tras caricias el peli-plata exploro cada centímetro de su pequeño amante, deleitándose al momento de cada gemido, suspiro, jadeo y aliento del universitario, su misión era hacer que su adoración disfrutara al máximo su primera experiencia y fantasía sexual  y lo estaba cumpliendo; sin embargo poco a poco su cuerpo pedía a gritos terminar y llenar a su amado de su esencia. Así que empezó a prepararlo para que tuviera su orgasmo al mismo tiempo que él se venía en su interior.

La intensidad estaba subiendo y el castaño sabía perfectamente que su seme no iba a aguantar mucho  más,  en instantes se dio cuenta de que Usagi-san  lo estaba masturbando, penetrando  y besando posesivamente dándole a entender que  su noche de pasión terminaría en pocos minutos, su forma habitual de decirle que su cuerpo estaba al límite. Así que sabiendo de ante mano las intenciones de su seme Misaki relajó su cuerpo, el también ya necesitaba venirse.

En pocos minutos un  fuerte espasmo recorrió el cuerpo del universitario, haciendo que  arqueara y pegará su pecho al de su amante. Con cada penetración el menor sentía que tocaba el cielo, ya no importaba nada más ni las cámaras inmortalizando su orgasmo, ni Akihiko que desesperado lo envestía una y otra vez. Solo necesitaba terminar y saciar todo el placer que su cuerpo le pedía.

-Ahhhh Usagi-san ¡me vengo! ¡me vengo!- Gimió desesperadamente el universitario, mientras abrazaba y prácticamente rasguñaba la espalda del escritor por los espasmos que tenía. ¡No iba a aguantar más!.

-¡¡USAGI-SAN!!-

De un momento a otro Misaki sintió tocar el paraíso y, gritando fuertemente el nombre de su amante así como causante de todo su placer, terminó en medio de los dos.

El orgasmo había sido muy fuerte, tanto que Misaki tardo varios minutos en abrir sus ojos por la sensación experimentada, sin embargo cuando lo hizo notó que se encontraba acurrucado sobre el pecho desnudo del mayor, temblando y agitado, mientras este cariñosamente le acariciaba uno de sus mechones.

-¿Cómo te encuentras? ¿Te duele algo?- Dulcemente le pregunto el oji-violeta al ver que poco a poco su amado recobraba la conciencia

-No- dijo tímida y avergonzadamente el universitario mientras trataba de poner en orden sus pensamientos, ya no había música y las cámaras habían dejado de tomar fotos ¿Cuándo se habían detenido? Solo había montones de papelitos debajo de cada una, correspondientes a las fotos sacadas minutos atrás.

Un tierno beso del escritor regresó al castaño a la realidad, permitiéndole enfocarse más en la escena. Él estaba acurrucado en su pecho y el novelista lo abrazaba con total libertad besándole sus cabellos de vez en cuando, como agradecimiento por esa pervertida noche.

Rápidamente la vergüenza  normal se apodero del oji-verde y haciendo un intento descomunal se levando del suelo con la única intensión de separarse de Akihiko y tomar un baño; sin embargo no dio ni tres pasos y sus piernas empezaron a temblar, dejándole caer al suelo por lo débil  que se encontraba.

Esto sin duda le hizo gracia al escritor, sabía perfectamente lo que había provocado en su niño esa debilidad, y aunque pareciera egoísta, le encantaba que Misaki no pudiera caminar por su culpa, no obstante, tratando de que Misaki no viera la gran sonrisa que sus labios tenían, fue a ayudar a su débil uke. Con mucha ternura lo cargo en sus brazos y lentamente lo llevo hasta su cama para que pudiera descansar.

Acto seguido también se acurruco a un lado de él, le abrazo por detrás muy tiernamente y acariciándole  con una de sus manos libres su cabello le susurró…

-Muchas gracias…-  se le acercó al oído- Te amo Misaki-  Después de esto le regaló un pequeño besito en su mejilla esperando que de esta forma su adoración durmiera y se recuperará del esfuerzo; sin embargo antes de que cayera profundamente en sueño Misaki entre balbuceos le respondió

-Usagi-san… se supone que en las películas no se debe decir “te amo”…-

Esto sin duda le hizo mucha gracia al mayor que de inmediato comprendió que su pequeño ya hablaba entre sueños. Sería un desperdicio despertar al castaño para aclararle algunas cosas, así que solamente se limitó a susurrarle al oído antes de también quedarse dormido junto de el

-Solo los actores están obligados a decirlo… yo por el contrario amo demasiado a Misaki y no me cansaré de decírselo-

Esa noche había sido increíble para ambos, tanto para Misaki que había experimento de varias maneras la intensidad de su casero como para Akihiko que más de una vez había perdido la cordura por su pequeño niño. Sin embargo, algo era seguro para el mayor, aunque se tratara de una fantasía de su amado, jamás podría tratar a Misaki como solo un objeto carnal, nunca, siempre existiría cariño en su mirada para el pequeño castaño que yacía en sus brazos agotado. Siempre amaría a Misaki de cualquier forma que lo tuviera.

Días después…

Ya habían pasado una semana desde que Usagi-san y el universitario había hecho una película pornográfica y aunque Misaki no había querido abordar ese tema directamente con el escritor, tenía la curiosidad de saber que habían pasado con las fotografias; sin embargo, no quería preguntárselo a su casero, tenía miedo de qué el mayor le recordará cada detalle de esa noche  y quisiera revivirla.

Así que tratando de olvidar ese tema el castaño se propuso limpiar completamente la casa Usagi-san, intentando que sus pensamientos se disiparan con los quehaceres de hogar; No obstante, cuando estaba limpiando el estudio del mayor una pequeña cajita de madera color marrón que se encontraba oculta en uno de los estantes de libros, le llamó la atención.

Aprovechando que su casero se había ido a comprar cigarrillos a la tienda, Misaki decido inspeccionarla, era rectangular y pequeña para ocultar algún libro pero no lo demasiado grande para un alhajero. Tenía una cerradura y estaba completamente cerrada.

“¿Qué guardaba ahí Usagi-san?” Se preguntó Misaki intrigado, y de inmediato se puso a buscar la llave que abría la caja, encontrándola en uno de los suzuki´s-san que el mayor tenía.

Con mucha delicadeza abrió la caja, pensando que se trataba de algún regalo; más cuando Misaki vio lo que tenía, de inmediato la sangre de su cuerpo se le cayó al piso.

¡Eran las fotos que habían sacado de él desnudo!

Habían mas de 50 fotos de él ¡completamente desnudo! en poses eróticas, sobre Usagi-san mientras lo penetraba y lo besaba. ¡Todas las fotos  lo mostraban  sonrojado y avergonzado  una y otra vez!

Instantáneamente Misaki quiso romperlas y salir corriendo de ese lugar ¡¿Cómo Usagi-san las había guardado?! Y peor aún ¡¿Por qué las había puesto en un lugar donde eran fácil de alcanzar?! ¡¡Eran demasiado vergonzosas y sucias!!

Era un hecho, apenas llegará su pervertido casero haría que las rompiera, era inaceptable que tuviera algo de él de esa forma. Si al castaño le daba vergüenza que conservara fotos de cuando era niño, esas que eran para adultos era un horror ¡Mataría a Usagi-san por conservarlas!

No obstante, antes de que el castaño pudiera dejar las fotos como estaban y disimular que no las había visto se percató de una frase que tenían muchas de las fotos.

Cuidadosamente empezó a examinarlas descubriendo que en la parte superior de cada imagen junto a  su rostro se encontraba escrito con pluma la palabra “mío”

De inmediato una fuerte cólera abordo al castaño  ¡lo había hecho a propósito!¡ ¡Otra vez Usagi-san lo estaba tomando como un objeto! Enojado el menor paso foto tras foto para comprobar lo mismo, en cada una de ellas decía “mío” “mío”

Esta vez si mataría a su casero, no solo le bastaba con conservar esas fotos sucias de él, también lo tenía que tratar como un objeto. ¡LO MATARIA! ¡LO MATARIA!

Dispuesto estaba el castaño a ir a buscar al escritor y hacerle pagar por su osadía; sin embargo, antes de que pudiera terminar de ver todas las fotos, Misaki se percató de una foto fuera de lo normal, diferente a las otras. Una pequeña foto donde el rostro del oji-verde era opacado por el del mayor, quien tenía los ojos fuertemente cerrados, su cara empapada de sudor, sus labios apretados y su ceño fruncido experimentando totalmente su orgasmo.

Ante esto Misaki se quedó boca abierta, a pesar de la rápida imagen que tuvo del mayor la noche que hacían la película xxx nunca había visto al peli-plata mientras terminaba. Siempre en ese momento  el castaño cerraba sus ojos por la carga eléctrica de placer y lo que sucediera alrededor del mundo quedaba en segundo plano. Mas eso no fue lo único que le sorprendió al menor, en una parte de la foto cerca de la expresión de placer del mayor había una frase “completamente suyo”

Una oleada de estremecimiento sacudo al universitario.. ¿Acaso  esas palabras significaban lo que él creía que era? En pocos minutos  Misaki comprendió el mensaje y un sonrojo así como  una boba sonrisa apareció en su rostro. ¡Usagi-san había puesto en la foto que le pertenecía!

Instantáneamente el enojo del menor desapareció ¿Cómo podía enojarse después de esa declaración? ¡Imposible!

Lentamente el castaño volvió a poner las fotos en la cajita de madera, las cerró con llave y la coloco en el lugar donde las había encontrado, así mismo ocultó la llave y continuo con sus deberes sonriendo tontamente toda la tarde por su descubrimiento.

 

Misaki jamás se lo diría a nadie ni permitiría que nadie supiera de esas fotos ni  del video que había protagonizado con el novelista, pero por un día el menor se le olvido el miedo  y problemas que podrían acarrearle, por el contrario al ver la última foto de Usagi-san se sintió completamente feliz.

A pesar de todo lo celoso, posesivo, engreído y pervertido que era su casero, por un día su mente podría presumir que el Gran Usami Akihiko-sensei  estaba loco por él y eso le bastaba para ser feliz.

Jamás le contaría Akihiko su descubrimiento y sus sentimientos hacia él, Misaki se los guardaría y ese seria su pequeño y exclusivo secreto… Sólo de él.

 

----------------------------FIN--------------------------------------------------

Notas finales:

 

 

Varias personas me han preguntado si voy a continuar mis tres fic pendientes. “Amor en el Magisterio Escolar”, “Celebración” y “Detrás de un gran escritor”

Si los voy a continuar, solo me gustaría aclararles algunas cosas con ellos que me han impedido continuarlos y espero que entiendan mi situación.

Con Amor en el Magisterio Escolar, la última vez que actualice, tardo tres días en que alguien pusiera un comentario y eso deprimió mucho a mi ardillita mental, ya  que si nadie le interesaba leerlo ¿Qué significado tenía escribirlo?  Y por eso no ha querido inspirarse en él, relegándolo y buscando nuevas historias. Aunque ahorita estoy viendo un poco de interés, tal vez la pueda convencer de que vuelva a retomar la historia.

Con respecto de “Celebración” la historia es diferente. En ese tiempo yo salía con un abogado, lo cual en cierto aspecto inspiro la historia, pero terminamos en muy mal términos, hasta el punto de que todo lo relacionado con derecho le he agarrado cierto odio.

Mi ardillita mental es muy amiga de mi ratón sentimental y por alguna razón no quiere imaginarse ni inspirarse en la 2da parte; ya que sino mal recuerdo se desarrolla en una cárcel y Akihiko tiene que libarse de un cargo por violación lo que implica retomar la abogacía.

Tratare de hacer las paces con ese pasado y poder escribir la 2da parte, pero honestamente no prometo que sea rápido por qué aún existen heridas muy marcadas que no he podido superar.  

Con “Detrás de un gran escritor”, no existe problema, por el contrario mi ardillita está muy animada de escribir las otras dos partes ya que como es su costumbre tendrá mucho lemon, solo que se le metió a la cabeza este fic de secretos y como es voluble lo escribió primero, espero actualizar la historia prontamente.

 

Bueno habiendo aclarado esos puntos, no queda más que despedirme, dejándole la ya bonita frase de…

 

¡¡¡VIVA EL LEMON!!!

 

Cuídense mucho ok?

 

 


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