Capitulo cinco: Nerviosismo.
El muchacho caminaba tranquilamente con una maleta de mano de cuero negro, su traje impecable y una sonrisa esplendida en el rostro. Su pecho se expandía con orgullo y confianza, inclusive su paso dejaba ver la determinación con la que empezaría su nuevo empleo… hasta que logro divisar las puertas de vidrio de la empresa; En ese momento, parecía un niño nervioso.
Estaba al final de la calle, a unos kilómetros de distancia. Un ruido lo sorprendió y capto su atención, a una cuadra de distancia un hombre parecía llamarlo, desde el interior de un vehículo gris. Goku miro a ambos lados buscando a la persona que llamaba el hombre desconocido, realmente no la encontró, así que trago saliva calmado y comenzó a continuar su camino. Espero que ese hombre no lo llamara a él.
— ¡Disculpa!
Goku freno de golpe nervioso, volteo despacio para ver quien lo llamaba— ¿Me está hablando a mí?
El desconocido asintió con una sonrisa, y salió del todo del vehículo. Mantenía un traje negro desacomodado, como si hubiera dormido con el mismo— Necesito hablar con usted, señor Goku.
Él se acercó hasta estrechar las manos con el— ¿Cómo sabe mi nombre? ¿Quién es usted?
Su interlocutor sonrió ampliamente, con unas ojeras pronunciadas y un cansancio extremo continuo la charla— Hace un poco de calor —Digo abriendo un poco su camisa— ¿Le molestaría hablar en el auto?
—Prefería no hacerlo —Dijo Goku— Tengo cosas que hacer, y no le conozco.
El hombre pareció entristecerse, pero velozmente rebusco entre su bolsillo su billetera. La abrió y mostro un aplaca— Oficial Turles, detective de fraudulencias.
Se acercó un poco para poder leer la placa con detenimiento, levanto el rostro para ver el rostro del muchacho. Este con un gesto lo voleo a invita a su auto.
En cuestión de segundos, Turles estaba sentado en el asiento del acompañante y Goku en el asiento trasero. Había entrado dejando la puerta sin seguro. El oficial había dejado algunos papeles y unas interrogantes al joven hombre, moro unas fotos, pero una en especial le llamo la atención.
— ¿Es vegeta? —Se preguntó. Mirando con detenimiento la foto. Sin duda era vegeta, con gafas de sol, subiendo – o bajando- de un vehículo color azul oscuro; infraganti.
El oficial observo el rostro sorprendido de su acompañante le llamo la atención— ¿Lo conoce?
Dudo un momento en hablar, pero se decidió— Bueno… es alguien famoso —Intento decir— Mi esposa lee revistas con su foto… ¿Es una celebridad o algo así?
—Es su jefe. ¿No?
Goku palideció y trago saliva nervioso— Lo siento, no se para quien trabajo… yo…
La voz se tornó fría— ¿Me está mintiendo?
—realmente… no—Susurro nervioso— ¡Debo irme!
Grito mientras abría la puerta del auto y comenzó a correr hacia la empresa. Seguro llegaría atrasado, eso lo llenaba de ansiedad. Simplemente se sentía con el corazón en el cuello, no podía ser que había llegado a mentirle a un oficial de policía acreditado por un… ¿Fraude en la compañía de vegeta? ¿De su jefe?
Se detuvo en seco con la mano en la perrilla de la puerta de vidrio— ¿Fraude…?
— ¿Puedo ayudarlo en algo? —Pregunto otra muchacha en recepción.
Sin notarlo, Goku estaba en frente de la muchacha pelirroja que no dejaba de limarse las uñas. Intento tranquilizar su respiración— Soy Goku, y necesito saber: ¿adónde…?
— ¡llega tarde! —Exclamo la mujer— Rápido, en este momento el señor está en el salón D-8 de reuniones. Usted debe ir a E-2 para el archivamiento de papeles; Por color alfabético.
Asintió sin comprender muy bien lo que le habían dicho, pero el nerviosismo del a mujer lo contagio. En solo milésimas se encontraba en el ascensor sin recordar exactamente en qué piso debía bajarse… sin contar que tampoco recordaba cómo debían estar archivados, lo que tenía que archivar.
—Sera el peor día de trabajo de… mi —Apretó el D-2, inseguro— Vida.