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Deseos de Cosas Imposibles por Krito

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Notas del capitulo:

Holis nenes 7u7 les traigo el segundo capítulo, lo iba a publicar mañana pero tengo un trabajo en la prepa y no creo que me quede tiempo uwu

...

Un estudiante de Biología Marina, uno de Psicología, otro de Ingeniería Eléctrica y uno de Geológia. Es como el comienzo de un mal chiste.

–Entonces ¿estuviste frente al gran espejo?– Le preguntó entusiasmado Wallace a Steven.– ¿Viste al Fantasma?

–Llegué a una habitación con un gran espejo como dijiste que estaría– comenzó a explicar para satisfacer la curiosidad de su mejor amigo– no sé si era el de los rumores o no, y sobre el fantasma, no existen así que no ví nada.

–Los fantasmas si existen– Se apresuró a reclamar– El hecho de que no hayas visto ninguno no quiere decir que no existan.– Agregó con seguridad.

–Otro que dice eso– murmuró entre dientes. Steven no creía en la existencia de los fantasmas y no había poder humano que le hiciera pensar diferente, se podría decir que era un realista.

–Bueno si tú no viste nada llévame ahí para comprobarlo.– Wallace estaba lleno de determinación y quería demostrar lo que él creía.

–¿Comprobar qué?– preguntó cierto joven de cabello negro que entraba al aula acompañado por otro de cabello rubio.

–Riley, Volkner.– Volteo a verlos.– Me estaba diciendo Steven que ayer encontró la sala del antiguo espejo, y quiero verlo con mis propios ojos.

– ¿El viejo espejo, él de los relatos? – preguntó Riley. Wallace movió la cabeza en señal afirmativa – No sería mala idea que nos llevaras a verlo.

–¿También crees en esos rumores Riley?– Estaba sorprendido, tan sensato que se veía su amigos como para creer en esos cuentos infantiles.

–No, realmente no.– Respondió con tranquilidad desilucionando a su amigo de cabello aqua.– Solo es curiosidad, es una leyenda de la escuela.

–No sé qué tiene de especial ese espejo – suspiró pesadamente Steven – al término de las clases los veo en el viejo edificio.

Todos estuvieron de acuerdo, inclusive Volkner. Él siempre terminaba arrastrado a hacer las cosas extrañas que sus amigos querían hacer, principalmente las de Wallace, como aquella vez que le llevaron serenata a Winona a las 3 de la mañana bajo la lluvia.

Conversaron un rato sobre el rumor del fantasma del viejo edificio, en ese momento por la mente Steven pasó aquel adolescente de ojos escarlata que afirmaba ser el fantasma del viejo edificio, tal vez solo era un chiquillo que estaba igual de perdido que él y quiso jugarle una broma, pero aun había cosas que no encajaban del todo. Al toque de la campana cada uno regresó a su aula dejando a Steven pensando en Ruby.

Lo que restaron de las clases Steven estaba como ausente, el pensamiento de Ruby se hizo tan grande que no pensaba en nada más; aunque tratara de no pensar en ello, la imagen de Ruby estaba ahí.

Al término de las clases fue por Riley y Volkner a sus respectivos salones, por Wallace no pasaron sabían que ya estaría afuera del viejo edificio impacientando por querer ver el antiguo espejo como un niño de 5 años en el cuerpo de un joven de 22 años. Nadie entendía cómo alguien con esas pequeñas actitudes pudiera tener una novia tan madura como lo era Winona.

El recorrido era algo largo  considerando que el campus tenía una extensión aproximada de 3 kilómetros cuadrados los cuales albergan los edificios de algunas carreras, otros tantos de preparatoria, laboratorios y unas cuantas instalaciones deportivas. El viejo edificio se encontraba en la parte suroeste del lugar, estando un tanto alejado de los demás edificios.

Llegaron al lugar acordado y no había señales del de cabello color aqua, lo que sorprendió a Riley y a Steven. Volkner se dejó caer en uno de los escalones de la entrada del edificio y comenzó a fumar.

–Debe estar con Winona – comentó Volkner mientras exhalaba el humo del tabaco.

Los ojos grises de Riley miraron algo molestos al de cabello rubio, no le gustaba que fumara y él bien lo sabía, pero igual lo seguía haciendo. Antes de que Riley comenzará a darle el mismo discurso de siempre a Volkner sobre por qué fumar era malo, llegó Wallace agitado, era más que obvio que estuvo corriendo para no llegar tan tarde, ¿Como podía perderse la oportunidad de ver el tan afamado espejo y fantasma del viejo edificio?

–Siento llegar tarde– dijo tratando de controlar su pesada respiración – estaba con Winona. – terminó de decir cuando su respiración se estabilizó. Los de ojos grises miraron algo sorprendidos a Volkner, había acertado, aunque era más que evidente.

Los cuatro entraron al edificio siendo liderados por Steven, trataba de recordar los lugares por donde había pasado para llegar al salón, pero como lo había encontrado cuando estaba perdido se le hacía difícil recordar por donde pasó. Caminaron un largo rato, pasando por callejones sin salida y aulas sin uso. Aunque le doliera admitirlo, los había perdido.

–Steven, si no diste ayer con la sala no lo hubieras dicho. – comentó Wallace cansado.

–Estamos perdidos – dijo sin ánimos Volkner – ya hemos pasado por aquí unas 3 veces.

–Salgamos de aquí – chilló Wallace.

El joven del cabello plateado le molestaba cuando su mejor amigo hacía eso. Le iba a decir que no lo hiciera pero le pareció ver a Ruby burlándose de él. Cuando intento ver la figura que se parecía a la del adolescente, vio como esta se alejaba como un gato en la oscuridad.

–Oye espera – dijo Steven siguiendo aquella sombra.

Sus amigos desconcertados lo siguieron, era un poco difícil seguirle el paso pero podían ver a dónde iba. La pequeña persecución los llevó a la sala a la cual Steven había estado ayer.

–Aquí es – anunció Steven un poco sorprendido.

Abrió la puerta y pudo apreciar que todo estaba igual al día anterior, solo que ahora el adolescente de los ojos rojos estaba ahí; estaba leyendo un libro, al ver al de cabello plateado dejó su lectura y lo miró con curiosidad.

–Muévete Steven – lo empujó Wallace – No me dejas ver. –Entró Wallace a la sala yendo directamente al espejo. Pasando de largo la presencia de Ruby, lo que llamó la atención de Steven.

Los otros dos al entrar si notaron a Ruby, estaban sorprendidos de ver a un chico de secundaria ahí.

–No veo a ningún fantasma – gruñó el de cabello aqua. – Es solo un rumor. – hizo un puchero, se había desilusionado y sabía que sus amigos le reprocharían con un muy grande “te lo dijimos”, como siempre lo hacía.

–No todos pueden ver a los fantasmas – dijo Ruby haciendo voltear a los otros 3.

–¿Qué están viendo? – preguntó Wallace buscando con la mirada lo que sus amigos estaban viendo y encontrando un gran vacío.

–A ese chico. – respondió Riley.

– ¿Cuál chico? – volvió a preguntar al no ver nada.

–El que está ahí – Riley señaló en dirección a Ruby.

–No veo nada – Reclamó Wallace – no se quieran burlar de mí. – añadió indignado.

–¿Ahora me crees que soy el fantasma del viejo edificio? – le preguntó Ruby directamente a Steven.

–Tranquilo Wallace, no te pongas histérico – le dijo calmadamente Volkner – el chico de secundaria, es el fantasma del viejo edificio.

Al oír esto Wallace hizo el berrinche más grande de su vida, le reclamaba a todos del por qué él no podía ver al fantasma y ellos sí; los intentos de sus amigos eran en vano, no podían calmarlo. Ruby solo se limitaba a ver tal espectáculo, lo cual después de un rato comenzó a darle risa y comenzó a reír.

–Wallace, ¡Ya! Compórtate, ya no tienes 5 años para hacer eso – lo regañó Riley. Cuando se enojaba Riley era imposible de contradecir; a Wallace no le quedó más remedio que calmarse no quería ver enojado a Riley.

–Lo siento Riley – murmuró Wallace con mucho arrepentimiento.

–Tienes unos amigos muy raros – Ruby le susurró al oído a Steven.

–Y que lo digas – sonrió. – Te los presentare. El que acaba de hacer el berrinche es Wallace, está estudiando Biología Marina. Aunque es un idiota es mi mejor amigo. Luego esta Riley – señaló al joven con el que compartía el mismo color de ojos – está estudiando psicología. Y por último está Volkner – el aludido miró a donde estaba Steven y Ruby e hizo un ademán de saludo – está estudiando ingeniería eléctrica, no habla mucho pero es muy buen amigo.

– ¿Y tú que estás estudiando?

–Yo estoy estudiando geología.

–Suena aburrido – dijo Ruby – las piedras son aburridas, son seres sin vida, ¿qué tiene de interesante estudiar piedras?

–Se dice rocas. No piedras.– Le reprocho.–Pues para alguien como tu sonará aburrido, pero para mí es muy interesante. ¿Sabías que tienes el nombre de una gema, que es del mismo color de tus ojos?

–Claro que lo sé.– Respondió  vanagloriándose.– Cuando has pasado 60 años aquí tienes mucho tiempo para leer e investigar cosas.

–Hola – llegó Riley con Volkner, dejando a Wallace solo – soy Riley y él es Volkner.

–Ruby – contestó de la misma manera que le había contestado a Steven el día anterior.

–Ruby, mucho gusto. Disculpa el comportamiento de Wallace, le gusta actuar como si tuviera 5 años. ¿Así que tú eres el fantasma?

–Si lo soy. No puedo recordar mi muerte. Soy un fantasma con amnesia – la confesión había sorprendido a los tres – pero así estoy bien. No tengo odio, ni resentimientos. Me da igual que sucedió cuando estaba vivo. Por lo tanto no importa lo que soy.

– ¿En serio no recuerdas nada? – preguntó directamente Riley.

–No recuerdo nada, ni quiero recordar. Sé que si recuerdo algo me pondré triste.

–Está bien, es normal que los que sufren de amnesia no quieran recordar – comentó Riley. – ¿De menos sabes cómo te hiciste esa cicatriz que tienes en la frente?

–No, perdí todos mis recuerdos de cuando está vivo. Solo recuerdo que mi nombre es Ruby.

–Búscate otro objeto de experimento – interrumpió Volkner – no podrás hacer tu tesis sobre la amnesia de este chico.

Riley iba a reclamar la acción de su amigo rubio pero tenía razón, odiaba no tener razón y odiaba mucho más que Volkner la tuviera. Siempre fue así, una pequeña y eterna lucha entre ambos, la cual la hacía inconscientemente, pero igual seguían siendo buenos amigos.

Lo que resto de la tarde los 3 que podían ver a Ruby conversaron con él, Wallace solo los miraba con envidia; él era el único del grupo que creía en fantasmas y era el único en no poder verlo, incluso llegó a pensar que era una broma pero lo que no cuadraba era que a Volkner no le gustaba hacer bromas.

–Bueno Ruby, ya es muy tarde tenemos que irnos– dijo Riley tras ver la hora en su reloj– nos vemos en otra ocasión

–Está bien– contestó con una amplia sonrisa dibujada en su rostro– Nos vemos. – cuando los cuatro estudiantes iban a salir Ruby tomó la mano de Steven para que se quedara un momento.

Los amigos de Steven no se dieron cuenta de que este se había quedado atrás.

El silencio se presentó entre ambos, ninguno decía palabra alguna, el silencio era incomodo en especial para Steven que no sabía las intenciones que tenía el chico de los ojos escarlata. El agarre de la muñeca se deshizo.

–Gracias– murmuró el adolescente haciendo girar sorprendido al mayor– gracias por lo de hoy, hace tiempo que no me sentía tan alegre como hoy– sorpresivamente rodeo el cuerpo del mayor con un cálido abrazo– gracias.

El gesto del menor fue muy tierno haciendo que fuera inevitable que Steven le correspondiera el abrazo. El abrazo se prolongó un buen rato y Ruby se aferraba mucho, no queriendo soltar a Steven.

–Quédate un momento más así– murmuró escondiendo su rostro entre los brazos del mayor – hace tiempo que no estoy así con alguien. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que alguien pudo mirarme y eres la primera persona que pudo tocarme.

Steven puedo notar que Ruby estaba sonrojado hasta las orejas tras decir aquellas palabras y a decir verdad él también estaba un poco ruborizado.

–¿Vendrás mañana? – preguntó Ruby. separándose un poco del cuerpo de mayor

–Supongo que sí ¿Por qué?

–Llegará un día en el que ya no me podrás ver y luego me olvidaras – respondió sin dejar de abrazarlo – por eso quiero aprovechar todo el tiempo que sea posible.

La inocencia de Ruby se hizo presente en ese momento y sonrió tiernamente ante las acciones infantiles de él.

–Te ayudare a recuperar tus recuerdos – dijo Steven tras meditar un rato.

–No es necesario que lo hagas – comentó el moreno. – así estoy bien.

–Lo haré y así podemos pasar más tiempo juntos – sonrió – los chicos ayudaran y ya no estarás tan solo.

–No suena tan mal – dijo con simpleza – está bien, hay que hacerlo.

Aquella idea marcaría mucho su vida, la de Riley y Volker también y tal vez también repercutiría un poco en Wallace. Pero ninguno se esperaba que lo que acercaba después de eso.

Notas finales:

Se que nadie sigue este fic pero lo seguiré escribiendo ahí bien bonos uwu

Si alguien si lo sigue Lo AMO :3 si no y esta leyendo esto también lo amo uvu

Nos leeremos la próxima semana.

Ciao


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