2 Problemas y más problemas. Soluciones exageradas y el juego del gato y el ratón.
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Lo zarandeaban llamándolo por lo que dijo—¡5 minutos más, mami!—con tono quejumbroso.
¿Cómo que mami? ¡Soy yo, Wheeler! ¡Levántate!—le dijo la urgida voz de Seto y él abrió un ojo e intentó erguirse un poco pero se dio cuenta de que no tenía mucha libertad para hacerlo pues tenía un molesto dolor en su anatomía.
¿Podrías ser más cortés, no? ¡Después de todo el dolor en mi trasero es tu culpa!—se q uejó Joey.
¿Acaso preferirías que te traiga el desayuno a la cama?—preguntó con tono irónico el castaño.
Pues no estaría mal. ¿O es que como ya tuviste lo que querías de mí ya no te importo?—preguntó haciendo el puchero el rubio.
El otro respiró cansadamente para luego aclarar—Han pasado horas. No es bueno que nos quedemos encerrados tanto tiempo en mi casa—El ojos mieles a regañadientes reconoció que tenía lógica y como pudo se irguió y comenzó a vestirse.
Nii-chan! Nii-chan!—gritó de pronto alguien que golpeaba la puerta.
¿Nii chan?—preguntó perplejo Joseph mirando a Kaiba.
¡Tengo un hermano más chico! ¿Qué tiene de extraño?—le preguntó el castaño.
¡Nunca lo mencionaste!—le criticó Wheeler.
¡No es como si fuéramos los mejores amigos!—le respondió el ojos azules mientras esperaba que terminara de ponerse el uniforme pues él ya estaba vestido hacía rato.
¡Pero tú sabes sobre Sere!—le rememoró el ojos mieles.
Si, pero eso es porque va al mismo colegio que nosotros—le retrucó Seto. Serenity Wheeler estaba en primero de prepa y ellos en tercero. Se veían todo el tiempo en los pasillos.
Cuando el otro terminó de atarse el zapato Seto lo empujó a un lado y estiró la cama lo mejor que pudo para que no se notara el jaleo. Luego se alisó el pelo con apuro y abrió. Ya le había dicho varias veces a su ototo que ya iba.
Joseph no sabía que esperar y se impresionó ante el chico de ojos añil y pelo largo y negro que lo observó al abrirse la puerta.
¡Mokuba! Él es Joseph, un compañero—lo presentó el mayor.
¿Ah? ¿Eres compañero de mi nii-chan?—preguntó el otro acercándose a Joey como si hubiera caído de un agujero en el techo.
Hai!—respondió algo conturbado Wheeler.
Seto nunca ha traído a nadie del colegio. ¿Cuanto llevas en su salón?—preguntó Moki muy interesado.
Yo… etoooo… Este año me mudé a Dominó y…--dijo el ojos mieles.
¿Solo desde este año? ¡Le debes agradar mucho a mi nii-chan!—dijo el muchachito que estaría como en primero de secundaria y Joseph se ruborizó sintiéndose incómodo por su verdadera situación y halagado porque declaraban que era especial para el castaño—Ni siquiera trae a sus novias aquí—adujo después el pelinegro haciendo que el otro se pusiera más rojo porque cayó en la cuenta de que él cabía perfectamente en dicha categoría.
Bueno Moki. Que lo traje para hacer un trabajo de equipo no porque me agrade—comentó Kaiba empujando a su hermano para quedar a solas con el otro por miedo de que Wheeler dijera algo de más.
¡Pero es que tú nunca traes a nadie y yo quiero conocer…!—se quejó el más chico siendo empujado por su hermano.
¡Debes tener tarea que hacer! ¡Y no querrás no haberla hecho cuando llegue papá!—le advirtió el mayor.
Ugh!—expresó el pelinegro con desazón—¡Está bien! ¡Me voy pero trae de nuevo a tu amigo para que le pregunte cosas, nii chan! ¿Vale?—
Lo pensaré—dijo el otro antes de cerrar la puerta y con talante cansado cargarse en ella.
¿En serio me invitarás de nue…?—preguntó el melado.
¡Ni en un millón de años! Lo dije para que se fuera. ¿No has visto la conmoción que has causado al venir?—preguntó el ojos azules.
¡Yo no he hecho nada! ¡Todo es tú culpa!—le apuntó con un dedo acusador el otro—Además… ¿Cual es el problema? Nadie se ha dado cuenta…--una sola mirada del otro lo calló.
¡Ese es el problema! Esa maldita bocota que tienes—retrucó el castaño.
Pues ese no parecía un problema para ti hace un rato—dijo Wheeler.
¡Si no te callas…!—trató de amenazar Seto acercándose al otro con ojos intensos.
¿Qué harás?—preguntó el rebelde rubio agresivamente.
¡Esto!—indicó Kaiba antes de sellarle la boca con un beso.