Jenissi
[Hoy en clases me sentí realmente estúpido.}3:48 p.m.
[En mi clase, los apodos comenzaron a aparecer.}3:48 p.m.
[Me llamaban gordo.}3:49 p.m.
[Se comenzaron a burlar, diciendo que necesitaba hacer ejercicio.}3:49 p.m.
[Ahora para ellos soy ‘GorSoo’.}3:51 p.m.
[Ni siquiera pude defenderme, diciéndoles algo a ellos.}3:52 p.m.
[Sentía que estaba por llorar, así que solo me callé.}3:52 p.m.
[Estoy deprimido… :’(} 3:53 p.m.
Y solo un segundo después de que pudiera suspirar en desahogo, y gritar por la frustración mientras muerdo el almuerzo que no me atreví a comer. Recibo una respuesta.
{Juro que en este momento estoy odiando a los de tu salón.] 3:53 p.m.
{¿Puedo llamarles imbéciles?] 3:53 p.m.
[Sí.}3:54 p.m.
{Bien, porque ¿sabes que voy a hacer?] 3:54p.m.
{Voy a ir a tu salón, golpeare a cada uno de los que se atrevieron a llamarte gordo.] 3:55p.m.
{Hare que supliquen perdón y los hare comer tanto, que su ropa reventara.] 3:56 p.m.
{Después los exhibiré en plena plaza y suplicarán porque me detenga.] 3:58 p.m.
{De ahí, los volveré a golpear y al final, volverán a arrepentirse de sus palabras.] 3:59 p.m.
{Realmente los he odiado.] 3:59 p.m.
Sonrío, dejo de comer y sorbo de la nariz deteniendo el moco que posiblemente quiso salir. Limpio mis ojos con la manga del suéter y contesto.
[¿Y si son mujeres? ¿Te atreverías a golpearlas?}4:02 p.m.
{Las enamoraría, y las haría sufrir.] 4:06 p.m.
{…] 4:06 p.m.
{Esto, ya no es divertido.] 4:07 p.m.
{…] 4:07 p.m.
{…] 4:07 p.m.
{Sonaba mejor en mi cabeza…] 4:08 p.m.
El timbre comienza a sonar y por un instante me despego del celular para atender a quien sea que me necesite. Abro, pero encuentro el pasillo completamente vacío. Por un instante espere que fuera Jongin, quien, arrepentido por no hablarme desde aquella vez cuando Hyeri llegó.
Pero las esperanzas han desaparecido.
Han desaparecido desde hace casi un mes.
Al menos fue lindo mientras duró.
Cierro la puerta, dando una última ojeada al pasillo. Regreso, tomo asiento en el sillón y al fin noto los mensajes que he recibido.
{¿Sabes qué haremos? Exacto. Tú y yo, veremos una película.] 4:13 p.m.
{Hoy mismo.] 4:13 p.m.
{No tengo que trabajar, por lo que… ¿Qué dices? Invito yo.] 4:15 p.m.
{Iremos a ver los juegos del hambre.] 4:16 p.m.
{Buscaremos ideas para torturar a tus estúpidos compañeros de salón] 4:18 p.m.
{Y llevare a K conmigo.] 4:18 p.m.
{¿Lo hacemos?] 4:19 p.m.
[¿En la función de las 8?}4:23 p.m.
{¡Exacto!] 4:23 p.m.
[Acepto.} 4:24 p.m.
{Entonces, ¿esto es una cita?] 4:25 p.m.
[Esa es la palabra correcta :)} 4:25 p.m.
El timbre vuelve a sonar. Ahora golpean la puerta con mayor ímpetu. Dejo atrás el celular y voy en camino a esta. Grito, avisando que estoy por abrir. Tomo el pomo, pero antes, miro por la mirilla. Abro y lo mismo vuelve a suceder.
Nadie.
Gruño molesto. ¿Qué clase de infantil persona hará eso?
Cierro la puerta y cuando doy un paso para regresar, vuelven a tocar el timbre. Esta vez, abro inmediatamente. Encontrándome en el transcurso al culpable de mi irritación.
Molesto golpeo el hombro de aquel alto hombre, dejándolo indefenso y suplicante para que no lo golpee más.
—Maldición, Chanyeol. Juro que te voy a matar. —amenazo.
Chanyeol se levanta, me muestra la bolsa del supermercado y entra a mi departamento como si fuera suyo. En un pequeño suspiro, cierro la puerta. Siguiéndolo diciéndole donde se encuentra la cocina y al final, ambos terminamos en el sillón de la pequeña sala.
Enciende la televisión y muerde su labio.
<< ¿Por qué Chanyeol está aquí? >>
Mi celular vibra y contesto el mensaje de inmediato. A pesar de no conocer a Jenissi, es divertido eso de decir que nos encontraremos en una cita. Ni siquiera nos conocemos en persona. Es más, creo que ni siquiera vivimos en la misma ciudad. Pero, ayuda en mi ánimo el solo enviar mensajes con él.
Hablando sobre cómo nos conoceremos en tal lugar. Aun siendo mentira.
<< ¿Por qué Chanyeol parece apurado? >>
—No quiero sonar grosero, pero, ¿Cómo sabias dónde vivo?
—Le pregunte a Jongin y él me dio tú dirección. No fue gran cosa.
Solo asiento con la cabeza. Así que Jongin ha hablado de mí con él, pero no se atreve a hablarme desde hace tiempo.
<< Menudo imbécil, el hombre del que te enamoraste Kyungsoo >>
— ¿Y porque tu inesperada visita? —Pregunto en el instante que enciendo la televisión y que Chanyeol se quita el suéter y deja caer la pequeña maleta de mano.
— He peleado con la persona con la que vivo y…me ha dejado a mi suerte en esta enorme ciudad.
—Uhm. —sentencio y muevo mi cabeza, le cambio de canal y miro entretenido el documental.
— ¿Y qué tal la universidad, Soo?
—Bien. —Respondo de forma inmediata y apartando mi vista, lo encaro. — ¿Y tú? ¿Ya has llegado a reprobar alguna materia?
—En donde vivo, no se permite reprobar. —Suspira cansado y muerde su labio. —Duermo como cuatro horas al día. —Vuelve a morder su labio y aparto la vista hasta encarar de nueva cuenta la televisión. —Me han corrido.
Suelta.
Tardo varios segundos en descubrir lo que aquellas palabras ocultan y cuando lo obtengo. Lo miro asombrado.
Justo ahora, Chanyeol debe de andar deambulando porque no tiene a donde ir.
— ¿Tú-?
—Lo agradezco, siempre quise vivir contigo.
No termino de aclarar mis ideas ante su propuesta, cuando Chanyeol se instala en una de las vacías habitaciones. La única vacía, para ser sincero. Y cuando estoy a punto de pedir una explicación más detallada, lo encuentro sobre una colchoneta que hace tiempo traje solo por si alguien llegara de improvisto. Roncando cómodamente.
Lo pataleo un poco, y solo me pide que lo deje dormir mientras descansa.
—Nunca descanso. Por favor, darme un respiro y despiértame para la cena.
No tuve el corazón para sacarlo de la habitación y solo le di un poco de tiempo.
Regreso a la sala. Retomo el programa de televisión, y cuando estoy por dormirme ya que es aburrido esto de ver el apareamiento de las mantis religiosas. Un tanto bizarro, pero aun así aburrido. O será que el que relata es quien aburre. Su tediosa y cansada anciana voz, me hace desesperar.
El timbre suena y como la primera vez, voy a atender a quien sea que me esté llamando.
Abro y lo único que me encuentro es a una dulce chica. Sus ojos eran demasiado grandes, todo gracias a las lentillas color azules que en ese momento está usando. Me deja una enorme caja, la señala con el mentón y frunzo el ceño. Después deja una mochila un tanto grande y se despide.
Intento detenerla y lo único que logro, es empujar la pesada caja con mis piernas hasta meterla al departamento.
—Chanyeol, hey, Chanyeol. Te han traído un par de…
Solo ronquidos son los que recibo. Y creo que ronquidos, recibiré.
Arrastro la caja hasta la habitación, Chanyeol se da un giro y se golpea con esta. Creo que fue mala idea el ponerla a lado de la colchoneta. Aunque sirvió para que se despertara.
— ¿Solo dos semanas? —Pregunto y Chanyeol aun parpadeando para no dormirse, asiente. Me suplica que acomode sus cosas en alguna esquina solo para poder terminar su tarea una vez que se despierte. — ¿Dónde las pongo? ¿En cualquier lugar?
Solo un murmullo recibo, volteo a verlo y lo encuentro de nueva cuenta durmiendo. Suelto un suspiro y abro la enorme caja. ¿Cómo pudo haberla traído la pequeña mujer? Es un tanto pesada, ¿le habrán ayudado? O es solo que tiene una fuerza sobre humana y la trajo ella misma. Subiendo por aquellas escaleras.
Saco cada cosa, la acomodo perfectamente, miro el reloj y solo he gastado cerca de dos horas de mi valioso tiempo. Voy por mis deberes, y los termino rápidamente, creo que es lo único bueno de adelantar tareas. Ahora tengo tiempo libre para estudiar sin mucha prisa.
Continuo acomodando las cosas de Chanyeol y cuando estoy por terminar, algo me sorprende.
<< ¡Huy! ¡Una libreta de conejitos! >>
Comienzo a hojear la tierna libreta, con tierna portada y la idea de que es un diario se viene a mi cabeza. Tomo lugar en el suelo y comienzo a leer cada cosa que está escrito.
Solo eran cosas de futbol.
Creo que es una libreta donde estaban los resultados de los últimos partidos en los últimos 3 años. ¿Qué más se podría esperar de Chanyeol? Estoy por cerrar la libreta y me encuentro algo importante:
« ¿Cómo una persona puede ser tan distraída? ¿Cómo no se puede dar cuenta que me declare? »
Wow, Chanyeol no tuvo una muy buena declaración. Pero conociéndolo, ¿habrá dicho lo correcto? No creo que su charla de Star Trek, sea una declaración de amor.
« Kyungsoo siempre ha sido muy distraído. Eso lo hace totalmente lindo. »
Me detengo. ¿Leí bien? Vuelvo a leer, por al menos, unas 18 veces más. Miro la fecha de esta, y hago un poco de memoria. Fallo rotundamente. Creo que tengo mala memoria…
—Ese día te acompañe a la dirección, aunque yo me quede en el baño. —hablan a mis espaldas, y me sobresalto. La ronca voz de Chanyeol pega por completo en mi cuello y al girarme nos encontramos cara a cara. —Cuando me declare…fue un jueves.
— ¿Eh?
—Tal vez no lo recuerdes, creo que…eres demasiado despistado, siempre perdido en tu propio mundo. Me gustaba eso de ti.
—Yo-
—No te preocupes, te he superado. —Sonríe. Pero algo había raro en ella. Parecía forzada. Estoy por decir algo más, pero él se lanza contra la colchoneta y duerme.
Salgo de la habitación. Aun con la libreta en mis manos, me siento en el sillón y creo yo, Chanyeol me ha dado permiso para leer su privacidad en el momento en que no me arrebato la libreta.
Inicio a leer, hoja por hoja. Incluso estuve viendo las diferentes puntuaciones que algunos clubes deportivos han tenido al final de cada temporada. Al igual que, los mejores jugadores, todo dependiendo del esfuerzo y los goles que han anotado en la cancha.
« Creo que a Kyungsoo no le gustan las mujeres. O eso espero. Hace poco le hicieron una pregunta. Cualquier chico sin dudarlo respondería lo que esperábamos: “Acepto, tengamos sexo”, pero el titubeo por mucho tiempo. »
¡Eso lo recuerdo! Fue en cuarto semestre. Ese día, Jongin se fue con la amiga de la chica. ¿Cómo voy a poder olvidar mi tercera vez?
« ¿A Kyungsoo le gusta Jongin? »
Dejo de leer. ¿Era muy notorio? Trago pesado, miro en dirección a la puerta de la habitación en la que Chanyeol se encuentra y suspiro aliviado al seguir leyendo lo que dice.
« Creo que se ha metido mucho en su papel de “pareja” de la obra de teatro. Kekekeke~, Kyungsoo se veía súper tierno con la ropa de chica. »
— ¿Platónico? —Me pregunto.
El timbre suena y abro inmediatamente. Un fuerte latido y mis mejillas se tiñen por completo. Trago duro y me abstengo de sonreír como tonto.
—J-Jongin-
—Se me olvido decirlo, Chanyeol vendrá a…
—No te preocupes, él ya se dio cuenta, ¿Cierto, Soo? —Chanyeol se recarga en mi espalda, pasando su brazo por mi hombro y agachándose para poder colocar su cabeza sobre la curvatura de mi cuello.
—Jum…—Afirmo con la cabeza, sintiendo por varias ocasiones. Jongin solo se nos queda mirando, con aquellas obscuras orbes sin hacer movimiento alguno. Solamente mirándome.
—Bueno, adiós. Eso era todo.
Y sin poder decir algo más, como el pedirle que pase por una taza de té o café, él sol ose fue. Sacando su celular en el transcurso y hablando de no sé qué cosas con alguien.
<< Claramente escuche cine. >>
Suspiro y empujo a Chanyeol. Este solo sonríe entre bostezos y cuando lo pienso, ya está sobre el sillón. Roncando.
Lo dejó dormir y yo por mi parte, me voy a mi habitación. Miro el reloj y noto que solo tengo cerca de cuarenta minutos para mi cita con Jenissi.
Tom un baño rápido. Elijo mi ropa, solo unos vaqueros, una camisa blanca y un sweater para el frio, de color negro con franjas grises. Unos converse y es todo.
— ¿A dónde vamos? —escucho la gruesa voz de Chanyeol a mis espaldas y al girarme. Lo noto completamente nuevo.
— ¿Cuándo fue exactamente que te cambiaste? —Pregunto asombrado. Él solo levanta sus hombros.
—Te vi saliendo del baño y me cambie inmediatamente. Por cierto, Soo. Tu estomago ha crecido bastante. ¿Has pensado en hacer dieta?
<< ¡Cállate imbécil! >>
—Mala alimentación. —Sonrío y me volteo para otro lado.
Chanyeol está diciendo no sé qué sobre mantenerme en forma. Claro, él ayudándome. Ya que, si viviremos juntos por dos semanas, es lo mínimo que puede hacer.
Trato de ignorar todas sus palabras sobre cómo algunos módulos de cardio, me ayudaran a recuperar mi figura. Empuño mi mano y cuando estoy por gritarle que no estoy gordo y que se guarde los malditos 15 minutos de cardio donde mejor sepa. Mi teléfono vibra.
Jenissi:
{¿Ya hemos salido?] 7:33 p.m.
[Ya.} 7:33 p.m.
[Al parecer iré con un amigo también.} 7:34 p.m.
{¿J?] 7:34 p.m.
[Eso quisiera ^^, será “C”} 7:35 p.m.
{Oh.] 7:36 p.m.
{De cualquier manera, ¡se cuidan los tres!] 7:36 p.m.
{Y por supuesto, te estaré esperando ;)] 7:37 p.m.
— ¿Hablando con alguna chica? —Me sobresalto y escondo de inmediato el celular. Chanyeol me mira juzgadoramente y solo atino a sonreírle.
—Algo así…
Tomo mi billetera y sin avisar, Chanyeol ya se encontraba afuera. Revisando su celular y suspirando en resignación al no ver, posiblemente, lo que esperaba ver.
Nos vamos en taxi y Chanyeol es quien paga. Una vez que llegamos al enorme centro comercial, él me lleva de la mano ya que: mis piernas son demasiado cotas y si no me apuro, no llegaremos a tiempo a la función.
— ¿Qué veremos? —Pregunta Chanyeol una vez que estamos frente a la cartelera. Toca su mentón con su mano derecha en señal de “pensador”. Achina los ojos y niega. — ¿Qué quieres ver, Soo?
—Los juegos del hambre. —Aviso y él de inmediato se forma a la fila para comprar los pases.
Espero por algunos minutos, parado, esperando a que la fila avance. Chanyeol me hace una seña y voy directamente hasta donde se encuentra.
Solo era para recordarme que comprara las palomitas, y la Coca-Cola. Además de recordar el no olvidar comprarle una muy buena porción de gomitas y panditas junto al chocolate que tanto suele gustarle (chocolate amargo).
Una vez que compro todo. Tomo lugar en uno de los bancos que están situados en donde se venden los dulces. Espero a que Chanyeol me encuentre y no deba cargar con todas las cosas yo solo.
— ¡Oh, vamos, chicos! ¿Les debo recordar que soy Kim Taeyang?—un cuarteto de hombres hacen la bulla. De estos, uno demasiado bajo, abre paso, y se cola entre la fila de los dulces.
— ¡Ya Tae, toma tú lugar! —Otro de los chicos lo toma de los hombros y lo regresa a su posición inicial.
Miro a las demás personas pasar y me pongo a pensar por un segundo. ¿Qué no es ese el mismo que conductor de la radio en la universidad? ¿No debería estar conduciendo ahora mismo? ¿Abra sido su día libre? ¿Siempre es así de escandaloso?
— ¡Chicos, chicos! Kim Taeyang está aquí, si yo digo que traeré sus dulces, es porque los traeré. —Y de nueva cuenta el escandalo sale de aquel grupo. Recibiendo varias miradas de las demás personas.
—Tae, te lo he dicho una y mil veces: ¡Deja de referirte a ti mismo como un jodido héroe! —Un chico alto, de pelo negro y mirada asesina, le responde. —Ahora mantente callado si no quieres que nos saquen como aquella vez en Annabelle, donde querías tus malditos panditas y se los arrebataste a un pobre chico. —Literal, lo regaño como si de su madre se tratará.
—Ya, ya, ya, eso fue porque-
— ¡Hey chicos! —Otro más se une al grupo.
Ahora es más interesante el ver la pelea y gritos que mantienen, así que aprovecho que las palomitas están aún lado y comienzo a comerlas.
El nuevo que llego, fue como la neutralidad de la situación. Una vez que se unió. Ninguno dijo o hablo más. Ahora el conductor de radio, se mantiene callado. Hablando con voz suave al recién llegado y preguntándole cosas como si de un artista se tratara.
Incluso vi cómo le salían estrellitas y brillos de sus ojos. Algo, extrañamente raro.
Mastico más de las acarameladas palomitas, y noto el momento en el que el chico que hace no más de cuatro minutos regaño al contrario, prácticamente asesinaba al recién llegado con su mirada. Incluso, si mi vista no me falla, logre notar el gruñido que sacó.
El escandaloso conductor se gira, y ahora solo me entretengo viendo las acciones del alto con el alto recién llegado.
Mi celular vibra y recibo un mensaje.
Era Jenissi, quien me pregunta donde estoy. Le respondo que a punto de ver la película. Él me responde lo mismo.
—Tae, ¿puedes dejar un segundo el celular? ¡Desde que salimos has estado enviándote mensajes con-!
— ¡Kyungsoo! —Y este es el momento en el que a Chanyeol se le dio la gana aparecer.
Levanto mi mano, y para mi suerte Chanyeol llega de inmediato. Me sonríe un tanto apenado, y para compensarme, él se lleva las palomitas y los vasos de Coca-Cola. Yo solo debía ayudar con los dulces y las entradas.
Una vez dentro de la sala, tomamos lugar en nuestros asientos. Chanyeol comienza a comentarme lo mucho a esperado ver la tercer película. Y sobre todo, lo bien que se ve Jennifer Lawrence en la película.
Las luces se apagan lentamente. La pantalla enciende y el bullicio en la parte de arriba de la sala se hace presente.
— ¡Jin Hyo Sang!
— ¡Kim Tae Yang!
— ¡Kim Sang Gyun!
— ¡Seo Sang Won!
Cantan sus nombres a porras y las demás personas volteamos en su dirección. Algunos pidiendo a que guarden silencio, pero ignorándolos por completo.
— ¿Enserio quieren que nos saquen como en-?—El chico de mirada asesina, es quien habla.
— ¡Solo hazlo! —Los cuatro le gritan al unísono.
—Oh, mierda. —las palmas se comienzan a chocar y el sonido casi opaca a las voces del comercial que esta saliendo. — ¡Shin Ji Ho!
Y se presentan como “The fantastic fourt & Xero”.
—Hoy en día, las drogas afectan demasiado al ser humano. —Susurran a mi oído y sonrió por las palabras de Chanyeol.
El gracioso comercial del hombre sin cuello bebiendo de su Pepsi, mientras niega y mira a la actriz de la película andar. No sé porque razón, pero siempre me da risa.
La película comienza a rodar, y antes de que pudiera continuar viendo, unas enormes agruras aparecieron. Avanzando desde mi esófago y pasando por mi garganta. El asco apareció en un segundo, y los guturales sonidos de querer sacar las palomitas que hace poco disfrutaba con placer. Ahora mismo, las quiero sacar.
Trato de aguantar aquello, pero, mi garganta comienza a arder hasta tal punto de que no pueda retener el contenido en mi boca. Incluso el intentar tragarlo, se me era meramente imposible de hacerlo. Mi boca estaba tan llena que, en cualquier momento sacaría el contenido.
— ¡Soo! —Chanyeol exclama y mantengo los ojos apretados. — ¡Kyungsoo! —Brama mi nombre y bajo por las pequeñas y aterciopeladas escaleras, tropezando con una pareja y provocando que sus palomitas salgan volando.
Intento pedir disculpas, pero la sustancia quiere salir de mi boca así que, en lugar de traumar a los presentes, corro en dirección de los baños.
Aun puedo escuchar a Chanyeol gritando mi nombre, pero lo dejo de hacer una vez que entro en el cubículo.
Me abrazo del inodoro y suelto todo lo que retenía. Minutos pasaron y toda la sustancia color amarilla, pinta todo el inodoro. Tomo papel higiénico y limpio mi rostro.
—Juro, que jamás me embarazare. — <<Al menos, no otra vez. >> sonrío.
Intento respirar normalmente, y cuando al fin lo logro. Las náuseas aparecen de nueva cuenta. Ahora, lo suelto libremente. Abrazándome de nuevo al inodoro. Y al finalizar, limpiando mi rostro.
Cuando al fin siento que todo ha terminado, me levanto del piso y acomodo mi ropa. Mis ojos lloran y limpio las lágrimas con la manga del sweater.
Aclaro mi garganta, y el horrible sabor queda en mi paladar. Salgo del cubículo, y voz directo al lavamanos y mojo mi rostro. Hago gárgaras con el agua, solo para poder eliminar un poco del mal sabor.
Seco mis manos y cuando estoy a punto de salir me encuentro al escandaloso conductor de radio de la Universidad. Con los brazos cruzados, una ceja enarcada, y recargado contra la puerta.
— ¿Te encuentras bien? —Pregunta y volteo a ver si hay alguien más. No encontré a nadie. Solo era yo.
— ¿Sí?
— Que pequeño es el mundo, ¿no lo crees? —Pregunta de nueva cuenta. Ahora se separa de la puerta. — ¿Quién diría que en este lugar nos encontraríamos, cierto?
—Perdona, pero… ¿Quién eres?
—Eres más bonito que en fotografías. —confiesa y el pánico me aborda en el momento en que él me toma de las mejillas y se acerca a mi rostro.
Estoy por golpearlo en las partes que a nosotros los hombres nos suele doler, pero me detengo en el momento exacto en el que saca una pequeña paleta, desenvolviéndola y dejándola a mi vista.
<< Es de mango… ¡Mierda, que amo el mango! >>
—Sé de muy buena fuente, que es tu sabor favorito y que es lo único que ayuda a que los ascos no vuelvan. —Me confiesa y pellizca mi mejilla con confianza. Hace un gesto con sus labios y cuando estoy por reprimirle tal acto. Su mano derecha me da la gran vista de aquellas palabras escritas en su piel ‘Let me hit that’.
Casi estuvo por darme un maldito paro cardiaco.
El aire no paso por mi sistema, y él sonríe.
Mi cuerpo se pone completamente tieso en el momento en el que él me abrazó.
Y sentí como mi vida se iba en el segundo que una de las puertas de los cubículos se abrió, saliendo Jongin de esta mientras Chanyeol entra agitado por la puerta principal del baño.
—Permiso. —Mi cuerpo tiembla al solo escuchar la voz rasposa de Jongin a mis espaldas.
— ¡Soo! —Chanyeol grita eufórico, separándonos. — ¿Por qué saliste así tan de repente? —Pregunta alarmado, revisando mi rostro, deteniéndolo entre sus enormes manos. — ¿Te sientes enfermo y por eso corriste al baño?
—Yo, yo me encuentro b-bien…
— ¿Tú quién eres? —Pregunta Jongin a mis espaldas, sin tener tacto alguno en sus palabras, volteo a verlo y lo encuentro cruzando los brazos.
— ¿Yo? Kim Tae Yang. —Se presenta y un nudo en la garganta se me crea. —Oh, Jenissi para aquellas personas lindas.
Un guiño, mi chillido y la carcajada de ambos.
Jongin pasándonos y golpeando el hombro de Jenissi a su salida.
Chanyeol riendo incómodamente por no saber cómo actuar.
Y mi suspiro al final.
—Do Kyung Soo. —Me presento.
—Kim Tae Yang. —Responde él, relamiéndose los labios a su paso.
—Park Chan Yeol. —Se interpone entre los dos. Me toma del brazo y sonríe.