Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Castillos en el aire por Kunay_dlz

[Reviews - 69]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aquí el segundo capítulo.

 

 

Castillos en el aire

 

II

 

Donde yo era reina y él era el rey,

 

En un reino de cuentos de amor

 

 

 

Fue una cálida bienvenida, la gente del pueblo se arremolinaba en las calles para saludar a su rey y a su esposo, Misaki miraba emocionado por las ventanas del carruaje y cuando se daba la oportunidad saludaba y repartía hermosas sonrisas a los niños que corrían para intentar verlo. Podía jurar que algunas flores caían en el camino pues veía pétalos en el aire, danzaban con sutileza, desprendían un agradable aroma, perfumaban el ambiente de ensueño que el castañito se estaba formando.

 

Tras un par de horas, el carruaje llegó al inmenso castillo, una fortaleza de marfil se levantaba arrogante entre el reino. Misaki jamás pensó que un castillo pudiera adquirir ese tono… “Nii-chan… parece que estoy en un sueño. Me casé con el hombre que amo, viviré en un blanco castillo, la gente es amable y cada vez me convenzo que alguien escuchó mis sueños de infancia, tanta coincidencia no puede ser posible.” la fantasía continuaba.

 

Según el protocolo real, Misaki dormiría en una habitación diferente a la de su esposo hasta que fuera coronado y quedar en igualdad con su esposo, dicha coronación se llevaría a cabo en dos días por lo que después de tomado un descanso se presentó ante él un hombre de ojos marrones y pelo castaño.

 

--Mi nombre es Hiroki Kamijou, soy el consejero del rey. Estoy aquí para informarle que como futuro rey consorte tiene ciertas obligaciones para el pueblo y para los nobles que residen dentro del reino Usami, en cuanto a su séquito, le serán permitidos dos donceles para atender sus necesidades personales y dos doncellas que le acompañarán y serán guía en el reino.

 

Parece buena persona, sin embargo, hay algo en sus ojos que intenta esconder…” pensaba el lindo castaño mientras observaba a su séquito, los donceles eran unos gemelos de pelo verde aqua y ojos azules, las doncellas eran pelirrojas de ojos azules al igual que los donceles.

 

--¿Me está escuchando? –preguntaba el consejero al ver la cara pensativa de Misaki.

 

--Sí, por supuesto. Lamento haber causado una mala impresión Kamijou-san.

 

--Bien, las doncellas le conducirán al salón donde se medirá las prendas para la coronación. Su séquito ya tiene establecido el itinerario de las comidas y de las reuniones pendientes, también están al corriente de lo que puede o no hacer hasta la coronación.

 

--Sí, gracias Kamijou-san. –hizo una leve reverencia al igual que su séquito.

 

Tal como Kamijou-san indicó, Misaki se dejó guiar por su séquito, hizo un recorrido por el castillo por ciertas áreas pues otras estaban restringidas de alguna manera.

 

El día de la coronación llegó, una espléndida celebración en el castillo y una más en el pueblo, el reino Usami se lucía ante Misaki, el nuevo rey. El sueño continuaba, Akihiko se mostraba tan caballeroso… como si Misaki fuera un tesoro, como si fuera el guardián de tan hermosas gemas exportadas de un reino celestial.

 

La noche en la que los reyes compartirían el lecho llegó, ante el nerviosismo del lindo Misaki, las acciones de los donceles para prepararlo, sonrojos al saber que al fin se entregaría a su amado… el momento llegó.

 

Antes de ceder a un colapso nervioso, Misaki decidió que se dejaría llevar, a fin de cuentas, la persona a la que se entregaría era su esposo. Tiernos besos, gentiles caricias, suaves susurros que el rey no dejaban descender el ritmo del corazón de Misaki… nuevas sensaciones a flor de piel, la más bella experiencia que provocó nuevas lágrimas de dicha.

 

La inocencia del lindo Misaki estaba siendo tomada por el rey, estaba siendo entregada por el antiguo príncipe Takahashi… esa noche, Akihiko le mostró el paraíso al bello castaño. Durante la velada, el rey se encargó de marcar cada parte de su esposo mientras que el mismo Misaki disfrutaba entregándose por completo.

 

Cada día se convertía en una nueva anécdota en la que Misaki entregaba su corazón. Las cartas que habían conquistado el puro corazón del antiguo príncipe, no dejaron de aparecer, cuando menos se esperaban, aparecían en el lecho cuando rey tenía compromisos desde temprano, aparecían en el jardín cuando el castaño disfrutaba de un tiempo a solas… Misaki vivía enamorado.

 

--Buenos días Usami-san, quería agradecerle la carta que dejó ayer en la mañana. –expresaba un tierno castaño con las mejillas teñidas de rosa –Lamento el  no poder esperarlo, he de decir que el sueño se ha convertido en mi peor enemigo.

 

--No tienes por qué, alguien como tú no es capaz de tener enemigos, algunos asuntos me impiden llegar temprano… son esos asuntos los que me alejar de tu presencia, haré lo posible por resolverlos para amarte más seguido. –decía el rey para tomar el rostro del castaño entre sus mano y mirarlo a esas esmeraldas por ojos –Me disculpo por mi mala expresión, te amo todo el tiempo, el ‘amarte’ antes mencionado es…

 

En el salón del trono se podía observar al rey hablando al oído de un sonrojado castaño. Al separarse, el rey depositó un beso en la frente del castaño y éste sólo bajó la mirada… “Nii-chan… cómo puede este hombre decir tales cosas… me avergüenzan… invaden mi mente… me hacen desear que el día llegue a su fin en este preciso momento. Nii-chan, creo que un día de estos moriré de amor.

 

--Con premiso Usami-san, me parece que ambos tenemos asuntos que atender. –decía el castaño haciendo una leve reverencia para retirarse.

 

La vida era maravillosa, su vida de casado estaba matizada por el color rosa, el sueño dejaba de parecer ‘sueño’ para tomarlo como ‘realidad’. Ésta era su vida, ésta era su realidad… parecía un cuento de hadas.

 

 

 

>>Continuará...

Notas finales:

Gracias por leer.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).