Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Brujos por pri_sasukelove20

[Reviews - 102]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 

Hola queridos lectores, ¿Cuánto tiempo? Los extrañé, extrañaba no subir nada a la página L , estuve dedicando mi tiempo a la universidad, lamentablemente no pude entrar a pesar de mis esfuerzos, pero como Naruto, no voy a rendirme y lo intentaré con un curso extensivo que empezará en abril. Por lo pronto, vengo a actualizar mis fics perdidos, dependiendo de mi inspiración, hoy ha tocado este ya veremos cuál será el siguiente.

Gracias x sus reviews en el capitulo anterior, lamento el retraso, espero que este capítulo sea de su gusto y los deje con muchas ganas de más: D

(Personajes de Masashi)

 

 

En el otro extremo del instituto, se hallaba nada menos que la universidad, parte también del colegio vecino. No obstante, tenían sus propias reglas, métodos de enseñanza y sus propios terrenos para llevar a cabo tareas.

—Seguramente les sorprenda que no sea su profesora, acaban de asignarme a su salón de clases. Su profesora estará de baja por maternidad, me tendrán por las próximas semanas así que llevémonos bien, ¿sí? Me llamo Minato Namikaze y seré su profesor de arquitectura. Ahora… estoy al tanto de los temas que están viendo, no me será problema seguir el resto-se acercó al escritorio y apoyó el maletín negro, miró a su alumnado con una pequeña sonrisa—Me gustaría hacer un repaso de lo que han visto durante todo el año, veamos, lanzaré preguntas al azar para medir su aprendizaje, pero antes, una breve introducción a este mundo tan fascinante. Esta disciplina, es como cualquier forma de conocimiento histórico y una de las cosas más curiosas de la arquitectura es que existen momentos en que la arquitectura se confunde con el arte gracias a la estética.

—Viejo, que aburrido…-murmuró, un joven rubio con fastidio.

—Sssh, Deidara, es interesante.

—Estás alucinando, ¿lo sabías? Eres un maldito nerd.

—Durante la prehistoria surgen los primeros monumentos y el hombre comienza a dominar la técnica de trabajar la piedra. Se entiende como un medio de expresión y construcción primitivo que empezó a generar pensamientos de creencias sobre las culturas primitivas. Se pueden distinguir dos tipos de grandes construcciones, ¿Alguien puede decirme cuáles son?-observó a toda la clase esperando una respuesta, no tenían ni idea, eso había sido dado hace un año. Ya tenían suficiente con los nuevos temas del nuevo año.

—¿En serio cree que alguien le responderá correctamente?-miró pensativo al adulto, luego ladeó el rostro a su compañero, y para su sorpresa, él había levantado la mano para contestar—Oh, hablé demasiado pronto.

Estaba perdiendo las esperanzas de que tan fácil pregunta no fuera dicha por ningún estudiante, eso hasta que un joven de cabellos negro carbón y ojos profundamente oscuros, pidió con la mano en alto el permiso de responder.

—¿Sabes la respuesta?-preguntó, curioso.

—Sí, son las construcciones megalíticas y construcciones ciclópeas.-sus compañeros se le quedaron mirando.

—Exacto. ¿Puedes decirme las características de cada uno?

—Por supuesto-respondió serio—Del griego  megas, grande y lithos piedra constan de enormes losas pétreas sin tallar, o escasamente devastadas. Por otro lado, las construcciones ciclópeas: Así llamadas por haberlas atribuido los antiguos griegos a unos gigantes fabulosos llamados cíclopes; se constituyeron con aparejo sencillo de piedras, en parte escuadradas, o sin escuadrar, aunque desbastadas, y de menor  volumen que las megalíticas, utilizando algunas veces mortero arcilloso para conformar muros y paramentos.

—¡Maravilloso! Aprendan de su compañero, es importante saberlo, conmigo no se dejarán pasar nada-miró al muchacho, único en responder—¿Cuál es tu nombre?

—Itachi, Uchiha Itachi-habló calmado.

—Itachi, eres muy inteligente, eso te llevará muy lejos.

—Ah, gracias-sintió las miradas envidiosas de la clase, más no les prestó mayor atención.

—Entonces, pasemos a lo que vieron en este último mes.

La suerte no estaba de su lado, definitivamente no. Mira que sentarlo con el odioso, amargado, agresivo e irritable limón de Sasuke, pero bueno, no podía negarse ante la mirada confiada y buena del profesor, no causaría un caos en su primer día de clases. Se suponía que debía adaptarse como cualquier chico normal, “actuar normal”.

—Actúa normal, mocoso.

—¡¿Qué?!

Miró a Sasuke sorprendido y algo asustado, parecía que hubiera leído sus pensamientos.

—¿Por qué esa cara de idiota?-sonrió gustoso por la expresión en su rostro—Va, no debería sorprenderme, ya eres un idiota, lo llevas en la sangre.

El blondo frunció el seño. Fueron solo leves instantes en que pensó que quizás Sasuke era especial, pero no, solo eran imaginaciones suyas, puras casualidades de la vida. No le tomó mayor interés y volvió a prestar atención a lo que escribía el profesor en la pizarra.

—Oh, ¿no vas a insultarme? Estoy boquiabierto-rió.—Tal vez me he equivocado con respecto a tu idiotez, tal vez tengas un poco de inteligencia en esa cabecita tuya.

Maldito desgraciado, que parara de hablar, en serio, tenía sus límites. ¿Qué estaba sucediéndole? ¿Sasuke buscaba provocarle para hacer una escena en medio de clases?

—Viéndote callado como un buen chico, pero ambos sabemos que no eres lo que aparentas-susurró.

Mátalo

Mátalo

Destrózalo

Descuartízalo

Quémalo

Ahógalo en un mar de sangre

Que conozca el verdadero infierno

Hazlo gritar de dolor

—¡¡NO!! ¡¡NO!! ¡¡SAL DE MI CABEZA!!

Sasuke quedó petrificado en la silla. Su compañero se levantó de un salto azotando el pupitre con sus puños, los lápices, el libro y hojas se esparcieron en el suelo, la clase quedó sumida en silencio. Naruto observó a sus compañeros impresionados sin mover un musculo de su lugar, su profesor le miraba con clara cara de interrogación.

—¡Oye, espera, vuelve aquí, Namikaze!

Salió aterrado del salón dejando a un Sasuke con el corazón en la boca. No podía quitarse esa horripilante sensación del cuerpo, tenía los vellos completamente erizados. Un aire frio y sanguinario recorriendo su desprotegido cuello.

—La muerte-pensó. Sintió como si una guadaña se paseara en su cuello, rozara sus puntos vitales listo para cortar la vena yugular. Naruto era peligroso, su intuición de brujo se lo advertía de manera alarmante.

Corrió por los pasillos casi con la mirada perdida, no había nadie en su camino puesto que todos estaban todavía en clase. Se detuvo en un rincón a respirar profundamente, relajarse era su principal prioridad. Su instinto asesino era un mecanismo de defensa, pero también era un arma de doble filo, podía atacar a gente inocente. Perder el control era cuestión de tiempo, pero si lograba retener su sed de sangre, todo estaría bien. Era un desastre, un maldito desastre. Todos, absolutamente todos lo habían visto reaccionar de manera desquiciada, se dejó provocar por el estúpido de Sasuke y había bajado su barrera. ¿Cómo mostrarse ante ellos? quería que un pozo se lo tragara. No quería volver, no quería ver al estúpido amargado, lo odiaba.

Lo odiaba tanto.

Mátalo

Mátalo

Mátalo ahora

—¡¡Cállate!! ¡¡Cállate, maldición, sal de mi cabeza!!

Se retorció de agonía contra la pared, cerró los ojos agarrándose la cabeza con ambas manos e hizo lo que pensó que era correcto en esa circunstancia. Golpeó su cabeza contra el muro una y otra vez, por la fuerza que implementaba, naturalmente no tardó en caer hilos de sangre bañando su frente y tiñendo sus dorados cabellos en rojo carmesí. La voz había cesado, dolía, pero había dejado de hablar.

—¿Estás bien?

La voz de una muchacha llegó a sus oídos, levantó su moribunda expresión viendo a la joven estudiante parada a unos pasos de él. Un aura de inocencia parecía encandilarla a su alrededor, unos llamativos ojos perla y un cabello azulado oscuro largo hasta la mitad de su espalda y una sonrisa angelical.

—Estás sangrando mucho-comentó preocupada.

—Ah, no… no es nada, no te asustes-se enderezó y se pasó la manga de su saco para limpiarse la sangre—Es solo una pequeña contusión.

—¿Pequeña?

—Sí, muy pequeña-sonrió.

Ella sonrió.

—Al parecer los dos nos escapamos del salón.

—Sí, la verdad, no me sentía muy bien-afirmó, bajando la mirada—No he comido lo suficiente. Por eso me mareo en clases.

—Entiendo, ¿comerás ahora?

—Eso quiero hacer-sonrió—¿Te gustaría acompañarme?-preguntó un tanto apenada y sonrojada.

El rubio mostró una amplia sonrisa en su rostro, se quedaría con ella un rato mientras hallaba la manera de disculparse con el profesor y decirle unas cuantas groserías al estúpido limón Uchiha.

—¡Claro, tú guíame!

—¿Profesor?

Hasta hace instantes Minato dictaba perfectamente el texto a su alumnado, pero eso cambió en un abrir y cerrar de ojos, el libro se le resbaló de las manos bruscamente y su mirada parecía estar en el limbo.

—¿Minato-sensei, se siente bien?

Observó a Itachi e intentó reponer su postura.

—Yo… debo irme un segundo, olvidé algo importante. No salgan del salón hasta que toque el timbre y traten de conversar bajo, no queremos que todos los demás se enteren, ¿verdad? Volveré enseguida.

Salió dejando sus pertenencias en el escritorio y cerrando la puerta de golpe. Iba a prisa, parecía algo realmente importante, pensó el azabache.

—¿Qué le picó al sensei? ¿Viste su cara? Parecía que hubiera visto un fantasma.

—Tienes razón, Deidara, él parecía asustado… ¿pero de qué?

La clase se llevaba con normalidad, pero Sasuke no podía concentrarse en un cien por ciento en la materia debido a cierto oji-azul. Su institución le daba constantes punzadas en el cuello y espalda, miles de escalofríos y sus manos no podían mantener el ritmo de la escritura, estaban temblorosas. Esto empeoraba, su mente estaba en blanco, el miedo no lo dominaba, pero su maldita intuición era tan persistente. Algo trataba de decirle, pero no conseguía comprenderla.

—¡Ahh, una araña, una araña!

—¿A dónde, Ino?

—¡Matenla! ¡Qué asco!

—¡Silencio, niñas! Solo es un pobre insecto.-los muchachos no paraban de reírse ante la histeria de sus compañeras.

La distracción de Sasuke fue instantánea cuando una bola de béisbol rompió los cristales de la ventana del aula con vista al patio.

—¡Cuidado!

La bola golpeó una de las mesas desparramando útiles y los cristales de regaron por todo el suelo.

—¿Están bien?

—Mi brazo…-comenzó a llorar.

—¡Sakura!

Ino la tomó cuidadosamente observando la herida, un pedazo de vidrio se hallaba alojado profundamente, dolía horrores al verlo a simple vista.

—Ino, acompáñala a enfermería-Kakashi se acercó a la ventana destrozada—Esto es un mal chiste, de verdad, encontraré a los culpables.

Sus pupilos se acercaron y quedaron igual de sorprendidos y extrañados, afuera no había nadie, ninguna alma, ¿Quién había lanzado la pelota? Las punzadas se volvieron más dolorosas, Sasuke observó a la araña caminar por el piso sobre pequeñas gotas de sangre, la sangre de Sakura, lápices regados formando de alguna manera una telaraña.

¡Oh, no!

Sus ojos se abrieron de la impresión. ¿Por qué no pudo darse cuenta antes? Se paró del asiento.

—Naruto… ¡Maldición!

Aprovechando el alboroto, no fue difícil escabullirse del aula, era hora de correr y buscarlo a como diera lugar. Si no lo hallaba, moriría.

Minato al igual que Sasuke había entrado fácilmente al instituto juvenil, con un mal sabor de boca en sus labios. La parca estaba cerca de su hijo, cualquiera que pusiera sus manos en él sufriría de maneras inimaginables. Naruto era todo lo que le quedaba, no podría perdonarse si algo llegaba a ocurrirle y más por que su hijo estaba vulnerable ante ataques.

—Mi culpa, es toda mi culpa…

 

Eran las dos de la mañana cuando ese incidente ocurrió. Naruto iniciaba el primer día de clases y se había ido a dormir temprano.

El olor a que algo se estaba quemando en casa llegó a su nariz, se levantó como un resorte de la cama y salió corriendo al cuarto de su hijo. Abrió la puerta llevándose una gran impresión, todo estaba en llamas y el cuerpo que descansaba en la cama no era carbonizado.

—¡Naruto, despierta! ¡Despierta!-gritó desesperado, si no se detenía incendiaría toda la casa.

Minato no podía pasar, corrió por toda la casa buscando el bendito extintor que ya estaba acostumbrado a usar continuamente. Se paró en la puerta y apretó el gatillo soltando una especie de aire comprimido sobre las abrazadoras llamas, en las cortinas, paredes, velador, muebles y la alfombra, pero el fuego no se apagaba. No quedándole más opciones, respiró profundamente y soltó un grito mezclado con rabia y desesperación.

—¡¡Thomas Hansson, he dicho que despiertes de una jodida vez maldita sea!!

Y Naruto, despertó.

—¿Eh? ¿Qué pasa… viejo?-se frotó los ojos soñoliento.

—¡Mira a tu alrededor!-gritó desde el marco de la habitación.

—¡Oh, cielos! ¡¿Yo hice esto?!

—¿Quién más lo haría?-frunció el seño—Apágalo.

—¡Ya, ya, detente, calma tu ira!-gritó a las llamas que se revolvían en el piso, el origen del problema se hallaba en la alfombra, el fuego fue disminuyendo poco a poco. Desapareció tal cual vino, pero dejando a su paso pérdidas materiales, Minato suspiró.

—Lo… lo siento-bajó la mirada—Tal vez… tal vez se debe a mis pesadillas.

—Entiendo, no puede evitarse. Mañana compraré sabanas y un velador nuevo, la alfombra tendrá que esperar. ¿Sabes? Creo que podemos resolver tu problema solo por si desatas esas llamas en el colegio. Voy a sellar tus habilidades.

—¿Mi instinto también?

—No, eso, eso es imposible. Ya viene adherido a ti, es muy fuerte e independiente. Es un peligro como una ayuda, trata de mantener el control y él no se posesionará de tu cuerpo.

—Bien, todo sea por no ocasionar más problemas… empieza, padre.

 

—¡Jamás esperé que uno de ellos estuviera rondando por un instituto! ¡En este caso, si Naruto no puede defenderse, su instinto lo hará! ¡Y eso, definitivamente es una mala idea!-pensó, corriendo por los pasillos.

En otra parte del mismo establecimiento, Sasuke hacia lo mismo un tanto desesperado temiendo lo peor. Tratando de recordar las enseñanzas de su hermano, cuando su curiosidad pudo más y convirtió a ambos en seres inmortales, desde ese momento Itachi le mostró todos sus conocimientos e información de distintos seres con poderes sobrenaturales. Distintos hechiceros, clases de brujas, las neutrales, las de buen corazón y las peligrosas.

De acuerdo a las señales que su intuición le indicaba se trataba de una bruja Moira, enemiga de todos, pésimo humor.

—Itachi, él dijo… dijo que eran caníbales-se detuvo abruptamente en mitad de su recorrido comenzando a recordar.

—Sasuke, tarde o temprano nos encontraremos con personas que quieran hacernos daño. Debes saber que no somos los únicos con poderes sobrenaturales, hay más como mamá e incluso más poderosos y llenos de maldad. A partir de ahora no podemos descuidarnos, somos enemigos y un estorbo para cierta mala hierba. Escucha atentamente lo que te diré, debes recordarlo tal cual: Están las Lamias, son vampiros bebedores de sangre de niños, son capaces de transformase en animales, La bruja Circe hace exactamente lo mismo, es hija de un Dios, le gusta matar por diversión también entra en este grupo, El hada maldita, altera el tiempo, capaz de hacer pasar cien años en una noche, crea tormentas y mata animales por capricho. Luego están Las Moiras o parcas,  son temidas por el hombre desde hace cientos de años incluso por dioses, tejen y destejen el destino de todos, son como arañas que les encanta jugar con su presa antes de devorarla. Caníbales, comen tanto humanos como a los de su tipo, adquieren nuevas habilidades al comer una bruja o hechicero, sin embargo, no son difíciles de derrotar si usas el método correcto. ¿Sabes cual es, hermano?

—¡¿Naruto, donde mierda estás?!-observó por la ventana, una tras otra las aulas que no estaban en clase.—¿Qué puedo hacer…?-divagó en sus memorias-¡Lo tengo!-sonrió—Jamás lo he puesto en práctica, será una perfecta oportunidad, la conexión de mentes que Itachi me enseñó. Et cogitationes meæ a cogitationibus vestris unum; Naruto Namikaze, Ostende sensibus. ¡Ahh! ¿Qué es… esto?

El azabache se dejó caer al suelo de rodillas debido al constante calor, la temperatura de su cuerpo aumentó drásticamente en segundos. Era alarmante, como si estuviera quemándose por dentro, podía sentir sus órganos desintegrarse aún si no era él la víctima, la conexión los mantenía enlazados tanto espiritualmente como físicamente.

—Naruto… ¿Qué mierda… te está sucediendo para… arder tanto…?

Su vista comenzó a nublarse hasta finalmente perder la conciencia debido a la conmoción y el dolor.  Llegando a su alcance, Minato detuvo sus pasos observando al chico desmayado con la piel perlada de sudor. Tuvo un mal presentimiento con respecto a su hijo.

—Tú… ¡No eres un humano ordinario!-la chica retrocedió hasta chocar con la ventana del salón, él caminó hacia ella lentamente con una sonrisa diabólica que ponía los pelos de punta a cualquiera -¿Quién eres…?

—Tu peor pesadilla, asquerosa víbora, voy a descuartizarte. ¡Me divertiré haciéndolo! Ja, ja, ja, ja-se abalanzó sobre ella con sus garras listo para desgarrar su piel.

—¡Aaahh, aléjate, maldito demonio!

 

 

 

 

 

 

 

—Naruto… Naruto… estás… quemándo… me… me… arde… detente… Na…

—Tú-susurró, el blondo mayor, otro problema se avecinaba—¡OYE, DESPIERTA!

Sasuke estaba en llamas.

 

(Continuará)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).