Trató de levantarse esa mañana pero el dolor en su zona trasera y el temblor de las piernas, no se lo permitió.
Death The Kid no pudo levantarse de la cama de su hermano, por mucho que intentará.
Lo máximo que pudo fue, alcanzar su pantalón y sacar su móvil para confirmar la fecha de los pasajes de viaje hasta el lugar donde iba a llevar a Asura de cumpleaños, y es que entregarle su virginidad no estuvo en sus planes pero realmente no le importó mucho, era algo que deseaba entregarle desde hace mucho tiempo. Su corazón dio un suave brinco para luego llenarse de una cálida sensación.
Con Justin jamás había vivido aquello, jamás había sentido algo tan especial como lo que sentía por su hermano mayor, sabía que estaba mal pero no podía evitar estar enamorado de Asura.
Tenía presente que aquello era incesto, del más puro y lo hacía sentir mal en ocasiones. También no podía evitar sentirse mal si su padre se enteraba de lo que acababa de suceder entre ambos la noche anterior, cuando finalmente dejaron de lado las cosas y personas que los rodeaban, cuando fueron a su casa y subieron a la habitación del mayor, y terminaron haciendo el amor.
Realmente, se sentía mal.
Y sus pensamientos fueron interrumpidos al sentir los labios ajenos de Asura posarse en su nuca, le estaba dando un beso de buenos días. Que buena manera de comenzar el día.
Suspiró complacido para luego formar una suave sonrisa en sus labios.
— Buenos días, pequeño Kid. ~ —Saludó bastante animado el mayor.
Kid no pudo atinar a que su sonrisa se ampliará un poco— Buenos días. Por culpa de alguien, no puedo levantarme —Dijo con una expresión divertida en su rostro.
Asura no pudo evitar reír, un poco avergonzado para luego acercarse y tomar en brazos al menor para ayudarlo a vestir si querían desayunar. Peinó su cabello el cual se encontraba totalmente alborotado pero detuvo su labor cuando Kid se miró al espejo y criticó nuevamente, las tres líneas que adornaban su cabeza.
— Entiendo que tengas como estética a la simetría pero ¿Se puede saber por qué criticas tu cabello? —Preguntó mientras continuaba su labor de peinar al menor.
— ¡Estás líneas destruyen mi simetría! Por mucho que intente teñirlas, re-aparecen, jamás desaparecen de mi cabello, no me gustan... —Suspiró pesadamente.
El de ojos color rojo se le quedó mirando un buen rato hasta que termino de jalar uno de los cinco mechones de cabello levantado que tenía en la nuca.
— ¡¿Qué demonios...?! ¡Asura! ¿Por qué fue eso? —Se acarició la nuca mientras unas lagrimillas se le formaban en los ojos del pequeño dolor en ella.
Asura terminó de peinarle para girar la silla en donde se encontraba Kid sentado— Para que dejes de criticar tus líneas, que son preciosas por cierto. Un día te vas a dar cuenta que es mejor que las tengas, ahora a desayunar, pequeño tonto.
Lo cargó, llevándose un sobresalto del menor que solo atino a quedarse quitecito en sus brazos, tampoco es que le hacía mucha gracia bajarse. Estaba muy cómodo.
Bajaron las escaleras a la vez que hablaban sobre la fiesta de cumpleaños del mayor del día anterior, sobre la cantidad de comida y botellas de alcohol que se llevó de manera infraganti en la fiesta pero también sobre el beso que Law le había dado de sorpresa al menor aún y cuando la relación de los dos acabó.
El mayor no pudo evitar criticar aquello y que la próxima vez que el rubio se atreviese a hacer aquello de nuevo, lo mataría de la forma más dolorosa posible.
Y cuando bajaron, Kid se encontró con algo increíblemente maravilloso en el comedor de la cocina (Y es que habitualmente todos solían desayunar, almorzar y cenar allí que en el comedor del salón principal). El desayuno estaba ordenado de la manera más simétrica posible, tanta fue su sorpresa que no pudo evitar girarse hacia su hermano y darle el beso más amoroso que en toda su vida había dado.
Como amaba a ese hombre que le hacía feliz.
Como no podía caminar aún por el dolor en su zona trasera, Asura, con una mano libre arrastró hacia atrás la silla en donde iba a sentarlo. Kid se dejó sentar a la vez que aguantaba las dolorosas punzadas en su zona trasera pero las aguantaba con orgullo.
Asura como estaba aún alegre después de la romántica y apasionada noche que tuvo con Kid, se encargó de complacerlo durante el resto del día.
Después del desayuno, ambos se vistieron después de que los dolores de Kid desaparecieron aunque una que otra punzada leve se posaba en su trasero haciendo que se retorciera algunas veces.
Acordaron que irían a buscar a Liz y a Patty ya que ambos sintieron que era mucho abuso con Maka y Soul, quienes de seguro tuvieron que cargar con ambas borrachas aunque de Patty no se lo esperaban mucho pues la menor de las Thompson rara vez ingería una gota de alcohol, era más de beber los jugos de manzana o de cualquier fruta. Luego irían a dar un pequeño paseo por la ciudad, no les apetecía estar encerrados en la gran mansión que tenían por casa, a veces se preguntaban si su padre eligió construir la vivienda correcta.
Asura recordó en ese instante cuando Kid estaba aún bebé y su madre aún se encontraba viva, su padre trabajaba en los planos para construir una casa más grande durante las tardes. Era algo normal verlo tomar los planos y estirarlos en la mesa de dibujo para continuar con ellos, y solía preguntarle a su madre por qué su padre quería construir una casa tan grande si la que tenían bastaba, ya que no sentía necesario vivir en una más grande. Su madre, con aquella sonrisa amable que siempre adornaba su cara le contestaba que era porque Death quería que su familia tuviera un lugar mejor para vivir. Sin embargo, los planos cuando estaban a punto de ser terminados, se paralizaron un tiempo debido a que por una enfermedad su madre murió.
Por aquella razón terminaron viviendo en aquella mansión que era su casa, y por el cual Kid no recuerda mucho de su madre.
Sus pensamientos fueron bruscamente interrumpidos cuando Kid le jaló de la manga y se soltó un grito— ¡Tierra llamando a Asura! ¡Ya llegamos, tonto!
— …¿Eh? —Desorientado, volvió en sí. Echo una leve ojeada al lugar para reconocer que se hallaban en el piso donde Maka y Soul vivían— Perdón, estaba pensando —Comentó, avergonzado.
— Más bien dormido, diría yo —Le miró de re-ojo durante un instante para luego dirigir su dorada mirada hacia el frente y tocar el timbre.
Pasaron dos minutos y la puerta de color verde manzana se abrió para revelar un cabello blanco como la nieve y unos ojos rojos carmesí mirándoles, al parecer Soul se estaba recién levantando aunque con una bolsa de hielo en la cabeza, la resaca le estaba afectando mucho.
— Hey… Kid viejo, Asura ¿Qué tal? —Soltó un gran bostezo revelando una vez más, aquellos dientes afilados— ¿Han venido por Liz y Patty?
— Hola, Soul. Nosotros bien —Se contuvo de hacer algún comentario sobre el aspecto de su amigo— Así es, hemos venido por esas dos borrachas.
— ¡Oh, Kid, Asura! ¡Buenos Días! —Maka salió de la cocina al escuchar las voces de sus amigos en la puerta— Venga, entren y siéntense mientras esperan a Liz y a Patty. ~ —Sonrío mientras volvía a la cocina a preparar el desayuno del albino.
Soul se hizo a un lado para dejar pasar a Kid y a Asura, quienes entraron y disculpándose por las molestias causadas, se sentaron en el sillón. El albino fue directo a su habitación a acostarse de nuevo, la cabeza le daba vueltas por la resaca.
— No sabéis de lo que se perdieron ayer en la noche después de que se fueron, los profesores comenzaron a bailar un juego llamado ‘La conga’, fue divertido —Dijo la rubia terminando de preparar el desayuno de Soul colocándolo en un plato y después desapareciendo de la vista de todos al entrar a la habitación del albino.
— Así es, el profesor Sid y el profesor Stein fueron los más aclamados por todos los estudiantes —Comentó Liz, saliendo del cuarto de invitados junto con Patty que se había lanzado a los brazos de Kid— Realmente se lo perdieron. ~
— ¿Por qué se fueron de la fiesta? ¡Estaba genial! —Dio un pequeño salto entre los brazos de Kid quién la miró con reproche por ese saltó, aún estaba dolorido por lo de anoche— Especialmente tú, Asura. Eras el cumpleañero.
El mayor sonrió un poco para después encogerse suavemente de hombros— Estábamos cansados, yo con mayor razón. Por aquello le dije a Kid que nos fuésemos a casa. A mis 21 años, ya no tengo las mismas fuerzas, estoy viejo —Bromeo a la vez que miraba a las Thompson, divertido.
— Uy si, tan viejo estás que hasta se te notan las arrugas de la cara —Le siguió la mayor.
— ¿Ya nos vamos a casa? Quiero darme una ducha —Se quejó Patty jugueteando con una Jirafa que se robó de la fiesta.
Kid se levantó dejando a Patty sentada en el sofá, y fue a tocar suavemente la puerta de la habitación de Soul para avisarle a Maka que se iban a ir y a pedirle, nuevamente, disculpas por las molestias causadas— ¡Maka! Nosotros nos vamos, y perdón nuevamente por las molestias que causamos.
— No te preocupes, y cuídense, espero que podamos hacer una reunión uno de estos días —Comentó la rubia desde adentro— Nos vemos después. ~
— Hasta luego —Se despidió y salió del apartamento de sus dos amigos junto a su hermano y las Thompson.
Su regreso hasta la gran mansión que tenían por casa fue bastante animado salvo por algunas pequeñas crisis que le daban a Kid cuando veía algo asimétrico y tenían que animarlo para seguir. Al llegar, tanto Asura como Kid se detuvieron en la puerta y se despidieron de las rubias, ya que tenían para ese día el dar un paseo por la ciudad. Patty entró corriendo a la casa para ir directo al baño pero Liz se quedó recargada en la puerta mirándolos de forma picara.
— Disfruten de su paseo, tortolos ~ —Comentó divertida entrando a la casa.
Ambos se quedaron de piedra al escuchar a la mayor y sus rostros adquirieron un color rojo pálido.
Finalmente, después de algunos minutos. Se tomaron de la mano e iniciaron su paseo.
Caminaron por algunas zonas de Death City durante un rato, se detuvieron en un lugar donde preparaban comida europea, fueron a un pequeño museo donde se mostraba sobre la cultura de varios países de Sur-América, África, Europa y Asía. Luego paranro en una tienda donde preparaban arreglos florales y compraron un ramo que estaba compuesto por margaritas, girasoles, tulipanes, rosas, y hortensias. Después fueron al lugar donde esparcieron las cenizas de su madre y depositaron en ese lugar el ramo floral, le hablaron al viento esperando a que sus palabras llegasen a donde estuviera su madre.
Al caer la noche, volvieron a hacer el otro paseo por la ciudad solo por otros sitios por los cuales nunca en su vida, habían pasado. Asura invito a Kid a una cena romántica en un restaurante italiano en el que estuvieron durante 3 horas. Comieron, bebieron un poco de vino italiano y hablaron de lo que querían hacer en el futuro.
Salieron del restaurante en una caminata lenta a su hogar. Realmente, no tenían mucha prisa por llegar. Sus miradas se elevaron por unos momentos al cielo, este se encontraba adornado de estrellas. El cielo de Death City siempre era el más limpio, ya que no se encontraban autos o grandes fábricas que contaminaran el cielo con aquel humo dañino.
Volvieron a su hogar, esa vez Kid volvería a dormir con Asura.
Asura bajo un momento a la cocina por un vaso de agua, y regreso a su habitación en donde encontró a Kid vistiéndose con el pijama que hubo vestido en la mañana. Lo abrazó por detrás, dándole besos en la nuca y en las mejillas.
Sin embargo, Kid estaba con el semblante serio y triste a la vez.
Notó aquello, y lo giró— Me gustaría saber… ¿Por qué te has entristecido de pronto? Hace un rato estabas bien.
— No es tan fácil de decir ¿Sabes? —Desvió su mirada de la del mayor.
— Kid… —Tomó del mentón a Kid y giró su cara suavemente, obligándolo a que lo mirase— Sabes que no me gusta cuando estás de esta manera. Quiero que me digas por qué estas así.
El menor le miro durante unos segundos, y cerró sus ojos, expulsando un suspiro— Papá volverá en unos días, e inevitablemente se enterará por boca de alguien que entre tú y yo pasa algo ¿Cómo se lo explicaremos? Tengo miedo por cómo vaya a reaccionar…
— Así que eso es lo que te preocupa ¿Eh? —Lo atrajo hacia sí, rodeándolo en un abrazo protector, como aquellos que le deba cuando Kid era un niño— No te preocupes, seguro reacciona de buena manera.
— ¿Cómo lo sabes? Tal vez se enoje y nos separe y… —No pudo continuar porque Asura lo callo de un beso, en un intento de calmarlo.
— No va pasar nada malo, ni va a pasar eso si se lo decimos y explicamos nosotros —Le aseguro, dándole otro beso pero esta vez en la frente— No te preocupes ¿Sí? Ahora vamos a dormir, ya mañana pensaremos en eso.
Kid le miró algo asombrado. La capacidad que tenía aquel hombre de calmarlo era simplemente impresionante. Asintió acostándose a su lado y dejándose tapar por él. Tal vez tenía razón.
— Sí, tienes razón… Perdon —Volvió a mirar al mayor durante un isntante y deposito un rápido beso en sus labios— Buenas noches, hermano.
Sonrió— Buenas noches, pequeño Kid. Descansa. ~
Definitivamente, esa era una buena manera de terminar el día.