UNIVERSIDAD ENNIES LOBY
Son las 4 de la tarde, por fin habían terminado las clases, POR FIN, ya se mataba de aburrimiento rodeado de tontos que no entendían nada, ahora debía ir a buscar a esos dos, Ace, Zoro, ¿Dónde demonios están? Se preguntaba ese pelirrojo de ojos ámbar, mientras recorría el campus abierto del lugar buscando a ese par.
Todos ya terminaban su clase y se dedicaban a pasar el rato en el lugar platicando entre grupos, jugando, y otros simplemente se retiraban de la universidad.
Kid se subió a una barandilla de las escaleras para poder ver mejor entre la tanta gente que había, y sentados en una banca de las jardineras estaban esos dos, no era tan difícil diferenciar ese cabello verde de Zoro. Se bajó de la barandilla y se dispuso a encontrarlos.
-¡Kid! Te estaba buscando- era ese rubio amigo suyo quien lo llamó algo molesto.
-Killer, recuerdas que vengo de un orfanato ¿no?
-aammm si… ¿Por qué?
-porque creo haber reconocido a unos chicos que también eran de ese orfanato y ahora están aqui- le dijo retomando su camino hacia donde estaban ellos.
-¿en serio? Entonces te acompaño- le respondió el rubio caminando detrás de él.
Tuvieron que evadir a muchos chicos que se cruzaban por el lugar, hasta que por fin llegaron a las jardineras. El pelirrojo paró de caminar para verlos mejor y asegurarse de que eran ellos, si son ellos, se dijo para avanzar de nuevo, pero Killer se le adelantó acelerando el paso hacia ese otro rubio que los acompañaba.
-¡SABO!- el rubio mayor se lanzó a abrazar al contrario quien dio un sobresalto por el susto y trataba de alejarlo inútilmente.
-¡Hey ¿Qué haces?!- un pelinegro de pecas se puso de pie dispuesto a golpear a ese tipo, ¿Cómo se atrevía a hacer eso?, en verdad lo golpearía si no soltaba a su hermano en ese momento.
-Ace, Zoro- la voz de otro tipo hizo que el pecoso volteara a ver de quien se trataba, al igual que el peliverde, quien recordó que era ese chico del almuerzo, ahora lo había llamado por su nombre, y por lo visto también conocía a Ace, ¿pero quién demonios era? - y ¿Sabo?, ah, ya te recuerdo, eres ese niño rico- dijo poniendo un dedo en su mentón recordando al chico.
-¿ahora quién eres tú?- dijo el azabache aún más molesto de lo que ya estaba, primero un tipo jipi llegaba de la nada a abrazar a su hermano y ahora otro tipo desconocido viene igualmente de la nada a llamarlo por su nombre, ¿pero qué rayos pasaba?
El pelirrojo ensanchó su sonrisa, había acertado, eran sus amigos del orfanato –jajaja ¿no se acuerdan de mí?- preguntó acercándose a ellos.
Zoro se puso de pie en señal de defensa observándolo fijamente, mientras tanto Killer había soltado a Sabo posicionándose al lado del pelirrojo, parecía que se iba a armar una pelea ahí mismo. Ace de igual forma los observaba con desconfianza, eran ese tipo de personas raras metaleras o rokeras, como se llamen.
Sabo ajeno a lo que pasaba solo podía estar de lado de su hermano, en verdad no entendía nada, y peor, ese tal Killer y el pelirrojo se conocían.
El de ojos ámbar notó que en realidad ellos no intentaban razonar y decidió recordarles todo de una vez -jajaja soy Kid idiotas, el niño a quien dejaron solo en el orfanato.
Luego de oír ese nombre, la mente del peliverde viajó por un montón de imágenes vividas en su infancia, llegando así a verse con Ace y otro niño divirtiéndose juntos bajo un árbol, ¡Kid!, era él, en verdad era él –Ace, él es…
-Kid- el pelinegro había recordado ese cabello de flama que se hacía con vaselina que robaba de las hermanas, pero… había algo que no le gustaba en nada, incluso el pelirrojo había crecido un poco más que él, igualando la altura de Zoro, la rabia lo carcomía por dentro aunque solo eran 3cm.
-Hasta que por fin hacen memoria- dijo el pelirrojo acercándose hasta estar con ellos.
Kid, si no me equivoco, era otro de esos niños, claro, ¡Era el más grosero de todos!, pensaba el rubio menor relajando sus músculos ya que se habia puesto tenso.
-me alegra verte- le dijo Zoro dándose un estrechón de manos con una sonrisa, y este le devolvió el gesto.
-aaahh Kid- el azabache solo se lanzó a abrazarlo por el cuello, había extrañado a ese desgraciado.
-jejeje me da gusto verte Ace- le dijo Kid alejándolo de su cuerpo con una sonrisa.
-ah, te acuerdas de mi hermano Sabo- preguntó el azabache señalando al rubio.
-cómo olvidar al chico que nos traía dulces- dijo con una sonrisa, los dulces que le gustaban a trafalgar… ¡TRAFALGAR!, los dulces le recordaron a ese niño moreno, ¿dónde estará ahora?, se preguntaba. Luego de que Law fue adoptado se enteró que viajaba mucho ya que el hombre que se lo llevó era empresario, y no supo nada más de él, pero no lo olvidó por completo.
-entonces ¿se conocen?- interrumpió el de melena larga, al saber que su amigo y ese rubio se conocían.
-si, a por cierto, les presento a Killer mi mejor “amigo” por así decirlo- dijo el pelirrojo presentando al rubio.
Ace recordó lo que había pasado hace unos instantes y amenazó al rubio con golpearlo sujetándolo del cuello de su camisa –¿crees que olvidé lo que pasó?, te lo preguntaré una vez más, ¡¿QUE COJONES HACIAS CON MI HERMANO?!
-jejeje solo lo abracé porque se hizo muy amigo mío en la clase- dijo cínicamente retirando la mano de Ace.
-discúlpalo, siempre es así- interfirió Kid, sonriendo de los más que evidentes celos del azabache.
-bueno, pues pensábamos ir a la casa de Ace y Sabo para darle una sorpresa a Luffy- dijo el peliverde poniendo fin al asunto de Killer – ¿quieres ir?- le preguntó al de ojos ámbar.
-¿Luffy?, claro, no tengo nada más que hacer- Luffy, maldito mocoso, recordó al niño enano irritante, pero como no tenía nada mejor que hacer, aceptó – ¿también puede ir Killer?- dijo pensando en su amigo.
-ah… lo siento pero yo no iré- replicó el rubio antes de que alguien diga algo –tengo algunas cosas que atender, nos vemos- los demás se despidieron con un gesto de manos y se retiró del lugar.
-bien entonces, vamos- dijo el azabache dirigiéndose a la salida, seguido por los tres chicos.
ZONA DE GRANDLINE
Un grupo de amigos se la pasaba conversando y riendo en la sala de la casa de Luffy, había bocadillos y algo de música.
-¡no puedo creerlo! ¡¡Tu padre es Donquixote Doflamingo!!- decían emocionadas una peli-azul y una peli-naranja colmándole la paciencia a cierto moreno con ojeras, talvez no debería haber aceptado venir, lo único bueno es que su hermano menor se estaba divirtiendo.
-cálmate Law, a todos les fascina- decía sonriendo un rubio mientras tomaba una bebida.
Entre risas y juegos se escuchó la puerta abrirse, haciendo que todos callaran del susto.
-Luffy ya llegamos- dijo sonriente un azabache –y te tengo una sorpre…- calló al ver a todos esos jóvenes. Hubo un largo silencio entre los cuatro que llegaban y los siete chicos en la sala.
-Ace, Sabo, bienvenidos, traje a unos amigos espero que no se molesten shishishishi
Luego de lo que Luffy dijo volvió el inquietante silencio. La mirada de Ace se posaba en los ojos azules de cierto rubio sentado en la alfombra, pero a la vez los ojos de éste se concentraban en un peliverde de ojos oscuros quien también le prestaba atención al oji-azul.
-Z-Zoro- el azabache menor se quedó pasmado al ver a sus amigos –Kidy- el pelirrojo no le contesto ya que se quedó mirando a ciertos ojos grises asomándose tras ese rubio.
El sonido del timbre rompió el silencio, alguien había llegado, pero al estar en estado de shock nadie se dignaba a atender.
-Ha-Hay alguien en la puerta, voy a atender- Sabo el menos impactado se dirigió a la puerta para ver quién era, pasando a ver a una pelinegra acompañada de un hombre de cabello azul.
-Hola, eres Sabo ¿no?, no sé si me recuerdas, soy Robin y él es Franky- dijo la mujer sonriendo.
-muy buenas tardes joven- saludó luego aquel hombre.
-Robin, adelante pasen- los invitó el rubio cerrando la puerta tras ellos.
La pelinegra quedó sorprendida por ver esa reunión, estaban todos, pero a diferencia de ellos, ella si pudo controlar su asombro permitiéndose hablar.
-oh, vaya, así que todos se encuentran aquí, me alegra verlos- dijo con una sonrisa.
-R-Robin-san- el rubio se puso de pie al ver a la mujer –eres toda una dama, mucho más hermosa de cuando te recuerdo
-muchas gracias Sanji-kun, y tú estás muy guapo, y no me olvido de ustedes chicos- se dirigió a los demás que la miraban aún en silencio –wow como han crecido- dijo dejando lad galletas en una mesita -les comento que soy profesora en el curso de Luffy, Nami, Vivi y Usopp, ¿y ustedes de dónde vienen?
-Sanji-ya y yo somos de la secundaria Arabasta- habló Law –mi hermano es de esa escuela Thousand Sunny, y al ir a recogerlo nos encontramos con ellos
-ah, ya veo, y ustedes, sí que han crecido, de seguro se encontraron con Ace ¡cierto?- se dirigió a los mayores que se encontraban de pie en el lugar.
-yo estoy en la misma carrera de Ace y nos encontramos ahí- habló el peliverde –al terminar la clase nos encontramos con Kid.
El tono de un célular se hizo presente alertando a todos, Law observó su teléfono “Croco-ya”, y luego contestó pidiendo perdón a los demás presentes.
-Hola… si está conmigo… en la casa de un amigo… ¿ahora? … pero… está bien… nos vemos luego- terminó colgando la llamada –Luffy gracias por invitarnos, pero surgió un evento de mi padre en el que debo estar presente y debemos irnos- se puso de pie hablando con el pelinegro -Tony-ya- llamó a su hermano quien se bajó del sofá despidiéndose de las chicas.
-Pero Law- Luffy trató de detener al oji-gris
-Lo siento Mugiwara-ya, pero es urgente, adiós a todos- se despidió saliendo de la casa con el pequeño castaño.
El silencio reinó el lugar de nuevo, Sabo invitó a Robin y a Franky a sentarse en el sofá y Sanji se acomodó al lado de la pelinegra, los cuatro mayores se sentaron en la alfombra.
-shishishishi Zoro me alegra verte- el pelinegro menor se colgó del cuello del peliverde, sonriéndole.
-yo también estoy feliz de verte Luffy
-también te extrañé Kidy- dijo intentando hacer lo mismo con el pelirrojo, pero Kid puso una mano en la cara de éste para que no se acerque.
-conmigo no, idiota- pero de todos modos Luffy logró enroscarse en su cuello – ¡Suéltame!
-ok, ok- dijo soltándose de él
-hey, si no me equivoco tu eres alumno mío ¿cierto?- habló el peli-azul con una sonrisa, al reconocer Kid.
-ah, sí, usted es mi docente de ingeniería,
-pero que coincidencia- dijo Robin con una sonrisa – ¿y que estudias tu Zoro?
-leyes, al igual que Ace- afirmó el peliverde girando su vista hacia el pecoso quien tenía la mirada perdida en algún sitio –Ace
-ah, ¿qué?
-despierta, parece que no estuvieras aquí- le dijo Sabo riéndose de él.
-chicos lo lamento, pero debemos irnos- habló Vivi quien guardaba su teléfono luego de leer un mensaje –nuestro padre dice que volvamos a casa.
-yo las acompaño, también debo irme- habló luego Usopp mirando su reloj.
-ooooo, ¿ustedes también?- habló desganado Luffy
-lo lamento, nos vemos mañana- se despidió Nami, desapareciendo por la puerta con los otros dos.
-y Sanji ¿que nos cuentas tú?- preguntó la mujer haciendo que todos clavaran su vista en él.
-ammm, pues deben recordar que fui adoptado por Zeff- comenzó a contar el rubio, recibiendo la mirada atenta de Ace y Zoro –Zeff es un chef, muy bueno en realidad y lo convocaron a Inglaterra para un evento, como no había nadie quien me cuide tuve que ir con él, luego de ese evento pidieron que se quede por un tiempo más en un restaurante privilegiado, asi nos quedamos en Inglaterra por seis años, en los cuales yo también aprendí a cocinar
-ooooo Sanji, si sabes cocinar entonces prepara algo que me muero de hambre- habló Luffy con una sonrisa.
-claro, ¿en dónde queda tu cocina?
-es por allá- señaló Sabo al fondo de la sala.
-eh, ¿pero qué les pasa?- preguntó algo molesto Ace, recibiendo una mirada extrañada de parte de sus hermanos –Sanji es un invitado, no está obligado a cocinar para nosotros, Sanji, por favor no te molestes- se dirigió luego al rubio con una sonrisa.
-am, no te preocupes Ace, a mí me gusta cocinar, no es ninguna molestia- le dijo sonriendo retomando su camino a la cocina.
-bueno, pero yo te ayudo- Ace se puso de pie siguiendo al rubio.
-Luffy, gracias por tu invitación, pero debo revisar unas pruebas para mañana- dijo Robin, preparándose para salir.
-deberían hacer una SUPER reunión o una fiesta, para poder hablar mejor entre todos- sugirió Franky poniéndose de pie al igual que Robin.
-Buena idea, shishishishi haremos una fiesta, un día de estos- dijo emocionado el menor.
-Adiós Luffy, nos veremos mañana- se despidió la pelinegra.
-Adiós, a todos, fue un SUPER gusto conocerlos- luego de ello la puerta se cerró.
Mientras tanto en la cocina, Ace intentaba picar unas frutillas en pedazos pequeños a la vez que Sanji moldeaba la masa para hacer unas galletas de fresa. Cuando llegó el momento de agregar las frutillas se dio cuenta que aún no estaban listas.
-jajajaja se hace así- se puso entre el pelinegro comenzando a picar las frutillas con mucha habilidad, la cual asombró a Ace.
-wow, pero que bien lo haces
-gracias- dijo dirigiéndose a poner las frutillas en la masa, empezando ahora a hacer bolitas y luego aplastarlas para lograr la forma de galletas. Ace tomó un poco de masa intentando imitar al rubio pero no lo logró.
-hazlo así- Sanji posó sus manos sobre las de Ace moviendolas hasta formar una bolita –luego lo presionas así- las manos del rubio presionaron las del azabache aplastando la bolita de masa, transformándola ahora un pequeño redondo. Sanji puso el disquillo en la bandeja para horno empezando a hacer más de esos, al igual que Ace que había entendido a la perfección Sus manos son tan suaves pensaba él observando de reojo al rubio.
Terminaron la masa y Sanji metió la bandeja llena de disquillos en el horno.
-ahora solo hay que esperar- dijo observando la cocina con detenimiento, llegó a notar una canastilla que contenía unos dulces de envoltura celeste sobre el mesón de preparado–esos son…
-sep son los dulces que te llevaba al orfanato- le dijo Ace alcanzándole uno de esos –cómelo si quieres
-gracias, no vi en ningún otro lugar estos dulces nunca los olvidé- dijo alegre comiéndose ese pequeño chocolate relleno de coco –mmm, delicioso
-llévate una bolsa si quieres, mi abuelo trae una caja cada mes- el azabache sacó de una de las vitrinas una bolsa llena de esos dulces entregándosela –aquí tienes- le dijo sonriendo
-GRACIAS- agradeció feliz dándole un abrazo al azabache
-d-de nada
El horno dio una alerta de PIP, Sanji soltó a Ace y sacó la bandeja con unos guantes de horno, puso las galletas en dos platos y volvieron a la sala donde Zoro yacía dormido en el sofá al lado de Luffy, mientras Kid y Sabo conversaban en la alfombra.
-aquí están las galletas- mencionó Ace y Luffy despertó de golpe al oírlo, despertando también a Zoro.
-GALLETASS!!
-hey, espera- Sanji trató de evadirlo para que no le quite las galletas, pero tropezó en la alfombra cayendo sobre el peliverde en el sofá, quien lo sujetó rodeándolo de la cintura posicionandolo entre sus piernas.
-¿estás bien?- le preguntó Zoro chocando su aliento tras la nuca de Sanji, haciendo que éste se estremeciera.
-s-si, gracias.
-LUFFY- Ace se mostró molesto por la actitud del menor, pero éste solo se comía una galleta despreocupado del asunto.
-pero no pashó nada, es mash, Shanji estha muy bien- dijo con la boca llena señalando al rubio.
Ace volteó a verlo encontrándose con que Sanji estaba sentado entre las piernas de Zoro quien lo abrazaba por la cintura, Maldición esto es raro, se dijo el azabache al sentirse extraño por ver esa escena.
-Bien ya debo irme- se puso de pie el pelirrojo –nos vemos mañana chicos- dijo saliendo del lugar
-yo también debo irme- Zoro se levantó sin soltar su agarre del rubio hasta estar de pie completamente, y recién soltarlo –Adiós chicos- se despidió saliendo de la casa.
-adiós- respondieron todos al unísono.
-ammm ¿qué hora es?- preguntó el rubio.
-son las 7:10- respondió el rubio mayor observando la hora de su celular.
-¡QUÉ! ¡Es muy tarde, van a matarme!- entró en pánico tomando su mochila para salir del ahí – ¡adiós a todos!- y luego solo se escuchó el portazo sonar con fuerza.
-estas galletas están deliciosas shishishi
-si lo están, Sanji es muy buen cocinero- afirmó Ace comiendo una.
-ajam… oye Ace- llamó Sabo a su hermano
-¿mm?
-necesito hablar contigo, pero más tarde...
-ok- Ace solo aceptó preguntándose por qué necesitaba hablar con él.