Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Nuestra vida juntos (NAP) por fada7

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

             No podía ocultarme por siempre ¿verdad? Me preguntaba a mí mismo, cuando mi móvil comenzó a sonar, era de la agencia por lo que respondí  en seguida, realmente lo que escuchaba sonaba demasiado interesante, viaje, otro país, lo único que se me vino a la mente escapar, sería una semana, acepte y luego de escuchar todas las instrucciones, deje el móvil
 Salí de la habitación, me estaba escapando literalmente o más bien, estaba postergando por un tiempo mi esclavitud.
Me encontré de frente con él, sonreí y salude, dejando un beso en sus labios. Explique lo ocurrido y que tendría que ir de viaje a Estados Unidos, el trabajo siempre era importante, como líder siempre lo decía.
Luego de muchos mimos, besos y caricias, me dispuse a hacer las maletas, ni siquiera había mencionado lo de la esclavitud, ¿Quizás lo había olvidado? No, eso no podría ocurrir, seguro solo lo había evitado, ya que me tenía que ir pronto, el viaje fue bastante apresurado, ordene mis cosas y me despedí, creo que le di más de 100 besos, al comienzo pensé que sería fácil viajar, pero no pensé en la falta que me haría.

Ya estando en Estados Unidos, el tiempo volaba, las grabaciones, las salidas en grupo, claro aquel grupo era curioso, gente que jamás había visto, pero con pocas horas de conocerlas, me habían parecido agradable.
Cada vez que encontraba un tiempo, le mandaba mensajes a MinSoo, mensajes que respondía cuando él tenía tiempo, al parecer también estaba trabajando duro.
Los ultimos días parecían eternos, solo quería estar con él, quería poder abrazarlo, tocarlo, besarlo. Cuando por fin faltaba un día, me llamo, escuchar su voz, diablos, hubiera corrido en ese momento hasta sus brazos, pero estaba tan lejos. Nos pusimos de acuerdo pues en pocas horas podríamos vernos nuevamente. Sus palabras eran tan dulces, me extrañaba de la misma forma que yo a él, eso era bastante evidente.

Al tocar ya suelo coreano, sonreí, olvidando por completo lo que se me venía desde ahora, corrí a sus brazos en cuanto lo vi, lo necesitaba, lo deseaba, habían sido tantos días, que casi me había torturado a mi mismo al haber aceptado aquello.
Me llevo hasta casa, donde los besos se hicieron presentes sin control, luego de muchas caricias, mimos y pasión, dijo lo que tanto me temía.
-Empiezas el jueves –No podía ser posible, mi semana de esclavo daba comienzo en 2 días.
-pero…
-Nada de pero, lo sabes.
-Esta bien.

Me dio un vestido, bastante particular, de mucama, sería su sirviente, bastante gracioso mi novio, pensé mientras tomaba aquel atuendo y lo observaba, me preguntaba que tenía pensado, solo de pensar tener que lavar su ropa con ese vestido puesto, me daba risa.
El jueves había llegado, me puse el vestido luego de ducharme, fui hasta su habitación, preguntándole si  podía pasar.  


-Pasa –dijo un tanto adormecido. Entre y le pregunte.
-¿Mi amo, necesita algo? –si lo estaba incitando, no sé al comienzo me daba hasta pánico ser su esclavo, pero luego de aquella semana lejos,  solo me importaba estar cerca de él.
-Joder –Vaya que me gusto aquella respuesta.

Me tomo por la cintura y jugueteamos un rato, luego comenzó a imponer, ve a limpiar aquí, ordena mi cuarto, de verdad me hizo trabajar así  tres días, ya estaba algo agotado, además hacer deberes con vestido no es muy divertido, cada vez que me agachaba tenía que cuidar de que no se me viera algo, claro, por lo general él estaba cerca, para colmo, levantaba mi vestido  solo para molestar.

El día cuatro, como olvidarlo, MinSoo se encontraba en la cocina, con aquella cafetera en la mano, serbía una taza, yo por bromear, le dije si hubieras sido mi esclavo, así estarías, sirviéndome el café.
-Aquí tiene joven Ahn –me dio una taza con café, me pareció divertido
- Gracias, vez que hubiera sido lindo –dijo bromeando

Él sonrió mientras yo bebía el café, al menos eso pensé que era lo que estaba bebiendo, me pareció demasiado raro de pronto, cuando note que no estaba bebiendo.
 -¿Que le pusiste a esto?
-Veras es una mezcla  -Solo con escuchar eso mi mente hizo click, realmente le había puesto algo al café, por eso tanta amabilidad, vamos en qué momento pensó en eso. No pude más que sonreír, tratando de entender lo que decía.
-¿De… verdad?
-Comenzaras a sentir calor, sobre todo en la parte baja

Joder de verdad me había drogado, lo mas irónico era que con drogas psicoestilumlantes, ya de por si me prendía rápido, ¿Era necesario hacerme esto?
Poco a poco fui sintiendo como mi cuerpo empezaba a estimularse, él me susurraba o me tocaba, provocándome, ponía sus manos en mi rodilla y luego las movía con suavidad, mi pene realmente estaba endurecido, mi respiración acelerada y él gozaba de provocarme más y más.
Comenzamos a besarnos en plena cocina, yo era algo desesperado, realmente necesitaba atención en la parte baja, busque su cuello mordiéndolo, bajando la mano para acariciar su abdomen , solo escuche “Daniel” quería desvestirlo en ese mismo lugar, me importaba poco si llegaba alguien, estaba complemente nublado, el deseo que me consumía en ese momento era más grande que cualquier otra cosa.

Me tomo en brazos, caminado conmigo hasta la habitación, no paraba de dar besos en donde pudiera, necesitaba más. Empujo la puerta de su habitación, luego la cerro con su pie y me recostó en la cama, esperaba que me hiciera suyo ya, estaba cegado, se alejo luego de dejarme en la cama y fue hasta el mueble donde guardaba su ropa, saco de ese lugar una caja y me miro sonriendo.
-¿Qué  harás? –pregunte agitado, mientras el quitaba mi ropa interior, subiendo un poco el vestido. Mi mano derecha fue directo a su miembro, ya no aguantaba más, quizás me vendría en cuanto me tocara, así que necesitaba estimularlo a él, masaje su miembro tratando de quitar su pantalón, pero me empujo a la cama nuevamente quedando recostado, lo mire suplicante. Saco un aparato de su caja sonriendo, estaba claro que disfrutaba el verme tan excitado. De pronto acerco aquella cosa que tenía una cola de animal a mi trasero, no lo podía creer, pero de la nada vino a mi mente aquella pregunta que me había hecho días antes ¿te gusta las colas de gato o conejo? Rayos, eso era, lo había planeado todo con tranquilidad, no me quedaba quieto, masajeaba si miembro, lo necesitaba, tomo una cuerda y la paso por el raspado de la cama, amarrando mis manos. Ahora sí, estaba a su completa merced. Abrió mis piernas y comenzó a jugar en mi entrada, vaya que se sentía bien, sus dedos en aquel lugar, acaricio mi miembro y luego bum, metió aquel aparato, era un consolador, lo prendió y empezó a vibrar en mi entrada, trataba de moverme, aquella sensación era perturbadora, placentera, idiotizante. Quito luego de un rato aquello, tocando mi miembro, no aguante más me corrí en su mano, él negó, sacando algo nuevamente de su caja, maldita caja, ¿Que mas tenía en ella? Limpio su mano la cual había dejado llena de mi líquido seminal, acercándola luego para tomar mi duro miembro y poner un anillo en el.
Wou si antes me sentía afligido ahora estaba peor, aquella cosa en mi pene apretaba.
Se quito la ropa y me susurro, cosa que me ponía aun peor, ver aquel cuerpo en frente a mí, no podía mas, estaba muriendo, levanto una de mis piernas e introdujo su miembro en mi, enseguida de eso comenzó a moverse de forma rápida, me volvía loco, no podía callarme aunque lo quisiera aquellos gritos de placer salían sin mi consentimiento, me besaba, me tocaba y me penetraba sin control, y yo no podía hacer más que disfrutar de aquello, aunque mi miembro fuera preso de aquella cosa, lo que sentía en ese momento era placer puro. Deseaba tocarlo, pero mis manos eran presas de aquella cuerda, sentía como aquel cosquilleo volvía a mi vientre, pero que rayos no podía eyacular, me la estaba jugando pero con titulo de experto.
-Por favor –mire su rostro, era lo que esperaba, que suplicara. Se detuvo un segundo mirándome con aquella sonrisa malvada, para luego volver a envestirme con mayor intensidad.
-Por … favor –Si volví a suplicar, el ardor que sentí y las ganas de correrme nuevamente, me hubieran hecho hasta besar el suelo si él lo pedía.
Quito aquel anillo de mi miembro, pero se sentía casi igual, estaba demasiado complicado con aquello, volvió a penetrarme, apoyándose en la cama con las manos, una y otra vez, me corrí nuevamente sin pleno aviso, el continuo un poco más y se vino dentro de mí, sentí aquella sensación llenándome. 
Aunque ya había eyaculado dos veces, mi miembro no bajaba, estaba cansado y aun deseoso por mas, ¿Cómo podía ser eso posible?
Salió de mi interior, luego desamarro mis manos, tenía cara de complacido, pero que pasaba con mi cuerpo, necesitaba ayuda, esta me las iba a cobrar, eso estaba claro, en cuanto dejara de ser su esclavo me vengaría. Me llevo a la ducha y nos metimos bajo el agua. Aunque mi miembro tardo horas en bajar, fue bastante gratificante aquel baño, luego de eso solo recuerdo haber dormido por horas, había quedado rendido.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).