Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

| Portada Desteñida | por gabkim21

[Reviews - 21]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Disfruten el capitulo y nos vemos en las notas finales :))

Amarillo - Irrelevante.

Verde - Relevante

Azul - Importante.

Rojo - Muy importante.

 

 

Tenía cuatro paquetes de notas con adhesivo, de esos colores respectivamente. Tomó de nuevo su lapicero azul y rojo. Chasqueó la lengua un tanto aburrido… ¡Eso era absurdo!

 

Kibum aún estaba conmocionado, pero al final seguía siendo su trabajo.

 

Había transcurrido una semana entera desde que estaba en ese puesto, en ese lugar, haciendo esas cosas… que eran parte de su empleo.

 

Nunca creyó que terminaría haciendo todo eso, mucho menos que aprendería tan rápido, aunque no era su culpa. Su rápido aprendizaje era una capacidad de la cual estaba orgulloso la mayor parte del tiempo… exceptuando esta vez.

 

Sus labios se cerraron en una línea fina, estaba esperando por su hora libre y huir de ahí antes de que su jefe llegue… antes de que Jonghyunllegue.

 

 

 

 

Se había quedado pasmado mientras el fotógrafo salía de su oficina con una sonrisa torciendo sus seductores labios. La mente de Kibum se quedó procesando todo eso lentamente, cada palabra repitiéndose sin poder comprenderlo completamente.

 

¿Había oído bien…?

 

Era una broma, ¿cierto?

 

Era una prueba… era una muy incómoda prueba, ¿no?

 

Respiró profundo. “Inhala y exhala” se repetía. Sus manos temblaron nerviosas y eso ocasionó que soltará la agenda. El ruido en seco lo sacó de su trance.

 

–¡Oh! –fue todo lo que logró pronunciar. Lo levantó y lo abrió. Sus orbes se expandieron mucho más. En definitiva esa no era ninguna prueba…

 

Leyó rápidamente todo… eso tampoco era una broma.

 

Observó las instrucciones… tampoco había oído mal.

 

Su mente seguía buscando alguna excusa o explicación lógica.

Tardó casi una hora en salir de ahí, no estaba preparado para algo así. Luego de repasar todo, fue cuando se percató de que su jefe le había dado el día libre…

 

Llegó a su departamento un poco cansado, todo ese conflicto mental lo dejo así. Dejó sus cosas en su mesa de centro, tan distraído iba que no se había fijado que traía el cierre del bolso abierto. Sus cosas cayeron estrepitosamente.

 

¡Perfecto!

 

La agenda negra resaltó sobre las demás… ¿Podría la vida no torturarlo tanto?

 

Ese agenda negra…

 

Gruñó por lo bajo yéndose de la estancia, rumbo a su habitación. Necesitaba huir de esa ‘agenda’, más bien; necesitaba huir de su contenido y todo lo que eso conllevaba. Se encerró ahí, solo saliendo para conseguir comida; y se volvía a recluir en esas cuatro paredes, solo su TV prendida era su acompañante, ese día tuvo una maratón de comedias románticas.

 

La noche llegó demasiado rápido para su gusto y con ello su cansancio aumentó. Reacomodó sus sabanas y se hundió entre ellas.

 

 

Durmió plácidamente hasta muy temprano, sin mucho entusiasmo como solía hacerlo antes, se alisto lo suficiente. No era como si fuera con el mejor atuendo a la oficina o usando las más extravagantes joyas, él sabía perfectamente cómo se vería usando eso; pero no era su estilo, o al menos eso era lo queella siempre le repetía, y sus palabras estaban muy estacadas en su memoria.

 

Ni siquiera se preocupó por tomar el desayuno, su día estaba planeado ser más malo de lo cotidiano, así que ¿por qué retrasar su tortura? Tomó sus cosas, evitando observar de reojo siquiera el objeto negro, ese mismo que lo tenía en ese estado.

 

Esta vez, salió del elevador tres pisos antes de lo habitual. Con la mirada alerta, entró a esa oficina que albergaba su nuevo sufrimiento.

 

– ¡Buenos días Kibum! –una voz alegre lo saludó recién entrando.

 

¿Cómo rayos alguien podía estar siquiera feliz a esas horas de la mañana?

 

Oh cierto, lo olvidaba… su jefe. Jonghyun, de él ya podía esperarse cualquier cosas, después del día anterior ya se había entrenado mentalmente a todo lo demás.

 

–Buenos días… Jonghyun. –forzó una mueca amable. Era realmente incomodo todo eso.

 

–Ya veo, la puntualidad es uno de tus dones después de todo. Creí que solo eran alardes de Yunho.

 

Ese nombre… Kibum se sorprendió un poco. No había pensado en su jefe… corrección; ex-jefe, desde hace dos días. No sabía cómo sentirse al respecto; alivio o terror al darse cuenta que cada vez pensaba menos en él  y su atención se dirigía más sobre la persona que tenía en frente en esos momentos.

 

–Eso creo –respondió no muy seguro.

 

Jonghyun solo sonrió. Al parecer su nuevo asistente tenia pocos ánimos para comenzar el día, bien él se encargaría de cambiar eso.

 

–Lucirías mejor con una sonrisa en tu rostro…–comentó casualmente.

 

– ¿Ah? –Kibum parpadeó repetidas veces. ¿Había escuchado bien, otra vez?

 

Debería ir al médico, estaba teniendo severos problemas de audición porque no era posible que…

 

–Que luces más lindo con una sonrisa –volvió a repetir el moreno.

 

Eso, no era posible eso precisamente.

 

–Yo… yo, no creo… digo yo… –apenas lograba pronunciar bisílabos coherentes –no sé.

 

Su mente estaba en blanco y su lengua parecía gritarlo en todo su esplendor.

 

–Vamos Kibum, apuesto a que puedes hacerlo mejor. Sonríe. –Jonghyun soltó una leve risa antes de entrar a su cubículo. Bien, no era la mejor forma de cambiar el estado de ánimo del contrario,pero había funcionado, ya no parecía un robot aburrido funcionando mecánicamente, ahora se encontraba sonrojado y confuso, al menos era un avance.

 

 

 

 

El tan solo recordar esa clase de momentos que Jonghyun le hacía pasar, era suficiente para que su cuerpo quisiera salir huyendo de ahí antes que el otro llegara. Ciertamente, Kibum no estaba acostumbrado a esos tratos amables e incluso sugerentes, vaya, ni siquiera a ser halagado por su buen trabajo, era por ello que toda esa nueva atmosfera lo aturdía demasiado para su gusto.

 

Con un fuerte suspiró regresó su mente a los papales que tenía en frente y en especial a esa agenda. No sabía cómo pero en algún momento de toda esa semana se había resignado a ese tipo de trabajo. De todas formas no era como si tuviera alguna opción.

 

Mordió la punta del bolígrafo, un mal hábito que había adquirido en los últimos días. Tenía una gran pelea mental sobre cómo etiquetar esa nueva información, no quería cometer el mismo error que hace unos días… el solo recordarlo le enrojecía la cara de la vergüenza. Ese día aprendió una de las tantas reglas; que las “citadas” en esa agenda debían seguir las reglas, si querían seguir estando ahí…

 

 

 

 

Estaba anotando los nombres, así que debía usar el rojo para resaltar las letras. Regresó de nueva cuenta al índice para verificar por tercera vez el nombre ‘MylaZya’, ¿Qué clase de nombre era ese? Kibum se preguntó por quinta vez. Tecleó el nombre en el navegador una vez más, era la tercera red social que intentaba. Esa parte era la más complicada según Kibum; porque obtener información personal no era lo suyo.

 

Jonghyun un día antes le había dejado sobre su escritorio una carpeta negra con unas hojas que explicaban el orden de todo ese enrollo.

 

1.- Averiguar cosas esenciales (edad, empleo, tallas)

2.- Comprobar disponibilidad

3.- Agendar una llamada

4.- Agendar una cita

5.- Agendar un cuarto de hotel

6.- Tiempo

7.- Agendar llamada final

8.- Valorar si permanece o no

 

Aún no podía entender cómo alguien sería capaz de aceptar dichos términos. Cada una estaba enterada de la forma de funcionar todo eso, pero… ¿cómo podían aceptar aquello?

 

Quizás para él no tenía ningún sentido todo eso, pero para todas esas mujeres era algo de extremo privilegio. Tardó unos minutos más en poder al fin encontrar información relevante de esa nueva chica, cabe decir que era la segunda de nuevo ingreso en la agenda de esa semana. Estaba anotando todo cuidadosamente y respetando los tan insistentes e importantes colores, cuando una llamada lo interrumpió. Sus ojos fueron a dar sobre el identificador de llamadas pero encontró la pantalla apagada… rápidamente devolvió la mirada al ordenador para notar como un recuadro anunciaba una video llamada entrante.

 

Sus pupilas de agrandaron y su pulso incrementó, ¿Qué debía hacer? ¿Contestar o no?

 

Era la primera vez que recibía una llamada de ese tipo, no sabía qué esperar. Tras unos minutos de meditar oprimió el botón de “contestar”, unos segundos pasaron y  la conexión se completó dándole una asombrosa vista de la persona del otro lado de la pantalla.

 

Una chica de cabellos oscuros, arreglados en una coleta fue la primera imagen que percibió. Su atención se centró en ellos solos unos instantes ya que pudo darse cuenta de la verdadera situación…

 

Ella traía puesto una camisa de tirantes que exponía casi por completo su pronunciado busto, unas hebras de sus cabellos ligeramente ondulados caían sobre estos mismos, dándole un aspecto mucho más seductor.

 

– ¡Ah! –un ligero grito salió de la bocina. – ¡Tú! ¡¿Qué haces ahí?! –logró pronunciar la pelinegra con sorpresa al mismo tiempo que se cubría lo suficiente. Estaba claro que ella esperaba por otra persona, específicamente; Jonghyun.

 

–Yo-o ¡Oh Dios! –Kibum tartamudeó ligeramente. En esos instantes quería ser tragado por su asiento. Quería cubrir su rostro de la vergüenza pero sabía que eso sería peor. –Lamento no ser la persona que usted esperaba, señorita – ¡¿Eh?! ¿Señorita?. Tenía que ser cortes sin importar de quien se tratara.

 

–Soy Kim Kibum, el asistente del señor Kim. Él me dejo a cargo de sus llamadas, por ahora no se encuentra ¿gusta dejar algún mensaje? –terminó de anunciar para luego centrar su atención en otro lado, cualquiera era mejor que esa mirada frívola que parecía querer atravesarlo.

 

–Solo dile que me llame lo más pronto posible, o de lo contrario que se olvide de lo prome…

 

La perilla girándose y el rechinido de la puerta atraparon la atención de Kibum, olvidándose por completo de la persona en la pantalla.

 

Jonghyun entró lentamente, no tardó mucho en notar la voz proveniente del monitor. Su sonrisa se ensanchó de inmediato al figurarse la posible escena que le esperaba. Se acercó rápidamente al escritorio y cubrió el micrófono, no quería ser notado por la otra persona. Le hizo señas a Kibum para que se acercara. El rubio estaba tan absorto a los movimientos rápidos de su jefe que captó de inmediato lo que el contrario pretendía, ¿desde cuándo se había vuelto tan observador?

 

Estaban lo suficientemente cercas para poder escuchar sus susurros, todo fue tan repentino que Kibum no fue consciente de la corta distancia que yacía entre ambos hasta que no pudo hacer nada para alejarse. Tragó duro por segunda vez en el día.

 

– ¿Quién es? –cuestionó curioso.

 

–No sé, no me ha dicho su nombre –logró decir ligeramente apenado. Saber esa información era su trabajo después de todo.

 

Asintiendo ligeramente, Jonghyun se asomó lo suficiente para notar el familiar rostro e hizo un gesto al reconocerlo, dicho gesto Kibum no pudo entenderlo. Retomando su postura, el Kim mayor regresó su atención hacia su asistente

 

– ¿Qué ha dicho?

 

–Bueno… dijo que la llame lo antes posible –tuvo que omitir el resto porque ni siquiera él sabía por completo el recado.

 

Jonghyun bufó egocéntrico. Ese cálido aliento expulsado por sus labios logró chocar contra los de Kibum… “¡Esta situación está cada vez más incómoda!” pensó el rubio, percibiendo al mismo tiempo sus latidos ruidosos golpeteando contra su pecho.

 

–Bien, harás lo siguiente ¿de acuerdo? –a pesar de usar una interrogante sonaba claramente a una orden.

 

Su asistente, quien ya tenía las mejillas rojizas; asintió repetidas veces. ¿Así de nervioso lograba ponerlo? Si estuviera en otra situación, disfrutaría de ese momento un poco más, pero este no era el caso.

 

–Anúnciale que no se preocupe, que no pienso hablarle ni pronto ni después. Las reglas las pongo yo y ella las conocía desde un inicio. Y que después de colgar elimine mi número de sus contactos, que nos evite la pena de colgarle la próxima vez que intente hablar. –dijo eso último con una seriedad que cualquier rastro de “broma” que en la mente de Kibum pudo haberse creado por lo menos unos segundos, desapareció.

 

¿Así de duras debían ser las cosas? ¿Cómo podría ser capaz de decir todo eso sin sentir pena por la chica?

 

Asintiendo una vez más Kibum se retiró lo necesario para regresar a su asiento, aún con su corazón corriendo a mil por hora. Jonghyun solo se cruzó de brazos esperando para que su orden fuera cumplida, necesitaba ver qué tan dispuesto era su nuevo asistente para desempeñar esa clase de tareas.

 

Esos labios rosas citaron exactamente las palabras de Jonghyun… un ligero tono de pena acompañó la oración pero fue levemente perceptible, al menos no para la chica del otro lado de la pantalla. Ella echaba chispas por los ojos y por cada poro de su piel, no podía creer lo que estaba pasando en esos momentos.

 

Cuando Kibum dejo de hablar pasaron unos segundos que parecieron eternos, y justo cuando la tensión estaba a su máximo punto, la pelinegra estalló con una carcajada amarga de su parte.

 

– ¡¿Estás bromeando?! ¡Ese bastardo no puede hacerme esto! –una pequeña vena se marcó en su frente ante tal grito.

 

–Lo siento, pero me temo que no es ninguna broma señorita… –Kibum susurró, esta vez con un tono completamente apenado.

 

– ¡Ese cretino no puede hacerme esto! ¡Es un idiota… un bastardo! –cada insulto gritado hacia crecer esa pequeña vena en su frente. Kibum se dio cuenta que esa señorita, ya no lucia tan bonita después de todo.

 

Sin ninguna otra palabra para tratar de calmarla, el rubio optó por quedarse callado y seguir escuchando… ¿sería de mala educación colgarle?

 

Mordiendo ligeramente su labio por la preocupación, decidió apagar las bocinas… no quería seguir escuchando todas esas palabras que seguían desfilando por la boca de la pelinegra. Después de todo Jonghyun seguía ahí, observándolo. Esperando.

 

Sus ojos se volvieron desesperados, esperando y añorando por una orden. Dicha orden llego tan pronto Jonghyun se aproximó al computador, solo para apagarlo.

 

–Muy bien, creo que con eso entenderá que las reglas aquí las pongo yo. Si no le parece, ya sabe que puede irse. –se encogió de hombros, como si eso fuera lo más lógico.

 

Kibum asintió levemente, no sabiendo exactamente qué hacer o decir en esos casos…

 

–Pon en su historial, el paso número nueve –dijo

 

El rubio asintió rápidamente, aunque después de unos segundos proceso bien aquello… ¿nueve? Él no recordaba ese paso en el manual. En cuanto el moreno dejo su cubículo y se adentró al propio, fue que decidió que era adecuado sacar el manual y echarle un vistazo a ese dichoso paso.

 

No tardó mucho en encontrar ese digito. Estaba casi al final y subrayado en rojo, como si fuera importante leerlo.

 

‘9.- Eliminar permanentemente.’

 

 

 

 

Después de ese incidente aprendió un par de cosas más y sobre todo, el futuro de cada una de las chicas anotadas en esa agenda. Y justo cuando estaba teniendo ese conflicto mental sobre qué color usar en esa nueva chica fue cuando un nuevo invitado hizo acto de presencia… nada más y nada menos que su mejor amiga. Tiffany.

 

– ¡Tiff! –saltó ligeramente.

 

– ¡Kibum! –imitó su gesto burlonamente.

 

– ¡Hey! No te burles, que en verdad me has espantado –fingió un puchero.

 

–Oh, vamos Kibum, no me digas que tu nuevo puesto te tiene así de asustado.

 

– ¿Sabes? De esto puedo esperarme cualquier cosa ya –dijo dramáticamente. Aunque era cierto.

 

La pelinegra negó ligeramente con una sonrisa en los labios mientras se dirigía frente al escritorio.

 

– ¿Tan malo es? –cuestionó cuidadosamente. Había escuchado varios rumores sobre las asistentes de ese tal “Jonghyun”, el fotógrafo estrella de la revista y el más asediado entre las féminas de casi todo el edificio. Pero al final, seguían siendo eso; rumores.

 

Sólo su amigo, quien era el nuevo asistente en turno; podía decirle qué tan cierto era todo aquello que se cotilleaba sobre su jefe.

 

El rubio quiso responder con sinceridad aunque ni él mismo sabía aquello…

 

–No es tan malo, supongo.

 

– ¿En serio?

 

–Te acostumbrarás.

 

–Entonces… ¿Ya te acostumbraste a no verlo? –volvió a preguntar cuidadosamente omitiendo ese nombre, aunque estaba segura que Kibum había entendido perfectamente a quién se dirigía. Tiffany sabía que estos temas no eran fáciles de tratar con el rubio, pero debía hacerlo, con el tiempo ella esperaba que realmente así fuera, que ya se acostumbrara a no verlo y mucho menos a extrañarlo.

 

–Bueno… –comenzó diciendo, tragando pesadamente; ¿sería bueno mentir al respecto?

 

Con un par de miradas, transmitió lo que con palabras no podía, porque sabía que si lo decía, dolía. Dolía mas decirlo en voz alta; Sí, lo extrañaba.

 

¿Y cómo no hacerlo? Si después de todos esos años, se había acostumbrado a su presencia aunque eso no significara que su relación fuera más allá de empleado-jefe.

 

–Entiendo –susurró la pelinegra solo para traer de nuevo la atención de Kibum. –Aunque sabes que no ganas nada extrañándolo ¿no es así? Complica mucho más las cosas.

 

–Lo sé, créeme que lo sé. Pero no puedo evitarlo extrañarlo –su voz sonó dolida y desesperada.

 

Una perilla moviéndose y unos pasos entrando avisaron que no estaban solos. Como siempre, siendo un puntual infalible, Jonghyun ya estaba de regreso en la oficina después del horario de descanso.

 

Cerrando pausadamente, levantó la vista para toparse con dos rostros uno de ellos más pálido que el otro.

 

–Así que, ¿a quién echa de menos el lindo Kibum? –soltó con ese tono tan suyo, ese mismo que ponía nervioso al mencionado y el calificativo no ayudaba mucho.

 

Y por tercera vez en esa semana, Kibum volvió a tragar duro.

 

Notas finales:

¡Ahi esta el capitulo despues de tanta espera!

Bueno ¿que puedo decir por mi demora?

Mis estudios tienen la mayor culpa... pero ya termine mi semestre lol soy libre ahora, asi que espero escribir mas seguido y asi no demorar tanto ;_; 

Quiero agradecerle a Marjo porque beteo este capitulo y seguira haciendolo con los demas XD 

Tambien ella es parte importante porque sabe hacerme presion D:

Creo que eso es todo, y bueno ¿que tal el capitulo? ¿les gusto? ¿merece un review? ¿merece un calcetin sucio? ¿o que? 

Haganlo saber en los comentarios


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).